Mi pequeña Venecia 3
Tarde de sushi...
Así que esa mañana desperté aún tardé unos segundos en acordarme de lo que había pasado anoche. Todavía no salía de mi asombro por lo que estaba pasando. Tomé mi toalla y entré al baño a ducharme...Salí y me vestí con toda la calma y considerando desde hace mucho tiempo que ropa me quedaba mejor. Bajé a la cocina y vi a una Kate todavía en pijamas...
-Tú..qué haces levantada a esta hora... y así arreglada? -dijo Kate asombrada por mi madrugar un día domingo, en realidad podrían ser las 9am pero para mí eso es madrugar en un fin de semana -.
-Pues no lo sé -le dije con una visible sonrisa haciendome la despreocupada - que dices si vamos a desayunar a Coffe Morning -propuse sonriendo ampliamente con los ojos cerrados -.
-Oye...espera... -dijo Kate con los ojos entrecerrados como analizando mi repentina actitud de felicidad -.
-Qué??-fingí inocencia -.
-Te diré qué! iremos a comprar desayuno y directo a casa otra vez...Tú! Tienes demasiadas cosas que contarme...así que vengo en dos minutos! -y mientras decía eso Kate corría a su habitación para vestirse-.
-Está bien está bien! -dije en medio de una carcajada, tirándome en el sofá.
Así que fuimos a buscar un par de cafes moccas y unos panecillos rellenos de jamón y queso. Volvimos a casa y luego de desayunar…
-De acuerdo ahora cuéntame la historia –dijo Kate observándome mientras tomaba un sorbo de su mocca -.
-Vamos Kate…ya te la sabes –dije sin mucho ánimo -.
-Sí, se lo que me has contado pero estoy segura que no es todo y además sé que necesitas desahogarte, más ahora que apareció sin previo aviso no? Solo quiero ayudarte…. –Kate me instó mientras colocaba su mano en mi pierna, en señal de que dijera todo de una vez lo que tenía trancado en mi pecho desde la aparición de Alex… -.
-Bueno… -tomé un respiro- la conocí en una página de internet, no porque yo creyera en esas cosas, para nada. Simplemente leí un relato que ella escribió y me gustó mucho, pensé “por qué no?” y le envíe un correo no teniendo ni idea de si me respondería pero resultó que lo hizo, y yo le respondí y ella me volvió a responder…y ahí empezó todo…–tomé un trago de mi mocca y proseguí con la historia mientras jugaba con el vaso entre mis manos-. Sabes ella fue la que tomó la delantera -sonreí de lado-. y sé que a pesar de que esta parte ya la sabes, volverás a burlarte de mí, cuando me enteré de que tan solo tenía 16 años vivía en República Dominicana y yo 24 y vivía en Venezuela, fue como si una señal de “STOP” apareciera frente a mi –carcajeé a y moví la cabeza de un lado a otro-. Pero seguí y no tengo explicación de por qué, podría decirte un simple “porque me gustaba” pero se convirtió en más que eso en cuestión de días…simplemente era adictivo hablar con ella, saber de ella a toda hora..cuando nuestra señal fallaba, nos enviábamos correos diciendo que entraríamos en desesperación porque no nos llegaban los mensajes…y la señal de “STOP” seguía ahí pero ella continuaba insistiendo, le advertía sobre lo difícil que sería, por la edad, por la distancia…hasta que decidí dejarme llevar y así lo hicimos, empecé a omitir el “STOP” de mi mente…-cerré los ojos tragué y volví a tomar un sorbo de mi mocca-. a pesar de todo, a pesar de todos…lo único que nos importaba era estar juntas y seguir con lo que estábamos sintiendo…..finalmente vinieron errores, tras errores, tras errores….de ambas…de ambas –no pude evitar que mis ojos se aguaran-. Y luego ella tenía demasiadas cosas que resolver y teniéndome a mí como preocupación, no lo haría, o eso es lo que pensaba yo, y a pesar de los errores y de las caídas y de que todos me decían “ya Jess, no vale la pena” “Jess, deja eso así, es algo imposible” a pesar de todo eso, allí seguí, allí seguimos. Mi corazón empezó a pasar por momentos de frustración, tristeza, y a veces de felicidad…pero sentía que esos “a veces felicidad” lo valían todo, valían todo si seguimos juntas si encontrábamos la manera….Y de pronto los papeles se cambiaron, fue ella la que empezó a querer rendirse, la que decía que era difícil, que no se podía y era yo la que seguía alentándola y temándola de la mano para seguir juntas….porque si el sentimiento está, para mí sigue valiendo la pena…dentro de eso está el hecho de que me vine para este país y esta ciudad porque en mi propio país no podía tener oportunidades y eso era lo que buscaba…oportunidades para mí y para ella…un nosotras –sonreí melancólicamente, mis ojos seguían aguados, tomé un respiro y continué - Entonces al final, los más grandes obstáculos era que ella era totalmente dependiente de su mamá y la señora, me odiaba, tal vez lo siga haciendo…-hice un ademán para levantarme y llevar las bolsas y los vasos a la cocina para botarlos, necesitaba levantarme y caminar así fueran esos escasos metros para respirar -. Así que la historia tiene una mezcla de muchos errores, muchas caídas…momentos de felicidad…momentos de no comunicación, momentos de estar y momentos de ausencia… -terminé de decir, tragando de una manera pesada, pero traté de esbozar una sonrisa -. Y créeme Kate, es mucho más complicado que eso, solo que las palabras no me dan para poderte explicar… poco a poco podré irte explicando más cosas, lo prometo-sonreí queriendo transmitir un “lo siento”
-No, está bien…-dijo Kate, levantándose y yendo a mi encuentro dándome un abrazo para tratar de reconfortarme, algo que agradecí profundamente-. Y…pues, ¿qué piensas hacer? Porque evidentemente esto debería hacer más fácil las cosas…no lo sé –sonrió tratando de pedir disculpas por no saber exactamente como tratar el hecho de que Alex, ahora estaba más cerca que nunca de mí, totalmente independizada y mayor de edad -.
-Pues…. –antes de que pudiera seguir respondiendo, mi celular comenzó a sonar y al ver el nombre en la pantalla me congelé -.
-Jess.. – dijo dudando Kate-. Jess…qué pasa? –se acercó a mí y yo le mostré el celular, vio de quien era la llamada y con una gran sonrisa me dijo –contesta!
-No..yo…que se supone qué le diga, contéstale tu! –le dije alcanzándole el celular en un estado de nerviosismo total -.
-Qué?! Pero…qué se supone que YO le diga? –dijo Kate entre muerta de risa e incrédula por mis nervios-.
-Bueno..entonces lo dejaré…y que caiga la contestadora…sí, eso haré! –dije colocando el celular sobre la mesa y alejándome. Kate soltó un bufido y contestó la llamada…-
-Aló?
-Sí…ehm…disculpe es el número de Jess…creo que me equivoqué..lo siento –dijo Alex a punto de colgar-.
-No no! Sí, es el número de Jess…Alex?...Es Kate…recuerdas, la amiga de Gaby?
-Oh sí! Claro..Kate! Cómo estás? –preguntó Alex relajándose al saber que la que contestaba el teléfono era Kate.
-Bien, espero que tu también lo estés….
-Sí, sí todo genial…Jess estará por ahí?
-Oh…Jess -dijo Kate reprochándome con los ojos, ese momento y yo en negación absoluta a contestar la llamada – Ella está…en el baño, sí.. –terminó de improvisar Kate.
-Entiendo…Bueno…podrías decirle que… -Alex rascaba su cabeza en la parte de atrás debido a los nervios- nada…tal vez ustedes ya tengan planes –terminó Alex -.
-No…no..planes – dijo Kate sonriendo, sabiendo que podría hacer una pequeña jugarreta por estar en ese momento salvando a su amiga -. De hecho es muy frecuente que los fines de semana hagamos sushi, bueno Jess hace sushi…es buena debo admitirlo…y justo le iba a decir a Gaby para que viniera a cenar con nosotras…tal vez tú quieras venir también –terminó Kate con una sonrisa de triunfo y de pánico porque sabría que la mataría apenas colgara la llamada-.
-¿Tú crees? – preguntó Alex dudando de si era correcto que fuera, por invitación de Kate y no mía-.
-Sí claro! Nos divertiremos, será estupendo! –afirmó Kate-.
-Bueno supongo que está bien, entonces llegaré con Gabriela…está bien? – dijo Alex -.
-Sí, perfecto. Nos vemos. Hasta dentro de un rato! – Kate colgó la llamada y me miró…yo estaba congelada-.
-Tú…no hiciste…lo que escuché…cierto? –dije entrecortadamente…
-Jess…tranquila solo…creí que sería lo mejor…además…Gabriela vendrá y yo también estaré – dijo Kate con una sonrisa de inocencia fingida antes de echar a correr hasta su habitación por el pasillo, sabiendo que yo iría atrás de ella. Lo cual fue exactamente lo que empecé a hacer…
-Kate abre la puerta! –dije riéndome pero tratando de sonar enojada -.
-No lo haré! A menos que me digas que iremos a comprar las cosas que necesitamos para la cena! –gritó Kate-. No es tan grave, estaremos las cuatro! Además…admite que muy dentro de ti te encanta la idea! –abrió la puerta del cuarto- O no?
-Deja de decir estupideces y vamos –dije riendo y tomándola por el cuello con el brazo-.
Así que fuimos al supermercado, compramos queso crema, arroz, salmón, cangrejo y camarones pelados. Kate recibió una llamada de Gabriela y le dijo que a las 7pm estarían en casa, sentí un nudo en el estómago cuando vi la hora y eran las 4pm, teníamos tres horas para preparar la comida. Llegamos a casas y mientras Kate ponía a mano todos los utensilios, le dije que me iría a echar un baño. No sabía que ponerme así que decidí colocarme unos jeans, converse negros y una camiseta blanca, nuestra calefacción era buena así que no se sentía el frío de afuera, luché un par de minutos con mi cabello para que mis rulos no fueran tan rebeldes, por último me coloqué perfume y ya estaba lista para….para ir a preparar la cena.
Empezamos a montar el arroz que era lo que más se tardaba y yo seleccionaba un poco los pescados para ser más fácil a la hora de hacer el roll, algunos irían tempurizados y otros al natural.
-Oye…-empezó Kate con cautela-.
-Ujum…-me escuchó decir mientras yo seguía cortando los pescados-.
-Lo que hice…eso de invitar a Alex…lo hice porque creo que todavía hay algo entre ustedes, desde el día donde nos encontramos en su restaurante y aún después cuando salimos al local….creo que deberían arreglar, retomar o vivir lo que nunca pudieron vivir ahora que ambas están aquí….-
-Kate –empecé a decir girándome hacia ella -. Aún hoy todavía, a un par de horas de que venga a mi casa, no puedo creer que ella esté aquí. No sé cómo está aquí, ni cómo llegó ni cuando…..y aunque sé que debemos hablar, se que costará que salga una palabra de mi boca estando a solas con ella…simplemente porque no se por dónde empezar, tengo millones de cosas golpeándome el pecho y la cabeza por decirle que simplemente no se por donde comenzar….-volví a voltearme y seguí en mis labores de chef, verifiqué el arroz y le puse un poco de limón al pescado para que no se oxidara-.
-Lo sé, bueno o mejor dicho me imagino lo que puedes estar sintiendo pero esta es la oportunidad y el momento que has estado esperando hace más de un año ¿no?... –me vio Kate y yo asentí ligeramente con la cabeza-.
-Por lo pronto, lo que sabemos es que en un par de horas llegarán y todo debe estar listo….-sonreí respirando profundo, obteniendo una sonrisa de parte de Kate de aprobación -. Así que terminemos esto.
Sacamos el arroz del fuego, y mientras esperábamos a que se enfriara un poco para poder ponernos manos a la obra con los roles, pusimos la mesa, nada de tenedores o cucharas, si no eran buenas con los palitos chinos pues les tocaría aprender.
Finalmente, empezamos a hacer los roles le había enseñado a Kate como enrollar los roles de sushi. Así que yo armaba el rol, y ella los envolvía. Los últimos los hicimos tempurizados, los cortamos y finalmente los servimos en la bandeja. Kate se encargó de arreglar la mesa y yo subí rápidamente a retocarme…digo pues estuve un par de horas haciendo cena y quería estar lo más presentable para las invitadas.
-Oye! Gabriela dice que ya está llegando –gritó Kate por el pasillo para advertirme-.
-Yo…estoy bien…¿crees? Digo, no huelo a comida ni nada de eso? –mi cara de terror y nervios me delataba y Kate lo notó-.
-Caaaaalmateeeee mujer! –empezó a carcajearse de mi-.
-Bah! No sé para qué te pregunto – fingí molestia por su burla. En ese momento tocaron la puerta..-
-Hey! ¿Cómo están? –saludó Kate con entusiasmo y una gran sonrisa, hasta pensé que lo hacía para molestarme-.
-Muy bien y ustedes? Gracias por invitación, estaba convencida de que sería un domingo de aburrimiento total –dijo Gabriela sonriendo amablemente -.
-Hola! –sonreí, tratando de esconder mis nervios, mi mirada se iba hacia Alex y no podía evitarlo porque no sé si por casualidad sus ojos se encontraban con los míos también.
-Wow! Parece que se esmeraron, demasiado diría yo –dijo Alex admirando la mesa puesta- debería invitarlas a trabajar al restaurante, no crees Gaby?
-Definitivamente! Nos sentiremos demasiado importantes –bromeó Gabriela al respecto -.
-No es nada –sonreí con amabilidad, evitando encontrar los ojos de Alex para no volver a ser víctima de esos nervios- Yo, iré a buscar la bebida, pueden ir tomando asiento –terminé de decir y me dirigí hacia la cocina. Al llegar me apoye de la mesa y empecé a respirar para drenar las ansias y nervios-.
-Todo bien? –dijo Alex mientras caminaba hacia mi -.
-Sí, sí…yo…solo repasaba si faltaba algo….-dije nerviosamente dirigiéndome a buscar el jugo y los refrescos en la nevera, no solía ser de las chicas que toma vino o alcohol-.
-Hey…ven acá…-le escuche decir y esas dos palabras produjeron un escalofrío en mí, me sacaban tantos recuerdos-. Todo, está perfecto…de verdad….no te preocupes. Pero si algo necesitas, déjame ayudarte -puso su mano suavemente sobre la mía y mi cerebro decidió no funcionar en ese momento haciéndome incapaz de moverme para evitar esa acción de Alex-.
Nuestras miradas se cruzaron y de pronto olvidamos que nuestras amigas estaban afuera esperándonos, tal vez no se habían dado cuenta de nuestra tardanza…
-Eres tan hermosa…mi hermosa… –la escuché apenas balbucear en un suspiro-.
-Oigan! Seguimos aquí! –escuchamos a Kate y Gabriela decir al unísono-.
-Ya vamos! –me sobresalté, bueno ambas lo hicimos. Tomé las bebidas y salimos hacia el comedor-.
Pasamos toda la noche, charlando, bromeando, poniéndonos al día. Contamos un poco de nuestro trabajo y ellas nos contaban del suyo. Había una pregunta que quería hacerle a Alex y era por qué el restaurante se llamaba Mi pequeña Venecia…le preguntaría en otro momento…
Llegó la despedida, era tarde y al día siguiente había que trabajar. Así que salimos a acompañarlas al carro. Todo iba con normalidad, hasta que Alex se despidió de mi, se acercó y tomó mi mano, fue directo a mi mejilla y juro que la rozo intencionalmente con la suya, me dio una beso pausado y la escuché inhalar profundamente y una sonrisa se esbozó en sus labios y escuché un “ujum” de su garganta.
Quedé petrificada, debo admitir que yo también había aprovechado su cercanía para cerrar mis ojos y oler suavemente tu perfume…
-Qué fue eso?! – dijo Kate inquisidoramente -.
-No lo sé…fue inesperado…y…y basta! Es tarde y mañana hay que levantarse temprano. A dormir! –le dije ya dirigiéndome a mi habitación-.
-Sabes que mañana no te dejaré en paz porque aunque no me lo quieras decir, se notó que te encantó..bueno que les encantó - dijo Kate con una felicidad en su voz -.
-Buenas noches…-sonreí dándole a entender a Kate que era cierto lo que decía -.
Lo último que vi antes de caer rendida fue un mensaje de ella en mi celular “Me encanta tu olor…Y es justo con lo que dormiré hoy. Buenas noches…hermosa” releí el mensaje como cinco veces con la sonrisa más grande que podía tener en mi vida entera y respondí “A mí el tuyo, hueles aún mejor de lo que siempre imaginé…” Dejé caer el celular a mi lado y así caí en los brazos de morfeo..
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Lo siento mucho por la tardanza, de verdad. Ciertamente, me mudé hace un mes a Inglaterra, y luego de ciudad...así que espero que entiendan un poco jaja.
Pues espero les haya gustado esta continuación, gracias por sus lecturas y sus comentarios!