Mi Prima mi Martirio Capítulo 12
Claudio descubre por fin el motivo de los temores de Fer y con la ayuda de Oma y Nora comienza a superarlos. Este es el penúltimo capítulo espero que lo disfruten
Capítulo 12: Descubriendo la verdad
Era sábado por la mañana, cuando Fer se mete subrepticiamente a mi cuarto y me despierta, con un suave movimiento, la verdad es que el verla sentada a mi lado me sobresaltó, así y todo, reaccioné silenciosamente a los “zamarreos de mi bella arpía”
- Yo: ¡Eh! ¿Qué pasa?
- Fer: Es sábado 0700 horas y debes y a cumplir con tu deber…
- Yo: ¿Estás loca?, es muy temprano y no le debo nada a nadie dije dándome vuelta.
- Fer: Vamos no seas remolón dijo sentándose a horcajadas en mi espalda.
- Yo: Es muy temprano… voy en una hora más…
- Fer: ¿Sin ducharte y sin desayuno?… ¡no!
- Yo: Tengo sueño…
- Fer: Vamos que tienes que cumplir con Nora, ella nos está ayudando…
- Yo: Mmm bueno con una condición…
- Fer: ¿Cuál?
- Yo: ¿Me la chupas corazón?
- Fer: ¿Estás loco los abuelos están despiertos…?
- Yo: ¿La única loca puede ser solo tú?
- Fer: Okey, pero que sea corto….
Me acomodé en la cama y me bajé el pantalón del pijama, ella se hincó en el suelo y tomó mi erecta verga mirándola con cara de “a mí no me gusta eso”, pero le dio un besito en la punta, luego la lengüeteó de abajo arriba y finalmente la metió en su boca, el latigazo de placer me recorrió de mi amiguito hasta mi cerebro, hasta ese minuto había llegado a pensar que ambos estaban desconectados, pero si existía una conexión…
Podía notar que Fer se empeñaba en satisfacerme pese a su inexperiencia y asco de ponerse a mi verga en la boca, pero después de un par de minutos le agarró el truco y me hacía ver estrellas y me tenía realmente extasiado, por lo que en “agradecimiento estiré mi mano y le amasaba una de las tetas, ella me miró sin soltar mi amiguito y se levantó la camiseta del pijama dejando libre sus maravillosos pechos.
- Yo: Corazón déjame sentarme y continuamos
- Fer: Si lo quieres
Nos acomodamos y ella se situó entre mis piernas, me miró a los ojos y a diferencia de unos instantes antes noté alegría en su cara, luego tomó mi pantaloncillo y con mi ayuda lo bajó hasta mis tobillos
- Yo: ¿Ya no te da asquito?
- Fer: La verdad que no tanto
La agarró con una mano, y se la metió en la boca, comenzando la mamada, yo estiré mis manos y le saqué la camiseta con su ayuda, sus tetas ahora tocaban mis piernas, era una sensación única que me calentaba como un horno.
Ya ahora miraba como mi bella arpía me la chupaba hincada entre las piernas, en una actitud que creí imposible en mi Fer, era casi de total entrega, la veía metiéndose mi amiguito casi entero en su boca, mientras yo le amasaba las tetas a mi total placer, mi bella Fer estaba ensimismada entrando y saliendo con su boca de mi verga, chupando con fuerza el tronco, aprisionando con sus labios mi glande, pasando su lengua por mi frenillo y meneando todo con su mano izquierda mientras con la derecha acompañaba mi manoseo de sus tetas.
- Yo: Fer, me voy a correr….
- Fer. ¿Dónde me enlecharas? dijo sacándose momentáneamente mi verga de su boca
- Yo: No sé, donde tú quieras corazón
- Fer: En las tetas será mejor.
Siguió un poco más hasta que mis fuerzas ya no podían contener la erupción que estaba por desatarse y ella comprendiéndolo siguió con una mano pajeándome mientras con la otra y sus tetas contenían los lechazos que salían de mí, ¡no sé!, fueron varios, me estaba vaciando por completo…
- Fer: ¡Guau!, ¡fue mucho! ... me dejaste toda pringada….
- Yo: Perdón corazón, no fue mi intención…
- Fer: Pardillo, eso no te lo creo, jajaja, pero te perdono, jajaja pásame algo con que limpiarme…
- Yo: Toma le dije pasándole un pañuelo de género que siempre tengo en mi velador.
- Fer: Lo voy a dejar pringado…
- Yo: Te lo doy como recuerdo…
- Fer: Eres un cochino, pero bueno… Ahora a la ducha para que te folles a Nora
- Yo: ¿Aún piensas en esa locura?
- Fer: Un trato es un trato… claro que me gustaría que fueses para mi sola, pero por lo pronto no puede ser.
- Yo: No sé por qué tanto temor… ¿Eres virgen?
- Fer: Sí…
- Yo: En serio, pero si tuviste varios novios…
- Fer: Es algo largo de contar. Además, me da mucha vergüenza, pena y prefiero decírtelo cuando esté lista para eso…
- Yo: Lo que tú digas corazón, sé ser paciente
Cuando Fer salió de mi cuarto se topó en el pasillo con el abuelo, lo sé porque lo escuché todo pese a estar la puerta ya cerrada. El abuelo luego de sorprenderse por la aparición de mi bella arpía, le preguntó
- ¡Fer! ¿qué hacías en el cuarto de Claudio.
- Fer: despertaba a Claudito que debe ir a hacer un trabajo.
- Abuelo: ¿Es que no tiene despertador?
- Fer: ¡Sí!, pero me pidió que me asegurara de que estuviese despierto.
- Abuelo: Pero no es correcto que una chica entre al cuarto de un joven.
- Fer: Abuelo, solo lo desperté y es mi primo, no es nada pecaminoso.
- Abuelo: Está bien, pero no te pasees en pijama por la casa con el pardillo dando vueltas.
- Fer: Ay abuelo no seas mal pensado
- Abuelo: ¡Joder Fer! Claudio no deja de ser un hombre y tú eres muy linda
Después de escuchar el diálogo de Fer y el abuelo, me duché casi en contra de mi voluntad, desayuné rápidamente lo que Fer me preparó, pues Oma los sábados no madruga como los días de semana, lo único que no cambiaba es que el abuelo compraba pan fresco temprano en las mañanas, y hoy no era la excepción.
Salí rumbo a casa de Nora con el tiempo suficiente para ir tranquilo, además Fer me había prestado su coche porque estaba lloviendo, aun cuando era una lluvia suave y con poco viento, algo excepcional en la costa donde usualmente las lluvias van acompañadas de vientos tormentosos que levantan grandes olas.
Me sentía extraño al ir a casa de Nora a simplemente follarla con el consentimiento de la chica que amaba o por lo menos quería hasta la locura. En el camino me preguntaba que quería decir con “es algo largo de contar. Además, me da mucha vergüenza, pena”. ¿Cuál era lo que le había pasado que la apenaba tanto?... El ser virgen no es algo que deba apenarle a una chica… ¿vergüenza?, podría ser, pero el serlo es una opción personal, debía ser otra cosa, pero ¿qué?... Estaba por llegar a casa de Nora y obviamente no podía dilucidar nada, por lo que debía esperar a que ella simplemente estuviese lista.
Subí al piso de la “Bella Arpía II”, increíblemente me sentía traicionando a Fer, pese a que ella me había obligado a venir, sería tontera pensar eso, pero así lo estaba viviendo. Llamé a la puerta y no pasaron treinta segundos y se abrió… la verdad es que cualquier duda que había tenido al venir se desvaneció, la imagen de Nora era digna de portada de una revista o catálogo de la lencería más fina…
- Nora: Hola mi pardillito ¿impresionado?, dijo dando la vuelta sobre si para mostrarse completa.
- Yo. La verdad es que estás impresionantemente bella, incluso más de lo usual.
- Nora: ¿Casi tan bella como Fer?, jejeje
- Yo: Por lo menos mejor vestida para desvestirla, jajaja
- Nora: ¿Así que el pardillito ya quiere desvestir a su zorrita?, dijo con voz sugerente
- Yo: es que estas hecha un sueño…
- Nora: Gracias, es la ventaja de modelar, a veces nos regalan algunas prendas.
- Yo: Muy buen regalo, algún modisto impresionado.
- Nora: Ellos usualmente no se impresionan con nosotras, jajaja, claro que algunos sí, pero afortunadamente no me han tocado
Sin continuar con el diálogo me acerqué a ella atraído por lo bella y sensual que se veía, donde todo estaba perfectamente destacado, la tomé de su estrecha cintura y comencé a su cuerpo con apasionado deleite. Increíblemente después de estar algo reticente no me podía separar de ella, pasando a sobar su delicioso culo, ¿cómo podía tenerlo tan duro y respingón?... ¿gimnasia?... Seguí recorriendo su delicioso cuerpo cubierto por solo el delicado conjunto, llegué hasta sus tetas y sacando sus pezones lo suficiente pasé a lamerlos, chuparlos obnubilándome por el cúmulo de sensaciones que me provocaban, estaba en el cielo
No me di cuenta como Nora siguiendo mis movimientos logró desvestirme casi completamente, pero ahí estaba yo solo en bóxer y zapatillas amasando a mi “Bella Arpía II”. Nora casi como si fuera un vals me llevó dando pasos hasta el sofá donde me sentó para luego ponerse sobre mí a horcajadas…. De alguna manera mágica tomó el control de mi y comenzó a pesarme por toda la cara, primero la frente, luego los ojos, después las mejillas y finalmente los labios. Luego corrió sus bragas a un lado y guiando a mi amiguito se fue empalando lentamente mientras suspiraba.
Comenzó un mete saca golpeando sus glúteos contra mis piernas mientras mi ingle hacía lo propio contra su pubis. Sentía como Nora vibraba de placer a cada golpe, arqueaba su espalda y me ofrecía sus tetas ahora descubiertas por mí… podía sentir cada parte de Nora como parte de mí, la verdad es que follar con mi Nora era mágico, especial, ella en ocasiones podía ser una puta, como también la más cariñosa y sensual de las mujeres, Nora de alguna manera era todo lo que podría yo pedir de una mujer.
Mientras ella me follaba con cariñosa pasión podía ver su cara enrojecida y brillante por el sudor, lo que resaltaba sus hipnóticos ojos azules, sus labios rojos apretados, disfrutando al máximo mi incursión en lo más profundo de su ser, me preguntaba ¿por qué me prefería compartido con Fer?... ¿tanto le gusto?... dejé por un momento de chupar y amasar sus tetas para acariciar su cabello y cara mientras ella continuaba rebotando sobre mí.
- Nora: Gracias dulzura, pero quiero que sigas disfrutando de mis pechos…
- Yo: ¿Te gusta?
- Nora: Después de sentirte adentro es lo que más me gusta… La pardilla no sabe lo que se pierde…. Mmmm ronroneo.
Seguí comiéndole las tetas y amasando su culito mientras ella llevaba el ritmo a su regalado antojo, en un momento le comencé a mordisquear suavemente los pezones, jugaba con ellos y ella gemía de placer, aparentemente la excitaba y comenzó a jadear fuerte, junto con que sus ronroneos se transformaban en gemidos de placer
- Nora: ¡Ah! … ¡Nooo! … ¡Ahh!… me… me matas… ¡nooo! … ¡me corro!…
- Yo No te gusta putita mía…
- Nora: ¡Sí!, pero no tan rápido, ¡me corro! Pardillo, dame fuerte
- Yo: Así corazón….
- Nora: ¡Síiii! … ¡así! ... ¡Ahhh!
Se derrumbó sobre mí extasiada, sentí como su cuerpo cubría el mío como su corazón latía aceleradamente junto al mío, ella estaba exhausta, pero yo aún no me corría, tal vez porque había dejado parte de mi en las tetas de Fer. Nora casi examine comenzó a acariciarme y darme dulces y tiernos besitos en la cara orejas y cuello, yo acariciaba y abrazaba su espalda como queriendo que no se enfriara o algo así.
Un poco más recuperada se incorporó y tomándome la mano me invitó a la ducha, parecía que hoy no ocuparíamos su cama, jajaja. Entramos al cuarto de baño de su habitación y sonriendo me dijo:
- Quiero que me folles en la ducha bien follada
- Yo: No lo hice en la sala
- Nora: Sí, pero ahora tú me follaras, no yo a ti, ¿capisci?
- Yo: Sí corazón, entendí, jajaja
Abrió la llave de la regadera y controló la temperatura y se metió tras la cortina para luego mirarme invitándome a entrar
- No: Ven… no sea tímido, dijo sonriendo y haciéndome un espacio.
Yo: Le devolví la sonrisa y me metí con mi amiguito en ristre, colocándome por detrás de ella y encajando mi verga entre sus piernas y culito
- Nora: Uy, que siento ahí, jejeje
- Yo: La lanza que te partirá en dos, jajaja
- Nora: Jajaja, así me gusta, que mi caballero tenga la lanza parada, jajaja
Comencé a acariciar su coñito y tetas con las manos mientras me refregaba en su culo con mi verga, ella acompañaba mis movimientos, pero me había cedido toda la iniciativa. En eso coquetamente me ofreció el jabón. Lo tomé y comencé a enjabonarla completa, mis manos estaban guiadas por la lujuria, sentía como su respiración se agitaba, encendiéndose como una caldera que acumulaba presión y visiblemente excitada me dijo:
- ¡Mmm! ¡sí! jabóname bien el coñito corazón, ¡mmm! sí así ah que rico
Obviamente seguí sus deseos, debo confesar que ya no necesitaba ninguna indicación sabía perfectamente que se la iba a meter de una sola estocada, la iba apuñalar por la espalda a mansalva y la haría ver el cielo o a lo menos las estrellas, a estas alturas ni con agua helada me iba a poder calmar.
Doble un poco las rodillas y hurgué en su coñito hasta encontrar la entrada y se la clavé. Nora volvió un poco el rostro para besarme con pasión pese a lo incómoda contorsión que debía hacer, yo manteniendo solo una mano en su cadera con la otra acaricie con rudeza sus hinchadas tetas.
- Nora: Mmm veo que me entendiste corazón.
- Yo: Sí corazón, atiné a contestar
Ella se inclinó afirmándose del borde de la ducha mientras el agua que caía regaba mi pubis y su espalda. Procedí a cumplir sus deseos y como una locomotora a vapor partí dándole mientras ella gemía a su regalado placer
- Nora: ¡Ohhhh! … ¡síiii! … que rico pardillito, dale mmm….
Seguí dándole como ella quería, notando su intenso jadeo y gemidos que me insuflaban más energía e incrementaban mi libido hasta niveles altísimos. Mirarla desde atrás me hipnotizaba pues era un movimiento cadencioso y el agua que resbalaba por su cuerpo era como mirar las olas del mar reventando en la playa. Continué metiéndole y sacando mi verga casi por completo, al estar de pie en tan estrecho lugar hacía que su coñito apretara como nunca a mi amiguito hasta que ya también empecé a boquear y emanar todo tipo de quejidos, no estaba muy lejos de correrme y ella lo notó alentándome a darle con todo:
- Yo: Me corro, me corro corazón
- Nora: Aguanta un poco estoy casi…
- Yo: Vamos corazón que ya casi no aguanto
- Nora: ¡Ahora!, dame duro…. ¡Ahhh!
Sentí una oleada de placer que me invadió cuando comencé a soltar toda mi leche en su interior mientras ella gritaba su tremendo orgasmo, la verdad es que esperaba que los vecinos no hicieran un escándalo.
- Yo: ¿Te gustó corazón?
- Nora: Me mataste, amorcito, fue tremendo…
De pronto tocaron a la puerta del baño. M i corazón casi se paralizó tanto o más que el de ella y una voz femenina que con seguridad era su madre dice sin entrar:
- ¡Nora te espero en la sala en diez minutos!... Dejé la ropa de tu amigo encima de tu cama
- Nora: ¡Sí mamá!
- Yo: ¿Son tus papás?, dije preguntado lo obvio.
- Nora: Sí corazón vistámonos rápido.
- Yo: Sí claro, respondí con la adrenalina al tope.
Nos secamos y vestimos como los bomberos, dándonos miradas nerviosas mientras lo hacíamos. Asimismo, pensaba que podría decir a sus padres, la verdad es que no existía ningún pretexto que podría dar más que nos gustábamos, lo que era verdad.
- Nora: ¿Qué les voy a decir?
- Yo: La verdad, que otra cosa
- Nora: ¿Cual verdad?
- Yo: Que nos gustamos, que somos amigos y ….
- Nora: ¿Y qué?
- Yo: Que estamos juntos hace un tiempo y que, si bien no somos novios formales, es como si lo fuéramos….
- Nora: Sí, eso pasa, si es que papá te da la oportunidad de decirlo antes de matarte
Salimos los dos del cuarto de Nora rumbo a la sala donde nos esperaban sus padres como si un tribunal se tratase, antes de entrar a la sala Nora tomó mi mano como para darse fuerzas y nos paramos delante de los dos, ella estaba muy compungida y yo muy avergonzado:
- Padre de Nora: Me puedes explicar que pasa…
- Nora: Con Claudio estamos juntos hace un tiempo y que, si bien no somos novios formales, es como si lo fuéramos….
- Madre de Nora: Ah, eres ese Claudio, dijo con tono de reproche.
- Padre de Nora: Pero lo trajiste a nuestra casa y te entregaste a…
- Yo: Perdón señor, la verdad es que nos gustamos y aún no sé si estamos enamorados realmente, pero quiero a su hija y me parece que, si bien abusamos de su confianza, lo encuentro preferible a que nuestros encuentros fuesen en otros lugares donde ella pudiese correr algún riesgo.
- Padre de Nora: …. La verdad joven es que, si bien su pensamiento es lógico, no deja de ser que nos sentimos ofendidos por su actitud y desenfado al tratar a nuestra hija…
- Nora: Papá, te juro que lo que hicimos no fue por solo sexo o lujuria, yo lo quiero…
- Padre de Nora: Por lo pronto estás castigada y solo lo podrás ver si estamos en casa.
- Nora: Pero papá, somos adultos y ustedes nunca están en casa, contraatacó.
- Yo: Señor, así lo haremos, solo le puedo decir que lo último que yo querría es dañar a Nora y ofenderlos a ustedes.
Relatarles más de lo que ya hice solo les revelaría que ambos estábamos pasando por un mal m omento que si bien empezó muy bien, la verdad es que nadie esperaba que llegaran antes, pues una de las intervenciones se postergó por no sé qué maldito examen fuera de parámetro.
Volví a casa a eso de las once treinta y ya al entrar Fer me miró con cara de pregunta, la miré y no sabía que hacer o decirle, luego se asomó Oma y con la dulzura de siempre me mandó al mercadillo de la esquina a comprar algunas cosas que necesitaba para el almuerzo. Inmediatamente Fer se colgó de la salida y me acompañó a comprar, aparentemente estaba ansiosa por saber que había pasado con Nora
- Fer: ¿Cuéntame cómo te fue?
- Yo: ¿Por qué tanta curiosidad?
- Fer: No sé, ¿algo de celos tal vez?
- Yo: Tú me mandaste allá.
- Fer: Lo hice por ti, para que no me odiaras
- Yo: Gracias, pero no era necesario, además no te odio ni ahora ni nunca.
- Fer: No me has respondido.
- Yo: Bien, pero fuimos descubiertos por sus padres.
- Fer: ¿¡¡ NO !!?
- Yo: Sí fue algo súper incómodo…
La poca distancia que debíamos cubrir para ir al comercio fue un continuo interrogatorio de Fer pro los pormenores más escabrosos, lo que la hacía reírse como si la situación hubiese sido de lo más gracioso, o yo le estuviera contando una película, no me molestó porque ella tiene ese ángel que la hace simpática incluso mientras se mofa de otros.
Por la tarde llamé a Nora pues estaba preocupado por ella, afortunadamente todo estaba más tranquilo en su casa, en cuanto al castigo se había reducido a una mínima expresión, bajo promesa de que yo sería el único que podría “estar con ella” y que la casa no podría convertirse en un sitio promiscuo.
Después de almuerzo invité a andar en bici a Fer, la que aceptó gustosa, tanto que se cambió a una tenida deportiva de esas que me provocan infarto, Fer que se veía preciosa como lista para un reclame deportivo, salimos y nos fuimos por el paseo marítimo deteniéndonos después de unos cuantos kilómetros en una de las playas más populares en verano, claro que ahora solo las visitaban pescadores de orilla, gaviotas y nosotros.
Nos sentamos a conversar de todo un poco, y lentamente nuestra conversación fue derivando a sus temores y reservas con respecto a nuestra relación, la que finalmente aceptaba como un hecho que la llenaba de felicidad, pero había una traba que le impedía progresar… después de muchos besos candorosas caricias y conversación por fin supe la verdad de sus temores y comprendí por fin el comportamiento de casi toda una vida para conmigo y mis hermanos:
- Fer. Bueno Claudito, te diré mi mayor secreto y el por qué tengo todos los problemas que tengo
- Yo: Sí corazón confía en mí…
- Fer: ¿Te acuerdas del tío Torcuato?
- Yo: Vagamente, la verdad es que era como un quiste de tu familia, era como el hermano postizo de tu papá, recuerdo que si tu papá le decía haz una estupidez él la hacía…
- Fer: El abusó de mí cuando yo tenía nueve años…
- Yo: ¿Qué?... ¿pero cómo?
- Fer: Era tal la confianza que mis padres tenían en él, pues lo que papá decía o le pedía Torcuato lo aceptaba, ahora que lo recuerdo, él era casi un monigote de papá, pero un día papá y mamá lo dejaron a cargo de mi hermanita y de mí…
- Yo: Mis padres no lo tragaban… parece que tenían razón
- Fer: Un día con juegos y engaños hizo que le tomara su cosa… y luego me obligó a besarle la cosa y después me la metió en la boca… Afortunadamente, los abuelos no aceptaron que mis padres nos hubiesen dejado a las dos con Torcuato y llegaron a casa justo cuando el me obligaba a mantener mi boca en su cosa y me estaba acariciando el culo….
- Yo: Maldito hijo de puta… lo mataría si lo veo…
- Fer: El abuelo casi lo hace, tomó un atizador de la chimenea y le golpeo en el lomo varias veces, por suerte Oma impidió que lo matara y solo terminara en el hospital…
- Yo: Ahora entiendo por qué los abuelos te protegen tanto….
- Fer: Sí en gran medida por todo el trauma que sufrí, lo que también desencadenó que yo me portara como la hija de puta que fui contigo y con tu hermano, el que era de mi edad se aljó de mí, tu que eras menor, fuiste víctima de mis traumas y venganzas contra los hombres y todo el que se me acercara…
- Yo: lo entiendo…
- Fer: Perdóname por todo lo que te he hecho amor mío, la verdad es que tu menos que nadie no te merecías mis ataques…
- Yo: Estás perdonada, si lo hubiese sabido te podría haber ayudado…
- Fer: No sabes la vergüenza que sufrí por años y los temores que tenía con los hombres inclusos mis novios, los que solo veían en mí a la chica popular con la cual acostarse, pero al poco andar y no conseguir sus objetivos me dejaban…
- Yo: Conmigo eso no te va a pasar…
- Fer: Lo sé pardillo, eres un tipo muy transparente y confiable, además que no te dejas dominar por nadie, ni siquiera por mí, jejejeje
La besé después de su confesión, lloró en mi hombro nos acariciamos más que nada para consolarnos, después ya más reconfortados y con una Fer que derrochaba optimismo y alegría por sacarse un peso de encima volvimos a casa.
Los abuelos no estaban, habían dejado un papel en la mesa del comedor diciendo que habían ido al cine y que volverían a eso de las seis. Ante tal anuncio se me ocurrió que podríamos ahorrar agua con Fer:
- Yo: ¿Duchémonos juntos?
- Fer: Oye pardillo salido, una cosa es que te confiese mis temores y otra es que follemos
- Yo: No te pido follar, solo que nos duchemos juntos, además ya nos hemos visto…
- Fer: Bueno, pero nada de trucos.
- Yo: Seré un santo, jejeje
Dejamos nuestras tenidas deportivas en los respectivos cuartos y nos encontramos desnudos como Dios nos echó al mundo en el cuarto de baño, yo la miré y sonreí, ella me miró, se puso roja como tomate y se tapó el coño y las tetas, como si antes no me las hubiese mostrado
- Yo: ¿Por qué tanta vergüenza?
- Fer: No lo sé, es como si fuera la primera vez que me muestro a ti como realmente soy.
- Yo: Eres linda…
- Fer: Y tú hermoso
- Yo: Nunca me lo habían dicho.
- Fer: Será porque el amor es ciego y me nubla la vista, jajaja
- Yo: Entremos a la ducha… tú primera.
Entramos a la ducha, claro que nos besamos bajo el tibio chorro de agua que caía de la regadera y pronto nos abrazamos con ternura y hasta cierto punto candor, luego comencé a jabonarla, ella muy coqueta se dejaba querer pero que no le metiera mano a ciertas partes manteniéndome a raya en mis avances que les puedo decir, estaba muy caliente, pero mantuve mi compostura hasta al final, solo les diré que sus tetas y pezones ya no guardan secretos para mí, y los cachetes de su culo los memoricé con mis manos.
Salimos contentos y risueños de la ducha, ella se fue a vestir a su cuarto y yo al mío, estábamos en eso cuando entraron los abuelos, solo un poco antes de las seis de la tarde, si bien a Oma le causó extrañeza que ambos nos estuviéramos vistiendo a la misma hora no dijo nada al respecto
A eso de las siete me puse a trabajar en uno de mis planos y Fer en algo de un programa de no sé qué, de vez en cuando nos mirábamos a los ojos, nos sonreíamos y continuábamos, hasta que Oma no dice bajito:
Oigan par de tortolitos, no sean tan evidentes, que su abuelo Federico es hombre, pero no tonto, jajaja
- Fer: Ay Oma, no hacemos nada…
- Oma: No es necesario que lo hagan, jajaja
- Yo: ¿Pero que hemos hecho Oma?
- Oma. Ay mis pardillos… es como se miran, jajaja
Por la noche después de cenar salimos con Fer de “juerga”, a la que mi “Bella Arpía I”, invitó a la “Bella Arpía II”, cosa que intenté reprocharle, pero ella con su encanto de siempre hizo que la invitación se mantuviera. Fuimos al local de siempre, en donde mis dos chicas llamaron la atención. Estábamos conversando entre canción y canción de Karaoke y aparece Torro con Coté y Bea más un sujeto que solo conocía de vista en la uni.
Sin que yo hiciera algún ademán de invitarlos a nuestra mesa, Rorro con su naturalidad acostumbrada acercó una mesa aledaña y se nos unió al grupo al tiempo que llagaban otras dos parejas, lo cual implicó que una velada para “parejas” … en mi caso “un trío”, se convirtió en una salida grupal. No niego que lo pasamos bien, pero impidió que yo pudiera interactuar con las “Bellas Arpías” libremente, tal como lo deseaba.
Pese a que éramos muchos, la noche marchaba bien, el gran bullicio nos alentaba a la alegría y el relajo, pero al mismo tiempo causó efectos no deseados como que en más de una ocasión nacieron descaradas insinuaciones de Coté y Bea, las cuales me “hacían ojitos”… la verdad era una locura, por lo que le dije a mis “Bellas Arpías” que era hora de marcharnos, lo que finalmente hicimos pese a un poco de oposición de ellas.
- Nora: Ya que nos sacaste a la fuerza ¿A dónde nos llevas?
- Yo: A casa…
- Fer: ¿Solo a casa?
- Yo: Sí, a casa…
- Fer: Podríamos ir a conversar a algún lugar…
- Nora: Sí, y después podemos hacer algo más.
- Yo. O sea, se quieren portar mal, jajaja
- Fer: Unas caricias no le hacen mal a nadie….
- Nora: Sí, te prometo que haré lo que Fer haga, nada más…
- Yo: Bueno si es así, vamos a un mirador…o un drive in…
- Nora: Un drive in es algo más seguro…
- Fer: Yo creo lo mismo.
- Yo: Fer, no te entiendo y a ti tampoco Nora…
- Nora: Ya nos entenderás.
Nos estacionamos en el lugar y pedimos unas cubatas y yo como el conductor designado una gaseosa, luego de que llegaran nuestras bebidas Nora se pasó al asiento delantero y se sentó con Fer, la verdad es que el coche de Fer no está diseñado para el efecto, pero ellas igual se acomodaron aprovechando el tapete o como se llame que usa Fer para hacer yoga.
Besé a las dos y ellas se dejaron llevar hasta cierto punto, pues como diría un anglosajón no pasé de segunda base, por lo que solo las acaricié en sus maravillosas tetas cubiertas por sus sujetadores y algo de piel en sus piernas… fue extraño, pues a las dos las había tocado más que eso, en todo caso si bien disfruté de sus caricias y que lo pasamos muy bien, terminé con un dolor de bolas tremendo, pero no conseguí avanzar nada más.
De regreso dejamos a Nora en su casa y nosotros continuamos a la nuestra, cuando salimos del ascensor nos dimos el primer beso, no fue uno grande pues probablemente el conserje aún nos vigilaba por las cámaras de seguridad, ya que a esa hora no tenía nada más en que entretenerse.
Entramos a la sala y Fer se colgó de mi cuello y me dio un morreo de padre y señor mío, la verdad es que me dejé llevar y puse mis manos en su delicioso culo y la atraje hacia mí, demostrándole con mi amiguito el gusto que me daba tenerla así de pegada a mí. Pero en ese momento sentimos:
- Abuelo: Chicos son ustedes
- Fer: Sí abuelo, estamos en casa
- Oma: Ya mis niños, acuéstense a dormir que es tarde y tu Claudito ven a darme el beso de buenas noches.
No es que Oma me quiera más que a Fer y quiera ser besada por su nieto favorito, es solo para sentirme el hálito y comprobar que no hubiese bebido. Así lo hice mientras Fer solo se asomó y lanzó un beso al aire.
Cuando por fin entré al baño a lavarme los dientes, descubrí que adentro estaba Fer vestida de pijama, la verdad es que me sorprendió lo rápido que se cambió, pero más me sorprendió lo linda que se veía, por lo que la abracé besándola con pasión…
- Fer: Que buen beso de buenas noches pardillito
- Yo: Gracias, soñaré contigo pardillita mía…
El domingo los abuelos salieron temprano a misa y según dijeron a comprar comida preparada, por lo que apenas salieron me fui al cuarto de Fer y la desperté con un beso, ella entre sueños me respondió, pero su modorra podía más. Como no sabía de que otra forma despertarla para aprovechar el tiempo a solas, comencé con suaves cosquillas y manoseos que ella trataba de esquivar sin muchos ánimos hasta que metí mano bajo su camiseta de pijama y comencé a acariciarle los tremendos melones que se gasta de tetas y jugar con sus pezones los que reaccionaron más rápido que su conciencia.
Así y todo, se hacía la dormida, por lo que me metí bajo sus sábanas y le restregué mi amiguito muy bien restregado en su culo, ella no me hacía mucho caso, pese a que sus pezones estaban como escarpias de enhiestos y su respiración ya no era suave, como también dejaba escapar risitas… Tanto va al cántaro al agua que ella por fin se giró para darme un buen beso en que sentí su lengua hasta mi tráquea, continuamos así por varios minutos hasta que ya no pude más de caliente y quise bajarle los pantalones de pijama. En ese instante sujetó mi mano y me dijo:
- Aún no corazón.
- Yo: Bueno vida mía
En compensación se sacó la camiseta de pijama y dejó sus tetas a mi completa merced, las chupé, lamí, besé, acaricié, lo que indudablemente calentó a mi “Bella Arpía I”, ella tomó mi mano y la puso en su coñito por sobre el pijama y me dijo:
- Acaríciame ahí, pero si meter nada adentro
- Yo: Sí corazón
Le acaricié y amasé su monte de Venus hasta que ella suspiraba inconteniblemente mientras le comía también las tetas, yo estaba como toro en celo y ella caliente como gata en agosto, tanto que metió su mano bajo mi pijama y tomó mi amiguito comenzando un suave pajeo que comenzó a acelerar en la medida que ella misma iba irremediablemente a correrse como burra… no sé si nos corrimos juntos, fue casi al unísono…. Solté múltiples chorros de leche que le pringaron su mano y mi pijama, después los dos nos echamos de espalda con la respiración agitada
- Yo: Guau, eso fue…
- Fer: Toda una pasada…
- Yo: Eso y más corazón
- Fer: Que bueno que te gustó, pero me dejaste la mano pringada, jajaja.
- Yo. Tu idea me obligará a cambiarme de pijama… Oma va a pensar que soy un pajero, jajaja
- Fer: Hasta que llegué a esta casa eras un pajero, jajaja
Como el tiempo pasa inexorable, me levanté directo a la ducha y a la lavadora, por lo que cuando los abuelos llegaban, yo estaba listo para lo que ellos quisieran mientras Fer aún estaba en la ducha.
- Oma: ¿Dónde está la holgazana de Fer?
- Yo. En la ducha y recuerda que es domingo, no se puede madrugar todo el tiempo Oma.
- Abuelo: Eso dicen los jóvenes que no trabajan para mantener una familia.
- Yo: En eso tienes razón abuelo.
Comimos una deliciosa paella de mariscos que nos dejó listos para dormir una siesta, a la cual mis abuelos no perdonan los fines de semana, yo pese a no acostumbrarla también hice, pero no pasaron dos minutos de estar casi dormido cuando sentí que Fer se tendía a mi lado…
- Yo: ¿Qué haces?
- Fer: Vengo a dormir siesta
- Yo: Pero los abuelos
- Ellos despertarán una hora más, puse mi alarma en 45 minutos
- Yo. Pero ¿qué pasa si despiertan antes?
- Fer: Estaremos conversando, solo eso.
- Yo: Okey, solo espero que no ronques.
- Fer: Yo no lo hago tú si…
Me dormí sin darme cuenta y desperté con unos movimientos suaves de…. ¡Oma!... Miré a mi lado y estaba Fer durmiendo plácidamente, luego miré a Oma y ella sonriente movía la cabeza como diciendo ¡que de pardillos!, luego me dice:
- Despierta a tu bella durmiente que tu abuelo ya se levanta.
- Yo: Sí Oma… corazón despierta, es hora.
- Fer: ¿Qué?... el despertador… ¿sonó?
- Yo: Tu despertador no sonó y el abuelo está por levantarse
Por la tarde, yo trabajé en mis proyectos y Fer fue a casa de Nora a estudiar no sé qué cosa, en tanto mis abuelos salieron a caminar, por lo que todo fue tranquilo hasta la hora de la cena en que nos volvimos a juntar. El no mirar a Fer me era imposible, sus ojos eran unos imanes que me obligaban a mirarlos, por supuesto que Oma nos miraba cómplice al ver lo que para ella era evidente y que el abuelo comenzaba a notar:
- Abuelo: ¿Qué se miran tanto el parcito?… ¿están tramando algo?
- Fer: Nada abuelo, es que el pardillo tiene una cosa en la nariz…
- Yo: Eh, ¿qué cosa?
- Fer: Ah no es nada, se salió…
- Abuelo: ¡Ahh!, dijo dando por superado el impase.
Los días de la semana que siguieron fuero todos muy similares, en síntesis cada instante que nos encontrábamos a solas nos besábamos, nos acariciábamos y nos decíamos palabras de cariño, y un par de veces nos encerramos en la bodega para que yo le comiera las tetas y nos pajareamos mutuamente, eso sí que a Fer solo sobre sus bragas… el meter la mano sobre sus jeans ya era un avance, pero no me era fácil llegar más adentro
El jueves por la noche los abuelos se acostaron temprano pidiéndonos Oma lavar los trastes de la cocina y ordenar todo para el desayuno, lo cual hicimos con mucho placer pues cuando Fer se puso a lavar yo me instalé detrás de ella y comencé a apoyarle mi amiguito entre los cachetes del culo, acto seguido empecé a moverme simulando un mete-saca que Fer parecía ignorar mientras lavaba los platos… Como no reaccionaba le metí una mano bajo su camiseta y comencé a acariciarla desde su estómago hacia arriba hasta alcanzar una de sus tetas, pero solo logré sacarle una risita nerviosa
- Jejeje… no seas maldadoso…
- Yo: solo te ayudo….
- Fer: Tu idea de ayuda es muy sui géneris, jejeje
Luego empezó a moverse hacia atrás y adelante acompañando mis movimientos… eso me calentó aún más si es posible por lo que saqué a mi amiguito de su encierro y levantando un poco su falda se la puse entre los cachetes del culo, lo único que me separaba de su orto era una delgada tela de sus bragas.
- Fer: ¿¿Qué pretendes?... no me la vayas a meter.
- Yo: Descuida, solo será el roce, nada más…
- Fer: ¿Solo eso?
- Yo: Sí lo prometo
La tomé de las caderas con ambas manos sacando la que mantenía adentro de su camiseta y le pasaba mi verga con delicada pasión por sus duras nalgas, ella suspiraba sin decirme nada, pero sincronizando nuestros movimientos, era lo más cercano a follar que había llegado con ella alguna vez.
Pese a no estar seguro, podría apostar que Fer estaba tan caliente como yo por lo que decidí subir la apuesta y doblé mis rodillas para meterla entre sus piernas y la rajita del coño, creí morir cuando ella lanzó un profundo suspiro mezclado con un gemido que hizo que una descarga eléctrica recorriera todo mi espinazo
- Yo: ¿Te puedes inclinarte un poco?
- Fer: ¿Qué pretendes?
- Yo: Solo sentirte un poco más
- Fer: Yo ya te siento demasiado
- Yo: Solo un poco
- Fer: Pero no intentes meterla, ¿entendido?
- Yo: ¡Sí!, te juro que no la meto
Fer se inclinó un poco y dejando de lavar se afirmó del fregadero inclinándose un poco hacia delante, levantando si precioso culo y dándome acceso a su coñito solo cubierto por la delicada tela de sus bragas. Me vino otra descarga eléctrica en el espinazo y pese a tener el deseo de ir más allá, solo continué con lo que estaba haciendo.
Sentía la humedad de Fer que traspasaba sus bragas o eso imaginaba en ese momento, la tomé de las caderas y aumenté la velocidad del mete-saca, era casi follarla. Fer de pronto se inclinó aún más y dejó sus tetas casi apoyadas en el fregadero golpeando suavemente en las puertas inferiores, luego bajó un mano tocándose su botoncito de placer.
- Yo: ¿Te gusta?
- Fer: Sí, pero no intentes ningún truco
- Yo: No lo haré
Seguíamos follando con ropa, hasta que sentí que uno de los abuelos saliendo de su habitación, por lo que me erguí como un resorte y bajé la falda de Fer para luego sentarme a la mesa en la cocina y me componía la bragueta de mis jeans luego de que mi entusiasmado amiguito se reducía de tamaño
Fer se acomodó poniéndose derecha, para continuar con los platos simulando que no pasaba nada. Oma entró a la cocina mirándonos a los dos.
- ¿Por qué se han demorado tanto por cuatro platos?
- Fer: Tal vez porque él no coopera mucho Oma y me chamulla para no cooperar, jejeje
- Oma: No se porten mal, pardillos, somos viejos, pero no tontos, vayan a dormir antes que sea el abuelo el que venga.
Ninguno de los dos dijo nada, seguramente el abuelo había mandado a Oma para ver porque nos demorábamos tanto, gracias a Dios Oma había hecho el suficiente ruido para que alcanzáramos a simular que todo estaba bien.
Las semanas siguientes seguimos con el jueguito de cuasi follar, el problema es que yo casi deliraba de caliente, tanto que, en la uni, veía a cualquier mujer como un delicioso manjar digno de ser catado, pero intentaba mantenerme centrado en mis estudios.
Por las tardes acosaba a Fer e intentaba avanzar en nuestra relación no solo del punto de vista de amistad, cariño, pero en lo referente al sexo, no pasábamos de “follar vestidos”, por otra parte, el abuelo estaba alerta y con los ojos puestos en nosotros dos, creo que sus sospechas eran casi certezas de que nosotros dos teníamos algo.
El jueves a la hora del lunch, me encontré con Fer y Nora, la verdad es que verlas juntas a las “Bellas Arpías” era un placer para todos incluyéndome a mí, también era el despertar la envidia de muchos de los chicos que llenaban los comedores de la universidad
- Fer: Corazón, he notado que estás muy desesperado o nervioso
- Nora: Jajaja, eso se llama calentura, jajaja
- Fer: No sea tan vulgar Nora.
- Nora: Puedo ser vulgar, pero es la verdad, nuestro Claudito ya camina por los tejados de caliente, jajaja.
- Yo: Sí es cierto, tal vez esté un poco excitado últimamente.
- Fer: Bueno debería aliviar tu estado como lo hacen los chicos.
- Nora: Creo que eso ya no funciona con el pardillo. ¿Lo has aliviado últimamente?
- Fer: Bueno lo intento, pero aún no estoy lista y en vez de solucionar el tema, parece que lo agravo, además yo estoy igual que él.
- Nora: Tal vez podría hacer algo por ustedes dos, par de pardillos, jajaja
- YO: ¿En serio?
- Nora: Sí, claro, jajaja
- Fer: ¿Nos ayudas Nora?
- Nora: Sí, pero él me debe ayudar a mí también, jajaja. Terminadas las clases vamos a mi casa y lo hacemos, pero ahora me gustaría un adelanto de mi recompensa.
- Fer: Sí claro, pero ¿Dónde aquí?
- Yo: ¡Pero Fer! …
- Fer: Vamos que a ti te gusta follarla, no te hagas la víctima y yo ya estoy resignada
- Nora: ¿Resignada?
- Fer: Bueno, la verdad es que ya no me molesta, siempre que él me sea fiel.
- Yo: ¡Pero follar a Nora no me hace fiel!
- Fer: Te parecerá raro, pero para mí ella ya es una parte de nuestra vida.
- Nora: Ves pardillo soy la solución y todo queda entre amigas…
- Yo: La verdad es que ustedes son un par de locas, lindas pero locas, jajaja
- Fer: Jajaja, es cierto, jajaja
Después de esta aún más extraña conversación, Nora me dijo que era necesario de hacer el “adelanto de pago”. La verdad es que muchas parejas follan en la uni, pero no es que sea algo muy cuerdo y menos discreto, lo único que se me ocurrió era llevarla al lugar que había descubierto con Coté, por lo que la conduje al baño de minusválidos del tercer piso del ala de los decanatos y salas de profesores.
En el camino nos cruzamos con algunos docentes y alumnos, los saludábamos, pero la verdad es que nos veíamos como un par de alumnos normales que concurren a hablar con algún profesor, no íbamos tomados de la mano o haciéndonos arrumacos ni nada… nuestro caminar era inocente. Tuve un fugaz pensamiento en Coté, esperaba que no se diera cuenta de que iba con Nora a “nuestro baño”
Mandé a Nora a que entrara al baño antes que yo. Luego de 30 segundos la seguí, apenas entré Nora se colgó a mi cuello, yo la besé, pero por seguridad la detuve y cerré la puerta con seguro, casi al instante giré y continuamos con nuestro morreo, levantándole la falda para acariciar su culito respingón, noté vestía una delicada tanguita que se le metía entre sus delicados cachetes, era el culo de una modelo, envidiado por media universidad.
No estaba para ser amoroso o delicado por lo que tomé el “filo dental” de su tanga tirándola para hacerla a un lado, luego metí mi mano para con dos dedos pajearle su clítoris, ella gimió cuando atrapé su monte de Venus y restregué su coño.
- Nora: ¡Uhhmmm! estás apurado corazón
- Yo: Sí zorrita mía
Como ya saben, yo estaba afiebrado de caliente, recorrí ese portento de cuerpo aún vestido hasta que mi verga ya pujaba por salir de mi pantalón, pero no fue necesario decir nada, pues Nora ya la sacaba de su encierro, ambos queríamos lo mismo.
- Nora: ¡Métemela pardillo!
- Yo: ¡Sí zorrita!, te voy a partir el coñito
- Coté: ¡Mmm que bueno!, no sabes lo que lo deseo…
- Yo: Bueno mi zorrita hermosa abre las piernas, jejeje.
Me bajé mis pantalones con la ayuda de Nora, y comencé a apuntarle a su coño mientras Nora con una mano se afirmaba la tira de su tanga a un lado y con la otra tomaba mi verga y se la apuntaba a su coñito. Comencé a meter mi verga con las piernas flectadas, entraba como un cuchillo en mantequilla caliente… Fui abriendo el candente portal, deslizando mi verga con sumo placer, el sentir que las paredes del caliente coñito abrazaban mi verga casi hace que me corra apenas penetraba a mí chica, ¡mmm que delicia! Nora se contenía para no gritar mientras la poseía, así y todo, boqueaba y gemía a mi oído.
- Nora: ¡Me estas matando!, ¡No sabes cuánto te deseaba!
- Yo: ¿Desde cuándo me deseabas zorrita mía?
- Nora: Desde que me acostumbraste a estar bien follada pardillo.
- Yo: ¿Te gusta que te la meta tu pardillo?
- Nora: Me encanta, tanto que tengo el coño chorreando ¡Mmm como llenas!
Comencé a darle duro a Coté la que junto con menear el culo acompañando mis embestidas, se pajeaba el clítoris para aumentar su placer, estaba convertida en una verdadera zorra caliente… Tal vez era efectivamente el morbo, y la adrenalina que generaba el miedo a ser sorprendidos follando en la universidad, por lo que intentábamos no ser ruidosos, pero pese a que intentábamos, lo único que yo no podía evitar era boquear por el esfuerzo y que Coté soltara pequeños quejidos o grititos al ser perforada con algo de rudeza de mi parte… claro que a ella le gustaba así, como una verdadera zorra.
Así paso un buen rato tanto que en un momento los dos nos olvidamos por completo que estaban en el baño de discapacitados del tercer piso en el sector de los profesores, y que nos podían descubrir, por lo que ella gemía más fuerte y yo chocaba mi pubis contra su magnífico culo, produciendo un sonido rítmico muy característico
- Yo: Uff Coté tienes un culo maravilloso… está hecho para mi amiguito
- Coté: Mmm mi culito es para ti pardillo, pero no metamos tanto ruido que nos pueden sorprender…
- Yo: Tienes razón, y después no podría partirte el culo, jejeje
- Coté: Peor, después de eso, no nos graduaríamos, jejeje
La tomé a Nora del culo y la levanté para sentarla en el lavabo, ella se quejó que estaba frio, pero le seguí dando mientras estaba al borde del correrme, intenté no hacerlo por lo que varié la velocidad y recorrido de mi amiguito, si bien quería llenarle el coño de leche, no quería que fuera así de rápido. Nora tomó mi cabeza y se la clavó en el canalillo de sus preciosas tetas y luego me dijo:
- ¡Ahh pardillo eso me gustó!, eres maravilloso cómeme las tetas.
- Yo: Me encantas… el solo pensar en comerte entera me calienta… si sigo así me voy a coorrreer … ¡ahhh! …
- Nora: Córrete pardillito, córrete…. ¡Ahhhh!
- Yo: Me ¡coorroo!, dije ahogando el grito todo lo que pude
- Nora: Aguanta un poco que me corro… ¡Solo un poco…!... ¡mmm sí!... ¡Así! ¡Ahh!
Nos corríamos los dos casi en silencio en el interior del baño del tercer piso, no fue el mejor polvo de mi vida pues tuvimos que ahogar nuestro éxtasis, pero fue un real alivio a mi energía acumulada. Podría decir que fue como si un volcán que no había erupcionado en mucho tiempo, solo derramara su magma por la ladera. Terminado “el adelanto de la recompensa” quedamos mirándonos a través del espejo del baño. Nos mantuvimos quietos casi congelados … nos sonreímos complacidos, Nora además me acariciaba el cabello y me besaba tiernamente mientras mi verga que aún estaba clavada en su coño se reducía a la mínima expresión.
- Yo: ¿Te gustó tu adelanto zorrita mía?
- Nora: ¡Si!... fue increíble, nunca pensé en que follaría en la uni, jejeje…
- Yo: El riesgo es grande… pero fue maravilloso, jejeje
- Nora: En la tarde seguiras disfrutando, jejeje, pero con tu Fer, jejeje
- Yo: Bueno, ¿pero no me ayudarás con Fer?
- Nora: ¡Sí!, pero ella debe hacer el trabajo, jejeje.
- Yo: ¿Pero tú la guiarás?
- Nora: Sí por supuesto, pero gran parte de ello depende también de ti, jejeje
Bajé a coté del lavabo y me lavé la verga mientras ella se componía sus bragas y la ropa, luego ya listos nos besamos con pasión. Como debíamos ir a clases no seguimos follando. Para salir le expliqué como lo haríamos en base a mi experiencia de las ocasiones con Coté.
Salimos del baño de la forma acostumbrada, es decir de la forma que yo acostumbraba para no ser notados por nadie, la verdad es que era riesgoso, pero sin dudas descubrí el mejor lugar para follar de toda la universidad, ambos nos juntamos al pie de las escalas pero después de eso nos fuimos a por separado a clases
Por la tarde nos juntamos los tres en la cafetería para ir a casa de Nora, yo estaba ansioso por follar a mi amada, aún cuando ella se notaba muy nerviosa, tanto que fue Nora la que viajó adelante como copiloto mientras nos hablaba y distraía con su característico buen humor, de alguna manera logró que nos relajáramos y llegásemos a su casa como cualquier día de estudios.
Sus padres efectivamente no estaban, por lo que Nora nos invitó a la cocina para que nos preparáramos un tente en pie, cosa que yo siempre agradezco, pues vivo con hambre, no sé si por tanta demanda o simplemente por que los hombres comemos como “Marabuntas”
Luego Nora nos invitó a su cuarto, pues le pareció más amigable mientras nos contaba cualquier cosa, nos sentamos los tres en su cama y ella seguía como si nada, pese a que Fer, estaba tiesa como un palo, por lo que Nora finalmente le dijo:
- Nora: Fer, tranquila, nadie te va a lastimar, ni yo y menos el pardillo que solo te quiere con locura.
- Fer: Lo sé, pero no lo asimilo, … Soy una tonta…
- Yo: No, no lo eres, solo tienes un trauma que superaremos juntos los tres, tus mejores amigos y que te queremos.
- Nora: Sí, así es, aún cuando hoy no pase nada, pero tenemos que tratar de superar tus miedos, ¿okey?
- Fer: Bueno tienen razón… ¿Qué hago?
- Nora: Besa a Claudio, suave tranquila nada violento.
Nos besamos tiernamente, casi como si fuese nuestro primer beso, la verdad es que incluso nuestras lenguas se movían con dulzura ante la atenta mirada de Nora, la cual tomó una de mis manos y la puso suavemente en la cintura de Fer, luego tomó una de Fer y la puso en mi cara.
- Nora: Acaríciense con suavidad, como si fuese su primera cita
- Yo: Pero nosotros hemos avanzado en la tarea un poco más, jejeje.
- Fer: es cierto.
- Nora hagan lo que les dije, no se trata de saltarse los capítulos de un buen libro.
Seguimos con las caricias por unos buenos minutos hasta que Nora tomó mi mano subiéndola de la cintura a las tetas de Fer, luego tomó la mano de Fer y la puso entre mis piernas,
- Fer: ¿La tienes parada?
- Yo: ¡Sí! ... ¿Te molesta?
- Fer: No, solo…
- Nora: Vamos tócala, veras que el pardillo sigue siendo el dulce bombón de siempre… el nunca actuará violento… ves que él no intenta nada…
- Fer: Sí, el es bueno… ¿no me harás daño?
- Yo: Nunca mi amor…
- Nora: Fer sigue de acuerdo a tus instintos… sin forzar nada…
Fer que ya no estaba tan tensa, continuó besándome mientras, estiró su mano y me la puso encima de mi paquete que pugnaba por escapar de su encierro. El sentir la presión de su mano hizo que yo intentara meter mi mano bajo su blusa y sujetador, pero Nora lo impidió, por lo que seguí con mi suave masaje a sus melones, mientras Fer me tocaba mi verga por sobre el pantalón .... De pronto Fer sin instrucción o incentivo alguno metió la mano adentro de mi pantalón pese a lo apretado del cinturón, ahora Nora le soltó el sujetador a Fer y me permitió amasar las cálidas tetas de mi amor, sus pezones estaban duros y erectos como nunca. Asimismo, Nora liberó mi cinturón dejando paso a que Fer tomara mi verga erecta y pudiese iniciar un suave pajeo … yo estaba en la gloria
Nora tomó mi mano sacándola de las tetas de mi Fer y suavemente la depositó entre las piernas de mi Fer, ella lanzó un suspiro ahogado y profundo al sentir el roce de mis dedos en su coñito, cerró las piernas de golpe, pero luego las abrió dando espacio a mis caricias de su coñito, el cual acariciaba por primera vez en mi vida. Hundí uno de mis dedos en su rajita y comencé a pajearla suavemente, sentí como su humedad invadía todo, ambos estábamos calientes.
- Yo: ¿Te gusta mi amor?
- Fer: ¿Sí y a ti te gusta?
- Yo: ......Si...... mucho mi amor......
Fer subía y bajaba su mano suavemente, mientras yo con suavidad corría lo suficiente de sus bragas para llegar a tocar le ansiado coñito sin ningún obstáculo, estaba tan empapada que uno de mis dedos resbaló y se llegó a meter en su gruta de placer alcanzando el clítoris que hizo que ella doblara su columna y lanzara un estertóreo gemido que casi me mata de susto…
- Nora y Yo: ¿Estás bien? dijimos al unísono
- Fer: ¡Mmmm sí!
Nora y yo nos miramos las caras y no quedó ora más que reírnos, Fer por su parte nos miró y dijo:
- ¿Qué?
- Yo: Nada corazón
- Nora: Solo nos asustamos por un segundo, pero estamos bien, jejeje
- Fer: ¿Fue por el gemido?...
- Yo: Sí un poco dije metiendo decididamente mi dedo en su coño, mientras Fer abría más las piernas
- Nora: ¡Uy que pardillo más pervertido! Dijo mirando como dedeaba a Fer
- Fer: Pero muy rico, mmm que siga igual …
- Nora: Vas bien pardillo, pero se suave, espera a que ella te pida el resto, me dijo al oído
Tendí a Fer en la cama atravesada como estábamos y sin más me puse de lado manteniendo mis besos y el suave estímulo que hacía en el coñito de mi amada, ella soltó mi verga y liberó completamente sus tetas para mi placer, por mientras Nora comenzó a sacarle las bragas si oposición de Fer…
- Nora: Mmm veo que mi niñita está caliente como gatita en agosto, jejeje
- Fer: ¡Mmmsíii! …
- Yo: Sí así es, mírala como está…. gracias por la ayuda.
Nora se arrodilló en la cama, se inclinó un poco y metió su lengua en el coñito de Fer mientras aún tenía yo mi dedo adentro, luego por señas me indicó que yo la reemplazara, y así también le mostraba toda la conchita. Martín estaba detrás de ella, tenía los labios de la concha bien cerraditos, con la rajita en el medio.
- Yo: ¡Qué lindo tu coñito corazón!
- Fer: Es para ti mi amor
- Nora: Los dejo solo tortolitos… Pardillito trátala bien, no se preocupen de nada más.
Continuará en el último capítulo....