Mi persona especial

Mi persona especial...

El día de hoy, desperté en la madrugada exaltada, tuve un sueño o mas bien, una pesadilla, donde mi peor noche en la vida sucedía nuevamente, hacia ya tiempo que no pensaba en eso, fue realmente desagradable volver a sentir sus manos tocandome, volver a ver a mi pequeña hermana en el suelo, y, ver los ojos de aquel niño, oobservandome con tanta lástima, no quería pensar en eso, así que me levante de la cama y me dirijo a la cocina por un vaso de agua. Tomé profundo, el frío del agua dejaba que mi cuerpo se relajase.

J: - A esta hora, suelen estar los muertos merodeando.

Bote de manera espectacular el agua por la boca y sin pensarlo lance el vaso por donde provenía el sonido, si no había sido suficiente el mal sueño, tenía que esta James con sus bromas de mierda, sus buenos reflejos le hicieron atrapar el vaso a tiempo y con cuidado lo colocó en la mesa.

J: - Que poca femenino se vio eso.

E: - ¡Callate!

J: - Baja la voz niña - apoyándo su rostro de una mano - mamá acaba de acostarse y Rago tiene que madrugar.

E: - Tu empezaste - señalandole - ¿Estas loco? Lograste quitarme el poco sueño que tenía, bobo.

J: - No dije nada que no fuese mentira.

E: - Enfermo, por cierto ¿Qué haces en plena oscuridad aquí?

J: - Me estaba… - tocandose el pecho - dando am…

E: - Ya no quiero saber - subiendo la mano de que parara.

Sonrió un poco, luego serenó su gesto nuevamente.

J: - Solo respondía tu pregunta hermanita, yo nunca te mentiría.

E: - Solo para no decirme la verdad, asqueroso - me cruce de brazos.

James volvió a sonreír y sacó un vaso con licor debajo de la mesa.

J: - No lograba conciliar el sueño, así que me hice una buena compañía con algo de tomar.

Que peculiar.

E: - ¿Puedo? - extendiendo mi mano para dar un sorbo.

J: - ¿Desde cuando? - fingiendo llorar - mi hermanita creció tanto… Regresenmela

Estiró la mano con el vaso.

E: - Desde hace años - le arrebate el vaso y tomé un sorbo - solo que te negabas aceptarlo.

Hablamos un largo rato, mientras el seguía tomando vasos completos, yo me conformaba en darle pequeños sorbos. Salí un rato al balcón a ver el amanecer, dándome cuenta que ya era de día y tenía que ir al instituto en unas horas. Tomé una ducha larga para relajarme y quitarme la pesadez, al salir veo que Rago intentaba llevarse a James a la habitación, quien se negaba a levantarse siquiera de la silla, los ignore y entre a mi habitación a vestirme, aunque ahora que me percato, si James no me lleva, Rago. Salí rápidamente y ya se había ido.

E: - ¿Hermano? - toque el hombro de James que aún seguía noqueado en la silla - Me tienes que llevar.

Con la poca fuerza que le quedaba, sacó las llaves del auto de su bolsillo y me las acercó.

J: - ¡No lo choques! - acercándose bruscamente y con una expresión de miedo, o no volverás a ver esas llaves en tu vida. Ahora vete.

Cayó nuevamente en la mesa haciendo seña con la mano de que me fuera, eso fue un poco perturbador, sabiendo quien me ostiga la existencia cuando pasa algo malo es el, ya debería superar el pequeño choque que sufrió el auto por mi hace un año, aunque ahora que lo recuerdo, tuvieron que reconstruirle el parachoques, mmm… No fue para tanto. Terminó de vestirme, tomo un desayuno rápido, le colocó una sabana a James y le beso la cabeza, buen chico, y me voy felizmente en coche, este día no podría ser mejor. Hacía tiempo que no tomaba el volante, que divertido. Al llegar, caigo en cuenta que aún era bastante temprano, podía haber dormido un poco pero me emocionó tanto el hecho de conducir, no me percate, no importa, reposo en uno de los mesones, si escucho a alguien me levanto, pero me duermo, hasta que escuchó un golpe fuerte en la puerta de entrada y despierto alterada, observo que no había nada, y a los pocos segundos entran mis compañeros, ¿Qué fue eso?. Luego de la primera jornada de clases, como de costumbre nos reunimos las muchachas y yo a merendar algo, esta vez fueron unas tostadas de mantequilla y chocolate frío, las chicas se veían enérgicas, a diferencia de mi que estaba que me dormía, ellas hablaban y hablaban como locas y yo solo escuchaba, así que me levanté y me dirijo al jardín a descansar, siempre está solo y aún quedaban 40 minutos antes de la otra jornada, aprovecharé. Mientras dormía, puedo escuchar a alguien, por más que sea, nadie en su sano juicio se queda completamente dormido estando en un lugar tan descubierto.

: - Entonces el rey se percató que la niña seguía durmiendo y se acerca a ella… ¿seguirás durmiendo?

Eso lo escuche realmente cerca, así que abrí mis ojos de golpe y mire arriba de mi, encontrándose Evan observandome sentando.

Ea: - Eres tú - colocando mi brazo sobre mi rostro - Puedo ver que fuiste tu quien tocó la puerta del aula.

En: - ¿Acaso estuvo mal?

Le sonreí y me senté frente a él.

Ea: - No, estuve bien. Gracias.

El me miró brevemente y sonrió, forzosamente ¿Por qué?

En: - De nada. Me retiro - intentado levantarse.

Ea: - Aguarda.

Estire mi mano y lo sostuve, haciendo que este se tambaleara y cayera arrodillado muy cerca de mí, levantó su rostro y me observo.

En: - ¿Qué sucede?

Realmente… Nada, ¿Por qué lo detuve?

Ea: - ¿Te sientes bien? Te noto extraño.

En: - Observando mucho a un extraño, ¿tengo que preocuparme por acoso?

Lo mire seriamente, ¿estaba bromeando conmigo? Toque su frente sin preguntarle, si, estaba caliente.

Ea: - Estas caliente.

En: - Suelen decirme eso frecuentemente - Llevándose su cabello hacia atrás, normalmente suele llevarlo todo alborotado - Soy irresistible.

Seguia bromeando… digamos que yo no estaba de muy buen humor, y menos con un conocido, pero no pude evitar preocuparme, ¿lo estará intentando ocultar? Baje mi mano de su frente a su nuca, y lo acerque a mi frente a frente, viendo que se había sorprendido, lo sabía, no esperaba eso, dejó de sonreír. Estando tan cerca del, puedo ver con claridad el tono de sus ojos, un azul oscuro, profundo.

En: - ¿Quieres ir a la cárcel? Esto lo llamo acoso - sin mostrar expresión alguna.

Ea: - ¿Estas enfermo, verdad? ¿Lo estás ocultando?

El me aleja, baja la mirada avergonzado, su rostro lo delataba. Puede que me haya sobrepasado un poco, no suelo comportarme así con nadie, pero siento tanta confianza a su lado, como si ya lo conociera, pero, ¿De dónde?

En: - No deberías de hacer ese tipo de cosas con personas que apenas conoces, se puede malinterpretar.

Ea: - Lamento mi actitud, pero tu no dejabas de evadir mis preguntas y es un poco molesto.

En: - Solo quiero estar tranquilo, ¿Puedes hacer eso?

Se dejó caer sobre la grama y su cabeza en mis piernas, supongo que se venga de mi actitud.

Ea: - Eh, emm.. Tu cabeza…

En: - ¿Quién acercó su rostro bruscamente al otro? Eso se llama acoso, realmente no viste clases sociales en la escuela, pero ya que insististe tanto en que nuestra relación fuese más allá, simplemente me confirmaré con apoyarme de tus piernas, no lo tomes a otra cosa, fue mucho por un día y realmente quiero mantener mi p…

Ea: - Ya entendí.

El volvió a sonreír levemente, mostrando que se sentía realmente mal, opte por guardar silencio. Quiero ayudarlo, ¿Estaría de más llevarlo con Gerardo?

Ea: - Evan.

Abre sus ojos y me mira.

En: - Dime…

Ea: - Vayamos a mi auto.

En: - ¿Ahora que quieres? - cerró nuevamente sus ojos.

Ea: - Creo que descansarias mejor ahí, y, yo también.

Suspiro hondo y se levantó.

En: - Bien.

Nos dirijamos al auto sin que nadie se diera cuenta, pude ver de lejos a las muchachas bromeando con los amigos de Alan. Ya estando en el carro, veo por un breve tiempo a Evan, quien se había acomodado de brazos. Espero un rato y noto que ya estaba completamente dormido, ¿tendrá el sueño liviano? Encendí El auto con el mayor cuidado posible y me diriji a la clínica de Gerardo. Estacionó y vuelvo a mirar a Evan, seguía durmiendo profundamente, se veía tan sereno, ¿Como puede ser tan confiado?, aprovecho para escribirle a Gerardo, mientras lo espero, no pude evitar los ojos y quedarme por un pequeño momento dormida, hasta que escucho un pequeño golpe en la ventana donde se encontraba Evan, abrí los ojos y note que Evan veía fijamente a Gerardo que se encontraba pegado al vidrio de la puerta, un poco perturbador.

En: - ¿Qué hacemos aquí?

Ea: - Te veías realmente mal, me preocupe.

En: - Da la vuelta al coche.

Gerardo abre la puerta, y tocó la frente de Evan un poco brusco, pareció más un golpe como si quisiera atravesarle la cabeza con el cojín, Evan simplemente lo miraba serio, como si ya lo conociera, ¿Sería así?

G: - Hola mi niña, ¿Qué sucedió? ¿Este hombre tan apuesto está enfermo? ¿Es tu novio?

Su cambio de actitud es un poco sospechosa.

En: - Por supuesto que no - quitando su mano - pervert…

Coloque la mano rápidamente en la boca de Evan, algo me decía que no diría nada bueno.

Ea: - Se siente mal, ¿Qué podría tomar?

G: - ¿Puedes caminar?¿Vendrías conmigo? - dirigiéndose a Evan.

En: - Prefiero esperar aquí - quitando mi mano de su boca y evitando verlo.

Gerardo sonríe y sale corriendo, su actitud realmente me tiene pensando.

En: - ¿No te dije que quería estar tranquilo?

Ea: - Solo quería ayudar.

Evan se veía molesto.

En: - No te metas.

Me dejó sin hablar, por lo visto sentirse mal saca su lado no agradable. ¿Qué podía hacer?¿Disculparme y dejarlo en el instituto nuevamente? Pero se veía mal… Aunque por hablarme así no estaría de más, me estoy saltando clases por el y me habla así. Gerardo le sostiene el brazo y le inyecta, se veía molesto, Evan hace una expresión de dolor.

G: - Esa no es manera de hablarle a una dama, joven.

Evan baja la mirada y no opina, ¿estaría de más preguntarle si se conocen?

G: - Ya está linda Eva, con esto mejorará. Ya pueden irse.

Gerardo retiro la inyectadora y le colocó un algodon.

G: - Hasta luego. Cuidado con algo - dirigiéndose a Evan.

Se acercó a mí y me beso la mejilla, mientras que a Evan le dio un apretón de ¿brazo? Note la expresión de dolor de Evan. Encendí el coche y despedí con la mano a Gerardo y puse andar el coche, no sabía que decirle a Evan, solo sabía que ganas no me faltaban de dejarlo botado por ahí.

En: - Disculpa.

Ea: - ¿Ah? - ¿Enserio? Por lo visto si trata mal a las personas cuando se siente mal.

En: - No quise decirte lo que te dije, es solo que… Ese sr. Es amigo de mi padre, y no me llevo muy bien con el. No quise tratarte mal, en verdad lo siento.

Evan realmente es muy sincero con sus sentimientos, supongo que puedo aceptarlo, no pude evitar sonreír, que fácil soy.

Ea: - ¿Ah? No escuché - bromeaba.

Me miró y puso los ojos en blanco.

En: - ¿Puedes dejarme aquí?

Ea: - ¿En serio? No tengo ningún problema con llevarte a tu casa.

En: - Tranquila, solo quiero caminar.

Ea: - ¿Estas seguro?

En: - Si.

Detuve el auto, quería llevarlo a pesar de todo, pero si el quería quedarse aquí, no podía negarme, el se veía pensativo.

En: - Gracias - se acercó a mí y me beso la mejilla y bajó del auto.

¿Qué fue eso? Fue lindo, parece un niño. Conduje hasta el apartamento, no me sentía con ganas de estudiar, espero que Marcel me dé sus apuntes mañana. Entre y me deje caer en el sofá dormida. Al rato siento la mano de alguien, James me estaba despertando para almorzar. Luego de comer, me lave la cara y decidí ir a la extra académica, aproveche de quitarle los apuntes a Marcel, quien se comportaba sabio por el acontecimiento, casi siempre es el quien me pide ayuda. Hable un rato con las muchachas antes de irme al apartamento. Llego, James me quita las llaves del coche y me ve de reojo.

J: - No te acostumbres - abraza las llaves - ¿Me extrañaron?

No pude evitar verlo como un retrasado, me pondré al día con los apuntes que tomé, así que aproveche un momento en escribirte; supuse que Evan faltaría a la extra académica, aún debe de estar recuperándose, pero estuve nerviosa de verlo, no se por que, pero su actitud me dejó un poco avergonzada, pero me agrado. Nos vemos.

"Que agradable sensación"

E. DM. G.