Mi Prima Gemma I

Por fin se acerca la visita de Gemma a verme. Antes lo hablo con mi tía y juntos lo disfrutamos y recordamos como empezó todo. Estamos en la noche antes de su visita. Espero vuestros comentarios en laocultacion@gmail.com Gracias!!!

Después de despedirme de Bea baje las escaleras hasta llegar a la calle en pleno centro de Madrid. El silencio de la noche se hacía patente y viendo como terminaban de desmontar la terraza en la que habíamos estado cenando cruce la calle para llegar a donde había dejado aparcada la moto.

Poniendo el contacto sentí como entre mis piernas vibraba el potente motor de la moto que demostrándome su empuje al salir a la calle e incorporarme al tráfico me ayudo a llegar a casa mientras evitaba pasar por la Castellana que a esa hora sin apenas tráfico y llena de radares era mejor evitar.

Según llegué a la entrada de casa nada más estar esperando en la puerta del garaje a que esta se abriese vi un coche detrás de mí, que, esperando a entrar, como yo, me dio las luces. Me gire para ver quien era y descubrí que era mi tía Laura en su deportivo. La salude mientras me internaba en el garaje ya que íbamos al mismo lado al ser vecinos tanto de piso como de plaza de garaje.

Llegue a la perta de mi plaza de garaje y pulsando el segundo botón del mando se abrió la puerta mientras de igual manera la puerta de la plaza de mi tía también se abría y esperaba a que yo metiese la moto en la mía para ella bajándose de su flamante Ferrari invitarme a ser yo quien lo aparcase en su garaje. – Así me evitas tener que hacer maniobra – me dijo mientras acercándose a mi me daba un beso en la mejilla.

Me subí en su coche y lo dejé deslizar hasta el interior de la plaza de garaje pasando mi tía al interior y accionando el mando para que tanto la puerta de su garaje como la del mío se cerrasen y pasando por el interior del mismo llegásemos al pasillo que nos comunicaba con el ascensor.

Entrando en el ascensor me fijé en mi tía como siempre espectacular le dije lo guapa que estaba y lo feliz que se la veía. Mi tía me conto que había estado cenando con Magda y con sus jefes que estaban encantados con cómo se había desarrollado los acontecimientos tanto con el desarrollo del anuncio como con la ejecución. Llegando al rellano que compartían nuestras dos casas mi tía me invito a pasar, si quería, a su casa a tomar algo y viendo que aun la hora era respetable acepte su invitación.

Mi tía abrió la puerta de su casa y los dos pasamos dentro. – Sabes que Vero viene a limpiar tu casa ¿no? – me dijo mi tía mientras me preguntaba si me había percatado de lo limpia que estaba mi casa. – Pues no me había dado cuenta – le confesé a mi tía mientras nos sentábamos en uno de los sofás de su enormísimo salón. Mi tía se rio de mi despiste y me dijo que desde luego nunca iba a cambiar. Mi tía mientras yo me sentaba en el salón me pregunto desde la cocina que me apetecía tomar y yo como siempre le respondí que una coca cola.

Mi tía vino a sentarse a mi lado en el sofá y ver como aquella preciosa mujer se sentaba a mi lado me invito a deleitarme con su presencia. – Eres preciosa tita – le dije mientras observaba como su hermoso culito se apoyaba en el cojín del sofá mientras se descalzaba y de igual manera recogía sus pies en lo alto sofá.

Por un momento más mi tía me observo y a continuación me dijo – Mañana has quedado con Gemma, ¿no? – me pregunto mi tía. – Si, en efecto – le respondí mientras la observaba. – La verdad es que me parece increíble haber descubierto que aquel verano hace cinco años os hartasteis de practicar sexo todos los días – me confeso mi tía mientras sentía como su mirada ardiente de deseo se fijaba en la mía y me pedía a gritos que le contase la historia. – Estoy seguro de que te gustaría saber cómo empezó todo – le susurre a mi tía justo antes de mojarme los labios con la coca cola que me acababa de servir mi tía. – Me encantaría escuchar tu versión – me respondió de manera automática sin casi dejarme acabar mis palabras. – Si – me dijo ella en un primer momento. – Antes de que nos viésemos en Marbella ya me conto ella como empezasteis todo, pero algo me hace pensar que escuchando tu versión lo disfrutare mucho más – me confeso ella.

  • Esta bien te lo contare – le susurre. En ese momento mi tía se preparo para escucharme atentamente a cada palabra que le decía. – Pues veras – empecé a contarle. – Un dia a principios de ese verano hace cinco años yo tenia quince años y como bien sabes la prima Gemma tenía treinta años recién cumplidos – le confesé para ponerla en antecedentes.

– Pues el caso es que como sabes ella celebraba su cumpleaños, siempre, en Cádiz a principios de verano con sus amigas y aquel verano la vi, aquel dia, como llegaba a casa mientras yo estaba con mis amigos en la plaza, la verdad es que me extraño que llegase apenas a las once de la noche y la seguí a casa dejando a mis amigos en la plaza de casa – le seguí contando mientras rememoraba aquellos momentos.

– El caso es que la seguí dentro de casa de la abuela y cuando abrí la puerta la seguí a su habitación, ya sabes que la casa de la abuela allí en el Puerto (Cádiz) era enorme y su habitación estaba en el segundo cuerpo de la casa arriba del todo en la buhardilla – le recordé a ella que me confeso su conocimiento asintiendo con la cabeza. – Bueno el caso es que crucé el patio y subí por las escaleras las dos plantas que nos separaban – le seguí contando.

– Al llegar a su habitación la oí llorar y llame suavemente a la puerta sin esperar respuesta me acerque a ella y no se que me paso por la cabeza, pero solo la abrace y ella rompiendo a llorar sobre mi hombro se apoyó sobre mi – le continúe narrando a mi tía. – Durante algo mas de veinte minutos Gemma permaneció apoyada sobre mi llorando y poco a poco nos dejamos caer sobre su cama mientras ella sin decir la más mínima palabra solo lloraba y se desahogaba mientras ninguno de los dos decía ni una sola palabra y sentía como sus pechos sin sujetador de por medio se apoyaban en mí. Sabía que a ella le consumía la pena y por eso lloraba sobre mi hombro pero sentir sus pechos desnudos sobre mí me cegó y me hizo olvidarme de todo. En ese momento Gemma a mi lado apoyada sobre mi pecho llevaba un top blanco del que se le había salido un pecho y en ese momento fue la primera vez en mi vida que tuve un pecho desnudo tan cerca de mí, allí estaba yo, a mis catorce años para cumplir en unos meses los quince viendo aquel hermoso pecho desnudo coronado por un pezón rosado que asomaba por encima de la tela de aquel top blanco que desafiante se apoyaba en mi camiseta empezando a ponerse duro mientras sentía como la pierna de Gemma embutida en aquellos pantaloncitos amarillos se restregaba con mi entrepierna mientras Gemma lloraba sin parar –

Le seguí contando mientras hacia una parada para beber de nuevo. – No se porque, no me excite al principio, pero al ver como el pezón de Gemma se iba endureciendo bajo mi mirada hizo que mi polla empezase a crecer dentro de mis pantalones y ella desde luego en ese momento empezó a notar como mi polla se iba endureciendo bajo su pierna que tenía enroscada entorno a mi cintura, pero aun así siguió sin decir nada, creo yo que esperando a ver hasta donde llegaba a extenderse mi polla que se endurecía y presionaba contra su pierna desnuda –.

En ese momento mire de nuevo a mi tía que sutilmente se había metido la mano debajo del vestido mientras seguía escuchando mis palabras. – El caso es que hubo un momento en el que ella elevando suavemente la pierna dejo que mi polla debajo de mis pantalones se liberase de la tensión que tenia al estar atrapada bajo su muslo y al levantarlo mi polla se irguió orgullosa hasta llegar a apoyar mi glande sobre mi ombligo viéndola ella perfectamente apareciendo por encima del pantalón y de igual manera desapareciendo debajo de mi camiseta mientras ella de nuevo dejaba caer su pierna sobre mi cuerpo mirándome a los ojos contrariada por lo que sentía, lo que veía y lo que por su cabeza estaba pasando en ese momento –. Observe como mi tía se empezaba a masturbar suavemente a mi lado mientras se tapaba con un cojín las piernas a mi vista.

  • De igual manera que se había dado cuenta de la empalmada que tenia se dio cuenta de que la había provocado ella enseñándome su pezón sin darse cuenta y ahora al ser consciente de lo que estaba viendo ella por un segundo hizo ademán de taparse, pero al segundo se quedó parada y sin dejar de mirarme dejo que su pecho continuase a mi vista. – Total en la playa me has visto “en tetas” un millón de veces murmuro entre dientes – le confesé a mi tía.

– El caso es que ella siguió a mi lado tumbada y se desahogó conmigo susurrándome casi después de una hora de silencio y sollozos que haría feliz a muchas mujeres – le confesé de nuevo a mi tía. – Yo en aquel momento no tenia ni idea de mujeres tita, así que le respondí que no había estado nunca con ninguna – le confesé de nuevo a mi tía.

– Así fue como Gemma me confeso que estaba fatal porque había visto a su novio con el que llevaba cuatro años liándose con su mejor amiga – le confesé a mi tía la confesión que me hizo Gemma viendo como en ese momento cada vez era mas claro que mi tía se estaba haciendo un maravilloso dedo mientras escuchaba mis palabras.

Por un segundo más mientras me bebía el vaso de coca cola que mi tía Laura me había puesto esta sin dejar de mirarme me pidió que nos fuésemos a su cama que se quería poner más cómoda mientras seguía contándole la historia. Subimos a su habitación y mi tía despojándose de su vestido mostrándome su desnudez se metió en la cama mientras me invitaba a acompañarla quedando cobijada por una fina sabana que trasparentaba los preciosos y enormes pezones morenos de mi tía que estaban más que erguidos dándome a conocer lo excitada que estaba ella en ese momento y que me daban una visión de los pechos de mi tía de una belleza única. – Acompáñame sobri – me dijo mi tía cuando se vio acurrucada en la cama.

Sin mediar palabra me desnude allí de pie delante de mi tía para después meterme en la cama con ella. Mi tía se preparo para escuchar de nuevo la continuación de mi historia colocándose de costado para continuar escuchándome mientras yo boca arriba apoyado en dos almohadas y sin taparme dejando a la vista de mi tía mi polla morcillona continuaba mi historia. De igual manera que había hecho años atrás con Gemma mi tía se pego a mi costado y se preparo para continuar escuchando.

Yo de nuevo retome la historia. – Cuando Gemma me confeso aquello, le dije que su novio era un gilipollas por que ella era una chica super interesante con estudios y con la que siempre se podía hablar de cualquier cosa, espectacular como ella sola y con su propia carrera profesional que siempre tenia una sonrisa en los labios y con la que se te pasaban las horas hablando siempre en una conversación super amena, le dije que imbécil él ya lloraría por lo que había perdido y que en ese momento ella debería tener el suficiente orgullo para no volver con él y mandarlo a tomar por culo – le susurre mientras sentía como mi tía a mi lado empezaba a restregar su clítoris contra mi cadera. – El caso es que ella me confeso en ese momento que era la primera vez que alguien valorándola no le decía lo primero el espectacular cuerpo que tenia y luego a continuación todo lo demás – pare un segundo mientras oía como mi tía gemía para mí.

Por un segundo me quede viendo como mi tía movía sus caderas para mí. – Te la follaste en ese momento – me pregunto mi tía. – Que va para nada – le respondí yo mientras retomaba la historia. – Ella en ese momento se giro y por la forma del top que llevaba sus dos pechos quedaron fuera del mismo dejándome ver aquellas dos preciosas tetas por debajo de mi mentón justo antes de sentir como ascendiendo su cara sus labios se posaban sobre los míos y me besaba suavemente – le seguí contando a mi tía. – En ese momento aquello hizo que mi polla detonase tita y me corrí bajo la pierna de Gemma tita con el mayor de los placeres empujando mi cadera contra su pierna mientras sentía el mayor de los placeres al tiempo que me vaciaba – le confesé a mi tía que en ese momento sincronizada entre la excitación del relato y tenerme allí tumbado a su lado hizo que de igual manera en ese momento mi tía se corriese también para mí. – Como yo me estoy corriendo ahora mismo sobrino – me gimió ella mientras a mi lado sentía como ella se corría para mi mojando mi cadera con su corrida.

Yo deje que mi tía terminase de correrse a mi lado y me quede en silencio recordando como me había corrido para Gemma sin ni siquiera tocarme. Tan solo con sentir su piel en mi polla y sus labios sobre los míos fue suficiente para mí. – Y como siguió entonces la cosa – me pregunto suavemente mi tía. – Pues yo en ese momento me quede paralizado y Gemma al sentir como me corría debajo de su pierna fue como recuperar la cordura y me invito muy cariñosamente a irme de su habitación mientras observaba como poco a poco empezaba a verse la mancha de semen en mi camiseta – le confesé a mi tía. – Así que avergonzado perdido de un salto desaparecí de su habitación y corrí raudo por toda la casa a la mía haciendo desaparecer mi ropa por la ventana de la habitación – le confesé a mi tía que en ese momento me miro llena de ternura. – Yo no hubiese dejado que te fueses – me susurro mi tía. – Me hubiese encantado ir a buscarte a tu habitación, pero por desgracia no estabas sola – fue mi única respuesta que despertando la ternura de mi Tía su única respuesta fue un beso suave en mis labios mientras me miraba sonriente y llena de orgullo.

En ese momento observando la mirada de mi tía que se giraba a ver como mi polla estaba empezando a ponerse dura mi tía me pidió que continuase la historia. – Debo reconocer que a pesar de toda la vergüenza de aquel dia esa noche me hice tres pajas en mi habitación recordando los pezones de la prima y el tacto de sus labios sobre los míos – le confesé a mi tía.

Fui consciente como en ese momento mi tía me suplicaba con la mirada que continuase y yo así lo hice. – El caso es que pasados un par de días una mañana mientras desayunábamos toda la familia y hacíamos planes para ese dia Gemma que no había salido de su habitación a duras penas, sentada a mi lado mientras oía como todos los demás hacíais planes de a donde ir y que hacer, me pidió que la acompañase a la playa, delante de todos vosotros, le dije que por supuesto que sí, lleno al mismo tiempo de ilusión y miedo por que quisiese abroncarme por lo que paso unas noches antes, pero aun así la ida de pasar el dia con ella me pudo más que nada y tras vestirme en mi habitación pensando y ensayando que decirle para salir del paso nos fuimos a una de las playas de tarifa en su coche mientras nos metíamos en uno de los caminos de la Playa de Maspalomas que muy poca gente conocía – le susurre a mi tía. – La que esta pasada la base militar – le dije y que ella conocía como yo. – Si sobri me acuerdo de aquel dia - me dijo mi tía llena de morbo y deseo por continuar escuchando.

  • Pues el caso es que cuando llegamos a esa playa escondida de todos los turistas apenas había gente y poniéndonos tapados detrás de unas piedras la prima quitándose la ropa que llevaba, no sabes el espectacular bikini amarillo y blanco con el que me deleito la vista – le susurre a mi tía de nuevo que teniendo conocimiento del bikini al que me refería se corrió de nuevo para mi gustosa.

Sin parar de escuchar mi relato mi tía me pidió que no parase y continuando – la verdad es que al verla allí de pie con aquel bikini de años anteriores que mi prima sabia que me encantaba como le quedaba por que mas de una vez y de dos se lo había hecho saber me susurro – Primo espero que te guste tanto pasar el dia conmigo como se que te gusta este bikini – me susurro mientras me miraba mordiéndose el labio inferior a modo de pedirme perdón por saber que había pasado los dos peores días de mi vida al no haberme ella dirigido la palabra desde aquella noche. – Lo que paso la otra noche fue culpa mía – me susurro ella mientras pasaba de estar de pie al lado de la sombrilla a tumbarse a mi lado. – De pido que me perdones por haber pasado estos días sin hablarte – me susurro ella mientras ahora a mi lado me abrazaba y sentía su cuerpo casi desnudo contra el mío a la vez que esta sensación provocaba que mi polla empezase a despertar. (De igual manera que ahora hacia para mi Tía que escuchaba mi relato a mi lado).

Pasar allí el dia en la playa con la prima fue un placer estuvimos hablando de todo y ya después de comernos el picnic que llevábamos fue cuando Gemma empezó a preguntarme por la noche de marras. Me pregunto que si había disfrutado de su compañía respondiéndole yo que como siempre.

Ella me dijo que era la primera vez que la había tratado como a una mujer y ella había visto en mi un adulto con el que poder hablar y confesarse como no había podido hacer con nadie de la familia a pesar de que éramos como una piña.

Me confeso que le había encantado lo que le había dicho y que la había hecho sentir mejor. Ella me pidió disculpas por haberme invitado a irme de su habitación y en ese momento me mostro que era lo que rondaba su cabeza. – Primo tienes un “cacharro” enorme pero no te puedes correr a la primera de cambio – me susurro ella mientras ahora apoyada en mi costado debajo de la sombrilla había pasado de mirar al mar a mirarme a mí. Ver como me miraba me derritió la verdad y en ese momento sentir como la yema de sus dedos empezaba a acariciar dulcemente mi estomago mientras estábamos hablando de la noche anterior hizo que mi polla se pusiese dura en un abrir y cerrar de ojos.

– Prima es que ver tus tetas allí tan pagadas a mi y no como te las veo siempre en la playa al tiempo que sentía tu pierna sobre mi … ¡ya sabes! – le dije lleno de vergüenza. – La verdad es que no pude soportar, ni tampoco quise aguantar al sentirte sobre mi – le confesé. - ¿Tanto te gusto? – me pregunto. – Creo que ni en mil vidas podrías llegar a saber lo especial y excitante que has sido siempre para mi Gemma – le susurre mientras de la misma manera que la noche que nos había traído hasta aquí mi polla empezaba a hacer que el bañador se elevase mostrando bajo la tela el relieve de mi miembro.

En aquel momento Gemma hizo algo que me encanto y me dijo – Vamos a ponernos cómodos los dos – susurro ella en el momento que deshacía el nudo de mi bañador y tirando de la tela hacía que mi pene se liberase de la prisión del bañador saliendo del mismo hasta quedar apoyado en mi ombligo. – Pedazo de rabo que te gastas – susurro Gemma mientras suavemente acariciaba el tronco de mi polla llegando a acariciar suavemente el glande. – Espero que lo que pase aquí quede entre tu y yo y que de igual manera consiga tu perdón – me susurro la prima que incorporándose en ese momento se quitó la parte de arriba del bikini dejando a mi vista sus maravillosos pechos. – Prima nunca he estado enfadado contigo – le confesé. – Solo lleno de pena pensando que estabas enfadada conmigo y no volverías a hablarme en la vida – le dije yo mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. – Primo jamás – exclamo ella en ese momento saltando sobre mi y abrazándome. – No sabes lo que te quiero – me dijo ella mientras sentía como sus pechos desnudos se apoyaban sobre mí. – Jamás en la vida podría enfadarme contigo – me susurro mientras sentía como su mano acariciaba mi nuca y muy cerca de mis labios los suyos me colmaban de besos. – Eres mi vida y siempre lo serás – me susurro ella que en ese momento apoyo su cabeza en mi hombro y pego todo su cuerpo a mi sintiéndonos ambos el uno contra el otro. Le seguí contando a mi tía que sin perder detalle escuchaba cada palabra que le decía.

Respiré un segundo más y en ese momento recordé como el sol bañaba a su espalda el rostro de mi prima y como el sonido de las olas acompañaba nuestro momento. – La prima Gemma en ese momento se incorporó suavemente para acomodarse de nuevo tumbada a mi lado mientras sentía sus pechos desnudos en mi costado y me dejo ver sus pechos a un palmo de mi cara. Fue espectacular ver sus tetas allí delante de mí. – Quiero que las veas bien – me susurro mi prima mientras no apartaba su mirada de mi polla cada vez más dura – en ese momento mi tía se levanto y antes de girar ciento ochenta grados sobre mi agarro unos cuantos cojines para colocarse a la altura de mi cadera mientras no apartaba su mirada de la mía mostrándome separando sus piernas como escuchando mi relato se masturbaba para mi dejando a mi vista su precioso coño bañado ya por los fluidos de sus corridas anteriores.

– El caso es que después de estar allí tumbados mientras los dedos de Gemma acariciaban mi abdomen y veía como ella a mi lado incorporada con las piernas flexionadas no apartaba su mirada de la mía al ver que no me corría mientras babeando miraba como se movían sutilmente sus pechos, con sus pezones rosados duros como el granito por la excitación contenida libres de tela ante mi mirada me susurro – Eso está mejor primo que la otra noche me preocupaste – me susurro ella mientras en ese momento ella empezaba a confesarme que esa noche antes de que me corriese en su pierna sin tocarme le había encantado besarme, ya que yo era su primo favorito, el que ahora le había demostrado que aparte de ser superdotado de coco lo era de polla también dijo mientras se partía de risa.

– Veo siempre como me miras primo, y veo en tu mirada como no paras de follarme en tu mente a cada momento del dia – me susurro mi prima que sin esperar mi respuesta continuaba hablando. – Sabes que hasta ahora me había retenido la edad, pero la otra anoche me demostraste que la edad no son mas que números. Me mostraste ser mucho más maduro que tíos de mi edad un millón de veces – me confeso mi prima que ahora para alegrar mi visión se iba quitando las braguitas del bikini. – Mientras notaba como mi tía empezaba a acariciar mi pierna desnuda a su lado y yo continuaba con el relato.

Vi como la tela resbalaba a cámara lenta por toda su piel después de elevar mi prima con un pequeño contorsionismo su cadera y el bikini pasaba entre las rodillas de mi prima para continuar su camino hasta sus pies donde ella arrugando las braguitas del bikini las dejo a un lado de la tolla en la que permanecíamos, yo tumbado, y ella sentada a mi lado. En ese momento Gemma se quedó mirándome mientras yo petrificado no apartaba mi mirada de la suya. Ella me miro por un momento mas y yo en ese momento vi como las manos de Gemma iban al elástico de mi bañador para deshaciéndolo empezar ella a quitarme el bañador mientras yo elevando la cadera la ayudaba a quitármelo.

Mi tía en ese momento imitando lo que yo le contaba de Gemma acariciaba mi abdomen solo que ella en alguno de los giros dejaba que entre sus dedos suavemente resbalase mi polla notando descargas eléctricas al sentir como mi glande resbalaba entre sus dedos lubricados con el líquido preseminal que salía de mi pene. – Me encanta como lo haces tita – le susurre a mi tía mientras yo de igual manera empezaba a acariciar sus piernas y llegaba hasta la altura de su vagina tocando sus labios vaginales mientras continuaba mi relato.

  • El caso es que allí estaba yo desnudo al lado de Gemma que de igual manera también estaba desnuda para mí. – Primo, ¿alguna vez has estado con una mujer? – me pregunto ella. – Solo dos profes me han pajeado y me la han chupado – le respondí a ella siendo incapaz de mentirle. – Oséa que dos profesoras “putonas” ya se han comido la polla que tengo ahora mismo delante de mí – me susurro ella mientras me sonreía. Yo tan solo pude asentir con la cabeza mientras miraba a mi prima. – Si las que me ayudan a reforzar para adelantar cursos – le respondí yo a ella en ese momento incapaz de moverme. – La verdad es que no me extraña tenerte a solas es mucha “tentación” y esas zorras entre tanto empollón y tu con tu labia y este “cacharro” eres un caramelo – me respondió ella. – Espero que la rubia esa que vi una vez en tu casa por lo menos te dejase correrse en sus tetas – me gimió mi prima que a cada segundo estaba mas excitada. – Si una vez en su casa mientras hablaba por teléfono con mi madre no sabes como la deje cuando me corrí sobre ella – le confesé. – Joder no sabes como me gusta que me digas eso – me confeso mi prima. – Pues por lo menos le lance siete chorros de semen mientras hablaba por teléfono – le confesé de nuevo – y a Carmen un dia en casa no sabes como me vacié en su boca después de que se quedase desnuda para mi – le termine de confesar mientras ella me escuchaba sintiendo, aunque en ese momento no fui consciente por mi ignorancia sobre las mujeres como Gemma tenía un orgasmo para mi provocado por las imágenes que su cerebro imaginaba en ese momento de mi con mis profesoras.

Ella me miro satisfecha y susurro a continuación – me acaba de pasar como a ti el otro dia – me susurro mientras yo la miraba sin comprender. – Desde luego… ¿me va a hacer decirlo? – me pregunto mientras yo la miraba de igual manera sin entender. – Ay primitoooooooooo – me susurro mientras se incorporaba y se acercaba lo más posible a mí. – Que acabas de hacer que me corra sin ni siquiera tocarme cabrón – me susurro mientras al acabar sus labios succionaban el lóbulo de mi oreja.

Y continuo a mi lado sentada mientras seguía sintiendo su mano recorriendo mi cuerpo después de volver a tumbarse de costado a mi lado. – Pues hoy es posible que des un paso más – me susurro mi prima mientras en ese momento mi prima llevando mi mano derecha a su entrepierna y me daba una acelerada clase de anatomía. – Mira esto es el clítoris – me dijo mi prima gimiendo mientras apoyaba la yema de mi dedo corazón sobre este y me invitaba a acariciarlo en círculos. – Sigue –me dijo mientras ella tan solo sujetando mi mano entre sus piernas me ayudaba a empezar a mover mi mano. Yo por supuesto hice lo que mi prima me invitaba a hacerle sin dejar caer mi mano mientras observaba por primera vez en mi vida una vagina en directo.

En ese momento por primera vez también en mi vida también vi como después de poder ver perfectamente la vagina de mi prima como podría seguir atendiéndola y cuando mi prima se corrió gracias a la fricción que mis dedos hacían en su clítoris inmediatamente invitándola a tumbarse dejándome llevar por mi instinto me lance a chupar como un perro que lame los labios mayores de la vagina de Gemma. Me amorre allí y no pare hasta que después del tercer orgasmo en esa posición Gemma me suplico que parase que ya no podía más.

Yo evidentemente no pare y al ver como los fluidos que salían de su vagina resbalaban por su ano mientras follaba el coño de Gemma con tres dedos ayudado con mi otra mano empecé a sodomizar su culo con dos dedos al mismo tiempo sin piedad creando un ritmo en el que mientras tenia clavado dos dedos en su ano todo lo que este me permitía los tres dedos de su vagina, los tenía fuera y viceversa.

Para ese momento ayudado por mi prima Gemma que se friccionaba su clítoris para mí se corrió por cuarta vez para mi mientras de igual manera unía a su orgasmo vaginal su orgasmo anal y en ese momento por primera vez en mi vida era consciente de como era capaz de provocar que una mujer saturada por los orgasmos que le provocaba perdía el conocimiento.

En ese momento mi tía me miro ojiplática mientras un nuevo orgasmo se apoderaba de ella – Tita, te juro que en ese momento me acojoné – le confesé a mi tía. – Por lo menos durante un minuto de reloj la prima no se movió y tan solo estaba allí desmayada con los ojos cerrados sin moverse viendo como salía flujo de su vagina sin parar mientras yo me preguntaba a donde iba a ir a buscar ayuda sin dejarla allí sola. – Menos mal que no fui a buscar ayuda por que al rato ella se recuperó y empezó a abrir los ojos.

– Desde luego vas a ser un follador nato – me susurro mi prima cuando por fin consiguió recuperar la consciencia. La verdad es que me acojono de sobremanera. – Me has dado mucha caña – me susurro ella mientras desnuda a mi lado me observaba como mi mirada pasaba de preocupación a excitación. Yo en ese momento estaba de rodillas a su lado y de nuevo deje que mi mano resbalase de sus rodillas a su vagina. Ella me negó con la cabeza pidiéndome un momento para descansar y recuperarse. – Si quieres nos podemos bañar – le dije yo ayudándola a levantarse. Ella en el momento en el que saliendo de la sombrilla se puso de pie se abrazó a mí. – Gracias primo – me susurro mientras me abrazaba. – Nadie ha provocado en mi lo que has conseguido tu – me susurro mi prima mientras yo sentía como todo su cuerpo desnudo se apoyaba sobre el mío.

Caminamos la poca distancia que nos separaba del agua y nos bañamos en el mar que estaba estupendo mientras jugueteaba y sentía como nuestros cuerpos se rozaban de todas las maneras posibles a su lado con ella como antes sentía como su mano de vez en cuando agarraba mi polla por debajo del agua y yo me comía las ganas que tenia de besarla aunque no de abrazarla y dejar que ella guiase mis manos por todo su cuerpo.

La prima y yo jugábamos después de un rato a las ahogadillas en plan de broma hasta que en un momento dado la mano de Gemma de lado hizo contacto pleno con mi polla que ya de nuevo volvía a estar dura como un hierro haciendo que en ese momento su mano la agarrase por completo debajo del agua y sintiese como su mano empezaba una lenta paja que me lleno de placer por completo y recorrió mi cuerpo con descargas eléctricas plenas de placer. Gemma estaba encantada viendo como me pajeaba y yo aguantaba lo mejor que podía correrme.

  • Joder sobri como me tienes de cachonda – dijo mi tía mientras observándola veía como ella ahora se estaba metiendo tres dedos dentro de su vagina mientras no dejaba de imaginar gracias a mi relato como había sido la perdida de mi virginidad a manos de mi prima Gemma y de nuevo llevada por la calentura se volvía a correr a mi lado. – No sabes las ganas que tengo de follarte y de que me folles sobrino – gimió mi tía a la que ahora a mi lado veía como se corría el meterse dos dedos en su hermoso culo y tres en su vagina. – Yo aguanto aun las corridas sobrino, pero entiendo que Gemma se desmayase al sentirte a ti – gruño mi tía a mi lado

Gemma al ver que no me corría aun me dijo que si aguantaba diez segundos más su fantástica paja saldríamos del agua y me la chuparía hasta que me corriese en su boca. – Ya solo la imagen me hizo doblarme de placer. – Si consigues aguantar te dejare que te corras dentro de mi boca y luego me la folles primito – me susurro ella en mi oído mientras sentía como su mano recorría cada poro de mi piel en mi polla y se regodeaba hiper estimulando mi glande con la yema de sus dedos. – Vamos primo si no aguantas no pasa nada solo que no sabrás lo que es reventar tu corrida en mi boca – me susurraba ella mientras sentía su mano recorrer mi polla. – Te la chupare después y podrás ver como dejo tu rabo limpio mientras toda tu corrida va directa a mi estomago – me decía ella sin dejar de hablarme y preguntándome como lograba aguantar explotar en su mano. Los diez segundos pasaron y menos mal que pasaron por que a mi me parecieron diez vidas.

En ese momento mi prima cogiéndome de la mano me llevo de nuevo a la sombrilla mientras veía como yo del agua salía con la polla dura como un palo apuntando al cielo y ayudándome a tumbarme me felicito por mi aguante estoico ante su mano. – Nadie ha conseguido aguantar como tu – me confeso ella. – Claro es que el premio es impresionante prima – le confesé mientras notaba que mi polla de lo dura que estaba me empezaba a doler.

  • Túmbate primo que te voy a llevar al cielo – me dijo Gemma mientras poniendo el bolso de la playa bajo mi cabeza me ayudaba a poder observar mientras estaba completamente relajado. Así que sin mas cuando me quede tumbado, Gemma de rodillas a mi lado poniéndose a cuatro patas se dispuso a hacerme la mejor mamada que me habían hecho en mi vida. Agarrando con su mano derecha la base de mi polla Gemma hizo que esta se quedase en un ángulo de noventa grados sobre mi cuerpo y en ese momento Gemma demostrando su maestría engulló suavemente mi polla estimulando con su lengua todo mi glande mientras su mirada no se apartaba ni por un segundo de la mía, mientras la acompañaba en la subida y bajada de su boca engullendo mi polla. – Menuda barra de carne tienes primo – susurraba Gemma cuando llegaba sacarse mi polla por completo de su boca. – Mira necesito las dos manos para cogerla – me susurraba justo antes de volver a comérsela por completo mientras sentía como mi glande traspasaba su campanilla.

Aquello para mí fue el mayor de los placeres y mas aun cuando Gemma llevo mi mano derecha a su pecho mientras me invitaba a disfrutar del tacto de sus pezones. Yo creo que no debieron de pasar más de veinte segundos cuando con una fuerza que nunca había sentido sentí como estallaba literalmente dentro de la boca de mi prima lanzando mi semen dentro de su boca con unos trallazos de semen enormes. Fue impresionante ver como su boca se llenaba de semen y como ella desbordada por la cantidad de semen que expulse trago lo que pudo mientras veía como parte de mi corrida resbalaba por la comisura de sus labios y de igual manera otra parte de mi corrida resbalaba por el tronco de mi polla hasta mi pubis.

En ese momento me quede allí clavado con mi polla dura a mas no poder mientras veía como Gemma me miraba con su boca llena de mi corrida que tenia tal cantidad que rebosaba por los lados de su boca justo antes de que ella cerrando la boca se tragase mi gran corrida y de igual manera mi prima satisfecha con lo que había conseguido y conocedora de su promesa dejando que su cabeza se moviese entorno a mi polla fue recogiendo y tragando todo los restos de mi corrida que habían caído entorno a mi polla.

Una vez que termino y dejando mi cuerpo sin rastros de mi eyaculación Gemma se tumbo a mi lado besándome después de haberse tragado toda mi corrida. – Es increíble la cantidad que has echado primo – me dijo ella refiriéndose a la cantidad de semen que había expulsado. – Y eso que anoche me hice dos pajas en mi habitación – le confesé a mi prima sin pensar. – Ella me miro alucinada.

– Es que desde la otra noche en tu habitación para poder dormirme cada noche me tengo que hacer dos “gayolas” antes de poder ni siquiera pensar en dormirme – le susurre. – Yo te confieso que oliendo tu semen en mi pierna me he hecho tres dedos cada noche también desde aquella noche, primo – me confeso ella a mi mientras sentía como su pubis lampiño y mojado se apoyaba de nuevo en mi cadera. – Tengo guardado en el cajón de mi mesita de noche el pañuelo con el que me limpie antes de ducharme y me encanta olerlo antes de irme a dormir cada noche – me confeso ella. – Me encanta olerlo sola en mi cama pensando en ti solo en la tuya mientras recuerdo como sentía tu polla debajo de mi pierna aquella noche en mi habitación – me susurro ella.

La prima y yo nos quedamos allí tumbados viendo como las olas rompían en la playa mientras mi polla por fin empezaba a relajarse y quedaba tumbada desde su nacimiento entre mis piernas al lado derecho de mi ombligo.

En ese momento mi Tía Laura caliente a mas no poder decidió que los dedos que tanto ella como yo le estábamos haciendo a su coñito ya no eran suficiente y en ese momento mientras Laura me animaba a continuar comenzó a chupar mi polla.

Yo me dedique por unos minutos a disfrutar de la boca de mi tía que subía y bajaba a lo largo de mi polla mientras retomaba la narración de la historia. – Bueno después de estar allí un rato tumbados la prima me confeso que no sabia que era lo que la enganchaba de mi pero que desde luego aquello era una locura ya que ella además de ser mi prima era quince años mayor que yo. Yo le dije que como siempre decía la edad no eran más que números y que ella era única para mi y que siempre había llamado mi atención y me había excitado. Ella me pidió que jurase que nunca le iba a contar nada a nadie y yo le jure y prometí que nunca diría nada.

Mi tía seguía allí chupando mi rabo mientras escuchando mis palabras se volvía a masturbar para mi. – Mira lo encharcada que estoy – me susurro mi tía mientras en el silencio de la habitación se oía el chapoteo de sus dedos a la entrada de su vagina. – Por un rato mas nos quedamos tumbados en la playa mientras veíamos como poco a poco el sol que ya había pasado el medio dia desde su punto mas alto empezaba a bajar la prima me decía – El sol baja, pero tu amigo ni un ápice – me susurro ella mientras su mano tomaba de nuevo mi polla y comenzaba una suave mamada. Sentir como la boca de Gemma envolvía mi polla entres sus labios y como ella disfrutaba de clavarse mi miembro dentro de su boca mientras de igual manera la dejaba salir para volver a introducirla notando como sus labios y su lengua me hacían morirme de placer.

Yo poco a poco reaccione y le susurre – Prima yo quiero darte placer como tu me lo das a mi y ella en ese momento sin dejar de chupar mi polla se fue moviendo y pasando su cadera por encima de mi la dejo justo a la altura de mi boca. – Chupa como antes – me dijo ella mientras arqueando suavemente su cadera hacía que su clítoris rozase con mi boca. Yo en ese momento volví a hacer lo mismo que antes y sacando mi lengua todo lo que pude me dediqué a lamer desde su clítoris a sus labios vaginales llegando a su ano para volver a empezar. Lo hice a un ritmo suave pero continuo y al cuarto lametón a aquella zona erógena noté como prima arqueándose de placer hacia abajo se clavaba mi polla en lo mas profundo de su boca mientras su orgasmo se empezaba a hacer presente yo me corría en su boca sin remedio.

En ese momento ella pensó en parar, pero yo tras esperar que desapareciesen la presencia de su orgasmo de nuevo reanude la estimulación de su clítoris – Prima no quiero parar – le dije dejando de lamer su sexo por un segundo. – Y de igual manera tampoco quiero que tú pares – le susurré retomando de nuevo aquello tan placentero que estaba haciendo. Mientras yo seguía ahora chupando el coño de Gemma ella estaba apoyada sobre mi cadera y tenia en primer plano mi polla que no perdía nada de erección – Es increíble la empalmada que tieneeeeeees – susurro mi prima volviéndose a correr sobre mi boca sin yo parar de estimularla esta vez. Aquello me enseño que no hay nada mas demoledor que no parar de estimular a tu amante una vez que se esta corriendo. Al hacer esto puedes provocar o que repliques su orgasmo o que el mismo orgasmo se corte y recomience varias veces volviéndolas esto locas de placer.

Yo en ese momento que veía a mi tía como seguía mamando mi polla mientras escuchaba mi relato no pude evitar romper su ritmo y follar un poco su boca debido a la excitación que tenía. – Tita no sabes el hartón de coño de la prima que me di – le susurre haciendo que ella de nuevo se corriese para mí. – Tanto como el de polla que me estoy dando yo ahora sobrino – me dijo ella mientras terminaba de disfrutar de su orgasmo.

Después de la séptima corrida de la prima había llegado a meter mi mano completa dentro de su coño y la prima alucinada ahora boca arriba apoyada veía como mi mano entera entraba dentro de su coño y dentro de la misma la follaba sin piedad encendido por la lujuria de estar haciendo algo que nunca nadie le había hecho. – Joder primo esto solo lo había visto en los videos porno – me susurro ella cuando logre introducir mi mano completa dentro de su vagina por primera vez. – Primo me tienes ciega de lo cachonda que estoy – me volvió a decir ella. – Primo mira lo que puedes hacer con mi culo – me dijo Gemma después de correrse por octava vez con mi mano completa dentro de su coño. Yo en ese momento con mi polla aun dura como el acero no me ande con miramientos y después de un minuto dilatando el ano de la prima con dos dedos sin esperar mas clave sin piedad mi polla dentro del culo de la prima después de haberla puesto de costado.

– Joder Tía no sabes el gustazo que fue clavar mi polla por primera vez dentro de una mujer en el culo de la prima – le susurre a mi tía que sobre excitada por mis palabras aumento el ritmo de la mamada que me estaba dando. – Quiero tus tetas – le dije a mi tía que acuclillada entre mis piernas ascendió y mientras me besaba llena de lujuria por la historia que le estaba contando llevo su boca hasta la mía y en ese momento sentí como los pechos y sobre todo los pezones de mi tía rozaban la zona baja de mi glande mientras la lengua de mi tía jugueteaba con la mía. – Desde luego ahora entiendo tu fijación con los culos – me susurro mi tía mientras sujetando sus pechos por el exterior rodeo mi polla entre ellos y empezó a frotar mi polla con ellos. – Tía – le dije llamando su atención para que me mirase. – Tómatelo con calma por que mucha caña que me des ahora no voy a correrme hasta que te termine de contar la historia y te folle como deseo hacerlo – le confesé mientras ella mirándome sabia que era capaz de controlarme y correrme cuando me diese la gana. – Esta bien sobrino – me dijo retomando un ritmo mas suave de la paja que me estaba haciendo en sus tetas.

Seguí la narración – pues allí estaba yo a punto de partirme la muñeca que la tenia dentro del coño de Gemma mientras de igual manera con toda la facilidad del mundo mi polla había entrado en el culo de la prima y por primera vez notaba como mi polla friccionaba con mis nudillos dentro de la vagina de Gemma. La verdad es que recuerdo exactamente cada acometida que le di a su culo y recuerdo perfectamente cuando le dije a Gemma que me iba a correr y ella me pidió que lo hiciese dentro de su culo. Yo empecé a moverme más rápido queriendo colmarla en mi primera follada y dejarla satisfecha así que suavemente sacando mi mano de su coño empecé como estaba de costado a friccionar su clítoris mientras sin piedad me clavaba en si culo hasta que por fin cuando empecé a correrme con una intensidad hasta ese momento desconocida para mi dentro del culo de Gemma ella de igual manera estallo en un orgasmo sincronizado provocado tanto por las acometidas en su culo como por el castigo que le estaba dando a su clítoris provocando que por segunda vez aquel dia mi prima perdiese de nuevo el conocimiento.

  • Uuuum que bueno sobrino – me susurro mi tía mientras esta vez al estar encorvada sobre mi entre mis piernas sentía como su clítoris rozaba con su talón mientras mi polla se pedía entre las tetas de mi tía. – Tía tengo ganas de sentirte – le susurre pidiéndole que mientras le seguía contando la historia ella se sentase sobre mi y se clavase mi polla.

  • Esta vez mientras Gemma recuperaba el conocimiento fui sacando con todo el cuidado del mundo mi polla del culo de Gemma y a su vez al verla allí tumbaba a mi lado no pude evitar lanzarme a devorar sus pechos y a recorrerlos con mis manos a fin de sentir su tacto. Gemma estaba tumbada boca arriba e inconsciente sobre la toalla con sus brazos estirados y sus manos a la altura de sus caderas. Yo estaba a su lado amorrado y saboreaba sus pezones. No sabes como me gusto disfrutar de aquellas mamas. Poco a poco mientras me amorraba a sus tetas Gemma fue, como la vez anterior, recuperando el conocimiento y notando como mi polla entre mis piernas rozaba el envés de su mano esta vez nada mas empezar a tener consciencia agarro mi falo y empezó a pajearme al darse cuenta de que no había perdido nada de dureza. – Ay primito pero que follada me estás dando, no me han jodido así de bien en mi vida – me susurro Gemma mientras veía como yo me comía sus tetas. – Quiero que me folles primo – me susurro Gemma separando sus piernas para mi.

– Joooooooooooooder, tía – le dije mientras ahora mi tía sobre mi se clavaba por completo toda mi polla dentro de su culo mientras subida sobre mi clavaba su mirada en la mía. – Así de cachonda me tienes con el cuento de tu prima – me susurro mi tía que ahora se había clavado en la segunda estocada por completo mi polla dentro de su culo. – Menos mal que me la has estado chupando todo este rato – le susurre a mi tía mientras sentía como su culo se adaptaba a tener mi polla en su interior. – Me has hecho correrme tantas veces sobrino que no puedo más en mi coño, pero mi culo sí que aún puede alojarte – me susurro mi tía que había dejado mi polla clavada dentro de ella esperando a que su intestino se adaptase a mí.

– Sigue contándome sobrino – me gimió ella. – Si te la clavas en el coño tita como le estaba haciendo a Gemma – le susurre a mi tía que no era que no aguantase más orgasmos si no que después de tantas corridas ahora su coño estaba hipersensible y sabía que a la mínima se correría de nuevo para mí. – Esta bien cabrito – me dijo ella mientras sacándose mi polla de su culo la clavaba suavemente en su coño.

Está bien sigo, le dije a mi tía retomando la historia pues en el momento en el que Gemma me pidió que la follase sin pensarlo dos veces yo torpemente intente un par de veces clavarme dentro de la prima sin éxito pero a la tercera vez fue ella la que agarrando mi polla la llevo a la entrada de su vagina y dejando que mi glande entrase dentro de ella le susurre – No tenemos condones prima – a lo que ella me respondió – No te preocupes tomo la píldora – me respondió ella dejándose resbalar hacia abajo y clavándose mi glande por completo dentro de ella.

– Joder primo menos mal que antes has tenido tu mano entera dentro de mi coño si no me hubiese costado mucho más meterla – gimió mi prima mientras me empezaba a clavar dentro de ella. – joder primo que pedazo de nabo tienes para ser aún renacuajo – me susurro Gemma a la que yo le respondí – Pues este renacuajo, como dices, ya te ha follado el culo – le dije mientras le clavaba toda mi polla dentro de ella. – Te ha comido el coño – le dije volviendo a sacar y a clavar mi polla dentro de ella. – A este renacuajo se la has chupado hasta correrse en tu boca – le gruñí de nuevo metiendo y sacando mi polla de su interior sin piedad. – Te ha hecho perder el conocimiento de los orgasmos que te ha dado, joder ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡zorraaaaaaaaaaa!!!!!! - le gruñí mientras notaba como algo en su interior se abría para mí. – Jooooooooooooooooooooder renacuajo – me gruño ella en ese momento meándose de gusto con mi polla dentro de ella. – Sigue, sigueeeeeeeeeeeeee no pares de follarmeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee – aulló Gemma mientras ella meándose de gusto me incitaba a que yo no parase de clavarme en ella. – Me estas abriendo tooooooooooooodo el coñooooooooooooooooooooooo – gimió Gemma mientras sentía en ese momento como todo su útero se abría para mí. – Me voy a correeeeeeeeeeeeeeeer putaaaaaaaaaaaaaaaaaa – le gruñí a mi prima mientras sentía como casi a mí me parecía que meaba semen dentro de ella.

No sabes lo que aquello fue para mi tita mientras sentía que orinaba semen dentro de ella me quede clavado dentro de ella, pero una vez que termino aquella sensación sin piedad ni espera empecé a clavarme sin parar de nuevo dentro del coño de Gemma y continúe follándola sin piedad mientras sentía como la prima debajo de mi se movía en espasmos y cerrando los ojos se dejaba llevar mientras su pecho se arqueaba buscando aire sin parar. – Jooooooooder no me puedo creer que sigas con ganas – me susurro ella mientras sentía como sin piedad y sin perder un ápice de dureza mi polla seguía follándola sin parar. – ¿Estás loca? – le pregunte. – ¿Como me voy a cansar de follarte? – le pregunte sin esperar respuesta mientras no paraba de clavarme dentro de ella. – Jooooooooooooooooder siiiiiiiiiiiiii – volvió a decir ella mientras de nuevo se corría al sentir como mi polla la golpeaba dentro de su ser como un martillo percutor.-Primo me estas abriendo como nunca me han abierto hasta ahoraaaaaaaaaaaaaaa – gemía ella debajo de mi mientras sentía como la follaba sin parar. – Joder es como si me abrieses un coño dentro de mi coño primoooooooooooooooo – berreaba ella debajo de mi mientras sentía como no paraba de clavarme dentro de ella. En ese momento Gemma sentía como su orgasmo se unía a las penetraciones de mi polla dentro de ella y de nuevo se meaba de gusto una vez más mientras veía como presa del placer los ojos de mi prima bizqueaban dejándose llevar.

Para aquel instante mi tía sobre mí se movía como poseída botando sobre mi polla mientras a su vez friccionaba su clítoris intentando seguir los mismos orgasmos que en mi narración de aquel dia le había dado a Gemma aun sabiendo que era imposible seguir su ritmo.

Tía creo que hasta que se puso el sol, casi, no pare de follarla. Creo que me corrí dentro de su coño seis veces sin parar de penetrarla sin descanso. Cuando por fin caí derrotado tras la ultima corrida en la que sentí mas dolor de placer por una eyaculación casi vacía mientras creo que no expulse nada de semen me fui percatando del dolor de cadera y de rodillas que tenia en ese momento.

Gemma tenia tal dolor de caderas tras mis acometidas que era incapaz de cerrar las piernas y decía que le dolía todo el cuerpo pero que estaba, como yo, encantada de la follada que nos habíamos dado. Gemma me miraba ahora a su lado y me confesaba que nunca había estado tanto tiempo seguido follando y que estaba encantada de que me hubiese desfogado con ella.

En aquel momento Gemma vio mi polla flácida, pero manteniendo su tamaño y su extensión. Gemma en ese momento me la chupo y me la dejo limpia mientras recogía los restos de semen que habían caído desde su coño corrida tras corrida hasta quedar en la toalla. Me encanto ver como mi prima me chupaba la polla y me la dejaba limpia. – Primo me ha encantado como me has tomado – me susurro Gemma tumbándose a mi lado después de mandarte a ti, tía Laura, un WhatsApp diciéndote que estábamos aun en la playa.

Nos quedamos en la playa porque éramos incapaces de movernos y allí desnudos y saciados de sexo vimos cómo se ponía el sol. – Te juro que nunca nadie me ha follado como tu lo has hecho primo – me confeso Gemma. – Y yo te juro que siempre desee que tu fueses mi primera mujer, aunque nunca pensé que lograría conseguirlo – le confesé. En aquel momento vimos como el sol desaparecía por el horizonte mientras Gemma me confesaba – Sabes que tenemos todo el verano para repetir ¿no? – me confeso ella. – Yo encantado – le dije a ella lleno de ilusión por repetir aquello. – Pues con cuidado de que no nos pillen, pero podemos repetir cada dia si tienes fuerzas – me dijo ella mientras yo llevando su mano con la mía a mi polla hacia que fuese consciente de que de nuevo estaba preparada para la guerra.

Desde la ultima vez que me había corrido habían pasado cuarenta minutos y ayudé a Gemma a que me la chupase de nuevo hasta que me corrí clavado en su boca. – Desde luego polla no me va a faltar este verano – me susurro ella mientras me confesaba después que se había tragado mi corrida. – Este verano tu y yo lo vamos a pasar muy bien – sentencio Gemma mientras caminábamos al coche envueltos ya por la noche.

– Jooooooooooooooooooooooooooooooooodeeeeeeeeeeeeeeeer que bueno sobrino me podíais haber llamado – aulló mi tía corriéndose para mí.

Pero es que ahí no acaba la cosa tía. Le dije mientras ella ahora disfrutando de su orgasmo se había quedado sobre mi con toda mi polla clavada dentro de ella. De camino de la playa al coche la prima Gemma solo se puso el vestido tapando su cuerpo por lo que yo sabía que debajo del mismo estaba completamente desnuda.

En ese momento mientras le contaba la historia a mi tía Laura sin dejar que mi polla saliese de su interior la gire ciento ochenta grados en la cama y ahora quedando ella boca arriba apoyada en el colchón yo quede entre sus piernas clavado en su coño y poco a poco empecé a follarla mientras mi mirada no se apartaba de la suya y yo permanecía erguido frente a ella al tener mis brazos estirados manteniendo mi cuerpo sobre ella.

Tía cuando llegamos al coche envueltos por la noche en el momento en el que ella abrió la puerta del maletero para meter la sombrilla que llevaba yo dejando caer el bolso que llevaba me desbroche el bañador y me acerque a ella que echada para adelante dentro del maletero colocando la sombrilla al fondo tenía la posición perfecta para levantar su falda y dejando a la vista de la luz del maletero su precioso culo hice que ella sintiese como mi glande se arrastraba por su muslo. Eso fue lo que reamente me gusto de Gemma que me di cuenta de que siempre estaba dispuesta a follar. – Aun tienes ganas renacuajo – me susurro mientras sentí como su mano envolviendo mi glande lo llevaba a su coño.

Y en ese momento tita me invitaba a clavarme en ella. – Titaaaaaaaaaaaaaaa – gemí mientras ahora habiendo colocado a mi tía a cuatro patas fuera de la cama simulando la misma posición enterraba dentro de mi tía todo mi aparato. – Jooooooooooooder – gruño mi tía imaginándose que era yo con catorce años el que la estaba follando apoyada dentro del maletero de aquel coche en la playa de Mas Palomas.

Mientras me clavaba dentro de mi tía retome el relato. Tita no sabes el gusto que sentimos los dos cuando nos sentimos de nuevo enganchados el uno al otro. – Ssssssiii primo – gimió Gemma cuando sintió como de nuevo mi polla se abría camino dentro de ella. Tita no sabes la follada que le di a Gemma en ese momento. – Tita – le susurre mientras no dejaba de clavarme en ella. – En ese momento le susurre a Gemma que de igual manera que la estaba follando a ella me encantaría de igual manera follarte a ti Titaaaaaaaaaaaaaaaaaaa – gruñí mientras mi tía sentía en ese momento como yo cachonda a mas no poder de igual manera que le había contado que sentía que había orinado semen dentro del coño de Gemma de igual manera en ese momento sentí lo mismo mientras me clavaba en el fondo de mi tía que al sentir la extensión de mi corrida dentro de ella de igual manera se corría para mí.

Mi tía callo sobre la cama desplomada mientras yo la seguía y de igual manera me caía sobre ella quedando los dos rendidos sobre la cama. – Que gustazo de follada sobrino – me dijo mi tía mientras sentía como me levantaba de ella para no aplastarla. – Ya te digo tita – le susurre. – Eso ultimo que me has contado, ¿es verdad? – me pregunto mi tía. – No sé a qué te refieres – le respondí con toda la ironía del mundo. – Pero si, todo es verdad, y te lo he contado con todo detalle tal y como ocurrió – le respondí a ella. – No sabes como me gusta saber que desde hace tanto soñabas con estar conmigo – me susurro ella. – Siempre ha sido así tita – le respondí mientras la besaba.

En ese momento mi tía y yo nos quedamos tumbados en la cama recuperándonos del orgasmo tan demoledor que ambos habíamos tenido. – Seguro que este fin de semana los dos disfrutáis mucho – me susurro mi tía apoyada en mi pecho.

Por un segundo más miré a mi tía y le confesé – La verdad es que después de aquella maravillosa tarde Gemma y yo nos dimos cuenta de que éramos exactamente igual de calientes en nuestra manera de pensar.

Cuando nos recuperamos del pedazo de polvo que acabábamos de echar nos encaminamos los dos a la ducha. – Sobrino me ha encantado no solo la historia, si no todo el detalle con el que me lo has contado – me susurro mi tía mientras me ayudaba a ducharme de igual manera que yo la ayudaba a ella. – Tita la verdad es que para mí aquel verano fue espectacular por todo lo que pude compartir con Gemma y todo lo que me enseño – le susurre a mi tía mientras los dos envueltos en una toalla salíamos de la ducha. – Nos imaginábamos en nuestros encuentros que tú, la prima Raquel y la prima Isabel participabais, y de hecho alguna vez lo hicisteis – le confesé a ella que alucinada me pregunto a que me refería. – A eso tita – le susurre. – A veces nos tocábamos cuando te estabas durmiendo la siesta en el salón de la casa de la abuela, si no llevabas sujetador te desabrochábamos los botones de la camisa y dejábamos tus pechos al aire o solo tus pezones o te mirábamos mientras te duchabas y en la playa en el agua comentamos como se te veían las tetas con ese bikini ese dia o como se marcaba tu coñito en la braga del bikini – le susurre enumerándole algunas de las cosas que hacíamos Gemma y yo.

  • Tita no sabes la cantidad de veces que Gemma y yo follamos y jodimos aquel verano pensando en ti, como Gemma te robaba tu ropa interior usada del cesto de la ropa sucia y sin quitársela me la follaba sin piedad – le confesé. – Sobrino si sigues hablando vas a tener que follarme – me dijo ni tía que mientras no había parado de contarle travesuras con Gemma no había provocado más que encenderla. – Tía yo te follo encantado como siempre – le susurre mientras empezaba a penetrarla con dos dedos. – No sabes la de veces que le comí el coño a Gemma mientras imaginábamos que era el tuyo tita – le susurre mientras empezaba a lamer sus labios vaginales. – Sobrino ojalá hubieses ido a buscarme alguna vez o te hubiese pillado comiéndote el coño de tu prima Gemma – me susurro mi tía mientras de nuevo esa noche me regalaba una corrida más.

Yo en aquel momento no me separe de ella mientras su corrida se depositaba en mi boca. – Sobrino quiero que ahora me folles hasta que te corras dentro de mi – me susurro mi tía mientras veía como me tragaba su corrida. – Esta noche quiero dormirme con tu corrida dentro de mi – me susurro mi tía mientras se dejaba caer en la cama.

Por un momento más mientras mi tía estaba tumbada en la cama me miro y me susurro – Vamos sobri jódete a tu tita que te va a enseñar todo lo que necesita saber “un renacuajo” como tú ahora que están dormidas todas tus primas – me susurro mi tía fingiendo que yo era aquel niño de años atrás de catorce años. – Tita, pero solo me he jodido a la prima Gemma y no se si sabre satisfacer al monumento de mujer que eres tú – le respondí yo mientras me dejaba caer sobre ella y haciéndome el torpe no acertaba a clavar mi miembro en la vagina de mi tía.

Por un segundo mi tía mientras elevaba sus piernas pasaba su mano entre su cadera y la mía y llegando a agarrar mi polla justo en frente de su coño guio mi polla hasta sus labios vaginales donde dejo encajado mi glande. – Vamos sobri ya está preparada empótrame – me susurro mi tía mientras sentía como suavemente la primera vez dejaba deslizar mi miembro dentro de ella. Increíblemente hasta el tope de su útero estaba blando después de tantísima follada. – Así es nene sigueeeeeeeeeeeeeeeeeee – dijo mi tía engarzando sus piernas a mi cadera. – Ahora fóllame hasta que te hartes – me susurro. – Entonces, no acabare, en tres vidas; tita – le susurre mientras sacaba mi polla de ella para volver a clavarme de nuevo. – Uuuuuuuum no pares por mucho que me corra sobrinoooooooooooooo – me gimió ella. Yo en ese momento empecé a clavarme sin piedad en el coño de mi tía a un ritmo constante y ella me regalo sus orgasmos uno tras otro mientras no dejaba de verme como aquel imberbe que había sido con catorce años y que con motivo de la calentura que le provocaba la situación sentía como con mis envites mi tía se corría para mi una y otra vez hasta que por fin acercándose mi orgasmo mi tía me susurro. – Tengo el coño mas abierto que la puerta de Alcalá sobrino y tu corrida no se va a quedar dentro de mí. Córrete en mi culo – me susurro mientras sentía como su mano sacaba mi polla del interior de su coño y llevando mi glande a su culo de nuevo me clavaba dentro de ella con gran facilidad gracias a los jugos que el coño de mi tía había ido dejando salir sobre su culo, para por segunda vez aquella noche, sentía como mi corrida parecía una meada de semen que llenaba el recto de mi tía. Cuya respuesta en ese momento fue una corrida tan intensa que cayo desfallecida a mi lado mientras sentía los espasmos mas fuertes que he visto en mi vida.

Por un rato mientras me vaciaba dentro de mi tía me quedé clavado en ella mientras sentía como me vaciaba. – Sobrino esta noche voy a dormir con tu semilla dentro de mi – me susurro mi tía. – Y conmigo a tu lado si me dejas que me quede tita – le susurre yo mientras ella me miraba y asentía con la cabeza. – Será un placer que te quedes a dormir conmigo – me susurro ella.

Y así fue como aquella noche después de todas aquellas corridas caí agotado al lado de mi tía en su cama en la que apenas tarde unos segundos en quedarme dormido.