Mi pícara nuera 6
Nuria rompe la relación con su suegro, pero no puede apartar de su mente la idea de que éste folle su culo.
Como el final de la serie de relatos “ Mi picara nuera ” no gustó a alguno de los lectores, he decidió retirar el último capítulo y cambiarlo por éste, de esta forma lo dejo abierto a una posible continuación, espero que ahora si sea de vuestro gusto.
Retomando donde había acabado “ Mi picara nuera5 ”, Nuria y Javier regresaban de las dunas después de la sesión de sexo con los dos hombres, mientras caminaban, él solo tenía en mente el deseo de follar el culo de su nuera, ese precioso y virginal culo que le volvía loco desde hacía tiempo.
Ella, sin embargo, pensaba en lo que acababa de hacer, había mantenido sexo con dos desconocidos, dos hombres de los que no sabía nada y que habían penetrado su boca y su vagina y a los que había permitido correrse en su interior en presencia de su suegro, y éste no había dicho ni hecho nada para impedirlo, al contrario, había sido un espectador privilegiado y ella una actriz porno interpretando el papel que su suegro había marcado.
Sin darse cuenta, en sus ojos aparecieron algunas lágrimas, eso no era lo que ella quería, no podía negar que había disfrutado mucho al sentir como era penetrada hasta lo más profundo de su sexo, tampoco que se había excitado en extremo cuando follaban su boca, pero sobre todo recordaba la sensación de recibir la corrida en su boca. –Joder ¡No puede ser! Esa no soy yo, lo que he hecho no tiene nombre-.
Enfrascada en sus pensamientos seguía caminando y pensando en todo ello. -¿Por qué Javier no ha querido follarme después? Seguro que piensa que soy realmente una puta y le doy asco, no sé cómo voy a poder mirarle a la cara.- Su cabeza no paraba de dar vueltas y vueltas sin saber qué hacer, se avergonzaba de lo que había hecho y de repente se dio cuenta que lo mejor era dejar la relación con su suegro. -Si, cuando llegue al Hotel se lo diré, mañana regresamos a casa y tendremos que dejar de vernos.- Lo sentía mucho porque perdía su amistad y la ayuda que la prestaba cuando recogía al niño para que ella pudiera ir al Gym, pero lo que más sentía era perder esas noches de los viernes, esas que tanto esperaba durante toda la semana.
Javier notaba que su nuera caminaba en silencio y no le abrazaba, era extraño, esperaba que el regreso al hotel fuera más tierno, esperaba hablar de lo que acaba de ocurrir, de lo mucho que ella había disfrutado y de lo que podrían hacer a partir de ahora, pero en lugar de eso estaba distante.
Al llegar a la habitación, ella entró directamente en el baño y se duchó, al salir, él intentó abrazarla pero ella se separó.
JAVIER.- ¿Qué te ocurre? Te noto extraña.
NURIA.- Si, creo que hemos ido más allá de lo debido y debemos parar, si no te importa, mañana cuando lleguemos a casa dejaremos de vernos.
JAVIER.- ¿Quieres decir para siempre? ¿No volver a vernos nunca?
NURIA.- Si, creo que es lo mejor.
JAVIER.- Tampoco podré ir a recoger a mi nieto y llevarle a tu casa.
NURIA.- No, es mejor que no, prefiero que no nos veamos más.
A Javier se le cayó el mundo encima, ahora perdía todo aquello que más quería, su nieto y su nuera, sobre todo ella, esa mujer a la que tanto deseaba, iba a perder esas noches que tanta ilusión le producían, ver a su nuera en ropa interior, hacer fotos, grabar videos de su sexo y acariciar su cuerpo, pero estaba claro que no había solución.
JAVIER.- Si eso es lo que quieres, de acuerdo.
NURIA.- Para mí no es nada fácil tampoco, pero te agradezco que aceptes así mi petición. Ahora si quieres podemos hacer lo que tú querías, lo que me dijiste en las dunas.
Javier la miraba sorprendido, estaba cortando la relación con él y al mismo tiempo le decía que podía follar su culo. Porque tenía que ser eso a lo que se refería, no podía ser otra cosa, en todo caso, quería que se lo dijera claramente.
JAVIER.- ¿A qué te refieres?
NURIA.- Joder Javier, a lo que querías hacer conmigo al llegar al hotel.
JAVIER.- No te entiendo.
NURIA.- Ufff. Que difícil me lo pones. ¿No querías ser el primer hombre en tener sexo anal conmigo?
JAVIER.- Si, pero eso era antes, ahora has dejado claro que no quieres tener nada conmigo, mejor lo dejamos.
Nuria no podía creerlo, estaba ofreciéndole su culo virgen y lo estaba rechazando, tenía la esperanza de probar el sexo anal antes de separar sus caminos, quería saber lo que se sentía al ser penetrada por detrás, pero él parecía no estar de acuerdo, iba a negarla esa última experiencia, ahora tenía claro que su suegro había perdido el interés por ella y por eso había dejado que se acostase con otros dos hombres.
El siguiente día fue bastante desagradable para ambos, hacer las maletas, viajar en avión y despedirse en el portal de su casa apenas sin palabras.
Transcurridos tres meses Nuria no había vuelto a ver a su suegro, había sido una decisión dura pero creía que era lo mejor para ella. Durante este tiempo había tenido que dejar el Gym y no tenía vida social, ya que el trabajo y su hijo acaparaban todas las horas del día, la ayuda de su suegro recogiendo al niño había sido algo muy importante para ella, pero ahora era algo que no tenía.
Lo único que había cambiado con respecto a la vida que llevaba antes de estar con su suegro era su forma de vestir, ahora se atrevía a ir de forma más provocativa, no la importaba llevar ropa ajustada o escotes pronunciados, aunque solo disfrutaba de esto en sus trayectos de casa al trabajo, que era cuando notaba la mirada de los hombres, pero se conformaba con eso, bueno, con eso y con recibir más atenciones de su jefe, en los últimos días éste la dirigía miradas insinuantes, e incluso en alguna ocasión forzaba alguna situación para rozarla o se acercaba a ella mientras estaba sentada y miraba descaradamente su escote.
Un viernes, cuando iba a marcharse, su jefe la pidió que se quedase para acabar un documento, cuando terminó ya no quedaba nadie en la oficina, entonces vio como él se aproximaba y ponía la mano en su hombro, ella intentó esquivarlo pero él insistió, Nuria no quiso enfrentarse a su jefe e hizo como si no pasara nada, entonces él fue bajando la mano por delante hasta ponerla sobre sus pechos. Nuria se movió incómoda e intentó quitársela, pero él la metió bajo su blusa y acarició su pecho por encima del sujetador.
NURIA.- ¡No por favor!
JEFE.- ¿Por qué no? Tal como vienes vestida parece que vas buscando esto, si te portas bien puedo ser muy generoso contigo, si no me equivoco estás separada y tienes un niño a cargo.
NURIA.- No, déjeme, ¡Por favor!
JEFE.- Está bien, como quieras, pero solo pretendía acariciar un poco esas estupendas tetas que tienes. En fin, si no te gusta que lo haga, mañana no hace falta que vuelvas al trabajo.
NURIA.- ¿Cómo? ¿De verdad me va a despedir por no dejarme tocar las tetas?
Al ver que ella dudaba, su jefe introdujo la mano bajo el sujetador y acarició con suavidad los pezones, los pellizco y después amasó el contorno de ese suave y turgente pecho. Sin poder evitarlo, Nuria vio como sus pezones crecían bajo el sujetador.
JEFE.- ¡Joder Nuria! No imaginaba que tuvieras unas tetas tan duras y unos pezones tan puntiagudos.
NURIA.- No, déjeme, esto es un error, no me toque.
Nuria se levantó y salió rápido del despacho, eso era lo último que haría, dejarse sobar por su jefe para mantener el puesto de trabajo. Al llegar a casa no dejaba de pensar en lo que había ocurrido, estaba dispuesta a denunciarle, pero ¿Quién iba a creerla? Su jefe tenía fama de serio y respetable y nunca había hecho nada parecido, así que desistió de denunciarle. Ahora estaba sola con un niño y sin ningún tipo de ingresos, tenía que buscar algo rápido o su ex podría pedir la custodia y quedarse con su hijo.
Comenzó a buscar en el ordenador y entonces vio una noticia sobre una famosa que había ganado mucho dinero en un solo día, al leer como lo había conseguido en “Only Fans” pensó que ella no podría hacerlo, pero conseguir trabajo ahora, en plena pandemia y con la mayor parte de la gente en paro, iba a ser una tarea muy difícil. Al final, en su desesperación, decidió que lo haría, solo tenía que darse de alta en la página web y poner fotos suyas sugerentes.
Entró en la web, leyó las condiciones y finalmente se registró, ahora solo tenía que hacerse algunas fotos y subirlas a la página. -¿Qué ropa me pongo? Tendrá que ser algo muy insinuante.- Optó por uno vestido que, sin ser exageradamente provocativo, se ajustaba perfectamente a su cuerpo y mostraba sus curvas con nitidez, tenía un amplio escote que realzaba su magnífico pecho y una falda lo suficientemente corta para poder enseñar sus esbeltas piernas. Debajo se puso un conjunto rojo de sujetador y braguita.
Se miró en el espejo y se vio muy hermosa, sus tetas sobresalían por el escote y el vestido se ajustaba perfectamente a sus caderas, rápidamente puso la cámara del móvil en automático y posó para la foto, cambio de postura varias veces y repitió la operación, a continuación se quitó el vestido y se hizo otras en ropa interior, emocionada subió las fotos a la web.
Pasados dos días vio que apenas tenía seguidores, a pesar de su belleza sus fotos no habían tenido el éxito que esperaba. – No puede ser, necesito más seguidores que paguen por verlas. ¿Quizás si poso más provocativa?- Entonces se acordó de las fotos que le había hecho su suegro, rápidamente revisó su móvil y ahí estaban.
Se sentó en el sofá y fue viéndolas una por una, mientras las miraba podía recordar como disfrutaba cuando su suegro se las hacía, al cerrar los ojos casi podía sentir como Javier apartaba la braguita con sus dedos y los pasaba por el contorno de su sexo para después acariciar su vulva, instintivamente llevó la mano entre sus piernas y comenzó a tocarse, el mero hecho de pensar en las caricias de su suegro hacia que su coño se humedeciera empapando su braguita. - Ummmm. Como me gustaría que me tocase otra vez-.
Casi sin ser consciente de ello, sus dedos habían apartado la telilla y estaban adentrándose entre los labios vaginales penetrando en el interior de su ya húmedo sexo. - ¡Dios, que placer!- Después de lo ocurrido en Maspalomas había tomado la decisión de no tener sexo, ni siquiera de masturbarse, pero ahora, al ver las fotos en las que en alguna aparecían los dedos de su suegro penetrando su vagina, no podía evitarlo. Sin esperar un segundo apartó por completo la braguita con una mano y comenzó a pajearse con fuerza, quería volver a sentir la sensación de ser penetrada, enterró sus dedos lo más profundo que pudo y comenzó a meterlos y sacarlos follando su coño con desesperación mientras con la otra mano acariciaba su clítoris ya hinchado.
NURIA.- Siii. ¡Dios mío! ¡Me encanta! ¡Necesito que me follen!
Abrió los ojos y, sin dejar de pajearse, buscó con ansiedad las fotos en las que su suegro penetraba su esfínter anal con el dedo, recordaba con claridad la vergüenza que había sentido inicialmente, pero también era consciente de como se había dejado llevar moviendo voluntariamente las caderas para que ese dedo invadiera más profundamente su pequeño orificio.
Repasó las fotos, cerró nuevamente los ojos y bajó los dedos que tenía enterrados en su sexo hasta ponerlos a la entrada de su estrecho y rugoso esfínter marrón, lo lubricó y presionó hasta vencer la resistencia, primero introdujo uno y después dos. Entonces sintió la presión que su estrecho culito ejercía sobre ellos. –Uffff. ¡Que bueno!- Se dejó caer en el sofá hasta situar las caderas en el borde, y manteniendo la espalda sobre el sillón comenzó a follar su culo con fuerza, metía los dedos una y otra vez y en cada penetración notaba como su estrecho orificio se dilataba ajustándose a ellos. Se estaba volviendo loca, ya no recordaba lo placentero que era, los flujos que salían de su sexo resbalaban entre sus piernas y bajaban hasta su ano, de vez en cuando sacaba los dedos, los impregnaba en ellos y los introducía nuevamente con fuerza follando su culo casi con ansiedad.
NURIA.- Por lo que mas quieras Javier. ¡¡Fóllame el culo, fóllamelo ya! Necesito tener tu polla dentro.
Sin darse cuenta, de sus labios habían salido esas palabras, a pesar de todo lo ocurrido, pese a todas sus convicciones, ella seguía deseando a su suegro, le echaba de menos y lo que era peor, le deseaba, deseaba que volviese a follarla como antes, quería ofrecerle ese estrecho y virginal orificio para que fuese el primer hombre en penetrarlo.
Con los ojos cerrados se imaginó que era él quien estaba follando su culo, se abandonó al placer y siguió martilleando su ano sin parar hasta alcanzar un tremendo orgasmo, después se dejó caer en el sofá y decidió que era una tontería negar lo evidente, llamaría a Javier para disculparse y pedirle que volviera con ella.
Esa noche la pasó en blanco pensando qué decir a su suegro. –Le llamaré para quedar a tomar un café y charlar, así podré ver lo que piensa y si está dispuesto a recuperar nuestra relacióNURIA.- Pero y si no quería volver, y si había encontrado otra mujer mejor que le diese lo que ella le había negado, solo de pensarlo se angustiaba y se ponía a llorar. – No por Dios, que no tenga a nadie. Ojala quiera volver conmigo, le necesito, esta vez sí haré lo que él me pida.- Todo la noche rondó en su cabeza este tema y al final decidió llamarle por la mañana.
Javier, al sonar el teléfono y ver el número de Nuria, se asustó. ¿Les habrá pasado algo al niño o a ella? Rápidamente respondió alterado, durante un rato tuvieron una conversación protocolaria hasta que por fin él decidió abordar el tema y preguntó que quería, su nuera le pidió quedar al día siguiente para tomar un café y charlar y él respondió que prefería quedar a comer, finalmente se citaron en un restaurante.
Cuando Nuria llegó al restaurante Javier ya estaba esperando, al verle, su corazón se aceleró y no pudo evitar sonreír de alegría, se dieron dos besos, entraron, se sentaron y pidieron dos copas de vino, entonces ella casi temblando sacó fuerzas de flaqueza y empezó a hablar.
NURIA.- Mira Javier, ya sé que llevamos tres meses sin hablar. ¿Te ha molestado mi llamada?
Javier respondió que no y preguntó si estaban bien, después fue directamente al grano.
JAVIER.- ¿Por qué me has llamado? Pensé que no querías saber nada de mí.
NURIA.- Perdóname, he querido verte para pedirte disculpas por estos tres meses.
JAVIER.- ¿Disculpas? ¿Por qué? ¿Me has hecho algo malo?
Nuria estaba descolocada y no sabía qué decir.
NURIA.- No, malo no, pero corté contigo de una forma que no fue la más idónea.
JAVIER.- ¿Hay alguna forma idónea de cortar con alguien? Creía que estábamos bien y de repente me dejaste tirado.
Nuria no pudo aguantar más y comenzó a llorar, Javier al verlo sintió un profundo dolor y estuvo a punto de alargar la mano para acariciar su mejilla, pero no lo hizo, antes quería saber la verdad de esta llamada. ¿Qué es lo que quería?
NURIA.- Lo siento de verdad, tú no tienes la culpa de nada, la culpa es mía que soy muy insegura. ¡Perdóname por favor!
JAVIER.- Yo no tengo nada que perdonarte, pero dime de verdad que es lo que quieres.
Nuria forzó una sonrisa y alargó la mano por encima de la mesa para coger la de Javier.
NURIA.- A ti, te quiero a ti, quiero que volvamos a hacer lo mismo que hacíamos antes, que me hagas fotos, que me toques, quiero seguir donde lo dejamos.
Javier la miró sorprendido, no era esto lo que esperaba, podía imaginar que le pidiese dinero para el nieto, que le dijese que tenía algún problema, cualquier cosa, pero lo que nunca hubiese esperado es que ella se ofreciese de esta manera.
JAVIER.- ¿Quieres que volvamos a hacer lo mismo de antes? ¿Todo lo que hacíamos antes?
Nuria no podía evitar sonrojarse, a pesar de todo lo que habían hecho juntos, aún le resultaba violento reconocer delante de él lo que quería, pero tenía que hacerlo o podría perderle para siempre.
NURIA.- Si, quiero que hagamos todo, absolutamente todo lo que hacíamos antes.
Javier se quedó mirándola fijamente sin decir palabra, ella sintió vergüenza y bajo la mirada.
JAVIER.- ¿Eso quiere decir que harás todo lo que yo te pida y nunca me dirás que no a nada?
Nuria levantó rápidamente la vista, estaba esperando la respuesta y parecía que iba a decir que sí, deseaba que Javier volviese con ella, solo de pensarlo estaba excitadísima, volvería a fotografiarla, a acariciarla, a follarla. -¡Por Dios que diga que si!- Con una sonrisa nerviosa asintió con la cabeza
JAVIER.- No, quiero oírtelo decir.
NURIA.- Te juró que haré todo lo que me pidas, cualquier cosa, pero por favor dime que sí.
Javier se quedo mirándola de nuevo sin contestar, ahora se sentía poderoso, la tenia de nuevo en sus manos y se iba a aprovechar de ello.
JAVIER.- ¿Sabes que tendrás que ir vestida siempre como yo de diga?
NURIA.- Lo sé, lo sé, y sabes que a mí me gusta hacerlo.
JAVIER.- ¿Y que te obligaré a tener sexo donde y con quien yo quiera?
Por un momento dudó, ella le quería a él, no quería follar con nadie más, pero si para estar con su suegro tenía que follarse a otros hombres, estaba dispuesta a hacerlo.
NURIA.- Si, no me importa, follaré con quien quieras.
JAVIER.- ¿Eres consciente de que te obligaré a hacer cosas que quizás no te gusten, incluso que te sientas humillada por hacerlo?
NURIA.- Joder Javier, no me digas eso, ya te he dicho que haré todo lo que quieras, y esta vez lo cumpliré.
JAVIER.- Bien, en ese caso, vas a tener que demostrármelo ahora mismo.
Su nuera le miró con cara de asombro. – ¿Acababa de verla y ya iba a pedirla que se follase a otro?
JAVIER.- No me mires así, no tienes que follarte a nadie, pero antes de darte una respuesta quiero que te quites las bragas aquí y me las des a mi.
NURIA.- ¿Ahora?
Javier no respondió y ella inmediatamente metió una mano bajo su vestido y tiró de la braguita para sacársela, como no podía, levantó las caderas por un lado y luego por el otro hasta que pudo deslizar la braga por sus piernas y bajarla hasta los tobillos, allí levantó primero un pie y después el otro sacando la braguita y dándosela por debajo de la mesa a su suegro. Él, al cogerla, notó que estaba ligeramente mojada, estaba claro que su nuera seguía excitándose con facilidad.
JAVIER.- Veo que estás muy húmeda.
NURIA.- Ni te lo imaginas, ahora mismo tengo el coño empapado, cuando me levante de la mesa vas a tener que ponerte detrás porque tendré el vestido manchado con toda seguridad.- Contestó sonrojándose.
Javier se levantó de su silla y se sentó junto a Nuria.
JAVIER.- Abre las piernas, quiero comprobarlo.
Nuria miró a un lado y a otro para comprobar si alguien les observaba, al ver que no, separó las rodillas y subió la falda mostrando la vulva a su suegro, éste acercó un dedo lo pasó entre sus labios y sin dificultad lo metió en el interior de su vagina. Ella cerró los ojos y empujó ligeramente sus caderas hacia delante clavándose el dedo un poco más adentro.
NURIA.- Ummmm, me encanta, no sabes cuánto deseaba tenerte dentro.
Javier sacó el dedo y lo llevó a la boca de Nuria, ella abrió los labios y lo rodeó chupándolo con picardía.
JAVIER.- ¿Te gusta?
NURIA.- Todo lo que tú haces conmigo me gusta. ¿Pero vas a quererme otra vez?
JAVIER.- Nunca he dejado de quererte, pero no te perdono lo que me has hecho, así que te lo haré pagar cuando menos lo esperes. Y no vuelvas a fallarme nunca.
NURIA.- No lo haré, haz conmigo lo que quieras, no ves que solo con oírte me pongo caliente.
Finalizada la comida Nuria le pidió que fuese a su casa porque estaba deseando follar con él, pero Javier respondió que no, tendría que esperar hasta el viernes, intentó convencerle pero fue imposible, él dijo que la esperaba una sorpresa y que la enviaría un paquete con la ropa que debía ponerse.
El miércoles por la tarde recibió un paquete que enviaba su suegro, inmediatamente lo abrió y vio que contenía lencería de color negro, la extendió encima de la cama y pudo ver que el conjunto se componía de un sujetador con copas abiertas que solo servían para levantar los senos pero dejaban al descubierto las areolas y los pezones, un culotte de encaje con una pequeña abertura entre las piernas que dejaba a la vista su sexo, un liguero de encaje con medias, un picardías en tul completamente transparente y un estuche que contenía un antifaz negro satinado.
Solo con verlo sintió como se excitaba y su vagina se humedecía rápidamente.- No sé si voy a ser capaz de esperar al viernes, voy a llamarle para que venga y le recibo con esta ropa puesta.- Estaba decidida a llamarle, pero después se dio cuenta que él insistió en esperar hasta el viernes porque iba a darla una sorpresa. -Está bien, esperaré, pero voy a probarme esta ropa ahora mismo.- Se desnudó rápidamente y fue poniéndose las prendas que había recibido. Al ponerse el culotte vio que le quedaba perfecto, se ajustaba a sus caderas y a su culo respingón, al separar las piernas pudo ver que su sexo estaba al descubierto. –Estupendo, así podrá verlo desde el primer momento y tocarme sin dificultad.- ¡Como deseaba tener los dedos de Javier acariciando su vulva y penetrando suavemente su vagina!-
Miró entre sus piernas y comprobó como por los borde de sus labios vaginales aparecían algunas gotitas de su flujo, realmente estaba muy excitada, después de tres meses volvía a recuperar aquello que tanta ilusión le causaba. A continuación se puso el liguero, las medias y el sujetador, se miró en el espejo y se quedó asombrada, sus tetas, que ya eran enormes, ahora se veían grandiosas, la copa que rodeaba por debajo sus pechos hacia que estos estuviesen aún mas erguidos, eso, sumado a que los pezones estaban totalmente erectos, hacía inevitable fijarse en esas maravillas. - ¡Dios! Le va a encantar, esta vez tendrá que hacer muchas fotos y videos, siiiii, quiero que grabe muchos videos mientras me acaricia, luego los veremos juntos.-
Entonces pensó en ello y decidió hacerse fotos tal y como estaba vestida para subirlas a la web, la mayor parte posando, pero movida por la excitación decidió hacer alguna de sus partes intimas, puso el móvil frente al sofá, se sentó, y después con sonrisa picara separó ligeramente las piernas mostrando el culotte que dejaba a la vista los pliegues de su sexo. – Estas les van a encantar a mis seguidores.- Pensó.
Después de subir las fotos a la web no dejaba de pensar en qué haría Javier con ella, seguro que primero tocaría su sexo, después acariciaría su culito. ¡Cómo la gustaba sentir los dedos rozando su ano y notar como empujaba y penetraba su esfínter! –Esta vez tiene que follar mi culo, necesito que lo desvirgue ya.- Sin darse cuenta estaba acariciando su clítoris, su dedo se movía circularmente en él y notaba una vez más esa sensación de placer que tanto le gustaba. En ese momento recibió un whatsapp de su suegro preguntando si había recibido el paquete, ella respondió inmediatamente que había llegado y ya tenía la ropa puesta, le pidió por favor que fuese inmediatamente porque quería que la viese, pero Javier respondió que no, la cita era el viernes, pero ahora iba a enviarla un video que aún no había visto.
Nuria esperó impaciente y poco después llegó el video al móvil, lo abrió y entonces pudo ver unas imágenes en las que ella estaba tumbada en la arena follando con el hombre del pelo blanco y haciendo una mamada al morenito. No podía creerlo, lo había grabado todo y no se lo había enseñado, se tumbó en la cama y siguió viendo las imágenes. ¡Joder! No podía ser, ya no recordaba con claridad lo que había ocurrido aquella noche en las dunas, pero ahí estaba ella buscando con desesperación la polla del moreno y metiéndosela en la boca. -¡Vaya mamada le hice! ¡Y como me movía para que el otro metiese la polla hasta el fondo en mi coño!- No lo recordaba así, pero veía como disfrutaba y se movía de forma desenfrenada. En el video se oía con toda claridad como era ella quien pedía que se la metiesen más adentro.
Al ver las imágenes se daba cuenta que había disfrutado como una loca y no entendía por qué había dejado a Javier, era incomprensible lo que había hecho, con su tontería había cortado la mejor experiencia de su vida. Se dejó caer en la cama y siguió pajeándose mientras miraba el video de nuevo, finalmente disfrutó de un gran orgasmo que era la antesala de lo que la esperaba el próximo viernes con su suegro.
Por fin llegó el viernes, Nuria estaba impaciente y deseosa de que llegase Javier, había preparado algo de picar y una botella de cava para celebrar el reencuentro. A media tarde recibió un mensaje de su suegro en el que ponía que llegaría sobre las nueve de la noche y podría ir acompañado. ¿Acompañado? Ella deseaba que viniese solo y que llegase cuanto antes, quería disfrutar toda la noche con él, pero al final parecía que iba a cumplir lo que dijo en el restaurante y tendría que follarse a otro, se sentía decepcionada, no esperaba esto de él, no al menos en la primera cita, antes hubiese querido explicarle lo de la web, quería decirle que tenía que ser él quien hiciese las fotos que después iban a ver sus seguidores.
A media tarde llegó un SMS de Javier en el que la ordenaba que estuviese vestida con la ropa que le había enviado y tuviese el antifaz puesto y perfectamente ajustado, no debía ver nada. –Será una broma. Pensó- Y esto la excitaba aún más, seguro que era un nuevo juego de su suegro. Se duchó y perfumó, se puso la ropa y se miró en el espejo. –Seguro que le encanta, cualquier hombre estaría deseoso de pasar una noche conmigo.- Entonces se dio cuenta de dos detalles, rápidamente se puso unos zapatos con tacón de aguja y recogió su melena en una coleta.- Ahora sí, así es como más le gusto a él.- Se miró nuevamente en el espejo y se sintió irresistible, se encontraba hermosa, la mujer más bella del mundo, y esa mujer iba a entregarse por completo al hombre que mas placer le había dado, su suegro, iba a hacer todo lo que él pidiera, cualquier cosa, incluso follarse a ese hombre que iba a venir con él, y estaba deseando que llegase para demostrárselo.
A las nueve de la noche Nuria tenía todo preparado, la comida, la botella de cava, tres martinis bien cargados encima de la mesa y ella, sobre todo ella, estaba preparada para todo, no paraba de pensar qué podía desear su suegro, pero estaba segura que cualquier cosa que tuviese planeada le gustaría, aún así deseaba que la sorprendiese, necesitaba disfrutar de algo nuevo para sentir que él no había perdido el deseo por ella en estos meses.
Recibió un mensaje que ponía “Estamos subiendo, ponte el antifaz, deja la puerta abierta y espéranos en el salón”, ella corrió a la habitación cogió el antifaz, abrió la puerta de la casa y después fue al salón donde se lo puso. Poco después oyó como se cerraba la puerta y alguien entraba en el salón, a través del antifaz no veía nada pero oía las pisadas, estaba muy nerviosa y excitada esperando lo que iba a pasar ahora.
Alguien se acercó y la tocó, notó como unas manos comprobaban que tenía el antifaz perfectamente atado y no podía ver nada, entonces oyó la esperada voz de su suegro.
JAVIER.- Gírate para que podamos verte bien.
Ella giró sobre si misma mostrando todos los ángulos de su cuerpo.
NURIA.- ¿Te gusto? ¿Te gusta mi cuerpo? Hace mucho que no voy al gimnasio y no estoy tan guapa como antes. – Ella sabía que estaba hermosísima, pero quería escuchar como se lo decía él.
JAVIER.- Sabes que si, estás tan guapa como siempre.
Entonces alguien puso en su mano el vaso de Martini.
NURIA.- ¿Puedo quitarme el antifaz? Así no puedo veros.
JAVIER.- No, no puedes quitártelo hasta que yo te diga o nos iremos y no volveré nunca.
Nuria sintió una punzada en el corazón. -Eso no por favor, que no me deje.- No haría nada para molestarle, si tenía que estar toda la noche con el antifaz lo haría.
NURIA.- ¿Pero puedes decirme quien es, como se llama?
JAVIER.- No, y además él no hablará contigo, ahora tomate el Martini entero.
Nuria lo bebió de un trago y notó como unas manos la llevaban hasta el sofá y le hacían sentarse, a continuación esa persona se sentaba a su lado. Después unas manos la dieron la comida que ella había preparado, de vez en cuando acercaban la copa de cava a su boca y ella bebía. De repente sintió como una mano acariciaba su pecho por encima del picardías y pellizcaba su pezón, dio un leve respingo y emitió un suave jadeo, al instante se echó hacia atrás reclinándose en el sofá. –Ummm, me gusta como me toca, que siga por favor.- Notaba como la mano intentaba abarcar todo su pecho sin conseguirlo, a pesar de ello lo amasaba y seguía pellizcando el pezón cada vez con más fuerza. –Quiero verlo, necesito ver como me acaricia.- giraba la cara en dirección a su pecho pero era imposible, el antifaz impedía ver como la estaban tocando. El hombre que estaba sentado junto a ella se levantó.
JAVIER.- Abre las piernas, voy a hacerte algunas fotos.
Nuria sonrió y obediente separó las rodillas dejando a la vista el culotte abierto en cuyo centro sobresalía su sexo totalmente expuesto.
JAVIER.- Me encanta ver tu sexo, te excitas con nada y siempre estás caliente, no dejas de sorprenderme. Abre más las piernas y tócate para nosotros.
Nuria se inclinó hacia atrás en el sillón e hizo lo que le pedían, comenzó a acariciarse pasando un dedo por los labios vaginales, después los separó con dos dedos y deslizó otro entre ellos llevándolo desde el clítoris hasta el perineo repetidamente, después se detuvo en el clítoris con movimientos circulares, al notar las primeras oleadas de placer no pudo contener sus gemidos.
NURIA.- Ummmm. ¡Que rico! Me encanta.
Entonces notó como una mano apartaba la suya y dos dedos acariciaban su vulva y recogían el flujo que llevaba una rato saliendo de su vagina, a continuación se adentraban muy despacio en su interior y presionaban la parte superior buscando el punto G.
NURIA.- Ummmm, siii, me gusta, no pares.
Instintivamente ella abrió más las piernas y se dejo caer hacia el borde del sofá, quería dar total libertad a esos dedos para explorar todos los rincones de su sexo. -¿Quién será el que me está penetrando con sus dedos, será Javier o su invitado? Da igual, me gusta como lo hace. ¡Que no pare por Dios!- Nuria movía sus caderas arriba y abajo y empujaba con fuerza para tragarse literalmente esos dedos con su coño, quería que se los metiera más adentro. Deseaba ver como la estaban follando, pero a pesar de no poder verlo por el antifaz, sonreía pensando que Javier seguro que lo estaba grabando con la cámara y luego la enseñaría los videos. – Siii, iba a estar toda la semana viéndolos. ¡La cantidad de veces que iba a masturbarse con ellos!- Y si no eran muy obscenos podría colgarlos en la web.
Mientras, Javier pensaba en todo lo que había ocurrido desde que había llegado a casa de Nuria. Al entrar en el salón y verla esperándole con la ropa que le había enviado, y con los ojos tapados como había pedido, se había quedado sorprendido, lo que tenía delante era un autentico bellezón, el escultural cuerpo de Nuria se veía perfectamente bajo el picardías transparente, sus grandiosas tetas con pequeñas areolas marrones y erectos pezones, su culo redondo y respingón, y esas piernas largas y esbeltas que parecían aun más atractivas al llevar unos tacones altos de aguja. Javier no podía creer que una mujer así se ofreciese para ser su juguete sexual, podría tener cualquier hombre, muchos darían una fortuna por una hembra como ella y sin embargo el afortunado era él.
Después de admirarla se había acercado a Nuria para comprobar que el antifaz estaba bien apretado y no podía ver nada, eso era muy importante, no tenía que saber quién había en el salón. Había disfrutado haciéndola dudar quien era el que la daba el martini o quien le ofrecía las tapas, era un autentico placer ver comer a su nuera, porque cuando notaba los alimentos en su boca, ella abría los labios y se los comía de una forma muy sensual. Como era normal, ya estaba excitado y deseando tocarla, pero había que ir despacio, la velada era larga y quería saborear cada instante.
Por eso había ido muy despacio, primero, al acariciar los senos de Nuria, ella había reaccionado como esperaba, se había encogido levemente y, tras unas caricias y pellizcos en los pezones, había empezado a jadear, era evidente que lo había disfrutado, después la pidió que separase mas las piernas, quería ver si su sexo estaba ya húmedo, aunque lo cierto es que no tenía ninguna duda al respecto. ¡Estaba excitada, era la mujer más caliente que había conocido en su vida! La pidió que se tocara y no lo dudo ni un momento, comenzó a pajearse sin ningún tipo de vergüenza, no le importaba que pudiera haber otro hombre frente a ella observando, había expuesto su sexo y lo había acariciado con total naturalidad. Ante esa situación Javier había provechado para hacer una buena sesión de fotos y para grabar un pequeño video.
Ese era el momento de dar un nuevo paso, había que acariciar su sexo, al hacerlo vio como los dedos se impregnaban con sus flujos vaginales. –¡Joder, está empapada!- Sin esperar un segundo empujó los dedos al interior de la vagina y éstos entraron con facilidad, era tal la lubricación de Nuria que hubiese podido meter toda la mano sin ninguna dificultad, entonces vio como ella se dejaba caer en el sofá y comenzaba un movimiento rítmico con sus caderas elevándolas y bajándolas al mismo ritmo que él la penetraba con sus dedos.
Nuria sentía como los dedos penetraban su zona más intima y disfrutaba como una loca. ¡Cuánto deseaba esto! -Sigue follándome con tus dedos por favor, quiero tenerlos toda la noche dentro!-
Al verla tan excitada, Javier se puso de rodillas entre las piernas de Nuria, tiró fuerte de ellas arrastrándola hasta el borde del sofá y, elevando sus caderas, puso ese coño al alcance de su lengua, al pasarla por labios notó el sabor de los fluidos que resbalaban por la vulva, esto le excitó y comenzó a pasar la lengua entre sus labios vaginales una y otra vez mientras veía como su nuera empujaba sus caderas hacia delante ofreciéndole ese coño totalmente abierto.
Nuria, vio como tiraban de ella hasta que su culo estaba prácticamente fuera del sofá, después levantaron sus piernas y sintió como una lengua exploraba su sexo. -¡Dios! Quiero verlo, necesito ver cómo me lo comen. ¿Quién será Javier o su invitado? Da igual, me encanta, me encanta.- Le daba vergüenza decir delante del invitado que le gustaba, pero podía demostrárselo, así que decidió mover sus caderas como si la estuviesen follando, quería sentir esa lengua dentro y para ello las apretaba con fuerza pegando el coño lo más posible a ese apéndice que la estaba volviendo loca. Ya no aguantaba más, iba a correrse de un momento a otro y notaba como sus flujos inundaban la boca de ese hombre que estaba dándole la mejor comida de coño de su vida, al pensar esto sonreía porque solo habían sido dos. -¡Como me gustaría verlo!- Deseaba ver esa cabeza hundida entre sus piernas que la estaba dando tanto placer.
NURIA.- Quítame el antifaz por favor, necesito verlo, quiero ver como me come el coño, voy a correrme ya, por favor.
Nadie respondió a su deseo y Nuria aceleró el movimiento de sus caderas al tiempo que intentaba coger con sus manos la cabeza de quien estaba hundiendo la lengua en su sexo. La respuesta fue un manotazo evitando que le tocara. –Da igual, me lo está haciendo tan bien. - Y se abandonó al placer esperando la llegada de ese bendito orgasmo.
NURIA.- ¡Dios! Me corro, ya, ya. Ummm, siiiiii, ha sido estupendo.
Entonces notó como el hombre que tan bien había comido su sexo se incorporaba dejándola tirada en el sofá, momento que aprovechó para recuperarse.
Javier decidió que era el momento de dar un paso más y la cogió poniéndola de rodillas en el suelo con el pecho y la cabeza apoyados en el sofá, se puso detrás y pudo ver que la abertura del culotte dejaba a la vista el anillo marrón que rodeaba el estrecho y rugoso esfínter anal, con unos golpecitos en las piernas hizo que su nuera las abriera logrando una visión aún más completa, con sus manos separó las nalgas y metió la lengua entre ellas pasándola arriba y abajo a lo largo del canal entre sus glúteos, después paró en el esfínter y comenzó a chuparlo de forma circular presionando en ocasionas como si fuese a penetrarlo, notaba como su nuera abría más las piernas y empujaba su culo hacia atrás, él seguía besando y chupando ese anillo que tanto había deseado, la vista que tenía ante si era espectacular y decidió hacer una nueva serie de fotos.
JAVIER.- No te muevas, déjame que te haga algunas fotos.
Nuria había visto como uno de los dos la había cogido del brazo y la había colocado junto al sofá de rodillas, después había empujado su cabeza para que la poyase en el sofá y había separado sus piernas, se sentía totalmente expuesta, era cierto que la habían visto desnuda y habían comido su coño, pero ahora estaban mirando su culo y le resultaba violento, no entendía por qué pero era así. -¡Joder! Están mirando mi culo abierto. ¡Que vergüenza! Ni siquiera sé quién es el que está viéndolo, si fuese solo Javier no me importaría, al contrario, estoy deseándolo, pero quien será el otro y qué puede pensar, seguramente que soy una guarra.-
No sabía qué hacer, tenía claro que haría todo lo que su suegro pidiese, pero sentía miedo de lo que pudiese pasar después con el otro. Quizás debería decir a su suegro que se quedase él solo, pero ese no era el acuerdo, había quedado en hacer todo, absolutamente todo lo que él dijese, y lo iba a cumplir. Mientras pensaba esto notó como alguien separaba sus nalgas y comenzaba a pasar la lengua por su ano. -¡Me da igual todo!. Pensó. ¡No me importa si es Javier o su amigo, me encanta sentir esa lengua ahí!- Empujó el culo hacia atrás, quería que esa lengua rompiese la tensión de su esfínter y penetrase dentro, pero no lo hacía.
Entonces oyó como su suegro decía que iba a hacerla algunas fotos. Siii, esa idea le encantaba, volvía a ser como antes, iba a posar para él para poder ver luego esas fotos juntos. Al instante llevó las manos hacia atrás, cogió sus glúteos y tiro de ellos hacia los lados abriendo por completo su culo, ahora si estaba ofreciendo a sus dos espectadores hasta el último detalle.
Javier no podía creerlo, la panorámica era total, entre esas dos estupendas nalgas se veía como el esfínter palpitaba abriéndose y cerrándose ligeramente. Entonces Nuria pudo percibir como una mano pasaba por sus glúteos y los apretaba con fuerza, después esa misma mano caía con fuerza sobre una de sus nalgas dándola un buen azotazo, al recibirlo se encogió rápidamente por el efecto del picor en su piel.
NURIA.- Ufffffff.
Otro azotazo siguió al anterior, pero esta vez no se movió ni protestó, se quedó expectante por si volvían a darle otra cachetada. En lugar de eso notó como dos dedos se deslizaban entre sus glúteos hasta llegar a su sexo, ella rápidamente separó las piernas para facilitarles el acceso.
Javier cogió dos dedos, los lubricó en la vagina de su nuera y los colocó pegados al esfínter presionando ligeramente. Ella al notarlo pensó. - Tengo que ayudarle, tengo que abrir aún más mi culito para que puedan entrar con facilidad.- Cogió sus nalgas con fuerza y tiró de ellas para conseguir una mayor apertura de su ano. -¡Míralo bien! Es para ti, mete la lengua, los dedos o la polla, lo que quieras, estoy esperándolo.- Deseaba que la penetrasen como fuera, estaba segura que había sido su suegro quien había estado lamiendo su ano, al menos es lo que deseaba, ella había guardado ese culo virgen para él y ahora se lo iba a entregar.
Entonces notó la presión de los dedos en su esfínter y oyó a su suegro pidiendo que se los clavara.
JAVIER.- Si los quieres dentro clávatelos tú.
Ahora estaba segura, era él quien jugaba con su culito, iba a obedecer a su suegro y se iba a clavar esos dedos en lo más profundo de su ano para dilatar bien su esfínter y facilitar que él pudiese estrenar su virginal culo.
Sin pensarlo un segundo se echó con fuerza hacia atrás y notó como uno de los dedos rompía la resistencia y penetraba en su interior, había sentido una leve molestia pero no importaba, iba a seguir haciéndolo hasta que ambos penetrasen su pequeño orificio, repitió el movimiento pero tampoco pudo, entonces sintió como su suegro sacaba el primer dedo, lubricaba los dos en su vulva y volvía a ponerlos a la entrada de su ano, pero antes de que ella hiciese un nuevo intento, fue él quien presionó despacio hasta que ambos vencieron la tensión y penetraron hasta el fondo, ahora sentía como su esfínter palpitaba apretando los dedos en su interior. –Siiii. ¡Que rico! Me encanta tenerlos dentro.- Notaba alguna molestia por los intentos anteriores pero la daba igual, tenía los dedos de su suegro follando su culo y después tendría su polla, estaba segura.
Cuando Javier la pidió que se clavase los dedos en el culo no esperaba una reacción tan rápida, su nuera no lo había dudado un instante y se había echado hacia atrás empujando las caderas una y otra vez buscando la penetración de esos dedos, no se lo podía creer. -¡Joder! Es increíble, está tan cachonda que es ella quien quiere follarse los dedos.- Miraba con asombro como lo intentaba sin conseguirlo. Rápidamente impregnó los dedos con los flujos de la vagina de Nuria y vio como ésta empujaba y se los metía decididamente en su culo. Nunca hubiese podido imaginar una escena como ésta, sin poder contenerse sacó su pene y comenzó a pajearse.
Javier seguía explorando el ano de su nuera metiendo y sacando los dedos sin parar mientras ella no paraba de gemir pidiendo más.
NURIA.- ¡Follame el culo por Dios! – Ya no sentía vergüenza al reconocer su deseo delante del invitado, ya nada importaba.- ¡Venga Javier méteme la polla dentro por favor!
Nuria movía sus caderas sin parar adelante y atrás follando esos dedos invasores que estaban entrando en lo más profundo de su ser, pero necesitaba más, quería que una polla ocupase el lugar de esos dedos, quería sentir una verga en el culo por primera vez en su vida.
NURIA.- ¡Follame el culo por Dios! No me castigues más.
Nuria notó como Javier sacaba los dedos de su culo y poco después sentía como una polla se frotaba contra su vulva, ella levantó las caderas y abrió aun más las piernas y esto hizo que el glande se adentrase en su vagina. –Ummm ¡Que rico se siente!- Y comenzó a moverse con rapidez con la polla en su interior, lo que hizo que ésta penetrase hasta el fondo de su útero.
NURIA.- Asiii, asiiii, métemela bien. ¡Me encanta!
Nuria vio como la polla abandonaba su húmeda cueva y el glande apuntaba a su ano presionando sobre el esfínter, entonces sintió como empujaba y como éste iba cediendo y permitía que la polla entrase poco a poco, sentía algunas molestias pero no importaba, estaba entregando su culo a Javier, eso es lo que más deseaba. Cuando notó que ya la tenía dentro comenzó a moverse despacio, notaba la presión de la verga en su esfínter y no quería precipitarse, quería disfrutarlo con su suegro, poco a poco vio como él empujaba con más fuerza y ella decidió ayudarle moviendo se culo rítmicamente adelante y atrás, ahora sentía el grosor y la fuerza de esa polla clavándose en su culo y estaba disfrutándolo. –Siii, me encanta, se nota como se acopla a mi estrecho culito, es mejor de lo que pensaba.- Decidió tomar las riendas y, separando las nalgas con sus manos, aumentó el movimiento de su trasero permitiendo que esa estupenda verga se clavase una y otra vez en el culo que ella abría por completo para él.
NURIA.- ¡Me encanta! Fóllame el culo, es para ti, es todo tuyo. ¡Clávamela bien adentro!
Al decir esto sintió como una mano tiraba de su coleta y otra caía sobre su nalga produciendo una sonora cachetada. Casi sin querer se encogió por la violencia del golpe.
NURIA.- Ufffffff. Siiii ¿Te gusta pegarme? ¡Hazlo mi amor! ¡Dame más!
Nadie contestó a su petición y por un momento pasó por su cabeza la idea de que no fuese Javier. -¿Y si es el otro quien me está follando? ¡No por Dios! Mi culo tiene que ser para Javier, solo para él.-
Un nuevo tirón de la coleta hizo que tuviese que echar la cabeza hacia atrás al tiempo otro cachetazo resonaba en su trasero, esto hizo que abandonara sus pensamientos.
NURIA.- Ummm Siiiiii. ¡Fóllame el culo por favor! Es todo para ti.
Javier no perdía detalle y grababa la escena con el móvil, su nuera no paraba de sorprenderle, estaban follando su culo por primera vez en su vida y en vez de pedir que tuvieran cuidado se entregaba por completo. Había visto como con un golpe de cadera la polla había presionado el esfínter y éste se había abierto lentamente envolviendo el capullo, sin duda era una visión espectacular, pero al seguir presionando, la polla había entrado un poco más, y ahí estuvo la sorpresa mayúscula, en lugar de defenderse y pedir que la penetrasen despacio, Nuria había separado sus glúteos con las manos iniciando un movimiento rápido que había favorecido una penetración integra y que la polla se enterrase por completo en su culo, su nuera no se había quejado en ningún momento, al contrario, no paraba de jadear y cada vez pedía con más fuerza que la follasen el culo, era la escena mas excitante que había visto nunca.
Nuria estaba sobreexcitada, notaba como esa polla invadía una y otra vez su orificio trasero y esto la hacía sentir un placer desconocido para ella.
NURIA.- ¡Fóllame fuerte Cabrón! Dame si quieres, haz lo que quieras conmigo.
Al decir esto notó como la cogían con fuerza del pelo y el ritmo de penetración se aceleraba, ahora sentía como la pelvis de quien la estaba follando golpeaba continuamente contra su culo de forma casi violenta al tiempo que las cachetadas se repetían una tras otra, sin duda tenía las nalgas enrojecidas.
NURIA.- ¡Me vas a romper el culo por Dios! Pero no pares por favor.
Nuria movía sus caderas adelante y atrás sin parar buscando esa polla que estaba taladrando literalmente su culo, desde el primer instante había apoyado su cara en el sofá y se había agarrado con fuerza a éste, pero la violencia con que la estaban follando ahora hacía imposible prácticamente mantenerse, por lo que había dejado caer su cuerpo y éste se deslizaba por el asiento a merced de los envites que recibía y que no era capaz de controlar.
Cuando ya estaba casi exhausta, sintió como una mano se deslizaba bajo su cuerpo y pellizcaba con fuerza sus pezones, un escalofrío recorrió su cuerpo y comenzó a mover nuevamente sus caderas pidiendo más.
NURIA.- Uffff. ¡¡Me vas a matar!! Pero no pares por favor.
Javier veía como su nuera recibía el castigo sin inmutarse, la estaban follando el culo como nunca antes había visto, tenía las nalgas rojas de las constantes cachetadas y aún pedía más, desde luego era una mujer ardiente, de eso no cabía duda. ¡¡Lo que se había perdido su hijo!!
De repente Nuria notó como unos dedos comenzaron a acariciar con destreza su clítoris. - ¡Dios! Esto es demasiado, voy a correrme ya.- Instantes después, el hombre que la estaba follando la sujetó con fuerza por las caderas y enterró la polla lo más adentro posible al tiempo que soltaba un chorro de semen caliente que inundaba su recto, esa sensación la excitó tanto que se corrió sin poder evitarlo, al hacerlo comprobó como su esfínter palpitaba apretando con fuerza esa verga que aún derramaba las últimas gotas de semen en su interior.
Sin poder evitarlo, se quitó el antifaz y se giró para ver quien era la persona que había desvirgado su culo de forma tan salvaje, al hacerlo, se encontró con la sonrisa de su suegro que aún estaba pegado a ella y con la polla metida entre sus nalgas.
JAVIER.- ¡Joder! Ha sido estupendo.
Nuria sonriendo hizo un gesto afirmativo y se dejó caer en el sofá.
NURIA.- Has sido el primero en follarme por ahí, ya puedes estar contento.
JAVIER.- Yo mucho. ¿Pero te ha gustado a ti?
NURIA.- Me ha encantado, pero he dudado hasta el último momento si eras tú.
JAVIER.- ¿Y si hubiese sido otro?
NURIA.- Pues tu te lo hubieses perdido, porque yo hubiese disfrutado igual.
JAVIER.- Bueno, habrá que repetirlo.
NURIA.- Cuando tu quieras, pero tendrás que dejarme unos días para que mi culo se recupere, no sabes como lo tengo.
Después, Nuria comenzó a explicarle su nuevo proyecto en la web y le pidió que fuese él su fotógrafo.