Mi primer castigo
Sí, mi primer castigo que no mi primera doma.
Sí, mi primer castigo, que no mi primera doma.
Hacia unos meses que había conocido y me había entregado a mi Amo reconociéndole como tal y manifestandole mi obediencia. En el fondo pensaba que algunas de las condiciones que imprlicaba tal entrega formaban parte de un protocolo elástico ya que al residir a unos 75 km de distancia y ser dos personas casadas sería difícil el control total y por tanto la obediencia ciega en el día a día. Pude comprobar que en estas relaciones se evidencía el refrán que dice: Se pilla antes a una mentirosa que a una coja.
Ser pillada me enseñó a ser más cauta en aquellas conversaciones informales en las que dos personas nos ponemos al día. Pero vayamos a lo que aconteció.
Como ya he ido comentando, la relación sexual con mi marido era satisfactoria sin excesivos morbos, pero satisfactoria y regular. Sin embargo desde que salí de casa y conocí a mi Amo aquellas mejoraron exponencialmente teniendo que ser prudente para no levantar sospechas en cuando a las variantes que se iban introduciendo o recuperando.
Se acercaron unas fechas en las que en lo familiar eran especiales y sobre ellas algunos comentarios compartí con mí Amo quien unos días antes de aquellas fechas me ordenó que desde aquel instante y durante una semana no podía tener el más mínimo roce sexual con mí marido.
Le recordé que una de las cosas que el mismo me había advertido sin ni tan siquiera llegar a tener tiempo de pedírselo yo fue que no solamente no perjudicaría la relación familiar por mucho que se inmiscuyera sino que incluso mejoraría. Con un rictus de media sorna respondió que toda regla tiene su excepción y ratificó la orden. Durante una semana no puedes tener ningún roce sexual con el cornudo. Así lo dijo, añadiendo este calificativo.
Transcurrian los días y yo le confirmaba que no tenía sexo con el y entraba en detalles de como me zafaba a cada intento. Mí amo abundaba en preguntas y algunas veces cambiaba de tema y soltaba la pregunta.
Lllegaron los días señalados y yo estaba muy excitada, tanto por mi propio marido como por mí Amo quien no dejaba de provocarme para mantenerme ardiente de deseo. Y llegó la fecha y con ella todo el ambiente y nada podía ni debía interponerse a que fuese un buen día. En casa abundaba la salud g.a.D. Así que la alegría no debía de faltar y con ella el cortejo por parte de mi marido y en la ya larga noche que sucedió al festivo día el cansancio no nos abatió y la cama fue testigo de una desenfrenado y apasionado abrazo marital y sexual, entre marido y mujer a ratos, tanto como entre amantes descontrolados en otros.
Yo me mantuve firme mintiendo a mi Amo y aguanté durante semanas, pero la coja corrió más que la mentirosa y fui pillada en un renuncio. Además estabamos juntos y mi cara rubrico la verdad de lo acontecido aquella ya pasada larga noche.
Me alivió que el hiciera como que no se había dado cuenta y la cita transcurrió con absoluta normalidad tanto en lo afectivo como en lo transgresor.
Pasaron unas semanas en las que casi me olvidé del asunto ya que las citas transcurrian con total naturalidad y normalidad y recibí un mensaje. Me señalaba día y hora en un hotel de Barcelona muy cerca de la estación de Sants. Nada en el es casual.
Aquella mañana recibí otro mensaje, Ven muy extremada y traete otra ropa más extremada si puede ser y ya decidiré yo cual de ellas lucirás "i ves en tren"
Durante el viaje no me senté, Me excita mucho exhibirme pero aquel día por lo corto del vestido y sin ropa interior algo me retuvo pero sin perjudicar mi excitación que notaba especialmente entre mis piernas.
Al llegar a la habitación señalada esta vez no estaba ajustada así que tuve que llamar. Tardó en abrir, lo que me hizo sentir excitadamente incómoda. Abrió sereno y como indiferente me saludó. hola puta. y haciendo como que se volvia para adentro se giró y dijo "t'agrada follar oi puta ? t'agrada que et follin"
De un empujón me tumbó de cara sobre la cama y como mofándose dijo: mirala que puta, le encanta tanto que se la follen que no lleva ni bragas y añadiendo, quería hacerte una señora y solamente estoy consiguiendo una puta empezó a palmearme las nalgas, alternando las palmadas con manoseos directos de las dos cavidades sexuales. Era una combinación de agresividad verbal y física. Tan santa para tu marido y tan puta en la calle y otros azotes y manoseos.
Pareció que se iba a parar y me reincorporé y el todavia sentado me cruzo la cara, "es això el que t'agrada oi puta?" y cogiéndome la cara con unos dedos en cada comisura de los labios me obligó a abrir la boca y me la llenó de su saliva.
"t'agrada que et follin, doncs seràs follada" y me volvió a tumbar y a palmear y llamaron a la puerta. Esperate aquí puta. Abrió y apareció con un señor de unos 40 años. Mirala que cachonda la tienes, le encanta que se la follen. le dijo mi Amo señalandome. Nada de besos, solamente follarla como convenimos.
Yo todavía estaba vestida si así podía decirse. El señor con inseguridad en los actos por la situación pero excitado y convencido me cogió tal cual estaba yo sentada en la cama y ayudandome a tumbar me levantó las piernas y me penetró empezando con unos embites cada vez más tranquilos en lo anímico y apasionados en lo sexual. Se corrió y mi Amo le ofreció un plato donde dejó el preservativo. Se sentó a mi lado mientras yo seguia tumbada y empezó a manosear mi sexo introduciendome dedos que luego el relamía regocijándose.
Relajado, mí Amo le invitó a marcharse. Así disfrutan las putas dijo mi Amo cuando cerró la puerta y empezó a jugar con el hitachi cuando sonó el teléfono. respondió al mensaje y a los dos minutos llamaron a la puerta. Apareció un señor que no llegaba a los 70; hoy no se les puede llamar viejos. Bueno, un poco sí ya que su erección dejó bastante que desear no así su boca ni sus dedos y mucho menos su palabrería. De su boca salieron todo tipo de adjetivos mientras hacía que me corriese con sus dedos que torturaban mi ya excitado clítoris o me perforaban por detrás.
El tercero fue otro señor de unos 60 años, este o bien potente o preparado con alguna ayuda farmacéutica me folló poniendome como una perra y desde atrás me taladró a la vez que palmeaba mis nalgas. En esta postura era imposible que dejara de orgasmar.
"Que n'ets de puta" como te gusta que te follen. Sabes, cuando pido una cosa a una de mis sumisas no puedo por menos que esperar que esta cumpla y si no lo puede hacer almenos que sea sincera y diga: lo siento, pero hoy esta mi familia por delante; pero no me gusta que me engañen y tu que no puedes estar sin una polla dentro follaste cuando lo tenías prohibido.
Así que, puta por puta, hoy vas a saber quien es la puta.
El reloj corria y yo era follada, llegó un chico joven y atlético. Como no creo en las casualidades estoy segura que los demás tenían prohibido que me sodomizaran hasta que no fuese el turno de este que sin cortarse en lo verbal solo verme me palmeó las nalgas y perforó analmente con los dedos para hacerse paso para su miembro.
Los dos últimos rubricaron aquella tarde de puta y penitente insubordinada. Llegaron juntos y eran compañeros de trabajo y a petición de mi Amo llegaron todavía con la ropa del taller metálico donde trabajan y olian a hierro. "Vinga puta, folla"
Reconozco que se les veía limpios pero aquella olor, los ropajes y pensar que por mucho que se hubiesen aseado salian de una jornada laboral (prejuicios, que sabía de los demás?), me hizo sentir puta de verdad, rara, sucia, puta, pero como puede ser que a la vez tan excitada?.
Sin besos, ambos empezaron a retozar mi cuerpo, manosear mis pechos y sexo, urgar por detrás, inundarme la boca con sus miembros y yo les respondía con mi cuerpo sudoroso también de como me había abandonado al placer con otros hombres durante la tarde.
Aunque fui sodomizada mi Amo no les permitió la doble penetración y se tuvieron que conformar con follarme vaginal y oral a la vez.
Cuando se marcharon mi Amo cogiendome del pelo me llevó hasta el baño que, sin haberme dado cuenta, ya estaba la bañera llena y con espuma y me condujo hasta meterme dentro.
Encendió unas velas, apagó la luz, y con el iPad puso música, la IIª de Malher. Y yo me relajé en un magnifico baño mientras el me observaba sin decir nada.
Al salir del baño me hizo vestir con las otras prendas, ya que iba a volver en coche creo que fue más por si al llegar a casa se daban cuenta que por como fuese uno y otro vestido.
Antes de salir del hotel me acercó el plato, con todos los preservativos que habian ido dejando. Cogelos puta, Te dejaré al lado de tu casa. "tu mateixa". Ni bolsa me dejó coger, tan solo envolverlos con papel higiénico, con lo nada hermético que es.
Durante el viaje de vuelta ya que para ir el a su casa debe de pasar por mi localidad estuvimos hablando y me explicó mejor lo que espera de mi como sumisa entregada.
Al llegar al municipio y como haciéndose el despistado exclamó algo así como recordando que el no me había usado. Paró el coche en una de las calles y bajandose la bragueta me agacho la cabeza para que se la mamase, lo que hice excitada y orgullosa y no paré hasta recibir toda su descarga en mi boca que saboreé con exquisito placer.
Nota.- los hombres que acudieron aquella tarde fueron concertados por el Amo en los chat y convenido lugar y límites.