Mi peluquera
Es lo que tiene ir a la misma peluquería y que te corte el pelo la misma peluquera al final pasó lo que tenía que pasar. Este es mi primer relato y lo cuento tal como lo recuerdo espero que me perdone si hay algún fallo
Me presentaré me llamo José Antonio tengo 53 años en la actualidad y he tenido mis aventuras sexuales fuera del matrimonio.
Mi peluquera se llama Mari tiene 56 años está casada con un hombre que no la aguanta porque ella siempre hace lo que quiere y tiene dos hijos, me imagino que como todas las peluqueras es muy cotilla y quiere enterarse de los dimes y diretes de todos los clientes y de todas las clientas. También os diré que tiene dos hermosos pechos y siempre va con un canalillo de infarto que cuando se agacha parece que se le van a salir de la bata, siempre me he preguntado si es que la gusta que la veamos las tetas
A mí cuando me cortaba el pelo siempre me preguntaba que qué tal la vida qué tal la mujer si era feliz qué tal los viajes, hasta que una vez cogida más confianza me empezo a preguntar por mi vida sexual cuántos polvos echaba al mes en fin unas preguntas un poco subidas de tono hay que decir que estas conversaciones siempre las teníamos cuando estábamos ella y yo solos.
Hasta que un día decidí coger el toro por los cuernos y le pregunté que si ella era una casada satisfecha o insatisfecha , a lo cual ella me respondió que su marido y ella dormían en habitaciones separadas y que si no se habían separado hace tiempo era por el bienestar de sus hijos
Al oír eso me jugué el todo por el todo y saqué mi mano del delantal que te ponen cuando te cortan el pelo y la metí por debajo de su bata entre sus piernas y ella al sentir mi mano le corrio como un escalofrío, enseguida llegué a su pubis ,nunca me hubiese imaginado que Mari usara tangas.
Hábilmente con mis dedos separe la fina tira y empecé a separar sus labios vaginales ella empezó a suspirar y decir José me estás matando de gusto, y tanto que le estaba gustando que me facilitó el trabajo abriendo un poquito las piernas y pude empezar a meter un dedo en su coño totalmente depilado con un movimiento de mete y saca, su respiración cada vez era más jadeante ,vas a hacer que me corra estoy a puntito, por lo que me decidí a meterla dos dedos y cuando llevaba un par de movimientos note un torrente de jugos vaginales los cuales estaban chorreando mi mano, ella había tenido delicioso orgasmo y estaba en el séptimo cielo por lo que me lleve mis dedos a mi boca para saborear sus jugos y acto seguido la cogí de la cintura para traerla hacia mí y darle un beso en los labios para que probase su puro néctar.
Ella pensaba que había terminado pero la hice arrodillarse delante mío ,me quite el delantal y me baje los pantalones apareciendo mi pene totalmente tieso , a lo que me dice que no sabe si lo hará bien porque a su marido nunca se la ha chupado. Mi respuesta fue cogerla su nuca con mis dos manos y meterla toda mi polla en su boca ayudándola con movimientos para entrar y salir incluso algunas veces hacía fuerza y dejaba que tuviese toda mi polla en su garganta hasta que se atragantaba, la verdad lo estaba haciendo muy bien para ser la primera polla que se comía en su vida.
Pero no quería correrme en su boca por lo que la quite la bata y aparecieron ante mí sus dos hermosos pechos con un sujetador de encaje minúsculo normal que marcase tetas, la hice sentarse en la butaca poniendo sus dos piernas sobre los brazos del butacón y metí mi cabeza entre sus piernas para empezar a separar sus labios vaginales con mis dedos y meter mi lengua buscando su botoncito su clítoris el cual tenía muy hinchado. Empecé a succionar su clítoris y meter mi lengua hasta el fondo de su vagina hasta que de nuevo sentí como tenía un gran orgasmo mojándome toda la cara de su corrida. ella estaba jadeando y gimiendo, diciendo José nunca me había corrido dos veces en el mismo día y tú lo has conseguido, yo le dije que no hay dos sin tres y empecé a comerme sus maravillosas tetás metiendo el pezón en la boca mordisqueandolo hasta que se pusiese muy duro como una avellana.
Casi al unísono nos dimos cuenta que la puerta estaba abierta de la peluquería y que en cualquier momento podía entrar alguien por lo que me levanté y me dirigí hacia la puerta poniendo el cartel de que vuelvo en 5 minutos Mari se levantó de la butaca y yo la cogí y la lleve detrás del mostrador dónde tienen el punto de pago y sus libros de las citas, la hice agacharse un poco para que sus tetas bamboleasen y chocasen contra la poyeta y desde atrás cogí mi pene y se la metí hasta el fondo , tan dilatada y tan lubricada como estaba no costo nada meterla en ese maravilloso coñito que tenía con unos labios vaginales grandes.
Estaba dandola unas emboladas salvajes como si yo fuese un caballo desbocado y ella mi yegua en celo solo me pedía más y más fuerte, estoy casi seguro que notaba como mis huevos chocaban contra las cachas de su culo, estaba tan caliente que le dije que me iba a correr dentro de su cuerpo para que notase todo mi semen calentito a lo que ella me contestó que estaba también a punto de conseguir su tercer orgasmo en este día tan maravilloso por lo que nos corrimos a la vez, soltandola dentro de su coño chorros y chorros de semen.
Recuperado el aliento de la follada saqué mi pene de su vagina y metí mis dedos para notar como todo mi semen caía por sus piernas y al suelo. Me subí los pantalones y como buen cliente la dije cuánto le debía a lo que ella me contestó te he dejado el corte de pelo a medias por lo que te tendré que repasar a partir de mañana un poquito más.
Pero esa es otra historia, si alguna mujer madurita quiere ser mi peluquera puedes escribirme al correo electrónico y te contestare muy gustoso