Mi prefecto vergudo
Relato como me la pasaba muy bién con mi prefecto.
Ok. pués comenzaré. Es mi primer relato, por lo tanto, me describiré físicamente. Soy una chica alta, piel blanquísima, ojos verdes, delgada, piernas torneadas y largas, dicen por ahí que senos enormes al igual que mi culo, y claro, me encanta cojer.
Les contaré que en la secundaria era una chica muy deshinibida, vestía faldas muy cortas, me masturbaba cada vez que podía en los baños del colegio y me encantaba conocer a chicos guapísimos para después cojermelos, pero no contaba que un día de esos, iba a encontrar a un hombre muy atractivo en el ambito sexual. Él era mi prefecto. Era un tipo alto, piel blanca, ojos grandes muy oscuros, labios muy sensuales, un trasero enorme [quizás es que por eso todas estaban enamoradas de él] y un bulto que se veía, era muy grande, pués con el pantalón se traspasaba muchísimo.
Más de una alumna del colegio había tenido una fantasía con él. Siempre lo ví sexualmente muy activo, pués era jóven, además más de una maestra moría porque se la cojiera, y muchas veces lo ví besándose con chicas, que suponía yo, eran sus novias. Fué pasando el tiempo y el ya era mi amigo, platicábamos de todo y nada, en horas libres me la pasaba con él y al parecer no le molestaba que estuviera con él, al contrario, parecía exitarse.
Pasaba el tiempo y al parecer comenzaba a gustarle, y cada vez yo le contaba de lo bien que me la pasaba con mis novios, y el tenía unas gloriosas erecciones, al menos así se notaba por encima del pantalón y yo sólo sonreía de una manera muy pícara, que parecía exitarle más.
Cierto día yo estaba deshecha, pués mi novio de ese entonces me había dejado, y fuí a contarselo a él, pués era casi mi único amigo, pués las demás chicas del colegio no me hablaban porqué estaban "celosas" de que yo podía tener conversaciones prolongadas con él y ellas no.
Ese día, según él, me consoló por largo tiempo, pero mientras me abrazaba, yo sentía que quería tocarme el culo, algo que jamás sucedió, pués estabamos en la secundaria y era muy peligroso dejar que hiciera eso ahí.
Un día, estábamos en la clase de deportes, y por esa razón, las chicas usábamos shorts muy cortos y blusas muy pegadas, él me dijo uno que otro piropo, pués entre yo y él había mucha confianza y no me molestaba que lo hiciese, al contrario, me excitaba y hacía que me mojase encíma de mi tanga.
Después de terminar la clase, él me llamó, según esto para hablar conmigo de unos problemas que habían ocurrido entre yo y otras chicas, pero no era así, cuándo llegé a dónde él estaba, me dijo en el oído:
R: "Shhh, no hagas ruido. Ven. vamos a pasarla bién..." y me guiñó un ojo.
Después me llevó a él baño de profesores, pués siempre estaba solo. Al llegar me besó de una manera muy sexy, introducía su lengua en lo más profundo de mi gargante y me tocaba por todas partes, yo me sentía muy excitada, y al parecer, él también, pués tenía una notable erección.
Después me comenzó a desvertir y me decía palabras muy dulces, quizá para relajarme un poco. Seguía besandome, pero esta vez mucho más sensual, recorría mi cuello, mis hombros, mi espalda, y besaba mis pezones, que para este entonces, ya estaban muy duros por la excitación. Después me dijo que lo "ayudara" a desvestirse y así lo hize. Primero saqué su camisa, tenía un abdomen plano y muy marcado, después prosegí con el pantalón y después con el bóxer, al quitarlo saltó su pene, y ahí lo comprobé, era enorme, medía alrededor de 24 cm.
Me siguió besando los pezones, pero ésta vez bajó hasta mi estómago y jugueteó con mi ombligo, y yo solo gemía. Después siguió pasando su lengua por mi cuerpo, hasta llegar a mi "monte de venus" y después a mi vagína. Estuvo un rato jugando con mi clítoris haciéndome gemir y gritar, pero cuidando no ser escuchados. Me mordisqueaba el clítoris mientras jugaba con mis pezones. Mientras él hacía esto yo me dedicaba a masturbarle su enorme falo, y con mi pequeña manolo acaricibia.
Después el comenzó a excitarse más y yo le decía:
C: "Cógeme !!! ... soy toda tuya... haz conmigo el kamasutra completo...
Y acto seguido, el me hizo sentarme en los lavaderos, con la piernas muy abiertas y metió su enorme pene, era riquísimo sentir esa cosa tan enorme dentro de mí. Yo me movía mucho para obtener mayor placer y así llegar rápido a un orgasmo o algo por el estilo, pués no quería ser descubierta. Después de esto, lo llevé a una taza de baño y lo senté con su pene bien parado y me senté encíma de él y lo comenzé a cabalgar de una manera que jamás había hecho. Estuvimos cojiendo por muchísimo rato. Me puso en cuatro patas y comenzó a penetrarme, aunque fuera por la vagina yo estava felíz y al parecer el también. Después el me dijo que iba a correrse y me puso enfrente de él y tiró todo su líquido encíma de mí y yo no desperdicié ninguna gota, lamí su falo y sus testículos para no dejar ningún rastro. Cuándo terminamos me dijo que era la nena más linda y cachonda que jamás había conocido y me beso de nuevo. Salímos del baño procurando no ser vistos por nadie y desde ahí comenzó nuestra materia preferia, pués no desperdiciabamos ningún momento juntos, pués cogiamos cuantas veces queríamos, unas veces en el colegio, otras en su casa y otras en su coche. Después salí de la secundaria y nuestros encuentros fuerón más cachondos y con mayor frecuencia.
Espero les haya gustado mi relato, y recuerden que soy primeriza en estas cosas.