Mi primer contacto con mi vecino

Después de mucho tiempo fantaseando con mi vecino, di el primer paso.

Hola a todos.

Me presentaré. Me llamo, a ver, Alexia. Y esto va a se lo único que no es verdad de todo lo que leais, jajaja.

Llevo mucho tiempo fantaseando con mi vecino. Un tio guapísimo. Va en silla de ruedas, pero eso no le quita ningún atractivo. Hace mucho deporte, y está fuertecillo. La verdad, es que desde siempre me ha atraido.

El tiene pareja, y yo también. Así que nunca habia dado pié a nada. Además, que no creo que él se hubiese fijado nunca en mi.

Yo esta mañana me habia levantado más calentita de lo normal, y llevaba un buen rato pensando en él, pero ni sabia como abordarlo, ni queria, porque no dejaba de pensar en la que se podia liar.

Así que aunque solo fuese para alimentar mi propia fantasia, me decidí.

Aprovechando de empieza a hacer calor, me quité el sujetador, y me puse una camiseta de tirantes y un pantalón corto finitos. Tengo las tetas grandecitas y se me veian un poco caidas, pero me daba igual, solo queria sentirme mirada, con eso creia que iba a tener bastante. Supongo que en ese momento necesitaba alimentar mi ego.

Somos los típicos vecinos que nos llevamos muy bien, y siempre estamos unos en casa de otros. Así que le mandé un wassup, y le dije que si estaba en casa, y que si podia bajar, porque no me iba bien la tele, y yo no me entero demasiado de como va. La verdad, es que llevamos tiempo con problemas con los canales, y aunque ya lo hubiesemos mirado, pues era buena excusa, y al menos le tendria ahí un rato.

Cuando abrí la puerta, noté los ojos se le iban a mis tetas y mis piernas. Vi como le cambió la cara por un segundo, pero se comportó, y pasó por mi lado casi sin mirarme.

El se puso delante de la tele, y yo mientras me agachaba por detrás para mirar los cables y eso. En esos momentos estaba segura de que si que estaria mirándome.

Me fuí a la cocina y saqué unas patatas y una cerveza, y las dejé encima de la mesa de centro. El se giró, y vino a abrir la cerveza. Sin que me viese, me eché la camiseta bien adelante para que se me viese el escote, y me senté en el sofá justo delante de él. Ahí le volví a pillar mirándome las tetas, fué solo un segundo, pero a eso me estaba poniendo a mil.

Cojímos unas patatas, y yo las iba mordiendo adrede esperando que alguna se rompiese, porque tal como estaba sentada los trozos iban a ir a parar a mi camiseta si o si. Hasta que efectivamente, un trozo se me metió por el escote. Empecé a mover la camiseta, y a meterme las manos para sacar el trozo, mientras los dos nos reíamos. Cuando lo hube sacado, me lo como y le miro, y le veo con una media sonrisa. Le pregunto que de qué le pasa? y me dice que nada, pero que no es de piedra, y a mi se me estaba viendo todo.

Yo fué escucharlo, y noté como los pezones se me pusieron duros de inmediato. El lo notó, porque se marcaban en la camiseta, y entonces fué él quien me prefuntó que a mi qué me pasaba? en clara alusión a mis pezones. Yo noté como me ponia roja, y solo acerté a bajar la vista mientras me reia. Y toda descarada, pero sin intención, le pregunté, te molan? Y ya cuando me contestó que por lo poco que habia podido ver, tenian buena pinta, ahí creia que me iba a dar algo.

Sin pensarlo, porque si lo pienso, ni se me ocurre, me incliné un poco adelante hacia él, y sin saber como, en un momento estábamos besándonos. Primero muy suave, y cada vez con más ganas, buscando nuestras lenguas, y jugando con ellas y nuestros labios. Y joder como besaba, estaba alucinando. Tanto, que ni me di cuenta de cuando empezó a tocarme las tetas por encima de la camiseta, me encantaba. Así que le cojí la mano y se la metí por dentro del escote para que tocase más y mejor.

Yo estaba ya lanzada, y aquello no habia quien lo parase.

Le dije que se sentase en el sofá, y me senté sobre él. Sin cortarse ni un pelo, me cojió del culo y me llevó hacia él, apretándome de manera que podia notar la excitación que traia.

Me moria porque me chupase las tetas. Me quité la camiseta, y se las puese delante de su cara. Y no me defraudó en absoluto, que manera de chuparlas, de cojerlas con las manos, de lamerlas y morderme suave los pezones, de apretarlas fuerte con las manos hasta el punto de empezar a dolerme, pero me encantaba.

Rápido, para que ninguno de los dos pudiésemos pensar en nada, me puse de lado, de rodillas en el sofá, y bajándole los pantalones y los calzoncillos de una vez, me metí su polla en la boca y empecé a chuparla. La tenia durísima, y cuando empezó a guiarme con su cabeza, hacia que su capullo me entrase hasta la garganta. Como estaba disfrutando de la mamada que le estaba haciendo.

El mientras, metia una de sus manos por dentro del pantalón, sobándome el culo, y metiéndola hasta llegar a mi coñito. Lo debió notar tan empapado, que fué él quien tomó la iniciativa, me hizo levantarme, me bajó el pantalón y la braguita que llebaba, y me hizo sentarme de nuevo sobre él. Sin miramientos ni él ni yo, fué sentarme, y notar como su polla me entraba en el coñito, hasta quedar completamente clavada sobre él. Empecé a cabalgarle, mientras me daba cachetes en el culo, me lo apretaba y me lo abria, sintiendo toda su polla dentro de mi. Todo a un ritmo, que hizo que me corriera enseguida, una corrida intensa y furiosa, mientras notaba como él me cojia del las tetas y me dejaba su polla metida dentro hasta el fondo.

Apenas hube recuperado la respiración, que acompañando mis caderas, empezó a hacerme mover de nuevo. Y tampoco duró mucho, porque unos pocos movimientos más tarde, me cojia del culo, levantándome y sacando su polla de mi coñito justo cuando iba a empezar a correrse. Yo me bajé de él tan rápido como pude, con el tiempo justo de sentir como chorros de leche iban a parar a mis tetas y a mi cara, mientras le pajeaba hasta sacarle la hasta la última gota de su corrida, y saboreaba una de las gotas que habian ido a parar a mis labios.

Nos quedamos mirándonos, nos reimos, y me levanté para ir a limpiarme todo aquello. Cuando salí del baño, ya se habia puesto los pantalones y estaba sentado en la silla. Yo no sabia que decir, menos mal que él abrió la boca, y me dijo. Creo que ya se lo que le pasa a tu tele, deja que mire unas cosas por internet y otro dia bajo, vale? A mi se me estaba escapando la risa otra vez, y asentí con la cabeza mientras salia por la puerta de casa.

Todavia ahora apenas puedo creer que esto haya ocurrido, y por eso lo he escrito y enviado. Necesitaba explicáselo a alguien, porque sinó, iba a reventar.

Un beso a todos los que os tomeis la molestia de leerme.