Mi prima Lourdes me enseñó

Ella fue la primera en mi vida, y siempre recordaré ese momento.

De cómo me enseño mi prima a estar con una mujer en la cama, yo era un neófito en ese aspecto pero fue ella quien dio el primer paso y estoy seguro que aun guardara un recuerdo de ello.

Después de estar varios meses "jugando" con luz, ella se mostraba más cariñosa hacía mi, tanto fue su descaro, que mi madre empezaba a darse cuenta, y yo con cinco años decidí no hacerlo más, ella se enfureció tanto que le contó a mi madre que yo le metía mano, cosa que mi madre no le pareció bien y me castigó, no recuerdo bien lo que hizo pero si se que me castigo, como le perdí el interés a Luz pues ella decidió irse de casa, al parecer se aburrió de estar ahí, a veces pienso que en realidad era una pedófila y al ver que yo no quería mas nada con ella se fue de casa, aunque en ello también ayudo mi prima.

Mi prima Lourdes tenía cuatro años cuando yo tenia 6 y empezamos a jugar al papá y a la mamá (juego típico entre niños que serán futuros incestuosos) ella iba a mi casa todos los días debido a que su madre y la mía (hermanas) habían puesto un negocio juntas y mi tía aprovechaba que en mi casa estaba Luz para que se también cuide de mi prima. Al principio solamente empezamos simulando ser marido y mujer pero poco a poco nos llevo a cotas insospechadas que se volverían en una relación más seria. ¿No se cuando fue el día que empezamos a besarnos? Pero eso fue lo que inicio la relación, al principio ella me besaba en la boca y luego me continuo besándome mis partes, pero todo esto con ropa, así estuvimos jugando unos meses, hasta que un día en el baño de mi casa estábamos toqueteándonos y entro Luz nos vio y se enojo, monto la de Dios y me amenazo con decirle a mi madre lo que había visto, yo estaba asustado, pero en ese momento saque fuerzas de flaquezas,"si le cuentas esto a mi madre yo le contaré las cosas que me hacías hacer contigo en la cama" le conteste, cosa que no iba a hacer porque a mi también me gusto hacerlas. Ella se callo y yo seguí con mi prima jugando a "toquecitos con ella" yo no tenia que decirle nada, a veces llegaba con mi tía a la casa y esperaba a que se fuese mi madre y mi tía, en ese momento se acercaba con sus lindos cuatro años y me decía vamos al baño. Ya se lector que no me creerás, que con cuatro años es imposible que se despierte tanta curiosidad sexual en una cría, pero lo que yo te cuento es cierto, es un hecho verídico.

Seguimos así muchos meses, hasta que un día me dijo que ya no quería besar mis partes, que deseaba que yo hiciera lo mismo con las suyas: "házmelo tu también" cosa que hice, recordé las clases que me dio en su momento Luz, así que se lo hacía pero con ropa, primero le acariciaba su pequeño monte de venus, y luego ponía mi boca por encima de sus pantaloncitos cortos y con un poco de fuerza se lo sóbaba con mis labios, pero no llegábamos a más porque éramos muy pequeños, aunque yo ya sabía lo que había que hacer. Así paso el tiempo, tanto que Luz decidió dejar de trabajar en mi casa, porque veía que le había perdido el interés, así que llego otra que no sabía nada de nuestros juegos, y nosotros sabíamos disimularlos.

Un día que esperaba a que llegará mi prima paso algo que no me lo esperaba, mis padres y los padres de mi prima decidieron ir a una fiesta y tenían que dejar a mi prima y a su hermano, en mi casa, mi hermana mayor quedo a cargo de la casa, así que me imagine que ese día sería grandioso, yo ya tenia ocho años y ella tenía seis y seguimos con el juego de los toquecitos, ese día pensé que seria una jornada normal, como la que teníamos desde hace casi dos años, pero mi sorpresa fue, que cuando mi prima y su hermano llegaron a casa con sus padres ella traía un vestido de lazos como de las muñecas antiguas, ese día jugamos a los juegos que realizan los niños normales de esa edad, esperamos a que mis dos hermanas se durmieran y su hermano también, entonces nos dirigimos a la habitación de mis padres y ella se tumbo en la cama y me dijo ven, yo poco a poco fui yendo hacia la cama y cada vez que me acercaba mi pene se ponía duro como una roca.

Sabia lo que iba a pasar. Sabia que ella me iba a besar mis partes y yo haría lo mismo con ella, pero algo cambio, porque se acerco a mi oído pronunciando unas palabras que hoy a pesar de haber pasado 18 años aún las recuerdo: "he visto como mi madre y mi padre lo hacen, lo he visto todo, y te voy a enseñar", yo no sabia de lo que se trataba, ella se quito el vestido así que quedó solo con las braguitas, blancas, como a mi me gustaban, me dijo quítate la ropa pero no el calzoncillo, la obedecí y cuando quede semidesnudo le pregunte que hacia ahora, "pon tu palito encima de mis braguitas y empezamos a movernos" hice lo que me dijo y empezamos a movernos en un ritmo lento pero excitante, yo creía que me iba a morir, me encantaba, tenia mi verga dura contra su coñito y eso le gustaba, "aprieta mas, con mas fuerza", "vamos, no te pares" y en cada embestida, apretaba mas duro cosa que se notaba que le gustaba, a veces me quedaba sin moverme, solo apretaba mi cuerpo contra el suyo, mientras ella se movía, como si se retorciera de dolor, cuando nos cansamos (porque éramos pequeños y no nos corríamos) le dije que me había gustado mucho y ella me dijo que lo haríamos siempre que yo quisiese, como yo quería siempre pues siempre que teníamos oportunidad lo hacíamos, hasta que llego el feliz día que nos compramos una casa al lado de la suya, y estuvimos mas cerca. Seguimos con nuestro juego hasta que yo tuve 12 años y ella tuvo 10, la excusa que ella tenía para ir a mi casa ya no era la de no quedarse sola, porque su madre había contratado una persona que la cuidaba, la excusa era que visitaba mi casa para jugar con mi hermana que era un año mayor que ella, ella me dio una idea "dile a tu hermana que jugaremos a la familia y ella será nuestra hija, y como los padres deben dormir juntos nos metemos a dormir a la cama de tu hermana mayor", eso hicimos y mi hermana menor acepto, ella era la hija, y empezamos a jugar cuando decíamos que llegaba la noche mi hermana se iba a su cama y nosotros a la de mi hermana mayor, fue ahí cuando lo hicimos realmente sin ropa, ella me dijo desnúdate y yo le hice caso, me quite la ropa, dándole la espalda a ella, porque ella desde ese día siempre quiso que lo haga así, cuando quise darme la vuelta para verla la vi que estaba tumbada en la cama esperándome, estaba totalmente desnuda, por vez primera la veía totalmente desnuda, es una imagen que nunca olvido cierro mis ojos y siempre esta ahi, porque fue la primera vez que vi desnuda a una chica.

Yo no sabia como actuar -"que hago Lourdes, como lo hago"- ella me miro me dio un beso y me dijo: "métemelo aquí" señalo su coño, y me señalo el punto exacto donde tenia que introducírselo, cosa que hice enseguida, no puedo describir las cosas que sentí en ese momento, pero fue lo mejor que he sentido en mi vida, yo presionaba mi cuerpo contra el suyo en un precioso vaivén y ella respiraba con un ritmo entrecortado,fue ahí cuando le dije que si quería mas fuerte que me lo dijera, "si, mas, aprieta mas" yo apretaba mas, y ella se movía, repetimos todo lo que habíamos aprendido durante años de incesto practicado desde los cuatro años para ella y los seis para mi, fue como un examen, como si tuviésemos que repetir todo lo que habíamos ensayado durante mucho tiempo, luego me pidió que le lamiese el coño cosa que hice enseguida, puso sus dedos en cada lado de sus labios vaginales y los abrió para que yo disfrutase mejor viendo tan bonito instrumento, recordé que a Luz le gustaba lento, que siempre me decía "despacio, a mi me gusta despacito" entonces se lo hice de esa manera, y sentía como mi prima reaccionaba a mis lenguatazos cada vez que sentía mi lengua en su vagina temblaba de placer, continuamos disfrutando del momento hasta que mi hermana nos llamo "¿que estáis haciendo? dejarme entrar.

Nos habíamos olvidado de ella, nos vestimos como locos y mi hermana tocaba la puerta para entrar, ella solo llevaba vestido así que termino más deprisa que yo y se guardo sus calzones, yo aun tenia que abrocharme el pantalón, pero en ese momento mi prima abrió la puerta y mi hermana entro me vio acomodándome el pantalón y me pregunto que había pasado, Lourdes que era lista para todo le dijo que simplemente se me había roto un botón y que yo estaba intentando sujetar el pantalón para que no se me cayese, mi hermana no dijo más quiso seguir jugando así que mi prima y yo no le dimos la contraria cuando terminamos de jugar ella se fue a su casa pero antes me dijo al oído, me ha gustado, así que continuaremos haciéndolo. Lo hicimos durante dos años mas cada día que podíamos pero que íbamos a imaginar que todo acabaría mal.