Mi prima Marta
Un muchacho pierde la virginidad con su prima en el madrid de los primeros 80.
Mi prima Marta
{ todo es fruto de mi imaginación creo espero no sé}
Mi nombre es Carlos, idea de mis padres, ambos militantes comunistas, que aún en plena represión franquista le echaban imaginación Cuando era joven, lo de follar, nada de nada, ni una rosca, las chicas y mujeres de entonces eran más difíciles que una quiniela de catorce. Y da igual lo progres, rojas y feministas que fuesen, la española de los 70 aspiraba a la virginidad con más ahínco que una monja vaticana. Cuando tenía 14 años me eche una novieta, Clara, una vecina de mi barrio, era muy bonita con su pelo castaño y sus ojos marrones grandes y tristes. Nos besábamos con cariño e inocencia. Lo que pasa es que con la fama de rojos de mi familia sus padres le hicieron la vida imposible hasta que rompimos un año después.
Poco a poco fui descubriendo el sexo, eran los años del destape, y siempre había un amiguete como Ricardo que me pasaba revistas guarras, además en mi casa no faltaba el interviú y mis padres, incluso mi madre, tenían una mente muy abierta, así que en mi cuadro había varios posters de desnudos de interviú, lo cual era la envidia de mis amiguetes.
Cuando empecé a ir con gente de juventudes del PCE empecé a salir con una chica, Carmen, una morena andaluza de pelo negro ondulado y ojos negros como una noche sin luna. Nos llevábamos muy bien, e incluso me dejaba tocarle las tetas, pero ahí acababa todo, y además como ella decía no éramos novios, eso era un atraso burgués éramos compañeros con derecho a roce. Al final en el verano del 81, me dijo que se acabó lo del roce.
Si hasta entonces mi ración de pajas era algo habitual a partir de entonces se redobló, con las consiguientes bromas de mis viejos. Sin embargo habría un hecho que iba a cambiar las cosas de forma muy importante. A principios de Junio me dijeron que mi prima Marta de Santander venía para Madrid para hacer algún papeleo para la universidad.
A mi la visita de mi prima marta no me produjo ninguna excitación especial, aunque si algo de sorpresa, pues era una niña pija, muy mona, pero muy pija y facha, hija de una hermana de mi madre y un militar. Mi tía Angeles se había quedado preñada de Marta y el militarongo de rancia familia se tuvo que casar, las relaciones eran casi inexistentes, la última vez que yo había visto a Marta había sido 3 años antes el pueblo. Las relaciones eran más tirantes por la militancia comunista de mis padres. Pero la niña venía a estudiar farmacia a Madrid.
Desde el principio mi madre se olió algo raro, pues no era normal que su hermana le pidiese ese favor, cuando las relaciones de su marido la hubiesen conseguido un colegio mayor con facilidad, al final la sonsacó, la niña había salido como toda la familia una roja de cuidado y había participado en protestas, incluso la habían detenido dos veces, la idea era que al mandarla con mis padres al menos estos podrían protegerla un poco dado su experiencia y canalizar sus actividades políticas.
Nuestra casa era un modesto piso de 60 metros cuadrados en un edificio viejo de Chamberí, con dos habitaciones un salón, una cocina diminuta y un baño. Lo que podía pagar el sueldo de dos maestros de escuela. El dormitorio de mis padres era más grande pues ellos tenían allí su pequeña biblioteca y una mesa de trabajo, yo ocupaba la otra habitación, pues era hijo único. No se que habló mi madre con mi tía ni que paso por su mente cuando decidió que Marta y yo compartiríamos habitación. A mi me molestó un poco, sobre todo porque mi madre me pidió que retirase los desnudos que junto al che y unas fotos del ejercito rojo adornaban las paredes de mi cuarto. Como había una cama nido, eso no era problema.
El 24 de Junio llegó Marta, mis padre habían ido a buscarla la estación, al anochecer llegaron a casa. Mi prima Marta es morena, con el pelo negro y muy liso, entonces lo llevaba muy largo casi por la cintura, el rostro aniñado, tanto que entones parecía tener apenas los 15, a lo que ayudaba una complexión delgada y pequeña. Sus ojos negros bajo unas cejas muy pobladas igualmente negras brillaban chispeantes, y su sonrisa era agradable y desafiante. Estaba muy bronceada. Me pareció mucho más atractiva que lo que recordaba, el pelo hasta la cintura,, la cara lavada sin maquillaje, los vaqueros gastados, la blusa roja, que insinuaba su pechos pequeños como manzanas. Me saludó con dos besos y una sonrisa afable. Ya sabia que íbamos a compartir habitación y no pareció importarle. La ayude llevar la maleta y ella empezó a sacar sus cosas, luego fue la baño para ducharse pronto aprecio con un vestido de tirantes muy veraniego que hacía lucir aún más sensual su figura.
Fuimos a un bar cercano, a tomar unas gambas a la plancha con una caña y luego a otro bar a por un bocata de calamares y unas bravas. La conversación fue animada, nos contó sus aventuras con un grupo de estudiantes comunistas de Santander y el horrible ambiente facha de la ciudad, puso a parir a su padre al que llamó putero machista impotente y facha; luego preguntó sobre las actividades políticas de mis padres y estuvimos hablando de eso del ambiente militar, de la UCD, de Carrillo, de la Pasionaria, del tío Carlos hermano de mi papá que estaba en Moscú. La conversación continúo luego en el salón de casa con un par de vodkas con naranja.
A cierta hora pasadas las doce, mis padres decidieron emprender retirada, por lo que nosotros también nos fuimos al dormitorio, yo ya había sacado la cama supletoria y la había colocado cerca de la ventana., bajé la persiana y dejé la ventana entreabierta para que entrase un poco de aire, pues hacía calor. Yo iba a ponerme un pijama de verano de esos de pantalón corto, en eso Marta volvió de lavarse los dientes, y ni corta ni perezosa se sacó el vestido y se quedó en braguitas con sus pechos al aire, unos pechos redondos y pequeños con pezones oscuros y diminutos. Claro yo no pude si nos quedamos mirando por unos breves segundos lo que mi prima parecía no importarle, cuando eleve la mirada me encontré con su sonrisa y sus ojos que miraban con picardía y descaro, me preguntó si nunca había visto a una chica desnuda, me puse colorado claro, y ella dijo que mi madre le había contado que yo tenía la habitación llena de posters del interviú, yo confesé que no que nunca había visto una chica denuda, marta me preguntó por mis novias, le conté como había sido aquello y que no había pasado de un magreo, cuando le conté que no me habían ni hecho una paja, se rió diciendo que ella a los 14 ya hacía pajas a dos manos, y a los 15 la mamaba, se acercó más a mi, y me dijo que eso de ser virgen no debía avergonzarme y que lo íbamos a arreglar.
De repente me entro un calentura que casi me mareo, casi temblaba de pura excitación. Mi prima parecía divertida, y me dijo que me tranquilizase que era normal, que iríamos poco a poco. Por supuesto a mi ni se me ocurrió protestar o pensar que lo iba a hacer con mi prima o qué pensarían mis padres o que ellos estaban en la habitación continua, aunque mi prima me pidió que no hiciese mucho ruido.
Me quitó la ropa, acariciando mi cuerpo, estaba claro que además de muy salida, mi prima me encontraba atractivo, lo cual era lógico pues me cuidaba mucho y hacía ejercicio. Lo primero que ella me dijo es que había que aliviar la situación, en este momento me dijo estás muy caliente, así que lo primero es mamartela me dijo, claro mi polla estaba como un mástil erecto, grande gorda y rebosante, me dijo que le daba mucho morbo mamármela sabiendo que nunca me lo habían hecho y más siendo primos, la acarició suavemente y se la metió en la boca, claro, yo no aguanté ni 20 segundos y exploté, ella se tragó hasta la última gota de mi leche. Después se incorporó y tomó la iniciativa. Me dijo que me iba a dar un clase magistral de sexo, que solo hiciese aquello que ella me pidiese y que aprendería sobre la marcha, que era poner en práctica lo que había leído y visto, y que ella me enseñaría como gozar y hacer disfrutar a la mujer también.
Primero empezamos a besarnos, en esa parte yo si tenía práctica y mi técnica de lengua apreció agradarle. Luego Se quitó las braguitas. Y me enseñó su coño, estaba muy peludo, entonces se llevaba au natural, pero ella apartó los vellos para enseñármelo bien y abrió sus labios para enseñarme su flor rosada y explicarme donde esta el clítoris y para que sirve. Luego me pidió que le besase las tetas, me enseño como lamerle los pechos y los pezones, como succionarlos y mordisquearlos, me explicó que caliente la ponía que le chupasen los pezones, como eso la calentaba muchísimo. Luego me hizo seguir bajando hasta llegar a su sexo, me hizo pasarla la lengua de arriba abajo, estaba húmeda y sus flujos eran calientes y salados, su sabor me gustó, me preguntó que si me gustaba al ver como los sorbía, diciéndome que ese era el manjar mas exquisito que un hombre podía poner en su boca. Me enseño como lamer el clítoris como usar mi lengua dentro de su coño y alos pocos minutos alcanzo un orgasmo apretando mi cabeza contra su coño. Ahogó sus gemidos como pudo, y yo sentí como se estremecía en mi cara, fue inolvidable. Entonces decidió devolverme el favor. Me dijo que se la metiese. Me incline sobre ella y se la metí su coño estaba húmedo y caliente y sentirlo alrededor de mi polla fue increíble, después de un par de embestidas me pidió que parase, me pidió que describiese la sensación susurrando a su oreja, le conté como sentía mi polla latir contra el forro aterciopelado de su vagina, como notaba su calor envolviendo mi polla, como el calor de su vientre contra mi pubis era como una llama ardiendo ahí abajo, como mis huevos estaban hinchados de semen dispuesto a regarla. Ella entonces me contó al oído las sensaciones que mi polla le producían, como un tronco rasgando sus entrañas, las oleadas de placer con mis embestidas, la llama de su vientre, la excitación de sentir el peso de mi cuerpo sobre el suyo, la dureza de mis músculos, la dureza de sus pezones, el ansia de su boca un beso terminó su relato, un beso apasionado y húmedo, mordiendo mis labios. Me pidió que me saliese lo cual obedecí y me tumbase boca arriba. Ella se sentó sobre mí envolviéndome con sus piernas introduciendo mi polla en su sexo. Entonces inició un movimiento de caderas arriba y abajo que me hizo llegar en pocos minutos. Aún recuerdo su imagen delgada, sus pechos henchidos, su frente sudorosa, sus labios húmedos y su culo rozando mis huevos en cada acometida hasta hacerme estallar. Cuando la llene de leche ella también se corrió, se desplomo sobre mí y quedamos abrazados. Marta fue primero al baño y luego fui yo procurando hacer el menor ruido posible, me convenció de que durmiésemos juntos y desnudos. Yo quería hablar pero ella me dijo que mañana hablaríamos todo lo que quisiese, yo quede despierto hasta que casi sin darme cuenta me sumí en un sueño muy profundo.
A la mañana siguiente me sobresaltó mi madre llamando a la puerta y anunciando con dulce voz que el desayuno estaba listo en cinco minutos, al menos tuvo la delicadeza de no abrir la puerta, que no tenía candado, si no nos habría pillado a mi prima y a mi durmiendo en la misma cama en pelota picada y en realidad muy apretaditos. Mi prima me dio los buenos días con un apasionado beso cuyo epilogo fue una buena mamada para eliminar esa erección matutina, luego se puso un bata y se fue al baño mientras yo me arreglaba el pijama..
Nos sentamos la mesa. Mi madre nos pregunto que tal habíamos dormido, nos dijo que imaginaba que habíamos estado hablando hasta tarde, pues vio luz en el cuarto, luego soltó toda una retállala sobre lo contenta que estaba de tener en casa a mi prima, lo que sentía el distanciamiento con mi tía y que se querían mucho y que era bueno que como primos nos quisiésemos, luego interrogo directamente a Marta sobre si el arreglo de que compartiésemos cuarto funcionaba para ella, a lo que marta respondió con toda naturalidad que era estupendo y que yo era un primo muy cariñoso y atento, del consiguiente comentario de mi madre sobre lo bueno del amor fraternal quedó claro que sabía lo que habíamos hecho anoche y que estaba muy contenta con este amancebamiento, cuando mi padre llego con los churros nos cruzamos la mirada, y me bastó para saber que el también estaba en el ajo. Bueno si a nadie le importaba a mí menos, pensé, ayer era virgen y hoy tenía en mi habitación a una experta amante con pleno consentimiento de mis padres.
Después del desayuno Marta y yo arreglamos la habitación antes de ducharnos y mientras hicimos planes, mis padres tenían que pasar por su colegio a hacer algo y no vendrían hasta tarde por lo que Marta decidió que era bueno que tuviésemos la casa para nosotros y que mañana aprovecharíamos para conocer mejor Madrid.
En cuanto mis padres se fueron empezó de nuevo el folleteo, me gustó que Marta me dejase tomar la iniciativa, que fuese el objeto de mis caricias y besos, las cuales parecían complacerla, de hecho creo que le llegaba el hecho de que fuese un amante tan ardiente. Después de una tanda de beso y caricias en la que ella incluyó una clase práctica de como estimular a una mujer con los dedos durante el precalentamiento, me subí encima de ella y me la follé. Ella pareció disfrutarlo, me corrí primero pero como aun la tenia dura seguí bombeando hasta conseguir que ella se corriese, esta vez su orgasmo fue alto con gemidos de gata en celo que la noche anterior había reprimido por razones obvias, sin embargo no debió quedar satisfecha porque volvimos al calentamiento, después me hizo sentarme en una silla del comedor y se me subió encima, y disfruté esta nueva postura muchísimo, pues de esa forma sus apetecibles pechos quedaron a la altura de mi boca y ella además respondió muy bien a mi jugueteo con sus pezones con gemidos de evidente placer.
Después de un breve descanso y saciar el hambre, que el sexo abre, con un sándwich de pan bimbo con paté la piara, iniciamos un fase de confesiones en la que mi prima me contó su ajetreada vida sexual. Me dijo que desde muy pequeña había sido muy caliente, empezó a jugar con su "botón" a los 9 o 10 años. Me dijo que siempre le habían gustado hombres pero que igual se sentía cierta atracción por las mujeres. A los 12 empezó a jugar con su amiga Laura, con ella se besaban y se tocaban a escondidas. A los 14 se echo un noviete al que le hacia pajas. A los 15 un chico italiano muy guapo le enseño a chupar pollas. A los 16 perdió la virginidad con un muchacho inglés un caballero que la trató como una princesa real y le enseñó mucho. Luego se lió con un sindicalista del comercio de Santander un chico muy guapo, pero demasiado celoso. El verano pasado conoció a una chica francesa muy liberada, se hicieron amantes estuvo con ella en París, en la costa azul, en playas nudistas, estuvo en orgías en fin la vida sexual de mi prima a los 18 hacía que la de Sylvia Krystel pareciese una novicia de convento. Me confesó que no pensaba estudiar farmacia si no historia o ciencias políticas, y que quería hablar con el tío Carlos para irse a la URSS. Entonces empezamos a hablar de política, ahí era mi terreno, ella no era más que una novata pero con muchas ansias de aprender y la delantera que ella me llevaba en sexo yo se la llevaba en marxismo y socialismo. Ella preguntaba y estaba maravillada con todo lo que yo sabía por primera vez me sentía importante con ella. Después echamos otro polvete rápido antes de que mis padres regresasen, luego yo hice la cena mientras ella ponía la mesa.
Después de la cena salimos a dar un paseo fuimos hasta la calle Fuencarral donde compramos un helado y luego nos sentamos en un banco en la calle Álvarez de castro con mis padres. Las conversaciones giraron sobre política, y sobre cambiar el mundo y hacer la revolución. Aun recuerdo como camino de casa mi madre me dijo que Marta era muy diferente de cómo ella podría imaginar, y que le parecía una chica muy inteligente y buena.
Una vez a solas nos metimos en la cama y después de besarnos y acariciamos volvimos a follar para caer dormidos.
CONTINUARA