Mi Personal Incubus

Un Vampiro se alimenta sexualmente con una bella madre...

Desde que nos mudamos a nuestra nueva casa, no tengo paz, necesitábamos un nuevo hogar, el departamento en que vivíamos, era de cuando yo me casé con mi esposo, nos divorciamos hace 1 año y mi situación económica mejoró mucho, por eso decidí buscar una casa para estar bien cómoda junto a mi hijo Lucas, de 11 años y conseguí una hermosa casa, a 30 minutos de la Gran ciudad, mi lugar de trabajo, la casa está en una zona residencial, muy tranquila, de una planta, con un jardín y pileta.

Yo soy Elizabeth, pero todos me llaman Liz, tengo 36 años, mi cabello es negro, ondeado y hasta un poco más de los hombros de largo, mis ojos son verdes muy claros, mi cara es bonita por lo que me dicen, mi cuerpo no es despampanante, pero mis pechos son grandes, mi cola esta bien, por lo menos recibo piropos en la calle sobre ella pero sobre todo por mis pechos, mido 1,74 y estoy en el peso justo, ni gorda ni flaca, me cuido bastante en las comidas, excepto un día a la semana que me tomo de libertad para comer, yo cocino porque a mi hijo le gustan ciertos platos que preparo y por el aprendí no hace mucho a hacer platos más elaborados.

Estamos en plena mudanza y ya comenzaban a suceder cosas extrañas, que yo suponían que eran producto del desorden de la mudanza, por ejemplo un día, yo estaba segura que había puesto los portarretratos en un mueble nuevo que hice preparar a medida en el living, cuando llegó la hora de cenar y ese día pedí pizza pues yo estaba muy cansada, en un momento me levanté para ir al baño y miré al pasar al mueble y los portarretratos no estaban, me quedé pensando que podría haber pasado y cuando entro al baño los encuentro en una repisa sobre el lavatorio, yo no los puse ahí, de eso estaba segura y mi hijo no hizo eso, el estuvo todo el tiempo mirando televisión donde yo lo veía, salí del baño con los portarretratos y los volví a colocar en su lugar de origen, los tres primeros día no sucedió nada más.

Yo me tomé 1 mes y medio de vacaciones en mi estudio de abogacía, aprovechando que estábamos en vacaciones y yo quería acomodar la casa y estar con Lucas, al cuarto día comenzaron a suceder cosas., era un miércoles, y el tiempo estaba muy feo, nubarrones negros estaban llegando, era tormenta eléctrica, a la noche, después de cenar, nos sentamos con Lucas en el living a ver TV mientras yo tomaba un café, veíamos a través de los grandes ventanales que daban al jardín como todo se iluminaba ante los relámpagos, de pronto me dieron unas ganas terribles de orinar, me levanté y fui al baño, había tres baños, uno en suit, otro al final del pasillo al lado de la habitación de Lucas y un tercero muy chico junto al lavadero, yo fui al del final del pasillo, me bajé el jean, luego la tanga y me senté en el inodoro, mientras sentía el placer de descargar, se apagó la luz, pensé que era un corte por la tormenta, me levanté y cuando abría la puerta para llamar a Lucas, vi que en el living había luz y observé los reflejos del televisor, comencé a apretar la llave de luz del baño y después de algunos intentos prendió, supuse que había algún corto en la llave, como había terminado lo mio, me limpié con papel higiénico, me subí la tanga y me pareció ver una sombra que pasaba por el ventiluz del baño, a través del espejo, giré para ver el ventiluz pero nada, como había tormenta eléctrica y lo atribuí a eso, me levanté el jean y regresé al living.

A las 23.30, luego que terminara una serie, Lucas me dijo que tenía sueño, me dio un beso y sentí que el iba al baño y al rato sentí que cerraba la puerta de su cuarto, miré un poco el noticiero y comencé a bostezar, apagué la tele, y fui a mi habitación, cerré la puerta y me saqué el jean colocándole en la silla, luego la remera, quedando en corpiño y bombacha, me saque el corpiño y me puse mi remera-pijama, no hacía ni frío ni calor, por eso decidí no ponerme los pantalones pijama, fui a mi baño en suite, volvía a orinar, me lavé los dientes y me fui a mi gran sommier de dos plazas y media, apenas apagué el velador, vi el reflejo de otro relámpago a través del ventanal de la habitación, donde solo tenía las cortinas corridas y atrás el trueno, me acomodé de costado y al poco tiempo me dormí.

No se cuanto tiempo había pasado, pero me desperté, sentí claramente que alguien me tocaba el cabello, jugaba con él, como hacíandome rulos, pensé que estaba en un sueño, pero no, estaba despierta, encendí la luz, miré, pero estaba sola, no se veía nada mas que lo que debía estar allí, apagué la luz, me puse de costado y me tape hasta los hombros con la sábana y un acolchado fino, no llegué a dormirme, estaba con los ojos cerrados pero despierta y sentí que me besaban el cuello, prendí la luz nuevamente y estaba tapada hasta la cintura, no noté cuando se bajó el acolchado pero yo no lo hice, miré preocupada, con miedo, pero nada, no fue mi imaginación, yo sentí labios fríos besándome el cuello, dejé la luz prendida, me dormí y esa noche no pasó nada más.

Al otro día amaneció lindo, con sol, vino a presentarse el parquísta, Juan, mientras tomábamos café, y le dije como quería yo el jardín, le pregunté por la gente que vivía antes, me dijo que era un matrimonio de mediana edad, pero el no me dijo mas nada, a la tarde, fui con Lucas al supermercado para comprar provisiones, llegamos y comencé a tener un poco de frío, era otoño, encendí una estufa, no daba tampoco para prender el hogar todavía, nuevamente apenas terminamos de cenar, Lucas decidió irse a la cama, me quedé en el living media hora más, yo también estaba cansada, el paseo por el shopping me cansó, había prendido las estufas de las habitaciones para que no estuvieran frías, la de Lucas la apagué cuando él se fue a dormir, la mía la apagué ahora, me desvestí, me saque el corpiño y me puse un pijama un poco mas grueso con un short que veía con el conjunto, fui al baño, pensé que estaba un poco descompuesta pero debió ser que tomé frio porque no tenía espasmos ni nada por el estilo, apagué el velador y me acomodé de costado, como siempre lo hacía, cerré los ojos sin siquiera imaginar que iba a ser una noche muy especial, no se cuanto dormí, pero abrí los ojos de golpe.

Alguien estaba dentro de mi cama, conmigo, tocado mis pechos, mi culo, ¿Eran dos?, Parecía por las manos frías que me tocaban, me aterroricé, pero no podía gritar, instintivamente iba a prender la luz... pero alguien se adelantó. Se prendió solo el velador, pero la luz era mucho más tenue que la habitual, se veía toda la habitación pero como en penumbras, yo no podía moverme, seguía de costado con alguien apoyándome atrás, pude girar mi cabeza pero ¡¡¡No había nadie!!!

Si vi que yo estaba toda tapada, lo que sea o los que sean estaba adentro, porque veía moverse la frazada, con el bulto de una persona atrás, era desesperante porque yo sentía que mi fuerza me abandonaba, era como que algo me aspiraba mi fuerza, hasta la sentía salir de mí, estaba inmóvil, callada, aterrorizada, indefensa, me estaban toqueteando el culo por encima del pantalón corto, las piernas, las tetas, todo, lentamente una mano comenzó a bajarme el short con la tanga, cuando mi culo quedó semi desnudo, un dedo recorría mi raya, me apretaba los cantos y ese mismo dedo comenzó a introducirse en mi agujero.

Ahhh Dios... ¿¿¿Quién sos???.. ¡Dejame!

No hubo respuestas, miré por el espejo que tenía frente a mi pero no se veía a nadie, solo movimientos, la frazada abultada, como que eramos dos en la cama, o tres, no sé, el bulto era muy grande, todo se sentía pero nada se veía, lentamente sentí que un dedo helado comenzaba a meterse en mi culo después de haber acariciado mi preciado y cerrado agujero, me quejé, hasta parecía que el dedo tenía una uña larga y me rozaba las paredes, simultáneamente otra mano fue a mi vagina y me acariciaba los labios.

Ahhh... por favor, basta... mmmmmm...

Con las pocas fuerzas que tenía saqué el culo para afuera y el dedo parecía haberse metido todo, gemí pero me quejé pues me dolió, no podía contenerme, no tenía fuerzas pero aparte algo me hacía gozar, mi temperatura subió, estaba como afiebrada, el dedo de la vagina se introdujo, un dedo en cada agujero y con una habilidad total hicieron que me contorsione y tenga mi primer orgasmo, grité contenida por mi hijo, la mano de la vagina salió y fue a una teta, apretándola, clavándome esa uña larga, haciéndome gritar del dolor, me apretaba el pezón como queriéndole sacar leche.

¿Quién sos?.. Por favor, me voy a volver loca, ¿¿¿Quién mierda sos???

Me soñaras... soy tu nuevo amante... basta por hoy, hasta mañana... (respondió una voz muy grave y con un dejo de eco)

De golpe todo terminó. Quedé agitada, acalorada, transpirada, destruida, me puse boca arriba, me subí la tanga y el short y miraba el techo de madera, de a poco recuperaba mi fuerza, ¿Qué fue eso?

Dios, estaba aterrada, pero seguía muy excitada, una mezcla de placer con miedo que nunca viví, me levanté cuando me sentí fuerte para hacerlo, me tambalee al principio pero recuperé el equilibrio, fui al baño, me saque el short y la tanga y los puse en el cesto para lavar, me senté en el bidet y dejé correr agua sobre mi vagina y cola, me miré al espejo mi pecho, no era mucho, solo como un punto pero no sangraba, solo me molestaba, al igual que mi vagina y mi ano, iba a ver como me levantaba mañana, sino me haría ver por mi medica, volví a la habitación, me puse una bombacha y un pantalón largo pijama, tomé un vaso de agua que siempre tenía en mi mesa de luz, y dejé la luz prendida y me acosté, tardé casi una hora en dormirme, todavía temblaba, no se si por el terrible orgasmo que tuve o por otra cosa, pero tenía tamblequeo.

Mi inolvidable noche tuvo su terrible corolario con la pesadilla que tuve, soñé que yo estaba en una enorme habitación pintada de rojo, con una única puerta negra, el único mueble, era una enorme cama con sábanas, colchas, almohadas rojas, yo estaba parada en un rincón opuesto a la puerta, mi única ropa era una cavada tanga blanca, yo estaba muy asustada, había probado abrir la puerta pero estaba cerrada y cuando sentí que la puerta comenzaba a abrirse me refugié en la pared opuesta, entró un ser espantoso, ni siquiera lo vi en la más terrorífica película, era muy algo alto, mediría 2,10 metros, todo su cuerpo era peludo, con orejas puntiagudas y largas, sus ojos eran rojos, su boca con labios muy carnosos rojos, sus brazos eran largos y sus manos grandes como con garras, en su frente tenía una protuberancia, en mi pesadilla, yo comencé a llorar y cuando el se acercó a mi y comenzaba a acariciarme todo el cuerpo, me agarraba y me empujaba a la cama.

Me desperté gritando, vino Lucas y se abrazó a mí, yo estaba bañada en sudor y lo tranquilicé diciéndole que solo era una pesadilla, no mentí, lo que jamas le hubiera dicho que tipo de pesadilla, eran las 5 de la madrugada, mi hijito volvió a su cuarto a seguir durmiendo, yo no pude dormir más, me puse una bata corta azul, fui a orinar y fui al living, me daba miedo que todavía era de noche, prendí la TV y miraba sin mirar, necesitaba algo que me saque de eso que vivía anoche, pero no era fácil, prendí un cigarrillo, y me hice abundante café.

A las 9 de la mañana yo seguía sentada en el sofá frente al televisor, apareció Lucas, ese día una vecina, nueva como yo allí y con dos hijos de edad cercana a Lucas, vino a casa y me preguntó si dejaba ir a mi hijo a su casa pues ella tenía una playstation para que los chicos jugaran, miré a Lucas y le vi cara de entusiasmo y accedí, estaba sola, el tiempo nuevamente comenzaba a descomponerse, almorcé solo dos sandwiches, hice café y prendí mi notebook, estaba decidida a buscar si habia algo como mi experiencia, no sabía como googlear, después de muchos intentos aparece la palabra ”INCUBUS”, su concepto, era resumiendo, demonios sexuales que atacaban mujeres, seduciéndolas, y copulando con ellas. Sucubus era para los hombres, demonios, pero mujeres.

Busqué incubus por todos lados, no había hasta acá imágenes, yo pensaba que alguien los podría haber descritos, me metí a ver en foros, comentarios, experiencias, y llegue a youtube, allí veo un vídeo de más de 45 minutos donde un parapsicólogo explicaba sobre estos demonios y por recopilación y datos de victimas había echo imágenes y comentarios sobre cada una de ellas, adelantaba para ver las imágenes y saltear los comentarios, hasta ahora nada encajaba como el ser espantoso de mi pesadilla, faltaban 11 minutos de filmación y quedé aterrada, paré el vídeo y me fui contra el respaldo de la silla.

Ahí estaba, idéntico, era él, no había duda, continúo mirando y leo el comentario: “Bersaker: Uno de los más activos demonios, trabaja con un sirviente, su pene fue comentado como largo, muy duro, muy frio y con una enorme cabeza, con dos enormes testículos, a diferencia de otros íncubus, Bersaker elige a sus víctima transformándolas en amantes, no es un demonio “directo”, juega mucho tiempo con la mujer elegida, provocándose muchos orgasmos y luego de varias noches donde la mujer ya pareciera esperar a ese íncubus, las penetra, por ambos lados y es allí donde usa a su sirviente para sujetar a su amante, luego que la mujer está preparada, ella comienza a soñar con él y ahí ve vívida la relación. El incubo ataca física y en sueños, desgasta pero deja reponerse a su amante, con el tiempo, el sirviente también comienza a tener una relación con la mujer; el sirviente es Cormen, un enano verde, con orejas muy largas, un cuerpo escamoso y un pene muy largo y fino, también con una cabeza desproporcionada”.

Dios... ¿Qué es esto? El artículo remataba diciendo que a diferencia de otros demonios “más románticos” si es cabe el término, Bersaker, es inmundo, aparte de su aspecto, a él le encanta meterse en el baño cuando la mujer esta haciendo sus cosas, puede tenerla encerrada allí por largo tiempo mientras el goza viéndola, manoseándola mientras la mujer evacua u orina.

Cerré la página, prendí un cigarrillo y pensé en Lucas, vi antes de cerrar que una mujer contaba que ella quedó embarazada pero el niño nació bien y normal, yo no quería leer más, ¿Qué hago?

Encendí un cigarrillo y analicé, esa cosa no ataca a los chicos, no molestó nunca a Lucas, eso me tranquilizaba, yo solo debía mantener alejado a mi hijo pues ese asqueroso demonio es celoso, no iba a comentar esto con nadie y menos con Teresa, mi vecina, la madre de los chicos donde ahora estaba Lucas, ni quería suponer la cara de ella de pánico si sospechaba que yo era una delirante, sería terrible para Lucas, pues yo, en lugar de ella alejaría a mis hijos del hijo de la demente.

No tenía intención de ver a parapsicólogos, curas u otras yerbas, pues sería meter a un ejército de gente investigadora, alumnos que buscan fantasmas y demás, o sea, debo esperar a ver hasta donde yo puedo aguantar eso y lo peor, convivir con eso, seguía con eso en la cabeza y sonó el timbre, Lucas regresaba, Teresa me dijo si mañana Lucas podía quedarse a dormir, pues iba ella a dar una fiestita para niños y ellos tendrían diversión, acepté volando, si esto iba en aumento, sería mejor afrontarlo sola.

Llegó la noche, no llovía pero ganas no le faltaba al tiempo, preparé la cena, cenamos, esta vez Lucas aguantó hasta las 22 horas, pensé que el estaría cansado por el juego de play en la casa de sus nuevos amigos, pero me equivoqué, a esa hora, se levantó, me dio un beso y camino rumbo a su habitación.

Luquitas, cerrá bien tu puerta... para que no se te enfrié el cuarto...

Si mami, siempre lo hago... hasta mañana... te quiero mucho...

Yo también mi amor...

Escuché a mi amado nene ir al baño y luego entró a su recamara cerrando la puerta.

Prendí un cigarrillo, y por primera vez desde que estoy ahi, me serví un vaso de whisky, saqué hielo, me volví a sentar y permanecí mirando la TV, eran las 23:15 hs, estaba mirando un documental sobre el universo, y comencé a sentir a sentir escalofríos, bebí otro sorbo y encendí otro cigarrillo, sentí que comenzaba a subirme la fiebre, o era una sensación, pero me toqué la frente y la sentía caliente, mi cuerpo comenzaba a estar caliente, me desabroché dos botones de mi camisa blanca, mostrando mi corpiño blanco también, bebí otro trago, los escalofríos se profundizaron no podía tener mis manos quietas y de pronto escuché como una voz de otro mundo, desde mi dormitorio, ordenaba:

Liz... ¡Ven ya!

Carajo, es el alcohol, me dije incrédula de la situación. Me quedé sentada, pero mis ojos comenzaron a cerrarse, apagué la TV, me levanté, mierda, estoy mareada, camino al pasillo apagué la luz del living, llegué a la puerta de mi habitación, allí tenía la perilla de la luz del pasillo, la apague, miré en dirección al cuarto de Lucas, antes de entrar a la mia, abrí la puerta de su cuarto y observé que el estaba profundamente dormido, con la radio con música prendida baja, le subí un poco el tono pero sin alterarlo, cerré muy despacio la puerta, cruzé a mi cuarto, cerré la puerta, prendí el velador, pero algo estaba mal, cuando prendí el velador, la luz de arriba de mi cama, que era con una lámpara roja que yo había echo poner para no tener que estirarme y prender esa primero para ir al baño por ejemplo, bueno, esa luz también se prendió.

¿Pero esa luz tiene una llave independiente..? Quise apagarla, pero nada, pero si se apagó el velador, la habitación solo estaba iluminada por la tenue luz roja de arriba del respaldo del sommier sobre la pared, ahora si comencé a temblar más, presentía algo malo, me saqué las zapatillas, el jean y luego la camisa, como mi rutina antes de dormir, al igual que el corpiño, me puse una remera larga que usaba para dormir, pero no me puse ni pantalón ni short, solo la tanga, fui a orinar, me senté en la cama e intenté nuevamente apagar la luz roja, pero nada, la perilla estaba como floja, me acosté, me tapé hasta el cuello, me puse de costado y luego de un bostezo me dormí.

Transcurrido un tiempo algo me sobresaltó, abrí los ojos, miré instintivamente el reloj despertador, las 1:30 hs, estaba toda destapada, la sábana y la frazada en el piso a los pies de la cama, intenté girar pero me sentía sin fuerzas, la temperatura de mi cuerpo comenzó a subir, balbuceaba, sentí que alguien se sentaba en la cama a mi lado, esta vez vi una sombra muy grande a mi lado, la habitación era toda roja por la luz, viendo siempre la sombra, como una mano se estiró hacia mi cabeza, y me acarició el cabello, la frente, mis labios, una uña pasaba por mis labios, apretando un poco, me corría el cabello, me acariciaba el cuello, me colocó boca arriba, yo sentía que mi temperatura subía mas y mi cuerpo no respondía a mi mando, ahora un terrible calor invadió mi vagina, gemí, esa mano, que hasta allí era cariñosa, de un tirón me rompió la remera, la terminó de romper, me la sacó y la tiró al piso, mis pechos quedaron al aire, expuestos, por un rato la sombra no se movió.

Ahora me tomó cada una de mis manos, pero era de otra sombra, mucho más pequeña que no había visto en el otro costado de la cama, uno en cada lado, las manos de la sombra chica, me sujetó las manos firmemente una a cada lado de mi cuerpo, la sombra grande se inclinó sobre mí, primero sentí dos manos, una en cada teta y en seguida sentí que comenzaba a chuparme un pezón, luego el otro, y saltaba de uno a otro, de a poco la succión era muy fuerte haciéndome gritar, las manos apretaron mas fuertes las miás para asegurar que yo no intentara nada, a pesar que yo no tenía fuerzas, mientras me succionaba las tetas con mucha fuerza, sentí como una garra que se posó en mi estómago y comenzó a bajar hasta la tanga, la arrancó con fuerza, con bronca, hasta sentí un rugido y la revoleó hacia una pared, sin dejar de chuparme las tetas, ahora en simultáneo la garra me tomó la vagina e introdujo un dedo casi helado adentro, subí el torso, gemí, grité, intenté evitarlo, pero un gran orgasmo brotó, estaba muy mojada y los dos dedos ahora dentro mio seguían jugando en mí.

Ayyy... por favor dejame...

NO

Era una voz gutural, grave, como de ultratumba, hasta sentía ahora una baba que caía primero en mis tetas y posteriormente en mi cara, pues la sombra subió y se puso frente a frente a mi cara, percibí una lengua muy áspera y larga que pasaba por mis labios, traté de mantener la boca cerrada, pero sentí que un tercer dedo entraba en mi chocha y abrí la boca para gemir y allí me introdujo la lengua.

El otro incubo me tenía cada vez mas fuerte, me dolían las muñecas de como me apretaba, las bocas del demonio y la mía estaban como selladas por los labios, los de el abarcaba mucho, eran muy grandes, su abrasiva lengua seguí en mi cavidad bucal y ahora comencé a sentir que la baba entraba en mí, cada vez el flujo era mayor por eso comencé a tragar, era un líquido muy espeso, muy amargo, caliente, creo que 10 minutos estuve tragando su baba o lo que sea que me estaba inoculando, tragué mucha, hasta comencé a tener dolor de panza, sentía retortijones, no se como se dio cuenta pero ahí se soltó de mí.

Me apretó fuerte la vagina con su garra y sus dedos dentro y tuve otro fuerte orgasmo, esperó un poco y me sacó los dedos, me liberaron las manos y las sombras desaparecieron,suspiré y comencé a llorar, me tuve que quedar un rato hasta que la fuerza volviera a mí y ante un nuevo retortijón, me levanté a los tumbos y fui al baño, quise cerrar la puerta por costumbre, siempre lo hacía a pesar de estar sola, pero la puerta estaba trabada, no podía cerrarla, era tanta la necesidad de evacuar que me senté y vi la sombra ahora sobre el bidet, de repente las luces subieron solas en intensidad, el baño estaba muy iluminado y sentí un rugido, un grito de placer que pensé que despertaría a mi hijo, por último una carcajada de ultratumba y desapareció, yo estaba descompuesta, cuando terminé me lavé en el bidet. Cuando salí sentí golpear la puerta:

¿Mami, estás bien?

Si Hijo, solo fui al baño... ¿Por qué lo preguntás?

Sentí como un grito raro...

Debió ser algún perro de afuera, de acá no fue...

Ahh, tenés razón, hasta mañana.

Hasta mañana amorcito.

Recogí la remera y la tanga rotas y las puse en un rincón del placar para mañana tirarlas, me puse otra remera y una tanga rosa, me desplomé en la cama, apague todas las luces que ahora funcionaban perfectas y me dormí, esa noche no hubo pesadillas. Ni recuerdo con que soñé, pero nada extraño, me desperté a las 9.15 hs junto con Lucas, desayunamos y decidimos ir al shopping a comprar cosas, pues a la tarde Lucas se iba a la casa de teresa y dormiría allí. Yo estaba con nauseas, pero se fueron mientras manejaba, almorzamos en el patio de comidas, regresamos a las 15.30 hs, me di un baño de inmersión, a las 18 hs en punto vino Teresa, tomamos mate y a la hora se fue con mi hijo, cerré la puerta con traba y doble llave, otra vez tormenta, mierda, que otoño jodidamente lluvioso, me cambié de ropa, me puse la bata, solo la bombacha tenía abajo, terminé de acomodar la mercadería que trajimos, mire la heladera y decidí prepararme fideos para mi cena, comí temprano, a las 21 había terminado, ahora llovía muy fuerte, corrí todas las cortinas de los ventanales, me desplomé en el sofá, prendí un cigarrillo y comencé a tomar el café que me había preparado, creo que me dormite un rato.

Me despabilé, encendí otro cigarrillo y miré otro documental sobre animales, miré la hora en la esquina de la TV, las 23.15 hs, de repente el televisor se apagó solo, tomé el control remoto, nada, me estaba levantando y se apagaron las luces.

“¿La puta madre, cortaron la luz por la tormenta?”

Encendí el encendedor y cuando llegué al pasillo vi que en mi habitación estaba prendida la luz roja, intenté prender la luz del pasillo, nada, caminé hacia mi habitación, apague el encendedor cuando llegue a la puerta, miré adentro, nada, entré y esta vez todo comenzó muy temprano, algo me dio un fuerte empujón haciéndome estampar contra la pared, la puerta se cerró de un portazo y la llave saltó hacia abajo de la cómoda, comencé a levantar fiebre, a temblar, cuando intenté salir, nuevamente me empujaron contra la pared, me quedé parada allí, una sombra muy grande se puso frente a mi, tocándome y la otra mas chica a mi derecha, sentí en mi cara un aliento asqueroso, repugnante, la larga lengua comenzó a pasar por mis labios, un gruñido terrible, agudo.

Escuchaba gemir, palabras en un idioma extraño, graves, huecas, de golpe las garras rompieron la bata, la destrozaron, y la tiro muy fuerte a un rincón, quedé solo en bombacha, alguien me tomó las manos y me las sujetó contra la pared, arriba, sobre mi cabeza, las fuerzas comenzaron a abandonarme y la fiebre subió, un fuego me recorrió todo el cuerpo, las garras tomaron mis pechos, los apretaron, gemí, me lastimaban, hoy esa cosa, estaba terriblemente excitado y enojado, pues no dejaba de gruñir y hablar, las garras bajaron a mi cintura y comenzaron a bajar, nuevamente destrozó mi bombacha gritando, aullando, sentía un fuerte movimiento entre ellos, me giraron, la sombra de adelante, la mayor, bajó, me abrieron las piernas y sentí la lengua asquerosa, larga y áspera pasar por los labios de mi vagina.

Cuando la lengua comenzó a entrar en mi, gemí y comencé a mojarme, en simultáneo otra lengua estaba en el agujero de mi culo, con mis manos libres intenté tomar la sombra. Sentí algo como que era una gran cabeza y la tomé con mis manos, tiré la cabeza para atrás, gemí, la larga lengua estaba entrando toda en mi y la de atrás también se abrió paso por mi culo, contorsioné mi torso y acabé con un grito, pero esto recién comenzaba, otro orgasmo con ambas lenguas dentro mio. Grité:

¡¡¡Basta por favor!!! Penetrame que no doy mas...

Terminé de decir eso y me empujaron a la cama, me colocaron boca arriba, y la sombra mayor se puso sobre mi, aprisionándose, el otro a mi costado, nuevamente boca con boca, esta vez, abrí inmediatamente mi boca y la inmunda lengua entró, yo estaba muy excitada, comenzó a descargar su baba, su nauseabundo líquido en mi boca, sus labios se sellaron a los míos, absorbiéndolos, lentamente esta vez el espeso y amargo líquido comenzó a entrar, yo lo tragaba a medida que lo sentía, una garra fue a mi concha y me estremecí, fueron mas de 15 largos minutos de tragar líquido y sentir que su lengua envolvía a la miá, comencé a sentir dolor de panza, me abrió las piernas, el otro me sujetó las manos a un costado de mi cabeza, se separaron los labios.

Unos minutos de quietud, silencio y un aullido desgarrador surgió, me estremecí, su aliento fétido estaba sobre mi rostro, el que tenía mis manos me apretó muy fuerte, otro aullido y comencé a sentir que algo muy grande y frío comenzaba a entrar en mí, el dolor me hizo bramar, intenté contorsionare pero estaba muy bien agarrada, sujetada, sentía un gran cuerpo que me aplastaba mientras ese pedazo enorme de carne seguía camino hacia mi interior, volví a gritar, le pedí por favor que fuera mas despacio, pero nadie me respondía a mi lamento, esa brutal cosa era fría, pero me quemaba en el interior, me ardía, me dolía, una garra se posó en una teta mientras esa bestialidad seguía entrando, mi concha estaba mojada, lubricada pero insuficiente para recibir ese monstruo, parecía interminable, eterno, el dolor, la penetración, todo, por fin daba la sensación de que no entraría mas, pero sin darme respiro para adaptarme a esa enormidad, comenzó a cogerme, sin piedad, sentía el terrible roce del monstruo deslizándose a paso firme en mi interior, hasta el estómago parecía a punto de estallar.

Ese demonio, esa sombre palpable, ese ser despiadado entraba y salía de mi a su antojo, yo estaba en un grito, pero inexplicablemente para mi, tenía orgasmos múltiples, era fuego que me penetraba, me quemaba hasta las entrañas, me soltaron las manos, pero igual, por mas que lo intenté era imposible mover un centímetro esa sombra, esa cosa que yo tenía encima mio, mientras me cogía, me destruía, el incubo gemía, rugía, se reía a carcajadas, el somier crujía, el ruido del movimiento era espantoso pero otro orgasmo me hizo gritar, no se cuanto duró eso, pero de repente y en plena embestida un terrible grito y una catarata de un líquido muy espeso me invadió, me llenó, el demonio se quedó tendido sobre mi, con su pene si cabe esa expresión en mi interior y luego de un largo rato, salió, escuché mientras estaba tendida, vencida, desarmada por tantos orgasmos, dolor, y muchas sensaciones mas, en mi cara, una voz de terror dijo:

Eres mía... y yo seré tu amo... estarás siempre dispuesta para mí...

Sentí el alivio de ya no tener el bruto peso encima mio, abrí mis ojos, de a poco las fuerzas regresaban, respiré hondo, la concha me ardía, pero la fiebre cedió, como siempre desde que vivo esto, tenía el gusto de su baba en mi boca, estuve media hora tirada en la cama, comencé a mover mis piernas, me senté en la cama, con esfuerzo agarré un cigarrillo de mi mesa de luz y lo encendí, di una gran bocanada de humo, me quedé un rato mirando a la pared, con la mente en blanco, tenía un toallón cerca, lo tomé y me sequé un poco la concha pues brotaba el líquido que me había llenado, terminé el cigarrillo y desnuda, con el toallón en la mano, fui al baño, me miré al espejo, mi cara era un desastre, me peiné un poco, me agarró un retortijón que casi me hace doblar, me senté en el inodoro y la puerta se cerró de un terrible portazo, la luz bajó esta vez su intensidad a un mínimo.

Cuando estaba cagando, miré a un costado y vi la sombra chica, parada al lado del bidet... “el sirviente”. El baño es muy grande, tanto como para ser atacada con comodidad, mi estómago seguía rugiendo, yo miraba fijo esa sombra que esta estática ahí, mirándome, era chica, no se calcular medidas y menos de una niebla oscura, pero dentro de mi ignorancia podría calcular 1,20 mts.

¿Que querés ahora?

A vos...

Me respondió una voz muy fina, como de un niño, pero este hablaba.

Por favor, no puedo más... andate, dejame descansar...

¡No!

¿Quién sos?

Vos sabes...

Por favor...

Tu culo esta hablando... ¿Qué le pasa, esta descompuesto?.. muaaajajajajaja...

Por tu culpa y del otro...

No... tu culo no fue tocado... hasta ahora...

Vos sos un hijo de mil putas... ¿Acaso no ves como estoy?

Que carácter, mamita...

Quedé pasmada de terror pues la voz era una perfecta imitación de la de mi hijo.

Dejame lavarme en el bidet, andate de aquí.

No me voy, me enloquecen las mamis con carácter... como vos...

Te lo ruego...

En un rato vas a rogar que te la saque...

Me sequé e incorporé y la sombra vino sobre mi y me tiró al piso.

¡Soltame hijo de puta!

No mami... NOOOOO

Era algo escamoso, tal como había visto en Internet por los testimonios, pegajoso, pero mas visible que el otro, pude ver dos ojos muy rojos fijos en mí, este era hablador, burlón, asqueroso, inmundo, y muy juguetón. Y parece que su vicio eran los culos, mientras intentaba empujar eso de arriba mio, otra vez la fiebre comenzó a subir y la fuerza me comenzó a abandonar, con sus manos agarró las miás y las colocó abiertas a un costado de mi cuerpo, firme, fuerte y sentí sus asquerosos labios prenderse de los míos, abrí mi boca y una lengua muy gruesa se introdujo, igual que el otro al rato comenzó a caer dentro de mi boca un liquido muy espeso, viscoso, agridulce, y comencé a tragarlo sabiendo que sino me ahogaría porque se amontonaría en mi boca, esa asquerosa crema comenzó a deslizarse lentamente por mi garganta hasta llegar a mi estómago, mientras su gran lengua jugaba con la miá, la lengua parecía una lija, áspera, porosa.

Después de más de 15 minutos según lo calculé se separó, yo estaba sin fuerzas, agotada, vencida, lo que semejaba una cabeza, pues veía todo borroso, se levantó un poco y esos ojos rojos penetrantes quedaron mirándome fijos, al rato, me dijo con voz siempre fina, pero alterada, nervioso:

Vamos a la cama mami.

Me llevó casi arrastrándome y me subió, vi que bajó la intensidad de la luz roja y sentí que algo se acomodaba a mi lado, yo estaba boca arriba y un brazo pequeño pero muy fuerte con una mano pequeña con muy largos dedos me rodeó el cuello, luego bajó y mientras me tocaba las tetas, sentí:

Le vas a dar las nalgas a este niño caliente, porque él quiere el culito de mamita.

Por favor, no...

Hmm... SIIIIIII...

Me vas a matar...

Jamás preciosa... te necesito... y te deseo...

No entendés...

No, no entiendo, pero eso no importa, lo que importa es que voy a meterme en tu culo hasta que ensucies toda la cama.

Me puso boca abajo y me abrió muy bien las piernas y lo sentí en el medio, sentí que su repugnante baba caía sobre mi culo y el la metía adentro de mi culo con uno de sus largos dedos, me dejó el dedo adentro y gemí

Aauummm... mami te gusta que el nene juegue en tu colita... te voy a dar un poquito de fuerzas para que intentes sacarme de tu culo, porque a este niño le gusta con un poco de resistencia, sino es aburrido...

Este era maldito, inmundo, perverso. Me liberó las manos, y nuevamente sentí baba y el dedo, quietud, solo ruidos de acomodarse, su pequeño pero muy fuerte cuerpo se acomodó sobre mi y enseguida mi culo comenzó a recibir algo muy frío, fino pero con cabeza enorme, grité con las pocas fuerzas que tenía y traté de manotear para atrás. Pero era muy pequeño, y lo sentía agarrado a mí.

Auuuaaa... jjjuuuaassss... ¿Mami, te gusta la pija de tu niño?

Hablaba como un chico, a veces como mi hijo, otras como un niño pequeño, balbuceaba, simulaba llorar, algo espantoso, mi culo, por reflejo, trataba de expulsar eso que lo dañaba y esa pija, mejor dicho, esa cabeza, empujaba para meterse, vencida, me desplomé y ahora la pija entraba sin cesar, grité afónica, lloré y pataleaba con mis pies, pero el gozaba con eso, me cantaba canciones de cuna mientras me perforaba el orto sin piedad, no entiendo como otra vez comencé a tener orgasmo, me había relajado, por eso pude aguantas ahora los embates que eran violentos, pero sentía dolor punzante.

Me pegó un alarido en el oído y sentí que algo que supongo sería su semen entraba lentamente pero abundante, parecía una sustancia pegajosa y muy espesa, esa entidad metía y sacaba su pija para asegurarse empujar bien esa crema que largó bien adentro mío, me tuvo lo que calcule 15 minutos empernada en mi roto culo, se salió y con una voz angelical, de nenito travieso, me dijo al oído:

Mamita, papá mayor me ordenó que por un tiempo me quedé con vos para poseerte... y estoy feliz, muy feliz de tener el culo de mamita para mí...

Y se fue. Comencé nuevamente a llorar, me sentía desfallecer, totalmente destruida, me desperté casi al mediodía, fui al baño y me salían líquidos de mi concha y mi culo, líquidos espesos, me lave profundamente, me puse otra bata, fui a la sala, preparé café y me desplomé en el sofá prendiendo un cigarrillo, pasaron, varios días y era atacada noche por medio, me dejaba reponerme para otra noche agarrar mi culo por varias horas, tuve que mandar a Luquitas a la casa de mi mamá por unos días, pues una noche en el living, mientras yo hablaba con mi hijo, sentí que algo se sentaba o posaba al lado mio y me metía el dedo en el culo, luego de bajarme un poco la bombacha, por mi cara, mi hijo me preguntó que me pasaba y tuve que decirle que tuve un retortijón. Fui al baño y allí, en poco tiempo mi “amiguito” me rompió una vez más el culo.

No encontré en internet como tomarme aunque sea unas vacaciones de esas criaturas maléficas. Un día estaba sentada sola, pues mi hijo se acababa de ir a la playa con mis padres por 15 días y yo pensando algo para descansar enserio de tanto sexo violento y destructivo, a pesar de ser multiorgásmico, justo que prendía un cigarrillo, sonó el teléfono:

Hola...

¿Tía?

Hola Romina... ¿Preciosa, como estás?

Yo bien tía, ¿Y vos?

Bien querida, supongo que estas contenta ahora con tus 18 añitos, ya sos mayor...

Siiii jajajajajaja

Me alegra... ¿Linda, querías algo?

¿Tía, puedo ir a tu casa por unos días?.. me encantaría meterme en la piscina y de paso conocerla... porfis, solo unos pocos días...

Pero claro que si mi amor, trae tu bikini y te espero, pero no por unos días, vení mañana, yo te pago el taxi y quedate dos semanas o más, que Lucas no está, así me hacés compañía...

¡¡¡Genial!!! Gracias tía, mañana al mediodía estoy allá.

Te espero corazón...

Besos tía linda...

Besos mi amor...

Colgué el teléfono, encendí otro cigarrillo y mirando hacia una pared grité:

¡¿Escucharon hijos de puta?! Mañana tienen carne fresca... merezco unas vacaciones.

De repente las luces se prendieron y apagaron, y una carcajada retumbó desde mi habitación.


® Autor: Marcel Milord Arreglos: Gus Becker

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