Mi pequeña Venecia 4
...y ese "clic" que esperaba que siempre desee que estuviera el día que eso pasará no era un simple "clic", era una explosión comparable con el Big Bang.
A la mañana siguiente me quedé totalmente dormida, me levanté y me alisté en media hora cuando normalmente me tomo una hora y media. Bajé y Kate estaba casi por irse al trabajo -Buenos días a la señorita, ¿estaba bueno el sueño? -dijo entonando un aire irónico y sonriendo-. -Vamos Kate! No empieces -dije tomando un sorbo de mi café- llegaré tarde, mejor dicho llegaremos porque tu todavía estás aquí y me esperarás. -Qué?! Pero...! -dijo quejándose -. -Nada de peros, solo son 15 minutos, y créeme estaré en la oficina más tiempo que eso hoy en la noche, debo hacer reportes del mes de cada red social y página de internet de nuestros nuevo clientes, si no los logro convencer de que les trae beneficios a su empresa, no nos ganaremos un nuevo cliente así que...-suspiré- ni modo. Al final, Kate esperó por mí y nos fuimos a la oficina, salí tan apurada que deje suéter, paraguas y todo...al final no lo necesitaría, extrañamente el clima en la ciudad ese día estaba muy caluroso. Apenas llegamos a la oficina, nos pusimos a trabajar sería un verdadero estrés ese día para mí, nisiquiera pude almorzar con Kate, almorcé frente al computador y durante ese par de horas, revisé mi celular y me encontré con mensajes de Alex Mensaje 1: Hola! Buenos días! Bueno espero que tengas un excelente día hoy, solo pasaba por aquí para decirte eso. Mensaje 2: Hola! Espero que tu día este yendo genial, sí eso...y pues tal vez estés ocupada...pero bueno yo quisiera saber si quieres venir al restaurante después del trabajo, puedes decirle a Kate...si quieres. Beso.. Finalmente, me tomé un par de minutos para responderle durante el almuerzo -Hola! Sí, bueno mi día está muy ocupado hoy, no creo que salga a la hora normal con Kate, probablemente me quede hasta muy tarde en la oficina, a esta hora mi cuello ya empieza a doler. Espero que tu día esté menos estresante que el mío...Beso.. Dejé mi celular y me olvidé del mundo por el resto de la tarde, escuchando solo mi música y haciendo mis informes. No me di cuenta del reloj y la hora hasta que Kate vino a mi puesto. -Hey! Cómo vas? -me pregunto apoyándose en mi escritorio-. -Bueno... -empecé sacándome los audífonos y dándome un apretón en el cuello solo para darme cuenta de que realmente necesitaba masajes urgentes -probablemente un par de horas más y estaré lista para irme a casa, darme un baño caliente y descansar para mañana asistir a la reunión con los resultados-. -Genial! Entonces, nos vemos en casa, de acuerdo? Saldré a tomar algo con los chicos, cualquier cosa, me llamas, está bien? Asentí con mi cabeza, y Kate me dio un beso en la cabeza y se fue, retomé mi trabajo por un par de horas más, necesitaba enserio terminarlo y tener un descanso. Miré la temperatura que decía en mi celular que hacía afuera y estaba probablemente en 13°C. "Genial" pensé para mí misma, había olvidado el suéter ese día, aunque podría superarlo ya estaba un poco adaptada a esas temperaturas. Tomé mis cosas, cerré la oficina y me monté en el ascensor deseando llegar a casa...Sonó mi celular.. -Hello! -dije sin ver quien era-. -Oh hola! Soy yo Alex..-mi corazón dio un brinco. -Hola! Lo siento no vi el número que llamaba... -No, no, está bien! -me interrumpió nerviosa...-bueno, yo me preguntaba si tal vez podríamos vernos...digo no sé si estás en la oficina todavía...pero yo estaba cerca y... -Sí, justo estoy saliendo de la oficina, creí que pasaría la noche ahí y bueno yo...-justo al salir del edificio, la vi ahí, y les juro me pareció tan hermosa que traté de controlarme para no saltarle encima. Estaba vestida con un sombrero tejido para el frío, una chaqueta de cuero y una camisa de botones, tenía una de sus manos metida en el bolsillo del jean, se nota que tenía frío...y estaba ahí por mí...una gran sonrisa de dibujo dentro de mi pecho
Vi que sus ojos brillaron al verme y no les voy a negar yo estaba con mis mejillas a arder y ese vacío que uno siente en el estómago...
Ella se acercó a mí, me tomó por la cadera disimuladamente para abrazarme pero noté el gesto...la dejé hacerlo..
-Disculpa que viniera, también fue un día largo para mi...y pensé que...bueno si tu todavía estabas acá pues... -estaba tartamudeando, me encantaba.. -
-Está bien no te preocupes! -Reí al decir esto-. Justo iba saliendo...como si hubieses leído mi mente -dije en un tono más bajo para mí-
-Ah sí? -dijo ella mirándome con una sonrisa-
-Bueno y pues..que tenías pensado después de que llegarás aquí a buscarme? -le pregunté nerviosa tratándome de salir de ese "ah sí?" -
-Pues no lo sé, tal vez podamos caminar...y hablar...bueno si quieres sino pues -ahí su tartamudeo de nuevo-
-Sí, está bien -sonreí y sentí escalofrío, el clima estaba frío esa noche. Ella lo notó -
-Hey... -se sacó la chaqueta y me la ofreció- toma..
-Pero ahora tu tendrás frio -le dije con pena-.
-No, está bien tú la necesitas más que yo -me regaló una sonrisa y yo embobada acepté la chaqueta-.
Empezamos a caminar y hablamos sobre Manchester, cosas que nos habían pasado en la ciudad a ambas..reíamos y todo se sentía estupendo...yo en mi mente sabía q había muchas cosas que decir pero esperaba el momento para eso...De pronto, empezó a llover torrencialmente...
-Bueno y ahora qué hacemos? -dije riéndome bajo la lluvia temblando de frío -
-Mmmm..ven..-tomó mi mano y me jaló y empezamos a correr, después de 10 minutos corriendo y riéndonos ella se detuvo y vi un lugar que ya había visto antes-. Es lo más cerca que se me ocurrió..-dijo sacando la llave y abriendo la puerta-.
Entramos al restaurante, lucía o se sentía diferente sin todo ese bullicio....Mientras caminaba despacio viéndolo todo, ella prendía la chimenea del lugar y dijo que la esperara un segundo, salió del resturante y a los dos minutos volvió. Tenía algunas mantas y cojines...la miré preguntándole con los ojos de donde los había sacado...
-Lo saqué de mi Jeep -dijo sonriendo una vez que leyó mi mirada-.
-Tu Jeep...-reí recordando todas las veces que me contó cuando manejaba el de su primo-.
Así que puso todo en el suelo...y yo todavía temblaba de frío...
-Deberías cambiarte la ropa...-me dijo visiblemente nerviosa-.
-No tengo otra...-sonreí con pena titiritando de frío-.
-Espera yo tengo una idea -se levantó y fue dirección a la cocina-.
Me quedé viendo el fuego de la chimenea, todavía no creía el momento en el que estaba...incluso pensé en lo que me diría Kate cuando le contara todo eso y sonreí.
-Aquí tienes....-dijo ella con una sonrisa de ternura que me provocó besarla pero de nuevo me contuve-. Ay muchas en la cocina, tenemos mucho cambios para los cocineros y pues...creo que esta te irá perfecta - me pasó uno de esas chaquetas que usan los chef, en mi país se le llaman filipinas.
-Oh gracias! Yo...pues...dónde me cambio... -su mirada me taladraba de una manera que me encantaba-.
-Pues...yo iré a la cocina si? Traeré algo de comer si quieres...y pues me avisas cuando pueda venir de nuevo...-se dio la espalda y de nuevo fue a la cocina-.
Empecé quitándome la ropa, digo no estaba segura de que ella no estuviese viendo pero era eso o agarrar tremendo resfriado. Sentí como una electricidad recorrió mi espalda, en ese momento supe que ella me miraba, no quería voltearme porque no sabría como reaccionaríamos ambas....Así que terminé de ponerme su uniforme y cerré los ojos, misteriosamente olía a ella, a su perfume y sonreí porque sabía que me había jugado esa broma...no sé cuánto tiempo me quedé oliendo su camisa...Respiré hondo..
-Ya estoy lista! -dije en voz alta-.
-En un segundo, le llevo la comida señorita! -En ese instante salió de la cocina y cuando me vio, se quedó parada, abriendo la boca y cerrándola como si las palabras no salieran de ella...vio que la filipina llegaba hasta mis muslos, y luego de eso, no había más nada...
-No me queda nada mal..tu filipina...cierto? -dije en un tono de inocencia pícara-.
-No...no...por supuesto que no...digo...como sabes que es mía...-llegó al frente de la chimenea y donde estaban las mantas y ponía un plato deliciosamente preparado y decorado- Espero que siga siendo uno de tus platos favoritos.. -dijo mientras levantaba sus cejas graciosamente-.
-Mmmm ensalada césar, nunca dejara de ser una de mis favoritas -sonreí- pues cómo no adivinar que es tu filipina...si huele a ti...-la miré y volvió a dudar sobre que decir-.
-Oye! No es filipina, es chef coat -me corrigió. Sus ojos subían y bajaban por mis piernas-.
-Entonces...comemos? - dije como niña de cinco años que tiene mucha hambre-.
-Seguro, adelante, usted primero. Pero debe decirme con toda honestidad que tal le parece mi receta -tomó el tenedor, y un poco de la ensalada y puso el tenedor justo enfrente de mi boca. Me miró esperando que yo abriera mi boca y le aceptara el bocado-.
-Mmm tiene un toque distinto -dije tapando mi boca, terminé de tragar y un poco del aderezo se quedó en la comisura de mi boca-.
-Lo siento, no traje servilletas...-dijo pasando su pulgar por la comisura de mis labios con la excusa perfecta para tocarme. Cerré los ojos y temblé, ella lo notó..vi como sonrió-.
-Debería llamar a Kate -dije para respirar- debe estar preocupada le dije quela vería en un par de horas en casa-.
-Pues, llámala. Dile que te llevaré en un rato...claro si eso quieres... -dijo casi murmurando-.
-Aló! Kate! Hola...ehh sí sí ya se estabas preocupada. Vi tus más de 20 mensajes, lo siento...salí del trabajo y Alex estaba ahí, pasó a buscarme...y pues estamos en su restaurante...cenando...Iré un poco más tarde. -sabía que estaba que explotaba de ganas por hacerme bromas pero solo me dijo que estaba bien y que nos veríamos luego entonces- Esta bien, de acuerdo. Bye.
-Todo bien? -preguntó Alex, mientras comía un poco más de la ensalada -.
-Sí, sí todo perfecto. Solo estaba un poco preocupada -sonreí y comí un poco más-.
-Ya veo...se buena una buena amiga
-Sí, lo es, desde que llegué siempre ha estado...le debo mucho -seguía comiendo y terminé el plato-.
-Tenías hambre...eh? -me miró riendo-.
-Lo siento..! Yo...-bajé mi cabeza no solo por pena de su comentario, sino que su mirada ya no sabía cómo evitarla-.
-Hey...-murmuró levantándome la cara con su mano, al posarla en mi mejilla- no pasa nada...-sonrió ante su comentario, más para ella misma- Dios...yo...hay tantas cosas que quiero decirte, y que ahora están demás....y yo...no sé....
-Pues...supongo que estamos igual -nuestras miradas estaban totalmente atrapadas la una a la otra y yo ya no quería ni podía evitarla-. Alex...yo....
-....Todo...lo que pude imaginar este momento....nunca podría haber pensado y acertado en cómo se siente...Hermosa yo...
De pronto el tiempo se detuvo, mi corazón latió tan rápido y repentinamente dentro de mi pecho que dolió. Mi princesa, mi amor...la mujer de mi vida...estaba ahí besándome por primera vez, después de dos años de ese primer email....a pesar de todo y de todos...Ya no había nada que imaginar, solo sentir... Y hablando de sentir, exactamente como ella había dicho nada podría haberme preparado para lo que estaba sintiendo en ese momento solo con ese roce de labios y ese beso...sentí como cada vello de mi cuerpo se erizó, sentí que en ese momento tenía el poder de hacer todo lo posible y lo imposible....sentí una descarga eléctrica...y nuestras bocas encontraron encajar justo como el engranaje de un reloj, perfectamente en sintonía...Tenían un asunto pendiente desde hace largo tiempo...y ese "clic" que esperaba que siempre desee que estuviera el día que eso pasará no era un simple "clic", era una explosión comparable con el Big Bang. Después de un par de minutos, de un beso lento e interminable...nos separamos por falta de aire, pegamos nuestras frentes y ella sonrió todavía tratando de respirar, al igual que yo...
-Le pasamos a Buzz.... -dijo Alex con los ojos cerrados todavía tratando de recuperar aliento.
-Eso parece....-dije entrecortadamente y sonreí ante su comentario. Se refería a que pasamos la frase de "Al infinito y más allá"-.
Nos recostamos en los cojines, y ella me puso en su pecho. Oía su corazón latir extremadamente rápido pero sus respiraciones eran calmadas. No hacíamos nada en particular, solo mirábamos el techo y ella me acariciaba, me recorría el brazo con las yemas de sus dedos, hasta llegar a mi mano, las unió y entrelazó nuestros dedos. Suspiró....
-¿Por qué Mi Pequeña Venecia?-pregunté ciertamente con curiosidad pero a la vez para volver a entrar en una charla relajada-.
-Pues...tu lo deberías saber no?
-¿Yo?...
-Me diste la idea, ¿recuerdas? -dijo dándome un beso en la cabeza y jugando a recorrer sus dedos con los míos-.
-Entonces fue por lo que creí....-sonreí recordando el momento en que le había comentado que el nombre de mi país, Venezuela, significaba Pequeña Venecia-.
-Era la mejor forma de dedicártelo, de tenerte presente todo el tiempo....no sólo en mi mente digo...pero sí, lo hice en tu nombre.. -suspiró, y terminó no solo siendo un éxito sino que literalmente me trajo hacia ti o te trajo hacia mí, cualquiera de las dos formas es lo mismo.
-Pues....me gusta -lo dije y sonreí como niña pequeña, volteándome hacia ella-.
-Esa sonrisa en persona es aún mejor de lo que pensé...-me acarició la mejilla, cerré los ojos ante su contacto y me beso. Esta vez lento, como si ya estuviéramos adaptadas a besarnos-. Te amo...-susurró al terminar el beso-.
-Y yo te amo a ti....-dije en medio de un suspiro, todavía embobada con el beso y con los ojos cerrados. Volví a recostarme en su pecho y en cuestión de segundos me quedé totalmente dormida. La escuché decir un "Que hermosa eres..." y caí por completo en los brazos de Morfeo....o mejor dicho en los brazos de ella, mi Alex.. -.