Mi pasión prohibida
Las sospechas que me habían paralizado se hicieron realidad, esa polla que tanto deseaba y que había lamido con devoción y que ahora estaba apoyada en mi coñito chorreando de deseo por ser penetrado, era la polla de MI PADRE.
Podría adornar esta parte de mi relato e intentar dar lastima, pero no sería real. No quiero ofender a nadie tan solo contar mi historia, que algunos comprenderán a otros les gustara y alguno se sentirá escandalizado, pero es mi verdad y quiero contárosla.
Me llamo Claudia y tengo treinta años, vivo sola en un pequeño apartamento en una gran ciudad, preferiría no dar demasiados datos, pero os contare que vengo de una familia acomodada de lo más normal, empecé pronto a vivir sola, de mi trabajo. En casa las cosas no estaban mal económicamente, al contrario, eso precisamente creo que había hecho del matrimonio de mis padres un matrimonio plano, en el que no había gritos, ni peleas, porque no había nada, simplemente cada uno llevaba su vida sin nada que les uniera más que nosotros, o sea mi hermano y yo. Al provenir de una familia chapada a la antigua no existía el divorcio en sus planes, se conformaban con la vida tranquila de un matrimonio sin demasiados altibajos, como dije antes totalmente plano.
Bueno volviendo a mí os diré que trabajaba en una gran inmobiliaria, que con la gran crisis no pasaba por el mejor momento. Apenas llegaba a final de mes y a pesar de llevarme bien con mis padres no quería pedirles dinero, por lo que al encontrarme un día con una antigua compañera de trabajo, escuche ojiplatica como se ganaba un suculento sobresueldo.
Nos encontramos por casualidad y al llorarle lo mal que estaba pasándolo me conto su historia y me dijo que podía ayudarme a entrar.
La cosa consistía en que hacia más de un año su nuevo jefe le había propuesto asistir a unas fiestas privadas en las que debía acudir a servir la cena, ligerita de ropa y tenía que ser “flexible” con sus amigos. Rápidamente pensé que ir ligera de ropa si estaba bien pagado pasaba, pero a que flexibilidad se refería? Me conto que algún que otro manoseo. No me seducía la idea de servir la cena medio desnuda y que unos viejos me sobaban hasta que me dijo que pagaban quinientos la cena, extras aparte. Abrí los ojos como platos y pedí como una tonta a que extras se refería.
-pues mira Claudia, si quiero y me apetece puedo aceptar proposiciones de lo que sea, pero eso se paga aparte, al principio no aceptaba pero empecé a probar y no esta tan mal.
Tras decirle que me lo pensaría regrese a casa en un mar de dudas, además no era un bellezon y tampoco estaba claro que les gustara. Al llegar a casa y encontrarme con otra factura que pagar no pude más y la llame. Le conté mis dudas y me dijo que eran señores que tampoco buscaban las típicas prostitutas que preferían mujeres corrientes, normalitas, que estuvieran bien. Pensé que entraba en ese grupo.
Una semana después quedamos y llegamos al sitio a las nueve, entramos en la cocina y me paso la bata que debía ponerme, era cortita de seda negra.
-solo la bata y las braguitas -dijo Mirian-
Mis grandes pechos sobresalían muchísimo en el cruce de la bata y tan solo tapaba justo la braguita, me sentía desnuda cuando entre en un gran salón.
En la mesa habría unos siete comensales, todos hombres por supuesto, de edades que iban desde los cuarenta y cinco en adelante. Al dejar la ensaladera una mano recorrió mi muslo, me gire y un señor de unos cincuenta años, calvo y algo pasado de peso me dijo.
-eres un encanto, Mirian tenía razón.
Me dio un poco de impresión pero a medida que pasaba la cena y se sucedían esas caricias simples fui relajándome, en el postre vi a Mirian sentada sobre el regazo de uno de ellos y este tocaba sus pechos bajo la bata, ella se dejaba hacer mientras otro acariciaba sus muslos, la escena me pareció muy erótica.
-ven Claudia sienta en mi regazo –me dijo el gordito-
Sus manos ásperas recorrieron de nuevo mis muslos mientras el señor de al lado desabrochaba mi bata, mire a Claudia que ya estaba solo en braguitas recibiendo caricias de tres de los presentes.
Mis pezones eran ahora friccionados por los dedos del vecino de al lado, mientras el otro jadeaba sobando mis muslos, volví a mirar a Mirian y vi embelesada como está sentada sobre uno meneaba dos pollas a la vez cada uno con una mano.
-quieres meneármela preciosa? –Me pregunto el gordito al oído-
No me atraía en absoluto, pero supe que era mi prueba, o lo hacía o me iba de allí sin mirar atrás, pensé en los recibos, mire a Mirian que parecía disfrutar de ser sobada por dos mientras ella sobaba a otros dos y me lance, levantándome me senté sobre el vecino al tiempo que el gordito se bajaba la cremallera sacando una cortita, pero gordita polla, la cogí con las dos manos y empecé a meneársela lentamente. Sin dejar de mirarle subía y bajaba la piel de su pequeña polla mientras empezaba a sudar y a jadear, pronto sentí el semen en mi mano y pronto tuve otra polla en ella, que masturbe igual que la primera.
Dos cenas después los había masturbado a todos y un mes después todas habían pasado por mi boca, mi cuenta bancaria crecía y crecía y la mezcla del morbo y el dinero me hicieron pasar al siguiente plano, ganaba lo mismo dejando que me la metieran que con cuatro pajas, o sea que no me costó decidirme y así empezó todo; dos o tres veces al mes había una fiesta, el resto del tiempo mi vida era la de cualquier mujer, solo que con más dinero que nunca. No era desagradable ya que conocía a los hombres y no había riesgo ya que eran los mismos y además nada se hacia fuera, todo lo que pasaba ante los demás, eso me tranquilizaba.
No siempre venían todos de echo aun había uno del grupo al que no conocía, no venía mucho y encima dos veces que había venido desde que yo participaba no habíamos coincidido por estar yo con gripe solo había ido Mirian.
Ya conocía los gustos de todos y cada vez era más fácil satisfacerles, pensé mientras cabalgaba sobre el gordito que agarrado a mi culo gemía mientras pellizcaba sus tetitas, cuando acabo me subí a la mesa y me abrí para que otro me follara con fuerza mientras se la chupaba a su cuñado. Porque engañarnos me corría cada vez, el morbo de la situación podía conmigo a pesar de que ellos no eran las parejas que habría escogido me gustaba como me follaban.
Un día tomando café Mirian me dijo que el que mejor se la follaba era el que yo aún no conocía, que tenía una polla enorme y sabia cómo manejarla.
Tenía ganas de conocer al semental de Mirian y me alegre cuando me entere de que era su cumpleaños y yo sería su regalo.
El plan era que me escondiera bajo la mesa y lo pusiera cachondo durante toda la noche sin que me viera, solo al final de la misma podría follarme a su antojo.
Yo me quede en la cocina hasta que me aviso mi amiga y me situé bajo la mesa en los postres. Empecé a acariciar sus piernas y se sobresaltó, Mirian a su lado oí que le decía
-no mires cielo, es mi amiga ya te han hablado de ella es tu regalo de cumpleaños, pero aún no puedes verla, deja que te acaricie bien primero mientras comes la tarta que te han comprado.
Poniéndome de rodillas sobre un cojín empecé a acariciar su polla sobre el pantalón y note que esta crecía enseguida, todos degustaban el postre entre risas, menos mi amigo que pendiente a mis caricias crecía bajo mis manos.
Deduje que tocaba a Mirian que a su lado se restregaba contra él, desde mi postura no podía verle la cara pero si veía su cuerpo, era corpulento pero no gordo, aproveche el momento en que oí jadear a Mirian y desabroche el pantalón dejando su gran polla libre, tenía razón Mirian, era grande, gorda y hermosa, desee chuparla desde el primer momento y tras meneársela un poco la apoye en mis labios e intente meter al menos la mitad en mi boca, la metía y la sacaba lamiendo cada rincón con mi lengua, enseguida vi que no me cabía entera y decidí succionar su capullo del que enseguida brotaron dos gotitas de semen que limpie con mi lengua mientras oía a mi amiga.
-por tu cara noto que te gusta la mamada de mi amiga
-ya te dije que la chupaba como nadie, espera a que pruebes su coñito estrecho y mojado –dijo el gordito que tanto le gustaba follarme-
No le oía hablar solo jadear suavemente cada vez que engullía y soltaba su polla para succionarla. Sonó un teléfono y tras separarme suavemente vi que se levantaba y supe que era el suyo, salió de la sala y me instaron a colocarme como habíamos planeado.
Me subí a la mesa en la que habían puesto una manta peluda de pelo blanco, completamente desnuda me tumbe sobre ella y me cubrieron los ojos con una tela suave también blanca, Mirian coloco el pelo rubio de mi peluca para que flotara alrededor de mi cabeza, mientras me cubría con el tul transparente un par de ellos me sobaron un poco, poniéndome a cien hasta que oí la puerta, me excitaba el roce del tul sobre mis tetas, rozando mis pezones duros por las caricias anteriores, entonces levantaron el tul hasta mi cintura y unas fuertes manos me separaron los muslos subiéndome los pies a la mesa, quede expuesta y abierta ante el desconocido. La situación era tan morbosa y excitante que deseaba tener esa polla dentro de mí. Las manos tiraron de mí y sentí el calor de un cuerpo entre mis piernas a continuación una polla me frotaba toda la rajita con suavidad, enloqueciéndome de placer, mi coñito estaba mojadísimo y me relamía anticipándome a una penetración que no llegaba mientras unas manos frotaban el tul sobre mis tetas.
-parece una joven virgen en un sacrificio verdad que esta rica?
Entre la neblina del crudo deseo esa voz me paralizo.
-si me muero por follarme a esta golfa, está chorreando noto la humedad en mi polla, que la tengo a reventar de su fabulosa mamada.
Tiro suavemente del tul y mis pezones se endurecieron más aun, yo estaba paralizada cuando alguien desabrocho la tela que tapaba mis ojos y él ponía el glande en la entrada de mi vagina al tiempo que descubrieron mi rostro y las sospechas que me habían paralizado se hicieron realidad, esa polla que tanto deseaba y que había lamido con devoción y que ahora estaba apoyada en mi coñito chorreando de deseo por ser penetrado, era la polla de MI PADRE.
Él se quedó parado unos segundos mirando mis ojos, mi cara que ahora descubierta y aun con la peluca había reconocido. Me miro suplicándome que hiciera algo, su polla seguía dura apoyada en mí y yo sin dejar de mirarle subí las caderas, no había marcha atrás, deseaba la polla de mi padre, este me miro y una rara expresión cruzo su rostro mientras aferrado a mis caderas empujo de un solo golpe y me poseyó, jadee al sentirme llena y subí aún más las caderas momento en el que aprovecho para hundirse aún más, entro y salió de mi cuerpo mientras los demás ajenos a lo que pasaba disfrutaban mirando, ya no existía nada a mi alrededor, solo podía sentir el placer que me producía la polla de mi padre, mi cuerpo se convulsionaba a cada empujón y su mirada era indescifrable pero su polla estaba aún más dura que antes.
-dios mío que coñito tienes.
-verdad que es la leche? –Dijo de nuevo el gordito-
Me follaba con rudeza hasta que note como empezaba, un orgasmo me sacudió y arque mi cuerpo, el me agarro de la cintura y penetro aún más adentro corriéndose conmigo.
Salió de mi interior enseguida y me miro con cara de culpabilidad, Mirian se echó a sus brazos y él se dejó mimar y yo con rabia me deje tocar y follar por sus amigos, al final me metí en el baño y cuando salí vestida el ya no estaba.
Me fui a casa y espere toda la semana noticias suyas que no llegaron hasta diez días después en el que al llegar a casa con la compra le encontré en el portal.
-hola papa
-hola Claudia
-subes? –le pedí –
-sí, si no te importa
En el ascensor note como me excitaba su presencia, él también estaba nervioso e incómodo, salto cuando le roce para abrir la puerta.
-tenemos que aclarar lo del otro día –me dijo-
-que hay que aclarar papa? –Pregunte divertida por su incomodidad-
-no debió pasar
Desaparecí en la cocina desde la que le grite si quería una cerveza y me pidió algo más fuerte. Regrese con un whisky con hielo en una copa, al pasárselo sus dedos rozaron los míos y un escalofrió recorrió mi columna y él se apartó. En ese momento decidí rendirme a la evidencia el mayor placer experimentado por mi cuerpo me lo había proporcionado mi padre y no podía evitar desear que volviera a pasar. Ahora solo tenía que convencerlo a él, que se apartó de mi lado en cuanto me acerque.
-Claudia cariño no sé qué me paso, debí parar pero no pude resistirme. Hay que aclarar esto
-papi no te gusto?
-sabes la respuesta, cuanto tiempo hace que estas metida en eso?
-un par de meses
-porque no me pediste el dinero?
-por qué no fue necesario, me gusta la independencia que me da ganar mi propio dinero.
-y tu cuanto hace que le eres infiel a mama?
Aproveche la pregunta ya que estábamos de confesiones
-aunque no te lo crees lo fui al principio hace mil años y volví hacerlo hace medio año cuando empecé con las cenas.
-solo follas con Marian? Bueno y conmigo
Note el escalofrió en su cuerpo y asintió con la cabeza avergonzado, me sentía excitada y juguetona.
-papi quédate a cenar
-no puedo
-tienes alguna cita?
-no hasta mañana
-pues quédate a cenar, si hubieras venido cada vez que vienes a la ciudad no nos habríamos distanciado tanto, solo es una cena.
Tras ver como mil dudas recorrían su mente, acepto la oferta y salió a comprar vino y algo de postre, quería escapar de mi lado.
Volvió media hora después y se quedó blanco al verme, me había puesto un pantaloncito muy pequeño que dejaba medio culo al aire y una vieja camiseta tan transparente que se veían perfectamente mis pezones.
-me he puesto cómoda te importa?
-no me dijo sin dejar de mirar mis tetas
En la cocina nos rozamos un par de veces y note la dureza de su miembro.
-que vamos hacer con esto Claudia? Aclaremos las cosas
-papi no hay nada que aclarar me deseas?
-no
-entonces por qué esta tu polla dura? No mientas eso si está mal
Le dije acercándome a él, su respiración entrecortada me indico que no le era indiferente, me senté en sus rodillas y le dije al oído.
-papi no lo niegues quieres volver a follarme
-no –grito levantándome-
-no te gusto lo del otro día?
-llevaba mucho sin sexo y no pude reprimirme
Me quite la camiseta e hipnotizado miro mis tetas, me acerque a él y cogiendo sus manos las pose sobre ellas, tras unos segundos de mirarnos, apretó un poco y busco con dos dedos mis pezones, empezó a frotarlos y bajo la cabeza para mordisquearlos desesperadamente.
-hija eres una golfa y no puedo resistirme, tienes razón te deseo, sueño desde ese día con volver a follarte y me despierto mojado y sintiéndome culpable.
-no te sientas mal, soy mayorcita, se lo que hago y se lo que quiero
-que quieres mi pequeña Claudia?
-quiero que me folles papa –jadeo tras mi frase-
-no imaginas como me pone que me hables así, ni te imaginas lo que sentí esa noche mientras te follaba, mientras veía como te los follabas a ellos, estoy hecho un lio desde entonces.
Desabroche sus pantalones y se levantó para que estos cayeran al suelo, volvió a sentarse allí en la cocina y tras quitarme el pantalón ante su atenta mirada separe mis piernas y apoyando su durísima polla en mi vagina baje lentamente llenándome de mi padre.
-si mi niña clávatela enterita, tienes un coñito espectacular Claudia, pequeña mía que placer le das a papi
Empecé a moverme y el me dejo llevar mi ritmo, oleadas de placer recorrían mi cuerpo mientras el lamia y mordía mis tetas mientras pellizcaba mi culo.
-si papi voy a mojar tu polla como a ti te gusta
-si pequeña mía córrete para papi
Su frase me encendió y me corrí agarrada a su cuello al sentir los potentes chorros de su semen en mi interior.
Cuando me recupere voy a follarte el culo mi nena
-si papi lo que quieras...