Mi prima Paula. (Parte 2)

Ésta es la historia de cómo me tuve que ir a vivir con mis tíos y mi prima a Madrid, y de cómo desde el primer momento empecé a desear algo que, se suponía, no podía tener...

...

Yo respiraba agitadamente, no sabía si se me habría escapado algún gemido que alguien hubiese podido oir. Miré el tanga en mis manos y me arrepentí al instante. Estaba lleno de corrida. No sabía que hacer ahora con él. Así que decidí que lo mejor sería llevármelo a mi habitación y esconderlo por el momento en el fondo de mi armario.

Abrí sigilosamente la puerta del baño, y al dar el primer paso por el pasillo, alcancé a escuchar el sonido de una puerta cerrándose. Era la puerta de mi prima. ¿Qué significaba aquello? ¿Que me había escuchado masturbarme? ¿O que simplemente se había levantado de la cama para cerrarla?

No tenía forma de saberlo. Así que entré en mi habitación, cerré bien la puerta, y guardé en tanga, que aún seguía en mi mano, en lo más profundo del armario.

Me metí en la cama y traté de dormir, nervioso por no saber qué es lo que había escuchado mi prima. ¿Se lo diría a mis tíos? ¿Se daría cuenta de que faltaba el tanga?


(parte 2)

El día me sorprendió ya despierto. Me costó bastante dormir y me desperté a ratos. No podía dejar de pensar en mi prima y en lo que pasaría si me había escuchado y decidía contarlo, cosa que empeoraría si descubría que le faltaba el tanga que debería estar en el cesto de la ropa sucia.

Conecté mi ipod y esperé hasta las 8 para salir de la habitación. No había ni un alma despierto. Era sábado y supuse que aprovecharían para levantarse tarde. Me metí para el baño y abrí el grifo de la ducha para que se fuera calentando el agua. Me desnudé y admiré un poco mi figura enfrente del espejo. Cuando consideré que el auge estaba caliente me metí en la ducha y me empapé entero. Comencé a enjabonarme la cabeza y el cuerpo,y en esas estaba cuando alguien abrió la puerta del baño. Me tapé rápidamente la polla con la mano, muerto de vergüenza, ya que en vez de cortina había una mampara completamente transparente.

Entró Paula y cuando estaba cerrando la puerta se dio cuenta de que no estaba sola. Estaba preciosa, con el pelo revuelto y un pijama diminuto que consistía en unos shorts (casi braguitas) y una camiseta corta que dejaba al aire el piercing de su ombligo. Inconscientemente comencé a empalmarme.

-¡Alex! Perdóname, pensé que estabas durmiendo. ¿Qué haces levantado tran temprano?

Yo no sabía dónde meterme. ¿Íbamos a mantener una conversación así?

  • Pues..pues…es que me desperté y no podía volver a conciliar el sueño.

Noté como Paula empezó a mirarme ya sin ningún tipo de pudor. Este escrutinio minucioso por su parte hizo que se me fuera poniendo más y más dura, hasta el punto de no ser casi capaz de tapármela con las manos.

-Vaya, parece que tu amiguito se despierta con ganas de fiesta jajaja

-Es que…esto…joder! lo siento Paula… Pero sal por fa, deja que acabe de ducharme y ya luego entras tú al baño.

Su mirada era pícara. Ya se había despertado por completo, y yo no entendía por qué aún seguía en el baño.

-Mm…¿de verdad quieres que me vaya?- dijo mientras ponía cara de niña buena y enganchaba su pulgar en el short, tirando un poco hacia abajo de él.

Mi polla estaba ya en todo su esplendor. Mis manos no la abarcaban, y por debajo asomaban mis huevos.

-Claro, ¿qué vas a hacer sino? ¿ver como me ducho? jajaja -dije entre risas nerviosas.

-Verás…-estaba pensativa-. Somos primos, ¿no? Aunque yo no te siento como tal. Para mi, si te soy sincera, eres solo un tío más. No te he visto en mi vida, y hasta ayer que llegaste a vivir aquí prácticamente no sabía ni que existías. Y…estás bastante bueno. Además…ayer por la noche me dejaste muy cachonda…

Casi se me baja el empalme al oír eso. Así que sí que me había escuchado masturbarme. Sin embargo mi polla se mantuvo dura gracias a que mientras Paula dijo todo esto comenzó a tirar hacia abajo de su short, hasta quitárselo y quedaren tanga y camiseta.

  • Lo siento, no quería..es que….joder soy tío, y vi tú tanga ahí y…

Esto pareció sorprenderla, pues me miró sin entender.

-¿Qué tanga?

Mierda….

-Pues el que echaste a lavar…lo tengo en mi habitación porque…bueno…porque me corrí un poco encima de él…

Se sentó en el water sin decir ni una palabra, me miró a los ojos y, din dejar de mirarme, se quitó la camiseta, dejando a la vista dos tetas perfectas, redondas y no demasiado grandes. Con unos pezones morenos ya duros de excitación. Luego, lentamente, se quitó el tanga, y sin ningún pudor se abrió de piernas, mostrándome un coño con una pinta deliciosa, depilado y con una linea de pelos finita justo encima de él.

Me tiró el tanga a la ducha y al cogerlo al aire destapé mi ya completamente empalmada polla.

-¿Quieres correrte en este también o prefieres correrte encima mío?

Yo no sabía que hacer, estaba ahí abierta para mi, pero…

-¿Y si nos escuchan los tíos?

-Duermen profundamente y con la puerta cerrada, y nunca se levantan antes de las 12…

Se puso en pie y se metió en la ducha. Lentamente fue acercando sus labios hasta que me besó. Poco a poco abrí los míos y su lengua entró ávida en mi boca, buscando la mía. Se encontraron y explotaron en una guerra de espirales y empujones sin fin, que ninguno quería ganar, pero a la que tampoco queríamos renunciar. Puse cada una de mis manos a cada lado de su cara. Le mordí el labio inferior y tiré suavemente de él, para luego volver a encontrar su lengua esperando a la mía, uniéndonos en un beso largo y profundo, más ansiado que el primero, mientras el agua de la ducha corría libremente por nuestros cuerpos.

Noté su mano agarrando mi polla. La apretó, como queriendo cerciorarse de su dureza. Empezó un lento movimiento de sube y baja, pajeándome suavemente sin dejar de besarme. Se apartó un poco de mi cara y me miró a los ojos.

-Eres mío.

Y se lanzó a morderme el cuello. Mordía y chupaba cada centímetro de piel y mientras su mano aceleró la paja, subiendo y bajando su manita por el duro tronco de mi polla. Poco a poco sus mordiscos abandonaron mi cuello y fueron bajando, pasaron por mis pezones y siguieron hacia abajo. Cuando se encontró de rodillas en la ducha con mi polla delante se paró, me miró de nuevo a los ojos y me dijo:

-Y ésta es solo mia.

Y se la tragó enterita. Se metió de n solo empujón los 18 cm hasta lo más profundo de su garganta, haciendo que todo mi cuerpo temblase y prácticamente perdiera el equilibrio. Me tenía a su merced. Empezó a sacarla y meterla a un ritmo bastante ráìdo, manteniendo sus labios pegados al tronco en todo momento. Me estaba volviendo loco. Pero había que enseñarle quien mandaba aquí…

Así que la agarré del pelo sin hacerle daño, y la obligué a mantener la cabeza inmóvil. Luego, con mi polla en su boca, empecé un lento mete saca. La sacaba y luego se la hundía entera en su boca. Empecé a acelerar y poco a poco empecé a follarme su boca. Ella puso sus manos en mi culo, clavándome las uñas, y en ningún momento trató de apartarse de mi polla. La engullía con ganas, sus ojos estaban fijos en los míos, como retándome a ver quién aguantaba más.

Por supuesto perdí yo. Al notar que estaba casi a punto de correrme la saqué de su boca para evitarlo. Esto acababa de empezar…

Le di un suave polaco en la boca y no pude evitar dedicarle una sonrisa. La levanté y ella buscó mi lengua con urgencia, estaba muy cachonda, se notaba.La giré bruscamente y la empujé contra la pared, obligándola a abrir un poco sus piernas. Ella, a sabiendas de lo que venía ahora, las abrió encantada e inclinó el cuerpo hacia adelante, gustosa de recibir lo que yo estaba a punto de darle.

Puse la punta de mi polla en la entrada de su coño, y  despacito le metí el glande…y lo volví a sacar. Empujé de nuevo, pero cuando noté mi grande entrar rápidamente di de nuevo hacia atrás. Repetí el proceso varias veces, ella empujaba con su culo hacia atrás cuando notaba que yo estaba a punto de entrar, tratando de conseguir que se la hundiera.

-Métemela ya cabrón…-me suplicó.

Y de un solo empujón se la hundí hasta el fondo.

-AAHH MMMMMMM….-gimió al sentirlo, todo lo bajito que pudo, a sabiendas de que sus padres estaban dormidos prácticamente en la habitación de al lado.

La saqué entera y la volví a hundir con fuerza, ganando ritmo poco a poco mientras mis manos se apoderaban de sus tetas y las apretaban con fuerza. Mi polla entraba y salía de ella mientras la ducha seguía acallando con su ruido cualquier sonido que pudiéramos estar haciendo. Solo se escuchaba por encima del agua cayendo un rápido chapoteo.

Mi prima vibrava con cada nueva embestida.

-Siii…mmmmmmm….no pares Alex, no pares diioos….

Y yo ni loco pensaba parar. Empecé a alternar rápidas folladas con un mete y saca lento, haciendo que ella notara mi glande abriendo camino centímetro a centímetro en su coño. La volví a sacar y la punteé un par de veces, para después volver a introducírsela de un solo golpe.

-AHHHHH……-gemía cada vez que notaba la embestida que se la hundía hasta el fondo.

Estaba disfrutando de lo lindo, y sabía que tenía que hacer para que se volviera loca. Mi mano derecha abandonó su pecho y bajó hasta encontrar su clítoris. Y mientras me la follaba empecé a masturbarla rápidamente,

-Dioos que rico….no pares por favor, no pares nunca….

Me acerqué a su oído y sin parar en nada le susurré.

-Pararé cuando me de la gana. Aquí Tú eres mía, y no al revés. Y que no se te olvide de ahora en adelante.

Y sin más noté su cuerpo contraerse, su coño apretar mi polla. Se iba a correr. Aceleré todo lo que pude mis embestidas y mi mano.

-Aleeeex, me corro. DIOOOS MMMMMMMMMMM sigue sigue SIGUEEE. Joder que riiico dios miiiio MMMMMMMMMMMMMMMMMM……….

Cuando noté que su cuerpo quedaba inmóvil, apoyado en la pared, paré de masturbarla y pasé a follarla muy lentamente, dejándola disfrutar de su orgasmo.

Poco a poco volvió en sí y se la sacó, se giró y mirándome a los ojos se puso de rodillas nuevamente delante mio. Cerró el agua de la ducha y con una mirada me mandó no hacer ningún ruido. De un solo movimiento, mi polla desapareció en el fondo de su garganta. Tuve que apoyarme en la pared para no caerme. me agarró la polla con las dos manos y, mientras me la chupaba empezó a masturbarme, haciendo que cada vez que entraba en su boca miles de sensaciones recorrieran todo mi cuerpo. No iba a aguantar mucho. Y ella lo sabía. Así que cuando notó mi orgasmo llegar se la sacó de la boca y empezó a masturbarme encima de su cara.

-MMMMMMMM…..-gemí calladamente yo.

Y un chorro tras otro de semen comenzó a manar de mi polla. El primer chorro le calló en el pelo, el segundo justo encima de un ojo. Los siguientes, ya con menos fuerza empezaron a caer dentro de su boca abierta. Me apretó los huevos, como queriendo sacar hasta la última gota de semen que quedara en ellos.

Cuando creyó que ya no quedaba más se levantó y se puso a mi altura. Menuda imagen con la cara llena de semen… Abrió su boca y me enseñó lo que tenía dentro, la cerró, y al volver a abrirla ya no había nada.Con un dedo recogió todos los restos de semen que encontró por su cara y se los fue metiendo en la boca hasta tragarse todos los resto de corrida que encontró.

--¿De verdad piensas que no eres mío? - me dijo con una sonrisa en los labios.


Muchas gracias por sus comentarios. Espero que la serie les esté gustando. No duden en comentar y puntuar cada relato!!

Intentaré que la próxima entrega sea lo antes posible.

Saludos.