Mi prima Fernanda

La necesidad hace que la prima se defienda de las insinuaciones y amenazas de su hermana por el procedimiento de compartir con ella la verga de su complaciente primo.

Afortunadamente para mí o para nosotros dos, me refiero a Angélica y a un servidor, el viaje que realizaron mis padres duro poco más de una semana, mi linda prima pasó a ser objeto de mis atenciones, de la noche a la mañana dejó de ser la niña graciosa y consentida, se reveló ante mí como un ser hermoso, digno de complacer y mimar ante cualquier capricho; metamorfosis de sentidos, formas y pensamientos, nunca ningún cambio fue más obvio ni más dramático para mí, los juegos de niños, las rabietas de las cuales muchas veces fui testigo terminaron; estando yo, las actitudes infantiles nunca más existieron o se manifestaron de ninguna forma, desde la primera vez, establecimos una especie de diálogo por medio de señas, miradas y ligeros roces que nos permitían disfrutar de un poco de intimidad a la menor oportunidad; en Ange también surgieron cambios, su trato fue mucho más cordial, nunca faltaban las atenciones ni los festejos que me hacía cuando la bromeaba o decía alguna tontería, la euforia que nos atrapó nos limitó para darnos cuenta de lo que sucedió cuando la hermana mayor de Ange comenzó a sospechar lo que pasaba entre nosotros dos, mayor que yo por algunos meses Fernanda no dejó de atosigarnos un solo momento, las burlas y la amenaza de delatarnos con los mayores fueron nuestro mayor temor, en realidad Fernanda no tenía idea de lo que sucedía entre Ange y yo pero ninguno de los dos nos quisimos exponer a ningún tipo de cuestionamiento por parte de algún adulto así que lo único que atinábamos a decir o hacer era darle la espalda a cualquier comentario suyo, supongo que Ange cansada de las amenazas de su hermana me comentó que tenía algo en mente, no me quiso dar ningún detalle pero me pidió muy a pesar mío, que las visitas se suspendieran por un par de días, la verdad es que no tenía ni remotamente idea de lo que ella tramaba para solucionar las cosas; poco tiempo después, evidentemente Ange y Fernanda tenían un acuerdo pues las amenazas y las burlas no se volvieron a dar, intrigado le pregunté a Ange el por qué del cambio de actitud por parte de su hermana, me sonrío y me dijo que sería una sorpresa, que estaba segura que me iba a gustar mucho lo que tenían preparado para mí, en ese momento no atiné a decirle nada pero me llamo mucho la atención el que se haya referido en plural, después de un momento, cuando se aseguró que no había nadie en casa, me tomó de la mano y sin mayor preámbulo me dio un beso me desabrochó el pantalón y se pudo a darme una mamada tremenda, esta vez sin contemplaciones, me agarraba de las nalgas obligándome a impulsarme hacia delante y hacia atrás, no tuvo que hacer mucho esfuerzo para lograr que me viniera, sólo que esta vez no se retiró, lo hizo hasta que la presión de mis manos en su nuca cesó.

Dos o tres días después Ange me llamó y me dijo que su mamá saldría por unas horas, que si podía ir porque necesitaba que le ayudara con algo, durante el trayecto de mi casa a la suya recordé lo que habíamos hecho la ultima vez, supuse que a eso se refería cuando me pidió que le ayudara, o podría ser que ahora era ella quien quería una retribución a tan agradable tarea, cuando llegue a su casa, lo primero que hizo fue abrazarme y darme un beso tan sonoro, que para mí estaba claro que el camino estaba libre y sin ningún problema podríamos hacer lo que nos diera la gana, esto fue precisamente lo que me inspiró para continuar y sin pensar en nada o imaginarme siquiera lo que pasaría metí una de mis manos por debajo de su blusa para tomar uno de sus senos, agachándome comencé a succionar su pequeño pezón suavemente, sus manos en mis cabellos no dejaban que me separara hasta el grado que casi me dejaba sin respiración, no tardé mucho en hacer lo mismo con el otro, para mí no importaba que sus senos fuesen pequeñitos, mucho mejor así porque era capaz de meterme no sólo el pezón sino una buena parte de su seno, con un frenesí cada vez mayor metí mi mano derecha debajo de su falda para sobar sus nalgas de una manera brusca, las apretaba hasta el punto de causarle daño, en realidad no era esa mi intención pero Ange me tenía enloquecido, mi grado de excitación era tal forma que cualquier cosa que ella hubiera hecho me hubiera ocasionado un orgasmo, alentado por la actitud de mi linda prima, me arrodillé ante ella como quien lo hace ante el objeto de su adoración e inicié con una lamida por su vagina, me parecía despedía el más delicioso de los aromas, fue hasta este momento que me percaté que Ange no utilizaba panties, no cabía duda que tenía todo perfectamente planeado, antes de que me permitiera continuar con lo que tenía en mente, se separó un poco de mí y me obligó a seguirla de rodillas hasta una de las paredes en la cual ella se recargó quedando un poco inclinada, se tomó la falda para levantarla a la altura de su estomago y con un delicioso movimiento de caderas me animó a iniciar lo que momento antes mi intenciones le habían dado a entender, tomándola de las nalgas pegué mi boca a su vagina tratando de introducirle lo más que podía mi lengua en su diminuto agujero, tan absorto estaba que no me di cuenta del momento en que Ange soltó su falda quedando a oscuras y cubierto totalmente, lo único que sentía eran sus manos sujetando mi cabeza fuertemente como si quisiera evitar el que yo me levantara o interrumpiera tan deliciosa tarea, la verdad es que en ningún momento pensé en hacerlo, lo que sí pensé, fue que me gustaría que se diera la vuelta para poder sobar y lamer sus nalgas, esa fue mi intención al intentar hacerlo pero ella no me lo permitió; a cambio, el movimiento de sus caderas cesó, trataba de recuperar completamente la vertical sin embargo la presión de sus manos sobre mi cabeza no terminaba, de repente ella no participaba pero tampoco tenía la intención de que yo interrumpiera lo que estaba haciendo, por alguna razón que pronto entendí, ella permanecía impasible, decididamente salí de mi guarida y cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta que al un lado de Ange, con los brazos cruzados y con una mal disimulada sonrisa Fernanda me contemplaba, qué momento, no atiné a decir nada, poniéndome de pie lo más rápido que podía mi primera intención fue huir de ahí, quería correr pero sentía que las piernas no me respondían, no entendía nada, ¿por qué demonios Ange no trató de prevenirme?, busqué su mirada como tratando de pedir una explicación, algo en sus ojos que me ayudara a salir del problema a dar una explicación, una excusa de tan extraña situación; no encontré nada, con los labios apretados mordiendo ligeramente el labor inferior lo único que hizo fue moverse a un costado mío, como tratando de ocultarse de su hermana con mi persona, decididamente Fernanda se sitúo justo enfrente de mí y con un movimiento que no vi venir, me lanzó una bofetada que me segó por un momento, pensé que no sería el único golpe que recibiría, cuando estaba preparándome para el siguiente lo que recibí de ella fue un abrazo cálido y fuerte que me consoló como nunca, no sabía qué pensar o qué hacer, pensé que el abrazo era una muestra de arrepentimiento por la agresión, una manifestación de lástima o tal vez de ternura, estaba seguro que las cosas no terminarían así, siendo ella más consiente de una situación como esta, creí que vendrían los reclamos, los cuestionamientos; qué largos e interminables me parecieron aquellos momentos, repentinamente sentí las manos de Ange en mi costado, no se había separado ni había huido de ahí, sin darme cuenta y creo yo, como una forma involuntaria de agradecer lo que hasta ese momento pensaba yo era una muestra de consuelo, abracé a Fernanda tan fuerte como ella lo hacía, los tres sin decir ni hacer nada, la verdad es que no fue necesario, demasiado, primero un beso en la mejilla agredida que yo nuevamente interpreté como un acto de consuelo y que yo agradecido respondí de la misma forma, me separé un poco de ella para verla a los ojos, y entonces no fue necesario nada más, le tomé la cara con ambas manos, y acercándome a ella le di un beso suave y largo, abrí la boca y empujando con mi lengua la obligué a hacer lo mismo, succioné su lengua masajeándola primero suavemente para después tironearla fuertemente hasta hacerla gritar, la verdad es que era una especie de desquite por el bofetón que me plantó, Ange que estaba en uno de mis costados nos miraba sin decir ni hacer nada, separó un poco a su hermana y metiendo la mano entre ambos, me tomó la verga por sobre el pantalón acariciándola suavemente, cuando Fernanda se dio cuenta de lo que estaba haciendo Ange, se repegó completamente a mí, quedando entre los dos la mano de su hermana que se movía hacia arriba y hacia abajo insistentemente, supongo que este mismo movimiento propicio el que Fernanda utilizara la misma mano de su hermana para empezar con el sube y baja, repuesto totalmente de la sorpresa me giré un poco para interrogar a Ange de lo que estaba sucediendo, ella lo único que me dijo fue que Fer ya sabía lo que hacíamos, posteriormente en uno de nuestros encuentros Ange me comentó de qué manera planeó el encuentro entre nosotros tres, a pesar de que Fer era mayor que ella, la perversidad que quedó de manifiesto en futuras ocasiones puso bien claro para mí quien decidía entre aquel par, después de un rato de estarnos besando y acariciando, me dijeron que estaríamos mucho mejor y más seguros en su recámara si es alguien entraba, antes de entrar y sin que Fer se diera cuenta, Ange me dijo que quería que me cogiera a su hermana como a ella y que además ella estaría vigilando por si mi tía llegaba, lo primero que hice al entrar fue tomar por la espalda a Fer y empecé sobando sus tetas desde atrás, la diferencia entre Fer y Ange quedó de manifiesto inmediatamente, unos senos mucho más grandes y firmes fue lo primero que noté, y no sólo eso, al estarla abrazando por detrás también noté un trasero más abultado y más firme, en verdad que dos años hacen una diferencia enorme, suavemente le di la vuelta quedando de frente ella y yo, mis manos empezaron con el magreo de sus nalgas que poco a poco fueron quedando al descubierto, cuando descubrí totalmente sus senos me quedé maravillado, grandes y duros, con una aureola de un color ligeramente más oscuro y coronado con unos pezones que se irguieron inmediatamente al ser liberados del sostén, sin pensarlo un instante me lancé sobre ellos para lamerlos y morderlos sin ningún miramiento, Fer me tomaba de la cabeza tratando de separarme de ellos pues seguramente la estaba lastimando, hasta este momento Ange que no había intervenido para nada, me tomó por la parte de atrás y sin perder detalle de lo que pasaba con los senos de su hermana, me desabrochó el pantalón para sacar mi verga de su tormentoso encierro, se agachó y se la metió a la boca dándome una ligera mamada, me soltó y acercándose a su hermana le susurró al oído que viera todo lo que se iba a tragar, fue entonces que Fer se apartó un poquito de mí y dirigió su mirada hacia abajo, donde le indicaba su hermana, cuando me vio con la verga de fuera no pudo menos que reprimir una exclamación de sorpresa, se llevó las manos a la boca y sin dejar de verme lo único que dijo fue "qué bárbaro, la verdad es que no creo poder", para infundirle confianza y evitar que en el ultimo momento Fer se negara , Ange se arrodilló me tomó de la verga y se la llevó a la boca dos o tres veces y animó a Fer a seguir su ejemplo, hubo un poco de resistencia pues al igual que Ange la primera vez, Fer decía que le daba asco, no fue necesaria mucha labor de convencimiento, lo primero que hizo fue sacar su lengua y empezar a lamer como si de una paleta se tratara, sin presionar mucho le tomé la cabeza, la obligué a abrir la boca con mis enviones y empecé con el mete saca sin ningún problema, después de esto y estando segura que Fer no se negaría más, Ange con el pretexto de vigilar no fue sino un simple espectador, no pasó mucho tiempo cuando sentí que me vendría, me separé de Fer para evitarlo pues tenía en mente aun muchas cosas, le quité el resto de su ropa dejando al ultimo sus panties, la puse sobre la cama y le dije que le haría lo que ella había interrumpido momentos antes con Ange, le di un beso y bajando lentamente pasé primero por sus senos deteniéndome para morder cada uno de sus pezones hasta llegar al borde de las panties, sin hacer nada para bajarlos me puse a lamer por la parte exterior de su vagina, los muslos y la parte interior de estos, después de un momento de estar jugando así, ella misma tomó el borde de las panties para retirarlas lo más rápido posible, al levantar las piernas para sacar la prenda, la detuve y le dije que sería yo quien lo hiciera; para evitar que cerrara las piernas en un acto reflejo, saqué una de las piernas y dejando el pantie enredado en la otra, me puse en medio de ella, las diferencias entre ambas hermanas fueron evidentes inmediatamente, obviamente Fer estaba más desarrollada, una cintura estrecha y caderas preciosas que hacían el juego perfecto con una mata de vello púbico negro y abundante que despedía un aroma delicioso fueron el preámbulo a una mamada fenomenal, apenas me acerqué a su pubis noté lo caliente que estaba, sus labios hinchados y la manchita amarilla de sus panties lo denotaron inmediatamente, saqué la lengua, me acerqué a ella y con lamidas que seguía la trayectoria de sus labios le arranqué un par de gemidos, al principio me pedía a gritos que me detuviera, no soportaba más, inclusive me lastimó jalándome de los cabellos hacia atrás tratando en vano de detenerme, de reojo vi a Ange quien no perdía detalle de lo que pasaba, después de un rato de jaloneo y rindiéndose como quien renuncia a lo inevitable mi perseverancia dio frutos, Fer se puso rígida hasta el punto de sentirme atrapado entre sus piernas y manos en mi nuca y de su vagina empezó a fluir el más rico de los néctares, se estaba viniendo de una manera brutal, de repente y cuando parecía que se relajaba al hacer sus nalgas hacia atrás empujaba hacia mi con tal fuerza que me hizo quejarme del dolor que ocasionó el choque de su pelvis contra mi boca, relajó las piernas, dejándolas abiertas completamente y sin soltarme de los cabellos me hizo quedarme en esa posición durante un buen rato, para este momento yo ya tenía la verga más dura que una piedra y lista para atravesar cualquier cosa, me coloqué de rodillas como lo había hecho antes con Ange y sin mayor preámbulo puse mi verga en la entrada de su cuevita para empezar a empujar, pareciera que Fer seguía en el trance del orgasmo anterior porque no se movió sino hasta que sintió que la estaba penetrando, levantó las piernas un poco y me pidió que me detuviera por un momento, hasta que el dolor pasara, después de un rato y cuando ella me lo indicó recargué mi peso y otro pedazo de mi verga entró, me pidió que parara pero eran tantas mis ganas que no escuché y nada me importó, de un solo empujón la llené por completo, sentí que aunque yo quisiera no podría avanzar más, su vagina cobijaba mi verga de una manera deliciosa, para ella fue tanto el dolor, que me pedía desesperadamente que se la sacara me gritaba que me quitara de encima, sus palabras más que calmarme me enervaron de manera tal, que me abracé a ella tomándola de los hombros para evitar que me saliera de su vagina; yo no estaba dispuesto a renunciar, la verdad es que al darme cuenta que la lastimaba y que para mí era todo lo contrario, sentí una especie de satisfacción, además y por la experiencia que había tenido con Ange sabía que el dolor pasaría, caro pagué lo que hice pues ella al sentir que me recargaba con más fuerza, con las manos libres y el aliciente de la desesperación, supongo yo, clavó sus uñas en mi espalda causándome tal dolor que a punto estuve de salirme de ella, permanecimos un rato así, el suficiente para que ella se acostumbrara y parara de causarme daño, cuando sentí que aflojó sus manos empecé suavemente con el movimiento del mete saca, no pasó mucho tiempo para sentir que me venía, me levanté un poco y empecé a sacarlo y meterlo con más vigor, en cada empujón Fer se levantaba y tomándome de los hombros me ofrecía su lengua al igual que sus labios, en ese momento todo eran quejidos y gemidos, le saqué mi verga casi hasta la punta y de manera violenta se la dejé ir toda nuevamente, ella empezó a gritar y a pedirme que no se la fuera a sacar, que no soportaba más, sentí de pronto que ella se aflojaba nuevamente y una sensación caliente y viscosa que envolvía toda mi verga me indicó que mi linda Fer se estaba viniendo otra vez, nuevamente hice hacia atrás las nalgas hasta dejarle únicamente la punta enterrada, me impulse hacia delante y su grito y mi orgasmo se confundieron en uno solo, ahora era ella quien me urgía a separarme un poco para enterrarle toda mi verga en cada envión, cuando sintió que algo mío invadía su interior se abrazó fuertemente a mí y no quiso despegarse hasta que estuvo segura que no quedaba más nada por ofrecer, casi al mismo tiempo giramos nuestras cabezas buscando la mirada de Ange; una sonrisa y un "son unos cerdos" fue lo que ambos asumimos como la aprobación de quién hasta hace unos momentos era la experta entre su hermana y ella.

Lo que relató aquí es verídico, como les mencione anteriormente, en posteriores encuentros quedó de manifiesto ante mí hasta donde puede llegar la perversidad femenina desbocada, Ange y yo vivimos cosas que marcaron definitivamente mi comportamiento sexual y estoy seguro que ella piensa lo mismo de mí, el incesto para mí, es la forma mas excitante e increíble de satisfacer cualquier fantasía, en este tipo de relaciones existe un grado de perversidad que una vez abierta la caja de Pandora, nada esta dicho.

En futuros relatos les platicaré hasta dónde llegamos y la forma en que Ange se involucró y me involucró con una persona mucho mayor que ella y yo de nuestra misma familia, del por qué de una relación con una de mis hermanas y muchas cosas más que pueden resultar ser bastante pero bastante excitantes.

¿Les gusto?, Escríbanme.

zhino@latinmail.com