Mi primer chico

Llevaba tiempo fantaseando con estar con un chico.me había masturbado muchas veces pensando en ello.y al final ocurrió.y vaya polvo.

Le conocí en la piscina.nunca habíamos hablado, aunque yo notaba que me miraba de un modo extraño.era un mirada que te hacía sentir en parte incómodo, y en parte cachondo.

El caso es que un día, coincidimos en el cine.yo iba con mis amigos y el con los suyos.el cine estaba lleno, y se sentó justo a mi lado.la película era buena, la gente estaba pendiente de la pantalla.yo estuve todo el tiempo un tanto incómodo.como estaba lleno, tenía la cazadora encima de mis piernas.

Pasada media hora empezé anotar algo raro.una mano se deslizaba por debajo de mi cazadora y comenzaba a acariciar mipantalón,  a la altura de la polla.bueno, se me puso durísima, hasta el punto de que casi me corro en ese momento.estuvo un buen rato así, hasta que me abrió los botones del pantalón y me hizo una paja.yo creí que me moría.sólo deseaba poder estar con él en algún sitio, y hacérselo a él, comernos las pollas, deseaba sentir su polla entrando en mi culo, aún virgen.

No tuve que esperar mucho.al día siguiente , en la piscina, se me acercó y me preguntó si me había gustado, a lo que yo le respondí que sí, y que quería hacérselo a él.entonces me dijo que vivía muy cerca, por si quería ir a su casa.por supuesto fuimos.

Al entrar en el ascensor se acercó a mi y me empezó a besar con pasión, metiéndome la lengua y moviéndola.me puse como una moto.mientras nos besábamos, le comencé a acariciar el paquete, que veía crecer nate mis ojos.

Por fin entramos en su casa.nos abrazamos, y apoyándonos contra una pared, comenzamos a desnudarnos.le besé y lamí los pezones, y fui bajando con mi lengua hasta llegar a su polla.era grande, estaba muy dura , húmeda y caliente.la lamí, y me la metí en la boca con tantas ganas que casi me atraganto.le chupé le glande con ansia, le comí los huevos, y volví a metérmela en la boca y chuparla y saborearla.estaba buenísima.seguí así un rato, chupando y haciéndole una paja a la vez.él jadeaba, suspiraba...me dijo que si no paraba se iba a correr, pero yo no paré.quería que se corriera en mi boca, saborear su leche, espesa y caliente, y así sucedió.se corrió entre gemidos cada vez más fuertes, llenándome la boca y la cara de leche, que yo lamí con ansias.él me hizo levantar y me morreó, saboreando él mismo su leche desde mi boca.

Esa fue mi primera mamada, luego hubo más mamadas mutuas, un sesentainueve de miedo, y unas folladas de vértigo, pero eso ya lo contaré en otro relato.