Mi prima y yo, la mejor ayuda en el mejor momento

Mi prima se da cuenta de mi depresion y gracias a sus estudios de psicologia comienza mi recuperacion a su lado.

Es la historia de un chico llamado Alex y su prima Mirella. He cambiado los nombres, pero es real, y así es como sucedió.

Alex era un chico bastante normal, había terminado el instituto y empezó una carrera, pero no le iba demasiado bien, para empeorar la situación le habían despedido del ultimo trabajo sin pagarle el sueldo del ultimo mes y además la chica que le gustaba y con la que tonteaba los fines de semana empezó a salir con el mas imbecil de los tíos que Alex conocía, todo ello sumado le produjo una gran depresión.

Alex estaba en los exámenes de febrero, ya estaba acabando por lo que estaba quemado de los exámenes y de su vida. Por lo menos los exámenes no le habían salido tan mal. Hasta que un día cuando salieron las notas vio que tenia tres exámenes suspensos, eso le sumió en una depresión aun mayor. Sus compañeros lo notaron sus amigos lo notaron pero Alex no quería ni pedía ayuda. Ante su familia intentaba disimular su estado, pero no podía engañar a todos, su prima Mirella había estudiado psicología y un día leyó el diario de su primo cuando el no estaba.

Al acabar salio tremendamente preocupada, el diario contenía mas de una nota de suicidio, muchas penas y un dolor que Alex no sacaba de su interior pero que Mirella ayudaría a expulsar.

Mirella preparo un plan para ayudar, a sus 23 años y con un cuerpo nada malo, con mucho cuidado de dieta y gimnasio, unos pechos firmes y nada pequeños con una medida 90 de pecho y un culo que bien podía anunciar pantalones, era una chica que no pasaba desapercibida, y que su novio no supo mantener.

Alex ya había terminado los exámenes, y solo había aprobado 4 de 8, para el no era una alegría, y sus depresiones aumentaron, ya casi ni podía disimularlas, pero una día algo le alegro, algo que seria un salvavidas para el.

Su prima fue a su casa para hacer un trabajo, hasta hay todo normal, Mirella iba algunas veces a casa de Alex pero no como aquel día, con una minifalda negra y una blusa blanca, Mirella siempre iba muy bien vestida o muy informal, pero nunca iba a casa de su primo tan sexy.

Alex como cualquier chico de 22 no podía quitar los ojos del escote de su prima y ella hacia todo lo posible para que se animara. Lo mejor llego cuando Mirella tiro intencionadamente su refresco en la blusa y como no le pidió una camisa a su primo.

Mirella se quito su blusa delante de su primo y le dijo que no le importaba que total eran primos, pero para mas calenton se coloco el sujetador antes de ponerse una camisa.

Alex se quedo embobado y cuando su prima le pregunto si le gustaba lo que veía, Alex se quedo rojo de vergüenza. La primera sonda había sido lanzada y el resultado le gusto a Mirella, pero para salvar a su primo tendría que hacer mas cosas, cosas que le estaban empezando a calentar, pues Alex no estaba mal, no era muy agraciado pero tenía un "algo" que le daba morbo a su prima.

La segunda sonda fue a la semana, Alex todavía se acordaba de la tarde de aquel día en que vio a su prima, de una forma que no había visto nunca, solo había visto a su prima en sujetador un día que fueron toda la familia un pantano, pero de aquello hacia 5 años y su prima había cambiado mucho.

La segunda sonda que Mirella lanzo fue mucho mas preparada, llamo a Alex a su casa para que si por favor le ayudaba con el ordenador que no le funcionaba, por supuesto Alex fue corriendo, estaba en casa de su prima 4 min. después y eso que viven a 3 Km. Por suerte el coche y unas rutas sin semáforos hacen milagros.

Alex se puso con el PC de Mirella, hacia unas cosas extrañas y es que el sistema operativo estaba cambiado, todo andaba mal configurado.

Alex se tiro una hora en cambiar y reconfigurar el sistema, rato que Mirella paso a su lado preguntando cada cosa que no sabia y con cada pregunta acercándose a señalar en la pantalla y a rozar el codo de Alex con sus tetas, sin sujetador y simplemente tapadas por una fina camiseta. Pero Mirella que lo había previsto todo, notando el calor de su primo, y es que en marzo ya hacia calor, puso el aire acondicionado a la temperatura de 20 grados la habitación se empezó a congelar, y los pezones de Mirella resaltaban e su camiseta.

Alex miraba y se ponía enfermo, tenia el codo temblando esperando el roce de su prima y la vista ya cansada de mirar como los pezones intentaban romper la tela.

Mirella a su vez reía para si, saber como calentar a su primo la ponía tan caliente, pero lo que ella quería no era calentarle si no darle una cosa por la que vivir un poco mas.

Y ese era una paso que tenia que dar pronto, tan pronto como se fuera su hermana Nuria con su novio. Mirella estaba cada vez mas nerviosa, había jodido el sistema operativo a propósito no sin antes haber grabado la información. Cuando por fin s hermana se fue y se quedaron solo los primos solos, llego el momento de acabar con los juegos y de que el cohete despegara.

Mirella, se acerco a la pantalla como había estado haciendo toda la tarde, pero esta vez, se giro para que su canalillo se pegara a la nariz de Alex. Alex respiro el profundo olor de sus pechos, pero se sentía confundido, no sabia si había sido a propósito o si el se habia movido cuando no debía.

Pero para contestar a su pregunta, su prima se quito al pequeña y fina camisa que cubría sus pechos, empujo la silla del ordenador para que su primo la pudiera ver mejor y al momento con solo la mirada de mujer fatal y las palabras "desnúdate" empezó la tarea de salvara a su primo.

Alex no sabia que pasaba pero no era tonto, su prima lo había estado calentando y el había sido bueno y había esperado, pero en esa ocasión no podía era demasiado fuerte lo que le estaba pasando. Su prima, a la que consideraba una mujer madura y una belleza ahora estaba delante de el, pidiéndole que se desnudara, y encima estaban solos en s casa.

Alex solo tardo un segundo en pensar si hacerle caso a su conciencia que le decía que era su prima y eso estaba mal, o hacerle caso a su deseo que solo le recordaba lo buena que estaba su prima y el tiempo que hacia que no follaba.

Ya estaban los dos en la cama, su pasión no era falsa, ninguno estaba actuando. Los besos de ambos no eran fingidos, Alex besaba con deseo, y Mirella con pasión. Los cuerpos se fundían entre las sabanas, las manos de ambos exploraban espacios que no conocían, no abrían los ojos para mirarse, sus miradas estaban apagadas y solo se guiaban por el tacto.

El miembro de Alex rozaba la pelvis de Mirella y con cada roce se propagaba un gemido de una garganta a otra.

Mirella no sabia cuanto estaba gozando y la idea de salvar a su primo había pasado a ser una mera acción secundaria de lo que pasaba.

Alex ya había introducido los dedos en la vagina de su prima y los movía al ritmo de los besos, por su parte su prima le estaba haciendo una paja que amenazaba con ser la mejor de su vida.

El primer orgasmo fue el de Mirella, y este no fue ahogado, lo grito en toda la habitación y solo para callarlo, se metió la polla de su primo en la boca, y lo que antes había estado haciendo con su mano ahora lo hacia con su boca.

Alex no tardo en correrse en la boca de su prima, y la hubiera avisado pero el clímax se lo había impedido.

Ya solo faltaba el punto y final, el cohete iba directo a su orbita y con condón puesto. Alex se puso el condón que le daba su prima, lo coloco, lo miro y miro a su prima como estaba tumbada en la cama, con un cuerpo que muchas chicas envidiarían, y estaba allí por el.

Mirella estaba debajo y Alex encima, era el misionero pero no importaba, solo importaba lo siguiente. Alex acerco su glande los labios de su prima la miro y ella afirmo con la cabeza, poco a poco el pene de Alex se introducía en su prima y ese calor esa presión se describía en sonidos y gestos. Mirella no paraba de balbucear.

-AHHHHHH, SI AHHHHH MMMMMM

El ritmo había aumentado y se notaba no por el cansancio sino porque los dos estaban a punto de caer de placer. Esta vez Alex fue el primero, le pidió permiso a su prima para correrse dentro y esta lo único que hizo fue rodear la cintura de su primo con su piernas y así metiéndose hasta el fondo la polla que la estaba follando.

El orgasmo fue mutuo y los dos se quedaron unidos y tumbados, había sido un polvo que había surgido sin saber como, pero no habría de ser el único.

Alex y Mirella comenzaron una relación secreta que aun dura, los dos se mudaron a otra capital en cuanto Alex termino la carrera, viven juntos y se quieren, están pensando en decirlo en la familia pero de momento nadie mas que unos pocos lo sabemos.