Mi primer amante
Creia en el matrimonio, la virginidad y el compromiso, hast que conoci a Rob. En una tarde penetro todos mis agujeritos, hasta dejarme atontada, adolorida y exhausta, pero deseosa de regresar a su casa.
Me llamo Rubi y soy abogada. Aunque mucha gente dice que sus relatos son verídicos, les confieso que este si lo es. Cambie nuestros nombres, porque temo que algún día alguien nos descubra. Tenia 29 cuando conocía a Rob. El era un hombre maduro y experimentado. Tenia muchas mujeres, se burlaba del compromiso pero sobre todo era un gran amante. Nunca había estado con ningún hombre que no fuera mi marido. Demas esta decir que siempre creí en la virginidad, el matrimonio y la vida familiar.
Conoci a Rob a traves de una amiga y cuando lo vi, en su casa, sentado en un mueble negro amplisimo, con su piscina de fondo, mis pezones se pusieron duros. Mi reaccion fue involuntaria pero intensa, y el lo noto. Desde ese dia comenzo a llamarme y a pedirme vernos con distintas excusas, pero yo no aceptaba. Tenia miedo de lo que senti cuando lo conoci. Meses despues me pidio que le hiciera un trabajo y me cito a su oficina en su casa. Fui varias veces a su casa, y cuando salia del lugar, llegaba a mi casa a masturbarme. El tipo me encantaba. Un dia, al llegar a su casa, me dio un gran abrazo y senti como olia mi cuello con lentitud. Me sentia mareada de la intensidad de mi reaccion, pero sobre todo sentia como un calor delicioso subia por mis piernas, llegando a mi totita, que se mojaba con rapidez. Maduro y experimentado, se dio cuenta de todo. Aprovecho para separarse un poco y besarme con delicadeza. Me opuse, pero confieso que cuando rozo mis labios, sentia que me derretia del deseo. Con suavidad comenzo a besar mis labios hasta abrir mi boca y besarme profunda y largamente. Me tomo de la mano y me llevo a su sala, sentadonos en el sofa donde lo habia visto la primera vez.
Comenzo a besarme con calma y me recosto contra uno de los brazos de su mueble, subiendo mis piernas a este. Mirandome fijamente, separo mis piernas y se acerco a mi para besarme. Tenia un trajesito de algodon, con amplia falda, fresco y comodo, por lo que al separar mis piernas quedo expuesto mi panti mojado. Mientras me besaba, fue acercando su cuerpo hasta sentir su pene durisimo cerca de mi humedad. Comenzo a tocar mi cuerpo delicadamente, empujando con suavidad los tirante de mi traje hasta dejar mi sosten al descubierto. Trate de separarme, al darme cuenta de lo que estaba haciendo, pero no podia detenerme. Rob entendio mi resistencia, por lo que dejo mi boca para besar mis tetas a traves del sosten. Tengo unas tetas generosas, asi como también lo es mi culito.
Sin poder detenerlo, me entregue a lo que sentia, y el aprovecho mi abandono, para bajar mi sosten y accesar mis tetas, las cuales primero lamio con calma. Cuando comenzo a chuparlas, los hizo con tal intensidad que senti un poco de dolor, pero se setia delicioso. Sentia como mi vagina se mojaba mas y mas. En un momento dado, Rob se separo de mi, y mirandome fijamente levanto mi falda y bajo su boca hasta mi totita. Comenzo a besarla encima de la braguita hasta que la mojo. Mientras me besaba, pasaba sus dedos por los bordes de la braga, rozando mi totita. Rozo mi intimidad, hasta que finalmente senti sus dedos en mi clitoris. Estaba tan cachonda que tuve mi primer orgasmo con Rob.
Con paciencia y satisfaccion, se separo para mirarme mientras me corria, a la vez que continuaba tocandome con suavidad. Cuando termine, me senti culpable y asustada, por lo que trate de levantarme para irme, pero el no me lo permitio. Me ordeno que me mantuviera quieta que el no habia terminado conmigo. Me senti un poco atontada, porque siendo abogada esto acostumbrada a controlar y a tomar decisiones, no a que me digan lo que tengo que hacer.
- Desnudate, dijo Rob con voz autoritaria.
Cuando comence a protestar, se acerco a mi y comenzo a besarme, desabrochando mi traje y mi sosten. Ambos cayeron al piso.
Rob se separo para admirarme, y me dijo - tienes un culo bello.
Comenzo a acariciarme y con sus dos manos toco todo mi cuerpo, hasta que llego a la parte superior de la braguita. Suspiro y comenzó a bajarla con delicadeza. Cuando las bragas estuvieron en el piso, se arrodillo a sacarlas de mis pies. Levanto con delicadeza cada uno y saco la braga. Arrodillado, beso mi totita con delicadeza. Senti otra vez como me mojaba.
Se levanto, seseparo de mi y comenzo a desnudarse. No se imaginan mi sorpresa cuando saco su enorme verga. Con gentileza toco mi cabeza y me empujo hasta que me arrodille frente a el. Sosteniendo mi cabeza me dijo,
- Mamala hasta que este por correrme.
Me acerque con cuidado y comenze a lamer con esmero. Al abrir la boca para chuparsela, entendi que nunca podria metermela toda dentro de mi boca. Rob agarro mi pelo y me guio. Varias veces senti su verga en mi garganta, mientras el gemia con desesperacion, intentando separarme.
Antes de correrse, me separo la cabeza y me levanto, sentandome en el sofa nuevamente. Volvio a separar mis piernas y esta vez fue el quien bajo su boca a mi clítoris. Primero lamió larga e intensamente mi totita. Pasaba lenguetazos como si fuera un perro, lamiendo algo delicioso. Mientras mas lamia mas cachonda yo estaba, y mas roja se ponía mi totita, según me cuenta el mucho después. Durante uno de sus lengüetazos, sentí sus dedos, varios de ellos introducirse en mi vagina. Solte un grito de dolor. Creo que eran tres dedos los que con fuerza se incrustaron dentro de mi. Le rogué que los sacara, pero se rio de mi, y con dulzura me dijo que me relajara y disfrutara ese momento.
Comenzo a sacar y a meter sus dedos, moviendolos de forma circular, hasta que experimente el orgasmo mas intenso que jamas haya sentido. Rob continuo moviendo su mano hasta que termine. Trate nuevamente de levantarme del mueble, pero senti como se acomodaba encima de mi, sin tocarme. Mientras subia, agarro mis tobillos con decision y me halo hacia abajo para dejarme acostada en el mueble.
Me miro fijamente y me penetro. Grite del dolor pues su verga era tan grande que me dolia. Cuando se aseguro que estaba dentro de mi, me sostuvo con fuerza, mientras yo me contorsionaba de dolor, buscando una posición menos dolorosa. Cuando deje de moverme, me pidió que me mantuviera tranquila porque queria penetrarme un rato. Comenzo a embestirme con calma mientras me besaba, haciendome sentir en el cielo. La rapidez de sus embestidas fueron aumentado poco a poco, permitiendome sentirme cada vez mas comoda y mas cachonda. Cuando estaba a punto de correrme y mis gemidos eran cada vez mas intensos se levanto y me saco su verga dejandome jadeante y desesperada. Me miro, sonrio y volvio a embestirme hasta que senti otro orgasmo. Descansamos varias horas, acurrucados y desnudos en el sofa, olorosos a sexo.
Unas horas mas tarde, Rob se separo y busco un pequeno cojin, me tomo de la mano y me levanto. Me dijo:
- Mi Rubi, date la vuelta y recuesta tu vientre sobre el cojin para disfrutar ahora de tu culito.
Me senti aterrorizada. Su verga jamas entraria por mi estrecho culo. Al ver mi indecision, Rob me empujo con suavidad de vuelta al mueble y me acosto boca abajo. Tomo mis tobillos y me separo las piernas con firmeza. Nunca supe cuan expuesta estaba para el, quien podia ver mi totita y mi culo totalmente accesible. Rob toco mi clitoris y masajeo mi vagina hasta que senti que me volvia loca. Cuando estaba a punto de correrme, senti como lubricaba mi culito con su saliva, introduciendo inmediatamente un dedo. Metio y saco su dedo varias veces con firmeza, hasta que sentia fuertes golpes de sus nudillos en mis nalgas. Se recosto en mi espalda mientras metia su dedo, hasta que senti que intentaba introducir dos. Con decision, empujo sus dedos hasta que logro acceso a mi interior. Metio y saco sus dedos con rapidez, hasta que se separo de mi y se arrodillo entre mis piernas abiertas. Senti su dura verga en la entrada de mi culito mientras ponia presion en esa area, para que lo dejara entrar.
- Relajate mi Rubi.
Intente relajarme, pero a medida que presionaba, iba entrando y abriendome. Dolia mucho, y aunque rogaba que no siguiera, Rob no escuchaba. Llego el momento que la presion era tanta que senti que me desmayaria. Su cabeza por fin había llegado al punto máximo donde no le quedaba mas que entrar a explorarme o salirse. Rob no lo pensó, y cruzo las puertas de mi culo al interior de mi cuerpo. Grite. Me contorsione. Llore. Rogue. El dolor y ardor eran intensos. Contrario lo que hacen la mayoria de los hombres, Rob no me embistio, sino que dejo que su verga se deslizara lentamente dentro de mi como si ella tuviera vida propia. El recorrido de su verga mientras entraba, hasta que nuestros cuerpos chocaron, fue un suplicio. Una vez la base de su verga y mi culo se encontraron, Rob puso una mano en mi cadera, y otra en mi hombro, y comenzo a embestirme con fuerza, sacando la cabeza de su verga hasta la entrada de mi culo y volviendome a penetrar. Su penetracion era tan fuerte, que sentia los empujones en mis nalgas, y sus bolas chocando con mi clitoris.
Rob se mantuvo metiendo y sacando su verga, aumentando su intensidad, hasta que escuche sus gritos de placer. Cuando termino, paso su lengua por mi espalda, hasta que su verga se puso flácida. La saco con suavidad y se paro frente a mi. Me viro y me beso largamente.
Desde ese dia, Rob y yo somos inseparables.