Mi Prima Gemma XV

Después de algún tiempo apartado vuelvo!!!!!! Espero que os guste y si queréis escribirme os espero!!!

Cuando sentí como terminaba de correrme me quedé embelesado viendo como mi novia y mi prima lamian los restos de mi corrida sobre el cuerpo de mi otra prima. Era precioso y morboso ver como entre ellas recogían con sus lenguas los restos de mi corrida del cuerpo de Pirsa y besándose entre ellas compartían mi semen mientras jugueteaban con sus lenguas y compartían mi corrida.

Por un tiempo indeterminado observe como jugueteaban entre ellas y cuando se percataron de que yo aun entre las piernas de mi prima observaba como entre ellas se besaban fue Raquel la que girándose y viéndome como las observaba me susurro – Menudo desayuno no has dado, primo – me dijo ella mientras se incorporaba y se acercaba a mí. – Con tu “lefada” has llenado el estómago de tres de tus putas – me dijo ella mientras se acercaba a mí. – De tres golfas que son adictas a ti – me dijo Bea mientras se acercaba de igual manera a mí. – Siempre es un gustazo que nos llenes en todos los sentidos – me susurro Pirsa mientras de igual manera que las otras dos se incorporaba y separando sus piernas de mi me invitaba a separarme de ella algo más mientras sentía como deslizaba su mano acariciándome desde mi pecho hasta llegar a mi polla. – Siempre es un placer disfrutar de vosotras – les dije entre gemidos mientras sentía como la mano de Raquel se apoderaba de mi polla flácida entre sus manos y sentía como su pulgar deslizaba por mi glande. – Que tranquilita esta ahora me susurro Raquel mientras me separaba de Pirsa y esta acercándose a mi pegaba su cadera a la mía mientras se incorporaba y me besaba.

Por un segundo Bea se quedo mirándonos. – Pero será golfa – susurro Bea mientras nos miraba besarnos. – No protestes que noto como te encharcas – le susurro Raquel mientras metía dos dedos entre las piernas de Bea. – Putita estas mojándote – le susurro Raquel. – Si es que no puedo evitarlo, es veros y ….  – le respondió Bea no pudiendo continuar mientras empezaba a gemir al ver como Pirsa y yo seguíamos besándonos. – Lastima que ya no pueda mas si no este seria un perfecto comienzo – dije yo mientras me separaba de Pirsa. – Si, por lo menos durante un par de horas – susurro Raquel. – No te olvides que lleva desde anoche follándonos a todas – le dijo Pirsa a Bea.

Tras esta confesión de todos decidimos ir a arreglarnos ya que en breve me tocaba llevar a Gemma a la estación para que pudiese coger el tren. Las chicas se despidieron y bajaron junto con Bea a su casa y yo me subí a mi habitación a ducharme.

Subí a mi habitación y tras coger ropa me metí en el baño dispuesto a prepararme empezando por una relajante ducha. Cerré los ojos mientras sentía como el agua empezaba a limpiar los excesos de la noche cuando sentí como unas manos recorrían mi espalda. Por un segundo decidí no abrir los ojos y disfrutar de aquellas manos que recorrían mi cuerpo. – ¿Serás ahora solo para mi? – oí como me susurraba Gemma mientras sus labios se apoyaban cariñosamente en mi hombro derecho al tiempo que sentía como sus manos se apoderaban de mi polla. – Siempre que quieras – le respondí mientras sentía como sus manos tomaban posesión de mi miembro y empezaba una suave paja a la vez que dejando caer su cuerpo sobre mi notaba como sus pezones duros como piedras rasgaban mi espalda. – No podría estar mas cachonda – me susurro ella mientras sentía como mi polla empezaba a crecer entre sus manos. – Quiero follarte – susurre. – Y yo quiero que me folles – me respondió ella mientras abandonando mi polla pasaba entre la pared y mi cuerpo y poniéndose delante de mi inclinaba su cuerpo para dejar su cadera justo delante de la mía. – Fóllate a tu prima mayor – la oí que decía mientras mantenía la cabeza inclinada y todo su cuerpo preparado para recibirme. – Es lo que voy a hacer ahora mismo con tu ayuda – le susurre mientras apoyaba mis labios en su hombro derecho y sentía un placentero hormigueo en la cabeza de mi polla.

Por un segundo sentí como la mano derecha de Gemma recogía mi polla suavemente en su mano y la guiaba hasta la entrada de su coño. – Fóllame primo, fóllame por favor – me susurro de nuevo Gemma. – No la sueltes aun – le respondí yo mientras llevaba mis manos desde su cadera hasta la base de sus pechos dejando que recorriesen todo el contorno de su cuerpo. – No podría soltarla primo – me respondió ella mientras sentía como mis manos muy suavemente se empezaban a apoderar de sus tetas.

– Te la voy a meter entera de una vez prima – le dije mientras metía mi glande dentro del coño de mi prima. – Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuum – gimió ella. – Si fóllame como me follabas aquel verano – me dijo ella mientras levantando su cabeza clavaba su mirada incendiada en la mía. – ¿Recuerdas cuando me follabas en el baño antes de ir a la playa? – me pregunto ella.

– Si recuerdo aquellos días que mi polla se despertaba con hambre de tu coño – le respondí mientras continuaba clavando mi polla dentro del coño de Gemma. – Dame, dame polla, primo – me volvió a pedir Gemma mientras seguía enterrando mi polla poco a poco dentro de mi prima. – Te la estoy lavando entera poco a poco prima, ¿la sientes? – le pregunte mientras seguía hundiendo mi polla dentro de mi prima. – Jooooooooooooder, que, ¿si la siento? – aulló ella boqueando buscando aire. – Siento como la polla a la que entregue mi culo, mi boca y mis tetas me esta abriendo el coño lo más grande – susurro ella. – Y me encanta que sea la polla de mi primo la que me esta profanando ahora mismo – aulló de nuevo mi prima mientras mi polla terminaba de enterrarse dentro de ella abriendo su útero para alojar mi polla dentro de ella. – Jooooooooooooooooooooooooooder primo que pedazo de polla me acabas de meter en mi coñitoooooooooooooooooooooooooo – aulló mi prima mientras sentía como se corría y se meaba sobre mi polla al mismo tiempo. – Mira que puta me haces ser – susurro ella que sin parar de orinarse sobre mi polla disfrutaba de su orgasmo. – Me haces ser muy puta, primo – me susurro ella mientras empezaba a cimbrear su cadera.

Yo en ese momento, con toda mi polla clavada dentro del coño de mi prima, me quede quieto mientras ella movía su cadera haciendo círculos. – Me encanta que me folles – me susurro mientras elevando su cabeza por encima de su hombro izquierdo clavaba su mirada en la mía. – Y a mi me encanta follarte Gemma – le susurre yo dejando que la mitad de mi polla saliese de su interior. – Me encanto saber que aquel verano tenía que follarte después de que me vieses las tetas en mi habitación – me dijo ella. – Y no sabes lo afortunado que me siento yo de que tomases esa decisión – le respondí yo. – Me encanto pasar todo aquel verano clavado dentro de ti prima – le susurre yo. – Y a mi me encanto que sacases la puta que llevo dentro primo – me respondió de nuevo ella. – Hay algo que debes saber – me dijo ella sintiendo como mi polla volvía a enterrarse dentro de ella. – Dime – le respondí yo. – Quiero que sepas que durante estos años para correrme solo lo conseguía si era pensando en ti y en la polla que ahora mismo tienes enterrada en mi coño – me gimió ella que ahora con un golpe de cadera volvía a clavarse mi polla en lo más profundo de su coño. – Solo esta polla me hace correrme primooooooooooooooooooooooooo – aulló mientras de nuevo se volvía a correr. – Me encanto disfrutarte ese verano y espero seguir haciéndolo de nuevo – le respondí yo. – Por eso no te preocupes desde ahora seré siempre tuya – me respondió ella continuando la follada que habíamos empezado a darnos.

Me encantaba sentir como mi polla se clavaba en lo mas profundo de mi prima y llegando a clavarme del todo sentía como los glúteos de mi prima envolvían mi cadera. Aquella sensación de sentirlos contra mi era lo que mas me excitaba mientras no dejaba de pellizcar sus pezones. – Uuuuuuuuuuuum retuércelos – me gemía ella mientras se clavaba sin piedad mi polla dentro de ella. – Me encanta esta pollaaaaaaaa – aulló mi prima que de nuevo se volvía a correr.

En ese momento mi prima se quedo quieta disfrutando de su corrida con la mitad de mi polla en su interior. – Uuuuum que gustazo de polla primo – me susurro de nuevo Gemma mientras clavaba su mirada en la mía. Lléname el coño de tu meada primo me susurro Gemma que no se quedaba con nada en la cabeza de las ideas pervertidas que le pasaban por la cabeza. - ¿Que? – le pregunte yo descolado por lo que me acababa de pedir. – Quiero que te mees dentro de mi coño ahora – me volvió a decir ella. – Vamos primo llena mi coño con tu meada – me susurro mientras sus movimientos de cadera pasaban de ser circulares a convertirse en una espiral haciendo que su coño de nuevo se tragase por completo mi polla. – Vamos méate dentro de mi coño – me volvió a decir mientras volvía a sacar mi polla de su interior para volver a incrustársela de nuevo dentro de ella.

En aquel momento sentí como de la punta de mi polla empezaba a brotar mi orina y como poco a poco el útero de mi prima se dilataba para ir recogiendo la orina que salía por mi polla hasta que la presión fue más de lo que pudo aguantar su coño y mi orina abriéndose paso en el espacio que quedaba entre sus paredes vaginales y mi polla se liberó entre los cuerpos de ambos. – Joder que buenoooooo – aulló mi prima mientras de nuevo se volvía a correr. – Me encanta que no pares de hacerme disfrutar – me susurro ella mientras dejaba escapar mi polla de su interior.

En ese momento Gemma sacando mi polla de su coño la recogió con su mano derecha y mientras se giro quedando cara a cara conmigo. – No sabes como me gusta estar contigo me susurro ella mientras nuestras bocas se unían y nos devorábamos con pasión. La otra mano de mi prima en ese momento abrió la ducha y mientras nos besábamos el agua empezó a caer sobre nosotros.

Me percate en ese momento como mi prima por detrás de mi hombro miraba la hora en su reloj y me susurraba – Aun nos queda tiempo – al percatarse de la hora que era.

En ese momento mi prima corto el agua y girándose tomo el champú y dejo caer un buen chorro del mismo sobre sus tetas. No pude evitar imaginar que aquel liquido blanco que caía por sus tetas era mi corrida. – Todo será como tú lo desees primo – me dijo ella leyendo mi pensamiento. – Pero mira que eres puta – le susurre yo. – Tu puta, primo – dijo ella llevando parte del champú desde sus pezones al tronco de mi polla. – Desde hoy y hasta el final de los días, tu puta – me dijo ella antes de continuar con una maravillosa paja mientras me besaba de nuevo.  – Solo tu zorra, para hacer lo que quieras de mí, solo tienes que pedirlo – dijo de nuevo hablando mientras separaba por un momento sus labios de los míos. – Quiero que veas hasta que punto soy tuya – me susurro de nuevo mientras llevando mi mano derecha a su entrepierna separaba tres de mis dedos para hundirlos dentro de ella. – Quiero que tomes disposición de mi cuerpo porque sin ti y sobre todo sin tu polla ya no soy nada – me dijo mientras ahora guiando mi mano añadía un dedo mas de mi mano a su interior. – Quiero que me folles cuando quieras y como quieras ya que mi cuerpo no sabrá negarte nada – me dijo mientras ahora mis cuatro dedos se unían dos sobre dos para introducirse dentro de ella hasta los nudillos. – Quiero que seas consciente de hasta donde puedes llevarme – me susurraba ella sin dejar de meterse cada vez mas y mas mi mano dentro de ella.

Por un momento mas deje que mi prima siguiese siendo ella la que me guiaba. – Prima – le dije haciendo que ella dejase de mirar como mi mano hasta los nudillos se hundía dentro de ella. – Dime cariño – me respondió ella. – Quiero enterrar mi mano entera dentro de tu coño – le susurre. – Se que tu coño de puta podrá acogerla – le susurre a continuación. – Si así lo quieres hazlo ya – me respondió ella.

En ese momento me puse de rodillas delante de ella y mientras el dedo índice de mi mano izquierda iba en busca de su boca para simular que se comía mi polla mi mano derecha sin moverse se quedó en la mejor de las posiciones para poder follarse el coño de mi prima. – ¿Vas a follarme enterita? primo – me dijo ella separando levemente las piernas esperando que yo diese el siguiente paso. – Si prima voy a meter mi mano entera dentro de tu coño de puta y luego voy a follarme tu culo a pollazos – le susurre mientras empezaba a enterrar por completo mi mano dentro del coño de mi prima y notaba como mis nudillos resbalaban gloriosamente dentro de su coño. – Joooder primo que buenooo – empezó a decir. – Joder como te siento – gimió a continuación. – ¿Notas cómo te entra mi mano entera? – le pregunte mientras me percataba de que apenas me faltaban unos centímetros para llegar hasta la muñeca. – Diooooooooooooss si que lo sientooooooooooooo – aulló ella.

Poco a poco continúe con mi mano profanando su coño y una vez que hube legado hasta la muñeca note como la yema de mis dedos hacia contacto con su útero. En ese momento de igual manera empecé a sacar mi mano del interior de mi prima y la volví a introducir lentamente dejando de su coño se adaptase a alojar mi mano por completo dentro de ella. – Joooder que bueno – gemía ella. – Joooder que abierta me tienes – susurraba ella disfrutando de la penetración que le estaba haciendo. – Voy a tardar por lo menos un mes en cerrarme de nuevo – susurraba ella mientras empezaba a moverse suavemente arriba y abajo siendo ella la que se follaba mi mano. – Después de esto siempre voy a tener que follarte con mi mano por que mi polla no la vas a sentir – le dije mientras ahora mi mano izquierda abandonaba llena de saliva la boca de mi prima para descender camino de sus pezones. – Nunca voy a dejar de correrme con tu pollaaaaaaaaaaaaaa – aulló ella indicándome que estaba cada vez más cerca del orgasmo. Mi mano izquierda continuo su descenso y rodeando su cadera mi prima entendió lo que quería hacer.

– Me encanta que mi puta favorita siempre sepa lo que quiero – le susurre mientras en ese momento sentía como las manos de mi prima dejaban de apoyarse en mi cabeza para llevarlos a los cachetes de su culo y separarlos para dejarme vía libre para llegar a su culo. La mire y ella me devolvió su mirada clavando sus ojos en los míos. Voy a follarte hasta dejarte bien satisfecha para que no tengas necesidad de buscar polla hasta que volvamos a vernos – le susurre mientras ya notaba en la punta de mis dedos el culito de mi prima. – Muchas gracias por satisfacer a la puta que llevo en mi – me respondió ella justo en el momento en el que sentía como dos de mis dedos la empezaban a follar al mismo tiempo por su precioso culo. –Vamos húndelos primo – me susurro ella. – No sabes lo puta que me pongo contigo – me respondió ella. – Me encanta que seas tú, y me encanta que seas mi primo – me gimió ella cuando sintió como mi dedo corazón y mi dedo índice se hundían por completo dentro de ella.

– Si, joder, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – aulló mi prima desembocando en ese momento en un orgasmo brutal que desemboco en un squirt como nunca hasta ahora había visto. – Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – aulló mi prima mientras nos enormes chorros de corrida salían de la vagina de mi prima con una fuerza impresionante. – Sigue, sigue no pares de follarmeeeeeeeeeeeeee – chillo ella. – Jódeme, no pares nunca de jodeeeeeeeeeeermeeeeee – decía ella mientras se dejaba llevar y disfrutaba del orgasmo.

Cuando me percate de que mi prima había terminado de correrse por un momento la deje descansar mientras incorporándome sin dejar de tener mi mano enterrada dentro de su coño y tres dedos dentro de su culo me uní con ella en un lascivo beso. – Mi puta, mi amante incestuosa – le susurre mientras la besaba. – La dueña de tu virginidad – me respondió ella. – Y no sabes lo cachonda que me pone saber que el primer coño que se follo tu maravillosa polla fue el mío – me susurro ella mientras continuábamos comiéndonos la boca. – Y el primer culo – le respondí yo. Ella en ese momento me miro. – Si – me dijo sonriendo. – Lastima que las primeras tetas y la primera boca que tocaron esta maravillosa polla fuesen de otras – me susurro ella.  – Pues yo creo que te pone cachonda saberlo – le respondí yo. – Cachonda y envidiosa – me respondió ella. – Pues yo creo que te pone tan cachonda que puedes correrte una última vez para mí – le respondí mientras de nuevo mis manos se empezaban a mover dentro de ella y la empezaba a masturbar de nuevo. – Joooooooooooooooooder que bien me conoces – me aulló ella encorvándose de placer de nuevo mientras mi mano derecha se movía dentro de su coño y mi pulgar castigaba su clítoris al tiempo que mi mano izquierda follaba sin piedad su culo. – Joder primo – gimió ella. – Joder primo no sé cómo, como, me lo haces – tartamudeo ella mientras de nuevo con sus manos agarrando mi nuca me pegaba mas a ella y volvía a besarme.

Mi prima devoraba mi boca y su lengua buceaba en mi boca mientras disfrutaba de la doble penetración que le estaba haciendo. – Vamos putita – le susurre separándome de ella. – Voy tener que llamar a Raquel para que venga con su polla y follarte los dos – le susurre mientras no paraba de follarla. En ese momento Gemma abrió los ojos de sobremanera y supongo que imaginando la escena su boca en ese momento dibujo un circulo perfecto y lanzando un alarido muestra del placer que estaba sintiendo Gemma se corrió como una loba en mis manos de nuevo dejándome claro que estaba teniendo al mismo tiempo tanto un orgasmo anal, como uno vaginal y otro de clítoris.

La mirada de Gemma se quedo en blanco mientras se dejaba llevar por el placer que le estaba dando todo su cuerpo y sucedió.

Sucedió que debido a la tremenda corrida que estaba teniendo Gemma en ese momento se desvaneció por el placer provocado.

Esta vez no perdí la calma, de hecho, me lleno de orgullo hacer alcanzar tal cuota de placer a mi prima que consiguiese que se desmayase y dejando caer su cuerpo en el piso de la bañera me sentí orgulloso de todo el placer que era capaz de provocar en Gemma. Sabiendo que nos teníamos que ir a la estación de tren no lo dude y de igual manera mientras dejaba pasar el tiempo a fin de que Gemma recuperase la consciencia la fui lavando con el mayor de los detalles.

Poco después de terminar de lavar a mi prima la cogí en brazos y saliendo los dos de la bañera la deje descansar en la cama y por un momento me senté en el suelo y me quedé observando su rostro. Era impresionante la paz que destilaba en ese momento y la sonrisa que tenia dibujada en sus labios.

Al poco rato apareció en la habitación mi tía Laura. – ¿Que ha pasado? – me pregunto cuando nos vio al entrar en la habitación a mi en el suelo sentado y a mi prima Gemma tumbada en la cama. – Nada – le respondí yo. – Vaya ya veo que te gusta hacernos perder el conocimiento a todas – respondió mi tía Laura mientras se acercaba a mi prima y le apartaba un mechón de pelo de la cara. – Ha sido increíble – le susurre a mi tía Laura mientras me ponía de pie. – Me imagino – respondió ella. – Luego lo podremos ver – me respondió ella. Yo la mire extrañado. – Gemma puso una cámara en el baño – me susurro mi tía. – Vaya con la prima – le respondí yo. – Desde luego va a merecer la pena verlo – me dijo ella mientras colocando el cuerpo de Gemma desvencijado en la cama la empezaba a vestir.

Por un segundo mas me quede observando como mi tía colocaba el cuerpo de Gemma en la cama y sacando ropa de su maleta la empezaba a vestir. Yo en ese momento desnudo como estaba me incorpore y quedando detrás de mi tía esta se quedo mirando mi polla. – Tu, ¿no te has corrido, ¿verdad? – me pregunto ella. – No – le dije yo mientras apoyaba mi mano en la cadera de mi tía. – Ya habrá tiempo para eso después – le susurre mientras desplazaba mi mano de su cadera a su culo. – Sobri, no seas malo que no podemos permitir que tu prima pierda el tren – me dijo mi tía mientras seguía yendo y volviendo a la maleta para ponerle algo de ropa a mi prima Gemma. – No creo que quiera que le pongas ropa interior – le susurre a mi tía mientras mis manos se colaban por debajo su falda y subiendo mientras acariciaba sus piernas de igual manera llegaba a las braguitas de mi tía y agarrándolas suavemente por los lados las hacia descender por sus piernas. – Quieres tener el acceso fácil, ¿no? – me ronroneo mi tía dándome a entender que se estaba poniendo más y más cachonda a cada momento. – Si tita, ya sabes que me encanta poder tocar vuestros coñitos cada vez que tengo la oportunidad – le susurre mientras mordisqueaba su lóbulo. – Uuuuuuuum sobrino me estas haciendo que me moje – me susurro mi tía.

Mi tía se giro y quedando frente a mi sintió en su cadera como al acercarme a besarla mi dura polla se apoyaba desde su cadera por su costado. – Vaya, vaya – susurro entre mis labios mientras sentía como la mano derecha de mi tía se apoderaba de mi polla. – Parece que necesitas atención – me susurro mi tía mientras empezaba una suave masturbación. – A lo mejor luego cuando volvamos te puedes hacer una paja mientras nos ves a mi hija y a mi follándonos de nuevo si nos lo ordenas tu – me susurro mi tía. – Mejor os dejo que os folleis y luego me uno yo y os jodo a las dos, ¿no te parece? – le susurre. – Fóllame el coño ahora mismo que me corro – me gruño mi tía mientras sin soltar mi polla su mano izquierda llevaba mi mano derecha a su coño. – ¿Quieres que te haga un dedito mientras te cuento como os voy a joder a tu hija y a ti después de ver como os folláis entre vosotras, tita? – le dije mientras toqueteaba su clítoris. – Joder sobrino, si – me susurro ella. – ¿Quieres polla tita? – le pregunte. Ella por respuesta en ese momento tan solo acerco su coño a mi cuerpo y dejo aprisionado mis dedos entre su coño y mi cadera. – Dime que quieres la polla de tu sobrino hundida en lo mas profundo de tu coño follándote sin piedad después de ver como me he jodido a bien follado todo el cuerpo de tu hija – le dije mientras clavaba mi mirada en la suya. – Dímelo tita – le volví a decir. – Si sobrino quiero que me jodas, bien jodida después de follarme a mi hija y ver como a continuación te la follas tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu – aulló mi tía en ese momento corriéndose desde lo más profundo de su coño para mí.

Mi tía disfruto de su largo y placentero orgasmo para mi terminando este apoyando su cabeza dulcemente en mi hombro. – No sabes cómo te quiero – me dijo girando su cabeza para que nuestras miradas se encontrasen sin levantar la cabeza de mi hombro. – Y yo a ti – le dije cogiendo de la manera mas dulce su cara entre mis manos para poder besarla a continuación. Mi tía me sonrió y en ese momento Gemma empezó a moverse.

Gemma se fe incorporando poco a poco. – ¿Qué ha pasado? – pregunto al incorporarse y quedarse sentada en la cama. – Pues este “bruto” hija que te ha follado hasta hacerte perder el conocimiento – le respondió mi tía sentándose a su lado. – Y, ¿Cómo he llegado de la bañera a aquí? – pregunto ella desconcertada. – Yo te he traído en brazos – le respondí. – Y, ¿Qué ha pasado mientras estaba aquí? – pregunto ella refiriéndose a cuando había aparecido mi tía. – Pues nada que me acaba de hacer un dedo maravilloso – le respondió mi tía Laura. – Me ha hecho orinarme de gusto pierna abajo – le respondió mi tía mostrándonos en ese momento su coñito abierto gracias a la corrida que acababa de tener. – Tienes un coñito precioso tita – le respondió Gemma. – Si, pero ya no te da tiempo a catarlo – le respondió esta. – Es hora de vestirse y llevarte a la estación – le respondió mi tía. Gemma al mirarse y verse vestida la miro sin entender. – Me refiero a ti campeón – me dijo mi tía.

Yo en ese momento me miré y en efecto me di cuenta de que con la mayor naturalidad del mundo estaba desnudo delante de ellas dos que ya estaban vestidas. – Dulcemente corridas, folladas y vestidas ya como las señoras que eran de cara a todo el mundo. – Vamos sobrino vístete que no llegamos – me dijo mi tía.

Me dirigí al armario y en ese momento elegí rápidamente unos vaqueros y una camisa blanca junto con unas zapatillas. Al ir a ponerme los vaqueros justo en el momento que mi polla hizo contacto con la tela del pantalón me percaté que mi polla estaba llena de líquido preseminal y fue en ese momento cuando me di cuenta de que aún no me había corrido. – En fin – dije entre dientes y dándome la vuelta pensé que ya habría momento de ponerle remedio.

Cogiendo la maleta de Gemma salimos los tres de la habitación y nos encaminamos escaleras abajo. Al pasar por el salón nos dimos cuenta de que allí estaban tanto Pirsa como Raquel. – Bea se ha tenido que ir a trabajar – me dijo Raquel mientras se acerca a Gemma. – Pero me he dicho que te despidiese de su parte – le dijo Pirsa acercándose a ella y agarrando su señe derecho acerco sus labios a los de Gemma para hundir su lengua en se boca dándole un lascivo beso. – No podías haber elegido mejor puta para ser tu novia, primo – me dijo Gemma mirándome a mí. – Díselo de mi parte por favor – me susurro antes de girar de nuevo su cara y mirando a Pirsa susurrarle – eres mi mirona favorita – le dijo Gemma mientras poniendo su mano en su nalga derecha la volvía a besar. – Eres un cielo de mujer, no dejes que nuestro primo pase necesidades – le susurro abrazándola ahora.

Ahora camino los dos pasos que la separaban de Raquel. – No desatiendas a tu madre – le dijo. – Su coñito te necesita – le susurro mientras de igual manera que había besado a Pirsa lo hacia con ella. – Que vea muchas mas veces como la follas – le susurro a Raquel en el oído dejando que tan solo a parte de ellas dos yo la oyese decírselo. – No sabes los dedos que me voy a hacer viéndolo hasta la próxima vez que nos veamos – le susurro antes llevar la mano de Raquel entre sus piernas para que fuese consciente de como se mojaba tan solo con imaginarlo. – El primo ha metido toda su mano dentro de mi coño – le susurro dejando que ahora todos lo oyésemos. En ese momento la mirada de las dos era de auténtica perversión y erotismo. – Que lástima que te tengas que ir – le dijo Raquel justo en el momento que hundía sus cuatro dedos de la mano derecha dentro del coño Gemma. – No sabes cómo te sientooooo gimió Gemma mientras arqueaba su cuerpo ante la intromisión de Raquel en su intimidad. – ¿Serás una buena putita y me regalaras una corrida antes de irte? – le pregunto Raquel que dejándonos a todos alucinados veíamos como se estaba follando a Gemma delante de todos. – Jooooooooder si sigues así, si – susurro esta. – Que Montero me ha dejado el coño muy sensible – aulló ella mientras sus manos se agarraban a los hombros de Raquel para no caerse. – Pues se una buena puta y correrte para tu prima – le dijo Raquel mientras incrementaba el ritmo de la paja. – Si, si, sigue, sigue, sigue – gemía Gemma mientras de igual manera que la mano de Raquel la follaba sin piedad ella se movía y se follaba la mano de Raquel. – Menudo espectáculo – susurro Pirsa mientras se mordía sensualmente el labio inferior. En ese momento se acerco a mi y desabrochando mi pantalón dejo a la vista de ellas dos mi polla que empezó a masturbar lentamente. – Putitas – susurro Pirsa. – Mirad la polla que se os ofrece – dijo Pirsa mientras no paraba de masturbarme lentamente. La visión de mi polla dura como el acero delante de ellas dos siendo pajeada por Pirsa fue lo que necesito mi prima Gemma para correrse en la mano de Gemma que profanaba su coño sin piedad. – Primo que bien atendidas vas a tener a todas tus putas con la polla que tienesssssssssssssssssssssssss – gruño Gemma mientras al empezar a correrse se clavaba la mano de Raquel en lo mas profundo de su coño y se dejaba llevar. Al terminar de correrse mi prima Gemma elevo su cadera y dejo salir la mano de Raquel de su interior Raquel dejo la mano quieta como si estuviese congelada.

De igual manera cogiendo en ese momento yo me separe de Pirsa y tome la mano de Raquel. En ese momento de la manera mas dulce y viendo como su mano estaba pringada de los flujos de Gemma separe su dedo índice de los demás y llevándolo a la boca de Raquel la invite a saborearlo. Esta me miro y sin dudar un segundo se dispuso a saborear su propio dedo impregnado de la esencia de Gemma– Uuuuuuuum que bien sabes prima – dijo Raquel terminando de paladear su propio dedo.  En ese momento sin decir palabra tan solo mire a Pirsa que al cruzar su mirada con la mía no hizo falta decir más. Se acerco hasta nosotros y tomando el dedo corazón de Raquel se lo ofrecí y ella sacando su lengua lamio el envés del mismo desde el nudillo hasta la yema del dedo donde una vez tan solo quedo la punta de su lengua haciendo contacto con la yema de su dedo mi prima se quedo quieta por un segundo para a continuación abriendo su boca alojar poco a poco todo el dedo corazón de Raquel dentro de su boca. – Joder prima que cachonda me acabas de poner – le dijo Raquel mientras se veía como la lengua de Pirsa no paraba de dar vueltas entorno al dedo de Raquel que tenia dentro de su boca. – Joder como me voy a poner de comer coño ahora – dijo Raquel mientras Pirsa abandonada su dedo. – No sabes las ganas que tengo de que empieces – le respondió Pirsa clavando ahora su mirada en la de Raquel.

Pirsa se empezó a quitar la ropa y en santiamén se quedo desnuda invitando a mi prima Raquel a que empezase a comérsela por completo. Pero en ese momento antes de empezar tan solo basto un gesto de mi mano para que entendiesen que aún quedaba mi tía quien no había apartado su mirada de mi hasta que por fin las cruzamos. – Tita – dije mientras alargaba mi mano hasta ponerla delante de ella a fin de acompañarla en el corto trecho que nos separaba. Mi tía tomando mi mano se acerco a su hija y quedando los dos pegados tomé la mano de Raquel y retrayendo los dos dedos que ya habían sido lamidos dispuse con la suficiente separación los dedos, meñique y anular de Raquel para que mi tía y Gemma se repartiesen el botín que aun quedaba. – Creo que es mejor que yo aun me guarde la posibilidad de beberlo directamente de la fuente – susurre mientras invitaba a las dos a chupar los dedos de Raquel que aun quedaban con bastantes restos de flujos. – Uuuuuuuum que bien sabes sobrina y que bien sabes en los dedos de mi hija – susurro como pudo mi tía mientras lamia el dedo que se le ofrecía. Vi como Pirsa se colocaba detrás de Raquel y le susurraba – Creo que ha llegado la hora de que te corras – mientras veía como la mano de Pirsa aparecía desde la espalda de Raquel después de haberse quitado la camiseta que llevaba y dejar sus hermosos pechos a la vista de todos nosotros. – ¿Te gusta sentir mis tetas en tu espalda? – e pregunto Pirsa mientras apoyaba sus pechos desnudos en la espalda de Raquel. – Joder – susurro Raquel mientras a su excitación de ver como su madre y su prima lamian sus dedos la de su otra prima pegando sus tetas a su espalda. – Ya sabes lo cachonda y perra que me pone sentir tus duros pezones en mi espalda – aulló Raquel. – ¿Quieres que me acerque mas a ti perra? – le gruño en ese momento Pirsa. – Si puta quiero que me atraviese con tus pezones – le espeto Raquel. Pirsa por respuesta se pegó a Raquel y en ese momento dejo que su cadera rozase con los cachetes de su culo. – Joder siento los labios de tu chocho rozando mi culo puta – gruño de nuevo cachonda perdida Raquel. – Como se que te gusta putita – le respondió esta. – Y ahora vamos a darle a ese coñito lo que quiere para que te corras como la perrita que eres – le dijo Pirsa mientras clavaba su mirada en la mía. – Sigue – le gimió Raquel notando como la mano de Pirsa iba en busca de sus labios vaginales desde su rodilla hacia arriba. – Dale caña a mi coño que yo me voy a estar comiendo el tuyo hasta pasado mañana – le susurro Raquel que ya casi se corría sin que Pirsa aun ni la hubiese tocado.

– Tita – susurro levemente Gemma. – Creo que estas dos ya no nos necesitan – susurro Gemma separándose de Raquel y recomponiendo su ropa para ponernos en camino. – Si yo también lo creo – dijo mi tía abandonando el dedo de su hija. – Niñas nosotros nos vamos – dijo mi tía con la mayor naturalidad del mundo mirando a su hija que empezaba a ser masturbada por su sobrina y refiriéndose a Gemma y a mí. – Esta bien mami – respondió Raquel que en ese momento se lanzo a besar a su madre. – A … a ... a … adioosssssssssssssssss – aulló Raquel entre los labios de su madre que en ese momento se corría pierna abajo disfrutando del dedo que le estaba haciendo Pirsa. – Espero que disfrutéis – les dije yo a ambas. – No te importa que nos quedemos aquí, ¿no? – me pregunto Pirsa. – Mi casa es vuestra casa – le respondí yo mientras me inclinaba para coger la maleta de Gemma. – Espero veros a la vuelta – le dije mientras me encaminaba a la puerta de la casa. – No dudes que a tu vuelta las dos tendremos ganas, muchas ganas de esa hermosa polla – me dijo Raquel. – Pero muchas, que muchas ganas – recalco Pirsa.

Salimos los tres por la puerta y dentro dejamos a las dos amantes que raudas subían a mi cama a darse placer como a nosotros nos gustaba. – Menudo homenaje se va a dar las dos – dijo Gemma mientras entraba en el ascensor. – Que lo disfruten como hacemos siempre – dijo mi tía Laura a continuación. – Desde luego – dije yo mientras entraba tras ellas en el ascensor repasando el culo de ambas con mi mirada. – Y tu debes tener por lo menos un litro de lechecita dentro de tus huevos, ¿no? Sobrino – me pregunto mi tía. Yo por respuesta menee la cabeza haciendo que Gemma me mirase sin entender. – Pues muy sencillo sobrina putita – le respondió mi tía. – Que con la follada que os habéis dado en la ducha tu has perdido el conocimiento y tu primo como buen caballero que es, aunque seamos sus putas, no ha acabado contigo – le confeso mi tía. – ¿En serio? – me pregunto Gemma. – Te has desmayado y ni lo he pensado – le confesé yo a ella.

Se produjo un momento de silencio que fue interrumpido por el campanilleo del ascensor indicándonos que estábamos ya en el garaje al mismo tiempo que se abría la puerta del ascensor. Salimos los tres por el pasillo y nos encaminamos a mi plaza de garaje abriendo la puerta del garaje privado para entrar dentro del coche. – Pues vaya putada que no te hayas corrido primo – me dijo Gemma tomando mi brazo. – Tengo el coño y el culo tan follado que ya no puedo meterme ni medio centímetro mas de polla por mucho que lo desee – me confeso mi prima con pena. – No te preocupes – le dije yo. – No será por falta de voluntarias para ordeñarlo – le respondió mi tía. – Prima para mi el polvo que nos hemos echado en la bañera ha sido la mejor despedida que nos hemos podido dar – le confesé a mi prima siendo así sin duda ninguna como lo sentía. – Te prometo que la próxima visita me voy con tu corrida en mi cuerpo – me confeso ella. – No te preocupes, no lo dudo – dije yo justo antes de besarla.

Mil disculpas por la tardanza en enviar este ultimo relato, pero esta maldita pandemia me pillo y me ha tenido muy muy retirado. Gracias a todo por vuestros mensajes de animo a mi correo y por hacerme ser el orgulloso poseedor de una ficha con más de un millón de lecturas. Gracias a todos y a aquellos y aquellas que queráis escribirme os recuerdo que podéis ver mi correo en mi perfil. ¡¡¡¡¡¡¡¡Un saludo!!!!!!!!