Mi prima sonia sus perros y yo

Por suerte mi conocimiento vino por parte de una prima, llamada Sonia, que a pesar de ser un poco sádica, fue quien me llevo en una forma poco tradicional, a mi incursión en el sexo.

MI PRIMA SONIA, SUS PERROS Y YO

Esto que relatare ocurrió hace unos años, jamás lo conté por temor y además era muy difícil que alguien lo comprendiera. Por eso aprovechando TD, confieso mi experiencia que tuve cuando apenas contaba con 14 añitos

Mi nombre es Mónica, en esa época era una adolescente, soy morocha, piel muy blanca, ojos celestes, bastante menuda y mis tetas estaban recién creciendo, esta es una descripción de mi figura en aquellos días.

Hasta ese momento, mi conocimiento sobre el sexo era casi nulo. Jamás me explicaron nada sobre el mismo, y además era como un tabú, para mi familia

Por suerte mi conocimiento vino por parte de una prima, llamada Sonia, que a pesar de ser un poco sádica, fue quien me llevo en una forma poco tradicional, a mi incursión en el sexo, a lo que hoy le estoy agradecida en parte, por esa experiencia pasada.

Esta prima tenía 18 años, era bastante alta y unas buenas lolas, un físico bastante bien desarrollado, vivía en el campo, en una casa con sus padres. Por lo general se quedaba sola cuando se iban a la ciudad por 2 o 3 días.

Mi relación con ella no era muy fluida, dada la distancia en que vivíamos.

Un día me propusieron sus padres de si me quería quedar unos días con ella en el campo, dado que tenían que viajar por un corto lapso de tiempo.

Muy feliz no me hizo la propuesta, pero ante la insistencia de mis padres accedí a ir.

El día que llegue, dos perros junto a mi prima vinieron a recibirme, me llamo la atención del tamaño de uno, era un doberman negro muy imponente llamado Rambo y Olaf el ovejero alemán de menor apariencia, de cualquier manera ambos animales me superaban en tamaño, realmente me asustaron.

Esa noche después de cenar nos quedamos viendo televisión hasta tarde con mi prima. Pues mis tíos se habían acostado, pues a la mañana siguiente partían temprano.

Me fui a acostar a mi cuarto y una vez en la cama llego mi prima, se acerco para darme las buenas noches y apoyo sus labios en los míos, me sobresalte ante su acción y un escalofrío invadió mi cuerpo al sentir ese contacto. No se porque me lleve mis manos a mi vagina y note que estaba húmeda. No entendía bien que me pasaba sentía una especie de temor, era una sensación extraña, que duro hasta que me dormí.

A la mañana siguiente todo normal, desayunamos y estuvimos toda la mañana en la pileta. Después de almorzar, decidimos acostarnos por que hacia bastante calor.

Estaba dormida, cuando algo me despertó, preste atención y oía como un crujir y un jadeo, No distinguía de donde venia, así que decidí levantarme para descifrar que era ese sonido .Camine hacia la pieza de Sonia, y como tenia entreabierta su puerta, mire a través de la abertura, quedando sorprendida al ver a mi prima volcada boca abajo en la cama desnuda de la cintura hacia la parte inferior y uno de sus perros encima moviéndose en una forma muy agitada.

Mire muy poco, pero corrí a mi habitación, cerrando la puerta, me tire en la cama asustada ante lo visto, no intuía que era eso.

Una excitación me asaltaba, inconscientemente lleve mis manos a mi vagina, y empecé a tocarme, estaba muy húmeda, seguí hasta producir mi primer orgasmo, era una mezcla de placer y prejuicio.

Sentí deseos de regresar a mi casa, aunque sabia que por el momento era imposible.

Paso el día, no le comente nada a mi prima, y con una excusa me fui temprano a dormir esa noche.

Me dormí, algo me despertó después de un tiempo, notaba que estaba sujeta, al despabilarme totalmente, repare que estaba atada de pies y manos, a los extremos de la cama.

En la habitación estaba Sonia con sus dos perros mirándome, sentí pánico por la situación en que me hallaba, maldecía el momento que había venido.

Empecé a gritar y a pedirle que me desatara

Ante mi aptitud mi prima me dice

No te asustes Mónica, quiero enseñarte una nueva experiencia

Seguí gritando

No continúes por que sino te tendré que amordazar Me calle, sabia que lo haría

Mi cuerpo templaba de pavor, no podía hablar del susto.

En un momento mi prima toma unas tijeras y corta mi camisón y mi trusa, quedando totalmente desnuda.

Sentía un pudor de estar así ante Sonia, y a su vez como sometida e impotente ante su pretensión

Tranquila no te haré daño quiero hacerte disfrutar un poco - Me dice mi prima

Los perros caminaban por la habitación, parecían bastantes inquietos, se acercaban y me olían.

En ese instante mi prima me unto con dulce en mis tetitas y en mi conchita, que recién afloraba el primer vello.

No podía dejar de temblar y esto aumento, en el momento que llamo a los perros, el más grande salto a la cama, y como aprovechando mi situación, sin pisarme quedo sobre mí, su lengua lamían mis tetitas frenéticamente: El otro empezó con mi vagina, El miedo me había paralizado, me hice pis, eso parecía que excitaba más a Olaf.

Empezaron a lamer al unánime, como si supieran, el temor no me abandonaba pero el goce me empezó a llegar, las lenguas de estas bestias se movían en forma frenética, rápidamente mi cuerpo se convulsionaba, mis pezones parecía que estallarían, y mi vagina se humedecía cada vez mas por el flujo y la saliva del perro.

Parecía que me estaban por devorar con sus lenguas, el goce iba en aumento. Sonia cada tanto volvía a colocar mas dulce y los perros continuaban su labor, sin parar, esas ávidas lenguas me enloquecían.

Trate de relajarme y disfrutar, poco a poco mi cuerpo se estremeció, tuve mi primera corrida.

Mi prima miraba embelezada el accionar de sus perros, gozaba viendo como sus lenguas me lamían, se desnudo ante mí sin quitar sus ojos del espectáculo, y empezó a besarme.

Respondí a sus besos, el temor se me había ido .En un momento se coloco en cuclillas sobre mi cara y su sexo en mi boca era tal la excitación que tenia que se lo empecé a chupar era algo delicioso, sentir su jugo en m boca. Seguí hasta percibir el orgasmo de Sonia

No daba más ante semejante sección de sexo, y además mi primera vez. Los perros aparentemente se cansaron y se fueron de la habitación.

Yo estaba extenuada y mi prima caída sobre mi. Me sentía toda pegajosa por la saliva de los animales, quise levantarme para ducharme pero las ataduras me lo impedían. Mi prima aprovechando mi inmovilidad y caliente por el espectáculo, empezó a lamerme como sus perros, chupando desesperadamente mis pezones y apretándolos con los dedos, era algo cruel lo que me hacia, pero eso me enloquecía, me sentía un pedazo de carne sometida. Así siguió, le pedía que parase, que no daba mas, pero hacia caso omiso a mis ruegos.

Cuando su lengua se introduzco en mi estrecha vagina, pegue un grito de goce, sus largos dedos hurgaban mi cavidad en una forma ávida de placer, entrando y saliendo con rapidez y sin miramientos. Su brutal accionar, si bien me producía dolor y gozaba ampliamente.

El orgasmo fue ineludible, grite como poseída y creo que me desmaye. Mi pequeño cuerpo estaba exhausto era demasiado para la primera vez: Me dormí y cuando desperté, Sonia me había desatado y su cuerpo permanecía pegado al mío abrazándome fuertemente.

La actividad de la noche hizo que nos levantáramos tarde. Comimos y nos pasamos el día en al pileta

Esa noche nos quedamos charlando con mi prima y la comente que esa había sido mi primera experiencia sexual y que tenia que reconocer que me había gustado a pesar del miedo y la adrenalina que me hicieron producir sus perros.

Si quieres esta noche podemos hacer algo más interesante. Me dice

Bueno Le respondí tímidamente, sin saber bien que se traía en mano.

Cenamos y nos fuimos a la cama temprano

No bien llegamos a la habitación, se desnudo Sonia y empezó a desvestirme, me volcó sobre la cama y su boca recorría mi cuerpo. Rápidamente me empecé a humedecer, sus dedos penetraban mi sexo, tocaba mi clítoris su boca succionaba mis pezones, me sentía dominada por su voraz acción.

En un momento llama a sus perros que llegan a la carrera.

En ese instante percibí, como que había sadismo por parte de Sonia, gozaba viendo como me estremecía ante la presencia de sus tremendas bestias. Además el hecho de estar desnuda ante ellos me sentía como más desprotegida, como que mi cuerpo estaba a su disposición.

El temor me invadió de nuevo, era algo que no lograba superar. Percibía que esta vez habría algo más,

Creo que estaba dispuesta a cualquier cosa, pero tenia esa lucha interna entre el deseo y el pecado (cosa que mis padres me lo habían inculcado)

Mi prima me dice que estuviera como espectador.

Eso me relajo un poco.

Hizo acostar al perro mas chico, y empezó a acariciar su panza, lentamente su mano llego a su verga, al continuar las caricias, algo rojo afloraba de su funda, así siguió hasta alcanzar una mayor dimensión, llevo su boca y empezó a chuparlo, su tamaño continuaba creciendo. Sentía un poco de asco pero a su vez me excitaba ante el espectáculo.

Cuando el miembro de la bestia llego a su máximo exponente (calculo que seria de 18 cm), nunca imagine que la verga de un perro alcanzara ese tamaño.

Mi prima me dice que me coloque en cuatro patas, en el piso

No quise hacerlo en el primer momento, pero insistió en una forma tan autoritaria, que cedí sin discutir

Me atemorizaba el hecho de que semejante tamaño de carne, me penetrara, me asustaba bastante, aunque reconozco que estaba llena de curiosidad.

.

Me coloque en la posición sugerida por mi prima, me hizo abrir mis piernas, llamo al perro, sentí su hocico húmedo y frío tratar de entrar en mi raja, pero enseguida percibí su lengua lamiéndola, ya estaba lo suficiente caliente que al sentir su aspereza entre mi vagina y mi ano hizo que rápidamente me viniera.

Estaba suficientemente lubricada, en ese instante Sonia, acerco al perro, lo monto sobre mi espalda, coloco la punta de su verga en la puerta de mi virgen conchita. En ese momento me embargaba una mezcla de temor y deseo, temblaba por la emoción.

Como era un poco estrecha, se le hacia difícil introducirla. Sentía esa verga rozar mi espalda en algunos momentos

Después de varias intentonas quise desistir, pero mi prima me lo impidió, probo abrirme más las piernas, volvió a colocar el miembro del animal en la puerta de mi raja, pensé que ingresaría un poco

Pero enseguida comprendí mi equivocación cuando sentí que esa masa de carne entro sin miramientos y en su totalidad. Pegue un grito de dolor y angustia, a la vez que era arrinconada contra la cama por los enviones de Olaf.

Las lágrimas saltaron de mis ojos, quise quitar el perro pero se había aferrado a mi cintura con fuerza, y un gruñido cerca de mi cabeza, me hizo desistir de la idea, deje que hiciera lo que quería. El gozo de Sonia se notaba en sus ojos, llenos de lujuria.

El cuerpo de Olaf prácticamente cubría casi todo el mío, el contacto de sus pelos con mi piel, era algo muy placentero.

Me sentía totalmente sometida, estaba a su merced, era algo morboso y a su vez delirante.

Agachada veía como su verga entraba y salía sin parar, percibí en ese momento una bola en el extremo de su miembro, pense que eso haría de tope, pero no fue así, en otro de sus impetuosas enviones logro meterla totalmente. El dolor que me producía era intenso, grite y me puse a llorar, mi prima me empezó a acariciar para calmarme, pero no hizo ningún ademán de quitarme al perro. Gozaba demasiado, viéndome como era sometida por ese bárbaro animal desenfrenado.

Me sentía apresada por esa bestia (que por suerte era el más chico) Si bien me sentía ultrajada por un animal, la sensación de goce iba aumentando gradualmente, era dolor con excitación. Mi agitación se acrecentaba y mi cuerpo se llenaba de sudor.

Olaf parecía gozar de la cogida, no dejaba de apretarme con sus patas, era como que no quería que se le escapara su presa.

Su bombeo era tan intenso que creía que me desmayaba

Veía como Sonia se masturbaba ante mí, su exaltación era también muy intensa, ver a su prima cogida y apresada por esa bestia, que superaba mi físico, era algo delirante.

El temor se me fue yendo, si bien me consideraba violada por ese enardecido animal, mi goce era insuperable, el perro continuaba sin descanso, y así permanecimos como 15 minutos.

Ante ese impetuoso bombeo, llegaron mis orgasmos, parecía como si el perro se diera cuenta de lo que me pasaba porque aumentaba su velocidad, hasta que sentí como eyaculaba:

Su líquido invadió mi vagina, estuve un buen rato así hasta que se dilato su miembro y lo saco, su leche corría entre mis piernas mezclada con el rojo de mi sangre

Jamás me había pasado por mi mente que una bestia me fuera a desflorar, hubiese preferido que hubiese sido por amor, pero realmente fue una experiencia fabulosa a la que no me arrepiento.

Una vez liberada de la bestia, caí de espalda como desmayada, estaba exhausta, el perro empezó a lamerme mi concha y al rato llego el otro y lo hizo con mi cara, y otras partes de mi cuerpo, no opuse resistencia, mis fuerzas me habían abandonado. Daba la sensación de que trataban de reanimarme, después de continuar por un rato se fueron de la habitación.

Como pude me acosté, Sonia se tiro sobre mi y empezó a besarme por todos lados, sus manos recorrían mi cuerpo, sus dedos buscaban mis orificios, estaba tan extenuada que deje que hicieran lo que le apetecía.

A la mañana siguiente me desperté, estaba pegajosa, mi prima dormía a mi lado.

Me dolía bastante la vagina, sentía una irritación en mis pezones y además descubrí arañazos producidos por las patas de Olaf, había sido una noche demasiado intensa, aunque en ese momento no imaginaba hasta donde me llevaría mi prima.

EROS