Mi Prima Raquel VI

Seguimos en Valencia, continuamos disfrutando ni prima y yo y tenemos visitas secretas y un poco de voyerismo y algo mas

Mi prima salió de la habitación y yo detrás de ella, pero a partir de ahí ya la perdí la gente no paraba de acercarse a ella para saludarla, darle la en hora buena y demás. Yo mientras detrás de ella no podía apartar mi mirada de aquel maravilloso culo que tenía y pensar que solo hacia un par de horas lo había hecho mío me hizo empalmarme debajo del pantalón.

Las imágenes de mi prima delante de mí viendo cómo se movían sus tetas mientras la follaba, su mirada desencajada por el placer, su boca buscando aire mientras los orgasmos que le provocaba uno tras otro la hacían abrir la boca buscando recuperar la falta de oxígeno, su culo abierto por mi ariete, sus piernas entorno a mi cuerpo, su boca…. Uuuf me estaba poniendo malísimo mientras caminaba detrás de ella. No podía evitar que aquellos recuerdos invadiesen mi mente. Era una delicia. – Te cuidado que se te van los ojos – oí que decía alguien a mi lado.

La sangre se me helo al instante y mi mundo se paró. Gire la cara para ver quién era él o la que me había pillado mientras veía como mi mundo se derrumbaba. – Sobrinoooooooooo – me dijo una rubia de poco más de metro cincuenta mientras se abalanzaba a abrazarme. – Tía – dije mientras sentía como mi sangre volvía a fluir. Por un segundo me quede como un pasmarote y mi tía me dijo – Es que no vas a abrazar a tu tía – me dijo. – Claro – le dije mientras me abrazaba a ella no pude evitar al abrazarla y sentir como sus pechos se aplastaban contra mi comparándola con su hija.

Espera un segundo que voy a avisar a la prima – le dije mientras me lanzaba a la búsqueda de mi prima. – No, no le digas nada de que estoy aquí – me dijo mientras su mano se posaba en mi hombro. – Si se entera de que he venido a verla se pondrá atacada – me dijo. Esperaré a que todos entren y luego cuando apaguen las luces entrare yo – me dijo mientras se ponía detrás de una planta enorme para que mi prima no la viese. – Ve con ella – me dijo.

Acelere el paso y me coloque detrás de mi prima de nuevo. Entramos en la enorme sala de conferencias y mi prima subió al atril. A mí me colocaron en el gallinero en el que quedaban algunos sitios libres. Le mandé un WhatsApp a mi tía y le dije dónde estaba. Ella a los dos minutos de empezar la charla entro en la sala. Mi tía llevaba un traje pantalón blanco que me ayudo a reconocerla mientras le indicaba desde donde estaba vía WhatsApp como podía llegar a donde yo estaba.

Una vez subió al “gallinero” mi tía me indico que nos sentásemos en la última fila desde la que se divisaba perfectamente el escenario. Mi tía se sentó y yo hice lo propio a su lado. Mi tía estaba pletórica de ver allí a su niña hablando de su trabajo antes una sala que ocupaban más de 600 almas delante de ella. – Mira mi niña – me susurro mi tía al oído mientras eufórica me abrazaba. En ese momento mi tía suavemente me zarandeo meciendo sus hombros con los míos y no pude evitar percatarme de sentir en mi brazo como el pecho izquierdo de mi tía sin sujetador se deslizaba por mi piel. Suspire al sentir aquella mama pasando por mi brazo, no puede evitarlo y mi tía al darse cuenta de que me había percatado se acercó a mi oído y suavemente me dijo – Vamos sobrino solo es un pecho –. Yo me quedé petrificado – Ya, pero es que es tu pecho tía – le dije mientras la miraba y no podía apartar mi mirada de la suya. Mi tía por un segundo desvió su mirada hacia abajo y fue consciente de la empalmada que ocultaba mi pantalón. – Vamos sobrino relájate – me dijo mientras me invitaba a sentarme y relajarme en mi asiento. En ese momento no sentí vergüenza ni temor ni nada parecido. Mi tía Laura era como una especie de hermana mayor, hermana carnal de mi madre claro, pero al contrario que ella que se había criado en un colegio de monjas muy estricto mi tía al ser 12 años más joven que mi madre se había criado en casa mis abuelos en un ambiente bastante más liberal.

Mi tía se dejó caer a mi lado y apoyo su cabeza en mi hombro mientras de nuevo volvía a sentir sus pechos, libres, en mi costado. Mi tía cogió mi mano y la puso en el reposa brazos que había entre nosotros dos. Al estar tirado sobre el asiento mi codo se situaba justo entre los dos y en mi antebrazo sentía su pecho mientras su mano se anudaba a la mía. No pude evitar sudorar y mi tía al darme la mano sentía mi mano encharcada. – Vamos sobrino tranquilo- me dijo de nuevo susurrando en mi oído a la vez que su mano apretaba la mía.

En ese momento mi mano se apoyó sobre la rodilla de mi tía que por respuesta me devolvió una sonrisa. Mi tía henchida de orgullo no apartaba la mirada de su hija. – Esta resplandeciente – me susurro de nuevo en el oído. – Si esta pletórica – le respondí yo ahora en su oído mientras haciéndome el distraído mis labios acariciaban su lóbulo. Si mi tía quería jugar yo desde luego no me iba a quedar atrás pensé. Ella llevo su mano a la mía que apoyaba tranquila en su rodilla y la apretó suavemente con la suya.

Los dos nos quedamos allí quietos mientras oíamos hablar a mi prima y esta hacia su ponencia. Mi tía tenía su cabeza apoyada en mi hombro y la miraba sin pestañear. – La veo diferente me dijo – mientras volvía a mirar hacia ella. – No se la veo cambiada – me dijo mientras su mano arrastraba la mía en dirección a su cadera. – No se sobrino la veo como, como no se – me dijo mientras ahora sus labios eran los que rozaban mi lóbulo. – La veo como recién salida de la cama y no de dormir precisamente – me dijo mientras en la oscuridad de la sala al tiempo que veía como sus ojos verdes se clavaban en los míos. – Pues no se tía – le dije mientras no podía evitar que en mi cara se dibujase una sonrisa de medio lado. – Pues yo la veo como; muy bien follada – me dijo mientras acercándose a mi sentía como en mi ante brazo se apoyaban sus pechos. – A lo mejor a mí un tratamiento así me vendría genial – me dijo ella. – Algo como esto – me dijo mientras sacando su móvil del bolsillo me enseñaba uno de los dos videos que había mandado mi prima esta mañana.

Mi cara en ese momento se desencajo. – No te preocupes solo lo hemos recibido tu prima Gema, Sofia y yo – me dijo leyendo mi mente pensando que se lo había mandado por error a toda la familia. – Se habrá despistado y me ha incluido a mi – me susurro mi tía. – Me alegra saber que alguien de la familia se ha llevado la buena parte de la genética – me dijo mientras sobaba sus pechos por mi ante brazo. – Joder tía – gemí al ver como su mano en ese momento se apoyaba sobre mi pene. – Desde que he visto el video esta mañana no paro de follarme con mis dedos pensando en ti sobrino – me gimió al oído. – Tienes una polla grandiosa sobrino y aparte se ve que la sabes manejar – me dijo mientras apretaba mi erección. – Te has follado a mi niñita – me pregunto sabiendo de sobra la respuesta. – Sabes de sobra que si tía – le gemí. – Pues me encanta que hagas disfrutar a mi niña – me dijo mientras girando su cabeza volvía a ver a mi prima en el atril que dejando ya la presentación se despedía de todos los asistentes en un grandioso aplauso. – Sigue así sobrino que ya sabes que mi niña es un tesoro y siempre te ha querido mucho – me dijo mientras su mano dibujaba círculos por encima de mi glande. – Se que la puedes hacer muy feliz – me decía mi tía mientras su mano no paraba de toquetear mi miembro.

La mano de mi tía no paraba de estimularme y yo estaba en la gloria. Mi tía por una vez más miro a mi prima y yo no pude aguantar más y tuve que acomodar mi miembro pasando por fuera de la hebilla del pantalón y sacándolo para apoyarlo sobre mi ombligo. Mi tía lo vio y mirándome a los ojos me dijo – Joder que alegría de aparato sobrino – me dijo mientras se mordía el labio inferior. – Tía por favor no puedes dejarme así – le dije mientras mordía su lóbulo y mi mano pasaba por la apertura de su chaqueta cruzada para tocar sus pechos. – Joder sobrino me estas pidiendo que te la chupe – me dijo mientras se hacia la digna. – Eres tú la que me ha tocado el rabo, puta, eres tú la que me está dejando que le toque a conciencia las tetas y eres tú la que tiene su mano sobre mi polla haciendo círculos, tía – le dije mientras retorcía suavemente su pezón.

Mi tía en ese momento giro la mirada hacia el centro del gallinero. Un hombre de unos sesenta años aparecía por las escaleras unas diez filas por delante de nosotros vestido elegantemente con un traje gris.

Al vernos solo paso su mirada por encima de nosotros sin casi mirarnos. Detrás de ella una chica guapísima joven de no más de 24 años con un vestido negro de una pieza que se adaptaba perfectamente a su cuerpo andaba detrás de él. Este al vernos a mi tía y a mi sentados cogió de la mano a la chica se sentó en el lado contrario una fila por delante de nosotros. Le pidió a la joven chica que se sentase a su lado y sin cortarse lo más mínimo al sentarse elevo la cadera y se bajó los pantalones y los calzoncillos dejando a la vista por la luminosidad que nos llegaba una polla semi morcillona de unos catorce centímetros. La chica lo miraba sin saber que hacer, y al tiempo que nos miraba a nosotros negaba con la cabeza. El tío no acepto lo que ella le decía y se acercó a susurrarle algo al oído. Luego clavo su mirada en la de ella que se apartó el pelo a un lado y colocándose entre las rodillas del hombre metió la cabeza entre las piernas y empezó a mamar la polla que tenía delante.

Mi tía y yo mirábamos la escena y veíamos como la polla del hombre se iba poniendo dura mientras la chica no paraba de chupar. La mano de mi tía fue directa a mi bragueta y desabrochando el cinturón y bajando la cremallera dejo que mi miembro emergiese por completo fuera del pantalón. Mi tía puso mi miembro en noventa grados sobre mi cuerpo y lo dejo en esa posición hasta que la chica lo miro. Mi tía clavo su mirada en el hombre maduro y acercando su boca a mi miembro subió las rodillas sobre el asiento y engullo todo mi rabo por completo. La chica miraba nuestra escena mientras yo los miraba a ellos. Mi tía engullía mi polla atravesando su garganta con mi falo mientras la chica morena sin dejar de mirar como mi polla se alojaba por completo en la garganta de mi tía, que se tragaba la polla del hombre que tenía delante que con la cabeza apoyada en el respaldo de la butaca se dejaba llevar con los ojos cerrados.

La mirada de esa chica y la mía se cruzaron y vi como su mano se dirigía a su entre pierna y empezaba a masturbarse mientras no dejaba de chupar la polla que tenía delante de ella y nos veía a nosotros disfrutar.

La boca de mi tía era espectacular y hacia un trabajo magnifico en mi polla mientras yo no podía apartar la mirada de aquella chica. Ella se esmeraba no demasiado rápido en chupar y poco después dejando de chupar atrajo la atención del hombre haciendo que su mirada se dirigiese a su entrepierna mientras silenciosamente se corría. Él agarro la coronilla de la chica y de nuevo la dirigió a su polla. Esta volvió a engullir aquella polla y el hombre tardo poco más en correrse en su boca. Ella recogió la corrida mientras el hombre se levantaba a la vez que se subía el pantalón para desaparecer escaleras abajo. Ella escupió la corrida y se quedó sentada mirándonos.

Mi tía que estaba castigando su clítoris dejo de chupármela y mientras recorría con su mano mi polla me susurro al oído – Sobrino ya me he corrido tres veces, necesito que me regales tu corrida – me dijo mientras de nuevo su boca se disponía a tragarse mi glande. Yo en ese momento empecé a dar pequeñas acometidas a la boca de mi tía que ella recibía gustosa.

Mi tía en ese momento miro su reloj. – No me lo puedo creer – me dijo mi tía. – Sobrino sé que me vas a odiar, pero me tengo que ir, mi vuelo sale en cincuenta minutos para Madrid y tengo que llegar al aeropuerto – me dijo mientras de un agarrón cogía su bolso y salía disparada por las escaleras. Me quede allí con la polla dura como una piedra mientras veía como mi tía desaparecía escaleras abajo.

Me quede allí sin saber que hacer. La chica morena de pelo largo se me quedo mirando y levantándose vino a sentarse a mi lado. – Te han dejado solito amor – me dijo mientras se sentaba a mi lado. – Si, tenía que coger un avión – le respondí a la desconocida. – Me llamo Ainara y soy de la división de Venezuela – me dijo antes de darme dos besos. – Yo Montero y soy de un hotel de Madrid – le respondí bastante cohibido. – Mi amor no te puedes quedar así es una pena – me dijo aquella diosa de ébano mientras cogiéndome de la mano me llevaba escaleras abajo.

Salimos de la sala de conferencias en dirección a los baños desde lego ahora a la luz natral podía ver que aquella mujer era espectacular. La chica era negro un color de pie tostado que enmarcaba un cuerpo de diosa con unas caderas impresionantes. Aquel hotel estaba lleno de pasillos y salas de conferencias enormes. Por fin llegamos a los baños públicos y ella me pidió que esperase fuera una vez que se aseguró que no había nadie dentro del baño salió a buscarme y me llevo a uno de los aseos.

– A ver mi amor, déjame ver esa hermosura a la luz del dia – me dijo mientras sus manos desabrochaban mi bragueta. Metió su mano dentro de mi pantalón y saco mi polla que había bajado su erección debido a la caminata. A ella no le importo ya acercando su boca metió mi polla por completo dentro de su boca. – ¿Amor tienes condones? – me pregunto. Yo negué con la cabeza. Ella mientras me la seguía chupando busco en su bolso y encontró uno. – Mi amor quieres follarme – me pregunto. – Por supuesto – le dije yo. – Así me gusta decisión – me dijo mientras sacándose el vestido por encima de la cabeza lo doblaba para dejarlo en el cabecero de la cisterna. Aquella diosa estaba en completa pelota picada debajo de aquella fina tela. – Joder que cuerpazo tienes – le dije mientras mis ojos veían unas largas piernas torneadas, unas caderas anchas con un coño perfectamente depilado y unas tetas de atleta.

– Vamos dale amor a esta negra – me dijo mientras me daba el condón y se giraba. – Vamos cariño monta a tu negra – me dijo mientras inclinaba su grupa para que la penetrase. – Sin piedad se la clave hasta el fondo. – Por dios por fin un español macho – me dijo cuando me sintió clavado dentro de ella. – Vamos cariño dale a tu negra – me dijo. Me empecé a clavar dentro de ella sin piedad mientras sobaba sus pequeñas tetas. – Te gusta, te gusta cómo te follo – le dije mientras empezaba a tomar ritmo. – Si mi amor me encanta como te jodes a tu negra – me decía. – Vamos cariño sigue – me decía mientras notaba como disfrutaba. – Espera mi amor de esta posición ya he tenido suficiente – me dijo mientras me hacia salirme de ella. No he dicho que aquella muchacha era algo mas alta que yo le calcule entorno al metro ochenta. Se pego contra el reservo de la puerta del baño y elevo su pierna izquierda. – Vamos mi amor vuelve a follarme como si fuese una garza me dijo. Ahora de frente a ella me clave de nuevo en su interior mientras en una postura no demasiado cómoda la empezaba a follar de nuevo. – A mi amor que gustazo de polla española – me decía ella. – Ahí, ahí mi amor – gemía al sentir como me clavaba en su punto g. – hay mi amor tú sabes demasiado – me dijo mientras me empujaba y me hacia sentarme el váter.

– Ahora mi amor tu negra se va a correr como una pantera con la ayuda de tu polla – dijo mientras poniendo sus largas piernas a mis lados descendía su cadera y se clavaba de nuevo mi miembro dentro de ella no sé qué es lo que hacía, pero sin mover la cadera era como si su cuerpo por dentro me hiciese un torbellino en la polla. – Hay mi amor que gusto le das a esta negra – me decía mientras se clavaba mi polla dentro de ella. – Y tu a mi puta que no sé qué me haces, pero me está encantando – le dije.  – Hay mi amor me corro, me corro, me corro –.

Aquella diosa de ébano llamada Ainara se quedo clavada sobre mi mientras se recuperaba. -Mi amor, que gustazo, gracias - me dijo mientras se levantaba y me quitaba el condón.

– Mi amor alguna vez te ha chupado la polla una venezolana – me pregunto. Yo negué con la cabeza. Pues prepárate para darme una buena ración de leche por que te la voy a mamar como no te la han mamado en tu vida – me dijo justo antes de metérsela en la boca. Aquella muchacha era una diosa chupando hacia unos cambios entre su mano y su boca que eran una delicia. Aguante unos diez minutos sus embates. – Mi amor nunca nadie me ha aguantado tanto vamos dámela, no seas malo con tu negra – me dijo antes de reanudar la mamada. Yo en ese momento cogí su cabeza y empecé a follarla. Hilos de saliva caían de su boca a sus tetas y a sus piernas. Aquella muchacha era una perfecta felatriz. – Prepárate mi negra que aquí viene mi leche – le dije. Ahora ella frenética chupaba y chupaba sin parar hasta que por fin me derrame en su boca.

Ella no dejo escapar ni una gota y mirándome una vez que termine de correrme me enseño como se la tragaba toda. – Gracias mi amor me has hecho muy feliz – me dijo. – Espera toma – me dijo mientras me pasaba su tarjeta. – Yo solo estoy de prácticas – le dije. – De prácticas te llevaba yo conmigo a Puerto Rico cariño cuando quieras – me dijo mientras en la tarjeta veía que era la responsable de grandes cuentas de toda América latina con base de operaciones en Puerto Rico. Me quede de piedra aquella era una de las grandes de la empresa. – Has hecho a esta negra muy feliz cariño – me dijo mientras se ponía el vestido y tapando su desnudez abría la puerta del baño. – Solo tu sabes que debajo de este vestido no hay nada – me dijo antes de abandonar el baño.

Me guarde la tarjeta en el bolsillo y cogidos de la mano salimos. – Mi amor si tu negra puede ayudarte en algo no dudes en hacérmelo saber – me dijo justo antes de abrir la puerta de la sala de conferencias de nuevo y entrar. De nuevo volvimos a entrar los dos.

Poco después de diez minutos de charla eran las ocho y media de la tarde y se pararon las conferencias dentro de la sala para salir afuera al coctel.

Mi prima apareció ante mi estaba pletórica. Estuvimos hablando de lo bien que había ido su charla y de como haba sido un completo éxito. Entre la gente vi a Ainara mi prima me confirmo que era una de las grandes jefas de la empresa y esta al verme con mi prima e identificarla de la charla se acerco a saludarla y evidentemente hizo como si no me conociese. Mi pima le explico como trataba a algunos de los clientes que por lo visto ella mandaba desde Puerto Rico a España y en qué cosas se podía mejorar. Ambas hablaban y de reojo me miraban a mí. – Y él quien es – se hizo Ainara la interesante mientras hablaba con mi prima. – Él es nuestro futuro responsable de reservas – le dijo mi prima. – Se va a acoger a un programa de formación interna de la empresa – le explico mi prima. – Aaah que bien entonces hablaremos bastante – me dijo mientras veía en su mirada fuego. – La verdad es que con muchachos tan guapos es un placer trabajar – nos dijo a los dos. Mi prima la miro extrañada y ella a continuación le pregunto si estábamos alojados en el hotel y en que habitación. Mi prima se lo explico y ella hizo un mohín a lo mejor esperaba un segundo asalto pensé.

En un momento en el que me retire para ir a buscar bebidas para ellas me percate de que estábamos en una esquina de los jardines en los que apenas se nos veía. Al volver ellas se quedaron calladas. Y al llegar entregue su bebida a cada una.

  • Pues sabes que follar con la familia en Venezuela es más normal de lo que pueda parecer – le dijo Ainara a Raquel. – La verdad es que como decimos allí una buena cogida con un primo o con un hermano y mas si son más pequeños está muy bien – le dijo ella a mi prima. – Yo misma he desvirgado a dos primos míos y a mis seis hermanos pequeños – nos confesó- Y a mí me desvirgo mi hermano mayor – nos dijo susurrando. Mi prima y yo la mirábamos alucinados.

Lo ha descubierto en cuanto te has ido – me confeso mi prima. – Sabe que somos primos y que, como dice ella, cogemos – me dijo mi prima. – Escúchenme amores me encantaría verlos coger y si me lo permiten a esta negra le encantaría unirse a ustedes – nos dijo ella. – Si quieren estoy en la Suite del ático – nos dijo – los espero allí a las diez de la noche – nos dijo mientras su mano iba directa a mi polla. – Su primo parece que quiere – le dijo a mi prima mientras no apartaba su mirada de la suya. Mi prima la miro y asintió con la cabeza.

  • A las once nos vemos en tu habitación – le dijo mi prima. – Amores ahora tengo que dejarlos para hablar con los demás que me están esperando nos vemos en mi habitación les dejo una llave en la recepción pasen sin llamar – nos dijo antes de darnos dos besos a cada uno y desaparecer.

Mi prima y yo nos quedamos solos y me hizo contarle como había empezado a hablar con ella. Le conté parte de lo que había pasado y por supuesto no le hable de su madre ni de nada de lo que había pasado con ella. Mi prima intrigada me dijo que se rumoreaba que aquella mujer era una loba y que no paraba de follar para conseguir todo lo que quería que a sus 33 años era una de las mujeres más poderosas de América Latina y que entre sus amantes estaban los hombres más poderosos del mundo libre. Me señalo mirando a una tribuna donde estaban los jefazos y le confesé quien era el hombre al que se la había estado chupando. Por supuesto era el dueño de la empresa, director general o yo que se. Mi prima me pregunto si me apetecía subir y yo le dije que si a ella le apetecía. Mi prima dudo y me dijo que probar le apetecía pero que entrar en aquellos círculos y de aquella manera no le hacia gracia.

Pues como quieras prima le dije. Por mi no hay problema. Total, yo al fin y al cabo ya me la había follado y no iba a ver nada nuevo. A las once menos diez de la noche la fiesta se empezaba a disipar apenas había gente y mi prima y yo estábamos a punto de irnos mientras finiquitábamos la ultima copa. En ese momento vimos que a la entrada de los jardines Ainara pasaba acaramelada con un hombre mayor y con el gesto nos indicaba que teníamos que posponer nuestro encuentro. – Ves tiene que abrirse de piernas para otro viejo – me dijo mi prima mientras cogiéndose de mi brazo nos encaminábamos a nuestra habitación. – Pues casi lo prefiero prima – le dije mientras nos encaminábamos al ascensor para subir a nuestra habitación.

Al entrar en la habitación mi prima me dijo que me apetecía hacer algo especial para mí y me pidió que la esperase tumbado en la cama. – Desnudo primo – me dijo justo antes de coger su bolsa de aseo y encerrarse en el baño.

Mi reloj dejo pasar bastante tiempo hasta que mi prima apareció espectacular tras la puerta del baño. – Jooooooooder prima – no pude evitar decir mientras la veía con unos calcetines negros hasta la rodilla y unas bragas negras. Por lo demás estaba completamente desnuda y tengo que decir que estaba espectacular. – Dios reamente sí que eres un sueño hecho realidad – le dije mientras no podía apartar la mirada de ella. Los seis metros que separaban la puerta del baño de la cama fueron una pasarela para mi prima. Verla andar mientras sus pechos desnudos se movían al andar me dejaron embobado. – De verdad prima estas espectacular – le dije mientras no podía apartar mi mirada de todo su cuerpo. – De verdad te gusta – mientras giraba sobre si misma. – No hace falta que digas nada – me dijo mientras miraba mi polla que ya estaba dura de nuevo. – Ese es el mejor piropo primo – me dijo mientras su mano acariciaba mi hombro y sus labios se inclinaban buscando los míos. Nos besamos sin parar mientras rodábamos por la cama.

Primo hoy quiero hacer algo diferente contigo – me dijo. – Que quieres hacer – le dije. – Simplemente hacerte una paja, primo – me dijo. – Me parece super morboso desde el principio hasta el fin hacerte solo una paja y ver como te corres para mí – me dijo mientras sus enormes ojos marrones se clavaban en los míos. – Me encanta la idea – le dije mientras me preparaba para hacer su sueño realidad. – Vale vamos a ello – me dijo mientras con el cordón de las batas de baño ataba mis manos al cabecero de la cama. – Como las strippers, primo yo te puedo tocar a ti, pero tu no a mi – me dijo.

Mi prima se puso delante de la cama y puso música para empezar a bailar delante de mi sensualmente. – Me encanta exhibirme para ti – me dijo mientras sus manos recorrían su cuerpo.  Mi prima no paraba de bailar delante de mi y cuando le dije por tercera vez que la necesitaba a gatas empezó a caminar por la cama hasta mi cadera. Cuando llego de rodillas cogió un bote de aceite corporal y lo dejo caer sobre mi polla. Mi prima de rodillas a mi izquierda, se inclinó para llevar su mano derecha a mi miembro y haciéndolo quedarse erguido con su mano izquierda empezó a masturbarme con su mano derecha. – Me encanta tu polla, primo – me dijo. – y a mí me encanta tu cuerpo – le respondí. – Primo tengo que contarte algo – me dijo mientras su pulgar se desplazaba por mi glande. – Tu dirás – le respondí. Mi prima por un momento dudo no sabia como continuar. – Venga dime lo que sea que me estas preocupando – le dije mientras veía como no se atrevía a continuar. – Primo adoro tu polla y a ti y no quería compartirte con esa zorra venezolana – me confeso. – No pasa nada prima – le respondí. – A mi me ha servido de alivio y ya está – le dije mientras sentía su mano que no paraba de mover su mano por mi polla.

– Espera que hay algo que quiero hacer desde hace mucho tiempo – me dijo mientras apagaba la música y ponía la televisión. Mi prima empezó a buscar por los canales hasta que llego a los porno. Por lo menos había veinte canales lo dejo en uno en el que un actor con cara de crio se follaba a una madura impresionante. – Este es el tuyo primo – me dijo mientras no paraba de pajearme. – Si me encanta, pero tu solo eres 4 años mayor que yo, prima – le dije. – Lo sé – me dijo ella. – Me refiero por todas las demás a parte de mi – me dijo mientras desatándome me llevaba a los pies de la cama y haciendo poner los pies en el suelo mi prima se arrodillaba entre mis piernas y empezaba a comerme la polla. Mi prima llevo mi mano derecha a su cabeza y me invito a marcarla el ritmo. - ¿Te importa que lo grabe primo? – me dijo en un segundo sacándose la polla de la boca. – Me encanta la idea de que lo grabes – le respondí. Ella se levanto del suelo y poniendo el móvil al lado de los pies de la cama lo coloco para que empezase a grabar mientras a los dos se nos veía perfectamente.

  • Continuemos primo – me dijo mientras de nuevo se colocaba entre mis piernas y volvía a engullir mi rabo. De nuevo volvió a llevar mi mano a su coronilla y me invito a marcar el ritmo. – Que delicia de polla primo – me dijo mientras me miraba a los ojos. – Tienes una boca que es una delicia prima – le dije mientras clavaba mi polla al fondo de su garganta. – Con las tetas prima, quiero sentir tus tetas – le dije. Ella se ergio sobre sus rodillas y le dije – Por favor prima quítate las bragas – le pedí mientras de debajo de las sabanas sacaba el dildo y se lo enseñaba. Me fije que el consolador se podía fijar al suelo así que lo puse fijo en el suelo entre sus piernas elevado con unos cuando libros y la invite a seguir comiéndose mi polla. – Desde luego que eres muy creativo primo – me dijo mientras de nuevo reanudaba su paja sobre mi polla con sus tetas al tiempo que poco a poco subía y bajaba su cadera.

En los primeros diez minutos la polla de goma apenas entraba dentro de mi prima ya que no estaba lo suficientemente lubricada. Intente ayudarla, pero ella negó con la cabeza apartando mi mano. – Esta noche sin tocar primo – me dijo. Mi prima continúo mamando mientras ya la mitad de la polla de goma se clavaba dentro de ella. Mi prima estaba disfrutando y a mí, su paja sobre mi polla envuelta con sus tetas me estaba haciendo rozar el cielo. – Primo vas a regar mis tetas con tu leche – me dijo. – Si sigues así no creo que tarde mucho – le respondí. – Sera corta pero bueno – le dije. – Corta – me dijo asombrada arqueando las cejas. – Primo llevo comiéndote la polla cuarenta minutos – me dijo mientras de nuevo volvía a la tarea de aprisionar mi polla entre sus tetas. – Primo me encanta pajearte con mis manos, chuparte esta hermosura de polla con mi lengua y dejarla resbalar entre mis tetas mientras estimulo mis pezones y haciendo que me corra seis veces, pero quiero tu corrida en mis tetas – me dijo mientras ahora al clavarse la polla de goma en su coño la mía llegaba a su boca y me la chupaba también. – Primo me estás haciendo que no tenga que ir al gimnasio – me dijo mientras ahora dejando la parte baja de mi polla aprisionada entre sus tetas mamaba mi polla.

Vamos ven que voy a hacer que te corras a litros en mis tetas – me dijo mientras levantándose subía por la cama. – Siéntate sobre mis tetas – me dijo mientras cogiendo el móvil lo cambiaba y lo ponía sobre el cabecero para seguir grabando. Ven aquí primo – me dijo mientras haciendo que me levantase me invitaba a clavar mi polla de nuevo en su boca. Ahora me hizo girar y quedando bajo ella boca arriba me empezó a masajear el centro del glande justo donde nace el frenillo. De nuevo rodamos por la cama y volví a quedar sobre ella que colocando mi polla entre sus tetas siguió con la mamada y frotando con el pulgar en la zona. De repente sentí como mi polla se contraía y como empezaba a lanzar lefazos sobre las tetas de mi prima que le llegaron a la cara, a su mentón, a sus labios y que ya con menos fuerza fueron a parar a sus tetas regando sus pezones y su canalillo. Sentó como desfallecía y agarrándome al cabecero evite desplomarme encima de ella.

Caí derrumbado a su lado y mi prima acercándose el móvil a la cara dijo – Mirad como me ha dejado la cara y por supuesto las tetas. Y ahora llega la hora de probarlo – dijo mientras sus dedos recogían los restos de mi corrida y lo llevaban a su boca. – Me encantan tus corridas primo – dijo mientras se llevaba los últimos restos de mi corrida de sus tetas a su boca.

  • Quiero dormir con los restos de tu corrida en mi cuerpo primo – me dijo mi prima mientras desnuda como estaba hacia la cucharita y se dormía abrazada a mi.