Mi padrino y yo (2)

El despertar sexual con mi padrino fue lo mejor que pudo sucederme en mi corta vida (con fotos)

MI PADRINO Y YO (2)

Antes de continuar con mi relato, debo de aclarar una cosa. Al principio del anterior relato yo comienzo contando lo que me estaba sucediendo cuando tenia yo 20 o 21 años y de ahí retrocedo a cuando empezó esa situación de sumisión con mi padrino y sus amigos, pero no se entendió que esa no es la situación que yo vivo actualmente sino la situación en que estaba hace poco mas de 10 años. Actualmente tengo 32 años de edad, soy casada y sigo disfrutando mucho del sexo y de la sumisión de mi parte, pero de hecho mi padrino ya murió hace varios años.

Esta historia es parte real, en su fondo y solamente la he adornado un poco en su forma para hacerla mas interesante a los hipotéticos lectores que pudiera tener, pero creo que eso no es lo importante, creo que lo importante es que el relato cumpla con su cometido, que la gente que la lea se sienta bien y se caliente un poco.

Respecto a las fotos, si algunas no parecen pertenecer a la misma persona es por la razón de que fueron hechas en distintas edades, de hecho la diferencia que hay en algunas de las fotos que puse es de varios años.

Bueno, después de aclarado lo anterior, continuare con mi relato.

Me quede en que al regresar de mi cuarto me encontré a mi padrino desnudo y con la verga bien parada.

Tengan en cuenta que yo nunca había visto una verga y mucho menos la había tocado o mamado, de manera que cuando vi la de mi padrino, me pareció que era enorme y extrañamente atractiva, de inmediato esa verga ejerció un raro poder sobre mi, tanto que no podía yo despegar los ojos de ese pitote lleno de gruesas venas y con la cabezota tambaleándose como llamándome.

Mi padrino me tomo de la mano y me sentó junto a el diciéndome:

Veo que no despegas la vista de mi verga, ¿es que acaso nunca habías visto alguna?

No padrino -le conteste- nunca en mi vida había yo visto algo como esto.

¿y que te parece… te gusta?

No lo se bien… pero creo que si –le conteste tímidamente y sin dejar de ver a su vergota.

Pues esto es lo que te metí hace un rato en tu panochita ¿te gusto sentirla dentro de ti?

Creo que… si

Pues que bueno que te gusto –dijo mi padrino- porque de hoy en adelante tu principal obligación en la casa va a ser que te ocupes de tener siempre feliz a mi verga ¿estas de acuerdo?

Si… padrino… -le conteste casi tartamudeando- pero no entiendo bien que es lo que tengo que hacer.

Ah mi dulce criatura por eso no te preocupes, pues en mi encontraras al mejor maestro en el arte de coger.

¿Coger? –le pregunte cándidamente.

Así es, coger es como se le llama al ayuntamiento entre un hombre y una mujer, coger y muchas otras cosas mas que yo te iré enseñando poco a poco.

Vi como mi padrino se relamía los labios de gusto, creo que jamás espero encontrar una discípula como yo, joven y bien formada y tan bien dispuesta a ser su putita para satisfacer todos sus libidinosos deseos.

Lo primero que tienes que hacer muchachita –dijo mi padrino- es quitarte esta ropa, de hecho a partir de hoy deberás de andar encuerada todo el tiempo que estés en casa pues no debe de haber nada que nos estorbe.

Si padrino –le conteste bajando la cabeza y procediendo a quitarme el corto vestido que era lo único que tenia yo encima y de esta forma quede totalmente encuerada ante sus ojos que se abrieron como platos al verme.

Bonita muchachita –dijo mi padrino invitándome a que me sentara yo de nuevo a su lado.

Enseguida me abrazo y tomo cada una de mis chiches en cada una de sus manos, me las amaso un poco y luego se inclino para besarme y chuparme los tiernos y rosados pezones, yo sentí un escalofrió de gozo que me recorría de los pies a la cabeza, luego me beso en la boca pidiéndome que la abriera y me metía su lengua, después el sacaba la lengua y me ordenaba que se la chupara y como todo era nuevo para mi, todo lo hacia con gusto. Luego mi padrino se separo un poco de mi y me dijo.

Bueno muchachita, vamos a empezar con tus clases, lo primero que debes de aprender es a tocar la verga con las manos, con una de tus manitas agarraras el tallo subiendo y bajando la mano poco a poco y mientras con la otra manita me sobaras mis huevos, ¿entendiste?

No lo se… padrino.

Y al ver que no hacia yo nada, me tomo las manos y puso una en su enorme verga y otra en sus huevos y yo como por instinto comencé a subir y bajar mi mano en su pitote.

El escalofrió que sentía se convirtió momentáneamente en una oleada de placer, mi sangre de puta de nacimiento respondía a los instintos y agarrando la verga de mi padrino comencé a entrar poco a poco al paraíso sexual del que ya no saldría nunca, pues desde entonces jamás he dejado de tener una o mas vergas siempre a mi alcance, pero ese despertar de mi libido y de mi morbosidad fue realmente increíble.

Mi padrino se recostó en el respaldo del sillón y gozo con la inexperta chaquetita que yo le estaba haciendo y me pidió que me hincara yo entre sus pies para hacerlo mejor, yo le obedecí y efectivamente podía yo hacerlo con mas efectividad pues agarre mas fuerte la verga y sobe mas tiernamente sus huevotes, la cabezota del pito de mi padrino estaba a solo unos centímetros de mi cara, vi que mi padrino cerraba sus ojos pues estaba gozando de lo lindo y yo por instinto y por calentura natural y tratando de que mi padrino gozara más, acerque mis labios a su pitote y le di un beso en su rosada cabezota, esta despedía un olor raro pero atractivo que me obligo a volver a besarla con mas ansia. Sentí como mi padrino se retorcía de placer y enderezándose me tomo la cabeza con las dos manos y me dijo:

Creo que de una buena vez vas a aprender a mamar.

Si padrino, lo que usted quiera –le respondí pues en esos momentos ya estaba yo dispuesta a hacer lo que fuera llevada por la calentura que sentía en mi cuerpo.

Primero vas a lamer mi verga con tu lengüita pasándola por los huevos y siguiendo con todo el largo y grosor de la misma y luego vas a metértela en tu boquita y la vas a chupar como si te estuvieras chupando un helado, ¿me entendiste?

Si padrino, -le respondí saboreándome ya de antemano el gusto que presentía que iba yo a sentir al chupar aquella vergota- ¿y con eso le daré placer a su verga como es mi obligación?

Claro que si muchacha, con eso le darás placer a mi verga.

Y yo de inmediato me puse a hacer lo que mi padrino me había pedido. Pase mi lengua lentamente por sus huevos sintiendo la maraña de pelos que tenia, y luego lamí todo su tronco y por ultimo me metí su cabezota en la boca y me puse a chuparla como mejor podía, que yo creo que podía bien pues mi padrino gemía y se estremecía continuamente con mis chupadas de verga. Y así estuvimos un buen rato durante el cual yo tuve otro largo orgasmo que me invadió el cuerpo de placer y me dejo como mareada pero no por eso deje de hacer lo que hacia o sea chupar amorosamente la verga de mi padrino, después de ese rato mi padrino repentinamente saco su pito de mi boca y me dijo:

espera un momento muchacha porque ya me voy a venir.

¿Venir? –pregunte cándidamente.

Venirse –dijo mi padrino pacientemente- significa llegar al clímax del placer y mi verga echara su leche por el hoyito que tiene en la punta.

¿Leche padrino, su verga va a echar leche?

Si mujer, pero no leche de vaca sino otra leche mucho más rica y por eso te la ofrezco para que tú te la tomes.

Si padrino, ¿Qué debo hacer?

Te meterás en tu boquita la pura cabeza de mi verga y con la mano me la moverás de arriba abajo como te enseñe, y entonces yo te echare mi leche la cual deberás de tomártela toda.

Yo asentí con la cabeza y de inmediato me metí la verga de mi padrino en la boca y me puse a movérsela, y en menos de un minuto sentí como mi padrino se convulsionaba y un fuerte chorro salía de su vergota para estrellarse en mi paladar, y luego le siguió otro y otro y yo tuve que tragármela toda para no ahogarme. Fue un momento de placer indefinido pero muy agradable y a pesar de haber terminado de tomarme su leche seguí yo chupando la verga para ver si le salía mas, hasta que mi padrino la retiro de mi boca.

Yo estaba extasiada por el placer obtenido y porque nunca me imagine que se pudiera sentir tanto placer en el cuerpo, y a la vez estaba agradecida con mi padrino por habérmelo proporcionado.

Límpiame bien la verga –me dijo mi padrino.

Yo iba a levantarme para buscar con que limpiar la verga de mi padrino cuando el me retuvo diciéndome:

Así no tonta, debes de limpiármela con la lengua y con la boca y quiero que quede brillando de limpia.

Yo entendí rápidamente y me puse a limpiar su pitote pasándole la lengua por todos lados y metiéndomela en la boca, ahora que se le había bajado ya me cabía fácilmente por lo que podía metérmela por completo y hasta lamerle sus huevos con la verga bien metida en la boca. Y así estuvimos por un rato hasta que el me dijo:

Ya esta bien, ve a preparar la cena que ya es tarde.

Yo me levante y cogi mi vestido para ponérmelo, cuando el me llamo y al acercarme me dio un fuerte jalón en los cabellos que casi hizo que me tirara yo en el suelo, diciéndome:

¿Acaso no entiendes mis órdenes? Te dije claramente que tenias que andar encuerada aquí en la casa, y esto quiere decir siempre, ¿esta claro?

Si padrino, perdóneme es que se me olvido.

Pues que no se te vuelvan a olvidar mis ordenes.

Y así encuerada como estaba fui a la cocina a preparar la cena.

Cenamos los dos y al terminar me dijo mi padrino:

Esta noche vas a dormir conmigo, aunque creo que tu no vas a dormir pues debes de aprender otras cosas de cómo me gusta a mi que me traten en la cama.

Si padrino –le conteste sin saber lo que venia pero presintiendo que me iba a gustar.

Vamonos a la recamara.

Nos paramos los dos y encuerados como estábamos nos fuimos a la recamara, el me abrazo por la cintura y yo le tome la verga con una mano, cuando llegamos el se sentó en la orilla de la cama y me jalo para sentarme en sus piernas sin soltarle yo el pito.

Así me gusta –me dijo mi padrino- siempre que este yo aquí en la casa contigo, tus atenciones deben de centrarse en mi verga, mi verga siempre debe de estar en tus manos, en tu boca, en tu panocha o en tu culito.

¿En mi culito? –pregunte cándidamente.

Claro que si, también en tu culito, y recuerda que nada hay mas importante para ti que atender a mi verga.

Si padrino –le conteste mientras le seguía sobando su flácida verga.

Ahora me apetece probar tu panochita –me dijo mientras se acostaba boca arriba en la cama- pónmela en la boca y muévete un poco.

Yo mas por instinto que por otra cosa me subí y me puse en cuclillas sobre la cara de mi padrino poniendo mi panocha a la altura de su boca, el comenzó a lamerme y a besarme mi panochita mientras yo me movía lentamente. Fue de verdad fabuloso, desconocidas sensaciones de placer se apoderaron de mi cuerpo, mis manos se crisparon y de repente me vi ya no moviendo mi panocha en la boca de mi padrino sino restregándosela con fuerza por toda su cara, el no me dijo nada y me dejo hacer lo que yo quería.

Creo que en ese momento mi padrino acabo de comprobar que había descubierto una putita capaz de hacer cualquier cosa que se le ordenara, que podría yo ser su esclava sexual sin poner peros a nada pues había constatado que era yo una escuincla caliente y deseosa de aprender todo lo relacionado con el sexo sin importar lo que fuera. Y en verdad así era, ese despertar sexual que mi padrino hizo en mi, me hizo mas o menos entender que todo mi caliente cuerpo estaba hecho para complacer a mi padrino y que seria yo la esclava de su verga por todo el tiempo que el quisiera.

Y así estuvimos por un rato durante el cual yo tuve otro ruidoso orgasmo pues ya gemía yo sin ninguna inhibición, luego mi padrino me recostó junto a el y se puso a cachondearme, me beso en la boca y en toda la cara, me apreto las chiches y me beso y chupo mis pezones como si se estuviera acabando de criar, luego me lamió todo mi cuerpo desde los pies hasta la cabeza y mientras tanto yo no soltaba su verga que ya se encontraba casi totalmente parada.

Ahora –dijo mi padrino- tú me vas a besar y a lamer todo el cuerpo empezando por los pies y hasta la cabeza y luego me voy a voltear para que también me beses por detrás.

Si padrino –le conteste saboreándome de antemano y deseando ya empezar.

Comencé por sus pies, se los bese y se los lamí completos sin faltar ningún cm. cuadrado por donde pasar mi lengua y luego me seguí con todo su cuerpo entreteniéndome un buen rato en su verga y en sus huevos. Fue en realidad placentero.

Fue desde entonces que me gustó ser dominada, ser sumisa y obedecer en el aspecto sexual todo lo que el hombre me ordene y complacerlo de la manera que a el se le ocurra por muy estrafalaria o extraña que esta sea, creo que ahí es donde estriba mi placer, en ser usada, en que cualquier parte de mi cuerpo sea tomado simplemente como un objeto de placer para que el hombre quede satisfecho, yo se que esto no es muy normal y en realidad no me importa mucho pues en alguna ocasión en que se me trato como a una mujer dándome mi lugar en el aspecto sexual, la verdad es que fue bastante aburrido y no goce prácticamente nada, y entonces decidí aceptarme tal y como soy. Como una puta sumisa que los hombres pueden usar como quieran y humillar en la forma que quieran.

Claro que al decir esto, no quiere decir que cualquier hombre puede usarme como quiera, no, la verdad es que yo soy la que escoge a los hombres y no ellos a mi, pero ya después de haber escogido a un hombre, es cuando me convierto en su puta y en su esclava, y también es verdad que muchos hombres no saben hacerlo, no saben como comportarse para dominar a una mujer, cuando eso me sucede pues simplemente dejo a ese hombre y me busco otro, aunque debo confesar que muchas veces me cuesta trabajo encontrar a un hombre que sepa usarme realmente como su puta.

En fin que después de limpiar todo el cuerpo de mi padrino con la lengua, se hinco sobre la cama y me dijo:

Ponte empinada aquí frente a mí y levanta las nalgas lo más que puedas pues tengo ganas de usar tu culito.

Si padrino.. pero… no me dolerá mucho, pues es una verga muy grande para que pueda entrar por mi pequeño orificio.

No te preocupes muchacha, lo voy a hacer con cuidado y solo te dolerá un poco al principio pero veras que después te va a gustar, ya empínate y no me hagas esperar.

A mi no me quedo otra e hice lo que mi padrino me ordenaba, me empine enfrente de el y levante mis nalguitas lo mas que pude.

Ábretelas con las manos –me ordeno mi padrino- para que pueda admirar bien tu culito.

Hice lo que me ordeno y me abrí las nalgas con las manos y aunque sentía vergüenza, también sentía placer al ver como mi padrino me admiraba.

Que hermosas nalgotas tienes muchacha y que buen culo te cargas, creo que me voy a volver adicto a este culito, no te sueltes las nalgas y sigue ofreciéndole a tu padrino el bello paisaje de tu culo.

Si padrino –le conteste levantando las nalgas aun mas y abriéndomelas hasta donde se podía.

Mi padrino estaba encantado con la docilidad y sumisión de su ahijada, creo que el mismo nunca se imagino que iba yo a ser tan caliente y tan predispuesta a obedecerlo y replegarme a sus deseos de la manera en que lo estaba yo haciendo, y eso apenas comenzaba pues con el tiempo iba yo a ser una verdadera esclava y un objeto para satisfacer todas sus necesidades y perversidades sexuales.

Mi padrino se agacho y metió la cara entre mis nalgas abiertas y comenzó a lamerme el culo con verdadera pasión, que gran deleite sentía yo en esos momentos, ya estaba yo totalmente entregada y sin ninguna defensa o barrera mental en contra de los deseos de mi padrino, tanto que si en esos momentos el hubiera querido cagarse en mi boca, es casi seguro que yo lo habría aceptado de muy buena gana, que bueno que no lo hizo pues eso es quizás la única cosa que yo no acepto en la sumisión y aunque alguna vez si llegue a probar su caca, la verdad es que no me gusto y hasta la fecha siento rechazo por lo escatológico en las relaciones sexuales. Lo que si hice muchas veces incluyendo esa ocasión fue limpiarle el pito con la lengua después de sacármelo de mi culo.

Después de un rato de hacerle los honores a mi culo con la lengua, mi padrino se levanto y me metió un dedo en el culo, después me metió dos, hasta que pudo distendérmelo lo suficiente para meterme el pito, entonces se escupió en la punta de la verga y la acerco a mi hoyito trasero, poco a poco la acomodo y de un golpe me metió la cabezota, yo di un respingo y un pequeño grito por el dolor y sin querer me solté las nalgas y en eso sentí un fuerte palmetazo en una de mis nalgas.

Te dije que no te soltaras las nalgas muchacha, no me obligues a castigarte –me dijo mi padrino.

Perdón padrino, pero es que me dolió mucho –le conteste volviendo a abrirme las nalguitas con las manos.

Pues aguántate como se aguantan las mujeres y no vuelvas a soltarte las nalgas hasta que yo te lo ordene.

Si padrino.

El siguió metiendo lentamente su pitote hasta que sentí sus huevos pegados a mis nalguitas y sentí como si me hubieran invadido todo el intestino con un tubo de acero. El dolor fue disminuyendo poco a poco para darle paso al placer y después de unos cuantos minutos de bombeo ya le pedía yo a gritos a mi padrino que me la metiera más fuerte y que no me la sacara.

No tardo mucho mi padrino y unos 10 minutos después se vino en mi culo, fue la gloria para mi el sentir su leche rociándome los intestinos y en ese momento tuve el enésimo orgasmo de esa noche, mi padrino saco su verga poco a poco hasta que sentí como un flop en mi culo cuando saco su cabezota de un solo tirón y solo hasta entonces me dio permiso de soltar mis nalguitas.

Mi padrino se tiro de espaldas en la cama y me ordeno que le limpiara la verga, naturalmente que yo ya sabia a lo que se refería y de inmediato me hinque sobre su pito y me lo metí en la boca, olía mal y sabia raro y entonces recordé de donde lo acababa de sacar y me resigne, total me dije, era mi propia caca lo que estaba yo limpiando.

Cuando termine con mi tarea dejando su vergota bien limpia, mi padrino se acostó bien en la cama de lado y me recostó a su lado, me besaba en la boca y yo correspondía a sus besos mientras le agarraba la verga y los huevos con mis dos manitas.

Que linda chiquilla –me decía mi padrino sin despegar su boca de mis labios- te has portado bien y espero que así siga siendo en lo futuro, eres una buena putita y quiero que sigas siéndolo conmigo.

Si padrino –le conteste mientras pasaba mi lengua despacio por sus labios- siempre seré su putita, pues le debo mucho a usted que ha sido como mi segundo padre, siempre estaré para consentir a su verga.

Me parece bien que seas agradecida con tu padrino, por lo pronto ya estoy cansado, así que en cuanto veas que me duerma tu bajaras tu cabeza hasta mi verga y te la meterás en la boca para que duerma calientita, o sea que cuando yo despierte de nuevo quiero sentir como mi verga esta en tu boquita, ¿entendiste?

Si padrino.

Y así comenzó esa simbiótica relación entre mi padrino y yo que duro como 2 años juntos antes de que entraran en escena otros hombres amigos de mi padrino y hasta un joven retrasadito mental que era hijo de uno de los amigos de mi padrino.

Pero todo esto se los iré platicando poco a poco esperando que los lectores de este sitio no se me cansen de leer mis aventuras sexuales que me convirtieron en una verdadera puta siempre sedienta de verga.

De hecho también estoy sintiendo una rara y placentera sensación morbosa al relatar estas cosas que me pasaron, nunca lo había hecho y realmente pensé que nunca le comentaría a nadie de estas relaciones de sumisión sexual con mi padrino y sus amigos pero ahora ya lo estoy haciendo y no me arrepiento.

También tengo un incipiente lado bi, de manera que me gustaría que me escribieran mujeres con foto para intercambiar experiencias.