Mi Primer Anal♥
¡Hola, bebés! Espero estén teniendo un bonito día. Me dio un gusto enorme ver que mi primer relato les gustó tanto, así que decidí escribirles este; espero les guste aún más.♥ En esta ocasión les contaré la historia de cómo fue que perdí mi virginidad anal.
Mi cumpleaños número dieciocho se acercaba y yo tenía planeado hacer una fiesta grande en mi casa donde invitaría a todos mis amigos. La ocasión era perfecta ya que mis padres saldrían de la ciudad por esa noche. Habría alcohol, un poco de marihuana y muchos invitados, era la receta perfecta para una noche inolvidable.
Faltaban sólo unos días y todos se veían realmente emocionados por la fiesta, más que nada porque no habría adultos que nos dijeran que hacer, y porque mi casa tiene muchos cuartos en los que podrían coger sin ningún problema.
Estaba particularmente emocionada, ya que iría un chico que desde hace algunas semanas había conocido y se me hacía muy atractivo. Para mantener su identidad segura, lo llamaremos: "Cristian".
Cristian era un chico guapo, con un cuerpo bien tonificado, alto y no sé, desde que lo vi no pude imaginarme cómo sería ser cogida por un hombre como él. Cristian era tres años mayor que yo, por lo que no era legal que hiciéramos algo y yo no quería arriesgarme a nada, por lo que decidí esperar a mi cumpleaños para intentar algo con él.
Cada que lo veía coqueteaba un poco con él, y yo notaba que él estaba interesado por la manera en la que me veía. Lo cautivaba con blusas muy escotadas, sin sostén obvio, ya que mis pechos eran redondos y firmes. Podía ver de reojo cómo observaba mis pezones marcarse ante mi blusa y podía sentir su mirada sobre mis nalgas cada que me daba la vuelta. Era sólo cuestión de tiempo para poder hacer mi jugada.
Por fin llegó el día. Oficialmente era legal y yo estaba lo que sigue de emocionada. Tenía la esperanza de que cogería ese día, así que decidí escoger un atuendo que me hiciera ver elegante, pero al mismo tiempo algo puta. Ustedes saben, para asegurar.
Me metí a bañar antes de la fiesta y con el puro hecho de imaginarme cogiendo con Cristian, comencé a ponerme muy cachonda. Tanto que comencé a masturbarme en la ducha. Me imaginaba que mis dedos eran el pene de Cristian y los metía muy profundo en mi vagina. Podía imaginarlo penetrándome con toda su fuerza hacerme gemir. Habré pasado quizás veinticinco minutos ahí dentro, pero es que no aguantaba la calentura.
Estuve buscando un atuendo bonito, hasta que decidí ponerme un vestido negro escotado muy cortito; me llegaba justo abajo de mis nalgas, una tanguita roja y unos tacones rojos que combinaban con mi tanguita.
Con el tiempo comenzaron a llegar los invitados, les indiqué donde estaban las bebidas y en quince minutos esto se convirtió en una fiesta. Por un lado había gente besándose y por el otro había gente jugando a póker de prendas. Sin duda alguna mi fiesta sería una de las mejores del año.
Después de unos cuarenta minutos, aparece Cristian; apenas lo vi corrí a saludarlo, lo tomé de la mano y lo senté en la mesa donde estaba con mis amigas. Estuvimos platicando un poco y la noche iba tranquila, pero yo por dentro moría de ganas porque me cargara, me aventara en un cuarto y me diera la cogida mi vida. Todos en la mesa jugaban verdad o reto. Al llegar mi turno elegí verdad y me preguntaron que cuál era una fantasía que yo tuviera. Les dije que me gustaría ser dominada. Pasaron algunos shots y sugerí que jugáramos a la botella, así quizás me tocaba él y podría besarlo. Lamentablemente no me tocó pero pasó algo mejor, me tocó una de mis amigas y sabía que si el me veía besarla, podía hacer que se excitara.
Me acerqué a mi amiga y comencé a besarla como si mi vida dependiera de ello, jugábamos con nuestras lenguas e incluso metí mi mano por debajo de su blusa mientras todos nos veían y aplaudían. Me sentía como la reina del lugar. Pasaron unos dos minutos y por fin nos separamos, me volví a sentar al lado de Cristian y me dijo al oído lo mucho que se excitó viéndome besar a una mujer y que esperaba tener una oportunidad pronto.
Sin decir nada, sonreí, tomé su mano y lo llevé a mi cuarto. Esto por fin iba a pasar. Apenas entramos a mi cuarto, cerré la puerta y me quité el vestido. Su boca cayó al suelo al ver mis senos y esa tanguita roja que dejaba poco a la imaginación. Sin pensarlo dos veces, me hinqué frente a él, desabotoné su pantalón, lo bajé a sus tobillos con todo y ropa interior y comencé a darle sexo oral.
Debo admitir que era algo difícil ya que su pene era algo grande, era difícil pero yo quería complacerlo. No paraba de decir lo mucho que le encantaba y poco a poco yo sentía como ponía sus manos en mi cabeza y comenzaba a penetrarme la boca más y más fuerte. Al pasar algunos minutos abusando de mi boca, me tomó del cuello y me levantó frente a él. Comenzó a besarme sin soltar mi cuello mientras usaba su otra mano para agarrar mis nalgas.
Nunca me había sentido tan excitada como aquél día y entre beso y beso le dije: "haré lo que me pidas.". Su rostro se iluminó con una sonrisa, y enseguida me empujó del cuello hacia la cama. Terminó de desvestirse y me ordenó que hiciera lo mismo. Se acostó alado mío y continuamos besándonos por un rato mientras yo lo masturbaba. Él se detuvo y me dijo: "¿Realmente me quieres complacer?". Asentí. Dijo: "Bien, porque no quiero escuchar reclamos.". Lo miré por unos segundos y me dio una bofetada. "¿Entendiste?", preguntó. No tienen idea lo mucho que me excitó esa bofetada. Le dije que sí y continué masturbándolo.
Me dio otra bofetada y metió su dedo a mi boca mientras yo lo miraba a los ojos. Acto siguiente, procedió a lentamente meter ese dedo en mi ano. Era la primera vez que yo sentía algo como eso y para ser honesta me dolió un poco, pero era más mi calentura por lo que no dije nada.
Cada vez metía más y más su dedo hasta que lo hacía con un ritmo constante y agradable. Llegó al punto en el que él mantenía su mano firme y era yo quien se movía para provocarme placer. Así seguimos por unos minutos cuando me dijo: "Prepárate, putita, porque te va a doler.". Escuché eso pero por algún motivo no podía dejar de provocarme placer. Se hincó y me levantó agarrándome fuerte del cuello, me dio la vuelta y me arrojó para ponerme en cuatro. Me dio unas nalgadas bastante fuertes y comenzó a golpear mis nalgas con su enorme pene. Se paró frente a mí y me dijo: "Más te vale que lo dejes bien salivado, o te dolerá bastante.". Comenzó de nuevo a penetrarme la boca hasta que comencé a salivar bastante y una vez que su pene estaba empapado, me dio una bofetada muy fuerte y dijo: "Ya, es suficiente.". Regresó a ponerse detrás mío y sin uso de condón o lubricante comenzó a meter su pene dentro de mi ano.
El dolor era insoportable, comencé a retorcerme pero cada que lo hacía me daba una nalgada muy fuerte diciéndome que dejara de moverme. Nunca había imaginado que ser dominada sería tan rico y doloroso al mismo tiempo. Al no dejar de moverme decidió tomarme del cabello y jalarlo bastante fuerte para mantenerme firme. Comenzó a penetrarme cada vez con más fuerza hasta que mi ano estaba completamente dilatado. El dolor comenzó a convertirse en placer y para cuando me di cuenta, estaba sonriendo y acercándome a un orgasmo.
Me levantó del cuello ahorcándome y me forzó a montar su verga que estaba durísima. Mientras lo montaba comenzó a darle bofetadas a mi vagina lo cuál me provocaba dolor pero cada que decía algo me cogía más fuerte.
Lo estuve montando por un rato hasta que me dijo: "Quítate y ponte de rodillas.". Lo hice y de nuevo comenzó a penetrarme la boca, sólo que esta vez sin avisarme, eyaculó dentro de mi garganta. Mantuvo presionada mi boca contra su verga durante unos diez segundos hasta el punto en el que sentía que me ahogaba, y fue hasta ese momento que decidió soltarme.
Terminamos completamente agotados y no paraba de decirle lo mucho que me encantó. Después de componernos nos vestimos y volvimos a la fiesta. Para los curiosos, me dolió sentarme durante varios días.
Ya casi no veo a Cristian, pero cuando lo hago, tengan por seguro que repetimos aquella noche una y otra vez.
Espero que les haya gustado este relato bebés. Así como este tengo muchos más planeados. Si les gustó por favor dejen un comentario y díganme qué les gustaría leer en el siguiente.♥
Nos vemos en el siguiente relato, bebés. ¡Los amo!
-Karla (
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