Mi pícara nuera 4
El viaje a Maspalomas hace que Nuria saque a la luz sus deseos más íntimos y ocultos.
El sábado Nuria no paró de ver una y otra vez las fotos y videos que su suegro había grabado la noche anterior, el primer plano de ella mirando a su suegro con cara de niña sonriente y con el rostro cubierto de esperma la había sorprendido y acalorado muchísimo. ¿Qué pensaría él al ver esa foto, le gustaría y se pondría tan caliente como ella, o simplemente pensaría que es una chica facilona? – Espero que le guste. Pensaba. A mí me excita verme cubierta por su semen- Después miró el video en el que le hacia la mamada y se sorprendía a si misma al ver como la polla de su suegro entraba y salía de su boca sin parar. Nunca antes había disfrutado haciendo una mamada, a su exmarido se las hacía por obligación, pero esta vez lo había disfrutado ella, había sentido una sensación extraña y placentera al ver como su suegro se dejaba hacer y al mismo tiempo sujetaba su coleta con fuerza para que no se retirase.-Eso es porque le gustaba como se la chupaba- pensaba satisfecha. Y cuando tuvo el glande de él en la entrada de su vagina. ¡Dios! ¡Daría cualquier cosa por tenerlo otra vez ahí! Sentir esa cabeza gorda y dura rozando sus paredes vaginales al moverse. Solo de pensarlo sentía como su sexo se lubricaba, notaba como el flujo descendía y empapaba sus braguitas.
N.- ¡Joder! No puedo más, necesito tocarme.
Metió la mano bajo la braguita y sus dedos comenzaron un febril movimiento. Rápidamente miró otro video, éste era el que grabó ella cuando Javier penetraba su ano y su vagina con los dedos. -¡Joder que placer! Nunca hubiera imaginado que pudiera sentir tanto placer. ¡Y eso que eran dos dedos! ¿Qué podría sentir si en lugar de dos dedos la hubiesen penetrado dos pollas? Prefería no pensarlo, eso era antinatural. ¡Pero había sentido tanto placer! - Mientras pensaba esto sus dedos estaban follando su coño violentamente. -Como le gustaría tener a Javier allí para que volviese a tocarla, siiii, sus dedos eran más gruesos que los de ella, se ajustaban más a sus paredes vaginales y a su esfínter anal- Al pensar esto tuvo un acto reflejo y llevó uno de sus dedos a la entrada de su ano. -¿Me dolerá? Pensó- Pero sin dudarlo apoyó la yema del dedo sobre el esfínter anal y presionó despacio, vio como este cedía y la punta del dedo desaparecía dentro, entonces siguió presionando hasta que el dedo desapareció en su totalidad dentro de su ano, sentía la presión del esfínter sobre su dedo.-¿Sería esto lo que sentía su suegro? ¿Qué sentiría si fuese una verga? – Ufff, estaba muy caliente, su dedo penetraba con fuerza el ano mientras con la otra mano acariciaba el clítoris.- ¡Joder, voy a correrme ya! Pensaba. Sin capacidad para controlarse aceleró el movimiento de sus dedos y apretó con fuerza sus piernas cerrándolas intentado evitar que sus dedos saliesen de ese bendito lugar que le daba tanto placer.
N.- Siiii, Uffffff. ¡Que bueno!
Se dejó caer relajada y pensando en el viaje que le había prometido Javier. Iba a decirle que se olvidase de lo que le comentó el viernes en lo referente a los límites, necesitaba sentirle dentro y si él no lo intentaba se lo pediría ella, quería que se la follase si o si, lo deseaba más que nada.
El martes Javier quedó con ella para comprar la ropa, fueron a un centro comercial y en esta ocasión fue él quien llevó la iniciativa, eligió un montón de ropa sin dejar que ella opinase. Nuria estaba emocionada, hacía mucho tiempo que no se compraba tanta ropa. Él la acompañó al probador y se quedó fuera.
N.- ¡Pasa dentro tonto! – Le dijo sonriendo.
Javier entró y se sentó en la silla del probador, ella comenzó a desnudarse, al hacerlo Javier no podía quitar la vista de ese monumental cuerpazo, sus pechos erguidos con los pezones en punta, su culo respingón, sus caderas anchas y torneadas. -¿Cómo podía tener la suerte de tener a esa pedazo de mujer delante? Se preguntaba.- Nuria reía al verle y movía sus caderas de forma picarona.
N.- Deja de babear. ¡Tonto! Jajaja.
Nuria comenzó a probarse la ropa, se ponía un conjunto y miraba esperando su aprobación, cuando él decía que si ella lo apartaba y repetía la operación, al final había seleccionado un vestido de gasa ligero cortito de color blanco, un vestido rojo largo y ajustado con un gran escote en uve, unos shorts vaqueros, una blusa negra transparente, una camiseta blanca ceñida, dos bikinis con braguita brasileña, un tanga y un juego de lencería erótica negro.
N.- Ufff, esta es mucha ropa.
J.- No importa, te la mereces, además, nadie la va a lucir mejor que tu.
Ella se acercó y le besó en los labios, después se puso de rodillas y comenzó a desabrocharle el pantalón. Javier intentó pararla, pero ella no lo permitió.
J.- No, no te compro la ropa para que hagas esto.
N.- Shhhh- dijo ella llevándose el dedo a los labios- Yo tampoco lo hago porque me la compres, lo hago porque lo deseo.
Dicho esto, bajó el pantalón y el bóxer y rodeó la verga con la mano sacudiéndola hasta conseguir su máxima erección, a continuación se la metió en la boca y comenzó a chuparla sin parar, en su boca entraba y salía la polla de Javier una y otra vez, en ocasiones paraba, pasaba la lengua a lo largo del tronco hasta llegar a los huevos y allí se detenía chupándolos despacio y metiéndolos en la boca, después volvía a pasar la lengua hasta llegar al capullo y se lo tragaba desapareciendo entre sus labios.
N.- ¿No vas a grabarlo?
Javier sacó el móvil y comenzó a grabar la monumental mamada que le estaba dando su nuera. Seguía sin poder creerlo, ahí tenia a esa belleza de rodillas moviendo su cabeza adelante y atrás mientras devoraba su polla sin parar. Ella mientras, chupaba y de vez en cuando miraba hacia arriba sonriendo para comprobar que seguía grabado. Entonces Nuria cogió la mano de Javier y la llevó a su pelo, quería que cogiera la coleta como había hecho la noche del viernes. Él así lo hizo, cogió la coleta de su nuera y tiró con fuerza sujetando su cabeza mientras empujaba con las caderas hacia adelante y clavaba la polla en su boca. Esto excitó a Nuria y aceleró su mamada, sus labios envolvían la polla de Javier mientras su lengua jugaba con el glande. Él notó que iba a correrse e intentó retirarse para hacerlo fuera, Nuria sacudió la cabeza negativamente y siguió chupando sin parar, estaba deseando sentir como el líquido espeso y caliente de su suegro inundaba su boca, quería probar su sabor, entonces llegó la primera descarga y notó como un chorro de rico esperma salía con fuerza del pene golpeando su paladar e inundando su boca, al recibirlo siguió sacudiendo la verga con la mano hasta obtener una nueva descarga. – Siiiii, Ummmm, ¡Que rica!- Pensó- ¡Que ganas tenía de recibirla en mi boca!- Nuria siguió chupando hasta extraer el poco semen que aún seguía saliendo, después miró hacia arriba sonriendo y pasando la lengua por el glande recogiendo las últimas gotas.
N.- ¿Te ha gustado?
J.- No tengo palabras, ha sido espectacular.
Recogieron la ropa y se marcharon, ahora había que preparar las maletas para el viaje.
El miércoles por la mañana Javier pasó a recoger a Nuria y se fueron al aeropuerto, ella llevaba un pantalón vaquero ajustado que definía perfectamente sus curvas, una camiseta blanca muy ceñida con un gran escote que marcaba claramente las redondas y voluminosas tetas y el pelo recogido en una coleta, como a él le gustaba. Todo el mundo la miraba al pasar y ella se sentía orgullosa, hacía mucho tiempo que no se sentía tan deseada.
J.- Estás causando sensación, alguno se va a romper el cuello al volverse para mirarte.
Ella le cogió del brazo diciendo.
N.- Si, ellos pueden mirar, pero el único que va a tocarme eres tú.
Cuando llegaron a Maspalomas Nuria se llevó una grata satisfacción, el Hotel era de lujo y estaba frente al mar, en la recepción Javier pidió una habitación doble con dos camas, pero ella le rectificó y dijo que querían cama matrimonial. Javier la miró sorprendido y ella sonrió pícaramente augurándole las expectativas que se le presentaban. Subieron a la habitación, deshicieron las maletas y bajaron a la piscina, por la noche fueron a un restaurante próximo donde tomaron unos vinos y picotearon algo, después decidieron ir a dormir porque estaban cansados del viaje.
Cuando llegaron a la habitación Javier vio como Nuria se desnudaba y se ponía el picardías transparente negro de encaje que él la había regalado hacia dos semanas, solo que en esta ocasión no usaba sujetador, liguero ni medias, solo el diminuto tanga que apenas tapaba su sexo.
N.- ¿Así estoy bien?
Javier la miraba absorto contemplando esos senos que el picardías era incapaz de tapar y que salían por el escote dejando ver parte de las areolas, sus largas y esbeltas piernas terminaban en un pequeño triangulo negro de tela que, al ser transparente, marcaba la vulva dejando adivinar unos labios hinchados.
J.- Estas como siempre, espectacular.
Al oírlo, Nuria sonrió y se quitó el tanga diciendo. –Creo que esto me va a sobrar- y a continuación se metió en la cama.
Javier se puso un pijama corto y ancho que no podía ocultar la erección que tenía en ese momento y se metió en la cama igualmente. Nuria esperó alguna reacción de él, pero al ver que no hacía nada, se puso de espaldas y aproximó su trasero hasta rozar la mano de su suegro. Javier al notarlo comenzó a moverla casi imperceptiblemente acariciando las nalgas que tenía a su alcance. No sabía cómo actuar, siempre habían comenzado sus noches tomando fotografías y después todo surgía con naturalidad, pero ahora estaban en la cama y él no quería precipitarse, ella había dejado claro la noche anterior que no debían rebasar ciertos límites, así que estaba indeciso y eso le impedía actuar como lo hubiese hecho en otras circunstancias. Entonces ella cogió el brazo de su suegro y lo pasó por su cintura dejando la mano entre sus tetas, después movió sus caderas hasta dejar acoplado su culo a la pelvis de su suegro. Ahora Javier tenía su pene pegado a las nalgas de Nuria y su mano estaba acariciando los senos de su nuera, la metió bajo el picardías y sus dedos empezaron a jugar con los pezones, primero acariciándolos con suavidad y después apretándolos ligeramente, ella reaccionó de inmediato con un leve jadeo, entonces los pellizcó con más fuerza, lo que hizo que su nuera volviese la cara para mirarle diciendo que le gustaba.- Sigue, me gusta como me tocas- Él continuo pellizcándolos al tiempo que colocaba el pene entre los glúteos de su nuera, ella se movió ligeramente hasta permitir que se acoplasen perfectamente y entonces comenzó a moverlos arriba y abajo haciendo que la verga se deslizase entre ellos una y otra vez.
N.- ¿Te gusta mi amor?
Era la primera vez que su nuera le llamaba así, Javier respondió que si y empujó sus caderas hacia adelante para frotar con más fuerza su pene contra ese maravilloso culo, notaba como su polla estaba completamente hinchada y necesitaba algo más, estaba bien que ella le masturbara con sus nalgas, pero necesitaba más, necesitaba meterla en lo más profundo de su sexo, deseaba follársela fuera como fuera, aunque ella no quisiera, necesitaba sentir en su polla el calor y la humedad del sexo de su nuera.
Nuria mientras, movía sus caderas arriba y abajo notando como el pene de Javier se deslizaba entre sus glúteos, la gustaba sentir como esa polla hinchada se frotaba contra ella, pero eso no le valía, deseaba tenerla dentro, esperaba que él la cogiera por la fuerza si era necesario y la penetrara, había cometido la equivocación de ponerle limites, pero esperaba que su suegro no hiciese caso y la tomase a la fuerza, deseaba ser follada más que nada en el mundo, hacia tanto que no sentía una verga en su interior, la sensación del viernes al tener el glande en la entrada de su húmeda vagina había sido deliciosa, pero esta vez quería más, la quería entera dentro. -¡Cómo deseaba ser follada! ¡Anhelaba que la tomase de forma salvaje, violenta si fuera preciso!- No podía creerlo, siempre pensó en el sexo como algo tranquilo y dulce, pero ahora solo podía pensar en ser poseída, forzada. Se asustaba al ver como habían cambiado sus gustos en tan poco tiempo, de ser una esposa hogareña y mojigata había pasado a ser una viciosa exhibicionista, pero la encantaba, nunca había disfrutado tanto como ahora, su suegro había despertado en ella deseos ocultos que la hacían completamente feliz. Sin pensarlo dos veces subió sus caderas intentando que el pene se metiera entre sus piernas, no lo consiguió, así que repitió el movimiento un par de veces hasta lograrlo, ahora sí, la polla se había deslizado hacia abajo y ya estaba encajada entre sus muslos, al instante notó como su suegro empujaba con fuerza y la cabeza de esa maravillosa polla estaba en contacto con su vulva, Javier movía sus caderas adelante y atrás y ella notaba como la polla se deslizaba entre sus labios vaginales sin llegar a penetrarla. -¡Dios! ¡Que castigo! ¡Métela ya por lo que mas quieras!- Pensaba- Pero su suegro no lo hacía, se limitaba a empujar repetidamente frotando la cabeza del pene contra su vulva húmeda.
Javier no sabía qué hacer, quería penetrarla pero tenía miedo a la reacción de su nuera, sabía que ella estaba empapada porque notaba la humedad de su sexo, pero ¿Y si solo quería esto? Entonces retorció con fuerza sus pezones y ella soltó un fuerte gemido al tiempo que iniciaba un movimiento con sus caderas buscando la cabeza de su polla, ahora veía como era ella quien deseaba que el pene entrase en su vagina, Javier no perdió tiempo y se movió de forma que su glande se situó entre los labios hinchados y húmedos esperando la siguiente reacción de ella.
Nuria al notarlo empujó con fuerza sus caderas hacia atrás hasta notar como esa verga dura y venosa penetraba hasta el interior de su vagina.- Siii. ¡Dios que bien se siente!- Pensó. Pero sin darse cuenta sus pensamientos salieron por su boca expresando lo que tanto deseaba.
N.- ¡Muévete por Dios! ¡Fóllame ya! ¡Clávamela hasta adentro!
Al oírlo, Javier comenzó a penetrarla con fuerza, quería que su polla se enterrase en lo más profundo del coño de su nuera. -¡Como lo había deseado!- La giró poniéndola boca abajo y él se puso arriba dejándose caer una y otra vez sobre ella hasta notar que su polla se enterraba literalmente en el coño de su nuera, no podía profundizar más. Sin pensarlo cogió su pelo sujetándolo con fuerza y tirando hacia atrás, ella elevó rápidamente sus caderas y para él eso fue una autorización, ahora podía follarla con más fuerza.
N.- Sigue así, sigue así. ¡Me encanta! ¡Fóllame, fóllame si parar!
Nuria estaba enloquecida, subía y bajaba sus caderas de forma desenfrenada recibiendo una y otra vez esa deseada verga en el interior de su coño empapado. Vio como Javier tiraba de su pelo con fuerza hacia atrás y eso la excitó más, le gustaba sentirse dominada, era su niña viciosa. -¡Haz conmigo lo que quieras- Pensó. Entonces su suegro metió la otra mano entre sus piernas y comenzó a acariciar su clítoris. - ¡No puede ser, esto es demasiado- Notaba como su placer iba en aumento y no podía contenerse, iba a correrse de un momento a otro.
N.- Sigue, sigue, no pares por favor. Voy a correrme, voy a correrme ya.
Javier aceleró sus embestidas y ella soltó un profundo gemido mientras se derrumbaba temblando bajo el peso de su suegro.
N.- ¡Joder ha sido estupendo! Sigue, sigue, quiero que te corras dentro de mí.
Javier siguió penetrando su coño sin parar hasta que notó que iba a correrse.
J.- Voy a correrme, estoy a punto.
N.- Hazlo dentro por favor, quiero sentir tu leche en mi interior.
Javier eyaculó soltando toda su tibia y espesa leche en la vagina de su nuera.
N.- Siiii, la noto dentro, me encanta.
Después se durmieron abrazados hasta la mañana siguiente.
El día siguiente, después de desayunar, subieron a la habitación para preparase para ir a la piscina, ella dijo que iba a entrar en el baño para cambiarse, a Javier le sorprendió que se cambiase en el baño y no delante de él como había hecho la noche anterior, pero cuando salió, Javier se quedó boquiabierto, llevaba un bikini con la parte superior tan diminuta que a duras penas tapaba sus grandes pechos, y una braguita que se metía entre sus cachetes dejando a la vista una nalgas redondas y firmes.
N.- ¿Te gusta cómo voy? Vámonos a la piscina, hay que aprovechar el tiempo.
Javier se puso el bañador rápidamente, bajaron y se tumbaron en dos hamacas, cuando Nuria se quitó el pareo y dejó a la vista su cuerpo, todas las miradas se fijaron en ella, eso incitó a Javier a mostrar a todos los bañistas la pedazo de hembra que tenía junto a él.
J.- Quítate la parte de arriba del bikini.
N.- Nooo, me da vergüenza, nunca he hecho toples.
J.- ¡Venga! Hazlo, alguna vez tiene que ser la primera, ya verás como a alguno de los abuelos que hay por aquí le da un infarto.
N.- Jajaja. No sé, es que me da mucha vergüenza, tengo las tetas muy grandes.
J.- Las tienes como nos gustan a los hombres. ¡Enormeeesss! Jajaja
Nuria se incorporó un poco y se desabrochó el bikini liberando unos pechos hermosísimos coronados por dos areolas marrones y unos pezones puntiagudos que sin duda iban a llamar la atención de quien los mirase, un poco avergonzada se puso rápidamente las gafas de sol y se tumbó a tomar el sol. Javier no quitaba la vista de esas grande tetas y observaba como no era el único, los hombres de las hamacas vecinas tampoco perdían detalle.
El día transcurrió con normalidad, por la noche decidieron ir a cenar al restaurante del Hotel que tenia vistas al mar, era un restaurante selecto y exigía ir perfectamente vestido. Javier pidió que se pusiese el vestido rojo que habían comprado el día anterior, ella así lo hizo, cuando iban a salir, Javier la miró y dio su aprobación, llevaba tacones de aguja y el vestido se ajustaba perfectamente a su figura marcando las redondas caderas, el escote dejaba a la vista gran parte de sus estupendos pechos que, al ir sin sujetador, definían claramente los pezones a través del vestido. Al contemplarla, Javier seguía sin entender por qué su hijo se había separado de ella, era una mujer increíblemente bella y cariñosa.
J.- Hoy voy a ser la envidia de todos los hombres.
Ella sonrió y salieron hacia el restaurante. En éste había un ambiente romántico, salón en penumbra y mesas con velas, lo que creaba un ambiente íntimo que cautivó a Nuria. Javier pidió un buen vino y tras las primeras copas la conversación fue hacia los términos que él deseaba. Nuria le dijo que había tenido una idea muy buena al pensar en el viaje, hacia más de un año que no iba de vacaciones y esta escapada había sido una agradable sorpresa, le gustaba mucho el Hotel y aún más poder estar allí con él, desde que habían empezado con el juego de las fotos ella era otra, había descubierto una faceta de su vida que hasta ahora le era desconocida, antes de casarse y durante su matrimonio era una mujer discreta y tímida que no quería llamar la atención y odiaba que la gente la mirase, pero con él había descubierto que la gustaba ser observada, el mero hecho de saber que él estaba allí con la cámara la excitaba en extremo, nunca en su vida hubiese pensado que alguien llegaría a hacer fotos de sus zonas intimas, o estaría grabándola mientras se masturbaba o mantenía sexo, y sin embargo ahora lo deseaba, la encantaba que alguien mirase mientras lo hacía y esto la estimulaba a ser más osada, la dominaba el papel de niña viciosa y hacia que estuviese dispuesta a hacer todo lo que él la pedía, y eso era algo que no quería perder.
N.- ¿Te gusta que sea así? A mí a veces me asusta, no se lo que estaría dispuesta a hacer.
J.- A mí me gusta todo en ti, y disfruto muchísimo viendo como te exhibes ante mí.
Nuria se sonrojó de golpe.
N.- Eso ha sonado muy mal. ¿Tú crees que soy una exhibicionista?
J.- No se, dímelo tu. ¿Te gusta mostrarte ante mi o te gustaría hacerlo también ante otros hombres?
N.- Ufff, no lo se, nunca he estado desnuda ante otros hombres, solo ante tu hijo.
J.- Pero ¿Te gustaría estarlo? ¿Lo has pensado alguna vez?
N.- No lo se, cuando veo en la piscina que los hombres no quitan la vista de mis pechos o de mi culo, me agrada, me siento llamativa, desde que tu hijo me dejó pensé que había dejado de tener interés para los hombres, y ahora contigo, o con todos ellos mirándome, me siento hermosa, he recuperado la confianza en mí y creo que soy una mujer atractiva.
J.- Eres la mujer más bella y provocativa de todo el hotel, no dudes que todos los hombres que hay aquí estarían deseando estar contigo, pero no has respondido a mi pregunta. ¿A ti te gustaría mostrarte ante otros como lo haces ante mí? ¿Te excitaría ver como otros hombres te miran desnuda o mientras estás manteniendo sexo?
N.- Ufff, no lo se, me da vergüenza decirte esto, pero solo de pensarlo me estoy excitando, no puedo controlarlo, pero no se si en la realidad podría hacerlo.
J.- ¿Te gustaría probarlo algún día?
N.- ¿Probar qué?
J.- Mostrar tu sexo a otro hombre, que alguien haga fotos de él, o incluso que vea como te masturbas.
N.- ¡Joder! No se si será por el efecto del vino, pero con solo pensarlo mi sexo se está humedeciendo. Ahora mismo creo que si lo haría, pero si tu estuvieses a mi lado, sola no.
J.- Ok, lo haremos entonces, no hoy pero si otro día.
N.- ¡No me asustes por favor! Solo de pensarlo me tiemblan las piernas.
J.- ¿No te echarás atrás?
N.- No, ya te he dicho que me gusta estar contigo y haré lo que tú me pidas, pero no te pases por favor.
J.- ¿De verdad harás todo lo que yo te pida?
N.- Siiii, haré todo lo que tú me pidas, contigo he desarrollado ese papel de niña viciosa que me encanta, paso toda la semana esperando que llegue el viernes para verte y ya no podría vivir sin esas veladas contigo, me domina la necesidad de ser la niña sumisa que hace todo lo que tú deseas, y digo “ TODO ”. Pero antes de nada, quiero que me prometas que no vas a cansarte de mí, no podría soportar que me dejes. Además, olvídate de lo que te dije el viernes de los limites, entre tu y yo no tiene porque haber limites, al fin y al cabo yo ya no estoy casada con tu hijo, ahora ya no somos nada, así que tu y yo no debemos tener ningún limite, todo es admisible. ¿Vale?
J.- ¿Cansarme de ti? Cómo puedes pensar eso, has sido un auténtico regalo en mi vida, eres una mujer maravillosa. En cuanto a los límites, me tenías preocupado, no sabía cómo actuar y qué podía hacer contigo, lo que ocurrió anoche me dejó descolocado, pero ahora queda todo claro.
N.- Lo de los límites fue una tontería y no sabes cuánto me he arrepentido estos días, pero me alegra que los dos queramos lo mismo.
J.- Si, pero mañana tendrás que demostrarme que realmente vas a hacer TODO lo que yo te pida.
Nuria sonrió intrigada, pero prefirió no preguntar, después de la cena se fueron directamente a la habitación, los dos estaban deseando saltar esos límites y no tenían tiempo que perder.