Mi pintor- Primera parte

El y yo habíamos quedado en vernos pronto, a lo que tome todos mis ahorros y me fui de turista a su pais. Anhelaba verlo, creo que me estaba enamorando...

Estaba volviéndome loca gracias a la vieja parlanchina de al lado, para mi ella almorzó culo de perico, yo simplemente ponía mis hermosos audífonos morados en mis orejitas con la música a todo. Hasta que de una por todas mi Ipod decidió descargarse, dejándome a la intemperie con la vieja esta. No sé cuanto duraba el vuelo solo quería llegar y verlo.

Cuando por fin salgo de aduana, y choco con esta sonrisa cálida  que esta a un metro de mí, la que nunca olvidaré... la de Marcos, siento que vi el cielo.

Después de un paquete de abrazos y besos en todos los lados, subimos a su coche, directo a su casa, la verdad estaba cansada, el lo sabía.

Su apartamento no era grande, pero tampoco pequeño, me invito a que organizara mis cosas en su habitación y me acomodara.

Le grite que me bañaría, a lo que el me respondió que cocinaría algo para los dos. El agua me relajo bastante; y al poco rato en el aire se impregnó un olor exquisito, no pude evitar acelerar el paso e ir a comer con él.

El muy buen desgraciado andaba sin camisa, quería comer algo más que la comida; aunque no negué que cocinaba como un chef.

Después de reírnos y tirarnos miradas calientes durante la cena, me comenta:

-Por cierto termine el cuadro que estaba pintando, quieres verlo?

-Claro- Asentí

Caminamos hacia la segunda habitación de su departamento. La pintura era hermosa, tenía una esencia sensual, me la quede mirando un buen rato, y sabia que algo iba a pasar, el estaba muy callado. Y de la nada comenzó a caminar hacia mí, se pego a mi cuerpo, comenzó acariciarme los hombros, a deslizar sus manos por mis brazos, para luego entrelazar sus manos con los míos y tocar mi pecho, mientras me besaba la espalda, la nuca y el cuello.

El sabía que mi punto débil era cuello, adoraba esa zona, mientras lo besaba, acariciaba con sus manos mi barriga por encima de la blusa, me estaba volviendo ligeramente loca. Quería besar su boca e hice ademán del voltearme pero solo me dijo dulcemente al oído:

-no te voltees, tienes prohibido tocarme y verme hasta que te diga-

Esas palabras me excitaron mas, así que comenzó a jugar, entro la mano por mi blusa y me acarició muy despacio, era suave como la pluma, estaba gimiendo, me desabotono esa prenda que hacía que no me viera, y me dejo en bra; mientras su boca jugaba con mi cuello, comenzaba a mojar. El no me había prohibido que no hablara pero sentía que era parte del juego, solo gemía, quito mi sujetador, y comenzó a jugar con mis pezones, estaban duros, el me tocaba delicado pero con una delicia extrema. Comencé a gemir como loca, así que bajo sus manos largas hacia mi conchita, y la palpo, estaba húmeda, caliente, lo quería a él.

-abre tus piernitas bebe- me susurro al oído.

Jugo con mi rayita, y poco a poco entro su dedo, jugó con mi clítoris, y yo solo gemía, que delicia, comenzaba a mojarme más, mientras el cambiaba de lugar en mi cuello, la otra mano acariciaba mi culo; que bien sabia usar Marcos sus manos.

Metió dos dedos, solté un gemido, las piernas me estaban flaqueando, solo por el hecho de tenerlo a él, ese cuerpo, esas manos, esa boca, solo de pensarlo, me volvía loca. Tenía los ojos cerrado, y me dijo:

-no abras los ojos, si lo haces dejo de tocarte- toco mis senos, sentí que me puso de frente a el y chupo mis tetas, mientras los dedos que tenia adentro comenzó a moverse, estaba jadeando, mojaba cada vez más, gritaba sutilmente, quería mas, el lo sabía, entro otro dedo; esta vez fue un poco más rápido, gemía como loca, estaba perdiendo la respiración, pero el comenzó a besarme.

-te vez hermosa cuando gimes, me excitas- otro beso, este fue más apasionado, aumento la velocidad con su dedo, que delicia, ya casi llego al orgasmo. Movía sus dedos como si fueran pinceles sobre el lienzo. Me beso, jugó con mi lengua y el orgasmo llego enseguida, gemía y me retorcía de placer mientras el me besaba, y no podía agarrarlo, quería abrazarlo

-Me puedes toca, pero no abras los ojos- eso desato hizo que me pusiera más caliente y llego otro orgasmo, lo apretaba contra mí, enredaba su pelo, lo besaba con malicia, y pero acelero tus dedos en mi vagina, solto mi boca y la poso en mi cuello y el siguiente orgasmo no duro nada en llegar.

-ahhhhhh, ahhhhhh, ahhhhhh que rico, ufff, que delicia-

No sé cómo, pero casi terminando, me acorralo en la pared, subió mi pierna derecha y me entro su verga.

-uyy uyyy, ayy sigue,  dame con tu verga papito-

Fue muy delicado al entrarla, pero luego se movió con rapidez, me la clavo hasta el fondo, comenzó a moverse, se pego a mí casi aplastándome, me beso y se corrió. Sentía su leche caliente llenándome completa:

-cabálgame amor- sin pensarlo dos veces, me alzo del suelo y se recostó en un sillón azul de terciopelo.

Lo monte como si fuera un toro mecánico en nivel 1, sintiéndolo, con una velocidad muy mínima, pero con un poco de rudeza, lo comencé a besar, y a moverme más rápido. Pero el tomo su dedo y acaricio mi clítoris

-buff, joder que rico ese dedito- El se reía.

-Es que tu cara de excitada me mata, me vuelve loco...- lo calle con un beso apasionado, jugaba con su lengua, la solté y bese su barbilla, pase la punta de mi lengua, y recorrí su mandíbula hasta su cuello, lo chupe y le deje una marca, y jugué con su lóbulo.

Comencé a moverme más rápido mientras lo cabalgaba y apretaba cada vez mas, dirigió su dedo a mi ojete del culito y lo metió al paso, eso me puso a mil, y lo cabalgue mas rápido, ya se estaba por correr y yo también, apreté mas, metió mas profundo su dedo en mi culo y su otro en mi clítoris, nos corrimos juntos.

Nos tumbamos juntos en el sofá, estábamos empapados de sudor, el acariciaba mi espalda, y yo estaba conciliando el sueño, solo escuche decir

-Te quiero, descansa mañana será un largo dia de paseo.

-Yo tambi….-