Mi pasión prohibida 2
Mire a la orilla y vi a mi padre buscándonos, cuando nuestras miradas se encontraron vi la furia en sus ojos. No me acobardo me lanzo más y acercándome a mi tío le agarre el paquete.
Desperté en el sofá y recordé la noche anterior, sus dudas, sus manos en mis pechos… habían vuelto a pasar, intente escuchar, pero enseguida supe que se había ido.
Solo hable con él por teléfono.
-papa tenemos que hablar
-no Claudia
-mañana en la cafetería central a las siete
Me puse una minifalda cortísima, una camiseta escotada y unas sandalias, me recogí el pelo y fui a la cita sin maquillar.
-hola Claudia
-hola papa
-porque desapareces siempre
-nena no puedo dejar de ser tu padre
-no te pido que lo hagas
-cuando lo hacemos la lujuria me ciega, pero después me ciega la culpa de ver a mi hija.
-papa
-no Claudia no puedo volver a pasar
-no te gusto?
Me miro de arriba abajo y por un momento sus ojos se tiñeron de deseo.
-sabes que si, a que hombre como yo no le gustaría una chica como tú?
-no lo pasas bien conmigo?
-conoces la respuesta Claudia, pero ese no es el problema.
-bien, no pasa nada, no voy a suplicarte
Me levante lo más digna que pude y le deje allí, sin volverme cuando pronuncio mi nombre.
Una semana después me llamaron para una cena y acudí encantada. Cuando Salí con mi bata y mi peluca le vi el primero, estaban los siete. A mitad de la noche empezaron las caricias furtivas, las miradas de deseo y complicidad de los que ya conocía perfectamente, había estudiado a cada uno de ellos y sabía lo que les gustaba e intentaba dárselo.
Acercándome al gordito deje que este metiera la mano entre mis muslos y luego me acerque para que el más mayor del grupo palmeara mi trasero. Mirian también los atendía. Entre en la cocina un momento y al salir vi a Mirian sentada sobre mi padre, este había sacado las tetitas de Mirian del sujetador y pellizcaba sus pezones, ella meneaba las caderas mientras los otros seis miraban la escena hipnotizados. Me apoye en la mesa mientras dos de ellos acariciaban con una mano mis muslos y con la otra los bultos que crecían en sus pantalones. Yo como ellos miraba la escena, en esos momentos mi padre la tenía sentada encima, apoyo la mano en su pecho y la echo hacia atrás mientras ella se apoyó en la mesa el no dejaba de tocarla. Mire el punto de unión y vi cómo se sacaba la polla y apartaba su braga empujando su capullo dentro.
Apenas me había dado cuenta como dos de ellos me apartaban la braga y buscaban la entrada de mi vagina, me penetraron ambos a la vez y yo movía ligeramente las caderas, estaba de pie con el trasero apoyado en la mesa.
No se acercó a mí, tan solo nos miramos mientras estábamos con otros. Así sucedieron las siguientes dos cenas.
Luego llego el verano y fui a casa de mis padres a pasar una semana a una casita en la playa que alquilaron como cada año.
La primera noche que cene en casa a pesar de que también estaba mi tío y su mujer, recordé las últimas cenas en las que mi padre poseía a mi amiga en varias posturas dándole el placer que me negaba a mí. Vi que mi tío me miraba y miraba a mi padre, notando la tensión entre ambos. Me acerque a él intentando distraerlo de lo que acaba de ver y al rato me reía con él, para mi sorpresa vi a mi padre enfadado. Salí un momento al balcón y acercándose me dijo.
-Claudia deja a tu tío, no flirtees con él.
-estas celoso?
-después de ver cómo te has follado varias veces a todos mis amigos ante mí?
-no es lo mismo, él es tu hermano
El susodicho se unió a nosotros y dejamos el tema, enseguida me di cuenta que mi tío me miraba con curiosidad y decidí jugar un poco. Me pegaba a él con cualquier excusa notándole nervioso cada vez que lo hacía. Al final de la noche le pille mirando mis tetas y divertida estirando mi camiseta deje ver algo más de mi escote.
Al día siguiente en la playa cuando creía no ser visto repasaba mi cuerpo de arriba abajo, mi padre al igual que yo se dio cuenta de que algo había cambiado. Ese día le puse crema y luego al decirle mi padre que fueran al agua este se excusó sabiendo que si se levantaba todos le verían empalmado tras mi masaje.
Seguí con mi juego de las atenciones a mi tío todo el día, en la cena le oí decirle a mi padre para disimular y derivar la atención de mí le dijo
-vaya verano me espera, mi mujer últimamente pasa de sexo y ver a todas esas mujeres ligeritas de ropa me tienen loco.
-ya me he dado cuenta
Antes de cenar me cambie de ropa, poniéndome mis pantaloncitos cortos y una camiseta ancha me mire al espejo y decidí quitarme el sujetador, mi tío se volvía loco mirando mi culo y cada vez que me inclinaba a posta ante el sus ojos se perdían por el escote.
Dos días después le tenía a tope y en la playa le puse crema como cada día relajadamente ya que ellas se habían ido a pasear y mi padre al chiringuito, al acabar le dije
-tío vamos al agua
-ahora no
-venga, ven… -le dije tirando de el para levantarle-
-no Claudia, no puedo -me dijo girándose un poco-
Me quede mirando el gran bulto en su pantalón, el me miro y vio lo que miraba y entonces me fui al agua, un ratito después vino.
-lo siento Claudia no sé qué me ha pasado, bueno si lo sé. Llevo mucho tiempo a pan y agua y no lo controlo.
-no pasa nada estas cosas pasan.
Mire a la orilla y vi a mi padre buscándonos, cuando nuestras miradas se encontraron vi la furia en sus ojos. No me acobardo me lanzo más y acercándome a mi tío le agarre el paquete.
-que estás haciendo Claudia?
-aliviarte tío, así podrás relajarte.
-no lo hagas Claudia –me dijo intentando alejarse-
-no te gusto?
-más que comer con los dedos, pero tu padre me mataría
-no es para tanto
Le dije metiendo mi mano dentro de su pantalón y agarrando su polla empecé a meneársela, el entre suspiros me decía que parara, pero ahora en vez de alejarse movía las caderas levemente, una par de chicas pasaron por nuestro lado, solo vieron a dos personas bañándose y hablando, no imaginaban que estaba masturbándole lentamente.
-Claudia cielo para por favor
-no lo hago bien?
-sabes que si
-entonces relájate y disfrútalo, solo quiero aliviarte
Acelere mis caricias y el entre suspiros miraba mis pechos hambriento.
-ven tío, vamos más adentro
El me siguió y nos quedamos justo donde nos llegaba el agua al cuello y me quite el sujetador, le cogí las manos y las lleve a mis tetas. Note la agitación de su pecho y enseguida sus manos me apretaron, había cruzado la línea volví a meter mi mano y seguí con lo que antes estaba haciendo.
-te gusta así tío?
-si nena, si
No dejaba de tocarme y yo no pare hasta que note el calor de su corrida en mi mano. Me coloque de nuevo el sujetar y solo entonces dejo de tocarme.
-tengo que salir –dijo mi tío-
Se cruzó con mi padre que entraba y esquivo su mirada. Entonces lo supo, se acercó a mí y me dijo.
-eres una golfa, porque mi hermano?
-porque es tu hermano –le solté-
No volvimos a hablar del tema, mi padre que era cordial cuando había gente, evitaba quedarse a solas conmigo.
Al día siguiente me cruce con el tío en el pasillo, todos desayunaban abajo.
-buenos días preciosa
-buenos días tío
Su mirada recorrió mi cuerpo y la mía busco la evidencia de que le gustaba lo que veía y allí estaba el bulto sospecho bajo su pantalón.
-no sé qué me pasa Claudia, no me reconozco -dijo con vergüenza tapándose con la mano- fue fantástico lo de ayer, ni en sueños podía imaginar que accedieras a eso.
-están todos abajo?
-sí, yo bajaba a desayunar
-yo también quiero mi desayuno –le dije poniéndome de rodillas- vigila la escalera
Tire del elástico del pantalón y su polla quedo frente a mi cara, empecé lamiéndola de arriba abajo, el no dejaba de mirar la escalera intentando no hacer ruidos, succione el capullo y volví a lamerla por completo al tiempo que masajeaba sus huevos me la metí en la boca. No deje de lamer hasta que entre jadeos me dijo que no podía aguantar más. Nada me freno, succione fuerte y un potente chorro se estrelló en mi garganta y seguí hasta dejarle completamente seco. Luego sin dejar de mirarle trague su semen y me lamí los labios.
-madre mía y yo creí que lo de ayer había sido la leche.
-vamos tío bajemos o vendrán a por nosotros.
Baje a la cocina y después de desayunar nos quedamos yo y mi padre.
-que le has hecho a mi hermano que ha bajado con cara de felicidad absoluta?
-crees papi que yo puedo proporcionarle esa felicidad?
-estoy seguro
-pues si papi creo que tengo algo que ver con ello, se la he mamado en el pasillo de las habitaciones.
-y?
-y se ha corrido en mi boca
-cerda
Salí riendo de la cocina dejándole plantado y disfrutando de su cara, mezcla de morbo y rabia.
Solo tenía por delante el fin de semana. Mi tío se deshacía en atenciones hacia mí y no tenia ojos para ninguna mujer más, solo para mí y eso me gustaba. Decidí dar otro paso más con él y el sábado por la noche, todos salimos por ahí, cenamos, bebimos y bailamos. Me restregué por su cuerpo ante la atónita mirada de mi padre. Llegamos a casa de madrugada y todos nos fuimos a dormir. Pensaba que solo me quedaba el día siguiente para intentar algo con mi tío, cuando la puerta se abrió.
-Claudia duermes?
Decidí no contestarle y hacerme la dormida, era mi tío quien se sentó despacito en mi cama y puso la mano sobre mi trasero, estaba de lado. Empezó a acariciar suavemente y yo estirándome me gire quedando de espaldas en la cama, empezó por mis piernas y subió por mis muslos evitando la braguita acaricio mi torso y subió a mis tetas desnudas, tras un leve suspiro las amaso levemente con ambas manos, durante unos minutos. Después bajo y sorteo el elástico de mis bragas para ir directo a mi rajita, hurgo entre mis labios vaginales y me penetro con dos dedos. Fingí despertarme
-hola tío
-hola Claudia, quería despedirme de ti
Sus dedos entraban y salían de mi mojada cueva, haciéndome suspirar de placer cuando los retorcía en mi interior.
-has hecho que esta semana haya sido fantástica, tus manos y tu boca fueron exquisitas y quería darte las gracias.
Me arque pidiéndole más sin palabras, el entendió a mi cuerpo y añadiendo un tercer dedo volvió a penetrarme con fuerza.
-te gusta así sobrinita?
-si tío, no pares haz que me corra en tu mano.
Siguió jugando dentro de mí con sus dedos, mientras la otra mano pellizcaba mi clítoris, era suave pero iba a correrme a pesar de ello. Subí las caderas haciendo que me penetrara más y me corrí jadeando como un perra. Él estaba sentado ahora dándome la espalda y poniéndome de rodillas detrás de él me abrace a su cuerpo, baje mi mano por su torso, su barriga y saque la polla del pantalón, ya estaba durísima.
-si mi niña, pégate a mi así, así.
Le frotaba mis tetas en la espalda mientras lamia su cuello al tiempo que mi mano no paraba. Pasamos así unos minutos y su respiración no podía acelerarse más, le solté y separándome del baje de la cama.
-no quieres seguir mi niña? –me pidió compungido- ya estaba a punto.
-tranquilo tío, ven tío
Le coloque sentado apoyado en el cabecero y poniéndome de pie ante el, abrí las piernas y baje lentamente hasta quedar con una rodilla a cada lado de su cuerpo, agarre su dura polla y colocándola la solté en la entrada húmeda de mi cuerpo, me agarre a su cuello y fui bajando lentamente.
-madre mía chiquilla que coñito tienes
Me senté la clave por completo y empecé con un suave vaivén de mis caderas, seguí moviéndome en redondo y acabe cabalgando más deprisa sobre su polla agarrada al cabecero me movía mientras el solo podía mirarme y respirar con dificultad. Entre gemidos me dijo
-nena que rico follas, para un poquito no puedo aguantarte más nena.
Que decir que no pare hasta que un tremendo chorro de semen salió de su polla tras un quejido fuerte en mi oído.
-si nena me corro cielo
Apreté la polla con mi vagina succionándolo, haciéndolo gritar flojito en mí boca mientras retorcía mis pezones intentando controlar ese orgasmo que duro una eternidad mientras me llenaba por completo.
-te ha gustado la despedida tío –pregunte mientras regresaba al planeta-
-si mi cielo, nunca había estado en otra igual.
-tienes que irte
-no lo haría
-lo se
Salió de mi habitación y al momento entro furioso mi padre, cerró la puerta tras de él y sentándose a mi lado miro la mancha de semen en las sabanas entre mis piernas.
-que golfa eres, como has podido follar con mi hermano, tu tío?
-de la misma manera que contigo, no seas ahora mojigato si además mira tú polla como esta o crees que no el morbo que te da?
Estaba excitado lo sabía por sus ojos, aun sin mirar el bulto de sus calzoncillos. No podía evitar desearme y que lo relacionado a mi sexo le diera morbo.
Me tumbe en la cama y abrí las piernas bien, el miro entre ellas y vio mi coñito abierto, me acaricie las tetas ante el.
-tu ganas, ponte a cuatro patas como la perra que eres
Me puso a mil recibir su orden y me coloque, el detrás de mí sin preámbulos metió dos de sus grandes dedos dentro de mi vagina.
-estas llena de semen, te gotea entre los muslos
No dejaba de mover sus dedos, ahora me perforaba con tres, solo teníamos ese contacto y yo ya meneaba mi culito buscando más placer. Entró y salió hasta que estalle en mil pedazos.
-ahora estas apunto
Saco sus dedos y pensé que iba a abandonarme cuando sentí una presión en mi ano, empujo suavemente dentro abriéndome, me escocia y al segundo dedo empezó a dolerme.
-calla perra, voy a ir despacio pero te guste o no hoy te demostrare que eres mía.
Sus palabras duras, su enfado y su rabia me excitaban más aun, volvía a estar a cien a pesar del dolor de mi culito, el entraba con tres dedos y salía solo para volver a entrar, cuando pensé que no aguantaba más, note como se acercaba, mire y vi cómo se meneaba la polla apoyándola en mi ano y empujo hasta meter la cabeza
-me duele, para.
-no golfa, no querías follar? Pues te estoy follando con toda mi alma nena. No esperarías que me follara tu coñito lleno de otro semen no?
Dicho eso empujo con fuerza y el dolor me nublo la vista, quedándose quieto bajo sus dedos a mi clítoris y con maestría me excito de nuevo, sus dedos ahora jugaban en mi cuevecita y yo me movía como una perra sintiendo la presión en mi culo, que junto con sus dedos intensificaba mi placer.
-si papi fóllame
-así te gusta princesa verdad?
-si papa
-quien se folla mejor a mi nena?–me pidió quedándose quieto y dándome una fuerte zurra-
-tu papi, no pares
-nadie va a follarte como papa
Empujo con desesperación y mordiéndome el hombro grito al tiempo que su leche calentaba mi interior y me lanzaba a un orgasmo devastador, miles de luces estallaron en un caleidoscopio de sensaciones por todo mi cuerpo.
-sacas el animal que llevo dentro –dijo mi padre recobrando el aliento-
-te quiero papa le dije entre lagrimas
-y yo mi niña, te amo preciosa mía, no quería lastimarte
-no me has lastimado papa, me das más placer del que puedo soportar
-y tú a mi princesa, no quiero seguir luchando contra ti.
Ya era casi de día cuando papa salió de mi habitación, me quede dormida pensando que mi padre era único y le amaba, con el todo era diferente, más intenso, pero también en como seria follar con los dos a la vez…