Mi pintor- segunda parte

El y yo habíamos quedado en vernos pronto, a lo que tome todos mis ahorros y me fui de turista a su pais. Anhelaba verlo, creo que me estaba enamorando...

El lugar donde estaba recostada era muy cómodo, se sentía un calor delicioso, aun estaba con los ojos cerrados. Estaba en el aire y ligera, no sabía si era un sueño o era esa realidad de la que nadie le gustaría escapar; sentí la obligación de abrir los ojos, y me encontré acunada en el pecho de Marco. El no era una máquina de hombre con bíceps y tríceps formados, ni abdomen con cuadritos, ni una espalda enorme, más bien era flaco, fuerte, y alto; este tipo de hombres me enamoraban, era de tez blanca casi como el papel, tenía una barba de 2 días y su pelo negro azabache se veía mas brillante con la luz del sol.

Antes de venir, el me había dicho que tomaría vacaciones para pasarla conmigo, a lo que no me queje, agrego que sería mi guía turística pero con una condición: tenía que pagarle con favores sexuales y el cobraba por día, tramposo él, pero no me molestaba para nada la idea.

Mientras lo veía dormido encontraba la paz es su rostro, pero a la vez encontré el paso de los años en su piel, Marco me llevaba unos 9 años, aunque no me importaba para nada, la verdad es que el es un niño grande, y a la vez me tropecé con la sombra de la soledad, todos los tiempo que había pasado solo sin nadie que lo quisiera.

Le acaricie lentamente el pecho, vi el tatuaje que tenía en el antebrazo izquierdo y recordé como comenzó todo.

Era una mañana de verano, unas de esas malditas mañanas que solo hacia un pendejo calor que asaba a cualquiera, es la mala suerte de vivir en uno de esos países del trópico, lo bueno eran las hermosas playas pero la otra desventaja era que todas las personas que trabajan (como yo) no podían ir a la playa todos los fin de semanas. Trabaja en una revista, era encargada de la sección de cultura, farándula y todo lo que tiene que ver con el medio artístico (que no era aburrida por cierto).

Ese lunes llegaba un poco tarde, la calle estaba como el infierno, casi corría para llegar a la oficina, no quería que la editora en jefe me viera, pero a sorpresa mía Patricia, mi secretaria me veía con cara de preocupación, ya me sabía como venia la cosa, vi a Natalia sentada en uno de los sillones de mi escritorio.

-Buenos días Natalia! Como te amanece el día?- dije sentándome en mi silla y quitándome el chaleco. -Joder la calle esta como el mismo infierno, paso algo? Tienes cara de amargada-

-Me amanece con el sol afuera y con un desgraciado calor, quiero que llegue invierno, aunque en este paisito hay 11 meses de calor y 1 de frio "que no es frio". Cambiando el tema, tienes que ir esta tarde al museo de arte moderno, quiero que entrevistes a este jevo... A ver como se llama... Ah sí! Marco Valez, y el artículo lo quiero mañana a las 2 pm-

-Tu puta vida Natalia- teníamos la suficiente confianza para hablarnos así- como rayos tu quieres que te de ese artículo de mierda para mañana y a las 2pm, que crees que soy una máquina de escribir, a ti te apesta la vida-

-Es que Antonela no quiere encargarse y tú que eres más linda lo harás-

-Maldita Natalia, yo espero que me pagues muy bien este mes, desgraciada-

-Te amo! Cuento contigo- se paró de la silla, me tiro un beso y se fue.

Por cosas como estas es que se matan a las amigas, total, era mi trabajo y solo por este artículo fuera de lo común me pagaban un buen billete. Se dieron las 5pm, y salí más rápido que una bala para mi apartamento a cambiarme, la exposición era a las 7pm, así que me daba un poco de tiempo. Me puse un vestido rojo de cóctel, sencillo pero elegante, zapatos altos y mi pintalabios escarlata que tanto adoraba.

Ya en el museo comencé a sofocarme por toda la gente aglomerada alrededor de Marco Valez, ya estaba cansada de esperar a que bajara la ola de personas, pero a suerte mía, Pablo uno de mis amigos del alma me iba ayudar a que pueda hablar con el tipo ese mas fácil.

No había podido ver el susodicho, pero cuando Pablo lo escolto hacia mi casi se me cae la boca. Sentí que mojaba mis bragas, el era apetecible.

-Julieta te presento a Marco- le pase la mano, pero él la agarro, me tiro hacia él y me planto dos besos en las mejillas.

-Hola Julieta, tu nombre es hermoso-

-La verdad que eres un ligón Marquito- comento Pablo- bueno me voy a ver esa nena de aquel lado- me pico el ojo y se fue.

-Bueno Juli (si no te importa que te diga así), me dijo Pablo que me quieres hacer una entrevista, pero solo con una condición, te invitare una de las copas que están regalando jajajajaja o si no... No te respondo nada jajajajajjaja-

-Y tu poniendome condiciones? Pero vale! No te preocupes-

Llamo al mozo que estaba con la bandeja y tomo 4 copas de champán.

Me quede sorprendida.

-Mínimo vas a emborracharme- no era muy dada al beber.

-jajajajajaja ese es el punto-

Me dio una, y el bebió un sorbo de otra, las que sobraron las puso en la mesa.

-Dale! Comienza.

-¿qué te inspiró a pintar esa obra?

-Pues una mulata como tu jajajajaj-

-se vez que eres un ligón certificado, jajajajajaja- me estaba gustando sus ojos y la manera en cómo me sonreía, era tan sensual.

Entre preguntas y copas, nos pegamos, y paso.... Paso ese momento en el que todo lo que hay alrededor tuyo no existe,  que estas en una burbuja de cristal y nadie te puede molestar. Estábamos tan compenetrados que perdí la noción del tiempo.

Me miro, he hizo que me perdiera, esos ojos oscuros, fue empujándome hacia él hasta que nuestros cuerpos terminaron pegados, para luego tomarme de la barbilla y poner mi cabeza para atrás, toco sus labios con los míos, puso su mano en mi nuca, comenzó a entrelazar sus dedos con mi pelo, y con la otra me atrajo hacia él para pegarse más a mí. Estaba excitada, comencé a mojar. Quería todo de él. Me abrazo, abrió mas su boca y metió su lengua, jugó muy delicadamente con la mía, parecía un vals de dos cuerpos que querían tomar el control.

Tenía los ojos cerrados, se separo de mi, se río, los abrí sorprendida, el había matado mi burbuja de felicidad, que descarado, pero al verlo encontré una mirada llena de dulzura mezclada con ternura y pasión.

-Eres bella Julieta, tus labios son suaves- froto si dedo índice en mi boca- y besas como una diosa, creo que serás mi próxima musa, jajajajajajaja-

-Payaso! Jajajajajaja-  el siempre se reía, pero llego algo a mi mente. Sera correcto preguntarle eso? pensara que soy una rápida- Dónde te estás hospedando?-

-Creo que se llama El Quintana, a la verdad no tengo la menor idea, de eso sabe Pablo-

-Si comprendo, excusa que te proponga lo siguiente, pero... No te gustaría irte de aquí?-

-Si! Creo que me leíste la mente, pero quiero ir a tu casa-

Me sorprendió bastante, pero trate de disimular, subimos a mi coche, y nos fuimos del museo. En cada semáforo me besaba, en uno de ellos nos tocaron la bocina, la fila ya había avanzado. Se la pasó jugando con mi pelo, mis piernas y de rato en rato metía su mano debajo del vestido y me palpaba la conchita.

Estaba nerviosa, a cada segundo le decía:

-No me toques tanto, perderé los estribos y si me desconcentro chocaremos jajajaja, y no quiero tener que justificar tu muerte como: mujer que no controla su excitación mato a su copiloto-

Llegamos a mi edificio, me puse más nerviosa, subimos las escaleras, estábamos al frente de mi apartamento, mas nervios, no podía abrir la puerta, me temblaban las manos, me las agarro.

-Tranquila bebe- Me beso el cuello, abrió la puerta y me empujo ligeramente hacia mi casa.

Todo estaba oscuro, y por instinto iba a encender la luz, pero me agarro la mano, muy suavecito se pego a mi oreja y susurro -no- estaba excitada, me sentía sensual. Todo el tiempo estaba detrás de mi, solté el bolso de mano, comenzó a besarme la mejilla, siguió hasta mi oreja, mordisqueo mi lóbulo, rozo su lengua por esta, bajo despacito por mi cuello, sin prisa, mientras saboreaba todo, yo me volvía cada vez más loca del placer.

Sus manos recorrían mi cuerpo, mis muslos, mi culo, estaba suplicando dentro de mí que tocara mi sexo, pero solo lo rozo.

Bajo la bragueta de mi vestido, este se deslizó, y comenzó a jugar conmigo. Me recostó en el sillón, se subió a este, y comenzó a besarme, fue muy apasionado, metía y jugaba con mi lengua y la succionaba, mordía mis labios, bajo por mi cuello, paso a mis senos, y con una habilidad extrema desabrocho mi sostén.

Beso mis pezones uno a uno, movió su lengua alrededor de ellos, se los metió a la boca, y comenzó a chuparlos. Estaba volviéndome loca, que delicia.

Lo pare en seco, lo empuje para el otro lado, lo mire, trate de mirar lo más sensual posible, pero por mas intento que se haga a veces no se sabe cómo reaccionará tu cara.

-jajajajajaja- se burló de algo que hirió mi orgullo.

-de que te ríes- todo el acto se paró de repente.

-De tu carita, te ves sensual, coqueta, pero a la vez chistosa- Me dio un beso para que tomara valor y siguiera.

Me encanto lo que dijo, así que  quite su camisa, estaba deseando ver su cuerpo. Pase mi boca por todo su pecho, tenía la necesidad de tenerlo todo para mi, encontré en ese momento que el color de su piel era hermosa debido a las luces de la ciudad que se colaban por mi ventana.

Lo toque, lo sobe, y baje a sus tetillas, las chupe, le encantaba, estaba que ardía. Mientras las besaba, desabotone su correa para luego abrir su jean, baje la bragueta, y saque su miembro, estaba enorme, duro como una piedra. Comencé a masturbarlo de a poco, mientras chupaba sus tetillas. Use mi lengua para bajar hacia su pene erecto, y de momento se encendió la bombilla de mi creatividad, subí a su boca, y me acorde que tenía una bufanda tirada por ahí, le tape los ojos.

-Mmmm eres de las nenas que juegan mucho, pero no me violes vale jajajajajajajajajajajaja-

-Tranquilo cielo, eres demasiado lindo para eso, y yo demasiado buena- le di un beso -no te desanimes- Salí corriendo más rápido que un corredor, se me olvidaba lo rico que se sentía el aire alrededor de mis pechos, fui a la nevera, la abrí, aunque me molesto bastante la luz que procedía de esta  encontré lo deseaba.

Me dirigí al sofá y antes de subirme en sus piernas me quite las bragas, estaba mojadita, baje a sus zapatos, los quite, tire de su pantalón y calzones,  y les sugerí que tomaran una siesta.

Que alivio sentí cuando vi su miembro parado como antes, vertí sirope de chocolate en el, se estremeció.

-uyy que es esto-

-cállate y disfruta-

Lamí todo el sirope, metí su verga en mi boda, me la comí todo, la chupe al paso, chico, envolvía mi lengua alrededor de su pene, apreté un poco mi boca y chupe mas, dure un rato, escuchaba sus ricos gemidos.

Deje su polla y me fui a sus bolas, me las comí, estaban ricas con todo el chocolate encima, ya se iba a venir, fui a su pene y seguí comiéndolo, hasta que se vino.

Se quito la bufanda para ver cómo me bebía toda su leche.

-Eres una gran chupadora jajajajaja- me besó-

Volví de mi ensoñación cuando Marco se despertó.

-Hola mi musa querida-

-Hola mi pintor apuesto, como amaneciste?-

-Excelente, pensé que era un sueño que estuvieras aquí conmigo-

-Ay tan bello- me burle- no es un sueño-

-Lo sé amor, quieres desayunar? La verdad será un día agitado o eso creo- me pico el ojo

-vale, algo rico-

Se paró de la cama y se fue.

Iba a volver a mi recuerdo que ya estaba provocando que me mojara y desde lejos grito:

-y este chupón, tramposa! Quedamos en que no lo haríamos-

  • que tu no me lo harías a mí, tu dijiste no te importaba, jajajajajajaajaja, perdón-

Se escuchaban sus paso, venia a la habitación, estaba muerta de risa.

Se tiro a la cama, me iba a dejar uno a mí, forcejeó conmigo y me dio un beso en el cuello, después en la boca, y se estaban subiendo de tono, lo empuje delicadamente

-ve a cocinar, tengo hambre, jajajajaja-

-chica mata pasiones-

Cuando me dejo, volví a mi recuerdo.

A ver donde estaba... ah sí!

Me calenté mas, estaba cachonda, y me subí a  su verga, lo folle, con toda la delicadeza que se me pegaba la gana, lo sentía, el me besaba toda, los senos, la boca, el cuello.

Con su mano frotaba mi clítoris, hasta que estalle en un maravilloso orgasmo.

Pero no me iba a dejar descansar, me paro e hizo que me pusiera a gata, se poso por atrás, me toco los senos y metió lentamente su pene en mi conchita, fue rico, me follo de una manera increíble, toco lugares que hacían que aumentara mi excitación a mil, me corrí, y al poco tiempo se corrió el, cuando su leche me lleno volvió el segundo orgasmo y colapsamos.

Estábamos tirados en la alfombra, sudados y jadeando.

Me regalo un beso, nos quedamos ahí hasta acompasar nuestra respiración.

-Tengo hambre- comento el de forma chistosa.

-jajajaja yo igual que quieres comer?-

-Mmm lo que tengas! A ver tienes huevos?- Me quede pensativa. -ven vamos a ver- se paro y me ayudo a incorporarme.

Llegamos a la cocina, ubique los huevos, un recipiente y me agache para buscar la sartén en uno de los gabinetes.

-Mmm, que culito tan rico- Metió un dejo en mi vagina, me asuste un poco, siguió moviéndolo y baile al ritmo de su dedo con mi cadera...

-Julieta, amor, ven a comer!-

Marco me despertó de mi sueño, si me hubiera dejado mas... Me pare y me fui a desayunar.