Mi prima Cary

Después de que mi prima Cary tuviera a su hijo he acostumbrado a visitarla tanto por jugar con el niño como por disfrutar de las vistas que Cary me propina hasta que ella me se decide a jugar conmigo a cosas de adultos.

Hola mis amores el dia de hoy les dejo este relato enviado por uno de mis lectores esta serie por el momento se compondra de cuatro entregas que son las que me han enviado.

"Mi prima Cary”

Hola a TOD@S mis posibles lectores. Soy cubano, tengo 43 años, me apodo Reyroro por respeto a las personas que pudiesen conocerme y establecer algún vínculo con mis historias, que son basadas en algo de realidad y parte de ficción. Todos los nombres son producto de mí imaginación

Deseo mucho conocer sí les gusta alguna historia y porque ¿?, sugieran, critiquen, pero por favor, háganmelo saber, gracias, disculpen que no esté conectado siempre.... El internet aquí es algo CARO.

----Besos---

Frente a mí casa. Se mudó una prima mía muy cercana, que vivía y moría en mi casa con mi abuela, por cierto, mi abuela fue la que la empató con el hombre que se casó frente a mi casa… Con Manolito

Al principio yo iba poco a su casa, pero parió y yo casi que todos los días iba jugar con el niño….

Ella tenía 28 años, trigueña de pelo crespo, 1.60m, bien formadita, tetas paraditas y medianas, unas nalgas promisorias, piernas gruesas y torneadas...

Como el marido hacia trabajos de alfarería yo también quería aprender, él lo hacía después que llegaba del trabajo (era contador en una empresa) yo cuando venía de la secundaria, a eso de las 12:30pm, almorzaba y me iba para su casa.

Bueno, ya les dije que cuando venía de la secundaria, almorzaba y me iba para allá, me ponía a jugar con el niño y la miraba cuando le daba la teta, al principio me daba pena y ella misma me decía que no sintiera pena, me decía

  • Ven para acá no seas penoso y bobo, esto es normal

Pero que va, la pinga (verga, polla, pija) se me ponía que se quería partir y tenía miedo de que ella se diera cuenta…

Fue pasando el tiempo y fuimos cogiendo más confianza el uno con el otro y en muchas ocasiones me escapaba de la escuela (o no iba) y me escondía en su casa desde tempranito, ella se levantaba y se ponía a hacer café, andaba con una bata de casa bien cortica y sin nada debajo y cuando se paraba en la puerta de la cocina se transparentaba completa y se le veían todas las tetas y el bollito (panocha, chocha, raja) peludo (recuerden que eran los años 90 y pico, nadie se rasuraba), yo no me podía parar de la silla del comedor, me tenía que sacar la camisa por fuera del pantalón para que me tapara, porque tenía la pinga que se me quería partir...

COJOOOONES, AQUELLO ERA RICO Y DESESPERANTE A LA VEZ.

Ponía a hacer café y se metía en el baño a lavarse. La puerta del baño eran unas mamparas, yo iba para la cama con el niño y acercaba, por debajo de la puerta la palangana donde bañaba al niño y el reflejo del agua me daba una visión completa a la parte del bidel donde se estaba lavando el bollo (desnuda completa), y me entraban unos temblores y un nerviosismo del CARAJO... Ufff.

Ella se dio cuenta que me estaba enviciando y ya casi no iba a la escuela, un día se sentó conmigo y me dijo

  • sí tú sigues faltando a la escuela se lo voy a tener que decir a María.

(Mí abuela, que era prácticamente las que nos estaba criando a mí hermana Rosy y a mí, porque mis padres trabajaban en la provincia y llegaban a la casa tardísimo)

Cary (que es como se llama) al día siguiente me preguntaba con insistencia.

¿No te gusta ninguna muchacha en la escuela?

A lo que yo le respondí que sí pero que tenía novio, se sonrió y me dijo.

  • ¿Entonces nunca has visto a una mujer encueradita?

  • Sí, en.… películas y Fotos.

Le dije algo nervioso.

  • Y nunca te has… manoseado ahí... bueno tú sabes, ¿No?

Y me hacía el ademán con las manos de hacerse una paja, le dije que no. Enseguida la lujuria comenzó a trabajar su cerebro y con mucho morbo.

  • ¿Nunca te has tocado?

Me miraba para la pinga. Y yo que ya había pajeado un montón, le dije que no, pero aquello se iba tornando mucho más caliente y ya la pinga iba tomando el nivel de erección, de un muchacho, ya era una pinga de unos 19 a 22 cm y bien cabezona, gorda, venuda.

Ella iba vestida bien ligera, un short verde de una tela suave, medio transparente y una blusa blanca sin ajustadores donde se le marcaban, (BIEN DEFINIDO) sus medianos y rosados pezones puntiagudos.

Me tomo del brazo y me sentó en la cama... Eran las 11:15 AM, el niño dormía en el cuarto de al lado, me preguntó.

¿Tú sabes guardar los secretos?

A lo que yo medio contrariado... Le dije.

  • ¡Si!

  • Fíjate si alguien se entera de nuestra conversación no te dejo entrar más aquí, Prométeme que nadie lo va a saber.

  • Te lo prometo.

Le seguré, y de un Rampán se quitó la blusa… “¡Coñoooo!” yo no sabía si cargarme o mearme.

Unas téticas paraditas a medias, bien formaditas, con unos pezones rosados bien erectas por la excitación...

  • ¡Tócalos... vamos tócalos!

Era tan evidente mi nerviosismo que no atinaba a nada… Cojonessss tócaselos, decía mi mente.

Ella tomó mis manos y me fue guiando, estaban a la altura de mi boca y comencé a chuparlos frenéticamente, se sonrió y con morbo me dijo.

  • ¡Neneeee suavecitooo!

Pero me empujaba por la cabeza, me amasaba la pinga, buscaba la cabeza por encima de la ropa.

Tun, tun… (llamaban a la puerta). Sht con el dedo índice en su boca, terminó el toque, pero ella, por precaución, fue y miró por el postigo de la ventana.

  • Era el cobrador de la corriente.

Me dijo…

  • Bueno, mañana seguimos

Pero mi cara debió hacer un gesto tan desolador.

  • Está bien, está bien, Déjame ver, ¡A ver! Párate.

Y cuando vio como estaba de parada mi pinga... (ni sosa ni peresosa).

Me desabrochó el pantalón y me lo bajó de un tirón, la pinga como un fleje de acero se asomó en su cara.

  • ¡coño! ¡Que pingooona!

Me empujó hacia atrás, se posicionó y comenzó a pasarle la lengua a toda esa “baba seminal”.

  • Mmmmm, Mmmmm... Que ricaaa.

Y yo temblando como una hoja en un CICLÓN

  • ¿Te gusta? ¡dime nene!

Yo, que cojones, no podía ni hablar. Se la metió completa en su boca. Sentí como traspasó su garganta y sus asqueadas involuntarias, se la metía y sacaba, hasta que (Sentí una sensación extraña y deliciosa) noté como quería meterme su lengua en mi culo, después de chuparme los cojones, ahí entonces.

Ahhhh, ahhhh, ahí ¡cojones!, ¡que es estooooo! Ahhhh... aaaahhhh.

Comencé a venirme tan fluido que le llenaba la boca de leche. Ella me decía.

  • Ajjjiiii... asiiii… Singaito dame toda esa lechita ricaaa…

No desperdició ni una gota, se la trago toda, yo creí que me iba dar algo. “era mi primera mamada” ¡ñoo! ¡que ricura!…

  • ¿¡Te gustó!? ¡Tremenda cantidad de leche!... ¡ÑO!... Ve mañana para la escuela y no te escapes de clases... Si quieres ven para acá esta noche como todos los días, pero acuérdate de lo que hablamos

Me recalco.

  • Y de lo que prometiste.

Por la noche, como a eso de las 9:20 PM, fui para allá. El marido aún estaba en el taller de atrás trabajando, en la casa estaba la sobrina del marido, Leticia, de unos 17 años, rubia, gordita, pero bien formadita, bonita. Yo me senté en el sillón frente a ellas dos…Con toda intención subí una pierna por encima del brazo del sillón para que se notara bien mi pinga, que a medida que me mecía me rozaba la cabeza con la mano que apoyaba en el otro brazo, para que se parara a plenitud. Seguíamos conversando, cuando de pronto vi a Cary que se sonrió con maldad y miro para mi pinga, pero al darse cuenta de que Leticia miraba también, no le agrado mucho y de buenas a primeras dijo.

  • Bueno me voy a acostar, estoy cansada, ese niño me tiene a mal traer (ya tenía año y pico, el niño).

Nos quedamos conversando Leticia y yo.

Ella estaba en vestido corto y de vez en cuando abría las piernas (como por aparente descuido) para tenerme en vigilia, se le veía un buen bulto de bollo. Como a la media hora aproveché la cobertura que ella fue a ver a su tío.

  • Bueno Lety me voy…

Y arranqué (CON MI PINGA PARADA) como un avión para mi casa. Al día siguiente me liberaron como a las diez de la secundaria, llegué a mí casa, me cambié de ropa y, zuasss, Para casa de Cary. Ella estaba lavando y yo jugaba con el niño… Como a la hora le dio el almuerzo y lo durmió.

  • Espérate un ratico, me voy a bañar.

Me dijo, con sutileza puse la palangana para mirarle encuerita.

  • Oyeee, tú no tienes que hacer eso…Ven entra, ennntra, dale.

Y sigilosamente entré… Fusssss. Me quedé pasmado. “¡coño!, Que ricoooo” estaba desnuda completamente.

  • Ya no sigas más esa palangana ahí...Tú crees que yo soy boba.

Medio que me apenó, pero…

  • Ven, restriégame la espalda.

Comencé a restregársela.

  • Baja entre las nalgas y el culo también… mete el dedo en el culo y lávalo…

Le fui metiendo el dedo en el culo y en su bollón (que tenía una perilla muy sobresaliente y una raja bien grande) Enseguida comenzó, a moverse y a gemir, acompasando mis movimientos.

  • Ahhhh...Menéalo más rápido Singaito, así, así…

Y se inclinó.

  • Saca ese pingon y métemelo… Daleeeee cojooones… Ahhhh, dale...

Me decía lujuriosa y desesperada.

  • daaaale mariconnnnn, Ahhhh…

Se viró y me la saco, para mi asombro, se la metió en el culo… Nada más se la metió y comenzó como a mearse a chorros que a aquella edad no sabía yo que era eso, ni ella tampoco.

  • Me vengoooo... Dale... Da... Da...Leeeee, Reyyyyy… Lléname el culo de tu lechona, ¡daaaaaleeeee!

  • Ahhhh, ahí, así, ¡ayayay!….daaaale….__

Y se lo llené, se viró y me lamió los restos de leche de mi pinga... Se inclinó y me dijo.

  • mira que rico cabronson.

La leche le salía del culo a borbotones, Se le abría y se le cerraba el culo… ¡que vista! Mi primera metida. Nos fuimos a la cocina, yo vestido y ella en bata de casa sin nada debajo.

Se puso a hacer café (ya por aquella época me empezaba a fumar mis cigarritos) Ella me miro...

  • ¿Te gustó? Porque a mí me encantó…

Me dijo con una cara de la más lujuriosas y morbosas putas...

  • Dime lo que te gusta, lo que quieres que te haga, habla conmigo que eso me excita Rey, no tengas pena...

Me quedé pensativo y asentí con la cabeza y un sí entre dientes… Se metió dos dedos en su bollo, se los sacó y me los metió en la boca…

Eso es para que se impregne mí sabor en tú paladar.

Se sonreía, repitió el acto cuatro o cinco veces.

  • Te gustó el otro día que te mamara el culito

  • Sí... muchísimo le dije medio apenado (por los conflictos de prejuicios que eso conllevaba)

  • Viste que rico, los hombres por complejos y machismos no se dejan tocar ahí… Deja que tengas novia, vas a ser un experto en la materia del sexo y la singadera... ¡Vas a ver!

  • Oye y hablando como los locos, Leticia me comentó... Muy entusiasmada, por cierto. “¡Cary viste que clase de pingona tiene Rey!”, yo me hice la desentendida, pero se te fue un poco la cordura antenoche le disté buen jamón visual.

  • ¿Quieres singártela? (coger, hacer el sexo) Ella esta puesta para Osmani que es mayor que ella, pero sí tú quieres la convenzo para que te de una rica singa, pero fíjate tiene que ser aquí y yo mirándolos.

  • ¡Esa idea me encanta!

Como a los tres días a Manolito (el marido de mi prima Cary) lo enviaron para un curso en la Capital. El sábado Cary llamó a Leticia y casi que la convenció, Cary fue a mi casa y habló con mi abuela para que yo me quedara en su casa porque Manolito se había ido para el curso y estaba sola, mi abuela aceptó, era al frente de la casa, no había problema, lo mismo hizo con Mirella la hermana de Manolito y así Leticia y yo nos fuimos para casa de Cary. En la noche Cary sacó una botella de vino casero y comenzamos a darnos unos traguitos, de pronto mi prima me dijo.

  • Vamos a jugar a la caja de fósforos

  • ¿Qué es eso? (Preguntamos).

  • Bueno miren... Ponemos la caja de fósforos al borde de la mesita y con el dedo pulgar le damos un toque por debajo y sí cae parada vertical, el que la tiró pide que los demás se quiten una prenda de ropa

  • ¡Dale, dale!, empiezo yo

Dice Leticia que ya estaba medio acalorada con el vino. Cary fue y se cercioró que todo estaba bien cerrado, nos sentamos en el comedor y comenzamos a jugar, a la primera que le cayó fue a Cary, que sin duda ya lo había practicado muchísimo, la muy morbosa...jijiji.

  • Bueeeeno, quítense la parte de arriba

Leticia sin pensarlo medio segundo, Fuaaa, se quitó la camiseta y sus tetas quedaron bailando ya que no traía ajustadores (sostén), tetas gordas y paradas con areolas medianas y puntas boluditas.

Yo me quite el pullover.

  • Miraaaaa Cary como tiene pelossss.

Comenta Leticia, asombrada y ansiosa.

Vuelve Cary y le cae en posición vertical nuevamente…

  • Ya saben, ahora la de abajo.

Lety traía un blumito cortico, malva y transparente, toda la pendejera se le veía.

Yo me quede en tacasillos (tipo de bóxer de época)

Y por supuesto la pinga bien parada, ninguna de las dos quitaba la vista de ahí...

Y así seguimos hasta quedarnos encueros los tres…

  • ¿Y ahora?

Pregunta Lety.

  • Bueno, ahora… ¡¡¡Castigos sexuales!!!

Responde Cary...

¡Dale dale!

Muy emocionada dice leticia

Tiro yo y me cae parada.

  • ¿Qué les pido? ¿Qué castigo?

  • El que tú quieras

  • Bueno. Dense un beso en la boca.

Asintieron y comenzaron a besarse muy efusivamente.

Lo había escuchado, pero jamás me hubiera imaginado esa experiencia lésbica.

  • Que RICOOO, ÑOOO.

Pararon y tiro Lety, pum, ganó por fin.

Rey, pásale la lengua por el bollo a mi tía... ¡¡¡Muchas veces!!!

Cary se acostó en el sofá y abrió sus piernas. Primera vez que veía ese bollón abierto (bembos gordos (labios mayores), Perilla (clítoris) sobresaliente y un líquido viscoso blanco chorreando por el hueco hacia el culo.

Lo probé y me gustó, empecé a hacer con la lengua el recorrido de líquido y llegué al culo, empecé a introducir mi lengua en el culo y Cary a jadear intensamente...

Mire de reojo a Leticia y tenía tres dedos metidos en su bollón, sin quitar la vista del de Cary.

  • ¡¡¡Rey déjame probar a mí!!!

Sin darme tiempo empezó a chuparle el bollo (con arrebato) a Cary, está a su vez le empujaba la cabeza contra él.

  • Mima deja qué Rey te la meta, anda…

  • Siiiii, dale, Pipo.

Dijo Lety Balbuceando y con toda la cara embarrada, me puse detrás y se la Afinqué en su culito.

  • ¡Ay!... ¡Ay!... ¡Uyuy!.. COJONES nooooo, me duele.

  • Aguanta, que a mí me pasó lo mismo la primera vez.

  • Rey mámaselo un poquito primero y ve abriéndoselo con los dedos.

Se lo empecé a mamar y cada vez que le metía la lengua lo empujaba contra ella y así hasta que le volví a presentar la pinga, le di dos o tres metidas a su bollo, (comenzó a gozar y se la metí completa en su culo, comenzó a moverse en círculos y gemir bien duro.

  • Asiii Rey desfóndale ese culito primerizo... Daaaaale duró cojooooones, dale dale… Daaale papi, dale pa'que chille bien duro y rico... Dale mi niño... Rómpeselo

Y las dos chillaban ricoooo…

  • Hay que ricoooo, coge putaaaaa, Ahhhh, ¡¡¡me vengooooo!!! Shiiiiiiiiissss...

El chorro de Cary en la boca de Leticia…

  • Cojoooooones...

  • Que ricuraaaa nenaaa, coge, coge, abre, abre esa boca rica... dale mi puta... así... así mí hembra... putaaaa… traga... puta, traga… no, no, espera... échaselo a Rey en la boca.

Me la echó, sabia un poquito a mea’o, No me había podido venir aún.

  • ven acuéstate y levanta las piernas, te va a encantar

Me decía Cary.  Lo hice, y le dijo a Leticia…

  • ¡Ven Lety para que experimentes algo rico!

  • Escúpele el culo, Metete el dedo, primero mójalo bien en tu bollo... Ahora méteselo suavecito en el culo.

Leticia me miró con asombro y yo asentí con la cabeza…

  • Lety coge la pinga con la otra mano y mámasela a la vez_

Cary fué y busco el mortero de madera de las especias y comenzó a metérselo a Lety en su bollón…

  • Que rico y empapado lo tienes, nenaaa

  • Ahhhh, (con mi pinga en su boca) ahhaa, Siiii, que ricoooo tía, sigue, sigue… Y tú macho, lléname la boca de leche, daaaale, daaale, cojooones que riiiiicooo tiaaaa, me vengo, mmmmeee vengo, dale, tía, mas duroooo…

  • Ahhhh cogeeee rico, cógela.

Le llené la boca de leche y ella con unos ESPASMOS ABISMALES...

  • cogeeee tïa, coge, cogelaaaa putaaaaa….ahhhhhhhh, que ricoooooooo.

Se viró y la mezcla de saliva y de leche que tenía en la boca se vio y se la escupió en la cara a Cary, pasándole lenguetazos frenéticamente.

  • Caballero. Esto no lo puede saber nadie, nadie...Si queremos seguir ¡¡¡¡GOZANDONOS!!!!¡¿OK!?

Nos dice Cary.

Continuará........                          _reiroro670127@gmail.com_