Mi prima y yo, del frio al calor

Una nochevieja especial con mi prima, jugar con la nieve no es lo unico que hicimos en vacaciones.

Habéis visto las noticias de los pueblos incomunicados y las carreteras cortadas por la nieve, pues yo he vivido esa noticia. Estaba en un pueblo de Burgos, estas navidades cuando empezó a nevar.

Nos habíamos reunido la familia allí, para pasar la navidad. Mis padres mis tíos mis primos y primas y mis abuelos. Estábamos en la casa del pueblo, dos plantas con un gran comedor y habitaciones para todos. Estábamos en total 15 personas. Pero para la historia solo importamos dos.

Yo me llamo Raúl, tengo 23 años y estoy preparándome las oposiciones de bombero de valencia y mi prima Tamara tiene 17 esta en el instituto, tiene el pelo moreno, que le llega hasta el cuello, mide 1,65cm, tiene usa gafas que ocultan sus ojos verdes, y tiene un buen cuerpo, no lo ha desarrollado aun pero lo que tiene lo tiene bien puesto. A simple vista se ve un culo bien durito debido a que hace mucha gimnasia y unos pechos algo caídos pero grandes.

Bueno la verdad es que no me puedo quejar, por nada estas navidades. La cena de noche buena estuvo muy bien. Todos en la mesa a celebrarla y después de unas copas y jugar con los primos pequeños. Nos fuimos a la cama a esperar a papa Noel.

Cuando se acostaron mis primos pequeños el resto nos pusimos colocarlo todo.

A mi me toco con mi prima que no se había cambiado y llevaba un vestido de noche largo y negro, me encantaba cuando se agachaba y le miraba su canalillo, eso era un agujero negro, menudo panorama me estaba enseñando.

Al final cuando terminamos, los padres se fueron a la cama y nos quedamos los primos mayores, pero poco rato mas hablando entre nosotros.

Llego por la mañana y los primos pequeños se levantaron súper pronto para abrir los regalos. Que ilusión les hacia abrirlos y jugar con ellos.

A los primos mayores no tanta, pero cada uno teníamos nuestro regalo. El mió era un paquete de mis padres que sabia que era un reloj nuevo, pero me encontré con otra sorpresa, un pequeño paquete ponía mi nombre. Era un camión de bomberos de juguete, el típico cochecito. Me hizo mucha ilusión pero no me dijo nadie quien lo había puesto.

Bueno pasó el día y empezó a nevar, al principio no parecía nada. Pero pasaron las horas y al final pues casi 30cm de altura de nieve. En casa teníamos reservas de comida y de gasoleo, menos mal porque pensábamos que iba para largo.

Os podéis imaginar a cinco chicos menores de 10 años y un campo entero de nieve para ellos, pues es el infierno, detrás de ellos para que no se hagan daño y lejos de ellos cuando empieza la batalla de bolas.

Bueno la verdad es que todos pequeños y grandes nos lo pasamos genial.

Pero a lo tonto, nos empapamos con tanta nieve. Yo estaba calado porque no se quien pensó que atacar al primo mayor era divertido, así que acabe empapado y me fui a casa dejando allí a mis primos.

Pero en el camino se me junto mi prima, Tamara que también había recibido lo suyo.

Cuando llegamos a casa vi que ella estaba peor porque no se había abrigado tanto como yo. La camisa que llevaba estaba calada y se veía su sujetador negro y unos pezones que con el frió estaban que rompían.

Nos separamos para que cada uno fuera a un baño, yo al de la segunda planta y ella al de la primera. Cuando ya estaba medio desnudo, con solo el bóxer, llamaron a la puerta, era mi prima que el baño de abajo estaba ocupado.

Como sabia que debía de estar muy mojada le dije que entrara pero que estaba casi desnudo.

Cuando entro se fijo en todo mi cuerpo que gracias a las oposiciones tengo bastante moldeado. Ella se sonrojo y yo cogi el albornoz para cubrirme.

No sabíamos que hacer y además la situación era un tanto extraña.

Al final opte por dejarla que se bañara ella primero, y yo Salí del baño.

Al salir, mi prima no cerro la puerta con el pestillo y esa puerta es antigua y se abre casi sin tocarla, así que en cuanto empezó a sonar agua, abrí un poco, lo suficiente para ver un poco. Y vi más de lo que esperaba. Mi prima estaba cogiendo mi camiseta para olerla, se fue desnudando y pude ver lo que antes había imaginado, sus pechos no estaban tan caídos, más bien estaban como debían a estar, y sus pezones pequeños, estaban adornándolos. Cuando mire para abajo vi un coño muy cuidado casi rasurado, solo con una pequeña línea de pelos. No se si podría esperar, pero lo intente, me quede mirando toda la escena, como se daba jabón, como se enjuagaba. Solo cerré la puerta cuando oí cerrar el grifo, se que sin gafas no ve demasiado pero no me podía arriesgar.

Al terminar y salir, me encanto verla recién duchada, olía muy bien y se veía también bien.

Cuando salio, me metí yo y o si cerré la puerta bien, pues me pensaba cascar una paja a la salud de mi prima. Y que joder me la casque con gusto.

Pasaron los días y la nevada remitió, así que un día me toco ir a la capital a por unas cosas para la cena de noche vieja.

Y por supuesto me acompaño mi prima, el viaje hasta la capital dura mas o menos media hora, pero como las carreteras todavía no estaban demasiado bien, pues nos dieron la hora y media.

Compramos los que teníamos que comprar y nos dimos una vuelta por una gran superficie. Entramos y mi prima quería ir a la sección de ropa, pues quería comprarse algo rojo porque no tenía para la entrada del año.

Fue directamente a la sección ropa interior, y busco algunos conjuntos de su talla. Al final se decidió por un conjunto negro y rojo, que sinceramente le debía de quedar estupendo.

Al ir hacia la caja se lo coji para pagarlo, nos estuvimos peleando y al final gane yo.

jo primo, no vale, mi regalo no era tan caro, no tiene porque regalarme tu esto.

Así que eras tu la del camioncito de bomberos, no lo sabia.

Pues si no lo sabias, porque me ibas a pagar esto.

Porque eres mi prima y tenía ganas de hacerte un regalo. Además quien sabe a lo mejor así me dejas ver como te queda.

Bueno si te portas bien, después de la cena te dejo ver como me queda. Jajá jajá

Yo no sabia si lo decía en serio, pero bueno seguimos comprando un par de cosas y volvimos a casa.

Al final llego noche vieja, cenamos como se suele cenar, y llego el momento de ver las campanadas. Pero antes tocaba echarle un vistazo a mi prima, el día había sido bastante bueno y los adolescentes habían obtenido el permiso para salir en noche vieja. Yo como primo mayor los acompañaría. Y para esa ocasión mi prima se había vestido ya lista para tomar las uvas y marchar de fiesta.

Vestía un pantalón negro ajustado y que le marcaba bastante el tanga, no se si seria el rojo y negro que compro conmigo pero le hacia un culo perfecto. Y para arriba llevaba una camiseta blanca y encima un top negro.

A las doce tomamos las uvas sin ningún incidente y nos quedamos media hora más con la familia.

A la una ya estábamos todos en Burgos, listos para pasar la nochevieja 2005.

Fuimos a una discoteca, que no tenía cotillon y allí nos metimos a tomar las primeras, yo les había dicho a todos, que no quería ningún alcohólico, que podían beber pero que como alguno me viniera borracho, llamaba a sus padres y los demás continuábamos. Debido al miedo, y que no eran tontos ninguno rechazo el consejo.

Yo la verdad es que iba por obligación, dado que mis padres me pidieron que les acompañara y estuviera pendiente.

Ver a mis primos bailar como yo lo hacia a su edad me rejuvenecía, y ver como se ligaban a las mas guapas del local me enorgullecía, se notaba que la habían heredado la parte buena, lo que menos me gustaba es que un par de gilipollas rondaran a mi prima, que se había ido con unas amigas suyas.

De ver como la atosigaban y la intentaban sobar se me subió la vena protectora y fui hacia allí.

Cuando me vio, me dio un beso en los labios y me llamo cariño, yo seguí el juego y al ver que les decía que yo era su novio y que además estaba bastante mas cuadrado que esos dos pimpines, los pobres niñatos se alejaron.

-Gracias primo por venir, ya nos estábamos cansando de esos tontos.-dijo Tamara.

-Nada prima, lo único que ahora vas a tener que aguantarme toda la noche.

-Bueno lo soportare, aunque no se si me costara mucho fingir.

-Se hará lo que se pueda.

Y al decir eso me clavo otro beso en los labios, que me metió la lengua hasta el garganta. Yo me separe pero ella continuaba abrazada a mí y me dijo que esos chicos aun seguían mirando y que teníamos que fingir.

Yo por seguir haciéndole un favor le dije que vale, pero que no me besara como lo había hecho, que uno no es de piedra.

Y mi prima aprovechándose de la situación se dio la vuelta y coloco su culo, a la altura de mi paquete el cual, ya estaba levantado.

Que mala era mi prima y que dura me la estaba poniendo. Yo estaba mirando por si había algún conocido estaba mirando, y en la pista de baile, estaban dos de mis primos de 16 años, los cuales estaban mas o menos haciendo lo mismo. Vaya con la familia que bien nos llevábamos todos, Juan y Lorena se estaban morreando en medio de la pista.

Bueno ya se que esta mal, mirar a la mujer del prójimo, pero vaya con Lorenita, se la veía una chica muy acostumbrada a las pistas de baile.

Bueno a mi no me importaba, mientras no metieran en líos más grandes.

Tamara se había puesto otra vez cara a mi y me bailaba cada vez mas pegada al cuerpo.

Yo ya había perdido toda seriedad y conciencia y solo pensaba en seguir a mi prima el juego. Así que esta vez fui yo quien empezó el movimiento, me agache hasta quedarme de cuclillas y mis manos fueron subiendo lentamente al mismo ritmo que mi cuerpo, acariciando cada parte de mi prima, sus piernas vestidas en esos pantalones negros que me maravillaban.

En su culo, me quede un rato, masajeándolo, acariciándolo y mirando la cara que ponía mi prima. Le toque el tanga por encima del pantalón y mis manos se atrevieron a tocarle su coño por encima, el cual notaron caliente.

Mi prima se estremeció cuando me vio que le tocaba por encima del pantalón, pero no me disonada, solo una mueca de placer.

Yo seguí subiendo y mis manos volvieron a recorrer su cuerpo, no me importaba que el resto de la discoteca nos mirara, yo tenia muchas cosas en la mente mas importantes que unos adolescentes se fijaran en como sobaba a mi prima.

Al final mis manos se quedaron en sus pechos y mis labios buscaron los suyos, no se cuanto tiempo permanecimos juntos, pero solo Salí del trance cuando mi prima acercó su cintura a la mi, y mi paquete tocaba su cintura.

Mi prima se separo, me acaricio el paquete, sonrió y me llevo fuera de la disco.

No hablo en el trayecto hacia el descampado donde habíamos dejado el coche.

Solo andaba rápido y me dirigía miradotas.

Por fin llegamos al descampado. Mi prima se tumbo en el capo del coche y me dijo que me acercara, me agarro y me dijo unas palabras al oído que me llevaron a la gloria.

-Primo, tengo un fuego enorme que tienes que apagar con tu manguera.

Yo en seguida, seguí el juego.

bueno prima, pero antes habrá que ponerse el traje adecuado, este no es el traje para apagar tu fuego.

Vamos dentro para que te puedas cambiar y puedas apagar mi fuego.

Nos metimos en el coche, y seguimos con el calentamiento, y no era por el frió que hacia fuera. Metí mis manos por dentro de su camiseta y pude comprobar que el tacto de sus pechos era como esperaba, caliente y suave, no podía aun tocar pezón porque el sujetador me lo tapaba pero entre morreo y morreo mis manos alcanzaron el cierre.

Sin mucho esfuerzo debido a la experiencia los desabroche, y como no podía quitárselo todavía mis manos fueron a la otra zona del incendio.

Seguíamos morreándonos, pero Tamara ya había empezado a usar algo más que su lengua. Sus manos se abrían paso por mi pantalón intentando con éxito quitármelo.

Al final una de sus manos un poco fría me toco el miembro, y tuve que separar los labios.

Una de sus manos en mi polla y yo con otra dentro de su tanga acariciándole el culo. Si nos llegan a ver nuestros padres nos hubieran matado, peor el pecado es delicioso.

Yo no podía mas, me estaba empezando a hacer una paja que me producía unos escalofríos terribles.

Deje mis manos en paz para que actuara ella, y ya con espacio y sin interrupciones me quito toda la ropa, dejándome completamente desnudo.

Me acariciaba la polla y me la recorría con la mano mientras me iba dando besos por el pecho y el abdomen, yo cuando la veía que bajaba la cabeza no me lo podía creer, me iba a hacer una mamada, cosa que no esperaba.

Cuando se la metió en la boca, casi me da algo, se la trago entera, casi me succiona las bolas.

Que bien lo estaba haciendo, yo estaba casi en el cielo. No tenia ni ganas ni fuerzas para tocarla, solo dejaba que ella hiciera.

Me estaba quedando frió, así decidí moverme un poco aunque solo fueran las manos.

Una mano le acariciaba su coño, y la otra empujaba sin brusquedad su cabeza, yo no sabía que mi prima hiciera estas cosas, y me puse enfermo al pensar cuantas veces lo abría hecho para ser tan buena.

Al final, la avise que me iba a correr y ella, termino lo que estaba haciendo con la mano, mientras yo le comía las tetas.

Cuando me corri, ella lo recogió en su sujetador que era el mismo que le había regalado.

tu manguera ya esta probada, no tiene fugas ahora ponle la boquilla y apaga mi fuego- dijo mi prima.

La verdad es que no estaba ni decaída ni había perdido su aspecto, así que con mas ganas que nadie me puse manos a la obra, mi prima mandaba.

Explore un poco con la lengua el incendio, pero mi prima se quejo que lo que quería no era un trozo de lengua sino un trozo de carne.

Estaba a punto de follarme a mi prima, con la que había pasado buenos ratos pero no tan buenos.

Yo estaba sentado y ella quiso ponerse encima, yo no me negué me encantaba que me cabalgaran, se acerco a mi, me tomo la punta de la polla y fue cayendo sobre ella, mis manos en sus caderas controlaban su camino.

Se la iba tragando entera, gimiendo cada vez que mi polla rozaba sus paredes, hasta que al final se dejo caer para tragársela entera.

Estábamos los dos unidos, y comenzamos a dar botes, sus pechos a cinco centímetros de mi cara, botaban para que yo intentara comérmelos.

No conté cuantas veces grito mi prima la primera vez que me corrí, en su coño, pero fue increíble, nunca nadie había gritado tanto. Seguimos un rato mas, hasta que decidimos separarnos, al levantarse, Tamara veia como le chorreaba el coño. Se lo limpio un poco.

No se si seria por saber que estaba mal lo que hacíamos pero, al poco rato de separarnos y descansar un momento y polla quería mas.

Me acerque al cuello de mi prima, y con mis manos empezaba a acariciar los pezones y a besar su cuello, mi prima se puso otra vez caliente y volvimos al ataque.

Me coloco otra vez el condón y esta vez cambiaos las postura, la tumbe en el hueco que queda entre los asientos de delate, su espalda en la guantera del medio y sus piernas a mis lados.

Me prepare y empecé a follarme a mi prima de nuevo. Esta vez me costo un poco mas, por el esfuerzo anterior y porque la tenia casi cogida en el aire, pero aun así me encanto como su coño hacia ruido al golearlo con las bolas. Su cuerpo se doblaba con cada embestida. Sus pechos le caian por los lados, Tamara se los cogia y los masajeaba, me daba mas morbo esa escena que con solo verla casi me corria.

Esta vez nos costo mas corrernos pero mereció la pena, ya que nos corrimos los dos casi al mismo tiempo.

Al final de la noche, fuimos a recoger a los demás primos. Claro que en cada disco o Púb. Que nos metíamos a buscarlos nos tomábamos algo y os enrollábamos.

Los primos no notaron nada, y Juan y Lorena tampoco hacían nada extraño. Eso si Lorena no llevaba puesto el tanga que había visto antes. Ya le preguntare a mi primo.