Mi Prima mi Martirio Capítulo 8

Después de que Claudio tuvo el incidente con Fer, esta le rehúye... A su vez Nora se juega su chance y Coté revela un pequeño secreto... Uf como se lía la vida de nuestro pardillo.

Capítulo 8: ¿Qué pasa con Fer?

Pese a que en mis sueños tengo un personaje recurrente… sí ella misma, la verdad es que dormí como un lirón, si no hubiese sido por el despertador hubiese pasado de largo, lo que me extrañó fue el no haber sentido a Fer que es un torbellino en sus inicios de mañana y no dejaría dormir ni a Morfeo

Bueno el caso es que me levanté como de costumbre… como siempre me metí a la ducha… como siempre me vestí… pero algo me extrañó, ¡no sentí a Fer!… fui a la cocina y no la vi… la llamé a viva voz y no respondió… me asomé a su cuarto y no estaba… ¿a qué hora se fue?... ¿por qué no habló conmigo por lo sucedido el día anterior?... ¿por qué no me retó o simplemente me golpeó?, como lo hacía desde que recuerdo…

Claro que le había tomado las tetas, pero así y todo ¡no es para tanto!… bueno tal vez me propasé un poco, pero ella me había toreado desde hacía mucho… ¿¡Qué podía esperar!?, yo no soy de acero y ella comenzó a ofrecerme ver su cuerpo para tentarme… era como la serpiente del paraíso… ¡no la entiendo!… ¿dónde está?... ¿por qué salió tan temprano?... ¿ahora no quiere verme?... ¡es una loca y ahora me enloquece!...

Algo preocupado desayuné rápido y salí rumbo a la universidad en mi moto, no llamé a Coté pues había una fina llovizna otoñal que si bien caminando no molesta, en moto moja bastante… ¡Maldición! ¿¡Por qué no tengo una casaca de cuero!?

Llegué a la Uni bastante húmedo, por lo que pasé a la cafetería a tomar un café caliente y usar el secador de manos del baño para ver si podía secarme un poco (método bastante ineficiente, jajaja), en el lugar me encontré con Roro el cual junto con reírse de mí, me informó de la situación de Fer y Nora, a las cuales vio discutiendo en un rincón de la cafetería, y por lo que pudo entender, yo era la causa de su discusión, no fue algo violento pero no pasó desapercibido para los estudiantes más madrugadores.

Ya algo más compuesto y menos húmedo, corrí junto a Roro a clases, llegamos tan al justo que solo alcancé a saludar con un gesto de la mano a Coté, la que me saludó con cara de pregunta como queriendo saber de mi salud, solo le señalé un pulgar arriba.

La clase pasó lenta y bastante aburrida, por lo que me puse a pensar en la discusión de las bellas arpías y de que haría con Coté… ¡me sentía un verdadero gusano!, la verdad es que tenía que terminar con ella, pero me preguntaba ¿cómo?

Terminada la primera tanda de clases almorzamos juntos con Coté, ella se mostró cariñosa y preocupada por mí, lo que produjo que ella pese a mi hambre, solo me permitiera almorzar pollo asado con arroz, negándome comer por algo más contundente.

  • Coté: ¿Cómo te sientes corazón?
  • Yo: bien debió ser algo descompuesto, capaz que fuera el emparedado del desayuno al que le puse mayonesa
  • Coté: O tal vez fue Fer que te quiere envenenar, jajaja
  • Yo: Vamos que ella no es tan mala…
  • Coté: Yo creo que sí, jajaja, además sé de buenas fuentes que está enojada contigo, jajaja
  • Yo: ¿Roro?…
  • Coté: Si, jajaja

Salimos de los comedores tomados de la mano como de costumbre, nos dimos unos cuantos arrumacos en los jardines del campus. Mientras lo hacía, me volví a sentir como un gusano… pero como un gusano muy caliente, pues me entusiasmé con tantas caricias…. Tantas, que tomé el orondo culo de mi novia y la atraqué hacia mí, fue tanta mi caliente pasión, que ella más pudorosa que yo, me contuvo diciéndome que por la tarde fuésemos a su departamento a hacer el amor.

  • Coté: Tómalo con calma, no me violes en presencia de todo el campus, jajaja
  • Yo: Es que he soñado contigo…
  • Coté: ¿Solo conmigo?
  • Yo: Sí solo contigo (mentira de la peor calaña).
  • Coté: Mejor vamos a clases, después tendremos tiempo para nosotros.
  • Yo: Okey, vamos, pero me prometes que lo pasaremos juntos en la tarde.
  • Coté: Sí, claro que si te portas bien hasta la salida de clases.

Con la promesa de Coté me calmé un poco, eso sí que aún estaba pendiente de las otras chicas, pero por fortuna para todos, durante toda mi estadía en el campus no me topé con Fer o Nora, pese a que el ver a Fer me hacía falta… En todo caso Nora también era un buen sucedáneo ante la falta de Fer, ¿¡no sé por qué quería verlas!?, y de ser posible hablar con ellas.

Finalmente, no las vi, y con Coté nos fuimos a su casa, por lo que buscamos mi moto ante la mirada de envidia de muchos varones, la verdad es que ver el mejor culo de la universidad en una delicia por lo que no puedo enojarme con ellos, además que este precioso culo sería mío… Ese pensamiento de poseer un culo así me calmó por un momento, pero en la medida que la miraba, mi libido subía, y más temprano que tarde comencé a pensar en ¡cómo le partiría ese culo!

Estaba tan caliente que le ofrecí a Coté conducir mi moto, cosa que ella inocentemente aceptó de inmediato… la verdad es que quería ponerle mi paquete en su culo, el que pese a estar enfundado en una faldita denim que le quedaba ajustada como una segunda piel, me provocaba y podría sentir a través de todas esas capas de tela.

Coté se las arregló para montar la moto aún con falda, pues sabía conducirlas desde que tenía quince años, dado que su padre era fanático por ellas, y ella se sentía en su salsa al conducirlas.

Me subí detrás de ella y sin empacho le apoyé mi verga en ese portento de culo el que me hacía delirar, la faldita obviamente se levantó y podía sentir el calor de su orto en mi verga, o eso imaginaba. Ya fuera de la universidad subí mis manos que estaban afirmadas a su cintura a sus tetas, ella se sobresaltó un poco, pero aguantó mi osadía, incluso en uno de los semáforos no se inmutó porque no bajara mis manos, solo cuando llegamos a destino me comporté algo mejor.

  • Coté: Uy, estás loquito por follarme…
  • Yo: para serte sincero, ¡Sí!
  • Coté: Entonces subamos, jejeje, pero compórtate en el ascensor…
  • Yo: Okey, lo haré, dije pensando solo en romperle el orto.

Llegamos rápidamente a su piso, afortunadamente Bea no estaba, por lo que ni corto ni perezoso, fui a por ella. Coté me miró con cara de niña mala y abrió los brazos en una actitud de que deseaba que la abrazara. Aún vestidos la tomé de su culo y la levante en vilos colocando mi hombría en contacto con su coño … El sentir en mis manos ese portento de culo me ponía muy caliente, pese a haberlo pasado follando con Nora, pero después de pasar un largo fin de semana sin tener un culo así en mis manos me enloquecía. Me había convertido en un “sátiro”, la verdad es que ni yo me reconocía, Coté quiso decirme algo, pero la acallé con un beso…

  • Coté: Claudito te tengo que decir algo….
  • Yo: Después corazón…
  • Coté: Solo es un momento… hablemos…
  • Yo: Después de que te folle seré todo oídos corazón…
  • Coté: Es que tengo que decirte algo importante….
  • Yo: Vamos Coté, no seas aguafiestas…
  • Coté: Parece que tu solo deseas follarme…
  • Yo: Corazón sabes que no es así, solo es que ahora te deseo mucho.
  • Coté: Bueno, pero hablamos… es importante…

Solo pensaba en follarla… la tomé en vilos y la puse sobre la mesa del comedor, y casi a tirones le quité las braguitas, la abrí bien de piernas, tomé mi verga con un par de dedos y apuntándola bien se la metí en todo el coño, y comencé a darle duro mientras ella se ponía sus piernas en la mesa y se afirmaba de la mesa para no resbalar en cada acometida.

  • Coté: Ahhh, espera, ahhh…. Tengo que decirte algo….
  • Yo: que te gusta que te ensarte corazón….
  • Coté: Sí, pero…. Ahhh, te tengo que decir…. Ahhh…
  • Yo: Despues corazón ahora disfruta
  • Coté: Mmmm ahhh…

Como un loco enfurecido le amasaba el tremendo y perfecto culo de forma febril, Coté ahora solo suspiraba y cerraba sus ojos, sintiendo como la follaba a lo bruto. Mi calentura no cejaba, era demasiado el placer que me causaba darle sin contemplaciones, no era cariño lo que sentía, era ardor, deseo, pero sin dudas no era amor…

Una cansada Coté puso sus piernas sobre mis hombros, cosa que permitió profundizar mis estocadas… Ella gemía, ya acompañaba mis movimientos, pero no me miraba a los ojos como en otras oportunidades, claro que en estas circunstancias poco me importaba, solo quería darle duro.

Mientras Coté se agarraba de la mesa como podía, lo único que yo escuchaba era el ruido de mis piernas y pubis chocando contra su culo. De pronto ella gritó algo que no entendí y comenzó a correrse como burra, ante ese tremendo estímulo, yo comenzaba a hacerlo también… Estábamos alcanzando el cielo cuando se abre la puerta de calle y una avergonzada y nerviosa Bea entra nos mira y pasa corriendo a su cuarto… ¿No sé qué me pasó? pero el sentirme morbosamente sorprendido, hizo que me corriera profusamente y llenara el coño de mi chica en una verdadera erupción de leche que salía sin control.

Después de la tremenda corrida en el coño de Coté, me quedé mirando embobado como su pecho se agitaba y su mirada cambiaba de placer a enojo. En ese momento recordé que Coté me había dicho que quería hablar algo, y yo el muy idiota no la tomé en cuenta, pero ahora podría escucharla.

La situación si bien no era tan terrible, o eso pensaba yo, hizo que mi noviecita me empujara sacándome de su coño, para pronto comenzar a componerse aceleradamente, yo aún estaba medio atontado por la sorpresa y no atinaba a nada.

Acto seguido con la mirada furiosa, me echó del piso casi a empujones, ¡no entendía su reacción!... tal vez me lo merecía por estar en modo bruto, pero no entendía que pasaba… lo peor es que yo continuaba sorprendido y paralizado por su reacción.

  • Coté: ¡Eres un bruto insensible!… sal de aquí…
  • Yo: ¿Por qué?
  • Coté: Lo único que querías era follarme y yo preocupada por ti…
  • Yo: Pero corazón, es porque yo te deseo…
  • Coté: Y ya me follaste en la entrada de la casa, sin cariño, a lo bruto… sin nada
  • Yo: Vamos, tú sabes que… (no me atreví a decir que la quería)
  • Coté: No me escuchaste para nada, solo me follaste, y lo peor que fue en la entrada, por lo que nos vio Bea…
  • Yo: Pero Bea ya no se espanta, ella participó…
  • Coté: ¡La otra vez fue distinto!…
  • Yo: ¿Cómo distinto?
  • Coté: Yo la invité, ella estaba consciente de todo… y tu actuaste como mi novio…
  • Yo: Podemos invitarla…
  • Coté: Sal de mi casa pardillo bruto, tú no sabes nada, vete hasta que me calme, mañana hablamos…

¡No entendí por qué tanto recato!, eso sí que me di cuenta que estaba entre avergonzada y enojada por… ¿el descontrol de la situación? En todo caso, no me dio tiempo a preguntarle ¿qué era lo que ella quería decirme?, y así como estaba me echó.

Desarrapado como estaba salí, me compuse como pude en el pasillo del edificio, y regresé a casa con un sentimiento de culpa, por hacer pasar a Coté por el predicamento de que su compañera de piso la viera ensartada por mí, pero ya era tarde para llorar por la leche derramada.

Llegué a casa y Fer brillaba por su ausencia, por lo que supuse que estaría estudiando donde alguna compañera, o preparando la presentación con Nora, por lo que me preparé un tentempié y planifiqué mis estudios, la verdad es que me preocupaba no verla.

Ya organizado comencé con mis trabajos habituales hasta que eso de las siete llamaron de conserjería preguntando por mí (cosa que me extrañó), era Nora, por supuesto les dije que pasara. De inmediato pensé en el súper trabajo, tal vez necesitaban apoyo en algo, por lo que comencé a buscarlo en mi computador, la verdad es que mi parte estaba más que lista y lo había visto poco o nada desde la última reunión que habíamos tenido…

Como buen pardillo que soy no pensé que Nora viniese por más sexo… es que suponía que con lo que habíamos tenido era más que suficiente… Cuando finalmente tocaron a la puerta ya tenía todo listo para que me consultara cualquier cosa, por lo que me levanté y abrí:

  • Nora: Hola Claudito…
  • Yo: Hola Nora, dichosos los ojos que te ven, dije en forma lo más galante posible.

La verdad es que se veía preciosa con sus jeans ajustados y blusa con un llamativo dibujo de un tigre cuyos ojos eran casi del mismo color que los suyos, estaba para morirse de solo verla.

  • Yo: Fer no está, creo que aún está en la Uni…
  • Nora: Lo sé, la dejé trabajando con Juancho y Lulú…
  • Yo: ¿Quiénes?
  • Nora: No importa, son unos compañeros…
  • Yo: ¿Entonces vienes por alguna duda del trabajo?
  • Nora: ¡Ay pardillo! …Te vine a ver a ti… Me invitas a pasar o no soy bienvenida, jejeje
  • Yo: ¡Oh! claro, adelante… ¿deseas un refresco?
  • Nora: No gracias, tal vez mas tarde

Pasamos a la sala comedor, donde la mesa la usamos de trabajo. Yo aún sin caer en cuenta de que era lo que quería mi bella amante, la invité a tomar asiento, cuando nos sentamos me quedó mirando para luego decirme:

  • ¿Qué pasa entre ustedes?
  • Yo: ¿Entre quienes?
  • Nora: No te hagas el tonto… entre tú y Fer, ¿¡quién más!?
  • Yo: No te entiendo… la verdad es que nos llevamos bien…
  • Nora: Ay que bruto, ahora entiendo por qué te dice pardillo… me refiero a ¿por qué te cuida tanto? A la vez que está furiosa contigo.
  • Yo: No sé por qué está furiosa, le respondí mintiendo descaradamente
  • Nora: Algo pasó, ya que de la nada nuevamente me dijo directamente que me mantenga alejada de ti…
  • Yo: Nora, ¡no lo sé!, ella se porta tan raro como de costumbre.
  • Nora: ¿Le hiciste algo? ¿O le declaraste tu amor?
  • Yo: ¡Somos primos!, no le hice nada… mi abuelo me mata si le pasa algo, jajaja.
  • Nora: Uhmm, no lo entiendo… ¿no pasa nada entre tú y ella?
  • Yo: Yo menos lo entiendo… y no pasa nada, no sé lo que piensa mi prima…
  • Nora: Mi pardillo precioso, jajaja, te lo explicaré con peras y manzanas, jajaja ¡pensé que eras más inteligente!, pero veo que eres hombre… en fin…
  • Yo: Oye, soy inteligente…
  • Nora: Jajaja solo en clases, jajaja.
  • Yo: En casi todo, solo que no entiendo a Fer…
  • Nora: Creo que tu prima está loca por ti y está sufriendo un ataque de celos terrible… sería lo único que me explica la furia contra ti y el que ella haga todo por alejar a las chicas de ti… es más ahora sé que odia cordialmente con tu novia, ¿Cómo se llama?
  • Yo: Lo sabes… Coté… y según tú, ella no es rival para ustedes, jejejeje
  • Nora: Ahora no lo sé, pues estaba furiosa que te fueras con Coté de la Uni…
  • Yo: ¿Por qué lo dices?
  • Nora: Porque los vio, y de ella no dijo nada bueno, en especial como iban montados en la moto, jajaja
  • Yo: ¡Ah! Lo entiendo…
  • Nora: Si, no le gustó como montaste la moto, jajaja, pardillo degenerado, jajaja
  • Yo: Pero es mi novia…
  • Nora: Pardillo ten presente que desde ahora toda chica que se te acerque será odiada. Conmigo ya lo está desde el momento que puse mis ojos en ti… Fer cambió…
  • Yo: ¿Sabrá de lo nuestro?
  • Nora: Ay pardillo inocente, no lo creo, si lo supiese me saca los ojos, pero desde el Karaoke ya desconfía de mí, o no te diste cuenta…. Si hizo todo el show del chico…
  • Yo: ¡Ah! El chico …
  • Nora: ¡Sí! Ese mismo, jajaja
  • Yo: ¿Pero celos?... si somos primos
  • Nora: Para nosotras esas cosas son evidentes, y el que seas su primo parece no importar, jajaja… tu prima quiere algo contigo, de eso no tengo ninguna duda, jajaja
  • Yo: Nunca me lo hubiese imaginado (era una vulgar mentira, si me la había imaginado, soñado, pensado, deseado, etc.)
  • Nora: ¿En todo caso te habrás dado cuenta que yo también siento algo por ti?
  • Claudio: ¡Sí claro!… pero lo nuestro es solo una relación de amantes
  • Nora: Sí, pero… las relaciones evolucionan
  • Yo: Lo sé, pero no sé cómo va lo nuestro…  te encuentro linda, inteligente, simpática y lo pasamos bien, pero tengo novia…
  • Nora: Te dije que terminaras con ella, no la hagas sufrir…
  • Yo: Es que no sé…
  • Nora: ¿Dime la verdad, la cambiarías?
  • Yo: Para serte sincero… creo que sí… (claro que no agregué que la cambiaría por Fer)
  • Nora: Te ayudaré a que cambies, jajaja, dijo y se lanzó a mi cuello para besarme con un beso francés tan caliente como nunca me lo habían dado, ¡uf que tigresa!!
  • Yo: Pero aún no la dejo y Fer puede venir… alcancé a decir cuando me dejó respirar.
  • Nora: Ya la dejarás, Fer está estudiando… ¿Quieres follarme o no pardillo?
  • Yo: Ayer nos salvamos por puntos y por una buena excusa
  • Nora: Piensa en una mientras follamos, jajaja

Por un momento pensé que era una broma, que no podía estar pasando. En mi vida pensé que mi amante una de las Diosas de la Uni, me pidiera sexo sin medir los riesgos de un escándalo. Me levanté como pude de mi asiento con ella colgada de mi cuello, aún sin saber quehacer.

  • Yo: ¿Es… en serio Nora?…  Fer puede venir.
  • Nora: ¡Sí tengo ganas de ti!, necesito que me folless... por favor no me hagas repetir la pregunta

Nora liberó mi cuello y comenzó a sacarse la camiseta de tigre para dejar al descubierto un sujetador que ocultaba lo suficiente para imaginar al resto, luego se bajó sus jeans para ir bajando la tanga de a poquito. Mi amante sabía muy bien como calentar a un chico como yo.

Trataba de pensar en Nora, pero mi pensamiento volvía a Fer, claro que mis ojos seguían clavados en la bella tigresa, la que se bajaba la delicada prenda que aún se pegaba a su húmedo coñito; tan húmedo que un delgado hilito de flujo quedó atrapado entre la tanga y los labios vaginales.

Mientras creía morir y mi morbo me asaltaba nuevamente, traté de pensar una salida por si llegaba Fer, pero la confusión reinaba en mi mente… Nora se sacó los zapatos, los jeans y la fina tanga para dejarlos a un lado, ahora la veía solo con el sujetador aún puesto, ¡sí de verdad era una diosa!

Sin mediar palabras me empujó sobre la silla en que antes estaba sentado y se arrodilló frente a mí. Yo no salía de mis tribulaciones tratando de idear un plan, mientras ella sí sabía cómo proceder para atraerme a la candente situación que vivíamos… Ni siquiera intenté ayudarla sacando mi verga del pantalón, la que apenas libre la besó, lamió y tragó con su boca hermosa de labios carnosos y bellamente coloreados con un labial candente. Cuando comenzó a comerme la verga con una pasión animal que me recordaba al tigre que lucía en su camiseta, solo gemí como un cervatillo herido, casi sin pensar me comenzó a bajar el sentimiento de culpa y miedo a ser descubierto por Fer y quise que se detuviera por lo que le dije:

  • Pronto llegará Fer y….
  • Nora: No lo creo, vamos déjame convencerte, dijo interrumpiendo la faena solo unos instantes

Mi verga dura como hierro se entregaba al deleite de los sensuales labios y la experta lengua de Nora, la verdad es que mis miedos y culpas estaban anulados por la pasión, excitación y morbo de lo ilícito.

  • Nora: Vamos a tu cuarto, no quiero que te corras solo en mi boca, quiero sentir esta preciosura en mi coño, dijo sin ningún tapujo.
  • Yo: Sí, fue mi única respuesta

Recogió su ropa y me siguió a mi cuarto, una vez dentro la dejó ordenadamente en una silla y se sacó el sujetador, luego se subió a mi cama quedando en cuatro como perrito, la imagen en mi mente quedó grabada a fuego, ¡Nora es preciosa y sensual!, manteniendo su mirada felina, separó las piernas esperando recibir mi verga como una puta... ¡pero que puta!

  • Nora ¿Qué espera?... ¿Me vas a follar o no?
  • Yo: Pero… mi novia… Fer.
  • Nora: Ya terminaras con tu novia y en cuanto a Fer, ¡me importa un carajo! ¡quiero que me cojas!... si lo haces bien podrás partirme el culo como a ti te gusta…

No dije nada más, mi libido gobernaba mi cuerpo y opacaba mi conciencia, ya estaba completamente convencido de que la follaría hasta el cansancio llegara Fer o no, tuviera novia o no. Increíblemente Nora estaba tan ansiosa de ser perforada, por lo que cuando me puse tras ella tomó mi verga y la puso enfilada a su chorreante coñito, el cual se fue abriendo con inusitada facilidad a la presión de mi glande.

No es que estuviera desbocado o que mi verga fuera pequeña (que a mi juicio no lo es con mis 20 centímetros), era que ella ¡estaba más que húmeda!, estaba mojada, mi amante era la hembra más caliente con la que haya estado alguna vez.

Cuando ya la tenía envergada hasta la empuñadura, ella comenzó a gemir y me pedía que le diera caña, cosa que hice mientras la tomaba de sus caderas y comenzaba un frenético mete saca. Nora se iba excitando cada vez más y más, tanto que ya no solo gemía si no que me decía cosas guarras a viva voz, entro otras que recuerdo me decía:

  • ¡Uy como llenas el coño!... ¡dale macho dale mi concha es tuya!... ¡mmm estoy repleta de carne… que gusto!

La verdad es que sus palabrotas, gemidos y voces de aliento me excitaban y llenaban de pasión, si yo fuese un equipo de futbol gano todos los campeonatos con ese apoyo. Nora era una hembra que sabía cómo alentar a su hombre y hacerlo sentirse un real macho, nunca había experimentado algo así con otra chica ¡incluyendo a Coté! Por lo que comencé a poner toda mi atención al sacarla y luego enterrársela en lo profundo. En cada oportunidad sentía como su coño me apretaba en cada envestida. Sentía en ¡cómo nos dábamos placer!, era alucinante… En efecto con Coté nunca había logrado algo así, pese a que en el último tiempo nos entregábamos el uno al otro con gran pasión.

En el calor de nuestra follada perdí la noción del tiempo, solo sé que ella se corrió unas tres veces, y yo una que la sentí hasta ¡¡“La Pepa del Alma”!! Después de descansar un rato haciéndonos dulces caricias empezamos un nuevo asalto ya no tan lleno de pasión, esta se había transformado en dulzura. Mi amante Nora era una chica de muchas facetas y en esta era realmente extraordinaria.

En un momento ella cambió de posición dejándome abajo, acomodó las almohadas y me dejó comiéndole las tetas mientas ella suavemente, pero sin dejar de ser pasional comenzaba a mover su culito tan deseado por media Universidad… sentía ese dulce torbellinos mientras disfrutaba de unas tetas preciosas, grandes, duras, con unos pezones proporcionales al tremendo manjar que tenía en mis manos que apenas podían abarcar.

Estábamos en eso cuando sentí como Fer entraba a la casa tiraba las cosas en la sala y gritaba mi nombre. Nora me miró con una cara entre traviesa y diabólica y continuó dándome caña, yo a duras penas contesté:

  • Hola Fer… ¡Estoy en mi cuarto cambiándome…!!
  • Fer: ¡Bueno, me voy a duchar, recuerda que hoy cocinas tú…!!!
  • Yo: Okey…

Pese a que era la oportunidad de que Nora saliera… Seguimos follando tratando de no hacer el más mínimo ruido, Fer estaba en casa, así que debíamos follar en silencio ¡Uff, mque morbo! Creo que nos corrimos los dos al unísono ante la adrenalina generada por el riesgo de ser descubiertos.

Nuevamente Nora se adjudicaba una pequeña victoria sobre Fer y sobre mí por la debilidad que demostraba ante ella, haciéndome caer en una infidelidad tácita a mis reales sentimientos… Luego con el mismo silencio que nos corrimos, nos miramos con malicia y nos pusimos de acuerdo en escapar de la riesgosa situación, por lo que nos vestimos presurosos, dejando su culito descansar para otra oportunidad.

Antes de salir me aseguré que Fer estuviese en la ducha, una vez claro de aquello, Nora se escabullo silenciosamente mientras su amiga no salía del cuarto de baño, claro que ella me miraba y reía en silencio pensando o imaginando mis pensamientos.

Para evitar suspicacias por parte de Fer, me lavé con unas toallas húmedas, me eché mucho desodorante mientras abría las ventanas para ventilar e intentar eliminar el aroma a traición de mi cuarto. Sí ese era mi sentimiento, el follar a Nora me hacía traicionar mis afectos no declarados por mi prima, la verdad es que me había convertido en una mala copia de la misma Fer.

Cenamos con Fer en un silencio casi mortal, yo notaba que ella estaba como rara conmigo y pienso que ella notaba algo extraño en mí, no sé si era por mi comportamiento evasivo, ante mi sensación de infidelidad, o por mi cansancio después del apoteósico polvo que había tenido con Nora.

La verdad es que por primera vez no me sentí excitado por mirar el canalillo que formaban las tetas de mi primita. En fin, la sensación era difícil de describir y llegó a ser tan tensa que no me quedó más que romper el hielo.

  • Perdón, pero tenemos que hablar…
  • Fer: No tenemos nada de qué hablar…
  • Yo: ¡Sí tenemos!... de lo que pasó entre nosotros...
  • Fer: Fue una jugarreta que se nos escapó de las manos…
  • Yo: Para mí fue algo más que una simple jugarreta…
  • Fer: Si te refieres a que me agarraste las tetas… fue porque eres como todos los hombres.
  • Yo: Fue diferente…
  • Fer: No te creo, probablemente a tu noviecita o Nora se las agarras igual pardillo degenerado.
  • Yo: No, contigo es…
  • Fer: No hablemos más, eso ya es pasado, somos primos y no debemos jugar a lo que estábamos jugando…
  • Yo: Pero para mí…
  • Fer: Olvídalo, como yo ya lo olvidé, somos y seremos primos… Bueno me voy a la cama, hasta mañana.

Pese a todo dormí como un lirón y para cuando desperté. una vez más Fer no estaba, por lo que desayuné pensando en lo sucedido con las chicas y lo dicho por Nora. Preparé todo para la Uni, y marché decidido a terminar con Coté este mismo día. Saliendo la llamé por teléfono para pasar a recogerla, pero no me contestó, cosa rara pues ella siempre lo hace a no ser que esté en clases, por lo que no se dio la oportunidad de expresar mi resolución.

Llegué a la Universidad y comencé a buscarla, pero me encontré con la sorpresa de que había llegado a la Uni temprano, pero después se había marchado por un motivo que nadie supo decirme, en fin la buscaría después de clases. En tanto pasé casi toda la jornada siendo evadido por Fer y a su vez evadiendo Nora, lo que se simplificó para todos, ya que ellas andaban juntas para todos lados, a eso de las 3 pm cuando solo me quedaba unas pocas clases electivas, de materias de que confiaba en mis conocimientos, decidí ir a ver a Coté pues no contestaba mis llamados.

Monté mi moto y traté de cubrir la distancia la reducida distancia que separaba la Uni del piso de Coté, en tiempo récord… no sé exactamente porque corrí en su busca… llegando a su piso llamé a la puerta… nadie contestaba, bajé y hablé con el conserje… Este mirándome extrañado me dijo que subiera, pues una de las señoritas si estaba. Así que regresé y “me colgué de la campanilla”, después de varios llamados a la puerta finalmente me abrió Bea…

  • Bea: Coté no está…
  • Yo: ¿Pero ¿dónde está?
  • Bea: No lo sé…
  • Yo: ¿Le pasó algo?
  • Bea: No lo sé…
  • Yo: Bueno la esperaré…
  • Bea: No creo que sea conveniente…
  • Yo: ¿Por qué?
  • Bea: No regresará hoy…
  • Yo: ¿Cómo?
  • Bea: Es que no quiere verte…
  • Yo: ¿¡Pero por qué!?
  • Bea: Es que no se atreve a verte…
  • Yo: No entiendo… ¡¡explícame!!
  • Bea: Debe ser porque terminaron…
  • Yo: ¿Qué?...

En resumen, ¡ya no tenía novia!, le pregunté a Bea si era por lo de ayer, pero ella lo negó, en cambio me contó algo que me dejó desconcertado, resumiendo Bea me dijo:

Que Coté durante el puente se había encontrado o reencontrado con un “antiguo amor” de su viaje a las islas griegas, y que apenas pudo trató de decírmelo, cosa que no pudo, pues yo la follé a lo bruto, por lo que me echó de su casa.

Durante esta confesión, Bea me juró que Coté no me había puesto los cuernos físicamente, ni en las islas griegas, ni ahora, pero en este reencuentro había llegado a conectarse espiritualmente con su exnovio. Claro que se habían besado, pero eran unos “besos de felicidad” por el reencuentro. En otras palabras, yo era un cuasi-cornudo, lo que me molestó, pero obviamente no podía tirar la primera piedra, si creía en lo que me decía Bea.

Quedé anonadado por la verdad que me revelaba Bea, la cual se preocupaba por mi estado de ánimo y se sentó junto a mí en la sala, dándome agua con azúcar al verme cabizbajo, la verdad es que no la necesitaba, pues me facilitaba lo que quería hacer desde que me levanté, además, yo también la había engañado y estaba decidido a terminar con ella.

Mí actitud era más para aparentar que por una tristeza verdadera. Claro que me dejé consolar, de alguna forma quería guardar las apariencias… tomé unos sorbos del agua azucarada y ella me abrazó con ternura y puse mi cabeza sobre sus pechos, mientras ella me decía que en el mundo había más mujeres, que era mejor terminar una relación cuando aún no era sólida, que no había terceros a quien dañar, y otras cosas.

Yo simulaba estar muy triste, pero la verdad es al contacto con esos suculentos pechos, solo tenía ganas de vengar los presuntos cuernos de mi ahora exnovia. Me había convertido en un salido con las mujeres y el tener las suculentas tetas de Bea a escasos centímetros de mi boca no ayudaban a ser un chico bueno, además mis manos descansaban sobre su regazo, a escasos centímetros de su coñito, cosa que me ponían no solo alegre, si no que muy caliente.

Como ya les había mencionado, Bea era una chica muy atractiva, diría algo bajita de 1,60 metros aproximadamente, con unas tetas copa DD o F. Sus medidas las calculé luego de que fuese mía… según mis cálculos ella está dotada de unos endemoniados 100-66-103, en otras palabras, una figura digna de pecado. ¡Joder tiene las tetas más grandes que Fer!... ¿¡No sé por qué todo me recuerda a mi primita!?

Como no quería la cosa puse mi boca y nariz sobre uno de los pezones de Bea que tiernamente me acariciaba la cabeza y el calor que emanaba de mí, iba directo a ese oculto manjar, al poco y dentro de mi afiebrada cabeza se me ocurrió poner una de mis manos sobre la rodilla de mi consuelo… ella no reaccionó, ni hizo nada en particular, solo guardó silencio, pero continuo con sus caricias en mi cabello.

Dado que el silencio otorga, subí mis manos unos centímetros, creo que nunca en mi vida había sido tan osado y ahora mi mano estaba en la pierna por sobre la rodilla, ella continuaba en silencio con sus caricias, al ver que no había rechazo hundí mi cabeza en su pecho y ahora mi boca se apoyaba en su pecho directamente sobre uno de los pezones.

  • Bea: ¿Claudito qué pretendes?
  • Yo: La verdad es que necesito de tu ternura y cariño Bea, dije subiendo aún más la mano
  • Bea: La tienes, ¡pero es que estás con tu mano en mis piernas!…
  • Yo: Es que quiero sentirte completa Bea, como la otra vez, es que tu ternura es lo que necesito ahora, dije subiendo mi mano por su muslo hasta tocar el límite de sus bragas…
  • Bea: Pero ¿¡qué pasa con Coté!? ¿No piensas en reconquistarla?
  • Yo: Coté tomó su decisión, yo tomo la mía, terminamos… ahora si tú lo permites, podemos ver qué pasa, dije metiendo suavemente mi mano por bajo las bragas para detenerme en su culo.
  • Bea: Pero eran novios, esto no está bien…
  • Claudio: Difiero de ti, eres linda, soltera y yo ahora soy un chico sin ninguna relación, podemos consolarnos mutuamente, dije acariciando con suavidad el terso y duro culito.
  • Bea: Pero yo no estoy triste, y no quiero enredos…
  • Claudio: Consuélame y después déjame si así lo quieres, haré lo que tú quieras…

Mi aparente pena pasó a ser una alocada calentura, Bea de pronto se rindió a mis caricias, por lo que dejó de ser la chica tierna y sencilla, para transformarse en una leona que quería devorarme, nuestras manos se hacían pocas para desnudarnos, ¿¡no sé cómo!? pero a los dos minutos estábamos completamente desnudos y descubrí uno que otro secreto de la adorable Bea, que en las penumbras del coche no había podido apreciar cuando Coté me hizo follarla.

Al principio la aparente inocente Bea no dijo nada cuando comencé a comerle las tetas por sobre su ropa. Ahora que se entregaba a mí sin intermediarios, seguimos sin frenos, acariciando ese cuerpo precioso nacido para el sexo… sin pensarlo mucho me levanté del sofá y me puse en frente, la besé apasionadamente y luego le abrí las piernas aún con su parte de su ropa puesta.

La acariciaba con pasión las tremendas tetas a medio liberar, notando en los duros pezones… ¿¡algo que no me calzaba del todo!?...  Ella al notar mi curiosidad me miró con ojitos afiebrados e inmediatamente comenzó a sacarse el sujetador... luego levantando el culo se bajó las bragas. Bea, tenía unos piercings en los pezones y en el ombligo, cosa sorprendente, pues nunca me había topado con una chica que los usara en las tetas (bueno, no conocía muchas chicas, como tampoco muchas tetas).

Eso me puso bastante “caliente” o por decirlo claramente ardiendo, por lo que me dediqué a juguetear con ellos con mi boca mientras paquete tocaba su coñito. Indudablemente Bea quería más, por lo que me puse de pie para bajarme el pantalón con su ayuda, mi verga erecta y dura saltó como resorte y sin decirnos ni una palabra la puse a la entrada de su coñito.

Los labios vaginales se fueron abriendo lentamente e inexorablemente mientras la iba perforando, ahora un piercing en el coñito se revelaba en plenitud, ¡Uhmm, otra sorpresa!  pese a que estaba bien situado y no me molestaba, se la metía despacito... La facilidad con que entró me dijo dos cosas, la primera es que ella estaba muy caliente, y la segunda es que se notaba que tenía experiencia en estas lides, muy al contrario de lo que yo siempre me imaginé.

  • Bea: Ahh, es grande… Au... au… Dijo, pero la verdad es que no le creí por ningún momento, ya que todo fluía más de lo que había sucedido con Nora o Coté
  • Yo: ¿Te duele algo Bea?
  • Bea: Es que está grande… no sé por qué te cambió por otro chico…
  • Yo: Espero que tú no me cambies ahora, dije y seguí dándole.

Estaba tan excitado y caliente, que noté que no podría aguantar demasiado, por lo que cambié de ritmo… no sé por qué pensé en Coté follando con otro chico, pero al contrario de lo imaginable, me excité aún más (incluso me cuestioné que eso sucediera). Trataba de follarla lento sin rozar mi frenillo atacando su botoncito de placer muy despacio, estirando como sea el momento de correrme, pero creo que ya estaba perdido.

Mientras la follaba e intentaba no correrme, le miré las tremendas tetas adornadas con las joyitas que brillaban en los pezones mientras se le movían con el vaivén, eran algo hipnótico, lo que de alguna manera permitió que no me corriera de inmediato y acabara subyugado por los sensuales movimientos de la dulce Bea.

En eso Bea grita que se iba a correr, rompiendo el trance hipnótico en que me encontraba. Al volver en mí miré su lindo rostro mezcla de deseo y frenesí, estaba completamente roja y excitada, con los ojos entrecerrados mientras suspiraba, y gemía con pasión. Me afirmé bien de sus piernas y comencé a una loca carrera por corrernos juntos… En eso Bea me dice:

  • Ahh… ahhh…. Ahhh No me acabes adentro… ahh
  • Yo: Ahora no puedo sacarla, le respondí a duras penas

Estaba corriéndome junto con ella en el máximo del clímax… No podía, solo la clavé lo más profundo para llenarle el coño con varios borbotones de leche… Cuando ya tenía un control sobre mí, se la saqué con cuidado de su húmedo coñito, cayendo un montón de mi leche, corriendo por su monte de Venus. Bea estiró la mano y recogió gran parte de ella y se la metió a la boca.

  • Bea: ¡Mmm que rica…!
  • Yo: ¿Te gustó?
  • Bea: ¡Uff...! ¡Sí todo! Solo que me vine muy rápido porque estaba muy excitada.
  • Yo: Sí yo también, eres diferente a lo que recordaba de ti… y de tus joyitas, jejeje
  • Bea: Sí a muchos le sorprende mis adornitos, jajaja
  • Yo: ¿Por qué querías que me corriera afuera?
  • Bea: Es que desde hace cuatro meses que no tengo novio y no tomo nada…
  • Yo: ¿Puedes quedar embarazada?
  • Bea: No si compramos la píldora del día después, al igual que la otra vez…
  • Yo: Sí claro, podemos ir juntos (¡uf que alivio!).
  • Bea: en todo caso hoy no es un día de riesgo.
  • Yo: Mejor prevenir que lamentar
  • Bea: Sí claro
  • Yo: Tengo hambre… podríamos comer algo yo encargo una pizza…
  • Bea: Buena idea y después de comer seguimos...

Lo único que logré sacarle durante la cena además de la ropa, es que ella me tenía ganas desde que hicimos el trío bajo la conducción de Coté, además de sentir como la follaba a Coté, desde que comencé a follar con ella en el apartamento a toda hora y en todo lugar. Me contaba que su coñito se le hacía agua al escucharnos y ahora fue el acabose cuando nos sorprendió en la sala follando.

Según Bea no le gusta involucrarse con novios de sus amigas, aún cuando ella sabía que Coté quería terminar conmigo, pese a que ella misma la había involucrado conmigo… Eso me hizo reflexionar con respecto a lo leal que era Bea con su amiga Coté, aún cuando estaba en su naturaleza ser muy puta y que gozaba del sexo espontáneo, a lo que yo agregué que follaba muy bien…

Me siguió contando que al vernos y después del trío, ella quedó convencida que me tenía que probar sin la supervisión de Coté, y por eso no se resistió a mis proposiciones no muy santas, y se entregó por entero a catarme. Pese a que quise seguir con ella un poco más e intentar romperle el culo, Bea sabiamente me dijo que no quería que Coté llegara y nos encontrara ensartados (eses fueron sus palabras, lo juro).

Nos despedimos como amigos… “con ventaja o derechos”, no sé muy bien, que ella lo había disfrutado mucho, que entendía que no seríamos nada serio, pero igual podíamos quedar cuando lo necesitáramos, en fin, nuestra tarde terminó en muy buenos términos.

Salí para casa a eso de las 20:30 horas, cuando era algo tarde para estudiar, trabajar o hacer cualquier cosa, más que cenar. Estaba agotado, la verdad es que Bea era una leona y me estrujó todo lo que pudo. Lo extraño es que pese a tener otra vez una sensación de culpabilidad, quería repetir con ella y pienso que ella conmigo; pues me lo dejó muy en claro. Aun cuando también me dejó en claro, que por ningún motivo Coté debía de saber lo que pasó, si es que alguna vez queríamos repetir. Además, me reiteró que no se me fuese a pasar por la mente algo serio con ella como un noviazgo, pues su prioridad era terminar la universidad y conservar su amiga.

Cuando llegué y entré finalmente a casa, en la sala me topé con mi primita… sí la misma que me había evitado todo el día, pero ahora además de un casi monosilábico saludo, noté que su cara era de dos metros por decirlo suavemente… Fer estaba muy enojada, pues había cocinado para los dos y yo no me había aparecido, además por la hora ya estaba más que preocupada… ¿No sé qué le pasa?, antes pasaba de mí y me hacía sufrir, y ahora resultaba que yo la hago sufrir a ella por no preocuparme de sus cosas, o pasar de su vida.

  • Fer: Tu cena está en el microondas
  • Yo: Gracias… ¿Te pasa algo?
  • Fer: Eres un desconsiderado al no llamar o decirme que llegarás tarde a cenar.
  • Yo: Es que los trabajos…
  • Fer: ¡Sí cómo no!, los trabajos son follarte a la puta de Coté…
  • Yo: Coté terminó conmigo…
  • Fer: ¿¡En serio!?... siempre supe que no era una chica como para ti.
  • Yo: ¿¡Tú crees!?… ¿por qué no me lo dijiste?
  • Fer: Conociéndote, si te lo hubiese dicho te encapricharías con ella, y ahora serías su perrito faldero

Me pareció ver una leve sonrisa y un extraño brillo en los ojos de Fer cuando se fue de la cocina meneando su culo más allá de lo usual, me pareció que después de su mala onda y peor humor por mi atraso en la llegada, la noticia de mi rompimiento con Coté la alegró… ¡Uf!, si supiese lo de Nora y Bea, seguro tendría otra cara.

Mientras cenaba Fer estudiaba en la mesa, me maravillaba una vez más ver sus tremendas tetas sobre los libros, por lo que cenaba ensimismado, o mejor dicho encandilado por su belleza y en especial por esas tetas… estuve tan pendiente de ellas que cuando yo terminé mi cena, ella instintivamente me miró a los ojos y yo sin meditarlo, le dije:

  • Quiero ver tus tetas…
  • Fer: Ni en tus sueños, hemos ido demasiado lejos…
  • Yo: Yo no lo creo, además me dijiste…
  • Fer: Sé lo que dije, pero no, ya no…

Luego de este breve diálogo Fer se paró y salió corriendo a encerrarse en su cuarto, yo la seguí para hablar con ella, pero por más que la llamé y le pedí que habláramos, ella no dio señales de vida.

Al otro día se volvió a repetir que ella salió muy temprano, tanto que aún no amanecía, la verdad es que Fer me evitaba… El resto de la semana casi no vi a Fer y las veces que la vi, no retornaba a su costumbre de osadas tenidas para ir por casa… intenté hablar con ella, pero me evitaba.

En cuanto a Nora, la verdad es que las vi frecuentemente en el campus y nos juntábamos a almorzar en la cafetería, pese a que no pasó gran cosa desde el punto de vista de amantes, en otras palabras, no follamos, pues ambos teníamos que estudiar

Respecto a Coté, ambos nos evitábamos, por lo que muchos se extrañaron al no vernos juntos, pero muchos de ellos se alegraron, pues la linda chica quedaba disponible, así como su precioso culo, tal vez el mejor de toda la universidad.

Finalmente, el viernes por la tarde por fin me encontré con Coté a boca de jarro, era imposible evitarnos, como ella me había evitado, para no toparnos en las pocas clases que teníamos en común. En ese momento la saludé evitando que se escabullera, ya que la verdad, es que quería una explicación del tema de su exnovio y las islas griegas… No la odiaba o estaba enojado con ella, y no veía un motivo real para rehuir de mi por el solo hecho de querer terminar nuestro noviazgo, pues nunca fue una relación demasiado intensa con la excepción de las últimas semanas que follamos como posesos.

  • Yo: ¡Hola Coté! … espera, quiero hablar contigo.
  • Coté: Es que tengo prisa…
  • Yo: Solo quiero tres minutos de tu vida…
  • Coté: Mmm… solo tres…no sé, es que tengo prisa, intentando escapar de mi presencia.
  • Yo: Por favor solo tres… le pedí, pensando en que debía aclarar lo nuestro y eso no tomaría más de tres minutos.
  • Coté: Te escucho, dijo nerviosa
  • Yo: Corazón se los motivos que te impulsan a huir o eso pienso, solo quiero confirmarlos….
  • Coté: Perdón es que…
  • Yo: Me contaron que quieres a otro chico… está bien, prefiero saberlo ahora a que después sea tarde…
  • Coté; Sí, es desde que lo conocí que sentí que era el amor de mi vida, y ahora que llegó a vivir aquí, me di cuenta que lo nuestro no podía seguir…
  • Yo: Lo entiendo, pudiste decírmelo cara a cara…
  • Coté: Lo intenté, pero terminamos follando a lo loco… me es muy difícil verte y que no me baje una calentura insana… es que los últimos días me tenías más que satisfecha… diría loca por ti… tanto que la última vez, aun cuando estaba decidida a evitarlo, no pude.
  • Yo: Perdón…
  • Coté: No tienes que pedirme perdón, soy yo la que no me resistí.
  • Yo: ¿Quieres un café y galletas?...
  • Coté: ¿Solo eso?
  • Yo: Lo que tú quieras…

Fuimos a la cafetería y conversamos, era extraño que no fuéramos de la mano, pero había una nueva realidad. Nos sentamos y comenzamos a conversar de los estudios y otras tonterías hasta que pasamos a lo que nos reunía… ahí supe que se había ido de clases un par de días y hasta ahora se había escabullido de las que teníamos en común, le pedí que no lo hiciera más, pues no es muy bueno hacerlo. Conversamos reímos y por un rato volvimos a ser lo que éramos hacía solo unos días atrás: amigos, compañeros y al verla tan linda quería que siguiéramos siendo amantes, por lo que le dije con toda la sinceridad que poseía:

  • Yo: Ha sido un rato muy agradable, sería maravilloso sellar nuestra nueva relación follando.
  • Coté: Eres un salido… no has entendido nada… ¿Cómo me pides eso?
  • Yo: Pues te gusta follar conmigo y me pareció bien…
  • Coté: Pero estoy en una relación con otro.
  • Yo: Lo sé, lo entiendo, pero cuando estabas conmigo ya lo querías, solo que ahora te sinceraste con tu corazón… y como te dije lo entiendo, solo se sincera con tu deseo y folla conmigo, no quiero que pienses que es por amor, solo por deseo tuyo y mío.

Coté quedó muda, llamé a la camarera pagué la cuenta y tomándola de la mano la llevé al bendito baño de minusválidos del tercer piso con la esperanza que estuviese libre. Ella me seguía sin oponer resistencia alguna, pero aún estaba muda, yo le hablaba de cualquier cosa, pero ella no me respondía, solo me seguía…

Entramos al baño con el sigilo de costumbre, ella primero y al minuto yo… Coté estaba parada frente al tocador, llevé una mano abajo para tocarle el coño, ella gimió en silencio, era el primer sonido que emitía en todo ese rato, sentí como su coño estaba mojando su tanga y presionando un poco le metí un dedo con tanga y todo en el cálido y húmedo túnel, nos besamos en silencio.

Luego recorrí su cuerpo aún vestido de falda y blusa, en otras palabras, la manoseé entera, su culo, sus tetitas, y le levanté la falda para bajarle la tanga que se le incrustaba en la rajita del coño. Coté se giró apoyándose en el lavabo y me miraba a través del espejo, su cara mostraba lo caliente que estaba… en realidad estaba empapada de flujos

  • Yo: Mmmm… estas “requete mojada” Coté… sácate tus tetitas afuera las quiero ver...
  • Coté: Tan mojada me sientes, dijo mientras se soltaba el sujetador y mostraba sus tetas.
  • Yo: Estás muy caliente, te conozco… ¡Tócale el coño!... Ella metió una mano con la mía en su coño, a lo que le insistí… ¡ves lo mojado que está!
  • Coté: Mmm ¡Sí!... es… está muy mojado
  • Yo: Quieres que te la meta…
  • Coté: No deberíamos… terminé contigo…
  • Yo: Vamos se sincera contigo mismo, es solo sexo…
  • Coté: Mmm ahh ssii …sii gimió Coté.

Coté afirmada del lavatorio con una mano echando el culo atrás para que se rozara con mi verga, se veía tan linda que después de acariciar esos abundantes y tersos cachetes le tomé las tetas para amasarlas. Ahora mi ex novia que me había puesto los cuernos platónicamente según ella, quería que la follara.

Con sus tetitas afuera, sus bragas en el suelo y su culo dispuesto a ser penetrado.  Le metí mi verga con calma… lentamente, sintiendo como resbalaba en el encharcado coño hasta topar completamente con su culo, la saqué completamente de nuevo a pesar de un asomo de protesta. Se la pasé por el orto, luego a lo largo de la rajita del coño….

  • Coté: ¿Qué haces?... métemela.
  • Yo: Eso quieres putita mía…
  • Coté: No me digas eso, solo métemela….
  • Yo: ¿No te gusta que te pase mi verga?...
  • Coté: Sí, pero la quiero…
  • Yo: ¿Dónde la quieres?
    • Coté: En el coñito ¡siii! …¡¡ahhhh!!... mmm y después en el culo…

Aparentemente Coté no daba más de caliente. Ya que empujaba hacia atrás con su culo cuando se la metí y comencé un angustiante mete saca, ella gemía y lloraba frente al espejo, pensé en su nuevo novio, tal vez se sentía como yo cuando follaba a Nora siendo ella aún mi novia. No pasaron más de diez minutos cuando de pronto le llegó el ansiado orgasmo...... su corrida fue tremenda, pero yo aún quería correrme y conociéndola como yo la conocía, uno sólo orgasmo no sería suficiente.

El efecto de su corrida fue tremendo, tanto que Coté se derrumbó en el lavabo apenas afirmándose de él. Al verla así, le saqué mi verga antes de que su peso la malograra, tomándola de las caderas y no cayera al piso.

Coté aún sufriendo por la traición a su nuevo novio estaba gozando. Esperé que los de su fuerte corrida pasaran para cumplir con su segundo deseo… Le besé el cuello, volví a acariciar su aguitarrado cuerpo, y apunté mi verga en su orto perfecto… escupí en mi verga y en ella, luego empujé sin detenerme, ella gimió de placer.

El sentir en mi verga el cálido agujerito del orto, me desbocó como un garañón salvaje ante el olor a hembra, por lo que se la clavé profundamente, su gemido fue algo más fuerte de los emitidos anteriormente, pero se controló tapándose la boca… luego el único sonido que había era el de mi pubis chocando con ese majestuoso y abundante culo.

La miraba por el espejo y me engolosinaba con su culo el cual acaricié de mil maneras, mientras Coté con un brazo se afirmaba del lavabo y con el otro alcanzaba su clítoris para masturbarse, dejándose llevar por el placer… ahora mi ex novia follaba para su placer y pensé que sería bueno hacerlo para mi propio placer.

Le daba duro hasta que nos corrimos como burros, sentía como mi leche le entraba en su profundo anito y la llenaba, ambos quedamos extasiados… hasta que alguien golpeo la puerta y Coté un poco más recuperada que yo, dijo que estaba ocupado e imitando un vómito agregó que se tardaría un poco, el sujeto que había llamado a la puerta se tragó la mentira y se marchó… La miré y le dije:

  • Estudiaste la carrera equivocada, debieses ser actriz, jejeje
  • Coté: Sí actriz porno, jejeje

Bien follada, culeada, y muy contenta, Coté me dijo que deberíamos salir de ahí para no tentar a la suerte, por lo que empleamos la técnica ya aprendida. Otra vez salimos tan subrepticiamente como habíamos entrado, luego nos juntamos en uno de los pasillos donde nos despedimos.

Ahora yo me dirigía a buscar a mi primita para regresar a casa, mientras pensaba en lo que me pasaba con Coté y lo que le pasaba a ella conmigo… en el trayecto que cruza el patio central al área de estacionamientos me encontré con Nora:

  • Nora: ¿Dónde andabas?
  • Yo: ¡Ehh!... Hablando con un profesor… ¿Por qué?
  • Nora: Te necesitaba para aclarar unas dudas del proyecto y luego irnos a casa…
  • Yo: ¡Pe pero busco a Fer!…
  • Nora: Tu primita se fue…
  • Yo: ¡Ah!, claro, en ese caso, vamos a un estudio de la biblioteca.

Terminada las explicaciones del tema le dije a Nora que me iría a casa, cosa a la que ella agregó si podía dejarla en su casa de pasada…

  • Nora: Gracias, tal vez podríamos salir hoy…
  • Yo: Bueno, le preguntaré a Fer si le apetece también.
  • Nora: Pardillo no me entendiste, ella se fue a su casa, vuelve el domingo en la noche.
  • Yo: Ah lo había olvidado, dije mintiendo, pues no lo sabía.

Dejé a Nora en su casa quedando en vernos a las 20:00 para salir, luego llamé a casa para tratar de hallar a Fer, la que según Nora se había ido el fin de semana sin decirme nada… cosa que confirmé en el llamado que hice a mi madre, la que al principio alegre por la sorpresa de oir mi voz, pensaba que solo lo hacía por ella, luego al preguntar por Fer, ella cambió el tono:

  • Mamá: ¡Claudito!, ¿qué hiciste?
  • Yo: ¿Qué hice qué?
  • Mamá: ¿Qué pasó con Fer?
  • Yo: No sé de qué hablas
  • Mamá: Tu tía me llamó y me preguntó acerca de que pasaba entre tú y su niña, la que llegó de sorpresa…
  • Yo: Solo tuvimos un mal entendido, pero nada más...
  • Mamá: Ay mi niño, te dije que te mantuvieras lejos de ella...
  • Yo: Lo intento mamá, pero vivimos juntos…
  • Mamá: Ya te dije que el tema es que tan juntos a ella, están tus sentimientos…
  • Yo: No lo sé mamá…
  • Mamá: Ay mi niño, que te puedo decir, espero que no sean muy profundos.

Conversé con Mamá por una hora, donde terminé reconociendo que ella me gustaba, que todo empezó como un juego de parte de ella, pero algo cambió y ahora rehúye de mí.

  • Mamá: Mmm el problema es que ella cayó en su propio juego, jajaja
  • Yo: ¿Cómo?... no entiendo…
  • Mamá: Porque eres hombre, pero te explico, simplemente ella está igual que tú de confundida, su juego la atrapó y ahora está huyendo de ti, jajaja
  • Yo: ¿¿Huyendo?
  • Mamá: Si, jajaja, la verdad es que no sé por qué me rio, ya que tú también estás tonto, jajaja… Te recomiendo que la dejes en paz
  • Yo: No sé si pueda mamá.
  • Mamá: Deja que el agua corra bajo el puente….

Al llegar a casa de Nora por la noche apenas intercambiamos un descolorido saludo, pues aún estaba pensando en Fer… creo que ella se dio cuenta, por sus ojos pude notar una mezcla de alegría, preocupación y descaro sarcástico.

  • Nora: Hola Claudio… soy Nora por si no lo has notado…
  • Yo: Perdón Norcita, es que he estado pensando…
  • Nora: ¿En tu ex, Fer o la nueva?
  • Yo: ¿Nueva?
  • Nora: Yo, por supuesto.
  • Yo: ¡Ah!...  En la nueva por supuesto, jajaja…
  • Nora: ¿Y la ex?
  • Yo: Oh sí mi ex, jajaja…
  • Nora: ¿Tienes ex…?
  • Yo: Coté terminó conmigo…
  • Nora: ¿En serio?... ¡Entonces estás libre!
  • Yo: Bueno digamos libre, libre, no lo sé, jejeje
  • Nora: ¿Esas dudas?
  • Yo: Es que, si bien no se puede montar otro noviazgo recién terminado uno, ya te tengo de novia… tú…
  • Nora: Vamos que no lo soy… aún no, ¿¡qué pensarán los demás si lo soy!?
  • Yo: Nada creo yo…
  • Nora: Mentira, todos dirían que soy una zorra… no me molestaría ser una zorra, por ti, jajaja
  • Yo: ¡Serías mí zorrita!!
  • Nora: Vamos que es broma… como folla-amigos estamos bien por ahora…ambos tenemos que estudiar, jajaja, así que Claudito nada de novias, oíste, jajaja
  • Yo: Claro… no iré entregándome por ahí a la primera que se me cruce, jejeje

Finalmente salimos con Nora, primero a un pequeño bistró francés cercano a su casa, luego a bailar, pera que ya a eso de la medianoche le dije que nos fuésemos a casa, ante lo cual ella dijo:

  • Bien, vamos a tu casa y pasamos la noche ahí…
  • Yo: ¿Pero tus padres?
  • Nora: Tienen dos operaciones largas y lo pasarán en la clínica, no aparecerán hasta el sábado al almuerzo o quizás más tarde.
  • Yo: En ese caso vamos…

Al llegar a cas ael conserje nos dio la bienvenida mirándome con cara de complicidad al ver que llegaba con una chica preciosa a esa hora, por un momento pensé en mi abuelo, probablemente sabría de mi “aventura en su apreciado apartamento”, pero me pregunté ¿Qué sería lo peor que podría pasar?...

Subimos al ascensor y Nora se me colgó del cuello, yo le indiqué la cámara de vigilancia y ella descaradamente se giró y lanzó un beso al aire en dirección de la cámara, no me quedó más que saludar a la cámara, esperando algún grado de complicidad del chico que estaba en el turno de la noche en conserjería.

Llegamos al portal de mi casa y entre bromas tomé en brazos a mi hermosa Nora como si fuera una novia, la verdad es que no recordaba que mi preciosa amante no era muy livianita…. me vinieron los recuerdos de la playa, jajaja… ¡Sí! Nora pese a ser estilizada, es una chica alta y para nada escuálida, por lo que al entrar con ella y depositarla en el sofá de la sala, no me resistí y le hice el comentario.

  • Uff, por suerte no tengo que repetir la entrada todos los días, jejeje…
  • Nora: Oye tengo un físico privilegiado y solo peso 68 kilos para mí 1,76 metros.
  • Yo: Lo sé corazón, lo que pasa es que soy muy debilucho, jejeje
  • Nora: Jajaja… ahora que follaremos espero que no seas débil, jajaja.
  • Yo: No lo seré mi putita, jajaja.
  • Nora: ¿Tienes algo para beber?
  • Yo: ¿Deseas una cerveza o refresco…?
  • Nora: Dame un refresco.
  • Yo: No te vayas zorrita mía vuelvo de inmediato.
  • Nora: Te espero ansiosa, jejeje
  • Yo: Yo volveré ansioso, jejeje.

Al volver de la cocina se me acercó y rodeando mi cuello con sus brazos me besó apasionadamente, mientras yo con toda delicadeza soltaba el broche de su vestido y deslizaba el cierre que acababa solo un poco antes de su delicioso culo, a esas alturas ya estaba completamente excitado. Nora bajó los brazos para permitirme deslizar la fina prenda y quedar solo vestida con un conjunto y medias que era para dar un infarto, se veía igual que una modelo de Victoria Secrets. Luego se separó y me dijo:

  • Espérame solo un instante…
  • Yo: ¿Por qué?...
  • Nora: El baño….

Se dio la vuelta y como una modelo se fue moviendo sus caderas más que lo normal, por lo que yo me desnudé rápidamente y créanlo o no, me quedé con el bóxer levantando una carpa descomunal, y me senté a esperar.

A los minutos salió del baño, si antes se veía preciosa, ahora se veía impactante con su cabello suelto y una sonrisa preciosa. Todo en ella derrochaba sensualidad y esas tetas realzadas por el sujetador me incitaban a comerlas con pasión…. Rápidamente me puse de pie y ella nuevamente me rodeó con sus brazos y nos besamos.

Mi libido estaba en lo más alto y solo pensaba en follarla hasta que se me cayera la verga a pedazos, por lo que la levanté tomándola del culo y la llevé hasta la cama de mis abuelos… ahora ya no me importaba nada, si mi abuelo me echaba ya habría profanado su cama. en ese corto trayecto ella me besaba con pasión y me acariciaba el cabello, pero apenas la deposité en el suelo mis manos se asieron a sus gloriosas tetas. Todo este derroche de pasión solo fue interrumpido por ella:

  • ¿Corazón estás seguro de follar aquí?…
  • Yo: ¿¡Sí! por qué?
  • Nora: No quiero manchar la cama con… bueno tú sabes…
  • Yo: ya no importa, vamos a follar en la cama de mi abuelo y la romperemos, jejeje
  • Nora: A mí no me importa, pero pongamos algo… para que no te eche del departamento, jajaja

Mi deseada amante pensaba más que yo en esto detalles, pero eso prolongaba mi agonía y deseo por follarla y olvidar a Fer, afortunadamente solo sacó mi toalla del baño y la puso bajo nosotros… mientras lo hacía, yo veía su culo precioso apenas cubierto por un triangulito y una tira que se le metía entre los cachetes, por lo que no pude resistir más y le apoyé mi hombría en él, mientras la afirmaba de las caderas y sin decir más comencé a restregar mi verga por toda su rajita y orto.

  • Nora: Uy que impaciente… pero está muy buenooo.
  • Yo: No sabes lo que te deseo
  • Nora: Que bueno mi tigre, ahora follaremos como quería desde la primera vez que lo hicimos.

Seguí punteándola mientras ella se subía a la cama quedándose puesta en cuatro, saqué mi verga y se la puse en la boca mientras le acariciaba el culo y acariciaba su sedosa cabellera, mi lujuria estaba desatada y ella cooperaba meneando muy bien precioso culo para demostrar su complacencia y deseo.

Le toqué su coñito que a mi parecer estaba lo suficientemente húmedo, por lo que pensé que era tiempo de seguir adelante en nuestra demostración de deseo y pasión que nos unía en esta extraña amistad

Le bajé las bragas, las que salieron húmedas de deseo, al principio estaban atrapadas en sus cachetes y coñito, por lo que ella para ayudarme separó un poco las piernas, luego las levantó cuando fue necesario. La liberé de la delicada prenda con gran morbo y ansias, por lo que me hinqué y le comencé a comer la rajita del coño y su orto, ¡estaban deliciosos! O eso me parecía a mí

  • Nora: ¡Ahhh!... ¿Qué haces pardillo?... mmm sigue, está muy… muy bueno.
  • Yo: Mmm, tú estás muy buena… te la voy a meter…
  • Nora: Sí pero cuando lo hagas te quiero mirara a los ojos…
  • Yo: Okey, pero sácate el sujetador, pues yo también te quiero mirar y comerte tus tetas, jejeje
  • Nora: ¿Por qué te gustan tanto mis tetas?
  • Yo: No lo sé, pero siempre me han gustado, jejeje.

Cuando se tendió en la cama yo me fui sobre ella para metérsela lo más profundo, posible intentando no pesarle mucho, ella tomó mi verga y se la apuntó a la entrada de su coño… indudablemente también me quería dentro de ella.

La fui metiendo suavemente, sentía lo estrecha que estaba, Nora abrió más sus piernas para facilitarme la faena. Avanzaba cada centímetro gozando de la escasa fricción de un coño inundado de flujo mientras ella suspiraba y gemía calladamente.

Comencé un suave mete saca al que Nora acompañó con delicadeza, sentía como su estrecho y húmedo coñito me abrazaba y daba un placer inconmensurable, mi besos y caricias eran correspondidos acompañados de gemidos, suspiros y estertores. Seguimos en ese predicamento hasta que Nora me dijo:

  • Dame más rápido… dame…
  • Yo: ¿Te vas a correr? Pregunté como un idiota…
  • Nora: Mmm sí, dame más… ahhh… ahhh

Comencé a darle como quería, sin ser muy rudo le daba más rápido, al mismo tiempo ella me rodeó con sus piernas y apretó mi furibunda verga haciendo que yo también quedara al borde del orgasmo…. De pronto Nora comenzó gritar mi nombre y una riada de fluidos se mezcló en su interior, ambos nos habíamos corrido profusamente y me quedé sobre ella intentando no aplastarla, la miré a los ojos y vi que lloraba, pensé en que la había lastimado, pero ella me dijo antes de que le preguntara.

  • Son lágrimas de placer y felicidad… eres increíble…
  • Yo: Que bueno corazón, dije besándola.

Al poco cuando mi amiguito menguó al interior de mi Nora, me salí de encima de ella, tendiéndome a su lado, ella a su vez se giró apegándose junto con acariciarme, cosa que le correspondí hasta que después de tantos mimos, ambos estamos de nuevo amasando nuestros cuerpos con afiebradas caricias. Ya loco por mi amante, por un instante olvidaba a Fer, disfrutando del sexo sin complicaciones que me ofrecía Nora.

Volviendo al ataque, le agarré ambas tetas y me metí sus pezones en mi boca, la verdad es que ¡mi euforia era tremenda! En tanto ella se estremecía de placer y me empujaba para que me pusiera de espaldas nuevamente. Sin pensarlo mucho así lo hice, luego Nora se puso a horcajadas sobre mí moviéndose para refregarse mi dura verga por la rajita del coñito, en eso mira su mano y me dice…

  • Uff está toda pringada… la voy a limpiar…
  • Yo: ¿Pero ¡qué más da!?
  • Nora: ¡Ya verás!, dijo agachándose para volver a comerme la verga.

Limpió tanto que casi me corro, por lo que la saqué de ahí, pero antes me besó la punta del glande… ¡Nora era una furcia! Que estaba haciendo en completa libertad lo que quería, no teníamos ninguna restricción.

Seguimos con nuestras caricias, Nora nuevamente estaba excitadísima, y se levantó un poquito para guiar mi verga a la entrada de su coño, luego fue bajando con mucho cuidado hasta llegar al fondo, tomó mis manos que acariciaban sus muslos y las puso en sus tetas y me dijo:

  • Amásalas bien y te demostraré lo que es bueno, jejeje
  • Yo: Lo que digas corazón… uhmm que rico…
  • Nora: ¿Te gusta pardillo?
  • Yo: Me vuelve loco si sigues así me correré sin remedio
  • Nora: Goza como quieras… esta es tuya….

Se comenzó a contornear como si fuera un suave remolino y así mientras me acariciaba los brazos yo le sobaba las tetas ayudado por sus manos que se unieron a las mías. Nora no dejaba de mirarme mientras me cabalgaba de una forma que no había disfrutado nunca, sus movimientos me mataban, tanto que a los pocos minutos la tomé de las caderas imprimiendo mi propio ritmo hasta descargar mi simiente en su interior… lamentablemente sin hacer que ella llegara a su clímax.

  • Nora: ¿Lo disfrutaste pardillo?
  • Yo: Sí, pero tú…
  • Nora: No alcancé, estuve cerca, pero lo bueno es que tú sí.
  • Yo: Ahora te toca a ti, jejeje

Dado eso, decidí darle el placer que le faltaba con mi lengua y deditos, por lo que la dejé en la cama le abrí las piernas y me sumergí en su coñito. Mi lengua pasaba por su rajita que ahora tenía un sabor distinto… ¿sería la mezcla de nuestros fluidos?... ya nada me importaba más que darle placer a ella.

Nora lo estaba disfrutando como si el mundo se fuera a acabar… estaba muy mojada de excitación, por lo que mi lengua y dedos se le deslizaba fácilmente a lo largo de su delicada rajita del coñito. Con cada pasada de mi lengua por su clítoris ella se estremecía, ¡sin dudas estaba por acabar! y así fue, de pronto cerró sus piernas sobre mi cabeza y con sus manos aplastó mi cara en su rosado coñito… fue impresionante.

Ambos quedamos cansados de tanto sexo, por lo que nos acurrucamos uno al lado del otro y entre caricias nos dormimos, la verdad es que Nora sabía disfrutar y compartía su goce conmigo, sin complicaciones existenciales, solo era sexo…

No sé qué hora serían, ero seguro era de madrugada, pues aún no amanecía cuando sentí que una boca me comía la verga la cual despertaba junto conmigo, miré y una sonriente Nora estaba prendida de mi amiguito, la detuve un poco y la atraje hacia mí para besarla, mientras sucedía esto Nora se volvía a montar en mi para apuñalarse hasta el fondo, luego volvió a darme el tratamiento que me había enseñado, con sensuales y eróticos movimiento circulares, pero la detuve, no quería correrme sin que ella lo hiciera conmigo, por lo que tomándola de las caderas impuse mis condiciones hasta que ambos nos corrimos, a esa hora los pajaritos ya cantaban.

  • Yo: que buen despertar.
  • Nora: Me encantó, pero me dio mucha hambre, jajaja
  • Yo: ¿Tienes hambre?
  • Nora: Sí pardillo de mi corazón, hemos hecho mucho ejercicio
  • Yo: Vamos a la cocina a ver que hay

Nos hicimos huevos con jamón y café el que devoramos, jugamos a las caricias un poco y volvimos a la cama del abuelo. Ya superadas cualquier vergüenza entre nosotros nos acostamos a conversar de lo humano y divino como buenos amigos que éramos, hasta que sin darnos cuenta nos quedamos dormidos, realmente había sido una noche genial.

¿No sé qué hora sería?... pero nuestro nuevo despertar fue de lo más erótico que recuerdo en mi vida, pues en un momento mis sueños se convirtieron en realidad, tenía un ángel que atendía a mi verga con suaves besos y lamidas… sí a Nora no solo la consideraba un ángel, si no que era mi amiga, confidente y amante, además de que la “cabrona” se había despertado muy juguetona.

  • Yo: Mmm pero que buen despertar corazón.
  • Nora: ¿te gustó cariño?
  • Yo: Me encantó, jejeje
  • Nora: Entonces relájate y disfruta…
  • Yo: Me gustaría, pero prefiero estar dentro de ti…
  • Nora: Me gustaría corazón, si así lo quieres.
  • Yo: ¡Uhmm no hemos usado el camino alternativo!, jejeje.
  • Nora: Eres un depravado, me quieres partir el culito, jejeje
  • Yo: ¡Mmm!… ¡Sí!

Se levantó e hizo el ademán de huir, pero yo fui lo “suficientemente rápido para atraparla antes de que entrara al baño y la abracé por detrás encajando mi verga entre sus piernas y el cachete del culo, que delicia poner toda mi hombría en ese triangulito. Nora dio un gritito como de sorpresa, pero eran más bien risas y el cosquilleo en su coñito que la alegraba.

La levanté llevándola a la cama donde aún de pie nos dimos besos y caricias, sin dejar de lado el amasado de las preciosas tetas de mi chica, cosa que ella agradecía con un pajeo suave a mi verga, por su cara sé que le gusta que se las amase.

Cuando ya los dos hervíamos de placer la puse en cuatro sobre la cama y tomando uno de mis condones lubricados de mi cartera y con mi lengua me puse a jugar con ese orto perfecto, mientras cubría mi verga. Nora se hacía “la inocente”, yo bromeaba con lo que le partiría el culito sin misericordia… para acostumbrarla un poco también unté mis dedos en saliva y se los fui metiendo

  • Nora: ¡Ay!, ¿¡qué es eso!?...
  • Yo: Mis deditos…
  • Nora: ¿Eso solamente?…
  • Yo: Después viene un garrote.
  • Nora: ¿Me vas a dar un garrotazo? jejeje… yo no he hecho nada, jejeje
  • Yo: Te voy a meter el garrote grande y grueso en este culo perfecto que te gastas
  • Nora: ¿Pero es muy grande?...
  • Yo: Sí, te dejaré el culito bueno para nada, jejeje
  • Nora: Pero yo quiero a mi culito.
  • Yo: Yo también lo quiero y solo lo dejaré solo apto para mí, jejeje.
  • Nora: En ese caso, ¡méteme el garrotito!, jejeje
  • Yo: Nada de garrotito, jejeje, te meteré el garrotazo.
  • Nora: ¡Uy que susto!, jajaja

Cuando ya mis dedos ensalivados habían hecho su trabajo, comencé a meterle lentamente mi verga… Así y todo, ella aún me decía tonterías, pero el tono de su voz cambió de alegre a “caliente” y me incitaba a que le rompiera el orto, que mi “garrotito” no ya no la asustaba y otras tonterías.

Para cuando finalmente mi pubis chocó con su culo, cambió de “garrotito” a “garrotazo” y comenzó a menearse como una posesa. Mi calentura era tan alta como la de ella, y mis caricias en su culo se transformaron en apasionados agarrones y amasada de cachetes, que mi amada agradecía con profundos suspiros y gemidos.

  • Nora: Mme vuelves loca amorcito… pparteme el culo, ¡sí!, sigue así.
  • Yo: Si corazón tu culito será partido y solo mío.

Mi amante en algún momento se metió la mano en el coñito mientras le partía su orto y comenzó a anunciar que se corría una vez más, por lo que aceleré el mete saca y comencé a llenar el condón que retenía mi leche para no inundar ese precioso y perfecto orto. Ambos quedamos exhaustos, ella se tendió atravesada a la cama mientras yo me instalaba a su lado, donde continuamos con los besos y caricias hasta que me dijo:

  • Levantémonos y desayunemos me dio hambre.
  • Yo: ¿Ya tienes hambre?
  • Nora: Sí, además después me debo ir, si no deberé darles muchas explicaciones a mis padres, jajaja
  • Yo: Bueno corazón, desayunamos y te voy a dejar en tu casa.

Nos duchamos entre caricias, luego nos vestimos entre más caricias y apenas terminado el desayuno fuimos a casa de Nora, llegamos un poco antes de que llegaran sus agotados padres a casa, los pobres estaban tan cansados que se fueron a dormir, indicándole a Nora que me invitara a almorzar a alguna parte, que ellos pagaban.

Ante tal invitación, Nora me hizo esperar en la sala mientras se cambiaba para ir a pasear por la ciudad, cosa que hicimos, y como si fuéramos unos adolescentes visitamos el acuario, comprando un delfín y una orca de peluche, la verdad es que con ella todo fluye fácil (cuando así lo quiere según he escuchado)

Almorzamos en un pequeño bistró que servía comida francesa mediterránea muy sabrosa, dado que me encanta ese tipo de comida. Pero un llamado fisiológico urgente me obligó a ir al baño... Cuando volvía del lavabo divisé que mi Nora hablaba por teléfono con alguien, pero cuando llegué a su lado de regreso cortó sin decirme nada, por lo que le dije:

  • ¿Con quién hablabas?
  • Nora: Con Fer, ella me llamó para consultarme algo del super trabajo.
  • Yo: Ah…
  • Nora: ¡Preguntó por ti!…
  • Yo: ¿Qué le dijiste?…
  • Nora: Que estábamos almorzando juntos y que por la noche habíamos follado de lujo.
  • Yo: ¿¡Qué!?, dije casi sincopado…
  • Nora: Es broma no te asustes, solo le dije que estábamos almorzando y que tú fuiste al baño.

Un poco sorprendido por lo del llamado, lo dejé pasar pues llegaron los postres y cafés, claro que mi mente volvió a Fer y todos mis sentimientos me volvieron a asaltar, ¿por qué?, por un buen rato la había olvidado. Terminados los últimos platillos, y después de pagar la cuenta regresamos casa de Nora, dejándola ahí para que cada uno estudiara o hiciera lo que quisieran con toda tranquilidad, creo que era alrededor de las 15:30 horas

Cuando llegué a casa, la cual sentí vacía, tanto que igual fui a ver el cuarto de Fer, lo miré y en eso vi el típico diario de vida de las chicas, era extraño, pensaba que ya no lo usaban en la actualidad, tenía la curiosidad y deseo de leerlo, pues estaba abierto, es más lo tomé del velador, pero cuando iba abrirlo me arrepentí, no quería saber qué es lo que pensaba de mí, o si pasaba de mí, o si me quería como yo la quería… no quería hacerme ilusiones o desilusiones. Lo dejé con sumo cuidado en el mismo lugar y posición y salí de la habitación.

Todo lo que restaba del sábado lo estudié con la excepción de un partido entre El real Madrid y el Real Sociedad, luego cené, por primera vez en años me encomendé a Dios y me dormí. El domingo me levanté temprano y fui a trotar, luego desayuné y por primera vez en el año fui a misa, por algún motivo mis aprensiones requerían de la asistencia divina, a la salida de misa compré algo de comida hecha para sentarme en un banco de la plaza y comerla en paz.

Llegué a casa a una buena hora de dormir siesta, con el propósito de trabajar en unos planos que debía de entregar el lunes, tenía tiempo y paz, casi como si la venida de Fer no existiera. Así mi espíritu intranquilo volvía a la calma, hasta que a eso de las seis de la tarde cuando ya terminaba de trabajar y pensaba en invitar a Nora a un paseo, sentí la puerta de entrada abrirse… miré hacia ella y con sorpresa vi mi abuela seguida de Fer…

  • Yo: ¡Hola Oma… que sorpresa!
  • Oma: Hola Claudito, ve a ayudar a tu abuelo...
  • Fer: ¿Hola pardillo a mí no me saludas?
  • Yo: Hola Fer, que sorpresa verte, pensé que te habían raptado, pues no me dijiste nada de viajar…
  • Fer: Fue una decisión de último minuto, tu madre debió avisarte…
  • Yo: Iré a ayudar al abuelo…
  • Oma: El auto de tu abuelo estará en algún lugar, probablemente en un estacionamiento prestado, pregúntale al conserje….

Bajé a conserjería donde me avisaron que el estacionamiento donde estaba ubicando al coche del abuelo, el cual encontré sin mucha dificultad, mi pobre abuelo, ya tenía descargado el auto, por la cantidad de maletas, supe que la estadía de ellos sería larga, cosa inusual en esta época donde el abuelo no dejaba su negocio ni a sol ni a sombra, probablemente alguno de la familia se encargaría de él.

  • Yo: Hola abuelo, vengo a ayudarte…
  • Abuelo: Hola Claudio, gracias por venir a ayudarme.

Al escuchar que me dijera Claudio, me aseguró que no venía en son de paz y que no lo pasaría muy bien, tomé las maletas más grandes y en silencio comencé a llevarlas al ascensor, seguido del abuelo, que no había vuelto a hablar ni preguntar nada, una vez en el ascensor, pulsé el botón del piso y empezó la diatriba de mi abuelo…

Continuará...