Mi persona especial
~Si tan solo hubiésemos coincidido antes, a la misma hora y a la misma fecha, me habria asegurado de que nadie te hubiese echo daño~ Dos personas buscando algo más en sus cotidianas vidas. Alguien más hará que se entrelacen mediante dos diarios, pero ¿por qué haría algo así?
“Si tuviera que volver a comenzar mi vida,
te encontraría mucho antes”
Nuevo año.
Hoy es el primer día, hace dos semanas que recibí este diario titulado “Diario de ella”. Fuera del paquete tenía una nota dedicada a mí y atrás decía “Diario de dos”, no tenia dirección ni quien lo enviaba, solo una nota entre páginas “Con mucho amor para ti”, Rago y James lo recibieron y me entregaron el paquete. Hace años hubiera pensado que era una de sus bromas, pero desde la muerte de Lisa, ellos cambiaron… dicen que las personas cambian de alguna manera positiva mediante las experiencias impactantes en el transcurso de su vida, o al menos la mayoría de las personas. Ellos toman enserio las cosas… desde su punto de vista o al menos la mayoría.
La semana pasada nos divertimos viajando…
Visitamos a los abuelos (padres de mi madre) son dueños de una finca donde se fabrica chocolate, se podrán imaginar que comimos excesivamente. Ayudamos en el proceso del cacao y dimos degustación de postre, más feliz imposible; a papa le hubiese gustado venir, por supuesto, solo a comer, era un hombre muy bromista e imperactivo, nunca estaba quieto, siempre nos hacia reír, con su barba alborotada y sus ojos similares a los míos, aunque él era el adoptado, con su llamativo cabello negro liso, ninguno de nosotros lograba encontrar similitud a su aspecto con el de nosotros, suena un poco cruel, pero ese era su talón de Aquiles, según Rago y James, el destino se encarga de llevarse a las mejores personas, al yo tener tres años, el sufrió un infarto, no lo recuerdo, ni lo extraño, pero me hubiese gustado conocerlo mejor.
Ese mismo fin de semana regresamos y a los días visitaron los otros abuelos (padres de mi padre), salimos de paseo a un parque llamado El lago de las rosas, por cómo suena su nombre, si, es un lago decorado con pétalos de rosas artificial, pero desde mi punto de vista se ve muy real… realmente es muy hermoso. Caminamos y almorzamos por ahí mismo ya que no solo tiene el lago, sino restaurantes y hospedaje. Al anochecer dejamos velas en el lago, en honor a mi padre y Lisa, ya que es su aniversario de muerte y aparte, esparcimos sus cenizas aquí. Rago y yo anduvimos hablando con el abuelo de sus anécdotas en la milicia, mientras que mama hablaba con la abuela, James se veía como de costumbre en esta fecha muy decaído y estaba en el muelle solo, no lo quisimos molestar. Los abuelos rentaron una de las casas junto al lado y pasamos la noche deleitándonos con la decoración nocturna del lago. Al otro día al atardecer, regresamos a nuestro hogar.
Luego de dos días, llegaste a mí… sorpresa inesperada, haciéndome deseosa de escribir en tus páginas, como si al menos me pudiese entender. Diario grande como de época, color rojo y detalles dorados, mas de mil páginas en blanco con líneas guías ligeramente impresas, contiene su estuche para guardarlo, parecido a un cajón con un hueco en el centro donde al ingresar el diario lo que cubre el cajón encaja con el broche en su portada y se cierra, como si fuese una caja fuerte con un código secreto, muy exagerado pero a la vez elegante y confiable. Todos estos días me he preguntado, ¿Quién y Por qué me lo ha regalado?
Antes de que terminara el año, visite a Merida, es una de mis amigas, joven menor que yo por un año, cabello castaño claro de piel morena y ojos café claro. Alan y Alondra también se encontraban en su casa, ella también es una de mis amigas, y él es su hermano gemelo, mayores que yo por dos años, pelirrojos de tono oscuro, piel blanca y ojos verde claro.
Al estar Alan, era obvio que su grupo también estaría, conformado por: Abraham, Marcel, Ernesto y Alexander. Abraham tiene la misma edad de Alondra y Alan, es muy alto e inspira paz, cabello rubio y ojos azules, para cualquiera un bombonazo, para mí, alguien similar a James. Marcel no es tan alto y es mega atractivo, o como diría Alondra, mega cachondo, ojos grises y cabello oscuro con barba frondosa, parece árabe, el hombre que todas queremos y ninguna podrá tener, se las dejare fácil, no le gusta ninguna mujer o eso creía. Ernesto es muy tierno, bronceado suave, ojos verdes claro y cabello castaño, parecemos hermanos… coincide su edad a la de Marcel y Merida. Y por ultimo Alexander, con su actitud de ogro feroz, es lejano y siempre está molesto, pero de alguna manera los muchachos lo incluyen en su círculo y siempre lo invitan a sus reuniones, pero supongo que se el por qué… cuando nos reunimos al tomar suele ser muy divertido y gracioso, así que ya se harán una idea del por qué les gusta estar con él, es muy fornido y alto, tiene el cabello decolorado platinado y sus ojos son azul claro, otro bombonazo mas.
Ese día salimos a cenar, y luego a beber, como de costumbre, en la calle solemos comportarnos por estar con gente que no conocemos, pero esa noche se salió todo de control. Alan y Abraham estaban tan embriagados hasta el punto de querer llevarse un maniquí de la decoración a la casa a no sé para qué… Merida se aferro a la mesa donde nos ubicamos, después de tres cocteles no sabía dónde estaba, Ernesto la acompaño muy caballeroso, pero al quitarles la vista por unos segundo ya no estaban, no sabemos qué paso esa noche con ellos dos. Cualquiera que no conociera a Alexander y Alondra diría que eran pareja o una cogida segura, Alexander cargaba a Alondra y ella aferrada a él como una mona cantando todas las canciones con él, y se supone que son conocidos, pero sabiendo cómo es ella cuando toma, ya me parece hasta normal verla así con los muchachos… ellos son los únicos con los que se bromea así, hasta el sol de hoy nos han respetado muchísimo, por eso frecuentamos las salidas con ellos. Y por ultimo yo, que cagada de noche, no sé qué paso realmente, pero esa bebida que nos toco a mí y a Marcel estaba ligada, después de conocerlo desde que era muy pequeña, tantos años a su lado conociéndolo y sabiendo sus gustos, no esperaba tener sexo con él, se supone que no soy del genero de su preferencia, se supone que somos casi familia, y que pasara eso, podía ser casi hasta pecado capital, al entrar en razón ambos juramos llevarnos ese acontecimiento hasta la tumba.
El año nuevo fue tranquilo, James y yo preparamos la cena, mientras mama y Rago preparaban el postre y las bebidas, los abuelos (padres de mi madre) cenaron con nosotros y se suponía que Gerardo también asistiría, pero no pudo. El es el hombre que quisiera tener por siempre en mi vida, no se ve muy mayor que yo, y es mega atractivo, me lleva catorce años, se mantiene en forma y es doctor, es dueño de cinco clínicas fuera del país, dos restaurantes y un hotel, así que es obvio que tiene mucho dinero; su piel es bronceada con unos hermosos ojos color azul claro, y su cabello rubio, podría tener a cualquiera si así lo quisiera, pero aun quiere y ha permanecido leal a su ex pareja. Le admiro muchísimo y le estoy eternamente agradecida, diría que es mi persona especial, pero él me dice que no lo es, ya que desarrolle un sentimiento de gratitud hacia él y lo suelo confundir con algo más… yo solo lo escucho y podría jurar que no mirare a nadie más como a él. A parte de doctor, es psicólogo. Salgo muy a menudo con él, cada vez que tiene tiempo, para aliviar mi atormentada alma, el pasado aun me sigue y es doloroso tener que vivir con eso, el me ha ayudado a ser quien soy, conocerlo fue lo mejor que me pudo haber pasado, pero el motivo fue lo peor; solo él, mi madre y mis hermanos saben…
“Hace siete años, a la edad de doce años, Rago trece, James catorce y Lisa nueve, a mama se le estaba haciendo cada vez más difícil mantener a cuatro niños sola, y de alguna manera no quería que los muchachos trabajasen a edad temprana, yo no supe nada de eso hasta después de un año de lo sucedido. Mama es una mujer muy fuerte y estricta, ella siempre ha querido lo mejor para nosotros, no podía pensar en nada mas, esos nueve años de luto le fueron agobiantes; ella trabajaba arduamente mañana, tarde y noche, solo para darnos lo que necesitábamos. James y Rago desde que tengo uso de razón han estado a cargo de nosotras, hablo de Lisa y de mí.
Nadie nos ayudo, después de la muerte de papa, los abuelos (padres de mi padre) habían discutido con ella y no volvimos a saber de ellos hasta unos años después de lo ocurrido, ellos la culparon por la muerte de su único hijo.
Sus padres, tenían problemas económicos en la finca, así que no quiso darles más carga.
Ella no quería ser carga de nadie, no quería esperar nada de nadie, hasta que conoció al Sr. Antonio, quien de tanto insistirle, le dio la segunda oportunidad de querer estar con alguien nuevamente, tal vez solo por apoyo económico o simplemente para no estar sola. El Sr. Antonio era el vivo retrato de papa en comportamiento, su piel era bronceada, sus ojos café y su cabello rubio oscuro, no era del todo llamativo, pero logro llamar la atención de mama, tal vez su manera bromista de ver la vida o sus detalles inesperados. El tenía mucho dinero, y cada vez liberaba las cargas de mama; en comprar la comida, ropa, útiles, facturas, y hasta viajes. Ella comenzó a tener más tiempo con nosotros, lo cual era estupendo, hacia mucho que ella no jugaba con nosotros. No le teníamos ese afecto de padre del sueño, pero por dinero baila el mono y los niños somos muy susceptibles a la hora de querer algo. Después de poco tiempo de conocerlo, nos invito a su casa a vivir, mama dejo de trabajar y se dedico a tiempo completo a nosotros, ese fue el mejor año que teníamos desde hace mucho tiempo, pero todo tiene su precio, y por un pequeño gusto o capricho, le salió completamente caro a la factura de mama, un daño irreparable.
Cuando cumplí trece años, el quiso celebrar a lo grande, para él, llegar a la adolescencia es una de las etapas más fundamentales en nuestra vida, invito amistades, familiares y allegados de mama, todos reunidos esa tarde, en un instante, todo fue perfecto. Al anochecer, los adultos estaban pasados de tragos, ya los niños dormíamos, pero siempre la curiosidad mata el gato y vaya que le costó una de sus nueve vidas… Salí a tomar un poco de jugo, y encontré al Sr. Antonio apoyado de la pared de su habitación, no se veía nada bien, así que lo ayude a llegar hasta su cama; al sentarse yo me quede observándolo un breve momento, quería asegurarme que se encontrara bien, el subió la mirada y me sonrió.
-Eres una buena niña, toma. –extendió su mano a su bolsillo y saco un caramelo blanco.
Lo mire detenidamente y le devolví la sonrisa, tome el caramelo, lo introduje a mi boca, me di la vuelta y me dirigí a la puerta, cuando él empezó hablar.
-Sabes, este tiempo transcurrido les he tomado tanto cariño, pero siento que no es suficiente.
Me gire para verlo mientras hablaba.
-Siento la necesidad de contarles todo sobre mi, al menos yo sé todo de ustedes… pero tu mama, no se preocupa por mi… desde hace años he tenido un problema, y tomo suplementos o medicamentos para poder controlar este sentimiento. Yo no puedo ingerir alcohol, pero hoy, desde hace mucho tiempo tome un poco para no rechazarle el trago a una de las amistades de tu mama, y me hizo sentir tan bien, me sentí vivo… - se levanto y se acerco a mi – No recordaba lo que era sentirse así, estoy muerto en vida cada vez que no recuerdo quien soy – tomo un mechón de mi cabello, lo olio profundamente y luego se lo paso por el rostro – eres tan hermosa e inocente.
Comencé a sentir un poco de miedo, así que lance la mano hacia atrás intentando llegar al manubrio pero, mis sentidos me empezaron a fallar, no podía mantenerme de pie.
-¿Te estás sintiendo mal? Tranquila, yo te hare sentir mejor.
Me sostuvo en sus brazos y me coloco en la cama, yo solo lo podía verlo con horror, sentía miedo, pero, ¿Qué hacia? Comenzó acariciarme el rostro y fue bajando hacia mi pecho.
Solo recordar cada tacto siento nauseas y quiero romperlo todo, pero necesito contarle esto a alguien, y quien más que tu, mi preciado amigo.
Continuo bajando hasta mi entrepierna, en ese momento supe que tenía que hacer, así que intente gritar pero no salía nada de mi voz ¿Por qué? comencé a sollozar el nombre de los muchachos, a mi mama, a Lisa, pero nadie me escucha, nadie viene, nadie me ayudara… Intente quitar sus manos de mi cuerpo, pero era inútil, de un jalón rasgo mi ropa interior, intente darle patadas y fue entonces donde me dio una abofeteada, dolió mucho, comencé a llorar, y el continuo. bajo su pantalón dejando ver su miembro; a la edad de trece años, muy pocos niños carecen de conocimiento en la biología del cuerpo humano, yo sabía que era, y que sucedería… Creí que la abofeteada había dolido lo suficiente como para dejar de luchar, pero nada duele más que ser obligado a algo que no quieres… introdujo su miembro violentamente dentro de mí, sentí como destrozaba cada parte de mi interior, mi pureza, mi inocencia… seguía sollozando, esperando que apareciera alguien, pero fue inútil, el comenzó sus movimientos bruscos y yo solo podía seguir haciendo un esfuerzo inútil en quitarlo de encima, donde el ya enfadado nuevamente, volvió a golpearme, pero esta vez mas fuerte, dejándome inconsciente. Al despertar, el seguía encima de mí, dolía, todo me dolía, gire la mirada a un lado y encontré a Lisa tirada en el suelo con sangre en su pequeña nariz, ¿Qué sucedió?, llame a Lisa varias veces y ella no se levantaba.
-Me estaba molestando así que tuve que detenerme a darle una paliza, para que sepa quién manda, así que cuando dejo de pelear, pude continuar, puedes estar tranquila.
¿Estar tranquila? ¿Está enfermo o qué? Seguí peleando con más fuerza, pero seguía siendo inútil, llamaba con todas mis fuerzas a Lisa, necesitaba ver como estaba mi hermanita, por Dios, alguien que me ayude.
En eso, se quito y cayó a un lado algo mareado, era Rago con un bate de beisbol y James, quien tomaba a Lisa en sus brazo analizándola con miedo, yo solo podía llorar y abrazar a Rago lo más fuerte que pude, en eso, el Sr. Antonio intento levantarse nuevamente, donde Rago me situó a su espalda y tomo con fuerza el bate, sabía que tenía miedo, James sostuvo a Lisa y se acerco a la puerta, donde apareció mama, pude ver como su rostro permanecía congelado, no entendía nada, hasta que vio a cada uno de nosotros, supongo que dedujo lo que paso, tomo el bate de Rago y nos ordeno salir de la habitación, desde afuera solo pudimos escuchar golpes fuerte, como cuando tiras fuertemente la puerta, algo parecido, teníamos miedo, y yo solo podía llorar, Rago y James también lloraba, no sabíamos que sucedía adentro de la habitación… En ese preciso momento apareció Gerardo, para ese entonces solo sabíamos que era una de las amistades de mama.
-¿Y tu mama? ¿Qué sucedió? - sonando un poco preocupado - ¿Qué sucedió?
El se veía consternado, así que sostuvo a Lisa en sus brazos y camino unos pasos.
-Síganme, ya vendré por su madre.
Seguimos a Gerardo hasta su coche y nos dejo adentro.
-Esperen a que llegue con su mama, no le abran la puerta a nadie ni respondan lo que sea que les pregunten.
Salió rápidamente del auto y volvió a dentro de la casa, solo podíamos temblar de miedo y preguntarnos si podríamos confiar en él. Después de un breve momento apareció mama y entro en el auto, calmándonos y preguntando qué había pasado, ella lloraba, y entre llanto hable, luego hablo James y de ultimo Rago, al parecer, los muchachos escucharon cuando salió Lisa de la habitación y no le prestaron atención, sino después de unos minutos, que veían que no regresaba, Rago se levanto de la cama primero a ver que sucedía y encontró al Sr. Antonio golpeando a Lisa y yo tirada en la cama con la bata de dormir levantada, en su desesperación por ayudar a sus hermanas, salió en busca de un bate, lo que ocasiono que se levantase James y le preguntara que pasaba, al encontrar el bate, salió nuevamente corriendo y James fue detrás del. Mama no podía creer lo que escuchaba y solo se podía ver llorando y disculpándose con nosotros, en eso llego Gerardo y arranco el vehículo velozmente. Al llegar a la clínica, Lisa y yo fuimos internadas, yo solo quería saber si Lisa estaba bien. Las enfermeras comenzaron a darme tratamiento, al parecer el caramelo que tomé, era una droga… solo por confiarme tome eso sin precaución, que error tan irremediable, tapaba mi rostro con ambas manos, y solo podía seguir llorando mientras me atendían, luego en poco tiempo, fui quedándome dormida. Al despertar, se encontraba un niño acariciando mi cabeza, me veía con sus hipnotizantes ojos azul oscuro, era relajante, cuando noto que había despertado bien, salió corriendo, y a los segundos apareció mi mama, la mire detenidamente y ella se sentó junto a mí, y me tomo en sus brazos abrazándome muy fuerte, ella volvió a llorar frente a mí, lo que no era común para mi, esta sería la segunda vez que la veo así…
-Lo siento tanto mi niña… no esperaba nada de esto, de verdad lo siento.
Ya no sentía las ganas de llorar, ya no salían lagrimas, le pregunte por Lisa y su llanto paró en seco, se alejo un poco de mí y me vio fijamente, como si le hubiese apuñalado en la espalda.
-Ya no está.
-¿Ya no está? ¿En dónde? – fruncí el ceño, no entendía que pasaba, pero algo me decía que lo que realmente sucedía no era nada bueno.
Ella solo negaba con el rostro y no dijo nada mas, y volvió a estallar en llanto, y yo solo le seguía preguntando dónde estaba mi hermana, quería verla, necesitaba verla; así que se podrán imaginar que al llevarse impresiones altas el cuerpo suele reaccionar de manera brusca o desvanecerse, yo opte por la primera opción. Intente levantarme de la cama como podía, y mi mama solo me aferraba a ella con fuerza, y comenzó a llamar a las enfermeras, al llegar ellas inyectaron tranquilizante, lo que fue de efecto inmediato.
-¿Por qué no me dejas verla? – ya no le dirigía la mirada, estaba molesta.
-Porque ya no está aquí hija mía – seco sus lagrimas e intento mantener el margen – Cuando llegamos a la clínica ella ya no estaba respirando, su pequeño cuerpo al ser víctima de tantos golpes ocasionados por ese hombre, la destrozo por dentro y le produjo un derrame cerebral…
Estaba como hielo, no podía creer lo que me estaba diciendo mi madre, no quería creerlo.
-No se pudo hacer nada por ella, mi pequeña niña – comenzó a llorar de nuevo.
-No pudiste hacer nada por ella, por tu capricho ella ya no está – la mire con mucho odio – por tu culpa paso todo esto.
Mi madre no podía creer lo que le decía, hasta que reacciono tomándome del rostro con ambas manos, como si hubiese aplaudido pero conmigo en el medio.
-Hija mía, no crees que me he culpado por todo esto, realmente mi arrepentimiento me seguirá por el resto de nuestras vidas, pero no puedo cargar con esto ya que todo se salió de mis manos. Yo no quise esto, tampoco lo quisiste tu, pero si nos ponemos a buscar un culpable, jamás encontraremos uno… no puedes culparme de esto.
Le quite sus manos de mi rostro y le pregunte por los muchachos, en lo que ella respondió.
-Están con Gerardo, verán clases con él hasta que puedan sanar.
-¿Sanar? ¿La perdida? Eso no sana mama, nada lo sanara…
Nadie lo sanara… Ella me veía con tristeza, me beso la cabeza, se levanto y salió de la habitación, y entro Gerardo vestido de médico, era la primera vez que lo veía vestido así.
G: - Hola niña odiosa.
Solo podía mirarlo de reojo, no quería hablar con nadie.
G: - Supongo que no quieres hablar con nadie…
Lo mire un poco asombrada, me leyó la mente.
G: - Yo no seré nadie para ti, pero tu si lo eres para mí – sonrió y ladeo su cabeza – Por que serás mi paciente.
E: - ¿Eres doctor, no? – seguía viéndolo de reojo.
G: - Pues sí, o al menos eso lo dice mi título.
¿Enserio intenta bromear conmigo en un momento así?
E: - Intente hacerme olvidar todo lo que sucedió ayer y regréseme a mi hermana… por favor.
El seguía con su sonrisa, verlo me molestaba.
G: - Hay cosas que ni tu ni yo podemos hacer – enderezo su cabeza y se puso de pie frente a la camilla, se encontraba ahora serio – Como traer a alguien nuevamente a la vida, o borrar fragmentos de la memoria de alguien… Sabiendo eso yo no estuviera aquí, y tu tampoco.
Volvió a sonreír, ¿Qué le parece tan gracioso? Me saca de quicio…
G: - Se que te estoy molestando, pero, no solo quiero ser tu medico, quiero ser tu amigo… Y para lograr eso, tienes que aceptar que lo sucedido no puede cambiar.
E: - No cree que esta siendo un poco directo con sus palabras, doctor… recuerde que soy una niña.
G: - Lo tengo en mente, pero tu mente ahora está cerrada y llena de rencor, y tratar con personas así no es tan sencillo como se ve – volvió a tener su rostro neutro – Quiero dejarte claro que físicamente está bien, mi personal y yo nos encargamos de sanar todo.
E: - ¿Y mi hermana? ¿Cómo la sanara?
Seguía con mis preguntas sin respuestas, pero la quería devuelta, la quiero aquí.
G: - Ella ya no puede, está en el mejor lugar del mundo, que es el cielo, a donde los ángeles van.
E: - ¿Enserio cree en esa estupidez?
G: - ¿Me dijiste que eras una niña, no?
E: - Claro.
G: - Entonces creerás eso. Soy médico y se supone que debería guiarme por la ciencia y yo creo en Dios.
Lo mire fijamente, me impresionaba como lograba dejarme callada con palabras coherentes. Baje la mirada ya que no sabía que mas decirle, solo quería ver a mi hermana.
E: - ¿Puedo despedirme de mi hermana?
G: - No.
Ya me alteraría de nuevo, pero el continuó hablando.
G: - Su sepulcro fue hoy unas horas antes de que despertaras, te deje con un paciente confiable.
El niño de ojos azules, cierto que había alguien conmigo antes de despertar…
E: - ¿Quién era?
G: - Un paciente mas, pero él es especial.
E: - ¿Por qué?
G: - Tengo que interactuar diario con él. Su madre lo abandono y lo dejo a mi cargo… el mundo también tiene sus problemas, hay peores cosas que…
Calló en seco, pero sabía que diría.
E: - ¿Peores cosas que ser violada y perder un hermano?
Gerardo quedo en silencio un breve momento observándome, logre callarlo, estaba sorprendido.
G: - Lo siento, no quise decir eso.
E: - Usted realmente es malo haciendo esto, debería sanarme… y no lo está haciendo.
Se vio un poco triste.
E: - Volvamos al tema… ¿Por qué no dejaron que me despidiera de mi hermana?
G: - Estabas en reposo – se repuso nuevamente – Cualquier alteración o movimiento podía causarle a tu cuerpo otro daño.
¿Por qué él me inspiraba tanta paz y confianza? Quería dejar de habla con el pero no podía.
E: - ¿Y ese señor?
G: - Ya no lo volverás a ver, no entremos en detalle.
Más adelante me entere que había perdido la libertad y fue encarcelado de por vida en un manicomio, resulta que sufría de pedofilia y era tratada por medicamentos, y al ingerir alcohol los efectos de las medicinas perdieron su efecto. Los golpe ocasionados por mi madre, aparte de dejarlo más loco, lo dejo lisiado e estéril. El caso lo llevo a cabo uno de los mejores abogados de Gerardo.
Todo lo estaba tomando tan a la ligera que parecía una broma lo sucedido, ya se me olvidaban los tranquilizantes. Seguimos hablando un largo rato, donde me conto sobre su matrimonio fallido y el rechazo de sus padres. Después de tanta charla se poso a mi lado nuevamente y se sentó.
G: - ¿Entonces?, ¿Me ayudaras ayudarte?
E: - Suerte con eso.
Lo miraba seria, no confiaba en el pero a la vez si… Se puso de pie y se despidió.
G: - Duerme un poco.
Al salir de la habitación no quise pensar mucho, quería dormir por siempre y no despertar jamás.
Al otro día, al despertar me encuentro con Gerardo terminando de entrar, traía en sus manos una bandeja de desayuno y unos postres, ¿Me quiere ganar con dulces? Le costara mucho ganarse mi confianza, así que lo mire como escoria y me dirigí al baño a cepillar mis dientes. Al salir, es estaba sentado comiéndose lo que estaba en la bandeja.
G: - Hola niña odiosa.
E: - ¿No se supone que eso es mío? – lo miraba un poco asombrada.
G: - Me viste como si no querías, así que no lo quise desperdiciar…
Rápidamente le quite la bandeja y lo mire de reojo nuevamente y me senté a comer, era un estúpido, y más ahora que me veía con su boba cara sonriente.
Los días continuaron pasando, cada vez que tenia chance veía a los muchachos, quienes también estaban internados, veíamos clases privadas de día, y en las tardes teníamos cita con el psicólogo, ellos veían alguien más, mientras que yo tenía que soportar a Gerardo. Cada vez se me hacia costumbre verlo. Y más en las noches, cuando en sueños me atormentaban los recuerdos de ese momento y al despertar estaba Gerardo, tranquilizándome y pasándome su mano en la frente. A mama la veía muy poco, retomo su trabajo como enfermera, pero esta vez trabaja en la clínica de Gerardo, supongo que así pagaba los gastos de las clases y citas, pero resulto que no era así, todo lo estaba pagando Gerardo, uno de esos días que visitaba a James estuvimos hablando de eso y me conto que le pregunto a mama sobre eso y ella le dijo.
Al cabo de un año internados, Gerardo decidió que ya estábamos preparados para volver a nuestras vidas cotidianas, pero con supervisión, pero, ¿Dónde viviríamos?, ya no teníamos un hogar. Resulta que el arduo trabajo de mama no era en vano, intentaba pagarle de alguna manera el pent-house que le cedió Gerardo frente al suyo en su hotel. ¿Qué tramara ese tipo?
Durante el siguiente año aun seguía desconfiando de él, pero cuando no lo veía comenzaba a extrañarlo. Así fue hasta tres años más, donde ya hablar con él era algo normal y divertido, se volvió algo cotidiano. Cuando le pregunte el por qué nos ayudo a enfrentar ese problema, lo que me respondió lo hizo merecedor de mi gratitud eterna.
G: - Yo no tenía a nadie, y supe cómo salir adelante por alguien más. Ustedes tampoco tenían a nadie, y ese alguien más tenía que ser yo.
El decidió ayudarnos para no dejar a mama sola, decidió hacerse cargo sin que se lo pidiese, sin motivo alguno, y hasta el sol de hoy, sigue sin pedir nada a cambio, solo sus visitas obligatorias de chequeo. Ese tipo de amistades son los que hacen ver al mundo de una manera pura.
Dentro de unos días empezare clase en la academia, estudio literatura, voy por el segundo semestre. Veo extraacadémica de baile, gracias a ello conocí a Merida y Alondra quienes son mis amigas. A pesar de no confiar en los hombres, considero amigos a los muchachos, nos han cuidado mucho en nuestras salidas y nos han sacado de aprietos en algunas evaluaciones, los conocí gracias a Marcel quien también estudia literatura conmigo.
Me considero alguien amable, carismática y leal. Espero siempre lo mejor de las personas, así siempre intento dar lo mejor de mí. Me gusta la música clásica y cocinar. Suelo frecuentar mucho con mis amigas. E tenido sexo solo con dos hombres, Marcel; y Valentín, el fue mi novio hasta hace unos meses, duramos dos años, fornido y muy atractivo, mayor que yo por tres años, ojos café oscuro, cabello castaño claro, realmente me gustaba mucho pero se mudo y no supe mas del.
Esto es un breve resumen de mi vida, espero que sea de su intriga y agrado, acompáñame a ver lo que seré ahora… anhele el tiempo que compartimos juntos, nos vemos luego.
“Por siempre”
Eva Di Marco G.