Mi Prima Crys (1)

Cómo, despues de 2 años, descubro que mi prima es la más bella.

Mi prima

¡Hola! Es la primera vez que escribo aquí, bien, voy a empezar por mi nombre, que es Carlos, tengo 17 años, soy de pelo moreno, alto (1’70), con buen físico y ojos color café. Lo que les voy a contar es, para mi suerte, REAL.

Este verano, estaba en mi cuarto viciándome al PC, como siempre, cuando entró mi madre y me dijo que me fuera vistiendo que iríamos a casa de mis tíos, la verdad… no me apetecía mucho, pero acepté ya que hacía mucho que no veía a mis tíos ni a mi prima.

Cuando llegamos pude ver aquella casa que siempre me había gustado, un chalet grande con jardín y piscina en la parte trasera. Tocamos la puerta y la abrió una nenita de apenas 14 años con el pelo recogido, me bastó ver su color de cabello, castaño y brillante, para saber que era mi prima que hacía ya 2 años que no veía. Había cambiado mucho, la última vez que la ví tenía 12 añitos, era más bajita y no estaba tan bien formada de cuerpo, era, simplemente, una niña.

Llevaba puesta la parte de arriba de algún bikini, color azul flojo y un short que dejaba ver sus hermosas piernas. Estaba tan distraído mirándola que ni me di cuenta de que me estaba hablando. Reaccioné y le dije un entrecortado "ho-hola" ella sonrió con esa cara de niña aún que le hacía más hermosa todavía y esa sonrisa picarona.

Nos llevó a la cocina, como siempre, sin nada de suciedad ni polvo, y allí estaban mis tíos, me acerqué a saludarles y enseguida perdí de vista a mi prima, la buscaba por toda la sala con mi mirada, pero no había rastro. Mis tíos me dijeron que les disculpara pero no tenían suficientes habitaciones para los tres, que dejarían a mis padres en la habitación de invitados y yo, tendría que dormir con Cristina, mi prima. Estuve a punto de darles dos besos y abrazarles pero preferí no hacerlo.

Dejé mis cosas en su habitación, la estuve mirando durante un tiempo, era la típica habitación de una chica de 14 años, pintada de azul flojo con un escritorio, un armario, su cama y montones de "posters" pegados por todas las partes de la pared. Encima del escritorio había un cuaderno, me limité a ver lo que ponía. Lo abrí por la mitad y vi en letras de colores: "Cristina x Daniel". "Vaya" pensé para mí. Era una pena, tal vez tenía novio

Bajé las escaleras con una toalla y mi bermuda puesta. Me dirigí a la piscina y ¡POR FIN! Estaba allí mi hermosa prima, nadando en la enorme piscina. Extendí mi toalla en el césped del jardín, justo al lado de la piscina y me senté encima de ella, mientras la miraba. De repente salió del agua y me miro.

-¿No piensas entrar?-Dijo mientras me hacía un gesto con la mano

-Si, pero no quería molestarte-Dije yo sin saber lo que decía

-¿Cómo vas a molestarme? ¡Vamos entra!- Y me tiró agua que por suerte no me llegó.

Entré dentro, ¡el agua estaba genial! Y encima tenía a la chica más bonita que nunca había visto. Me acerqué a ella, y me miró. Quería saber sobre ella, así que le empecé a preguntar.

-¿Qué tal con los chicos?-le dije intentando saber algo.

-Pues… ¿Quién me va a querer a mí?- Me dijo encogiéndose de hombros

-Cualquiera que no sea ni ciego, ni de mal gusto-

-Pff… no se que quieres que te diga… Carlos… aquí son todos muy groseros-Dijo mirándome mientras sonreía

-¿A qué te refieres?-

-Pues… que tan solo buscan sexo, yo pienso que no esto hecha para estas cosas, me refiero a que… dudo que sepa hacerlo…tengo miedo a hacer la tonta-

La verdad… se me cayó el alma a los pies, ¿Cómo podía pensar eso? ¡Todo el mundo sabe! Entonces…pensé una de las cosas que nunca había pensado… ¡Yo le enseñaría!

-¿Por qué dices eso?- dije frunciendo el ceño

-Pues… no lo sé, la verdad… no sé si sabré quien es el apropiado para quitarme algo con lo que he nacido- estaba claro, se refería a la virginidad.

-Quieres decir… ¿Qué quieres buscar a alguien con el que estar?-

-No… bueno, sí pero… dudo que encuentre algún día-Y siguió nadando-Mejor cambiamos de tema. ¿Qué tal a ti con las chicas?-

-Pues bien, debes saber que ya perdí mi virginidad, tengo 17 años! Pero tu tranquila, cuando te toque la hora, te dará igual si lo haces bien o mal.-me acerqué a ella y le dije al oído: "Y verás como te gusta"

La miré a los ojos y ví que me miraba un poco nerviosa. Le rodee con mis brazos, cerré los ojos y acerqué su cara a la mía. Noté que ella hacía lo mismo. Chocamos nuestras bocas y hundimos nuestras lenguas, jugueteando una con la otra… besaba excelente.

Empecé a acariciarle la cintura con mis dos manos, sin dejar de besarle, seguí subiendo mis manos hasta llegar a la tira de la parte de arriba de su bikini, pero, para mi mal ahí a su perro ladrar y entonces nos separamos, recordando que estaban nuestros padres dentro de la casa.

-Bu-Bueno… yo me voy a buscar algunos refrescos… ¿Quieres?-Dijo saliendo por las escaleras.

-No, gracias, me quedaré aquí nadando un rato más- Al cabo de 4 segundos- Bueno, ¿sabes qué? Si, tráeme Cola por favor.

-Bien- se dio media vuelta y miré su culito paradito tal como se movía dirigiéndose a la cocina.

Estuve pensando en lo que acababa de hacer… ¡Besé a mi prima! ¡Wow! Empecé a soñar despierto, soñaba que allí, en esa piscina me la cogía… de repente oí como la puerta que daba al jardín donde yo estaba se abría, y vi a mi diosa con dos latas de refresco Cola. Se sentó en mi toalla y yo salí de la piscina y me puse junto a ella.

-Gracias- le dije mientras me daba mi lata.

-Mis padres y los tuyos hoy se van a la cena familiar, ya sabes, esa que siempre está tío Juan. Esas cenas tan aburridas, con las que acabas con las mejillas sonrojadas de tantos pellizcos- La verdad, pensé que era imposible… era como un sueño! Aunque todavía no sabía si yo tendría que ir

-¿Tendremos qué ir nosotros dos también?-

-No, le dije a mi madre que nos quedaríamos aquí le dije que vendrán unas amigas, suponía que tu tampoco vas a ir…pero si quieres ir díselo a mi madre-

-No, mejor me quedaré, así conozco a tus amigas- Intenté poner un tono de alegría pero la verdad, es que me fastidiaba que fueran a venir sus amigas.

-La verdad… es que no va a venir nadie, pero así mi madre se lo tragó-

¡Genial! íbamos a estar solos… era genial!