Mi Prima mi Martirio Capítulo 9

Después de su desaparición Fer regresa con los abuelos. Mientras tanto Claudio profundiza su relación con Nora. La llegada de los abuelos tiene insospechadas consecuencias, pese a que su intervención es casi inocente

Capítulo 9: La intervención de mis abuelos y ….

Afortunadamente la acuciosa inspección del departamento por parte de Oma y el abuelo, fueron superadas tanto por mí como por Fer, pese a que yo fui el que iba detrás de ellos dando las explicaciones de cada caso que presentaba alguna anomalía. Luego Oma preparó la cena y mientras eso sucedía el abuelo me llamó a la sala diciéndome que tomara asiento frete a él, mientras Fer actuaba de pinche de cocina de Oma.

  • Abuelo: Toma asiento Claudio
  • Yo: Sí abuelo
  • Abuelo: ¿Qué le hiciste a tu prima que llegó llorando a su casa?
  • Yo: Nada, no sé por qué está enojada o triste…. La verdad es que nos llevamos bastante bien…
  • Abuelo: Pero algo sucedió, de otra forma no es normal que llegase así… llorosa
  • Yo: La verdad (mentía), no sé qué le pudo molestar…
  • Oma: ¿No sería que la desilusionaste por algo?... dijo al pasar a buscar algo al comedor.
  • Yo: Eso no lo sé Oma
  • Abuelo: No sé lo que pasa entre ustedes dos, pero deben solucionarlo, ya que no podemos venir cada vez que no se entiendan…
  • Yo: Por supuesto Abuelo, por mí no te preocupes… trataré de no provocarla

La conversación se extendió bastante más, fue casi un interrogatorio, pero mis respuestas finalmente lo calmaron y satisficieron, además Oma nos llamaba a sentarnos. La cena fue estupenda pues cocinó la Oma, pero así y todo, fue bastante silenciosa, toda vez que la locuaz Fer estaba muda, por lo que el soporte de la conversación recayó en mí y Oma, ya que el abuelo nunca fue muy dicharachero… en realidad diría que nunca dejó de ser serio, con la excepción de la celebración de los grandes triunfos de Fer, por lo que este día no es el caso.

Como todos los días me levanté en mi horario, con la diferencia para cuando llegué a la cocina, que Oma estaba preparando el desayuno para mí y Fer, cosa que me hizo feliz. A los pocos segundos llegó Fer que como siempre se veía bella con una sola diferencia, que hoy no se veía vestida para matar… diría que estaba vestida para “adorar”, pues se veía adorable… ¡sí! esa es la mejor forma de describir cómo se veía.

Oma se sentó con nosotros a desayunar, y conversamos de todo y nada, la verdad es que por fin la personalidad natural de Fer salió a relucir, por lo que entre las dos me entretuvieron, de suerte que yo solo alcanzaba a decir algunos monosílabos. El extraño comportamiento de Fer se había desvanecido, pero, así y todo, yo recelaba que todo estuviese bien. Al momento de salir rumbo a la Uni, Oma me entregó una colación para mí y Fer, diciéndome:

  • Para que no tengan fatiga durante el día, una para ti y otra para Fer.
  • Yo: Gracias Oma, pero Fer se va en su auto…
  • Oma: Tal como tú, que también te iras en su auto…
  • Yo: Pero Oma, tenemos horarios diferentes y…
  • Oma: Hoy te adaptarás a ella, te lo pido yo, es necesario que hablen…

Como adivinarán, me tuve que adaptar al horario de Fer, la que de costumbre salió al borde de la hora, por lo que me tenía desesperado, pero ella con su sonrisa angelical me arrojó las llaves de su coche y me dijo que condujera. Probablemente ella no se atrevía a hacerlo porque tuvimos que salir apresurados para no llegar tarde a clases.

  • Yo: ¡Fer!, ¿¡qué le dijiste a los abuelos!?
  • Fer: Nada…
  • Yo: ¡No puede haber sido nada!, pues tu madre llamó a la mía y llegaste con ellos.
  • Fer: Bueno… solo que no eras muy considerado conmigo, y no me decías si ibas o venías al departamento y yo me preocupaba….
  • Yo: Pero por qué te debo decir lo que haré, eso no es parte de los acuerdos…
  • Fer: Pero igual me preocupa tus idas y venidas, sin mencionar tu comportamiento con Coté y Nora….
  • Yo: No te tienes que meter en mi vida social.
  • Fer: ¿Solo social?. Vamos que te las follas
  • Yo: Tampoco te debes meter en mi vida sexual o lo que haga con ellas, además terminé con Coté….
  • Fer: Sí ella era bonita pero no era la mujer que necesitas…
  • Yo: Tal vez tengas razón, eso mismo me dijo Nora.
  • Fer: Ves yo tenía razón te acuestas con Nora…
  • Yo: ¿¡Y qué si lo hago!?
  • Fer: Eres un salido, que además después de estar con ellas me vienes a tocar las tetas… eso es lo que pasa…
  • Yo: Tú empezaste… con eso, además…
  • Fer: ¿Además?...
  • Yo: No sé qué más…

Ese día como los siguientes hicimos una rutina en que el tiempo en casa estaba dominado por los abuelos, los cuales no mostraban tener ninguna intención de volver a casa. En tanto en la universidad si bien me topaba con Nora y Coté, poco era lo que se podía hacer por ser periodo de pruebas y otras delirantes actividades académicas que requerían de mucho estudio

En esos días no pude darme ninguna descarga a mi ansiedad juvenil, o por decir lo menos, algún encuentro con Nora en que descargáramos nuestros deseos más básicos, por lo que no hice nada más allá de mí ya casi adquirida costumbre de una paja cada noche. Dentro de lo malo, lo bueno es que Fer no me provocaba en nada, pues estaba en las mismas que yo, pero para mí mal, el solo verla me excitaba, por lo que más de alguna paja en el secreto de mi cuarto me di a su salud.

Gracias a Dios, llegó el viernes el único día en que me podría dar el lujo de relajarme, pues los otros días los tenía ocupados, llámese sábado y domingo. Por lo que se me ocurrió invitar a Nora a “una noche loca” o simplemente distraernos. Salí en busca de ella y me encontré con uno de sus compañeros que me indicó que estaba con Fer en la biblioteca.

Llegué a la biblioteca, a simple vista nos las veía, por lo que pensé que podían estar en los estudios, por lo que comencé a mirarlos uno a unos, afortunadamente por ser viernes por la tarde los estudios ya estaban vacíos y solo dos estaban ocupados, por lo que miré los monitores de las cámaras de vigilancia que había en el mesón principal, donde la única bibliotecóloga de turno me indicó cual era la sala en donde estaba ellas. Me asomé al interior para hablar con ambas (no quería ser demasiado evidente) y las saludé:

  • Hola chicas, ¿cómo están?
  • Nora: Claudito, ¡aún deambulando por la universidad!
  • Yo: Sí, estoy esperando a la conductora de mi transporte.
  • Fer: ¡Oye no soy tu chofer!
  • Yo: Sí lo eres, pues Oma me obliga a venir contigo, jajaja
  • Fer: Me tienes que esperar un poco…
  • Yo: Bueno, dije entrando.

En definitiva, me senté a esperar y como si no quiere la cosa las observé con detenimiento mientras simulaba leer unos apuntes. Ellas estuvieron un buen rato hablando de sus temas hasta que quedaron satisfechas del avance… en eso me miraron... Tenía a dos ángeles del infierno mirándome expectantes, me hice como el que no me percataba del ser observado, por lo que Nora nos preguntó:

  • ¿Chicos harán algo esta noche?
  • Fer: Yo no, pues debo estudiar superconductores ¿y tú?
  • Nora: Qué lástima por ti Fer, yo no tengo mucho que estudiar… eso lo haré el sábado por la tarde ¿y tú Claudio?
  • Yo: La verdad es que tengo mucho que hacer… pero lo haré el sábado…
  • Nora: Podríamos ir por una tapas y copas, para relajarnos, jejeje
  • Yo: Buena idea ¿a qué hora paso por ti?
  • Fer: ¿¡Van a salir!?
  • Nora: Sí, aún puedes venir… dijo apostando a que la materia que decía Fer que tenía que estudiar era complicada para cualquiera, incluso para una tan inteligente como Fer.
  • Fer: Me gustaría, pero no puedo, la prueba es mañana sábado en la mañana.

La jugada de Nora había sido perfecta, Fer no podía evitar que saliéramos juntos… Mi primita quedó con la espina clavada, yo por mi parte no solo tenía intenciones de comerme unas tapas…

Nos despedimos a la salida de la biblioteca, pues Nora iba al paradero de buses en dirección a su casa y yo acompañaba a una silenciosa Fer hacia donde estaba el coche de ella, bastante alejado de donde estábamos, pues llegamos al justo por la mañana… Cuando Nora ya se alejaba de nosotros mi silente prima me pregunta

  • ¿Vas a follar con Nora?
  • Yo: No lo sé, pero me gustaría, ¡está preciosa!!
  • Fer: Es una zorra de cuidado, además es mayor que tú por dos años…
  • Yo: Cuando estemos jubilados, no se notará, jajaja… además tu aseguras que estoy liado con ella
  • Fer: ¡Y es cierto!, me acabas de responder…
  • Yo: ¿Celosa?
  • Fer: ¿¡Celosa yo!?
  • Yo: Me parece que sí, pero estoy “soltero”, puedo salir con quién quiera
  • Fer: ¿¡Y qué hay de mí!?
  • Yo: ¿Qué quieres de mí?
  • Fer: ……
  • Yo: Vamos, no te pongas así, que solo saldré con ella a relajarme, ha sido una semana dura, además que aún no somos novios, jajaja
  • Fer: Mejor vamos a casa…

Fer casi como de costumbre me tiró las llaves para que yo manejara, pero esta vez no siguió con sus expresivas conversaciones a la que me tenía acostumbrado, solo se puso el cinturón de seguridad y se fue mirando a la calle por la ventana… Asimismo, se sentó de tal forma que no me permitió apreciar sus bellas piernas, pese a que la faldita era corta, ya que puso su mochila encima de ellas… ¿¡me castigaba!?… realmente estaba enojada.

En casa saludó a los abuelos y no habló nada más, se puso a estudiar mientras yo me preparaba para una noche de relajo y de olvidar un poco los estudios y a ella. A eso de las 1900 horas Oma nos dio una cena que se agradecía pero no quería, pues mis planes eran otros. La cena fue acompañada de mi pérfida prima, la que sacó el tema de que yo saldría con Nora, cosa que a Oma no le agradó, pero al abuelo sí, sobre todo cuando le mostré la foto de mi bella amante.

Durante esa conversación si se puede llamar así, Fer amparada por la Oma, sacó a relucir decir “las múltiples falencias y/o defectos de Nora”, lo cual me causaba mucha gracia, ya que veía aflorar los celos de Fer, aun cuando me cuidé de no mostrar una mala cara para no darle la satisfacción de ser descubierto por la maquiavélica mente de mi prima. Creo que durante el rato que estuve escuchando a mi primita, me quedó claro que Nora no tenía nada bueno, lo que sencillamente revelaba que era otra arpía muy parecida a ella… Resumiendo en otras palabras, una digna rival de la belleza e inteligencia de mi primita… y eso la enfurecía.

Extrañamente al momento de salir, Fer se acercó a la puerta, vestía un pijama que consistían en unos pantaloncillos que me turbaban y una camiseta atirantada que evidenciaba que estaba sin sujetador… se había cambiado mientras yo me duchaba y preparaba para salir con Nora… la astuta bruja se había puesto una bata sobre su pijama para no ser recriminada por los abuelos, la que solo abrió cuando yo me despedía de ella. Por un instante estuve a punto de desechar la salida y tirarme a por ella, pero dos cosas me impulsaban a salir… en realidad tres cosas, la primera ¿por qué no hacerla sufrir?... la segunda, estaban los abuelos y la tercera, follaría a Nora, la segunda chica más linda de la universidad, la que además era simpática y amorosa conmigo.

  • Fer: ¿No te ibas a despedir?
  • Yo: No quise molestarte en tus estudios…
  • Fer: Vas demasiado perfumado… la espantarás con el olor a pachulí…
  • Yo: Vamos Fer es solo la loción de afeitado, se irá en unos minutos, además el pachulí usado en una buena fragancia atrae las mujeres…
  • Fer: Mirándome feo y cerrando la bata me dijo ¿Para qué te afeitaste?... ¿así no eres suficientemente bueno para ella?
  • Yo: Joder, te pareces a mi madre, jajaja
  • Fer: ¿No quieres pedirme nada antes de irte?
  • Yo: ¿Cómo qué?
  • Fer: Algo que quieras de verdad…
  • Yo: No volvamos con eso Fer, además tu trajiste a los abuelos y me dejaste claro que habíamos ido demasiado lejos. Me tengo que ir, Nora me espera…

Su rostro se endureció aún más al rechazar su ofrecimiento, creo que en esa loca cabeza pensó que yo me quedaría a acompañarla al verla tan sexy.… no iba a caer en un truco tan evidente, aun cuando me costó negarme a ver esos manjares de dioses.

Cuando llegué a recoger a Nora me dijo que esperara y que bajaba de inmediato, lo que hice pacientemente por unos cinco a diez minutos, pero valió la pena la espera, estaba despampanante, con un vestido negro corto, medias bordadas a juego, chaqueta blanca “peluda”, labios color carmín y un maquillaje que la hacía parecer una modelo de revista, realmente impresionante, tanto que de mi corazón salió:

  • ¡¡Guauu!!, te ves preciosa…
  • Nora: Gracias... ¿Valió la pena la espera?
  • Yo: Sí de todas formas…

Pese a que Oma me había dado un buen tente en pie, salimos a cenar a una pequeña trattoria, donde se comen pastas buenas sabrosas y baratas, la verdad es que me sorprendió que ella eligiera un lugar acorde a mis posibilidades y las de ella, conversamos mucho. Si bien ya nos teníamos confianza y hablamos de muchas cosas antes, por primera vez la conocí en un ámbito de “pareja”, o cuasi novia… o en realidad comencé a conocerla sin los típicos pavoneos de cuando una anda en plan de conquista…. Se parecía a Fer en tantos modos, pese a que difería de ella en otros tantos más.

Terminada la cena, fuimos a cantar y bailar a un Karaoke, el que después de algunas horas si ya no había más cantantes, se transformaba en un sitiodonde se podía bailar con música envasada. Obviamente cantamos… ella es bastante desafinada, pero al ser tan bella muchos varones la aplaudieron igual, pero no podía olvidar a mi “martirio” que se había quedado en casa... no sé, pero ella no abandona mis pensamientos.

Para finalizar la mágica velada nos fuimos a su casa, en el trayecto mi conciencia me llamaba al orden, mis pensamientos iban con mi pérfida prima, todo lo bien que lo había pasado se desvanecía en una melancolía tal vez absurda, pero soy un pardillo, no lo puedo evitar.

Cuando llegamos a su puerta, Nora con la cancha que la caracteriza se detiene y en un gesto casi teatral, me mira con sus bellos ojos claros, se empina un poco y me ofrece su boca para besarla, dudé un poco, pero no resistí abrazarla y apretujarla contra mí, pese a que la imagen de Fer se presentaba como un fantasma y no me abandonaba… tenía ante mí a una chica increíble… que era la amante que cualquiera soñaría, pidiéndome con su mirada que la besara y la amara con pasión, pero…

  • Nora: ¿Pasa algo?
  • Yo: Sí… Fer…
  • Nora: Olvídate de ella por un momento y fóllame, no lo sabrá nada por mí…
  • Yo: Sí, pero no sé si es bueno que sigamos…
  • Nora: Vamos no sea tonto, pasa y disfrutemos, no te voy a matar, es solo sexo.
  • Yo: ¿Estás segura?
  • Nora: Lo estoy, ya sé que ella es tu corazón…
  • Yo: Pero yo…
  • Nora: Nunca se lo has dicho… lo sé…
  • Yo: ¿Cómo lo sabes?
  • Nora: Soy su amiga y creo que confidente, además me dijo que no me acercara a ti, jejeje… creo que me teme y eso ¡me encanta!
  • Yo: ¿Por qué?
  • Nora: Pese a que la quieres a ella, el solo hecho de que estés aquí me hace sentir bien… puede que sea vanidad, cariño, algún sentimiento que no puedo definir… no lo sé, pero tenerte para mí por un raro me hace bien, eres un buen chico…
  • Yo: Aún que quiera a otra…
  • Nora: Sí, aún cuando quieras a otra y no a mí, jejeje… como dice la canción “Lo prefiero compartido. Antes de vaciar mi vida. No es perfecto mas se acerca a lo que yo. Simplemente soñé”
  • Yo: Segura
  • Nora: Sí segura…. Vamos, igual podemos cerrar esta velada en forma mágica…
  • Yo: ¿Lo crees?
  • Nora: Sí ven, dijo tomándome la mano y haciéndome entrar

A diferencia de las veces anteriores, Nora se comportó con una dulzura especial…. Y tomándome de la mano me hizo pasar, casi por precaución le pregunté por sus padres, pero ella me respondió que estaba operando y al igual que la otra vez llegarían solo al mediodía del sábado, pues debían de aprovechar el pabellón de la clínica disponible para ellos.

Me sentó en la sala, me ofreció algo para beber, cosa que no quise, luego apagó las luces y se sentó a horcajadas sobre mí, besándome a su entero placer. Me dejé llevar por sus suaves caricias y continuamos la mágica noche, por lo que rápidamente mi melancolía desapareció y me dejé llevar por mi maravillosa amante, tal vez la única mujer en el mundo que era capaz de contrarrestar el embrujo de Fer.

Por algún extraño motivo, casi no nos desnudamos, nuestras caricias eran con la ropa puesta, solo la abríamos lo suficiente para darnos placer, es así que ella sacó a mi amiguito de su encierro y yo corrí sus bragas a un lado, ambos estábamos deseosos uno del otro, por lo que se la metí entera hasta chocar pubis contra su coñito, luego la levanté un poco hasta casi sacarla y la deslicé suave y lentamente, repetí el movimiento de levantarla para volverla a deslizarla ya no tan suave, … Nora comenzó a gemir y pedirme que siguiera así, que la follara muy follada.

  • Nora: Sí pardillo, así… ¡métemela hasta el fondo!, ay que grande la tienes, dale
  • Yo: ¿Te gusta mi corazón?
  • Nora: Mmmm sí eres maravilloso… sigue, dame más…. Dale a tu corazón…

Mientras la tomada de los cachetes del culo y repetir el “ejercicio”, comencé a observar su bello rostro, perdiéndome en su mirada… realmente Nora es una chica preciosa, incluso en algún sentido más bella que Fer. Tal vez porque Fer no es tan estilizada y su voluptuosa belleza, es en apariencia más salvaje… Por Dios, no dejaba de pensar como sería tener a Fer así… entregada a mí, por un instante pensé lo maravilloso que sería tenerlas a las dos como mis amantes… ¿sería posible?

Cada vez que se la metía, un gemido de placer se escapaba de su boca, sentía como su coñito se abría admitiendo toda mi verga, ajustándose como un guante. Mi lujuria dejaba atrás a mi melancolía y ahora solo sentía cada roce del húmedo coño de mi amante, todo como si fuera el acto más sublime del mundo…

Mis movimientos se hicieron más rápidos y profundos si cabe, ahora tanto ella como yo boqueábamos de pasión y por el esfuerzo de follar. Por segunda vez en mi historia con Nora noté que gemía con una graciosa dulzura, parecía como cuando se acaricia a una gatita… toda la situación y el ambiente estaba lleno de cariño y placer, creo que a mi amante le estaba gustando demasiado follar conmigo, pese a que sabía que parte de mi corazón estaba con su “amiga-enemiga”.

  • Nora: ¡Ahhhhhh… mmmmm… así...... así Claudito!... ¡Ohh......!!... que bueno eres
  • Yo: sí preciosa y tú eres mágica.
  • Nora: ¿Qué tanto?
  • Yo: Mucho…
  • Nora: ¿Tanto para que olvides por un instante a Fer?
  • Yo: Suficiente para desear que estemos juntos para siempre… y pueda olvidar a Fer por un rato, le confesé.
  • Nora: Mmmm ¿Seré tu eterna amante?
  • Yo: Sí así lo deseas….

Continuamos follando en ese sofá, hasta que nos corrimos en un largo orgasmo que nos dejó plenamente satisfechos, luego ella me tomó de la mano y me llevó a su habitación. Antes de entrar, nuevamente la tomé en brazos y traspasé el umbral como si fuera una novia…. Nora me sonrió por mi ocurrencia y me besó con ternura.

La tendí en la cama y comencé a desnudarla, lo que no se me hizo muy difícil por la cooperación prestada por ella, en eso, al verla totalmente desnuda, nuevamente me maravillé ante tal perfección… ver su abultado monte de Venus hizo que me tentara por lo que le abrí sus piernas, comenzando a comerle el coñito con pasión delirante. Eso sí, Nora me sorprendió una vez más, pues su coñito ahora lucía un piercing, por un momento recordé a la pequeña pero bella amiga de Coté. ¡Sí!, parecía el coñito de Bea… (¿se habrán contado algo? llegué a pensar). Com o dije ahora su abultado monte de Venus estaba adornado por una joya y la brillante humedad de sus flujos vaginales, se veía muy tentador… tal vez “suculento” sería más preciso para describirlo, por lo que una vez recuperado de la sorpresa lo puse en mi labios y lo tiré suavemente para luego, atreverme a preguntar.

  • Uhm, ¿Qué sorpresa!... ¿Cómo?...
  • Nora: Será tonto, pero lo hice pensando en ti…
  • Yo: No en ningún caso tonto…. Es espectacular… ¿No te duele?
  • Nora: No, ahora no… Es solo para ti…

Nuevamente sumergí mi cabeza entre sus piernas y con mi lengua en su coñito busqué seguir jugando con su joyita y el botoncito mágico… pasaba mi lengua y chupaba su néctar como si nunca lo hubiese hecho… Nora me acariciaba el cabello y me pedía más y más, ¡estaba loca de caliente!, por lo que pronto se corrió como burra.

Ahora su corrida ya sabía a gloria para mí… eran los flujos de ¡mi hembra!, una que pensaba en mí y hacía locuras por mi… Era toda una pasada, además su joyita me daba mucho morbo, el solo pensar que se la había puesto para mí, me había encantado, tal vez tanto como a ella que le confesase que era la única que me hacía superar en algo el pensar en Fer.

  • Nora: Ay pardillo me mataste, comes el coño como un maestro…
  • Yo: ¿Te gusta?
  • Nora: ¡Uhmm! Me encanta… Ahora fóllame.
  • Yo: Por supuesto corazón, ponte en cuatro…
  • Nora: Pero no quiero por el culito…
  • Yo: No te preocupes, será por el coñito…
  • Nora: En ese caso… ¿así está bien? Dijo al quedar en cuatro.
  • Yo: ¡Perfecto!

Me puse detrás de ella a la vez que se la metía hasta el fondo del coño… mis piernas chocaban contra el culo de Nora, haciendo un ruido similar a aplausos que encontraba de lo más erótico. Al mirarla desde atrás, me recordaba de la vez que en el cuarto de Fer la follaba… ahora pese a ser los cuartos muy parecidos, la única diferencia notables es que no había tanto morbo, mas bien era pasión bañada de cariño y dulzura.

  • Nora: Mmm eres maravilloso…
  • Yo: Tú también, dije sin ningún aporte de mi imaginación
  • Nora: Ahhh como me llenas corazón….
  • Yo: Me gusta llenarte zorrita mía…

Seguí dándole profundas estocadas mientras me afirmaba de sus caderas, ella en un momento clavó su cabeza en la almohada y gemía por lo bajo tratando de no gritar. Yo notaba que mi cadencia en el mete saca la tenía al borde del orgasmo, por lo que traté de prolongar al máximo el goce de los dos. De pronto Nora comenzó a moverse de tal forma de profundizar mis estocadas, y ya no podía parar de gemir fuerte.

  • Nora: ¡¡¡Ohh… ahh … mm… ahhh…!!!... está muy bueno, dame….
  • Yo: Te gusta que te de corazón…. ¿Como te gusta?
  • Nora: De todas las formas si eres tú, dame ahhhhh….

Nora y yo estábamos muy cerca de corrernos, por lo que aceleré a fondo cual semental desbocado, y le daba con todo a su afiebrado coñito, el que me apretaba la verga como queriendo estrujarme…. Por sus gemidos y profundos suspiros y boqueadas tratando de tomar aliento, tenía la certeza de que estaba follando a Nora como a ella le gustaba…

  • Nora: ¡Ohh!... aaahhhh.... sí pardillo, sí párteme el coño, daleee.... ¡ahhh!

Esos eróticos gemidos hicieron que yo también convulsionara en una tremenda corrida, por lo que saqué mi verga dejándola apoyada en su perfecto orto. En esa posición continué descargando mi leche en su agujerito mágico…

  • Nora: Eres fantástico corazón… ¿Te gustó?
  • Yo: Sí, me encantó, tanto que recordé la vez que te follé en la cama de Fer.
  • Nora: ¿¡En serio!?... ¿¡Tanto te gustó!? jajaja
  • Yo: Sí, así tanto, jajaja
  • Nora: Tiéndete a mi lado corazón
  • Yo: Sí corazón

Me acosté a su lado y nos acariciamos con ternura por un buen rato, la velada estaba perfecta pero todo debe llegar a su fin alguna vez, y dado que estaba con los abuelos en casa, debía de marchar antes de que fuera demasiado tarde y me llevara una reprimenda de ellos, en especial de Oma, la que consideraba que solo los hombres que podían mantener una familia podían hacer lo que quisiesen, los otros debían de seguir las reglas de los mayores hasta obtener la “independencia”.

Después de una larga despedida de Nora, logre salir de su casa a eso de las dos de la madrugada, llegando a casa a eso de las dos treinta, casi congelado por el viaje en moto… ¡debía comprarme una tenida de cuero!, o a lo menos la chaqueta….

El sábado a eso de las 10:30 horas, fui despertado por Fer, que había regresado de su prueba de “superconductores”, lo hacía bajo el encargo de Oma ya que según me dijo Fer, Oma mandaba a que: me levantara, ordenara mi cuarto y después de una buena ducha estudiara, que para eso mis padres pagaban la universidad… Salí rumbo a la ducha y me encontré con el abuelo que leía el periódico acompañado de un café, el me miró y dijo:

  • El que la hace la paga, jajaja…. Noches alegres mañanas tristes, jajaja
  • Yo: Buenos días abuelo, jejeje

Me duché e hice lo ordenado, me senté como de costumbre frente a Fer para estudiar. A diferencia de los últimos días, Fer dentro del recato que exigía tener a los abuelos en casa, estaba vestida para “provocar”, sin ser la asesina de costumbre vestida para “matar” … Apenas me senté, ella volvió a la maldita costumbre de poner sus tetas sobre los libros, cosa que indudablemente sabe que me pone malo, y como de costumbre intenté centrarme en lo mío.

Pasó el tiempo hasta que los abuelos nos dijeron que saldríamos a algún restaurante a almorzar, pues Oma así lo quería, nosotros obedientes, los seguimos. Cuando ya estábamos en el coche, el abuelo nos preguntó a donde podríamos ir que fuera bueno bonito y barato, dado que Fer no se pronunció, yo le propuse la trattoria a la que fui con Nora el día anterior.

La verdad es que debí de pensarlo mejor, pero el abuelo aceptó de inmediato.

Apenas entramos el dueño nos acogió con mucha amabilidad y nos condujo a la mesa, todo iba bien hasta que el sujeto nos dice a Fer y a mí:

  • Por lo que veo les gustó la cena de ayer….
  • Yo: Sí por eso vinimos, jejeje
  • Fer: Yo no vine, debió haber sido otra…
  • Metre: Perdón, me confundí, el joven… disculpe los dejo con la carta, ya regreso…
  • Oma: ¿Habías venido?
  • Yo: Sí ayer con una amiga …
  • Fer: ¿Nora?, dijo con una cara inexpresiva como de póker
  • Yo: Sí, con ella…
  • Abuelo: ¿Es bonita?
  • Yo: Ehh… sí bastante.
  • Fer: Es algo flaca y un poco descarada…
  • Yo: No es descarada…
  • Oma: Vamos no discutan y disfrutemos del almuerzo.

Todo quedó ahí, almorzamos bien y por un buen rato reinó la paz, es más, Fer comenzó a volver a ser la encantadora chica que puede ser cuando lo quiere y está en presencia de los abuelos, en especial del “abuelo”. Terminado el grato almuerzo, regresamos a casa y tanto ella como yo fuimos a estudiar, mientras los abuelos a dormir siesta.

Me senté como siempre, y como siempre mi primita comenzó a hacerse notar, primero pidiéndome un lápiz grafito, cosa que por mi carrera tengo a montones, luego una goma de borrar, cosa que también tengo, después una regla, en fin, no dejaba de molestarme, hasta que me pidió la calculadora, cosa que rebalsó el vaso, pues ella tenía la suya al lado:

  • Yo: Vamos no me jodas ¿y la tuya?
  • Fer: Está descargada y recién la puse a cargar…
  • Yo: Muy bien aquí tienes dije pasándole la mía.
  • Fer: Gracias…. ¿Te tiraste a Nora?
  • Yo: ¿Qué pregunta es esa?
  • Fer: Una simple y directa, puedes contestar sí o no…
  • Yo: Sí
  • Fer: ¿Por qué?
  • Yo: Déjate de joder… es cosa mía
  • Fer: Repito la pregunta, ¿por qué?
  • Yo: Ya que insistes y no me dejarás en paz… es porque no te puedo follar a ti, ¿contenta?
  • Fer: Soy tu prima…
  • Yo: Lo sé, pero igual te gusta provocarme… ya te agarré las tetas, solo me falta follarte…
  • Fer: No lo permitiré, es más si me haces algo le diré al abuelo…
  • Yo: ¿Sí?...

Me levanté de mi asiento y me dirigí donde estaba ella, me puse detrás de su silla y con toda calma metí mis manos por debajo de su blusa y sujetador, agarrando sus melones que tiene por tetas, ella dio un respingo, pero estaba atrapada….

  • Yo: ¡¡Shito!!, que están los abuelos durmiendo, le dije mientras amasaba sus portentos de tetas.
  • Fer: ¡Qué haces!, voy a gritar
  • Yo: Hazlo… dije sin dejar de jugar con ellas.
  • Fer: Estas abusando de mí…
  • Yo: Tú lo haces siempre, cállate y disfruta…
  • Fer: Pero déjame…
  • Yo: Muy bien, si me sacas las manos de donde están, no te molesto más, dije mientras apretaba un poco los pezones que se habían endurecido.

Ella no hizo nada, se dejó amasar las tetas quedamente, la verdad es que era un sueño que tenía desde hacía tiempo, tenía en mis manos los provocativos melones de mi primita, en un minuto ella sin decir nada se soltó el broche del brasier y quedé en libertad de ampliar mis caricias… Pero todo lo bueno termina, en un momento, con Fer totalmente entregada a mis caricias, sentí que la puerta del cuarto de los abuelos se abría… Saqué mis manos de las tetas de Fer y me puse a su lado como explicándole algo…

  • Oma: Así me gusta verlos… ayudándose uno al otro
  • Fer: Pensé que estabas durmiendo Oma
  • Oma: Tu abuelo es el dormilón, yo me voy a preparar un té, ¿quieren algo niños?
  • Nosotros: No Oma, respondimos casi al unísono

Volví a mi asiento y me puse a estudiar, o por lo menos lo intentaba, mientras Fer se componía el brasier y la blusa mirándome con cara de asesina, casi me habían pillado con las manos en la masa, perdón en las tetas.

  • Fer: Eres un salido, dijo en voz baja
  • Yo: Pero te gustó… no puedes negarlo…

No respondió y se metió en sus cuadernos a continuar haciendo lo que fuese que estaba haciendo, yo por mi parte continué con mis asuntos o eso intenté, pues aún sentía la tibieza de sus tetas y trataba de grabar en mi mente esa sensación.

Por la tarde llegó Roro a trabajar en un proyecto que teníamos los dos, él pese a que es muy trabajador y enfocado, no dejaba de hacerle “ojitos” a Fer, lo que me causaba mucha risa… ¡Sí supiera!... a eso de las nueve de la noche se marchó, no sin antes decirme si podía invitar a Coté a salir ahora que no estaba conmigo:

  • Yo: Pero Roro, acaba de terminar conmigo por otro…
  • Roro: Por eso mismo, no me importa si ahora le pone los cuernos a otro que no es mi amigo…
  • Yo: En eso tienes razón, pero hay muchas otras chicas en la facultad…
  • Roro: Pero nadie tiene el culo de Coté… ¡A que sí!
  • Yo: Pero hay muchos culos lindos…
  • Roro: Pero los tienes todos ocupados, joder…
  • Yo: Jajaja, no es cierto, jajaja
  • Roro: Sí, esas están locas por ti, jajaja

Finalmente le respondí que no tenía problemas, pero dudaba que ella aceptara, la verdad es que yo no podría salir con la ex novia de un amigo, sea cual sea la causa y lo buena que esté.

Volví a ver mis temas de universidad hasta que Oma interrumpió nuestros estudios pidiéndonos que la ayudáramos con poner la mesa para la cena, mientras el abuelo veía las noticias en la tv. Ante tal solicitud guardamos los cuadernos y nos pusimos manos a la obra.

Nos sentamos a la mesa cuando en eso, el abuelo propuso que viéramos una película de su cuenta de tv cable antes de ir a dormir, cosa que después de tanto estudio a mí me pareció muy bien, por lo que cenamos rápido y nos preparamos, pero al abuelo le gusta disfrutar de unas tapas y snacks durante el “cine como en su casa”, por lo que Fer y yo nos ofrecimos a prepararlos, así Oma descansaría un poco.

Fuimos los dos a la cocina, Fer delante de mí con un sinuoso caminar me distrajo mientas la seguía, ¡Mmm!, su culo rivalizaba con sus tetas, el verlo moverse así era casi hipnótico, sobre todo porque llevaba unos jeans que le quedaban como guante. Sin embargo, volví a céntrame en la misión de buscar algo que comer durante la película, sin pensar en algo en particular, buscamos en la alacena donde siempre teníamos algo que disfrutar o engañar al estómago.

Como saben la cocina es pequeña, y la alacena lo es aún más. Como soy más alto me puse detrás de ella para buscar… ella buscaba abajo y yo detrás de ella algo arriba… Pronto Fer encontró latas de atún y galletas, por mi parte encontré unas aceitunas rellenas de almendras que estaban en la parte superior. Me estiré para alcanzarlas rozando su culo con mi paquete, no fue intencional, pero el roce desató todo mi deseo y lujuria, por lo que la tomé de las caderas y le apoyé mi entusiasmada verga en su culo, ella dio un gritito…

  • Fer: ¡Ay!
  • Abuelo: ¿Qué les pasa chavales?
  • Fer: Nada abuelo casi se me cae el atún, contestó mientras yo la tenía totalmente apoyada
  • Fer: Déjame, el culo tranquilo… dijo en voz baja.

Pero yo no le hacía caso alguno, por lo que ella se irguió y trató de sacar su culo de mi verga, luego se giró con las cosas en la mano y me hizo a un lado… Volví a la realidad y el recato, por lo que saqué las aceitunas de la alacena, luego comenzamos a armar el snack, pero mi libido ya se había escapado de mi control, por lo que mientras ella se puso junto al mesón a amar lo que llevaríamos para ver la película, yo me puse detrás y con total desfachatez la volví a apoyar haciéndole sentir toda mi hombría en su gran y endurecido culo, digno rival del de Coté y muy superior al de Nora… ¿¡me acordé de Nora!?...

  • Fer: Déjame si no sales de ahí llamaré al abuelo…
  • Yo: ¿Y qué le dirás?
  • Fer: Que me estás molestando…
  • Yo: Te molesta sentir lo loco que estoy por ti…
  • Fer: Sí estás loco y no debemos seguir, sale de mi cola o grito

Nuevamente mi conciencia reacciono y salí inmediatamente, luego le dije “perdón”, tomé las galletas y comencé a untarlas en atún con mayonesa, lo que fue providencial, pues Oma se asomó a preguntarnos si necesitábamos ayuda, terminado de preparar todo, incluyendo algo de jamón serrano y papas saladas, me fui al sofá.

Estaba excitado, pero los abuelos afortunadamente no lo notaron, esa excitación se incrementó cuando Fer se sentó a mi lado… pero nada podía hacer… al cabo de un rato comenzamos a ver la película la que por fortuna me distrajo lo suficiente para bajar la revolución que sentía en mi mente. Terminada la película me fui a la cama y me hice una tremenda paja a la salud de mi primita, ¡Demonios!, nuevamente estaba bajo su malévola influencia.

El domingo fue más tranquilo, tal vez porque me levanté pasado las diez, trabajé con Roro y otro chico en lo nuestro, mientras Fer seguía con lo suyo, almorzamos con los abuelos y Roro, cosa que mi amigo agradeció con el alma, pues según él, su madre lo hace mal. A eso de las seis me llamó Nora para salir a por unos helados a una confitería, cosa que acepté gustoso para escapar un poco del encierro, pero cuando ya salía Oma intervino diciéndome.

  • Lleva a Fer que ha estudiado mucho
  • Yo: ¡Pero Oma!... voy a salir con Nora.
  • Oma: Llévala, no te hará daño y el abuelo te dará algo de dinero, así las invitas a las dos.

No sacaba nada con discutir y pese a que Fer tampoco estaba muy dispuesta a salir de violinista, finalmente también me acompaño. Es más, fuimos por Nora en su coche, durante la ida el silencio reinó, Fer no me hablaba para nada.

Finalmente, cuando llegamos a recoger a Nora, pude ver la cara de desilusión de mi bella amante, ¿¡pero nada podía hacer!? Afortunadamente, después del saludo inicial bastante tirante, las actitudes de nosotros tres se relajaron y no corrió sangre de ninguno, por lo que pudimos pasear por el paseo costero tomando helado con tranquilidad, conversamos trivialidades universitarias y otras de lo agradable de la tarde, pero obviamente era una tregua armada… todo tranquilo hasta que al volver de la caminata Fer rompió el fuego.

  • Fer: ¿Nora que pretendes con Claudio?
  • Nora: Lo mismo que tú, pero yo no soy cínica…
  • Yo: ¿Qué les pasa?
  • Fer: No te metas.
  • Yo: Pero estoy involucrado quieran o no.
  • Nora: Pardillo esta es una pelea de lobas, no se meten los cachorros.
  • Fer: Más que loba eres una zorra…
  • Nora: ¿Y tú que eres, que solo deseas follarlo?
  • Fer: No es cierto…
  • Nora: Sí lo es, solo que “eres como el perro del hortelano, no comes tú ni dejas comer al amo”
  • Fer: Veo que tú ya te lo comiste…
  • Nora: ¡Sí, y me encantó!… ¡envídiame!
  • Yo: Basta terminen, parecen locas, no quiero más discusiones… Fer, es cierto me acosté con Nora y me encantó, también me gustaría follarte a ti hasta que se me caiga la verga si así lo quieres. Es más, las follaría a las dos hasta morir… pero basta de tonterías, no quiero más discusiones, si quieren seguir conmigo deben comportarse.

No las dejé hablar, había reventado, por lo que ven solté todo… ellas finalmente se quedaron mudas, como sorprendidas y tal vez algo avergonzadas. De regreso dejamos a Nora en su casa, claro que el trayecto fue muy silencioso, nuevamente todo iba bien hasta que en la entrada al edificio de Nora; mi bella amante al despedirse me dio un morreo de padre y señor mío… Esto enfureció a Fer, la cual hizo un amago de agredirla, pero la detuve a tiempo tomándola de las muñecas, y sin soltarla la besé con fuerza, ella intentó evitarlo, pero finalmente se dejó… no fue el mejor beso del mundo, ni siquiera alcanzaba para uno de película antigua, pero fue un beso. Luego con ella aún sujetas de las muñecas, me contorsioné y volví a besar en la boca a Nora, la que sonriente entró a su casa.

Llevé a una enojadísima Fer tomada de una de sus muñecas hasta el coche, casi fue a la rastra, pero no tenía otra alternativa pues yo tenía las llaves y no podía dejarme botado como la otra vez. Nos subimos al coche y ella en el acto “vomitó todo tipo de ofensas que no voy a reproducir y solo me limitaré a comentar lo relevante

  • Fer: Eres un cerdo libidinoso que quiere follarse a las dos, pero estás equivocado, tú no me produces ni siquiera un mísero cosquilleo en la lengua, so pervertido, no soy ninguna puta incestuosa… fóllate a tu puta las veces que quiera, pero de mí no conseguirás nada
  • Yo: Basta, déjame concentrarme en manejar, contigo gritando como loca no vamos a llegar vivos a casa…
  • Fer: Loca yo, pero tú eres un degenerado, tonto, imbécil, pasmado que no sabe nada y no eres capaz de hacer nada, continuó con su perorata.

Detuve el coche a mitad de una calle y me orillé, para luego girarme y besarla con pasión, ella que estaba enceguecida inventando estupideces que decirme no lo vio venir, y encajó mi beso sin reaccionar a tiempo. Yo so riesgo de perder la lengua se la metí hasta la garganta, luego sin cortarme un pelo con mi mano izquierda atrapé uno de sus deliciosos melones y lo amasé mientras con la derecha aplacaba los golpes que me propinaba en el brazo derecho y el pecho.

Increíblemente mientras me pegaba con todas sus fuerzas, que no eran pocas, continuaba besándome y no retiraba mi osada mano que ya se había introducido bajo su blusa y jugaba con su pezón, poco a poco dejó de pegarme y me abrazó con furiosa pasión. No sé cuánto tiempo estuvimos en eso, pero no fue poco, ya cuando los besos y caricias fueron un poco más “cariñosos”, me detuve y sin decirle palabra alguna reanudé la marcha y volvimos a casa.

Afortunadamente los abuelos no notaron nada extraño en la cara de Fer a nuestro regreso, tal vez porque la tenía casi normal, claro que nos preguntaron de cómo lo habíamos pasado, pregunta a la cual solo yo respondí. Por la tarde noche cenamos con los abuelos y conversamos sobre el paseo y las actividades de la semana, en esa conversación descubrí que los abuelos estarían otra larga semana.

Cuando me fui a la cama al ponerme pijama me di cuenta de que algunos de los golpes de mi bella arpía me habían dejado unos cuantos moretones, pero al verlos no me importó y sonreí, pues la situación con Fer había cambiado, no mucho, pero lo suficiente.

Oma como es su costumbre nos dio las buenas noches a través de la puerta al igual que el abuelo que se unió a su saludo, por lo que tomé una novela que hacía tiempo trataba de leer para que me bajara el sueño y dormir sin hacerme una paja, jajaja.  Estaba ya enganchado en la lectura, cuando a eso de los diez minutos se abre mi puerta y una silenciosa Fer entra a mi cuarto, la miré un poco sobresaltado, pues por un instante pensé que venía a cobrar venganza por mi osadía y me levanté lo más rápido que pude para poder defenderme.

  • Fer: Te asusté, clama pardillo dijo en voz baja.
  • Yo: No solo me…
  • Fer: ¿Te preparabas para huir como la vil sabandija que eres?

Terminado de decir eso me besó con pasión apangándose a mi cuerpo, cosa que desató todo tipo de sentimientos, hormonas, y que se yo que más… mi corazón se aceleró, mi amiguito creció endureciéndose como nunca… sin dudas ella debió sentirlo pues mi pijama es lo suficientemente holgado para levantar una tremenda carpa, acto seguido la abracé, mientras ella acariciaba mi cabeza y espalda, mis manos recorrieron a su vez su espalda llegando hasta posarse en su delicioso culo, en eso ella me dice:

  • No te entusiasmes mucho, que solo es un beso de buenas noches.
  • Yo: ¿Solo de buenas noches?
  • Fer: Sí, para que sueñes conmigo y no con la zorrita de tu amante…
  • Yo: Vamos no sigas con eso…
  • Fer: No seguiré, tú verás lo que quieres o a quién quieres, ahora déjame mui culito tranquilo que me voy a mi cama…
  • Yo: No te vayas…
  • Fer: Están los abuelos y sabes que no podríamos explicar que yo esté aquí y tú menos con tu cosa parada, jejeje, mañana será otro día y otra semana pardillo, buenas noches
  • Yo: Buenas noches Fer

Después de eso, me di una feroz paja pensando en ella, y cuando ya no salía nada más de mi, continué con mi lectura hasta dormir, pensando en qué me depararía la semana siguiente…

Continuará....