Mi pequeño Gabriel

Como docente me vi en la obligación de dar una clase de educación sexual en vivo y en mi propia cama, como mi alumno que mas amo.

MI PEQUEÑO GABRIEL:

Terminada la Secundaria, comencé el profesorado de Docente de Nivel Inicial, que cursé en un Instituto de Religiosas, durante tres años.-

Dada mis alta calificaciones las mismas Monjitas del Colegio me recomendaron, como Maestra, en la casa del Sr. Embajador de España. Tarea que tomé en forma inmediata por dos grandes razones, la primera: el muy buen sueldo que me pagaban, y la segunda: hasta que el Ministerio de Educación no me validara el título, no podía ejercer en ninguna escuela oficial.-

Debía ejercer mi profesión en la casa del embajador de lunes a la mañana hasta el viernes a la tarde, ya que contaba con los sábados y domingos libres. Tenía cuatro chicos dos varones y dos nenas. Maricarmen de 6 años, Juan Manuel de 8, Ana María de 11 y Gabriel de 14, cada uno tenía su habitación y yo la mía.-

Mi función era ayudarlos en tareas de Nivelación Escolar, ya que ese año habían llegado de España y debían aprender Historia Nacional y Geografía Nacional, como así también buscar el nivel de enseñanza como se impartía en mi país distinto al Europeo.-

Durante el día mientras estaban en la escuela yo estudiaba para preparar tareas, y luego cuando llegaban después de las tareas preparar charlas y dictados con ellos en forma conjunta, pues debía ir aprendiendo en forma global sobre todo la Geografía y la Historia del país, y sobre todo enseñarles nuevos vocablos para que pudieran entender las conversaciones de sus maestros y compañeritos.-

Después de la cena que realizábamos juntos tenían un buen rato para jugar o mirar tv o con la computadora, pero a las diez de la noche todo el mundo a la cama.

Yo los acompañaba y luego de despedirme de ellos me retiraba a mi habitación que era lindera por un lado con la de Gabriel, y por el otro lado con la de Maricarmen.-

Los chicos se venían adaptando bien al cambio aunque lógicamente había algunas inconductas que yo dejaba pasar por alto, pues habían sido quitados de su entorno, de sus compañeros, de sus abuelos, de su patria que hasta ahora era todo lo que conocían, ya que si bien el Embajador era un diplomático de carrera, siempre se había desempeñado en Madrid, en la Cancillería y este era su primer destino en el exterior.

Una noche, ya habían transcurrido como dos meses de mi iniciación de las tareas en la casa del embajador, me despierto para ir al baño y siento en la habitación de la izquierda – la de Gabriel- sollozos un poco ahogados... Abro la puerta que me comunica con su habitación y me lo encuentro hecho un nudo tendido en su cama, entre sollozando y llorando con los ojos enrojecidos y la cara totalmente mojada de lágrimas. Me inclino hacia él y besándolo en la frente le pregunto:

¿Qué te ocurre Gabi?, te sientes mal?, te duele algo?, quieres que llame a tus padres ¿

a lo que él me responde :

No ¡!, no les digas nada!! Por favor Matilde ¡! Lo que pasa que extraño mucho, me faltan los abuelos con los que pasaba todos los días en Madrid, y además tengo unos compañeros en el Secundario que me molestan todo el día, se ríen de cómo hablo de lo que digo, hasta me dicen " gallego de mierda" y yo no soy gallego soy Madrileño...

Bueno – le contesto- debes calmarte los cambios son siempre muy duros, pero no puedes seguir así angustiándote pues vas a enfermarte, y eso es lo que yo debe evitar.-

No había caso, seguía muy atormentado y no dejaba de llorar, sin duda esta era la crisis mas grande que había experimentado desde que llegó y se manifestó de esa forma.

Bajé la intensidad de la luz que yo había encendido, lo dejé en penumbras y le musito al oído, voy al baño, que para eso me había levantado y luego vengo a ver como sigues.-

Cuando a los poco minutos vuelvo, me encuentro que sigue tal cual lo dejé, y temiendo se angustiara más, me senté en su cama y comencé a acariciarlo, a mimarlo como una buena madre, cubriéndolo de besos, pero el sueño me vencía y el lejos de calmarse ahora tenía unos grandes suspiros como si se ahogara, y cuando lo acariciaba, se calmaba.-

Le propongo: ¡ ven pásate a mi habitación!, que yo tengo una cama matrimonial y esta noche duermes conmigo, así se te quitan los miedos, las angustias, y las añoranzas de tu Madrid, y así me dejas dormir, que mañana tendré una ardua tarea con Uds., y es probable que viaje con el Sr. Embajador o tu mamá a tu Escuela para hablar con el Sr. Director...

Se acostó dándome la espalda, y cuando me percato de esto me doy vuelta, y lo acaricio desde atrás, pasando mis manos por sus cabellos y veo que se va quedando tranquilo, y pronto noto que comienza a respirar en forma acompasada y va quedándose dormido, ni cuenta me día cuando me dormí.

De pronto siento que suena la chicharra casi imperceptible de mi despertador, que siempre suena una hora antes de la hora que deben levantar los chicos, ya que me gusta bañarme y vestirme tranquila para comenzar a despertarlos y acompañarlos a desayunar.-

Cuando estiro mi brazo para apagarlo y volver a quedarme un "ratito" mas siento entre mis piernas, donde nacen mis nalgas algo duro y caliente.

Se de que se trata, pues aunque soy virgen aún, y nunca he tenido relaciones con ningún chico, se que los chicos en la edad de Gabriel tienen erecciones involuntarias nocturnas, y esto es lo mas natural del mundo. Me quedé expectante y no quise moverme, el chico dormía profundamente, pero su pene parado y caliente estaba ahí en mis piernas, muy cerca de mi zona erógena, de solo pensarlo me comencé a humedecer, como otras veces me había sucedido en otras circunstancias, si bien es cierto estaba un poco nerviosa me sentía muy feliz de sentir esas sensaciones, pero en mi mente había un no inmenso, con Gabi, ni con nadie de la casa debía tener sexo. Era mi trabajo, soy una profesional respetable, ellos tenían un buen concepto y había sido recomendada por la Superiora del Colegio donde me gradué.-

Salté de la cama, elegí la ropa que me pondría y me encerré en el baño luego de bañarme, vestirme y maquillarme, me propuse despertarlo, cuando llego a la cama veo que sigue durmiendo y su pene salido de tajo de su calzoncillo aún erecto, había dejado en las sábanas de abajo una gran mancha de semen, pues el chico había tenido una polución en forma natural. Lo tapo para que no se vea su erección y dulcemente me arrodillo de su lado y besándolo le digo:

¡Vamos Gabi que es la hora de levantarse...!, vamos querido que hay que desayunar e ir al Colegio, y tu debes bañarte y vestirte.

Abriendo muy grande sus ojos tiende a levantarse y veo que instintivamente lleva su mano derecha a la entre pierna. Sin lugar a dudas aún le debía durar en parte su erección.

A notar que esto lo podía poner mal le digo, bueno... ¿ como has dormido? Pudiste descansar bien en mi cama?, a lo que el me responde

-Si muy bien y te debo agradecer lo buena que eres Matilde, me has traído a tu cama como lo hacía la abuela cuando yo era chico y estaba enfermo o tenía pesadillas. No te molestó?

Me pregunta, a lo que respondo que – ni siquiera te sentí- bueno pero ahora corre a ducharte vestirte y bajar al comedor con tus hermanos que voy a verlos como están!!!

Ah y de lo que te aconteció anoche ni una palabra a tus hermanos, y menos que dormiste en mi cama, ya hablaré yo con tus padres y no se si les contaré todas la historia, pero sí debo comunicar lo que te pasó

Pasaron los días, y si bien todos en la casa poníamos el mayor acento en el comportamiento de Gabriel, las aguas se fueron aquietando, y el chico entró en un cause de normalidad, superando con éxito todas las circunstancias.

Había pasado quizá unos diez días cuando una noche, mientras leía algo antes de dormirme siento que tocan a la puerta que comunica con la habitación de Gabriel.

Respondo con un: ¿ Si quien es?

Me contesta: Soy yo Gabi, Matilde quiero hablar contigo ¡!.

-Bueno pasa ¿que te ocurre?...

Pasando muy tímidamente se sienta en mi cama y poniéndose muy colorado me dice:

-Debo preguntarte algo y eres la única persona que me da menos vergüenza hacerlo.

Larga el rollo chico que me intrigas!! – le respondo

Es que no se por donde empezar Matilde... creo que estoy enfermo....

Me siento en la cama y digo ¿cómo?, que estas enfermo de que...?

  • Si claro me pasa que de noche me mojo por el pito, pero no que me esté orinando dormido como cuando era chico, me sale una cosa como una goma blanca y creo que es muy malo, tienes que ayudarme por favor Matilde quisiera hablar con papá, tengo miedo que se contagien mis hermanos ya que usamos el mismo baño....

Y así una vez que comenzó las palabras le salían como catarata de su boca, y no paraba de contarme que no era de ahora... y que pun... y que pan, y ya casi lloraba como aquella noche.

Decido pararlo pues vi que se estaba angustiando, y mucho y le digo:

  • Mira Gabi tu no estas enfermo ni nada, tu te estas haciendo hombre y esa es la forma que se manifiesta cuando los hombres se desarrollan. En cambio nosotras las mujeres cuando nos desarrollamos nos crecen los senos y comenzamos a menstruar, que nos es otra cosa que cuando el óvulo que generamos y no ha sido fecundado para tener un hijo, el mismo llega a un estado de madurez que se rompe y produce un sangrado natural en las mujeres que nos dura dos o tres días y luego todo sigue su curso...Pero dime Gabi como te diste cuenta que te sale como una goma blanca de tu pito, tu te lo tocas te manoseas, en una palabra te masturbas?

No Matilde.. que dices? Me he dado cuenta cuando me despierto y estoy mojado y aveces me toco y encuentro algo espeso gelatinoso y pegajoso en la cama en mis piernas en mi vientre que se yo... y el pito está mojado con eso....

Bueno, bueno, bueno.. así que te estas haciendo hombre y nadie te ha hablado de esto,, si ya se en tu Colegio de Madrid le hablaban de educación sexual pero nos le enseñaron como se madura el hombre y la mujer.

Mira yo también me críe en un Colegio de Monjas y de esto ni ahí pero con las compañeras y en casa mami siempre me fue enseñando en la medida de sus posibilidades, pero el resto lo tienes que ir aprendiendo por tu cuenta, consultando a las personas de tu confianza, a tu médico cuando vas a control, nadie mejor que él para hablar de estas cosas.-

Matilde tu solo me puedes ayudar a mi me da vergüenza hablar de esto con mis padres y con ese médico nuevo no le tengo confianza y no lo conozco como a ti, y tu me hablas como si tu fueras de mi misma edad, tu crees que podría estar así hablando con alguien?

Bien vamos a hablar de esto y en serio. Haz lo siguiente ve a tu habitación, cierra por dentro, ven para aquí y de paso cierra con llave mi puerta que sale al exterior, no quiero tener sorpresas. Luego vienes a mi cama y te metes en ella, que yo voy al baño a asearme, estamos?

Cuando regresé, el estaba como un niñito en penitencia metido en la cama boca arriba, lo que me produjo una gran sonrisa de ternura.

Niño así no....La clase de educación sexual se debe realizar sin ropa, así que mientras yo me quito mi bombachita tu te quitas los calzoncillos y todo lo que cubra tu cuerpo, comenzó a hacerlo tímidamente, cuando estaba totalmente desnudo, estaba roja su cara, sus manos frías y su pito chiquito y arrollado.

Le digo ven acércate, que quiero enseñarte lo que sé, que nos es mucho ya que aún soy virgen y lo que vamos a hacer ahora no lo he hecho con nadie. Todo será de acuerdo a las circunstancias y a quienes somos ambos ¡No lo olvides!

Tu debes saber que tanto mujeres como hombres tenemos zonas que nos excitan si nos tocamos o nos tocan, por ejemplo yo te acaricio el lóbulo de la oreja, y luego bajo mi mano hasta tus tetillas que sientes?, mientras lo voy haciendo, y me dice:

Me gusta me dan una sensación reconfortante.

Bien a mi me ocurre lo mismo.-

Luego yo sigo bajando mi mano y la paso por tu vientre y voy pasando por tu monte pubis, que son esos pelitos incipientes que te ha comenzado a nacer.

-Pues me producen una sensación muy buena mira como se me está poniendo el pene!!, - Bueno a mi me pasa lo mismo, por lo que te pido que tu debes ir haciendo lo mismo conmigo, que me estoy poniendo muy calentita.

El comienza a acariciarme mis tetitas y mis pezones se poner duritos y mi aureola se pone mas oscura, y voy sintiendo como un volcán en mi conchita. A esta altura yo ya había llegado a poner su pito al máximo poder y gozaba de una erección que lo hacía temblar mientras, yo sacando una mano de su pito tomo una de mis tetas y si la pongo en la boca y le pido, casi le suplico...

Chúpame, mámame, como si estuvieras mamando hijo, despacito que me muero de placer.... así Gabi así aahh, ahh...

Le tomo una de sus manos y me la llevo a la vagina y meto unos de sus dedos dentro de mí y le hago pasar el mismo por mi clítoris, estoy empapada y a punto de venirme, como cuando alguna vez me masturbé...

Le digo:

-Lo que hemos hecho es el juego previo que tiene un hombre y una mujer para llegar a tener sexo placenteramente, vistes que estoy muy mojada, pues bien eso es para que el pito del hombre que como el tuyo es duro y está muy seco entre en mi vagina si causar daño de clase alguno, y todo sea realmente placentero.

  • Matilde esto es hermoso, yo no lo había experimentado jamás, y esto me produce un placer indescriptible... y ahora que hacemos?...

  • Ahora jovencito los dos vamos a eyacular cada uno ayudando al otro pero entre nosotros no habrá penetración, yo soy tu maestra, tu guía no tu mujer, lo puedes entender?

Creo que no entendía nada pero igual dijo que sí

Yo seguí masturbándolo lentamente, mientras le enseñaba como debía hacerlo conmigo para que ambos alcanzáramos un hermoso orgasmo.

Sentí que se retorcía y su peto palpitaba en mi mano y yo comencé a apretar su mano contra mi clítoris que palpitaba y por el hermoso hormigueo que sentía , veía que el orgasmo era irreversible. De pronto Gabi comienza a gemir y transpiras y yo aprieto su mano en mi conchita y comienzo muy lentamente a dejar que se venga, pero el aún estaba tenso, me enderezo me pongo de rodillas frente a él sin retira mi mano de su pito y comienzo a besarlo en la boca, cuando eso ocurre siento que se tensa y comienza a eyacular chorros de semen y a gemir un gemido de placer y una expresión como de asombro, yo también me vine en un múltiple orgasmo, y me dejé caer al lado de él sin soltar su pito hermoso palpitante y muy mojado de una gelatina olorosamente sabrosa que mas me excitaba.

Nos quedamos ambos un largo rato el sin pronunciar palabra, mientras yo le contaba y le explicaba todo lo que había sucedido entre ambos y que es lo que debía hacer en lo sucesivo, y como debía cuidarse cuando tuviera relaciones....

Cuando hube terminado de explicarle, todo eso aún si que yo sacara mi mano de su pito y haber jugado con sus testículos dulcemente, el me susurró al oído:

  • Solo tendré sexo contigo, y hoy quiero quedarme en tu cama como la otra noche.

Se ve que mi mirada no fue de aceptación, ya que se soltó de mí y poniéndose de rodillas me dice casi implorando:

  • ¿ Por favor Mati.... Mati di que sí, verdad que sí?, me portaré bien contigo... déjame dormir!!.-

Lo dejé y así como estabamos acurrucaditos dormimos toda la noche, el me tomó de atrás y puso su pito entre mis nalgas, en el límite de mi culito y mi conchita, a la mañana cuando sonó el despertador me sentí hermosamente mojada por el semen de Gabriel, pero sabía que solo había eyaculado entre mis piernas, y aún seguía siendo virgen, bueno porque aún el himen estaba integro y en mi conchita aún no había entrado pija alguna.-

Matilde

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