Mi primer amor... (5a parte)

Gracias a tod@s los que me han escrito correos y sus comentarios. Espero que este capítulo les guste y lo disfruten...

Después de ese día aunque para el mundo siguiéramos siendo solo amigas en el nuestro al fin éramos pareja y cuando la oportunidad se presentaba (lamentablemente no eran muchas) aprovechábamos para besarnos, actividad que casi siempre terminaba con las manos de una sobre la otra creo que a esa edad las hormonas también no colaboraban en el autocontrol. Pero en fin esas dos semanas antes de mi cumpleaños disfrutábamos nuestras sesiones de besos, caricias a veces un poco subidas de tono y claro conversaciones por celular tratando de decirnos lo que cuando estuviéramos juntas y a solas nos haríamos la una a la otra.

Finalmente mí día esperado llegó era una doble emoción ya que alcanzaba la mayoría de edad (que en nuestro país eran los 21 años) y por otro lado mi último sueño se haría realidad podríamos entregarnos la una a la otra y al fin hacer el amor. El día empezó con un mensaje de texto de mi novia querida que me dejó con expresión de boba y con la libido por los cielos.

-          Buenos días mi bebe preciosa, te deseo un feliz cumpleaños y espero que este sea el primero de muchos que celebraremos juntas. Recuerda que en la noche te espera una sorpresa deliciosa porque hoy haré todos tus deseos realidad… Muchos besos mi amor! (y te puedes imaginar que te los daré donde tú quieras…)

Traté de recomponerme después de leer y me di una ducha larga y fría para poder concentrarme en mis clases en el transcurso del día, ella ya había planeado toda mi agenda primero ella me cocinaría un pastel que llevaría a mi casa para celebrar con mi familia y luego pediría permiso para sacarme a celebrar con “nuestras amigas” (claro era una celebración solo entre ella y yo… pero había que inventar algo).

Las horas se me hicieron eternas porque habíamos acordado vernos hasta la noche en mi casa, ahora que lo pienso ella lo hizo a propósito para tenerme de punto porque el día entero paso enviándome mensajes bastante eróticos donde me describía lo que ella deseaba que le hiciera.

Llegaron las 7 PM cenamos con mi familia y me cortamos el pastel que ella había pasado preparándome, la verdad es que mis papas la veían como alguien de mi familia pero claro era mi mejor amiga nadie se imaginaba que éramos algo más. Al fin dos horas después nos despedimos de mi familia y tomamos un taxi a la casa de una amiga que le había hecho el favor de prestarle su casa, al llegar hizo que cerrará los ojos mientras ella me tomaba de la mano para guiarme adentro de la casa.

Había un ramo de rosas en la mesa de la habitación estaban divinas y de verdad ese día reconfirme que ella marcaría mi vida de mil maneras, nos sentamos en la cama ya que ella tenía un regalo para mí me entrego una caja que al abrirla fue algo especial era una cadena con un colgante muy especial (aunque les parezca tonto era algo entre ella y yo.) El colgante era un biberón pues claro yo era su bebe como siempre me decía de cariño. Atrás de la caja venía una tarjeta que únicamente decía: TOMAME SOY TUYA!

Esa frase hizo que posará mis ojos en ella y vi el reflejo del deseo en nuestras miradas empezamos a besarnos ya a un ritmo que habíamos tomado, ella no dejaba de acariciar mi cuello y mis orejas, luego con sus manos empezó a descender hacia mis senos y por sobre la ropa los acariciaba. Sentía que su ropa me estorbaba quería sentirla a ella el contacto de su piel con la mía y con esa sintonía que nos caracterizaba ella empezó a quitarse la camisa y su pantalón, quedando solo en un conjunto de lencería negro que era lo suficientemente transparente para que pudiera ver sus pezones erguidos y su pubis perfectamente depilado, me sentía hipnotizada ante tal visión y después de comérmela con la mirada sentí como mi cuerpo ardía en deseo por su piel, no quería parar de acariciar y besar cada centímetro de su piel.

Seguíamos besándonos y sintiendo que la vida se nos iba en ello, ya no eran besos de ternura el deseo y la pasión estaba presente entre nosotros. Ella me pidió que me quitara la ropa y claro yo siempre soy obediente con ella, creo que lo hice en un par de segundos para quedar en igual condición.

Entre nuestros mensajes del día ella había puesto total atención a mis deseos y me arrojó en la cama para sentarse ella sobre mí tomando esa posición dominante que se le encanta tener y en mi caso la posición de sumisa que la disfrutaba muchísimo con ella, con una mano logre desabrochar su sostén y al fin tuve esos senos deliciosos a mi merced trataba de prestarles igual atención con mi boca llenándolos de besos, succiones y pequeñas mordidas, mientras mi boca se encarga de uno mis manos prestaban total devoción al otro. Yo solo podía escuchar sus gemidos que eran suaves pero constantes y me excitaban cada vez más.

Podía sentir como su humedad empezaba a mojar mis piernas aun sobre su ropa interior ya no podíamos más nuestra piel necesitaba fundirse en una sola, y las pocas prendas que quedaban fueron parte del pasado. Ya totalmente desnudas intercambiamos las posiciones y al estar sobre ella podía sentir que su corazón estaba igual de desbocado que el mío, con la mirada supe que no debía pedir permiso empecé a besarla desde su labios trazando un recorrido por entre sus pechos y finalmente llegar al tesoro más maravilloso que me podía regalar, entre sus piernas podía observar su clítoris hinchado y palpitante pose mis labios sobre él y empecé a recorrerlo con mi lengua probando el sabor más exquisito que he probado en toda mi vida.  Después de unos minutos de total concentración podía sentir como sus gemidos eran más fuertes y su espalda empezaba a arquearse, trate de hacer mi labor más rápido y pude sentir como finalmente entre temblores le había provocado su primer orgasmo.

Subí a sus labios para besarla y que ella pudiera degustar el sabor tan exquisito que poseía, después de otra sesión de besos logró recuperar sus energías, pero mi regalo no había terminado  ahora con mi mano empecé a acariciarla de nuevo jugando con la parte no tan sensible de su clítoris no quería que terminara de nuevo sino que lubricará lo suficiente, cuando sentí de nuevo su humedad me tomó del cuello y me susurró al oído con una voz ronca y sensual:

-          Bebe por favor hazme tuya….

Era nuestra primera vez de todo y aunque tenía muchos nervios, vi la confianza en su mirada y poco a poco con uno de mis dedos empecé a penetrarla despacio, mi dedo encontró una barrera y ella con su cuerpo me ayudó para que juntas la derribáramos pude ver en su mirada un poco de dolor pero también sentía como sus caderas trataban de moverse y entendí lo que debía hacer con un ritmo que inicio suave empecé un entra y sale de su vagina, ella empezaba a jadear al escucharla me anime y la penetre con un segundo dedo ya su cuerpo y mi mano se movía en un ritmo constante que ella iba marcado. Poco a poco la velocidad y la energía de las penetraciones iba en aumento al igual que sus gemidos, sentí su vagina contraerse y dar un grito de total satisfacción “Si Si Si Bebe….”.

Ella aún temblaba y no me daba acceso a sacar mis dedos, hasta que sentí su vagina relajarse y lentamente saque mi mano de ella podía ver como estaba lleno de sus jugos y un poco de sangre. Al fin ella era mía y me había entregado el mejor regalo no era  en si su virginidad sino el privilegio de haberle hecho el amor por primera vez.

Cuando pudo recuperar el aliento nos seguimos besando y ella sintió que mi cuerpo estaba bastante necesitado de atención ahora era mi turno de ser suya, sentí sus labios sobre mi pecho como con su lengua hacia que mis pezones se levantaran y mientras sus labios seguían en total dedicación a mis senos su mano bajo hasta mi vagina, sentí como de forma circular acariciaba mi clítoris con el cuidado de no tocarme en algunos lados ya que sino terminaría antes de lo que ella deseaba.

Lentamente sus besos fueron descendiendo pero para hacerme sufrir pararon en mi vientre y siguieron en mis piernas ahora subiendo, ella sabía que me estaba matando yo la necesitaba ya…

Con una voz creo que algo temblorosa me escuche decir:

-          Mi amor por favor ya no me hagas sufrir de verdad necesito terminar….

Con una sonrisa llena de picardía introdujo sus dedos en su boca, succionándolos lentamente solo con mirarla yo sentía que ya iba a terminar pero mantuve mi concentración en no hacerlo. Cuando pude sentir uno de sus dedos en la entrada de mi vagina ella solo se inclinó hacia mí oído a susurrarme:

-          Disfruta bebe este es tu día….

En ese instante introdujo su dedo derribando la pared que durante 21 años estaba esperando que ella llegará a tumbarla, empezó con un ritmo suave pero yo estaba que ya no daba más le pedí que introdujera un segundo dedo y así lo hizo, mis caderas junto a su mano tomaron vida se movía en un compás que parecía sincronizado, cuando la sentí parar creo que la expresión de mi rostro cambió ella seguía con esa sonrisa en su rostro.  Sin sacar sus dedos bajo sus labios hasta mi pubis y al mismo tiempo que me continuaba penetrando con sus dedos, su lengua se encargaba de jugar con mi clítoris. Ya no tengo memoria exacta pero mi cuerpo después de unos minutos prácticamente empezó a convulsionar de tanto éxtasis creo que tuve más de un orgasmo seguido hasta que ya no pude más y grite su nombre.

Tuvieron que pasar varios minutos para que mi cuerpo se recompusiera sentía que había ido al cielo y regresado para poder descansar entre sus brazos.

Esa noche no lo hicimos de nuevo físicamente estábamos exhaustas pero dormir sobre su pecho y entre sus brazos era perfecto y el sentir que ahora nos pertenecíamos la una a la otra provocó en mí una felicidad y una paz indescriptible que pude dormir como un bebe….