Mi prima Raquel
Vamos a por el trabajo que me consigue mi prima y la primera semana de trabajo y aprendizaje Es verdad que en el sexo el infinito es la variedad.
Empezaba la semana y estábamos a lunes, después de un fin de semana lleno de aventuras, os invito a leer mis relatos anteriores en mi perfil, me encaminaba al hotel en el que trabajaba mi prima Raquel.
Antes de continuar la historia os dejo una foto de ella. Como veis tiene un cuerpazo que ha recuperado después de un embrazo. Si, aunque solo tiene veinte años ya tiene una niñita preciosa de tres años. Como podéis ver ella es morena, entorno al metro sesenta de estatura morena de piel con unos preciosos ojos verdes y dos pechos maravillosos amen de un culo de infarto que todos nos volvemos a mirar por la calle.
A mí lo que más me gusta de ella es el magnetismo que tiene, a pesar de quedarse embarazada muy joven ha sabido estudiar y sacar a su bebe adelante ella sola ya que cuando ocurrió “el incidente” gran parte de la familia la repudio. Ambos al ocurrir esto lo pasamos mal ya que yo fui de los pocos que no se negó a darle la espalda. La ayudaba económicamente en todo lo que podía. Y le hacía toda la compañía que podía. Ella y yo se podía decir que éramos uña y carne.
Llegue a la puerta del hotel con mi traje hecho un pincel y al llegar a recepción pregunte por ella. Ella era aparte de la gobernante la jefa de recepción lo que la hacía estar todo el dia ocupada. Al verme se acercó a mí y como habíamos pactado hicimos como que no nos conocíamos. Me llevo junto a ella a su despacho y nada más cerrar la puerta se lanzó sobre mi dándome un abrazo. – Primo que alegría que este aquí – me dijo. – Si vamos a pasar todo el verano juntos – le respondí mientras abrazándola sentía sus pechos aplastarse contra mí y me perdía en el olor de su pelo. – Joe cada dia estas más guapa – le dije mientras me sentaba en la silla enfrente de ella y observaba a mi prima con su traje pantalón y unos tacones de aguja que le hacían parecer por lo menos diez centímetros más alta.
Ella se sentó en frente de mí y me dijo que había hablado con la directora del hotel, que ella si sabía que era su primo, que entre ellas había mucha confianza y le había dicho que me quedase bajo su tutela para aprender ya que yo lo que quería era dedicarme a la dirección hotelera. Mi prima me explico que lo más que haría seria estar en recepción y que cuando ella subiese a comprobar las habitaciones también iría con ella.
Dimos un paseo por varias plantas del hotel y a cada rato interrumpían a mi prima por un walki-talki preguntándole disponibilidad de habitaciones, dudas de reservas y un millón de cosas más. Mi prima, mientras nos permitían los demás departamentos del hotel, me iba enseñando los diferentes tipos de habitaciones que había y me enseñaba como las repasaba que estaban bien terminadas en que cosas se fijaba y demás.
Yo andando con ella subiendo y bajando plantas del hotel por todas partes sin coger el ascensor entendí como mantenía ese tipazo que tenía y luego cuando la veía inclinarse para poner bien un edredón o algo no podía evitar fijarme en el culazo que tenía. Ella en una de esas veces me dijo mirando que no hubiese nadie cerca – Primo me vas a desgastar el culo de tanto mirármelo–. – Lo siento prima no puedo evitarlo es que estas cada día estas más buena – le dije mientras zalamero yo la agarraba de la cintura. Ella se rio y con mi comentario y de nuevo volvió a abrazarse a mí. Sentir la parte lateral de su sujetador que contenía aquellos pechos me hizo excitarme. Ella se rozó más contra mí y yo le dije – Prima no me tientes que no respondo –. Siempre estábamos con esas bromas entre nosotros y era normal jugar con ese doble sentido entre nosotros.
El resto de la semana paso sin mayores actos que rememorar por las tardes mi prima me dejo en la recepción y estuve trabajando con dos recepcionistas un hombre mayor que todos llamaban Paco y una chica que apenas era un par de años mayor que yo que acababa de terminar la carrera de turismo. A las 8 de la tarde me había llenado de conocimiento pero que aquí no viene al caso. Lo que si viene al caso es que cuando me encaminaba por la puerta de salida de personal del hotel recibí un mensaje de Raquel que me decía que ella salía ya también y que si quería me invitaba a su casa a tomar algo. Por supuesto acepte la petición y dos calles más arriba el hotel me recogió en su coche.
– Ahí va mi primito guapo – me dijo ella mientras me pitaba y acercándose con el coche paraba para que me subiese. Con ella iba la directora del hotel. Me subí en el asiento de atrás del copiloto y ella me dio dos besos. Se presento como Sofia una chica de unos cuarenta años entorno al metro setenta y muy guapa de cara una piel blanca enmarcaba su cuerpo estilizado.
Mientras nos dirigíamos a casa de mi prima me contaron que ambas vivían en el mismo bloque. Mi prima en el décimo piso y ella en el segundo. – Así que si me dejáis yo me apunto a tomarme algo con vosotros – me dijo mientras se giraba y me miraba a mí. Le respondí que por mi encantado. Y así fue como ellas se enfrascaron en su conversación con temas pendientes del trabajo, habitaciones, grupos por llegar, facturas pendientes de cobrar, pago a proveedores y demás. Yo las escuchaba atento porque me servía para aprender
Al rato ya llegamos al garaje de su casa y Raquel tras aparcar el coche saliendo del coche se enganchó a mi brazo. – Anda mira – le dijo Sofia a Raquel mirando el móvil. Esta le dejo el móvil a Raquel y mirando el móvil le sonrió a Sofia. –¿Puedo ir con él? – dijo mientras me señalaba a mí. – El que – dije yo sin saber a qué se refería. – Me invitan a un congreso de agencias de viajes para hoteleros de Madrid en Santander – me dijo mientras le devolvía el móvil a Sofia y de nuevo se enganchaba a mi brazo. – No le dirás que no a tu prima, ¿no? – dijo mientras el lateral de su pecho se rozaba con fuerza contra mi ante brazo. – Sabes que soy incapaz de decirte que no – le dije mientras mi brazo se restregaba mi brazo contra su pecho. Aquello no fue extraño ya que entre nosotros siempre estábamos con ese juego.
La puerta del ascensor se abrió y fuimos directo al piso de mi prima. A su niña le tocaba aquella semana con su padre que por suerte para ella se había empezado a hacer cargo de la cría y aparte de ayudarla económicamente también viva semanas alternas con el padre.
Llegamos a su casa y nos sentamos en el sofá del salón después de pasar por la cocina y preparar una bandeja con aperitivos. Nos sentamos yo en el sillón y ellas dos en el sofá. Ambas se quitaron los zapatos de tacón y subieron. Por fin en casa de mi prima en un ambiente relajado tuve la oportunidad de conocer a Sofia más en profundidad. Era una chica como he dicho antes de unos cuarenta años que había cogido a mi prima bajo su tutela y la protegía como la hija que no tenía. La verdad es que se notaba mucha complicidad entre ambas. Y no tarde nada de tiempo en darme cuenta la confianza que había entre ellas.
Cada vez estábamos más cómodos y el ambiente era cada vez mejor. Raquel, mi prima, nos pidió que la disculpásemos un momento y se fue a la habitación volviendo al rato solo con una camiseta larga y holgada que le tapaba lo justo dejando a la vista aquel culo precioso redondo y pequeñito que tenía. – Que gustazo – dijo mientras se sentaba de nuevo en el sofá y doblando las piernas las subía sobre el cojín. – No te da palo estar así delante de tu primo – le pregunto Sofia. – Él me ha visto con mucha menos ropa créeme – le respondió Raquel mientras me miraba a mí. – Pues si no os importa yo también me voy a poner cómoda de verdad – nos dijo a ambos mientras se ponía de pie y se desabrochaba la falda que llevada y se quitaba las medias. La camisa que llevaba le cubría la cintura lo suficiente como para que no se le viese nada. – Yo me he quitado hasta la ropa interior - nos dijo mi prima mientras moviendo su torso nos dejaba claro que sus pechos estaban libres sin sujetador.
– Pues cariño yo voy a hacer lo mismo que tú que el sujetador me tiene jodida y no el buen sentido – le dijo Sofia mientras pasándose las manos por detrás desabrochaba el sujetador y lo sacaba por una manga. – No me hables de joder tía que me pongo mala – le dijo mi prima. – Cuanto tiempo llevas sin follar – le pregunto Raquel a Sofia. – Yo cerca de dos años – le dijo Raquel mientras Sofia me miraba cohibida por mi presencia. – A ese no lo mires que seguro que ayer la metió en caliente – le dijo Raquel. Sofia la miro sin entender – Ahí donde lo ves a parte de estar bien dotado aguanta horas – le dijo Raquel. – Joder prima – le dije. – No pasa nada primito – me dijo ella – Es lo que tiene tener amigas comunes – me respondió. – Pues entonces lo mismo te follo yo – salto Sofia saliéndole del alma. En ese momento se percató de lo que había dicho y nos pidió disculpas. Ambos le dijimos que no pasaba nada. Y Raquel a continuación le dijo que por ella no había problema que si quería que se acercase a mí a gatas y se lanzase a mi polla que seguro que le daba un buen puntazo. – Aprovecha tía – le dijo Raquel que en ese momento muerta de risa me miraba.
- Oye primo – me dijo llamando mi atención mientras me miraba de frente. – Nosotras aquí casi en bolas y a ti solo te falta la chaqueta del traje – me dijo. – Anda ponte cómodo que estamos en confianza – me animo. – Ok – le dije mientras me ponía de pie. – Espera, espera – dijo mi prima que buscando música en el móvil puso algo para que le hiciese un baile. Como yo de vergüenza andaba escaso no tuve problema en ponerme de pie y empezar a quitarme el cinturón, a continuación, me quité la camisa que llevaba puesta. No es que estuviese cuadrado, pero hacía mucho deporte y eso me hacía mantenerme bien. A continuación, me acerque a mi prima y poniendo los pies a su altura la anime a que fuese ella quien me quitase los zapatos y los calcetines mientras poco después la animaba a quitarme la camisa haciendo que sus manos resbalasen por mis pectorales. – Ahora los pantalones Sofia – dijo ella que estaba animada con el baile. Me acerque a Sofia que estaba sentada al lado de Raquel y fue ella la que llevando la mano al botón de mi pantalón lo desabrocho para a continuación bajar mi cremallera y tirar de los pantalones hacia abajo. En ese momento los gayumbos se fueron detrás de ellos y mi polla semi morcillona quedo al descubierto a escasos quince centímetros de su cara. – Joder que pedazo de polla – dijo Sofia en ese momento con los ojos abiertos como platos mientras Raquel ojiplática también se destornillaba de risa en el sofá.
Me subí los gayumbos como pude, pero no pude evitar que el glande apareciese por la pernera del mismo. – Joder primo – me dijo Raquel completamente seria – con razón mis amigas me preguntan tanto por ti – Raquel por un momento más me miro y me percate como sus pezones se marcaban sobre la camisa de vestir que llevaba. En ese momento Sofia me miraba y ni se movía. Me fijé en ella y vi que sus pezones parecían que iban a desgarrar la camisa de cómo estaban.
Ya en gayumbos me dirigí de nuevo al sillón y me senté después de beber y refrescarme la garganta. – Desde luego es muy bonita – me dijo Sofia mientras se acomodaba en el sofá. –Por dios que calor hace – dijo Sofia. – Tu lo que estas, es cachonda, como una perra – le dijo Raquel medio de cachondeo medio en serio. – Pues no te digo que no – le respondió Sofia. – Con el trabajo la verdad es que llevo bastante tiempo en dique seco – le respondió esta. – La verdad es que a mí se han pasado las ganas de conocer a capullos que en cuanto se enteran que tengo una hija de tres años pasan de mi – dijo Raquel – Si, pero el gustazo de una buena polla entre las piernas sí que lo echo de menos –. Sofia mientras daba un sorbo a su copa de vino la escuchaba. – Ya pero luego te quedas hecha una mierda – le respondió Sofia. – No compensa – sentencio. – Desde luego que no tía – le respondió Raquel. – Aunque viendo lo que acabo de ver Dios de mi vida, eso no lo sustituyen dos dedos ni por asomo – sentencio Sofia.
- Primo porque no nos dejas verla de nuevo – me dijo Raquel. – Se lo contamos – le pregunto Raquel a Sofia. – No se – le respondió esta. – Es mi primo y es de máxima confianza – le dijo de nuevo Raquel haciendo que cada vez estuviese más ansioso por saber de qué iba la vaina.
Poco después de un segundo cavilando Sofia miro a Raquel mientras esta tenía su mano en su rodilla y asintió. – Esta bien, me muero de vergüenza, pero cuéntaselo – le dijo Sofia. – Esta bien ya verás como él nos entiende – le dijo Raquel.
Si estáis liadas lo entiendo prima – le respondí. – Primo eres más bueno que el pan de molde, pero no van por ahí los tiros – me dijo negando con la cabeza. – Veras – dijo retomando el hilo de la conversación, como acabas de saber las dos llevamos mucho tiempo en dique seco y rodeadas de capullos como estamos pues para que nos echen un polvo mal echado y luego nos hagan sentir como un kleenex hace tiempo que decidimos pasar de los tíos las dos – me dijo Raquel mientras ahora de nuevo acariciaba la rodilla de Sofia. – El caso es que de vez en cuando, quedamos cuando nos apetece y nos contamos historias de sexo, o como nos ha mirado tal proveedor o el dueño del hotel o alguna chica y mientras nos masturbamos – me dijo mi prima.
Os masturbáis la una a la otra – respondí yo – me parece genial si os satisface y os gusta es perfecto – sentencié. – Noooooooooooo – respondió mi prima. – Cada una así misma – añadió Sofia muerta de vergüenza. – Aaah – dije. Pues igualmente si lo disfrutáis me parece fantástico – le respondí a amabas. – Prima tú me conoces – le dije haciendo referencia a que era conocedora de todo mi historial. – Sofia – le dije – mira para que te sientas en igualdad de condiciones te voy a contar algo para quedar en igualdad de condiciones – le dije mientras veía como sus pechos sin sujetador se trasparentaban a través de la camisa y parecían que de un momento a otro iban a reventar. –Yo perdí la virginidad a los 15 años con una chica que me doblaba la edad, me he acostado con cuatro profesoras del colegio y dos particulares, me he acostado con más de la mitad de las amigas de mi hermana y otras tantas de ella – le dije mientras señalaba a Raquel. – He hecho tríos y cuartetos y en fin otras muchas cosas que puedas o no imaginar, me han detenido y multado un par de veces así que imagínate si tengo armario y trastienda y, mientras todos los que participan disfruten la manera de disfrutar de cada uno es cosa suya – le dije. – Ves te dije que él que no se iba a espantar – le dijo Raquel.
Pues sinceridad por sinceridad – me dijo Sofia mientras su lengua humedecía sus labios. – Me encantaría volver a vértela ahora mismo mientras me doy un homenaje – me dijo ella. –¿Quieres vérmela? – le pregunte. Ella estaba tan cortada que ni siquiera hablo, tan solo asintió con la cabeza. – Esta bien – le dije, - Te la enseño para que la veas y te puedas hacer un dedo con dos condiciones – le respondí. – Esta bien tu dirás – me dijo. – Vale la primera es que si yo me quedo en pelotas delante tuya lo suyo es que tú también lo hagas – le pedí mientras esperaba su respuesta. – Es justo – resolvió ella. – ¿Y la segunda? – pregunto mi prima. – La segunda es – dije mientras dudaba si incluir a mi prima o no en la propuesta. – La segunda es que si me quieres ver la polla me lo digas, si quieres decir coño lo digas y lo que sea que quieras decir que lo digas, te veo cohibida y quiero que si vas a disfrutar el momento lo hagas plenamente, no quiero cortapisas – le dije exponiendo mi segunda petición. Sofia carraspeo y mirándome a los ojos me dijo – está bien acepto también, me parecen dos peticiones justas – me respondió.
Entonces creo que lo mejor es que te quites la camisa y vengas a sentarte al sofá conmigo – le dije mientras me levantaba e inclinándome bajaba mis gayumbos hasta mis tobillos. – Joder primo me hubiese encantado habértelos bajado yo – me dijo mi prima. – La próxima vez será prima – le dije. Mientras veía como mi polla empezaba a cimbrear. Mi prima me ponía cachondo y estar en bolas delante viéndola solo con una camisa de vestir y sabiendo que no llevaba nada debajo de ella no me ayudaba a disimular mi erección. - ¿Te pone cachondo tu prima? – me dijo Sofia mientras se había acercado a mí. – Si no fuese mi prima me la habría intentado follar hace ya mucho tiempo- le respondí. Sofia se quedó parada frente a mi congelada por mi sinceridad. – Ya te dije que no nos cortamos nada – le respondió Raquel acercándose a mí y subiéndome de nuevo los calzoncillos quedando mi glande a escasos centímetros de su cara. – Primo no me quites los pequeños placeres del dia – puntualizo mientras su dedo índice se paseaba por el elástico de mi gayumbo. – Prima que me puedo perder – le dije haciéndola consciente de que estaba llegando a mi limite.
Sofia a mi lado se acercó a mí y mientras mi prima la miraba de rodillas frente a mi llevaba ambas manos a mi cintura y comenzaba a bajarme los gayumbos de nuevo. Al llegar a la altura del nacimiento de mi tronco empezó a hacerlo más despacio, entendí que era porque quería que Sofia se encendiese lo máximo posible alargando el momento. Sofia no apartaba la mirada mientras veía lo cuidado que tenía mi vello púbico. Ella me miro y yo le devolví una sonrisa. – Ya veo que te cuidas – me dijo dándome a conocer que respetaba el pacto. – Si, me gusta que gusté– le respondí
Poco a poco fue descubriendo todo el tronco de mi polla, pero yo al bajar la mirada para cruzarla con mi prima y ver que tenía desabrochado tres botones de la camisa que dejaban al descubierto un hermoso canalillo rodeado por dos hermosos y redondos pechos de mi prima mi polla empezó a crecer y a ponerse dura deseando hundirse en aquel par de ubres que tenía mi prima. Mientras mi prima continuaba haciendo descender la tela de mis gayumbos vio como entre sus manos mi miembro crecía y empezaba a endurecerse levantando la tela en dirección a su cara. Mi prima al percatarse de cómo se endurecía mi miembro miro hacia mi mirada y al ver donde estaba clavaba la bajo y descubrió lo que estaba mirando. Por respuesta de su boca ni una solo palabra, pero su sonrisa me cautivo al ver que le agradaba a donde estaba mirando. Por fin la tela del elástico rozo de pasada mi glande y en ese momento mi polla se irguió dura y orgullosa hasta un ángulo de 45 grados yendo a quedarse a la altura de la boca de mi prima que al verse justo en frente de sus labios susurro – Joder que preciosidad que ganas de comérmela – mascullo entre dientes. Ni Sofia ni yo dijimos nada, aunque yo creo que a ambos nos pasaron varias ideas por la cabeza.
Por fin mis gayumbos tal y como ellas querían por segunda vez tocaron el suelo. Saqué mis pies fuera de los mismos y me senté en el sofá quedándome mirando a Sofiá que aun a mi lado permanecía de pie mientras Raquel de rodillas al lado de la mesita nos observaba a ambos. – Venga voy – dijo Sofia llevando su mano derecha a la camisa para empezar a desabrocharse los botones. – Espera un momento – le dije mientras observaba a Raquel que al girarme a mirar sobre ella me entendió perfectamente. Raquel se levantó y acercándose a Sofia se colocó a su espalda. – Espera déjame a mí – le dijo Raquel que a su espalda pasaba las manos por su cuello para ir deslizando poco a poco las mismas mientras la acariciaba y baja por el centro de la misma desabrochando uno a uno los botones de la misma.
Me pareció una eternidad lo que tardo al llegar abajo del todo, pero por fin su mano llego al último botón dejando cerca, muy cerca, pero sin apoyar ambas manos en frente de su pubis. Sofia la sentía allí parada, pero ninguna de las dos se movía y creo que en ese momento a Sofia le hubiese encantado que mi prima hubiese hecho cualquier movimiento, pero no fue así.
Y tirando con ambas manos hacia atrás dejo que sus antebrazos rozasen los pezones de Sofia mientras la desvestía delante de mí. – Joder que cachonda me ha puesto eso – le dijo Sofia que ahora girándose por encima de su hombro le dio un pico a Raquel y llevo la mano de esta a su pecho izquierdo con su mano derecha la deposito sobre este. Sofia suspiró y de nuevo clavo la mirada en mi miembro. Raquel acercando sus labios al oído de Sofia le dijo – Mira qué maravilla, esta noche no tendrás que imaginar nada solo mirar –. Sofia no apartaba la mirada y dijo – Desde luego menudo descubrimiento, es como un vaso de tubo – le susurro. – y esta noche esta dura para ti – le dijo mi prima. Ahora girando delante de ella se colocó de rodillas y dirigió sus manos a su cadera igual que había hecho conmigo. Sofia por un momento llevo su mano izquierda al elástico de su tanga para detener a mi prima. – Crees que él no me lo va a pedir – le dijo Raquel mientras le respondió levantando su cabeza y mirando hacia ella. – Ya te he dicho que conozco muy bien a mi primo – le dijo ella mientras giraba su cara hacia mí. – ¿No es así primo? – me pregunto. – Desde luego – le respondí. – Me encanta ver como al igual que me has desnudado a mi – le dije mirándola a los ojos – ahora te desnuda a ti – le dije ahora mirando a Sofia. Está, retiro la mano y dejo a Raquel hacer. Yo observe desde el sofá apoyado en el reposa brazos como sucedía la escena.
Por fin las manos de Raquel descendieron arrastrando con ella el tanga y acariciando con ambos pulgares las piernas de Sofia llegaron al suelo. Ahora Raquel se incorporó de nuevo y poniéndose de nuevo a la espalda de Sofia la invito a sentarse en el sofá mirando de frente a mí. Sofia tenía las piernas juntas y Raquel poniendo las manos en sus rodillas la invito a separarlas dejándome ver por primera vez a Sofia desnuda por completo.
Observé su cuerpo y me perdí en una piel blanca con unos pechos preciosos coronados por unos pezones rosados preciosos. Su pubis estaba perfectamente depilado sin señal del más mínimo pelo dando comienzo a unas preciosas piernas largas torneadas. – Eres preciosa – le dije. – Lo que es precioso es lo que tienes entre las piernas tu – me respondió ella y la personalidad que tienes que es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí. me dijo ella. – Tu dirás que quieres hacer ahora – le dije ya que no entendía nada como se daban placer ellas.
- Tu sigue enseñándome esa maravilla – me respondió ella. Mientras Raquel se sentó muy felina en la mesita que había delante del sofá y nos observaba a ambos. – Que preciosidad de polla tienes – me dijo Sofia mientras su mano derecha descendía hasta su entre pierna. – Y no sabes el hambre de coño que tiene ahora mismo – le respondí yo. – No digas nada primo – me dijo Raquel que en ese momento para llamar mi atención puso su mano en mi abdomen mientras su mirada estaba clavada en Sofia. En ese momento una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo y a punto estuvo de provocar mi orgasmo. Mi prima sin darse cuenta había puesto la punta de sus dedos un centímetro por debajo de mi glande y solo aquel contacto de su mano mínimamente conmigo que había puesto al borde del fin. Ambas se dieron cuenta de donde estaba su mano y Raquel suavemente la retiro. A partir de entonces entendí por dónde iba aquello.
Sofia mirando a mi prima le dijo – ¿Te ha gustado tocarle la polla a tu primo?, ¿Esta dura? – en ese momento Raquel me guiño un ojo y girándose hacia Sofia le respondió – Si está muy muy dura y además me he dado cuenta de lo grande que es- le dijo suspirando mientras veía como la mano de Sofia se empezaba a mover sobre sus labios vaginales. – Se que es mi primo, pero no sabes cómo me he puesto cuando el lunes llego a recepción y al llevármelo a mi despacho mientras caminábamos por el pasillo sentí como se apoyaba mi teta izquierda en su antebrazo, tía le habría dicho encantada que hubiese metido la mano por debajo de la camisa y me hubiese tocado el pezón, no sabes lo que me hubiese gustado sentir su mano agarrando mis tetas. – Si os estaba viendo pasear por el hotel desde las cámaras de seguridad de mi despacho– gimió Sofia – He visto cómo te lo llevabas a tu despacho- finalizo la interrupción esta . – Tía no sabes lo duro que lo tenía – y por un momento mi prima paro su relato para cambiar su cruce de piernas.
Mi prima se meció suavemente adelante y atrás. – Tía y cuando hemos entrado en el despacho yo creo que por las prisas o yo que sé él ha entrado muy deprisa detrás de mí y al pararme yo porque me han llamado por teléfono, él ha apoyado todo su cuerpo contra mí, chocándose, como por casualidad, y tía he sentido como todo el largo de su enorme rabo se apoyaba en mi culo – dijo ella continuando el relato mientras veía como Sofia sentía un latigazo de placer por todo su cuerpo. – T ía y no solo eso que he sentido que esa polla que tiene mi primo super dura no solo se ha apoyado en la raja de mi culo, tía que he sentido como la punta de su rabo llegaba hasta mis riñones. Tía que pedazo de polla se gasta mi primo – Dijo mi prima mientras suspiraba y ahora cerraba los ojos. – Tía te juro que si no es mi primo allí mismo me clavo de rodillas le arranco los pantalones, me hago una foto con esta enorme tranca en mi boca y te la mando antes de empezar a comérsela hasta que sienta como se corre en mi boca. Tía no sé el tiempo que voy a aguantar sin follármelo – le relataba Raquel mientras Sofia no paraba de masturbarse. Hasta ese momento en el que se corrió delante de los dos dejando la cabeza apoyada en el respaldo del sofá.
Por un segundo Raquel al darse cuenta de que Sofia estaba disfrutando de su orgasmo se mantuvo en silencio. Sofia al girar de nuevo su preciosa cara resplandeciente hacia nosotros sonrió y mirando hacia mí me dijo – Supongo que pensaras que somo unas raras de narices – mientras se incorporaba en el sofá y sentándose en el sofá apoyaba los pies en el suelo. – Pues la verdad es que me ha encantado – le dije sorprendido. – Nunca se me habría pasado por la cabeza algo así – le dije. Mi prima me miro y me dijo – Pero si ni siquiera te has tocado – me dijo sorprendida. – Prima te aseguro que si me toco lo más mínimo ahora mismo eyaculo sin remedio y quiero disfrutar más – confesé avergonzado. – ¿Tanto te ha excitado? – me pregunto Sofia. – Si la verdad es que si joder es buenísimo lo que hacéis – le respondí. – No es solo hacerse una paja es saber lo que le gusta a la otra e ir llevando la historia hacia lo que la excita y le gusta – les dije emocionado. – La verdad es que es supermorboso lo que tenéis – le dije.
- Pues que sepas que me encanta que te encante – me dijo Sofia. – Que me encanta se queda corto – le confesé mientras veía como mi polla dura, durísima se apoyaba sobre la boca de mi estomago dura como había estado pocas veces. – Pues si quieres continuamos – me dijo Raquel. – Sofia es multi orgásmica como yo y por lo menos nos podemos correr tres o cuatro veces para empezar –.
- Luego en el despacho tía no sabes lo que ha pasado – dijo Raquel retomando la conversación. – Cuéntamelo – le pidió Sofia mientras de nuevo recuperaba su posición y de frente a mi hundía dos dedos dentro de su vagina. – Pues tía que al sentarme en la mesa él se ha quedado de pie y tía se ha acercado a mi rodeando la mesa y al llegar a mí se ha apoyado en la mesa quedando de frente a mí, y entonces el cabrón me ha dicho que estaba super guapa y tía me ha dicho que ha notado que mis tetas en el sujetador estaban super redondas y que se notaban aun super duras. Y tía no sabes lo que ha hecho entonces. Raquel se quedó callada mientras de nuevo empezaba a correrse.
Joooooooooooooooooooooder te ha arrancado la camisa – dijo Sofá mientras retorciéndose se dejaba llevar por el nuevo orgasmo que estaba teniendo. – Si tía me ha abierto la camisa porque me ha dicho que necesitaba ver mis tetas, tía me ha dicho que necesitaba comérmelas que necesitaba verlas para hundir su polla entre ellas.
– Joooooooooooooooooooooder como estas poniendo – dijo Sofia que de nuevo se estaba corriendo. – Si tía así estaba yo de mojada como tú ahora mismo – Dijo Raquel mientras pasaba su mano por la entrepierna de Sofia y le enseñaba a esta como saboreaba sus juguitos . Sofia la miraba fuera de sí y volvió a encadenar un nuevo orgasmo quedando desmadejada sobre el sofá .
Lo que paso ahora a continuación me mostro lo caliente que era mi prima que no dejándole tregua a Sofia se acercó a su oído y susurrándole continuo el relato inventado. – Tía se ha clavado de rodillas entre mis piernas – En ese momento vi como la mano de Sofia de nuevo volvía a darle caña a su coño . Y mientras me chupaba y me mordía las tetas y me las tocaba y estrujaba con una mano, tía he sentido como se desabrochaba la bragueta y tía no sabes lo que ha pasado – le dijo Raquel a la que yo ahora le veía su precioso culo al estar de rodillas al lado de Sofia.
– Joooooooooooooooooooooder te ha reventado con esa enorme polla que tiene – le dijo Sofia mientras en un nuevo alarido contenido se volvía a correr. Raquel me miro de reojo y me sonrió con lascivia mientras su mano volvía a tocar muy suavemente ahora mis huevos y ascendía por la parte baja del tronco de mi polla hasta la mitad de él retirando su mano para volver a subir un par de veces mientras hacía tiempo esperando que Sofia se recuperase de su nuevo orgasmo . – Si tía me ha hecho sentarme en la mesa abierta de piernas y me ha dicho, te voy a follar, puta, que estas para reventarte.
- Coñoooooooooooooooooooooo – en ese momento la mirada de mi prima su fue hacia abajo y note como por un segundo se quedaba quieta y apretaba con las manos el cojín sobre el que estaba sentada Sofia. Por un segundo Sofia se quedó mirándola y devolviéndome la mirada a mí se giró hacia ella sin dejar de masturbarse y él dijo – Raquelita te acabas de correr sin tocarte – le pregunto . – Como ni te imaginas – le respondió esta después de unos segundos que tardo en recuperar el resuello . – Déjame probar el caldito de prima recién follada por su primo – dijo Sofia llevando su mano al coño de mi prima para recoger los restos de flujo de mi prima y probarlos como ella había hecho antes.
- Joder contigo y con tu polla – dijo Raquel clavando su mirada en la mía.
Un segundo más y mi prima continuó con el relato . – Pues si tía se ha colado entre mis piernas arrancándome el tanga y ha enfilado su polla contra mi coño y me la ha clavado por completo mientras me arrancaba el sujetador. Tía me ha follado a toda hostia clavándome su polla en lo más hondo de mi coño y luego al rato de estarme follando me ha hecho darme la vuelta y apoyando los pies en el suelo me ha hecho apoyar las manos en la mesa. – Te quería reventar tu culo por puta – le pregunto Sofia . – Tía pues he pensado que, sí, que me iba a reventar el culo, pero por suerte tía me ha dicho que ya me lo preparara otro dia con más tiempo y que me lo va a follar hasta que su polla me salga por la boca. Pero no tía se ha vuelto a clavar en mi coño y yo le he dicho que por favor que no se corra dentro. Y Tía él me ha dicho que me lo iba a reventar por completo para que luego fuese a tu despacho a que tú te bebieses un buen vaso de leche suyo que buena falta te hacía, que tenías una cara de necesitar polla como yo, que seguro que eras igual de puta que yo y que estabas tan necesitada de polla como yo, que a estas alturas mientras me follaba no sabes lo abierto que tenía el coño tía que había empezado violándome pero que ahora su polla me hacía correrme como una zorra mientras me dejaba más abierta que el arco del triunfo y que su corrida la iba a dejar en mi coño y que tú lo ibas a disfrutar bebiendo de mi coño su corrí … - Raquel no puedo terminar de hablar porque en ese momento .
– Joooooooooooooooooooooder que razón tiene el hijo puta – dijo Sofia que en ese momento reventaba como una fuente y me regaba tanto a mi como a Raquel con todos sus flujos que salían a presión de su coño . – Cabrón mi coño es tuyo y mi boca esta deseosa de beberse toda la lefa que seas capaz de darme – gruño Sofia mientras se corría y se quedaba abierta de piernas sobre el sofá clavando su mirada en la mía.
Yo en ese momento no se si estaba o no en el guion o estaba permitido o no, pero me incorpore en el sofá sobre mis rodillas y colocándome entre las piernas de Sofia no fueron necesarias más de cuatro sacudidas para regar a Sofia con mi corrida. Aquello se me había ido completamente de las manos aparte de la excitación que tenía aquellas dos mujeres me habían puesto cachondo como nunca jamás había estado en mi vida. Cuando termine de correrme me quede petrificado. Pensé que acababa de cometer el mayor error de mi vida allí cada uno se hacía lo suyo y el otro era el que hacía que llegase tan solo hablándole, contándole una historia, pero sin contacto entre ellas y yo acababa de soltar siete chorros de semen sobre la cara, las tetas y el abdomen de Sofia.
Pensé “tierra trágame” pero que me quiten lo “bailao”
Esta al ver su cuerpo con los restos de su corrida y la mía clavo aún más su mirada en la mía. – Tu primo me ha traído directamente la corrida a mis tetas – dijo mientras su mano volvía a su entrepierna y volvía a castigar su clítoris. – Si, te la ha traído para que la pruebas directamente de tus tetas – le susurro mi prima al oído mientras yo aun clavado en el sofá de rodillas entre las piernas de Sofia la observaba como se daba caña así misma. Solté mi polla y noté mi glande como se apoyaba en sus nudillos que hacían mecer mi polla mientras sentía a través de la misma como sus dedos castigaban su clítoris. – Mira como su polla babea encima de tu mano – le volvió a decir Raquel al oído. – Te he dejado bien pringadita pareces una golfa de la calle – le volvió a susurrar Raquel – mientras llevaba de nuevo su mano mi glande y recogiendo una nueva muestra de los fluidos que salían de mi polla los llevaba a la boca de Sofia – Mira prueba la leche de mi primo – le dijo Raquel colocando su dedo índice en sus labios. La lengua de Sofia saboreo el dedo índice de Raquel y esta se volvió a correr diciendo – Ya, ya, ya está, ya no puedo correrme más – mientras hacía pinza con las piernas e intentaba cerrar las piernas atenazando sus manos en medio. – Así, así disfruta mi niña – le dijo Raquel mientras le acariciaba la cabeza y pasando los dedos por su pelo la peinaba y le apartaba el pelo que le caía en la cara.
- Lo siento ha sido demasiado para mí – le dije mientras hacía ademan de levantarme e ir a por algo para que se limpiase. – Quieto ahí primo – me dijo Raquel mientras Sofia ahora permanecía completamente tirada en el sofá sintiéndome entre sus piernas y Raquel desaparecía de la habitación para volver con una toalla. Sofia tardo algo más de un par de minutos en volver por completo en sí. Al verse llena de mi corrida y de la suya me miro – Han sido los mejores orgasmos que he tenido en mucho tiempo, no te preocupes por haberte dejado llevar – me dijo. – No es lo que hacemos nunca, pero me ha encantado – me dijo mientras cogía la toalla y se limpiaba la cara. – No tienes nada en la cara – le dije. – Una lástima – susurro ella. – He imaginado que “blanqueabas” mi cara por completo – me dijo mientras desnuda como estaba se levantaba e iba al baño desapareciendo del salón. – Pensé que la había cagado – le dije a mi prima. – Me he cegado y no he pensado en nada – le dije. mientras mi prima se sentaba a mi lado. – Nos ha pasado a todos primo – me dijo ella. – ¿Cuántas veces en la vida yo te he tocado la polla? – me pregunto ella de manera retorica. – Y ya ves, hoy dos o tres veces así que no le des más vueltas – me dijo mientras levantándose me daba la mano y me acompañaba al otro baño.
– Que follada te daba primo – me dijo justo antes de cerrar la puerta para que me pudiese dar una ducha. De nuevo abriendo la puerta me dijo – Creo que esta noche Sofia de las piernas de Sofia no te escapas, esa esta noche te folla – mientras clavaba su mirada en mi polla volviendo a cerrar la puerta.
Me metí en la ducha y me quité los restos tanto de ella como míos que en plena acción también habían ido a parar a mi cuerpo. Cuando termine me seque y con la toalla anudada a mi cintura volví al salón.
Al aparecer en el salón no sabia como me iba a recibir Sofia que al verme aparecer en el salón se levantó del sofá y vino corriendo hacia mí. – Niño eres un regalo del cielo – me dijo mientras me abrazaba. – Casi no puedo ni andar – me decía. – Pero ha sido una delicia – dijo mientras me miraba y me recorría con la mirada. Ella estaba desnuda como antes y viendo que yo aun estaba con la toalla puesta de un tirón me la quito. – Venga todos en igualdad de condiciones – me dijo mientras el torso de su mano acariciaba mi polla que de nuevo se volvía a poner morcillona.
Me cogió de la mano y me llevo al sofá donde me percate que mi prima estaba ya desnuda esperándome en la misma posición que antes había estado Sofia. – Hola primito – me dijo mientras nerviosa se mordía la una del dedo pulgar. – Espero que a mí me blanquees también como a ella o no? – me dijo con un tono socarrón que no sabia que me lo decía irónicamente o realmente deseaba que me corriese sobre su cuerpo de diosa.
De verdad que no os podéis imaginar como esta mi prima, pero joder, es que todo su cuerpo era perfecto. Mientras lo recorría con mi mirada no encontraba ni un solo poro de su piel que albergase alguna imperfección. – Prima eres perfecta – le dije mientras me acomodaba en el sofá justo en frente de ella.
Deje mi pie resbalar por el cojín de sofá para acomodarme y casi sin darme cuenta el dedo gordo de mi pie derecho fue a impactar con su vagina penetrándola toda la falange. Mi prima inspiro mientras su voz se quebraba diciendo – Joooooooooooooooooooooder – y su pecho se hinchaba por completo lleno de aire. Mi prima tembló por completo todo su cuerpo y sentí como se corría solo con la penetración accidental de mi dedo gordo. Inclinando la cabeza clavo su mirada en la mía y mientras Sofia nos miraba con la cara desencajada y espatarrada en el suelo se hacia un nuevo dedo le dijo a mi prima – ¿Disfrutas follándote el dedo gordo del pie de tu primo? – yo estoy que me voy a correr de nuevo solo de veros – gimió Sofia mientras un nuevo orgasmo la hacia apoyarse de nuevo sobre la mesa de te y la veíamos vencida. – Joder teníamos que haberlo invitado hace años – gimió Sofia que agotada se incorporaba para ponerse al lado de Raquel.
- Nena, ¿lo has visto? – le susurro Sofia mientras clavaba su mirada en la mía. – ¿Has visto cómo te mira tú primo? – le dijo Sofia mientras quedándose a su lado la punta de su lengua recorría la oreja de mi prima. –Esta mañana mientras estabais los dos en recepción mirando la reserva de grupo *** le he pillado mirándote el culo cuando te has girado a coger el archivador de reservas, yo creo que se imaginaba a si mismo subiendo tu falda, bajando tu tanga y clavándote su polla hasta el fondo, para empezar a bombearte sin parar y hacerte disfrutar de una buena follada como no lo has hecho en tu vida. Nena lo he visto como se le pierde la mirada en tu escote, yo creo que ….
– Joooooooooooooooooooooder – en ese momento mi prima tenia el segundo de sus orgasmos y clavaba su mirada en la mía.
– Crees que si no me entrego a él me violara – le pregunto Raquel asustada. – No nena, - le dijo ella mientras acariciaba con el dorso de su mano el mentón de ella. – No creo que vaya a violarte por la sencilla razón de que veo en tu rostro las ganas que tienes de entregarte a él, aunque si lo sigues calentando así creo que te la va a incrustar donde pille sin decirte nada ya sea tu boca o tu coñito. Nena yo lo veo como te mira y veo su mirada encendida. Nena veo su deseo por poseerte y hacerte suya y se tu miedo por que sois familia, pero te digo que no debes preocuparte porque el suyo es un deseo animal y él te va a follar como la perra que eres en el momento en el que te entregues creo que los dos lo vais a disfrutar.
– Joooooooooooooooooooooder – dijo ella que ahora elevando su cadera dejaba a mi vista su vagina. – Primo cómetelo – gruño mientras se retorcía. Dios que ganas de que hundas tu rabo dentro de mi – dijo mientras su cadera bajaba de nuevo al cojín.
– Nena yo te digo que te la va a clavar, eso seguro, que alguna mañana de estas que estéis revisando habitaciones de entrada en cualquiera de esas habitaciones con todas las camas que hay te va coger en volandas y te va a hacer montarte en su polla que cuando lo veo empalmado el pantalón que lleva no contiene el cacharro que tiene entre las piernas. Y dime una cosa nena se que es tu primo, pero no me digas que no deseas que te folle. Dímelo nena quiero saberlo – le dijo Sofia mientras pasaba sus dedos por los pezones de mi prima.
– Joooooooooooooooooooooder – dijo ella de nuevo corriéndose y punteando su culo haciendo amago de follárselo.
Raquel se volvió hacia ella y mirándola mientras empezaba a follarse con dos dedos – No me digas que tu no quieres follártelo – le dijo ella antes de darle un lamentón al pezón de Sofia.
- Nena tengo que confesarte algo, - le dijo ella mientras rozaba los labios de Raquel con su pulgar- - Dime lo que quieras – le respondió Raquel. Como estaba preocupada por ti ayer mientras tu estabas reunido con *, llame a tu primo a mi despacho, le dije que estábamos muy contentas las dos con el trabajo que estaba haciendo pero que había algo que debía cambiar y eso eran las miradas penetrantes y llenas de deseo lascivo que te lanzaba. Nena le dije que no te podía seguir mirando así porque antes o después te acabarías dando cuenta. Nena él entonces se levantó, estábamos sentados en la mesa de reuniones de mi despacho, se acerco a mi y me hizo girar en mi silla. Nena no sabia lo que iba a pasar.*
– Joooooooooooooooooooooder – dijo mi prima de nuevo quedándose en posición fetal en el sofá de espalda a Sofia. Mientras veía como su mano no paraba de moverse entre sus piernas y un hilo de flujo aparecía entre sus piernas y recorriendo la parte baja de su culo descendía.
- Dime tía que paso – le pregunto Raquel mientras se giraba y le daba un dulce pico en los labios. – Espero que mi primo no hiciese nada que te incomodase – le pregunto preocupada Raquel.
-Nena tu primo en ese momento se acerco a mi y su cadera quedo a la altura de mi hombro, nena abrió mi camisa de un tirón y saco mis tetas por encima del sujetador. Nena te juro que iba a protestar, a despedirlo, a llamar a la policía, ¡¡¡pero en ese momento se sacó la polla de los pantalones y Oooh Dios Nena!!! Ver esa enorme polla – me dijo mientras señalaba mi polla en todo su esplendor y ambas la miraban. Nena me la deposito en la boca, nena entre mis labios y no pude evitar empezar a chupársela. Ooooh nena metía todo lo que podía de su hombría en mi boca mientras me magreaba las tetas y notaba sus dedos acariciar mis pezones. Oh nena que vergüenza al principio nena – dijo ella mientras se tapaba la cara y hacia como que se avergonzaba. – Pero nena al sentirla dura en mi boca palpitando mientras se llenaba de saliva me empezó a excitar nena. Me empecé a calentar nena, como ni te imaginas nena. Me empecé a tocar entre mis piernas nena y el al darse cuenta nena me hizo ponerme de pie. Metió su mano dentro de mi pantalón y me apretó el coño nena. En ese momento no se como lo hizo nena, pero me corrí como una zoraaaaaaaaaaaaaaaaa.
– Joooooooooooooooooooooder se mezclaron en el salón de mi prima la voz de las dos.
Y en ese momento las dos que se estaban masturbando cada una de ellas así misma se corrieron las dos en el orgasmo mejor sincronizado que he visto en mi vida. Las dos se quedaron derrotadas por algo mas de un par de minutos mientras se miraban sonrientes.
De nuevo Sofia se incorporo mientras llevaba la mano Raquel de nuevo a su vagina. Nena dijo ella retomando la historia – Abrió mi pantalón y lo dejo caer hasta mis rodillas. Nena ni siquiera me dejo disfrutar de mi orgasmo, me aparto las bragas. Nena me ensarto su polla no sé cuánto me metió, pero me sentí llena como no me he sentido en mi vida. Nena me dijo mientras me la sacaba que como no quería que te hiciese daño a ti porque te quiere y eres su prima nena me dijo que se iba a desahogar conmigo y nena en ese momento empezó a metérmela sin parar y me dijo que mientras esté trabajando con nosotras me vendrá a buscar todos los días. Nena no paraba de metérmela y yo, aunque me dejaba porque no quería que te hiciese daño nena tengo que reconocer que lo disfrute. Nena empecé a encadenar un orgasmo con otro y nena el no paraba estaba detrás de mi bombeándome sin parar mientras lo sentía clavarse dentro de mí. Nena me decía lo puta que era por disfrutar de que no te follase a ti por montarme a mi y la verdad es que me sentía culpable, pero nena lo disfrute mientras lo sentía derramarse dentro de mí. Nena la polla de tu primo es una delicia como un martillo pilón. Nena como me dijiste que te habían contado tus amigas no se cansa nunca aguanta la corrida todo lo que quiere y tiene una polla entre las piernas que es un placer. Nena que manera de, de , de follaaaaaaaaaaaaaaaar. Gruño de nuevo ella mientras se corría y se lanzaba a comerse la boca de mi prima que mientras ella le comía la boca se corría con ella –
Joooooooooooooooooooooder – decía mientras con los ojos cerrados disfrutaba del beso de ella.
Por un rato las dos se quedaron abrazadas.
Yo las observaba a las dos la verdad es que lo que se habían montado era muy morboso por que dependía de la imaginación de cada una y la ponía a su disposición para su desahogo sexual. Una vez se recompusieron de sus orgasmos ambas se fueron a duchar y yo me quede en el salón sin saber si vestirme o no. Al poco rato Sofia volvió al salón y se sentó a mi lado. Se me quedo mirando y me dijo – ¿no te habrá molestado mi cuento no? -. Yo negué con la cabeza. – Me han encantado los dos cuentos – le dije. – La verdad es que nunca habría imaginado algo así – le dije. – Creo que dentro de todo lo que he hecho yo estoy acostumbrado a algo más convencional – le dije. Ella me miro y me sonrió. – Tu prima tiene razón – me dijo mientras dándome un beso en la mejilla se levantaba. Se fue a duchar por segunda vez y yo me quede en el salón esperando a mi prima.
A los diez minutos mi prima volvió al salón y se sentó conmigo. – Que lastima que seas mi primo – me dijo mientras agarraba mi polla y de nuevo entre sus manos crecía. – Prima no la despiertes que si no va a hacer nada no quiero irme con un calentón – le dije mientras ella apartaba la mano de mi polla. – Si te lo pido ¿me follarías? – me dijo mientras doblando las piernas las subía al sofá. - ¿Lo dudas? – le susurre. – Ya sé que no sería la primera prima a la que se la arrimas – me respondió como siempre dejándome con la duda de si me lo decía en serio o de broma. – Me cuesta que si no – me dijo mientras se levantaba y empezaba a vestirse. Yo la seguí y empecé a ponerme la ropa también. Sofia cuando apareció en el salón y nos vio a los dos vestidos siguió la dinámica de grupo e hizo lo propio dándose cuenta de que eran cerca de las dos de la mañana y aunque yo libraba y ellas supuestamente también nada las libraba de pasarse mañana por el hotel.
- Parece que ha llegado la hora de irse a dormir – dijo Raquel mientras veía como los pechos de Sofia desaparecían dentro del sujetador. A mí me parecía mentira poder irme solo con un polvo, bueno una paja estando con dos maravillosas mujeres, aunque una de ellas fuese mi prima, pero parecía que era lo que iba a ocurrir.
Nos encaminamos a la puerta de la entrada. – Primo me ha encantado compartir la velada contigo – me dijo mientras posicionándose en el dintel de la puerta nos acompañaba en la despedida de su casa. – Para mí como siempre – le dije mientras la abrazaba. Sofia salió detrás de mí y dándole un beso en la mejilla le susurro algo a Raquel y esta asintió con la cabeza mientras sonreía. Nos despedimos y llamamos al ascensor. La puerta se cerro mientras el ascensor hacia su aparición. La puerta se abrió y ambos entramos. Dejé pasar a Sofia delante de mí y cerré la puerta tras entrar en el ascensor. Por un momento mientras bajábamos desde el decimo piso al segundo que era donde vivía Sofia esta no lo dudo un segundo se lanzo a comerme la boca y su mano busco mi bragueta. – Quieres venirte a casa a follarme – me pregunto. Tu prima me ha dicho su permiso – me susurro mientras poniéndose de rodillas se disponía a mamármela. Saco mi polla del pantalón y empezó a devorar mi polla con glotonería. Se la notaba con ganas y desde luego yo no iba a negarme.
La puerta del ascensor se abrió y en un santiamén entramos en la casa de Sofia. Me llevo al salón y dejándome sentado en el sofá me pidió un momento. Se fue por el pasillo y volvió al momento con una caja de condones. La puso en la mesa y quitándose los pantalones se subió a horcajadas sobre mí. Mientras nos enrollábamos su mano no paraba de sobarme toda la polla y la mía en su vagina la follaba para ponerla a tono. – Dios no puedo creer que hayas conseguido saciarme – me dijo mientras se incorporaba hacia atrás. Joder tengo el coño dolorido – me dijo. – No voy a poder hacerlo contigo – me dijo dejándome hecho polvo.
Yo por un momento me quede mirándola, ella se sentía estúpida después de habérselo dicho a mi prima y todo y ahora se sentía incapaz de consumar a pesar de haberse quedado al descubierto con un trabajador del hotel. Le dije que no pasaba nada, que no se preocupase que la noche había sido fantástica y que no pasaba nada por no terminarla con sexo. – De verdad no pasa nada – le dije despidiéndome de ella en la puerta de su casa. – No sabes lo estúpida que me siento – me dijo al borde del llanto. – Que hayas disfrutado hasta tal punto que te hayas quedado completamente saciada es el mayor halago que pueda recibir – le dije mientras me despedía y me subía en el ascensor.
Bajé hasta la planta baja y salí a la calle en busca de un taxi. Cuando estaba caminando y me había alejado unos treinta metros del portal de mi prima mi móvil sonó. Me pregunté quien cojones me llamaba un martes a las tres y media de la mañana y me di cuenta de que era mi prima. – Dime guapa – le respondí. – O has echado el polvo más rápido de la historia o ha pasado algo malo – me dijo mi prima debatiéndose entre reírse o preocuparse. Le conté lo que había pasado y le dije que me iba a casa a hacerme una paja y a hartarme de llorar. – Si es que estas hecho un toro primo – le respondió muerta de risa. – Anda caya – le dije mientras no podía yo también parar de reírme. Por un momento se hizo el silencio. Yo no quería colgar y ella tampoco, pero parecía que no había nada que decirnos. – ¿Quieres subir a casa? – me pregunto. – Por supuesto que si -le respondí. – Pues venga date la vuelta que aquí te espero – me dijo justo antes de colgar.
– ¿? –