Mi Prima mi Martirio Capítulo 6
Viajamos a casa por el fin de semana puente, algo que se suponía feliz, casi termina en tragedia para mí. ¿Podré espabilar?
Capítulo 6: Fin de semana puente
Me levanté temprano, tal como coordinamos con Fer, yo me llevaría el coche cargado, por lo que me dejó las llaves y documentos en la mesita de la entrada, mientras ella dormía plácida en su cuarto… de hecho así lo había comprobado al espiar su sueño desde el dintel de su puerta. Desayuné dejando mis trastos lavados y partí a la universidad… No fue tan fácil, pues tomé mis libros, mi mochila de viaje, y la “maletota” de la bella arpía, la que estaba a la entrada de la casa, la verdad es que mi primita viajaba con el guardarropa completo, lo único que le faltaron fueron sus libros, a duras penas cargué el auto y partí.
Las tres horas de clases más un recreo pasaron rápidas. En el único recreo conversamos un café con Roro y Coté, a los que se sumaron otros amigos, fue algo bastante ameno pese a ser un sábado por la mañana aún muy temprano. Al comenzar el regreso a la última hora de clase del día, Coté me retuvo unos minutos y me dijo:
- Corazón, recuerda tu promesa…
- Yo: ¿Cuál promesa?
- Coté: Cualquiera menos Fer me respondió algo mal humorada….
- Yo: Vamos que es una broma, jajaja, además es mi prima, con ella no puede pasar nada, sería incesto….
- Coté: No me fío de los hombres y tú eres uno, además ella es….
- Yo: Vamos no sigamos con el tema, ya sé que con cualquiera menos Fer…
No seguimos ahondando el tema por que debíamos entrar al salón para la última hora de clases, y nos dedicamos cada uno a lo suyo hasta la hora de salida, momento de separarnos y marcharnos cada uno a su ciudad. Mi despedida de Coté fue casi dramática, ya que ella nuevamente me hizo prometerle que me portaría bien, y que me mantendría alejado de mi primita, cosa que no tenía ni que decir pues era exactamente lo que tenía pensado.
Por primera vez en su vida Fer fue puntual, ya que me esperaba al lado del coche con un café expreso y galletas, me saludó con alegría, lo mismo hizo con Coté que me despedía al lado del coche. Mi novia me miraba con cara de tristeza mezclada con disgusto o celos, no puedo distinguir muy bien, pero ya nada podía hacer más que decirme adiós.
Salimos sin prisas del estacionamiento, pero pronto nos encontramos con las calles abarrotadas de coches y carreteras bastante congestionadas. El viaje que usualmente es de tres horas se nos hizo casi eterno, tanto que decidimos parar en un restaurante carretero y almorzar algo, el hecho de llenar mi estómago me dio una sensación de letargo y por ende algo de sueño, por lo que Fer me dijo que durmiera una pequeña siesta:
- Fer: Vamos despierta dormilón…
- Yo: ¿Eh, llegamos?
- Fer: Jajaja… tú eres el conductor y dormiste más que algo para que no nos matáramos en la carretera, jajaja.
- Yo: Ufff el cochinillo me dio sueño… me lavo la cara y vamos…
- Fer: No te demores, pues son casi las cuatro de la tarde…
- Yo: ¡Ufff…Tan tarde!... me dejaste dormir mucho.
- Fer: Quiero llegar viva y no tengo apuro, es más aproveché de leer…
- Yo: BBueno me apuro, aún nos falta una hora de carretera y quizás cuanto de la entrada a la ciudad hasta llegar a casa.
La verdad es que no me hubiese gustado conducir el viernes anterior, pues si siendo sábado la carretera estaba atestada, el viernes debió ser mortal, especialmente un tramo de unos 20 kilómetros que estaban arreglando cerca de la entrada a la ciudad, y que vialidad tenía reducido a solo una pista.
En fin, llegamos a la entrada de la ciudad casi al anochecer, gracias a Dios que Fer había llevado galletas y agua, de otra forma me muero en el camino sin la provisión adecuada de alimentos, jajaja. El último tramo para llegar a su casa fue un poco más aliviado, o por lo menos monótono.
Cuando ya estábamos próximos a su casa, mi prima me dice que:
- Es casi de noche, ¿me puedes dejar en mi casa?
- Yo: Por supuesto, para allá vamos…
- Fer: No me entendiste, me dejas y te llevas el coche.
- Yo: Pero es tú coche… yo puedo caminar a casa o me puedes dejar en ella, pues es muy cerca.
- Fer: No me gusta que camines cargado, llévalo.
- Yo: Cargué a Nora por kilómetros de playa, puedo con mi mochila, jajaja
- Fer: El cargar a Nora es distinto, ella te gustó, por lo que te hice un favor, jajaja, ahora te lo llevas y me devuelves mañana… tipo medio día para que no madrugues, jajaja.
- Yo: ¿Pero no será mejor que me dejes a mi primero?, son unas pocas cuadras
- Fer: Nunca he manejado de noche, aún me da algo de miedo…
- Yo: Bueno te dejo y mañana te regreso el auto.
- Fer: Súper…
Llegamos a su casa, bajamos su maleta y bolso ¡mucho peso! (¿no sé qué llevaba?) … no alcancé a escapar, cuando salieron sus padres y junto con saludarme me obligaron a bajar a conversar conmigo, pese a que les dije que tenía que llegar a casa pues mis padres me esperaban con mi cena preferida y no podía fallarles. Pero mi tío Raúl junto con mi tía Cristina insistieron, es así que tuve que bajar un momento y aceptar un refresco con algunas tapas (estaban muy buenas, en especial unas de pulpo).
Pese a que intenté ser monosilábico dentro de lo gentil que podía ser para escapar, mis parientes son casi atosigadores con sus preguntas y diatribas con respecto al comportamiento de Fer, por lo que entre toda esta verborrea que apenas me dejaba comer las tapas y beber mi refresco, nos enfrascamos en un diálogo parecido al que les relataré:
- Tío Raúl: No sabes lo feliz que me hace que Fer progrese y se porte bien.
- Yo: Sí, le va muy bien.
- Tío Raúl: Sí gracias a ti, confiamos en que terminará sus estudios y no se meterá en problemas…
- Yo: Gracias, pero creo que ella sola asumió con dedicación sus estudios…
- Tía Cristina: Pero guapo, ella era un mar de problemas y ahora le va muy bien, algo cambió su comportamiento, y pensamos que eres tú.
- Fer: Vamos, que no me portaba tan mal, pasaba de curso y si no fuera por el viejo verde del decano, no hubiese tenido problemas, (primera confirmación de la noticia que tenía del problema).
- Tío Raúl: Mira estamos tan contentos que mañana por la noche a la hora de la cena, te vienes y verás cómo te agradeceremos, es más, si quieres invitas a tus padres y hermanos…
- Yo: Pero tío en verdad yo no he hecho nada en especial para que me lo agradezcan, solo vivimos en armonía…
- Tía Cristina: ¡Que va!, hiciste un milagro, además no nos puedes despreciar la invitación. Estamos seguros que el causante de su buen comportamiento has de ser tú.
- Yo: Además no sé los planes de la familia….
- Tío Raúl: No te preocupes llamo a tu padre de inmediato…
Así lo hizo tío Raúl, llamó a casa en ese instante, les dijo que yo estaba con ellos y que todos estaban invitados a cenar al día siguiente. Además por esa conversación supe que mis hermanos mayores no estarían este fin de semana, y que vendrían a la invitación solo ellos con mi hermana y obviamente yo.
Ya casi a la hora de la cena por fin pude salir de la casa de mis tíos, como la distancia es corta, llegué con la cena aún caliente, con deleite me comí la entrada de camarones apanados aderezados con una salsa muy rica, luego arrasé con el “lomo vetado” de vacuno y la guarnición de papas fritas… luego “bajé” todo, con unos deliciosos melocotones con nata, mientras mamá me interrogaba y papá asentía de mis respuestas. Por su lado mi hermanita Soledad, que al volver a verla encontré que estaba preciosa, me contó todo lo referente a mis hermanos, amigos y vecinos, me di cuenta que ella quería ser una más de mi grupo de “juerga” y se hacía la simpática, pues linda ya lo es, la verdad es que la velada fue estupenda, creo que nos fuimos a dormir cerca de la media noche.
Al otro día me levanté no muy tarde con la idea de trotar en el parque cercano a mi antigua secundaria, más que nada por nostalgia. Para mantener las paces fui a dejar el coche de Fer en la tenida ad-hoc, obviamente era temprano para ella, por lo que cuando llegué a su casa, solo me salió a recibir tía Cristina, la cual insistió en hacerme pasar y que comiera unos huevos con chorizo y pan recién horneado, cosa que no pude evitar, después de eso no sabía si podría trotar. Sentado ya en la mesa de la cocina frente a mi plato y una taza de café, mi tía me dijo que volvía de inmediato….
- Fer: Hola pardillo… ¿Esta hora es para ti el medio día?
- Claudio: Eh, hola Fer, la verdad es que yo iba a trotar por el parque y tu madre insistió en que pasara, solo iba a dejar las llaves y documentos del coche, no era necesario que te levantaras.
- Tía Cristina: Vamos hija que tu primo te ayudó, y debes recibirlo como corresponde, bésalo como una niña educada.
- Fer: Vamos mamá, no soy una niña y ni siquiera he despertado.
- Tía Cristina: Pero aun así eres educada.
Fer aún se notaba somnolienta, pero ante lo dicho por su madre se acercó a mí y me besó en ambas mejillas, el primero cayó en la comisura de mis labios y el segundo casi en la nariz, igual sentí el latigazo eléctrico que me causa siempre, pese a que vestía un pijama con monitos igual que un niño, su sola presencia y el hecho de sentir sus labios me revolucionaba, tanto que mi verga comenzó a mandarse sola. Terminada “la ceremonia”, Fer se sentó a mi lado y tomando una cuchara que estaba en la mesa sacó algo de los huevos con chorizo y mordió mi pan, me miró y sonrió maliciosamente, acto seguido repitió su acción sin pedir o manifestar alguna solicitud de compartir, cosa que me sorprendió gratamente.
Tía Cristina al ver el comportamiento de su hija, preparó una ración extra y después de servirla en el mismo plato me pasó un tenedor para mí y siguió su conversación con nosotros por un rato. Terminado mi segundo desayuno, antes de marcharme mi tía le dijo a Fer que también debería ir a trotar, pues debía seguir el buen ejemplo mío, cosa que me causó mucha risa, ya que yo desde mi ingreso a la universidad en eso era bastante flojo, la verdad es que Fer era la que me ha impulsado a realizar ejercicio y bajar la panza. Mi prima pese a estar aún con sueño, ante la insistencia, le dijo a su madre que lo haría.
- Fer: Vamos pardillo quédate en la sala mientras me visto
- Tía Cristina: Vamos déjalo en la sala de cine mientras te vistes…
- Claudio: ¿Tienen sala de cine?
- Tía Cristina: Sí otra de las locuras de tu tío, ¡pero las películas se ven la ostia!
Fer me llevó al refaccionado subterráneo de la casa donde ahora se podía ver películas como en el cine, e incluso hacer karaoke, cosa que a toda esta familia de locos les encantaba. El sistema tenía un control remoto que parecía una consola de una nave espacial, realmente era espectacular.
Mi prima lo encendió dejando una película de acción y me dijo que se llevaba el control para que no lo malograra, yo le dije que eso no pasaría, por lo que se lo pedí, ella me miró en forma pícara y partió corriendo alrededor del primer gran sofá de unos cinco asientos, yo la perseguía, pero ella como siempre era muy ágil, aun así yo tenía más alcance de brazos por lo que casi la atrapé en una de las vueltas. Fer por poco logró escabullirse, pero finalmente la logré arrinconar, dado que no tenía por escapar se subió al sofá, y yo de un salto por encima la atrapé, ella se hizo una bola ocultando el control, yo nos sabía cómo quitárselo sin propasarme, por lo que le hice algo que solo conocíamos unos pocos… Fer es extremadamente cosquillosa, así que comencé a meterle mano en los brazos cuello y axilas, ella no solo reía, si no que gritaba sus carcajadas, pero no soltaba el control. En eso apareció tía Cristina y me dice:
- Chiquillo no mates a mi niñita que aún la queremos jajaja…
- Fer: ¡Sí mamá, rétalo!, dile que se porte bien el, que yo soy una señorita, jajaja
- Yo: Pero tía si yo solo… alcancé a decir ruborizado como niño sorprendido en algo malo.
- Tía Cristina: Vamos Fer se una buena niña y dale el control a tu primito, jajaja.
- Fer: Bueno mamá, jajaja
- Tía Cristina: No malogres la tv de tu tío, jajaja
- Yo: Sí tía, no lo haré, jajaja
Me quedé viendo la película que ya estaba puesta, ya que estaba más interesado en descubrir sus secretos que en la película en sí por lo que “intruseaba” la maravilla tecnológica que se encontraba entre mis manos. Claro que en realidad lo que me hubiese gustado hacer era intrusear a la maravilla humana que hacía pocos instantes estaba en mis manos.
Salimos a trotar, ahora por primera vez mi primita salió de su casa bastante menos sexy a como lo hacía en nuestro departamento, aun así, estaba de infarto, los leotardos elasticados se le ajustaban como guante, su camiseta musculosa completaba un atuendo que en otra chica probablemente no sería tan atractivo, pero en ella todo caía perfecto y esta tenida estaba moldeando su tonificada figura, la verdad es que era un pecado no mirarla.
En el trayecto, los transeúntes hombres y algunas mujeres la devoraban con la vista, ninguno dijo nada, tal vez por respeto por el que trotaba a su lado, ya que si bien no soy intimidante, si soy alto y fornido.
Debo confesar que en el trote me dediqué a extasiarme mirándola, era toda una poesía en movimiento, ella disimuladamente me dejaba mirarla, y creo que en algunas ocasiones deliberadamente posaba coquetamente para mí. Después de casi una hora de agotador pero encantador trote la dejé en su casa, donde tía Cristina me insistió en que no debíamos faltar a la invitación, por lo que no me quedó más que jurarle que lo haría.
Por la noche llegamos a casa de Fer los cuatro invitados, mis tíos y primas nos recibieron con gran alegría, además la cena fue muy buena, casi tan buena como se veía mi primita, cosa que no comenté y menos le presté directa atención, no quería que mi Tío Raúl me comenzara a molestar. Todo iba a la perfección tal como si fuera una reunión familiar más hasta que llamaron a la puerta y se presentaron cuatro chicos y dos chicas de la edad de Fer o algo más y fueron recibidos con gran algarabía por los padres de Fer, cuando finalmente terminaron los saludos, tío Raúl nos dice:
- Parientes les presento a los antiguos compañeros de Universidad de Fer. Los invité para que vayamos a un Karaoke cercano y así mi Fer nos cante como solo ella sabe.
- Fer: Pero papá, pensé que lo pasaríamos en familia.
- Chico 1: No te preocupes Fer, podemos ir solos…
- Chico 2: Pero Fer, somos tus colegas, tus panas, tus yuntas, tus amigos, jajaja
- Chico 3: A lo mejor quiere estar con su nuevo novio, jajaja
- Chico 4: Fer no tiene novios tiene admiradores, jajaja
- Chica 5: No molesten a mi amiga, jajaja
- Tía Cristina: Vamos Fer, no tienes que cantar solo divertirte.
- Papá: No te preocupes por nosotros podemos regresar a casa.
- Tío Raúl: De eso nada hermanito, vamos, no sea aburrido.
- Fer: Sí tío, si van ustedes yo voy.
- Chica 6: Que bueno, así Karen (chica 5), y yo podemos conocer al estupendo primito de Fer.
- Fer: No pienses en mi primo, que si le haces daño te mato, jajaja
Así que fuimos al Karaoke, cosa que no me gustaba, pues como les dije, para la familia solo Fer es la de la linda voz, claro que mi hermanita Soledad estaba feliz pues uno de los chicos se mostró muy interesado en ella… si supiera que mi hermanita es alta, bella pero menor de edad, otro gallo cantaría… bueno estaban sus padres para cuidarla. En cuanto a mi otra prima Fran, ella coqueteaba con uno de los chicos, pero éste estaba más pendiente de Fer que de ella, además supongo que el chico sabía que “era tan vieja como mi hermana”, jejeje.
En el local nos sentamos uniendo varias mesitas, creo que ocupamos la mitad o un tercio del local, los dueños se prodigaron en atención ya que al parecer mis tíos eran habituales en el lugar, y a todos excepto a Fran y mi hermanita, nos dieron unos cuantos piscolabis. Como siempre intenté mantenerme alejado de Fer, pero ella le hizo una Verónica a uno de los chicos dejándolo sentado junto a su hermana y cambió de asiento con mi madre aduciendo que así podría quedar al lado de mi madre para que conversaran.
Cuando ya nos instalamos me di cuenta que había algunos cantando con regular éxito, hasta que Fer debutó en el escenario, la primera canción que cantó “Red” de Taylor Swift, los dejó encantados a todos, le pidieron repeticiones, luego le siguió “Mine” y remató “Back to December”, no lo podía creer, pero juraría que las canciones eran dirigidas a mi o eso me pareció, pues era mí a quién miraba…. Yo comencé a sentir cada letra de las canciones y sin darme cuenta caía envuelto en la tela de araña que mi bella arpía tejía sobre mí.
Terminada su aplaudida actuación y antes que otro intentara tomar el escenario, ella con un mohín gracioso me pasa el micrófono, mis tíos, sus amigos, y hasta mis padres me aplaudían para que yo cantara, ¡cosa que no hacía desde nunca!, al principio me negué, pero ante la insistencia de Fer y creo que de todos los presentes, me levanté muy afectado por mi vergüenza y restos de timidez que pensaba superados por la edad y mi paso por la universidad.
Hablé con el DJ y comencé a buscar una canción, la que no sé por qué me vino a la mente, o tal vez ya la tenía en mi cerebro desde que Fer llegó a interrumpir mi tranquilidad nuevamente. Me senté en un taburete del escenario y comencé a cantar, “Perfect” de Ed Sheeran … Intenté no mirarla, no quería ser evidente, pero mi vista se desviaba continuamente hacia sus bellos ojos claros, la verdad es que estaba embrujado por ella… Por su parte, ella me miraba de forma extraña, no era con esa mirada maliciosa o traviesa que la caracteriza, diría que era una mirada tierna, dulce tal vez… era una locura.
Al terminar todos me felicitaron, Fer se sentó a mi lado y me abrazó diciéndome que a contar de ahora solo haríamos dúos, y que no sabía lo bien que yo cantaba, cosa que hasta mi madre admitió que había sido una sorpresa para ella. En fin la noche continuó hasta que el cansancio nos invadió a todos, los chicos al ver que mi primita no los tomaba muy en cuenta y que Fer no se despegaba de mí, comenzaron con las ceremonias de despedidas, así que después de algunas canciones más, ya quedaba solo el Chico 4, el que se quedó un poco más y antes de marcharse le pidió el número del móvil a mi hermanita. A papá no le pareció para nada de bien, pero se tuvo que aguantar ante los tirones de manga de mamá. En cuanto a las chicas, solo conversaron conmigo unos minutos, pues Fer y otros dos chicos se encargaron que dichas conversaciones no prosperaran.
Al agotarse totalmente las fuerzas para seguir cantando, mis padres junto con mi hermana y yo nos despedimos del resto de la familia, regresando a casa. La noche había sido muy entretenida, pero diría que más que eso, había sido mágica y yo tenía una revelación, podría apostar a que de verdad le gustaba a Fer… ¿Sería cierto?... pero ella es mi prima hermana… que puedo hacer, además tengo novia, aun cuando ella no me causa las emociones que me causa mi bella arpía. Al llegar a casa todos comenzamos a prepararnos para ir a la cama, cuando en eso mamá me llamó a la cocina y me dijo:
- ¿Pasa algo con tu prima?
- Yo: No mamá, ¿por qué lo preguntas?
- Mamá: Porque soy tu madre y te conozco.
- Yo: Nada mamá, ahora nos llevamos bien…
- Mamá: No me refiero a eso, ¡es más! … de eso ya me di cuenta.
- Yo: ¿Entonces qué?
- Mamá: No te dejó de mirar en todas las canciones que cantó, y que me parecieron elegidas y dirigidas a ti.
- Yo: Mamá, alucinas, ¿Cómo las eligió para mí?, jajaja, me reí para desviar la atención
- Mamá: No me engañas Claudito, es más, puedo apostar a que tu primera canción y todas tus miradas, iban dirigidas a ella.
- Yo: Mamá, además de que es mi prima, sabes que tengo novia y se llama Coté….
- Mamá: Así lo espero mi niño, intentaré creerte, pero cuidado con Fer, te ha hecho sufrir mucho, siempre ha jugado contigo de mala manera, no caigas en sus redes.
- Yo: Vamos mamá, soy un adulto y …
- Mamá: Eso es lo que tú crees…
- Yo: Mamá, lo soy, estás viendo cosas que no son…
- Mamá: Así espero… mejo ve a acostarte.
Terminé el dialogo algo molesto, pero ¡por Dios que tenía razón!, ¿¡no sé cómo resistiría hasta el fin de año!?... pues quedaban cuatro meses por delante y ella era la princesa de las arpías, de las más malvadas, toda una manipuladora… Me dormí con pesadillas de las cuales no tengo mucho recuerdo, pero todas eran referentes a nosotros dos.
Al otro día apareció Fer bastante temprano y bajo su chándal o buzo deportivo, venía vestida para matar o simplemente vestida para trotar. Eso lo descubriría cuando se sacó su buzo y lo dejó en casa… la verdad es que se veía bellísima. Pero volviendo a su llegada a mi casa, mi pérfida arpía le dijo a mamá que trotaríamos juntos, la verdad es que yo esta estaba aún durmiendo cuando mamá me dijo lo del trote y aprovechó de decirme:
- ¿Qué te dije?, esa niñita se trae algo entre manos.
- Yo: Vamos mamá, que solo saldremos a trotar.
- Mamá: De cuando salen a trotar juntos… además sin ser bruja te aseguro que debe venir provocativa… en mis tiempos las chicas éramos mucho más recatadas…
- Claudio: Pero mamá, en tus tiempos las chicas no trotaban, solo arrancaban de los dinosaurios, jajaja
- Mamá: Pardillo sinvergüenza que soy tu madre, jajaja, vamos y ve a trotar, pero recuerda que tienes novia, jajaja
Aparecí por la cocina donde estaba Fer sentada comiendo unas tostadas con leche chocolatada, lo que había sido destinado por mamá como mi desayuno… ¿Dónde mete Fer tanta comida sin engordar?... ¿además por qué se toma mi desayuno? Mamá sin decir nada me sirvió mi desayuno, para que no saliera sin nada en el estómago.
Finalmente salimos, cuando estábamos en la puerta primero ella se sacó la parte de arriba del Buzo deportivo dejando al descubierto su camiseta musculosa para revelar su busto perfecto y luego los pantalones, dejando al descubierto su culo perfecto, en otras palabras, un atuendo que no puede ocultar su preciosa figura. Mamá que nos observaba desde la cocina, me miró con una mueca de “te lo dije” y siguió en lo suyo.
Mientras trotamos comentamos lo de la noche anterior, sobre todo lo del chico que pidió el número de móvil a mi hermanita, nos reímos mucho, sobre todo de la expresión del chico cuando Fer le dijo la edad de su primita… la verdad es que fue súper simpático el trotar a su lado, era como estar con otra Fer, sin conflictos, sin recelos.
En el trayecto me comentó que Nora vendría a su casa por unos días para regresar con nosotros, cosa que me sorprendió, era como traer a su competencia directa, pese a que ella vive en la ciudad donde tiene sede la universidad. ¿Será un problema?
Finalizamos el trote en su casa, en ese último minuto quedamos una vez más de ir al karaoke, para lo cual nos reuniríamos en su casa un poco después de la cena a eso de iniciada la noche. Estaba tan contento que cuando llegué a casa le dije a mis padres. Papá sin darle mayor importancia me dijo que no creía que pudiesen ir pues tenían un compromiso de antemano con unos amigos, pero algo distinto sucedió cuando se lo dije a mamá, pues ella no lo creía conveniente, ya que según su parecer, yo estaba obnubilado por Fer… Yo lo negué terminantemente, a lo que ella agregó que era una pena que no me diera cuenta:
- Mamá: Claudio, Fer es una chica a la cual todos los hombres sucumben y hacen lo que ella quiere, siempre ha sido una niña consentida por todos, partiendo por tus abuelos y sus padres…
- Yo: Lo sé mamá, solo saldremos a cantar un rato, eso es todo.
- Mamá: Espero que aún no estés bajo su total embrujo, busca otras chicas, algo más … terrenales, ella es … demasiada perfección para…
- Yo: ¿Demasiada perfección para mí?
- Mamá: Para cualquiera, lo que la hace consentida y cruel si no se le satisface sus caprichos…
- Yo: Pero mamá, conmigo eso no pasará….
- Mamá: Ya pasó mi amor, lo que sucede es que no te das cuenta, busca una chica más normal…
- Yo: ¿Es que no soy suficientemente bueno?
- Mamá: Eres tan bueno que cualquiera chica en el mundo se volvería loca por ti, incluso tu prima Fer … ella está en su continua búsqueda del “súper-chico”, y aparentemente tú eres lo más próximo a su anhelo, por eso es peligroso para ti, además es tu prima, que pasaría si quieres un hijo…
- Yo: Mamá, solo saldremos a cantar…
- Mamá: Ay mi niño, tan grande y maduro para algunas cosas, y tan pardillo para el amor….
No seguimos hablando con mamá, pues según ella yo estaba bajo el embrujo de Fer y ella podría tener muchas virtudes, pero los pocos defectos que tenían, eran casi pecados capitales y para mí sería malo caer en sus redes. Lo peor es que mamá tenía razón, creo que yo ya estaba perdidamente metido en su red…
A eso de la hora de almuerzo llegaron mis hermanos y sus novias, además de una sorpresa no contemplada por ninguno de nosotros ¡Era el chico de la noche anterior! ahora se veía súper compuesto. Nadie lo podía creer, el con avanzados 22 años estaba muy interesado en mi hermanita con 18 y que cursaba el último año de secundaria. Mi padre estaba feliz de estar con todos sus hijos y las novias de estos, pero también tenía mala cara al tener un invitado extra, jajaja, la verdad es que el chico llamado Aitor era muy majo y se la estaba jugando, pues llegó con chocolates para mamá y un puro para papá… creo que eso le permitió que no lo echaran a patadas en el culo de casa, jajaja
El almuerzo fue muy ameno mamá sacó a colación el tema del Karaoke, por lo que mi hermanita muy agrandada se incluyó en la salida, lo que ocasionó que Aitor también se incluyera en la salida. No me gustó mucho el hecho de tener que oficiar de chaperón… mamá. “!Lo había hecho con su qué!”
Llegó la noche, y salimos con Aitor y mi hermanita en el coche de éste, con el propósito de ir en busca de Fer a su casa: Al llegar, saludamos a sus padres y a los abuelos que estaban con ellos, no así Fran que estaba en el cine con unas amigas, comimos algunas tapas con cerveza y conversamos de todo y nada cuando en eso Fer me dice:
- Despídete de todos que nos vamos… y tú también Soledad
- Yo: ¿Eh… ah?, adiós a todos nos vemos
- Tío Raúl: Cuídala como lo has hecho hasta ahora, y no muy lleguen tarde.
- Aitor: Nos vemos allá Fer, voy con Soledad en mi coche.
- Fer: Seguro.
Nos despedimos y salí tras ella sin saber a dónde ni por qué íbamos separados de Aitor y Soledad. Era como si ellos no vinieran con nosotros, por un momento lo que creía una salida familiar se convertía en otra cosa, ¿sería igual que antaño donde se encargaba de amargarle la vida al resto?, ¿quería dejar a mi hermana con un chico mayor?
- Yo: ¿Dónde vamos?
- Fer: A un pub y Karaoke que queda a unas cuadras de aquí…
- Yo ¿Por qué no vamos en un solo auto?
- Fer: Para no tocarles el violín…
- Claudio: ¿Como tú y Nora? jajaja, a propósito ¿Y Nora?
- Fer: Jajaja, En todo caso te gustó que Nora tocara el violín, jajaja, bueno, nos encontraremos con ella ahí.
- Yo: ¿Pero no era una salida familiar?
- Fer: Tú asumiste que repetiríamos eso, pero yo nunca lo dije pardillo
Nuevamente Fer se convertía en la Fer de siempre, me parece mucho que el cuento de la rana y el escorpión se repetía, pero yo como siempre la seguí como el perrito faldero que siempre he sido.
Llegamos a un local abarrotado de chicos, el ambiente era casi irrespirable pese a que supuestamente no se podía fumar y menos que los cigarrillos fueran de marihuana. Fer logró ubicar a sus amigos y a Nora, de hecho, reconocí a un par del día anterior. En total eran seis, tres chicos y tres chicas, entre ellas Nora y pronto llegaron Aitor y Soledad, dado que la mesa en donde estaban era larga y ya estaba ocupada, quedé lejos de Fer, sentado entre dos chicos, los cuales solo cruzaron algunas palabras conmigo y se dedicaron a hacerse los lindos con Nora y Fer, en cuanto a las otras chicas, una estaba de novia con el tercero, un total desconocido para mí, en tanto mi hermana solo miraba a “su Aitor”. La única aparentemente libre, comenzó a conversar con un tío de la barra y no regresó más.
La noche que por un momento me ilusionó, avanzaba un tanto aburrida para mí; además los muchos candidatos a cantantes se presentaron sin éxito no me entusiasmaban. Claro que hubo un par de chicas que lo hicieron bien, emulando a un conjunto mexicano llamado Pandora, como también un par de “ridículos” que lo hicieron demasiado mal y que fueron el momento de risas para todos… Finalmente salió la estrella de la mesa… Sí, Fer, la cual cantó unas canciones desconocidas para mí, por lo que supe eran de Taylor Swift y Selena Gómez, la verdad es que mi primita canta como los ángeles y fuese la canción que fuese lograba encantar al público.
Cuando terminó de canta, todo el público aplaudió a rabiar, le pedían una tercera canción, pero Fer sin siquiera preguntarme me pasó el micrófono y puso una canción que eligió diciéndome:
- Es toda tuya…
- Yo: ¡Eh!… pero… bueno
Estaba sorprendido, pero ante la insistencia de todo el mundo no me quedó más que pararme y concurrir al escenario. Cuando el karaoke comenzó, recién me di cuenta de cual canción se trataba, era una de las más lindas canciones de John Denver, Annie’s Song o simplemente La Canción de Annie … o en este caso de Fer…. la canté lo mejor que pude, afortunadamente no desafiné y un plauso similar al de Fer estalló en el local, creo que por primera vez, pese al nerviosismo inicial mi ego se elevó a los cielos.
Al terminar los aplausos y cuando quise salir del escenario, muchos insistieron que yo continuara, la verdad es que lo que me convenció fue que el dueño del local me puso un cubata gratis si cantaba otra.
Ahora yo busqué la canción y elegí una que ya había cantado en la vez anterior … Perfect de Ed Sheeran, muchas chicas cambiaron su centro de atención y comenzaron a centrarla en mí, pese a que el foco de la mía era Fer… en esas chicas estaba incluida Nora, ahí descubrí lo que puede ser el éxito en el ego de una persona. Al término de la canción cuando estaba bajando del pequeño escenario me topé con Nora, la cual me dice sonriendo:
- Te acompaño a buscar tu cubata y me puedes pedir uno a mí.
- Yo: Claro, vamos, dije pensando que mi primita ya había tenido su diversión a mi costa.
Por otra parte, cuando iba con Nora hacia el bar, divisé como Aitor arrastraba a Soledad al escenario y elegían una canción. El dueño del local me dio dos cubatas bajo promesa de que volviera a cantar, cosa que me llamó la atención su magnanimidad y si lo hacía siempre con lo que arrancaban aplausos. Él me contestó que lo hacía solo con los buenos y a raíz de eso le pregunté por Fer, respondiéndome que ella a estas alturas era del elenco estable y cuando aparecía por la barra siempre tenía uno para ella.
- Nora: Cantaste muy bien, eres una maravillosa sorpresa en todo lo que haces, jejeje
- Yo: Pero así y todo cuando llegué no me tomaste en cuanta, dije a modo de crítica.
- Nora: Lo hice siguiendo instrucciones de tu primita…
- Yo: ¡Cómo?
- Nora; Ella no quiere que yo me acerque a ti, así de simple.
- Yo: Y tú le obedeces…
- Nora: No mucho, de hecho, estamos conversando, pese a que ella me está mirando muy feo, jajaja…
- Yo: Pero son amigas…
- Nora: Por eso mismo, como dice el dicho entre bomberos no se pisan la manguera, jajaja.
- Yo: Pero que hables conmigo no es nada en especial, ella es mi prima y tu…
- Nora: Tu amante… creo que ella ya no solo lo sospecha, y por eso no me quiere cerca de ti…
- Yo: No lo entiendo… si ella fuera amiga de Coté, pero ella…
- Nora: Ay pardillo, ¿aún no lo entiendes?... ella te quiere para ella, le importa un cuerno Coté, sabe muy bien que tu noviecita no es rival para ella, en cambio yo si lo soy… ¿Capisci?
- Yo:…….
- Nora: Vamos antes de que me eche de su casa, jajaja
Si bien desde ese momento Nora dejó de tomar en cuenta al chico que le había tratado de entrar y comenzó a conversar conmigo, lo conversado con ella me dejó un poco turbado… le gustaba a mi prima y ella me gustaba, pero no podía ser, ¡ella es mi prima! Intentaba conversar cualquier cosa con Nora y ella sin despegar un ojo de Fer y de mí. En esa conversación que aparentemente ponía nerviosa a Fer, me explicaba que el trabajo de la Universidad estaba prácticamente terminado, solo faltaba imprimirlo y encuadernarlo.
La velada transcurría normal, el flujo de cantantes era suficiente, en otras palabras, todo iba bien hasta que Fer dejó de hablar con el chico que la pretendía y se sentó entremedio de Nora y yo, so pretexto de que debíamos de hacer un dúo… luego de un buen rato por fin logramos un acuerdo… Cantaríamos “Take a chance on me” de Abba, lo que fue un éxito rotundo antaño y también lo sería cuando nos subimos al escenario acompañados por mi hermanita Soledad y Nora que “aceptó el desafío”, ignorando las caras de Fer.
Diría que fue casi gracioso como las dos arpías hacían todo tipo de bailes y movimientos para llamar mi atención ante la mirada de extrañeza de mi hermanita, la que casi no podía cantar de lo tentada de la risa que estaba, gracias a Dios terminó la canción en medio de aplausos y silbidos acompañados de muchos piropos para las tres cantantes.
Como era lógico me senté en mi puesto cerca de Nora, la que después de los aplausos y loas me esperaba sonriente, pero grande fue mi sorpresa cuando mi primita tomó de la mano al chico que había intentado entrarle a Nora y lo sentó al lado de Nora y ella se metió entre medio, como si nada … separándonos de ese modo.
Nora entonces me tomó de la mano y me llevó a cantar una canción, yo como cordero al matadero la seguí ante la indisimulada furia de Fer. Cantamos una canción que aún no sé cuál fue, solo seguía a Nora apoyándola para que no saliera muy desafinada, pues será bonita e inteligente, pero de canto nada. Al terminar vi como Fer estaba besando al chico que antes había intentado algo con Nora, mis celos se me subieron a la cabeza, quise ir a separarlos, pero Nora se interpuso tomándome de la mano y arrastrándome fuera del local.
- Nora: No le sigas el juego, si lo haces el único que va a perder eres tú.
- Yo: Por qué lo dices…
- Nora: Vi en tus ojos la furia que te asaltaba, se te notaban los celos a kilómetros.
- Yo: Pero es que no la entiendo…
- Nora: Eres hombre y pardillo, no la entenderás, ella solo estaba enviándome un mensaje a mí.
- Yo: ¿Cuál mensaje?
- Nora: Fácil, ella es la hembra Alfa y puede hacer lo que ella quiere, y yo no debo disputar su puesto.
- Yo: Entonces es como una manada de lobos…
- Nora: Algo así, jajaja… pero esta loba no se rinde… ¿tienes las llaves del coche de Fer?
- Yo: Sí claro…
- Nora: Llévame a otro lugar….
- Yo: Pero los dejaremos botados…
- Nora: Vamos, que se regresarán en el coche de Aitor….
- Yo: Entonces debemos avisarles…
- Nora: De eso me encargo yo… subamos al coche
- YO: ¿Cómo?
- Nora: Ay pardillo, para eso existe el WhatsApp, jajaja
- Yo: Pero es como terminar una relación por redes sociales…
- Nora: Sí, jajaja…. Se va a indignar, jajajaja… pero verá que no todo debe ser a su manera, jajaja
Nos subimos al coche, como no sabía a donde ir comencé a conducir sin rumbo fijo mientras Nora le enviaba el mensaje a Fer y Aitor, sé que uno de los dos le respondió pues sonó la campanilla de su móvil, pero ella lo silenció y me dijo:
- ¿A dónde me llevas?
- Yo: Eh… no sé…
- Nora: Llévame a un motel, si no tienes dinero yo te ayudo…
- Yo: Sí claro…. (¿Cuál?)
- Nora: Tú eres el local, cualquiera, jajaja
Llegamos a un motel que siempre había visto pero nunca entrado, según el portero estaba lleno, pero podíamos esperar en un estacionamiento muy discreto que estaba a un costado de las habitaciones. Nora dijo sí, que esperaríamos, por lo que el portero me indicó que continuáramos.
En el estacionamiento un acomodador me dijo que me avisaría cuando estuviese lista mi habitación, que solo éramos los terceros en la lista de espera, lo que probablemente se demoraría una media hora en correr, luego cerró una cortina que nos dejó bastante aislados de nuestros vecinos.
Yo aún estaba pensando en el humor de mi primita al ver el mensaje, cuando Nora me tomó de “las solapas” de mi camisa y me atrajo hacia ella para besarme con pasión, nuestras lenguas se encontraron a medio camino y lucharon por invadirse una contra otra, luego extendió el asiento del copiloto hacia atrás, arrastrándome con ella.
Me arrodillé entre sus piernas en el piso del habitáculo del copiloto, y comencé a amasarle las tetas por sobre la ropa… Nora a su vez me acariciaba el pecho, la espalda, la nuca, todo, con un apasionado cariño… por un instante mis pensamientos sobre Fer se esfumaban, y me dejaba llevar por la bella modelo de azul mirada.
Sin desvestirla comencé a meterle mano bajo la falda hasta llegar a su coño que se humedecía rápidamente, lo notaba pues al tocar su tanguita que se incrustaba entre sus labios vaginales, estaban anegadas. Nora gemía con mis tórridas caricias, luego bajó una mano, para acariciarme la verga que estaba aún encerrada en mi pantalón pero que ya pugnaba por salir.
Aún no sé ¡cómo lo hizo!, pero bajó su peto y corriendo un poco las copas de su sujetador dejó al descubierto sus preciosos y endurecidos pezones para que yo me deleitara con ellos, mientras por su parte ella acariciaba mi cabeza y mi verga. Estuvimos la media hora que duró la espera besándonos y acariciándonos semi vestidos en el auto, hasta que sentimos que corrían las pesadas cortinas del estacionamiento, lo que nos indujo a volver a sentarnos cada uno en su asiento, y luego de al cabo de unos 30 segundos, se aproximó el sujeto que oficiaba de cuidador para indicarnos el número de la habitación.
Entramos a la habitación besándonos y acariciándonos con furia, como si la vida se nos fuera en ello. Nora estaba tan deseosa de mí, como yo de ella… No pasaron dos minutos cuando sonó el teléfono de la habitación para ofrecernos unas cubatas o gaseosas y obviamente cobrarnos. Hicimos nuestro pedido el que llegó a los dos minutos y pagamos. Ahora por fin estábamos solos.
Por lo que tan solo al cerrar la puertita del aparador donde dejaron nuestro pedido, comenzamos a desnudarnos apresuradamente, ya no requeríamos de más preámbulos, los dos estábamos que hervíamos de pasión acumulada por más de 40 minutos… Terminado de desnudarnos nos abalanzamos entre risas unos sobre el otro, comencé a besarla por toda su maravillosa humanidad, la levanté en vilos para depositarla en la cama, el roce de su sedosa piel me erizaba los vellos del brazo, ella tomó mi verga y comenzó a pajearla mientras yo amasaba sus tetas y apretaba con suavidad sus pezones, los que ya estaban endurecidos de pasión. Sin mediar más palabras comencé a pasarle mi verga por sus tetas ayudada por ella… Con cuidado me monté sobre ella con la intención de hacer un sesenta y nueve, ella besó la punta de mi glande y después de lamerlo con una voz sugerente me dijo:
- Mmmm que rico, cómeme el coñito pardillo…
- Yo: No solo el coñito te comeré, corazón… mmm que rico…
Mientras me comía la verga intentando tragarla, se atoró con ella y empezó a toser, por lo que tuvo que dejarla a un lado so riesgo de que sufriéramos un accidente, luego me dijo:
- Cambiemos, tu abajo y yo arriba, pues es muy larga…
- Yo: ¿En serio? .... pues claro dije muy ufano por el “piropo” recibido
Nos cambiamos y yo acomodando las almohadas me dediqué a jugar con su botoncito de placer mientras ella hacía maravillas con su boca y lengua recorriendo cada centímetro de mi excitado amiguito. Cuando yo estaba por correrme ella me soltó la verga comenzando a decirme:
- ¡Me corro pardillo! … me corro … ahhh… ahhhh. ¡Sigue síiii!
- Yo: Sí córrete putita, dale ahgff… mmfss contesté mientras seguía prendido a su coñito…
Nora comenzó a mover sus caderas sobre mi boca, mientras no le dejaba de tener mi verga en su mano, pero no la movía, solo la tenía, eso permitió que no me corriera. De pronto comenzó a tener espasmos vaginales y su coño se licuaba en mi lengua, hasta que dejó de moverse para caer derrumbada sobre mí. La dejé de “torturar” y solo le acariciaba el delicioso culo que tenía próximo a mi cara.
- Nora: Me mataste pardillo, tienes una boca mágica… Fer no sabe lo que se pierde… jajaja
- Yo: Tal vez algún día le coma el coño….
- Nora: Mmm me gustaría ver a esa bruja gritando despaturrada en tu cama, jajaja
- Yo: A mí también, jajaja
- Nora: Lo sé pardillo, lo sé, jajajaja
Una vez recuperada de su tremendo orgasmo, tomó mi verga y comenzó a pajearla para que recuperara su vigor, lo que sucedió rápidamente y montándose a horcajadas sobre mí se empaló hasta el tope dando un profundo gemido de satisfacción, y mirándome a los ojos comenzó a cabalgarme diciéndome:
- ¡Acaríciame las tetas pardillo! .... que me gusta
Nora continuó con un suave pero profundo mete saca, su coño pese a lo mojado que estaba, era muy apretado, por lo que hice un esfuerzo para no correrme de inmediato, la verdad es que estaba delirando de caliente… tomándola de las caderas logré acomodarla bien e inducirla a mantener un ritmo adecuado para que yo no sucumbiera a su apretado coño. Nora nuevamente gimió al tiempo que me miraba con una cara de gata caliente increíble, resaltando su rostro perfecto adornado por sus ojos claros… era una chica linda, tanto como Fer…
Sus movimientos de culo y mirada me indicaban que quería más, y con cada estocada que se autoinfligía gemía de pasión, pronto nuestras ingles se unieron a fuego… ahora con una Nora más controlada, me permití jugar con sus tetas, tal como a ella le gustaba, hasta que nuevamente se volvió salvaje, iniciando un frenético mete saca.
No sé, pero cada embate que tenía Nora sobre mi verga, me recordaba mi deseo de partirle el coño a Fer… tal como habíamos comentado, me encantaría tener a Fer gritando mi nombre despaturrada.
En un momento me di cuenta que Nora volvía a agitarse y su coño me apretaba la verga, le venía un nuevo orgasmo y ahora mi bella amante lo gritaba a los cuatro vientos, mientras tomaba mis manos que amasaban sus tetas con pasión y lujuria, estaba casi delirante mientras se corría. Seguíamos con el mete saca como si el mundo se fuese a acabar… De pronto ella clavó sus uñas en mi pecho y abriendo sus ojos claros como nunca se los había visto, gritó:
- ¡¡Ahhh…. ¡¡No pueedo másss pardillo me matas, ahhhh… ahhhh!!
- Yo: Te gusta putita … te gusta que te parta el coñito….
- Nora: ¡Síiii!, respondió para luego derrengarse sobre mí
No alcancé a decir nada más, pues increíblemente yo aún no me corría, tal vez por mi nuevo autocontrol e innumerables pajas que me había hecho a la salud de mis musas en especial mi prima… Lo más extraño es que incluso con una belleza como Nora, y casi llegando al clímax no podía dejar de pensar en Fer… Estaba demente, además de que ni por un instante me sentí engañando a Coté, la verdad es que ya no me importaba.
Con mi deseo aún inconcluso y mi calentura en lo más alto decidí correrme para mi entero deleite, por lo que tan pronto como Nora dio atisbos de recuperación, la puse en cuatro con toda la intención de culearla, sí de culearla. La verdad es que mi afiebrada mente solo pensaba en cómo sería partirle el culo a Fer… sí ese culo que me mostró en la tienda de lencería y en casa, ese culo que no me canso de mirar. Nora pagaría con su orto mi locura por el culo de Fer
- Nora: ¡Un momento! ¿¡me quieres culear!?
- Yo: Sí…
- Nora: Nunca me la han metido por ahí, ¡eso duele!
- Yo: Bueno mi putita, duele al principio dije como sabiendo mucho del tema.
- Nora: No, acepto que me folles, pero ni por el culo mi pardillo.
- Yo: Bueno, solo lo haremos a lo perrito, no te preocupes…
- Nora: Bueno se suave me tienes el coño desbocado, jejeje, ya veremos en el futuro si me das por el culo, jajaja.
Con la autorización concedida, simplemente me puso tras ella, bajé mi amiguito todo lo que pude, le abrí sus lindos y tersos cachetes para ver bien donde metería mi verga y si bien dudé, con la latente tentación de culearla aún sin su consentimiento, finalmente dirigí a mi amiguito a la rajita del coñito medio abierto por la reciente follada…y se la puse completa, ¡de un solo golpe! Ella dio un respingo, pero siguió como una perrita fiel dejándose montar.
Aprovechando el envión, la tomé de sus caderas comenzando un rápido mete y saca que llegaba a lo más profundo de su ser, golpeando los duros cachetes de su culo con mi ingle, era como música para mis oídos. Si antes estaba caliente por follarme a una de las chicas más bellas de la universidad que podría decir que es mí amante, ahora me daba el gusto para mí, en la forma más mezquina, la follaba solo para correrme, en tanto pensaba que a la que tenía en cuatro era Fer.
Mientras follaba en cuatro a mi casi desfalleciente Nora, ella comenzó a recuperarse y comenzó a marcar el ritmo con su culo perfecto uniéndose a cada uno de mis embates, hasta que sentí como se volvía a inundar de flujo vaginal y apretaba mi verga con su coño, aceleré a fondo y me comencé a correr como “mico”. La verdad es que mi verga escupía una y otra vez mi leche, en el interior de mi bella amante, lo que desato un nuevo orgasmo en ella, ambos caímos derrengados sobre la cama y nos quedamos mirando el espejo del techo de la habitación. Nos miramos a través de él y de pronto nos reímos como tontos por un buen rato.
Después nos dimos unas caricias y arrumacos, pero la calentura de ambos se había apaciguado por lo que decidimos ducharnos sin dejar de jugar, con la confianza que se tiene dos personas al ser amantes, repartiéndonos caricias y besos. Salimos del motel ya de madrugada, para dejar a Nora en casa de Fer.
Por lo tarde que era, la acompañe al patio trasero para no molestar en casa de Fer, pues yo sabía que debíamos buscar la llave que ocultaban en escondrijo de ese lugar, de esa forma entrar a la casa subrepticiamente, pero para sorpresa de nosotros, se abrió la puerta de la cocina, y allí estaba Fer… ¡sí nos estaba esperando!
Fer me miró con furia, pero no me dijo nada, después miró a Nora y con unas palabras arrastradas y casi mordidas, le dijo que entrara pues era muy tarde y debían ir a dormir, acto seguido cuando yo me iba a despedir de ella y Nora, me cerró la puerta en la cara.
Yo aún sorprendido me volví por el jardín para marcharme, y como dice la canción: Se acabó. El Sol nos dice que llegó el final. Por una noche se olvidó. Que cada uno es cada cual. Vamos bajando la cuesta. Que arriba en mi calle. Se acabó la fiesta … así que regrese a mi casa.
Aún quedaban dos días del fin de semana puente, por lo que llamé a Fer al día siguiente, ella no me respondió, luego llamé a Nora la que con un escueto WhatsApp me dijo que no podía hablarme, en fin, no supe nada más de ellas, pese a que tenía el coche de Fer y debíamos coordinar la hora de salida para retornar al departamento del abuelo. Finalmente, gracias a mi insistencia y a que su madre que me llamó, dándome la hora de salida, es que pude saber a qué hora la recogería.
Ocupé mi tiempo conversando con mi familia, y Aitor que como dije era un tipo muy majo. Este chico me dejó claro que lo que había visto del beso de Fer con el otro chico, solo era un juego de mi prima arpía para ver mi reacción, pues entre ellos no había nada, lo que ella no había calculado era mi escapada con Nora, cosa que la había enfurecido como nunca… es más él la escuchó claramente decir que yo era un “idiota, estúpido, engreído, machista y pérfido”, además de otras linduras imposibles de relatar frente a mi hermanita Soledad, la que se reía recordando la reacción de Fer. Creo que ella gozaba por todo lo que ella me había hecho sufrir.
Por otra parte, mamá se alegró de lo sucedido, claro que me hizo lavar el coche de Fer, pues sospechaba que yo no me había portado muy bien y era lo mínimo que podía hacer. Mis hermanos que supieron de todo este pequeño problema, me llamaron para felicitarme y darme aliento, pues sabían que ella no se quedaría de brazos cruzados.
Por su parte mi abuelo, al saber la noticia me llamó para decirme que eso no se hacía a la familia y menos a una mujer, que estaba muy mal que yo hubiese dejado botada a Fer, que el no volvería a prestarme su departamento si yo lo repetía en el futuro, además de que debía disculparme con ella, ningún argumento sirvió para que cambiara de parecer, ¡estaba Jodido!
No sé si debí dar gracias a Dios por nuestro retorno al término de este prolongado fin de semana, la verdad es que lo había pasado bien, pero por otro lado el no haber visto a Fer las ultimas horas me había dejado con un sabor amargo. Llegado el momento de recoger a Fer en su casa, mis tíos antes felices conmigo, fueron de lo más fríos, casi tanto como Fer y para que decir de la actitud de Nora, que de ser una mujer segura en sí misma, ahora era una tímida paloma.
Algo cambió cuando estábamos ya montados en el coche, me sentí más relajado con Fer de copiloto y Nora atrás asomando su cabeza para hablarme solo a mí, ya que Fer estaba muda. Si bien me sentía mal por la situación, era extraño tener la tranquilidad que tenía al tener por un lado, a mi prima como ausente de este mundo, y por otro a Nora parloteándome de todo lo intrascendente que se puedan imaginar, intentando romper el hielo mientras yo manejaba. De pronto como a mitad de camino, una aún iracunda Fer nos dijo:
- ¡Terminen… es suficiente!, creen que les perdonaré que me hayan dejado abandonada…
- Nora: Pero si les avisamos…
- Fer: ¡Si claro como no! … Para dejarme con Benjamín que es un pedante, y tocarle el violín a Aitor y Soledad… además ¿A dónde fueron?
- Yo: Perdónanos, pero te vi muy bien con Benjamín y como estábamos algo aburridos salimos a pasear, dije a modo de disculpa,
- Fer: Mentira, fueron a follar, no soy tonta, ella te busca solo para eso.
- Nora: Oye, eres una mal pensada, Claudio tiene novia.
- Fer: ¡Sí y muy cornuda!, eres una puta que se mete con mi primo chico….
- Yo: Vamos Fer, no seas grosera, además el que pudo portarse mal soy yo y no ella.
- Fer: Eres un pardillo que no se da cuenta de nada, Nora sabe muy bien como manipularte, y a mí no me cabe dudas que lo hace con el coño….
La conversación o mejor dicho discusión que había partido de la nada, hizo que el viaje que debió ser nada extraordinario, continuara en un silencio abismante, donde el hielo se podía sentir en la piel. Me preguntaba si podríamos continuar con la amistad entre los tres, y si a lo menos entre ellas podrían llegar a perdonarse, aunque fuese para defender el “súper trabajo” ante el viejo verde del profesor Morgado.
Dejamos a Nora en su casa, ella se despidió de mí con un tímido gesto de adiós y nos dejó con la cara con signos de estar a punto de llorar. Por otro lado, al bajarme, Fer se cambió internamente de asiento llevándose el coche, dejándome botado en la calle, marchándose probablemente a casa, no la pude llamar, ni pedir ayuda a Roro o algún compañero, pues mi móvil estaba en el coche, pensé en Nora pero ella ya tenía lo suyo, no me quedó más que caminar, pues también me di cuenta que mi billetera estaba con Fer.
Caminé por 45 minutos hasta llagar a casa, afortunadamente tenía las llaves, por lo que pude entrar. Las llaves del coche estaban en la mesita de la entrada, mi bella prima arpía por lo menos me había permitido poder ir a por mis libros y equipaje. Miré por si estaba visible, pero ya estaba acostada en su cama, por lo que traté de hacer las cosas sin perturbarla más, no quería otro escándalo o reacción de Fer. Finalmente me acosté a la media noche, para dormir una noche intranquila.
Al día siguiente al levantarme el baño estaba ocupado, pese a que era mi horario, golpeé la puerta, pero ella no se inmutó, la esperé pacientemente por largos minutos, es más hice mi cama, preparé todo para salir, calenté mi leche y preparé la mesa para el desayuno y ella seguía al interior del baño, por lo que pensé las únicas alternativas que tenía eran:
Primero: Ducharme en el baño de los abuelos algo sumamente prohibido
Segundo: Salir tal como me había levantado, o sea sin ducha.
Tercero: Entrar y asearme estuviese ella ahí o no.
Elegí la tercera opción, estaba cansado de esperar y de pedirle disculpas, además ella siempre me había hecho cosas así, y nunca yo le había hecho tal escándalo… Ahora sabría con el pardillo que se estaba metiendo. Abrir la puerta del baño no es difícil, con una moneda grande se puede hacer, estas manillas por motivos de seguridad lo permiten, por lo que abrí sin problemas:
- Fer: ¿Qué haces?
- Yo: Me vengo a duchar, es mi horario.
- Fer: Pero estoy yo, y desnuda
- Yo: Eso para ti no ha sido impedimento, además ya te he visto, no hay nada nuevo.
- Fer: Aún estoy en la ducha…
- Yo: Entonces sal de ella.
- Fer: No, no saldré.
- Yo: Sí así lo quieres….
Con toda desfachatez dejé mi toalla colgada y me metí en la ducha, que estaba llena de vapor por todo el tiempo y agua consumida por Fer, intenté no mirarla, o por lo menos intenté actuar como si ella no estuviese ahí, claro que mi amiguito de inmediato me traicionó, pues rápidamente se puso duro como un chuzo… es que ver a esa escultura griega de chica le ocasionaría lo mismo a cualquier ser humano, incluso fuesen hombres o mujeres, la condenada es perfecta.
Al verme en la ducha, me miró algo estupefacta, creo que no se lo esperaba, yo con lo poco de agua que me salpicaba tomé el jabón y empecé a jabonarme, ella se mantuvo a distancia intentando no tocarme, mientras se tapaba el coño y las tetas. Como estaba atrapada para efectos de salir sin tocarme, se mantuvo en su posición de medio lado para exponer el mínimo sus encantos.
Me jaboné y enjuagué en el mínimo de tiempo posible, obviamente no me lavé el pelo o afeité, como suelo hacer cuando me ducho, pero un día no significaba nada, luego salí y ella cerró la llave, por un momento pensé que se quedaría al interior de la ducha, pero estaba equivocado, la muy…. Corrió la cortina y comenzó a secarse al igual que yo, agregando:
- Me tengo que apurar, aunque no tanto como tú.
- Yo: Sí, hoy entras más tarde, dije dándole la razón.
Esa mañana todo siguió su curso natural, yo a mis clases, ella a las suyas….