Mi prima Silvia

Un chaval descubre la coleccion de videos porno secreta de su prima y la somete a chantaje.

Todo comenzo cuando fui a casa de mi prima Silvia a por unos apuntes de matematicas. Ella es bastante buena en esa asignatura y yo un ladrillo. Estaba en su habitacion y con la carpeta de apuntes en la mano cuando vi la correa de una bolsa debajo de la cama.

Me sorprendi porque Silvia es muy ordenada y, aun sabiendo que no era correcto saque la bolsa para averiguar que contenia. Eran muchas cintas de video.

Que lugar mas raro para guardar cintas de video, pense. Puse una al azar en el video y me quede de piedra. En la pantalla del televisor aparecio Silvia con su novio en pleno polvo. La muy zorra se retorcia de placer de mil formas distintas.

Vaya con Silvia, pense asombrado.

Puse el resto de cintas en el video y fui viendolas rapidamente. Estupefacto, me quedo claro que mi discretisima primita era toda una experta en temas de sexo. Hacia de todo, la condenada.

Recogi todo y me lleve aquel "regalo" conmigo, muy contento de tenerlo. Pensaba darle un muy buen uso.

Fue a los pocos dias cuando me llamo por telefono y me dijo si habia visto una bolsa verde oscuro en su habitacion. Para que se pusiera mas nerviosa, le dije que si y que la habia dejado al lado de la cama. Mi nerviosa prima me pidio que fuera a su casa cuando le dije aquello.

A ver si puedes ayudarme a encontrarla, me pidio.

Fui con una media sonrisa en los labios, que hice desaparecer poco antes de que me viera. Y ya es hora de que os describa el pedazo de hembra que es Silvia.

Es un poco alta, pero no mucho. Una buena melena castaña, unos ojos oscuros, una boca grande y generosa con unos labios sensuales, unos pechos grandes, redondos y firmes, un culo un poco gordo para mi gusto y unas piernas normales completamente. Lo mejor de ella son los pechos, eso sin lugar a dudas.

Yo soy un tipo absolutamente normal. Algo bajo, con gafas, pinta de empollon y, segun he oido decir a algunas tias de pura casualidad: con un buen paquete y un culo perfecto.

Silvia sospechaba que yo sabia algo y todo aquel asunto no le hacia ni la mas minima gracia. Al final, para acelerar las cosas termine diciendoselo:

  • Mira, las cintas de video que buscas las tengo a buen recaudo.- solte de golpe.

Silvia me miro asombrada y me exigio que se las devolviera. Comenzo a insultarme.

  • Pues ya me las estas devolviendo, so cabron.- me espeto. - Mira, he visto las cintas y no estas en posicion de exigir nada ni de insultar, ¿te queda claro?, le increpe.

  • Vale, hablemos claro. ¿Que quieres por esas cintas? .- me pregunto. - Primero de todo, ¿quien las ha grabado y porque? .- inquiri. Llevaba preguntandome aquello desde hacia dias.

  • Mi novio mientras lo haciamos, sin yo saberlo, el muy hijo de puta.- contesto con rabia. -¿Y porque lo ha hecho? .- aquello se ponia interesante.

Mi prima me miro como si fuera subnormal, pero ignore lo insultante de su mirada.

  • Para asegurarse de que no cortamos y, obligarme a hacerlo con el siempre que el quiera. Ha grabado todas las veces que lo hemos hecho. Hace unos dias consegui quitarle todas las malditas cintas sin que se diera cuenta.

Yo ya tenia una ereccion solo de pensar en todo aquello y las posibilidades que tenia.

  • Bueno, pues yo solo quiero dos cosas .- dije como quien no le da importancia.

Silvia me miro temiendose lo peor. Mis dos peticiones iban a confirmar sus peores sospechas.

  • La primera es que a partir de ahora vas a ser conmigo completamente obediente .- le dije - Y la segunda es que de ahora en adelante, seras conmigo seras docil, sumisa y complaciente. - conclui.

Si las miradas pudieran matar, la suya me habria fulminado. Era puro odio. Estaba atrapada y los dos lo sabiamos.

-¿Y que pasa si no quiero?.- me desafio. - Pues no se .- conteste .-¿que pasaria si algunas personas vieran esas cintas? .- le dije.

Sus hombros hundidos dejaron ver claramente su derrota.

  • Y supongo que ahora me diras que vayamos a la cama a hacerlo, ¿no? .- dijo. Estaba con las manos en el boton del pantalon, casi en actitud de bajarselo.

  • Pues no, en este momento no quiero nada, pero cuando quiera algo lo sabras .- le conteste.

Yo tenia otros planes y no queria precipitar las cosas. Su mirada expresaba su preocupacion.

Lo que yo queria era conseguirla poco a poco. No me habria costado nada hacer el amor con ella en aquel momento, pero queria saborear su derrota mas lentamente.

Comence a los pocos dias de todo esto. En privado acorde una señal con ella, con la cual tenia que ir a donde yo estuviera y darme un beso. Durante unos dias estuvimos asi, yo le hacia esa señal y ella no tenia mas remedio que acercarse a mi y besarme. Luego lo pense mejor e hicimos una señal para besos con lengua y otra para besos sin lengua. Esto duro casi un mes.

Me gustaba ponerla en el apuro de hacerle cualquier señal en un museo. Le daba un corte tremendo el forzar una sonrisa me daba un beso de novios. En sitios con gente me conformaba con besos sin lengua, por precaucion.

Nos parabamos en portales oscuros, y disfrutaba de sus besos con lengua. En ocasiones nos deteniamos de repente y no parabamos de besarnos hasta que yo queria. Esquinas oscuras, pasillos en penumbra... habia mil sitios en donde, tras mi señal, su lengua buscaba la mia.

Silvia nunca me lo dijo, pero vi que aquello, dentro de lo malo, le gustaba.

La siguiente etapa consistio en lo que empezaria por caricias y terminaria siendo meterle mano a conciencia. A las señales acordaras, añadi toda una coleccion en la que le indicaba si queria acariciar su culo, sus pechos, sus muslos, su sexo, etc.

Tenia recitencias, una cosa era aparentar un "beso de novios en publico" y otra dejarse meter mano a conciencia. Le recorde por encima lo que pasaria si desobedecia, lo cual provoco su enfado pero accedio. Tampoco tenia mucho remedio.

Para su alivio, seguiamos haciendolo todo en sitios solitarios o muy discretos. Me gustaba pararla de repente y, tras la señal correspondiente, ver como se desabrochaba los tres primeros botones de la camisa, para que introdujera mi mano y acariciara sus pechos. Pero sobre todo me gustaba acariciar sus pechos desde delante y desde atras. Cuando me ponia delante tenia que abrirse completamente la camisa y le masajeaba a fondo su abundante y firme pecho, soliamos terminar con un largo beso con lengua.

Cuando le acariciaba los pechos por detras, levantaba sus brazos para que pudiera meter las manos dentro del sujetador y sobarle los pezones, totalmente erectos. Nunca me dijo nada, pero yo sabia que disfrutaba enormemente de esas caricias.

Su culo fue otra cosa. Me hubiera gustado un culo bien prieto, firme y duro, pero el suyo era un poco grande. Tenia que darse la vuelta y entonces mis manos amasaban a conciencia sus nalgas.

Sus muslos y su sexo fueron dos de las cosas a las que mas ataque mientras se bañaba. Nos metiamos juntos en la bañera y la masturbaba. Habitualmente comenzaba con los labios vaginales, que poco a poco se iban humedeciendo con sus flujos y luego me dedicaba a su clitoris. En aquellas sesiones, Silvia gozaba de unos orgasmos espectaculares entre convulsiones. Tras ellos se quedaba casi desfallecida mietras le acariciaba los pechos desde atras sin dejar de sobar sus pezones.

Durante tres meses mas, estuvimos en ese plan. Su boca, su lengua y su cuerpo me pertenecian en cualquier momento. Era raro el dia que no nos encontrabamos y disfrutaba de los placeres de su cuerpo.

Me quedaban tres cosas por probar con Silvia: hacerle el amor por delante y por detras y que me hiciera mamadas. Acorde con ella una señal para cada una de las cosas.

Las mamadas resultaron un problema, le daba arcadas notar mi ereccion dentro de su boca. Le dije que para superarlo, cada noche antes de despedirnos tendria que "practicar". Notaba su lengua lamiendo y acariciando mi ereccion tanto dentro como fuera de su boca y, despues de rendirme en su lengua, introducirla al maximo en su boca y beber mi semen. Por desgracia le producia nauseas y tardo mucho en acostumbrarse. Le dije que averiguara el metodo para conseguirlo y, tras semanas de pruebas, consiguio mamar y beber mi nectar sin ningun problema.

En cuanto a hacerle el amor me excitaba hacerlo mientras hablaba con alguien por telefono, por ejemplo. Con las manos amasaba a conciencia sus pechos mientras que mi ereccion entraba y salia sin parar de su vagina. Su cara reflejaba que estaba en el septimo cielo mientras su cuerpo no paraba de temblar de placer.

Por detras le hice el amor pocas veces. Sabia que le dolia y no me hacia gracia las consecuencias de practicar el sexo por esa via, porque tenia entendido que traia problemas.

Pero de todas formas, teniendo a Silvia atrapada en el "trato" y pudiendo disfrutar de todas las demas cosas con una simple señal, me daba igual. Largos besos con lengua, las caricias a las que sometia a su clitoris, polvos de antologia hablaba por telefono con alguna amiga suya, masajes a conciencia de sus firmes pechos... no esta nada mal, ¿no?.

Si os ha gustado, me gustaria que me escribierais para comentarme que os ha parecido.