Mi perrita lamepies 2 (a petición)

Como se prostituye la perrit@ lamepies en manos de su dulce AMA

MI PERRITA LAMEPIES II Parte (a petición)

Por lamepies67@gmail.com

Desde que tengo mi perrita lamepies mi vida se ha hecho mas facil, me costó entrenarla, pero la correa hace milagros. Así, a un silbido corre hacia mí trayendo entre sus dientes el látigo de nueve colas, lo pone a la altura de mis manos y baja el lomo y la cabeza; y se pone a lamer mis pies descalzos tan ávidamente como le resueno su trasero y espalda. Gime entre sollozos alargando su lengua entre los dedos de mis pies o lamiendo el polvo de mis plantas desnudas ennegresidas. Castigo que le aplico para enseñarle a tener el piso impecable. Claro como Uds. suponen, durante las mañanas, cuando voy a trabajar, mi perra hace todos los oficios domésticos y prepara mi comida. Creo que son las únicas horas en que puede andar medio erguida, pues las cadenas que le dejo entre sus patas delanteras y trasera (dispuestas con candados) no le permite erguirse por completo pero si hacer las tareas usuales como fregar el piso, ordenar y limpiar de rodillas o en cuatro patas.

Cuando tiene hambre se acerca con un leve gua gua, lamiendo el cuero de mis sandalias, y si me apiado de ella, le llevo hasta el patio y arrojo allí en un periódico las sobras de los platos. Claro está que siempre tengo el cuidado de sazonarlas, parándome sobre su plato y rociando todo con mis orines para formar una sopa, que mi perra degusta ávidamente Si tiene sed, emite tres gua, entonces un azote fuerte en su trasero es la señal para permitirle entrar sola al servicio y tomar del WC el agua mezclada con mi shampaña o mi chocolate, dejadas alli por mi o por mis visitantes para alimentar a mi perrita.

He notado que se pone mas sumisa y su cola delantera mas erguida bajo las cintas que le aprietan su sexo, cuando hago que se embarre la cara con las mierdas del WC delante de mi o de mis visitantes, y menea la cola cada vez que le escupimos la cara y la azotamos frente al espejo.

No siempre le llamo por su nombre, de hecho he instaurado un código para sus tareas, que comparto con mis amigas: si le gritan "comemierdas!" sabe que debe acudir a limpiarme el trasero con su lengua; en casa no compramos papel higiénico, y luego debe empezar a olisquear por el baño, la terraza o el patio hasta dar con el sitio donde he depositado su regalo. Ha desarrollado su olfato, y lo encuentra rápidamente, sabe bien que debe comerlo todo, o en su defecto, además del castigo, ha de llevarlo en la boca a cuatro patas, en viaje sucesivos hasta el WC, luego debe lamer el piso hasta dejarlo reluciente y sin ningún resto. El castigo por no degustar todo lo que se le obsequia lo paga en la noche, quedando atada en forma incomoda, unas veces con las cuatro patas atadas a la argolla del techo, otras atada sobre una mesa y cada una de su patas unida a la de la mesa, y recibir unas 20 marcas con vara además de ser violada con un consolador eléctrico toda la noche. He notado que es cada vez mas hambrienta y casi siempre se come mis regalos. Una vez a la semana en promedio debo encularla y marcarla por no complacerme en comerse los regalito que le dejan en el patio mis amigas y mis amantes.

Contaba que mi vida se había facilitado porque mi perrita lamepies ya no ladraba cuando traía amigos o amigas a casa; eso es así desde que la amarro arrodillada frente a su casita del patio, y la azoto rudamente, dejándola con pinzas en sus tetillas, su bozal y una cola-vibrador en su culo mientras me tiran delante de ella mis amigos. Gime y se retuerce todavía, cuando le quito el bozal y le hago mamar el pene de mis amantes después que me han follado por el trasero. Agradece los azotes que le propino, gimiendo sollozante cuando hago que su lengua deje limpiecitos el falo lleno de restos de mi ano y del semen. Luego le pongo el bozal al que le he vaciado el preservativo para que lo trague lentamente y le bañamos, bien sea parándome arriba de ella con mis miaos o mis amigos disparándole un chorro de orine directamente a su cara como despedida.

Mi perrita lamepies no habla, si està en celos gime y da vueltas a mi alrededor para que la consienta; cosa que raramente hago mas de una vez a la semana. Si, le consiento, liberándole de su cinturón de castidad que aprieta su pene y me tiendo a ver TV, restriego mis pies muy sucios en su rostro, en su lengua y en el fondo de su garganta, y la dejo masturbarse en cuatro patas al pie de mi cama. Otras veces la obligo a masturbarse bajo mi trono, es decir bajo mi silla, abierta por abajo, mientra defeco directamente en su boca. Después se queda quieta, bien por los azotes con la que le acaricio como colofón de la jornada bien porque su lengua queda exhausta de lamer las porquerías suyas derramadas en el piso o los restos de caca derramada.

Una vez fui de vacaciones y tenia como diez días en celo, amarrada en su perrera del patio, y a pesar que le había dejado bastante comida, la note un tanto agresiva y ladradora con varios gua gua subidos de tono, llamándome cuando me sintió llegar. No podía tolerar ese atrevimiento, asi que llame a una amiga para que trajera también a su perro. Ese perro no estaba tan bien entrenado y no era permanente,. Mi perrita se intimido cuando lo vio: era negro y mucho mas grande y fornido.

Ana, mi amiga y yo pasamos una tarde espectacular escuchando los sollozos de mi perrita cada vez que aquel "pastor alemán" le enculaba montándose encima de ella en cuatro patas, para luego voltearla y correrse en la boca de mi lamepies. Mi perra temblaba y gemía por los azotes que le dábamos para que se estuviera quieta y se tragara la leche que se le derramaba por la comisura de los labios. Tres veces seguidas fue follada adelante y atrás, hasta sangrar; asi que le puse un edema y la deje maniatada en su perrera por horas, teniendo como bozal el ya flacido pene del "pastor aleman" que debió permanecer también atado de pie, mientras que frente a el estaba lamepies arrodillado.

Desde entonces cuando salgo de vacaciones dejo a lamepies al cuidado de Ana y de su "pastor Aleman" que se alternan para follarlo simultáneamente con el arné doble de ana y la verga negra del pastor alemán, cuando no lo llevan a las fietas para que divierta a todos invitados.

después de todo, el perro es el mejor amigo del hombre.