Mi Paradoja 1
El significado de paradoja es "Dicho o hecho que parece contrario a la lógica." Y así me comporté desde el momento que la conocí. Me atraía, me enloquecía y al mismo tiempo me disgustaban algunas cosas de su personalidad.
Era el aniversario de bodas una querida amiga, ella vive en Cuernavaca por lo que viaje y me hospede en un hotel bastante pequeño pero muy mono. Después de unas horas en la alberca me fui al cuarto, me bañé y me vestí algo informal. Me puse un vestido ligero, sin sostén y unas sandalias. Subí al auto y en unos 15 minutos más tarde ya estaba tocando a la puerta. Cruce el jardín hermosamente iluminado y al final había mesas y algunos invitados. Me dirigí hacia donde estaba mi amiga la cual estaba con una mujer atractiva de unos 40 años, traía puesto una camiseta blanca, jeans y tenis de piso. Me fui acercando y ellas voltearon a verme. Nos abrazamos y como siempre nos tardamos un poco en separar, me presento a la mujer, como Carmen. La llamo uno de los meseros para preguntarle y algo y al separase de nosotras, volteo a ver a Carmen y le hizo una señal con el dedo índice y le dijo.
- ¡Cuidado! - he hizo una mueca que no supe si era sonrisa o angustia.
Llego otro mesero y nos ofreció algo de beber, yo pedí una soda con un poco de limón y ella un tequila, nos fuimos acercando a las mesas y me despedí amablemente para saludar a los hijos de mi amiga.
Durante la velada, platique con varias personas, aunque no conocía a todos. Llego la hora de cenar y estaba yendo hacia una mesa cuando Carmen me intercepto y me tomo por el brazo, yo me quede parada viéndola con sorpresa. Había visto como durante todo ese rato platicaba con otras personas, pero no me perdía de vista. Ella me dio un ligero jalón hacia una mesa donde había menos personas y me dijo.
¿Podemos sentarnos juntas? Me han hablado mucho de ti y quiero conocerte.
Me desconcertó un poco, reí y le dije
-Muy bien, solo que tendrás que decirme que te han dicho.
Nos sentamos y empezamos a platicar, llegaron los platillos y cenamos hablando. Ella era encantadora, pero con algo que no supe definir.
Mas tarde pusieron música y algunas parejas se levantaron a bailar, cada vez estaba más animada la fiesta y cada vez me sentía más cómoda con Carmen. En un momento ella me ofreció la mano se paró de la silla, me estaba invitando a bailar, me quede un poco atontada, si bien no niego el gusto por las chicas, el bailar en una fiesta con puras parejas hetero me pareció un poco atrevido. Ella movió la mano animándome.
Me pare, le tome la mano y fuimos a la pista de baile.
Tocaban música pop, en la pista estaba mi amiga con su marido y se nos acercaron, bailamos los cuatro, sin embargo, veía como Carmen me comía con los ojos. De pronto la música cambio a más lenta y mi amiga y su marido se abrazaron, me quede parada y me di la vuelta para regresar a la mesa, pero Carmen me detuvo del brazo, yo gire y ella aprovecho para tomarme de la cintura, por instinto subí mis manos sus hombros y ella empezó a bailar, seguí el ritmo con ella. Cada vez estábamos más juntas y yo empecé a oler su perfume, cuando se pegó más a mí, sentí un bulto en su pelvis, me sorprendí y ella al notar que me despegaba me tomo más firme de la cintura y me pego más a ella.
-Me gustas mucho, dijo a mi oído.
No dije nada, solo me dejé llevar de nuevo por el olor a madera de su perfume. Siendo ella más alta mi cabeza llegaba a sus hombros y me sentía como protegida. Recargue en un momento mi cabeza y ella junto la suya a la mía.
Cuando cambiaron la música por más movida, nos separamos y yo me encamine a la mesa, ella me siguió, tomando mi mano.
Nos sentamos y ella volvió a pedir un tequila y yo otra soda con limón, le dijo al mesero tráigale vino blanco, me le quede viendo, cuando se retiró el mesero.
-No bebo.
-Brinda conmigo.
Llegaron las bebidas y empecé a tomar el vino que ella había pedido para mí, seguimos platicando y riendo, me empecé a relajar sentía como me iba haciendo efecto el vino. Cuando llego la tercera copa yo ya no quería beber más, traía automóvil y sabía que no podría manejar, no sé cómo lo supo y se acercó y me dijo.
-Yo te llevo, tomo mi barbilla y me beso en los labios suavemente, mañana te traigo para recogerlo. Bebi de la nueva copa. No sé qué me estaba pasando que hacia lo que ella quería….
Salimos de la fiesta ya en la madrugada, Carmen ya me había puesto varias veces la mano en las piernas, en la espalda y habíamos vuelto a bailar, había vuelto a sentir el bulto en su pelvis, pero la verdad es que con el vino yo ya estaba gozando. Cuando me subí a su automóvil sabía que intentaría que cogiéramos y yo estaba cachonda.
Entro al automóvil se arrancó y en la esquina paro para ver que no vinieran autos y aprovecho para ponerme la mano en la pierna, la deje, más adelante subió mi vestido y puso la mano directo en mi piel, yo tome su mano y baje mi vestido. Unos minutos más tarde, paro y se descendió del auto, me abrió la puerta.
-Este no es mi hotel.
-Pero es el mío.
Se agacho metió medio cuerpo y me beso, al principio fue un beso suave, abrí la boca y ella metió la lengua, mordisqueo mis labios con pasión, me tomo de la cara y se separó.
- ¿Vamos?
Abrí los ojos.
-Si no quieres está bien, solo dormiremos.
Me baje de auto y ella me abrazo por la cintura. Llegamos a la habitación, ella abrió y yo entre, ella cerró la puerta con llave y me abrazo por detrás, sus manos empezaron a acariciarme el abdomen, se separó y me tomo por los hombros bajo los tirantes del vestido y me beso los hombros, bajo el vestido y quedo expuesta mi espalda, ella soltó un suspiro y siguió besando mi espalda,
-Toda la noche te he querido besar.
Me gire hacia ella y como no traía sujetador quedaron mis senos expuestos a su mirada, ella los vio complacida.
¿Pasan la prueba?
Perfectos, redondos y no están caídos, así los imagine. Sentí como me mojaba más.
Se acerco los acaricio, mis pezones estaban ya duros, subí la cabeza buscando sus labios, abrí la boca y ella bajo todo el vestido, recorrió mi cuerpo con sus manos, bajo mi tanga ya mojada, la abracé y quise quitarle la camiseta y ella me detuvo.
-Soy activa, me gusta llevar el mando.
-Quiero sentir tu piel en mi piel.
Ella seguía acariciándome.
Me separe y me agache para ponerme el vestido, no estaba dispuesta a que me dominara, no me gusta ese juego. Se quito la camiseta y pude ver un sostén muy deportivo, unos senos más grandes que los míos, me acerque y la abrace, por el cuello dejando que ella tuviera más control para tocarme, pase mis manos por su nuca y acaricie su cabeza, ella me tomo por la cintura y bajo las manos a mis nalgas y las amasó. Pegué mi pelvis a la de ella y sentí de nuevo el bulto.
Estaba empapada, me fue empujando hacia la cama y quede sentada, me acerque a besarle el abdomen y ella me tumbo en la cama, nos subimos y quedo encima de mí, me lamio los senos y metió la mano en mi pubis, gemimos al mismo tiempo.
- ¿Puedes desnudarte?
-Dime que serás mía.
- ¡Vaya que eres activa!
-Entrégate, dijo ordenando.
-He dejado que me desnudes por completo, ¿Qué más quieres?, te repito, quiero sentir tu piel, no tu ropa.
Se levanto y empezó a desnudarse, cuando bajo sus bóxeres me dio la espalda.
-Abre las piernas.
Obedecí, ella se giró y pude ver que traía un arnés con un pene bastante grande, por instinto cerré las piernas, pero ella ya estaba sobre mí, lo froto contra mí y busco mi boca, yo abrí la boca y ella metió la legua, pude entonces sentir su piel y sus senos, estaba muy excitada. Empecé a abrir las piernas y sentí como sonreía.
Coloco el pene en mi entrada y yo subí la cadera, ella cada vez estaba más complacida, dio un ligero empujón y metió un poco el pene de silicón en mi vagina, bajo a chupar y succionar mis senos y yo gemí de placer.
Ella clavo un poco más el pene y yo la detuve, metí la mano y lo acomodé, ella volvió a empujar, yo gemí más fuerte, ella metió otro poco hasta que entro todo. Y volvía gemir más fuerte.
-Cuando supe que irías a la fiesta, supe que tendría que usarlo.
La tome de la cara y la bese
Ella metía y saca el artefacto, yo casi gritaba, tuve un orgasmo, salió de mí y me jiro boca abajo, metió de nuevo el pene y yo volví a tener un orgasmo, con el pene dentro me indico que me pusiera a cuatro y siguió metiendo y sacando, pero ahora masajeaba mi clítoris, volví a correrme, salió de mí y se tumbó boca arriba.
-Cabálgame.
Me puse encima de ella abriendo las piernas, no pensé, solo tomé el pene y lo puse en mis labios vaginales y fui bajando hasta empalarme, ella veía con agrado como iba entrando en mi aquel pene. Mojo sus dedos en mi boca y tomo mi clítoris y lo masajeo como nunca me lo habían hecho. Era tan buena en la cama, sabia perfecto que hacer y como tocarme, donde y con qué intensidad.
La cabalgue hasta que tuve otro orgasmo y quede rendida sobre ella y con el silicón adentro.
Me fui bajando de ella y saque el pene, ella me abrazo
- ¿Y tú cuando llegas?
-Ya he tenido tres orgasmos
¿Por qué no me has dicho o has hecho algo para que yo sepa?
Porque mi placer es más mental
¿Cómo?
Descansa, al rato te explico
Quítate el arnés para dormir.
Ella desabrocho el arnés y lo puso a un lado, nos abrazamos, entrelace mis piernas con las de ella y me quede profunda.
Era ya la tarde cuando desperté, me dolía la cabeza y todo el cuerpo, estaba abrazada a Carmen y ella veía el celular.
-Ya he pedido de comer.
- ¿Comer? ¿qué hora es?
-Las 4
-Tengo que irme. Tenía que haber hecho el check out a las 12, dije sorprendida.
-Hable al hotel para decir que te quedabas un día más.
-No puedo.
Me pare y busque mi ropa, ella seguía viéndome sin levantarse.
- ¿Me llevas? Dije un poco molesta.
-No.
- ¿Cómo? No podía creer lo que oía.
-Todavía no te vas.
-Carmen, no me gustan los juegos de dominación.
-Vamos que no es dominación, comamos y después te llevo por tu auto y vamos a tu hotel.
- ¿Por mi auto sin haberme cambiado de ropa? Nooooo
-Está bien, vamos a tu hotel y luego por tu auto. Dijo complaciente.
Entre al baño sin decir nada, abrí la regadera y me metí, estaba de espaldas a la puerta recargada las manos en la pared, dejando que el agua me reviviera, cuando sentí detrás de mí a Carmen, puso el pene en mi entrada y yo me enderece, ella me volvió a inclinar y metió más el silicón
¡Para!
¿De verdad?
Sí.
Ella se hizo para atrás y yo me voltee, nos vimos de frente, el agua caliente nos caía, le desabroche el arnés y me pegue a ella. Subí la cabeza como la noche anterior y le ofrecí mis labios, ella me beso de nuevo metiendo la lengua y sellando el pacto de activa/pasiva. Eso no lo supe hasta más adelante. Tomé su mano y la puse en mi pubis, ella metió los dedos y masajeo mi clítoris.
- ¿Por qué no quieres el arnés?
-Porque quiero que me sientas, porque me parece muy rico que sientas como siento, que te percates como me mojo y como te aprieto cuando me vengo. Entiendo que el arnés te hace sentir que me posees y más poderosa. Si no quieres que yo te penetre está bien, pero el pene es muy grande y prefiero tu mano y al decir eso toco el punto exacto y me corrí, me abrace a ella viéndola a los ojos, vio como lo disfrutaba. Y entonces ella así con la mano metida en mi coño y sintiendo como pulsaba, ella se corrió, esta vez yo la abrace para sostenerla, se le doblaron las piernas. La sostuve hasta que se recuperó.
Comimos, me llevo al hotel, me cambie y fuimos por mi auto a casa de mi amiga. Los hijos nos miraban divertidos y mi amiga veía a Carmen con molestia. Yo seguía desconcertada con esa actitud. Nos fuimos cada una en su auto a su hotel, ya era de noche y decidí quedarme hasta el otro día para no manejar carretera de noche, además de que quería estar con Carmen.
Solo cerró la puerta con llave y yo me abalase a sus brazos, sorpresa me lleve cuando no sentí el bulto en su pelvis, entonces yo me pegue más y empecé a restregarme, tome la iniciativa y desabroche sus jeans, tome su culo y lo estruje, después metí mis manos por debajo de su camiseta y masaje sus senos ella estaba sorprendida y gozando.
Conforme la iba desvistiendo yo me quitaba la ropa, ella me acariciaba también, con una mano abrió mis nalgas y con la otra tocaba mi culo, eso me éxito más.
Tome sus tetas con mi boca y ella me dejo, las succione a placer, rodee la aureola con mi lengua y di pequeños mordiscos, eran grandes y eso me encanta, metió los dedos a mi entre pierna mojo los dedos y regreso a su objetivo, metió un poco el dedo.
-No dejo que me toquen ahí donde estas
-Pero te gusta
-No siempre
- ¿Y hoy?
-Hoy soy tuya, si tú eres mía ….