Mi primer amor... (2a parte)
Gracias por el apoyo a l@s que me han animado a seguir escribiendo, espero les guste y cualquier sugerencia es más que bienvenida.
Creo que sería mejor si antes de continuar con la historia les cuento un poco acerca de mí, pues en ese momento tenía 19 años ojos color café de piel canela con un cuerpo considero yo atlético después de jugar 3 años en el equipo colegial de basketball rindió sus frutos, aunque no es por alardear pero además de deportista siempre tuve notas excelentes que me permiten en la Universidad darme una que otra escapadita con mis amigas. Vengo de una familia con una educación sumamente tradicional donde mi gusto por las mujeres estoy segura que sería duramente condenado pero en fin retomando la historia gracias al trabajo grupal pude ir conociendo más a Vanessa ella además de ser una mujer a mis ojos hermosa era muy interesante y esa personalidad de verdad hacía que en mi corazón solo sintiera deseos de conocerla cada vez más.
Una de esas tardes en que nos reunimos además de avanzar con nuestra tarea empezamos a platicar un poco de nuestras vidas.
Ariadna: creo que por hoy hemos avanzado lo suficiente y de verdad ya no tengo cabeza para que sigamos con esto, que te parece si vamos por ahí a tomar algo?
Vanessa: si tienes razón yo después de este día de trabajo y más la Universidad ya me siento bastante cansada aunque quizás preferiría irme a mi casa.
Con esa negativa me sentí mal pues a pesar que físicamente me atraía nunca había hecho algo para que ella notara que mi interés iba más allá pues en verdad quería que entre nosotras naciera una bonita amistad pues ella es de esas personas con las que puedes hablar y nunca tenías la sensación de ser juzgado. En fin ese día paso y después de un par de ocasiones que se repitió la misma situación tomé el valor de enfrentarla y preguntarle qué pasaba?
Ariadna: Vanessa te puedo preguntar algo sin que te ofendas?
Vanessa: Si claro dime que sucede
Ariadna: Cada vez que te pregunto si quieres salir a algún lado siempre me dices que no y la verdad es que me molesta tu actitud pues siento que no te tomas el tiempo de compartir tu amistad conmigo.
Aunque yo estaba roja del enojo y un poco de vergüenza por reclamarle en ella solo se dibujó una expresión de sorpresa y observe como sus mejillas empezaron a subir de tono.
Vanessa: Ari no creas que yo no me siento mal cuando te digo que no siempre que me lo dices pero no quiero que pienses cosas que no son, porque por el contrario disfruto mucho tu amistad y hablar contigo a veces siento que el tiempo vuela, pero me da vergüenza decirte esto tu sabes que yo trabajó y esto es para mantener a mis hermanos y a mi mamá, y lo poco que ganó no me queda para poder salir e invertirlo en mi pues tengo siempre que evaluar los gastos que tengo que hacer.
En ese momento solo quería que la tierra me tragará yo reclamándole a esta mujer que me estaba despreciando cuando en verdad ella solo se preocupa por su familia, esa faceta en ella de mujer responsable que conocí ese día no hizo otra cosa más que agregarla a la lista de cualidades que admiro en ella. Después de los minutos que me quede muda ante mi estúpida actitud logre reaccionar.
Ariadna: Vanessa lo siento de verdad no sabía eso y aunque no te pueda decir que te entiendo porque no tengo esas responsabilidades quiero ofrecerte mi amistad y compartir lo que tengo con vos, aunque si no son cientos de dólares (le provoqué una pequeña risa) pero por lo menos a algo pequeño te puedo invitar porque eres mi amiga y la base de la amistad es compartir y apoyarse.
Desde ese momento nuestra amistad fue creciendo poco a poco, nuestro trabajo lo terminamos y claro salimos bien pero ahora tratábamos de pasar tiempo juntas y no era cuestión de dinero era más compartir y tener alguien con quien hablar de todo y nada al mismo tiempo.
Siempre he sido una persona de pocas palabras pero con ella siempre había un tema de que hablar y argumentar debates entre nosotras, pero un día entre toda esa confianza ella me confesó que estaba enamorada de un compañero de trabajo y que pensaba empezar a salir con él. Ese día sentí que mi corazón se destrozaba en pedazos pero sabía que yo nunca iba a tener el valor de confesarle mi amor a ella, así que preferí callar mi corazón y animarla a que si era un buen hombre le diera una oportunidad y que si la hacía feliz pues me alegraba mucho por ella (no justifico mi cobardía de ese momento pero siento que el verdadero amor es ese que se alegra por el otro aunque implique a veces sacrificios).
Y si tristemente paso lo que debía de pasar ella empezó una relación con él, nuestro tiempo aunque tratábamos de seguir con nuestra amistad pues ahora su tiempo le pertenecía más a él que a mí y bueno yo entendí esa situación, pero cada vez Luis la lastimaba yo siempre estaba con ella escuchándola y apoyándola me destrozaba el corazón verla llorar, pero trataba de aconsejarla con la mayor objetividad que mi cobarde corazón me lo permitía.
El tiempo paso y bueno ellos ya tenían juntos más de un año, yo por mi lado traté de concentrarme al máximo en la Universidad y así poder silenciar un poco mis sentimientos, empezaron varios semanas en que ellos siempre discutían y para colmo nuestros horarios no coincidían ni siquiera para poder hacer las tareas así que empezamos a trabajar de madrugada en mi casa por lo regular. Mis papás ni nadie se imaginan lo que yo siento por ella, pero ella con su forma de ser, se había dado a querer con ellos así que con gusto la recibían en mi casa.
No niego que me alegraba tenerla en mi casa aunque fuera estudiando pero era solo para mí, una de esas noches creo que eran cerca de la 1 AM
Vanessa: Ari por favor ya vamos a dormir de verdad, mañana siento que me estaré durmiendo en el trabajo sino descanso al menos un par de horas.
Ariadna: Si yo se creó que tienes razón lo mejor es dejarlo hasta acá, y bueno aunque queda una semana más para que lo terminemos aunque aún nos falta mucho.
Vanessa: al fin!! Bueno yo me adelanto la verdad no aguanto más te esperó en el cuarto mientras tu apagas las luces.
Cuando entre en la recamara ella dormía profundamente, con la luz de la ventana la podía observar me encantaba verla dormir era como estar contemplando un ángel con tanta belleza y con esa tranquilidad que transmitía, pero no pude resistir los deseos y pase mi brazo cerca de su cintura. Hasta ese momento no recuerdo haberme sentido más feliz y al mismo tiempo sentir el calor de su cuerpo tan cerca hizo que mi temperatura subiera igual. Cuando pensé en soltarla porque aunque ella estaba dormida ante todo era mi amiga y yo le debía respeto (aunque mi cuerpo no pensara lo mismo) , ella se giró tomando mi brazo como si fuera una almohada y siguió durmiendo con su respiración tranquila y pausada. En ese momento no encontraba que hacer mi corazón (y mi cuerpo jaja) estallaban de dicha por tenerla abrazada por la espalda pero mi cabeza me indicaba que estaba mal, en medio de ese dilema el sueño me venció y descanse mejor que nunca con ella entre mis brazos protegiéndola y cuidándola del mundo.
Por la mañana seguíamos en la misma posición ella se despertó primero y sentí su cuerpo moverse en la cama, el movimiento hizo que me despertará e inmediatamente me aparté de ella apenada por la posición en la que nos encontrábamos.
Ariadna: Vanessa de verdad disculpa no sé a qué hora de la noche me cambie de posición y te abrace.
Vanessa: (ella con una sonrisa maravillosa por cierto) no te preocupes yo he descansado bien y no pasa nada tranquila.
Ariadna: (mi cara estaba entre confusión y alegría por lo que creí interpretar) Vane de verdad disculpa la pregunta pero de verdad no hay problema si te volviera a abrazar por la noche?
Para mi sorpresa ella solo me sonrió y me dio un beso en la mejilla. Diciéndome cerca del oído “Sabes que eres mi mejor amiga y te quiero mucho, no te preocupes ni te sientas nunca mal por nada”.
Desde ese día todo fue cambiando aunque sería mentir si les dijera que ella terminó inmediatamente con Luis porque no fue así pero sus problemas continuaron y creo que la situación entre ellos ya era insostenibles después de un par de semanas terminaron su relación y bueno mi mejor amiga de nuevo estaba soltera.
No sabía que pensar si ahora la vida me había dado otra oportunidad para confesarle que yo no solo la quiero como amiga sino que la amo. Además sus actitudes a veces eran confusas desde ese incidente del abrazo, se nos hizo costumbre que yo siempre la abrazaba y no puedo negar que varias noches mi cuerpo me traicionaba y pasaba mis dedos muy cerca de la base de sus senos porque para mí dicha ella dormía sin bra, lo extraño es que a pesar de acariciar su abdomen ella jamás despertó al contrario seguía durmiendo plácidamente (al menos eso creía yo)....