Mi padrino (12: La segunda infidelidad de Ame)
La linda Ame vuelve a caer, ahora con un muchachito, pero retorna a los brazos de su padrino.
Mi padrino XII: Mi segunda infidelidad
Mi segunda caída fue ya casi al finalizar la secundaria.
Desde el primer grado varios muchachos se acercaron a mí, tratando de ligar conmigo, pero como he contado, a mi me gustaban los hombres maduros, los muchachitos solo me caían bien como amigos; pero bueno, el corazón es el corazón y de pronto nos hace sentir cosas que la mente no quisiera y, pues también comencé a soñarme querida por alguien. Lo de mi padrino era punto y aparte, era pasión, era instrucción, era aprendizaje; pero ambos estábamos muy conscientes que de eso no pasaría, ni pasará de ahí; él es esposo de mi tía madrina y a ambos los quiero mucho y ambos me quieren mucho a mí, jamás pasó ni ha pasado por mi mente quedarme con él; quizá por eso dejé que poco a poco mi corazón le diera cabida a alguien.
A las pocas semanas de haber ingresado a la secundaria, a la salida de la escuela siempre se apostaban unos muchachos de la prepa, en especial había tres que entre mis amigas les comenzamos a llamar los tres mosqueteros, eran guapos y juguetones y cuando pasábamos cerca de ellos nos decían piropos y trataban de exhibir sus juveniles cuerpos. Comenzaron a cruzar palabras con nosotras por la salida de Chela que se ha creado fama de putona y que les sonreía coquetamente cada vez; a los dos meses ya era novia de Pedro y Toña se hizo novia de Joaquín, yo solo acepté ser amiga de Luis, solo amiga.
Como Luis era el más guapo de los tres, incluso a cada rato tenía que soportar a Chela diciéndome que yo era una tonta, que ella con gusto se lo comería a besos, él inmediatamente se consiguió novia en el grupo de segundo de secundaria. Ahí me di cuenta que él era un Don Juan, juvenil, pero Don Juan, pues sus novias le duraban apenas tres o cuatro semanas y luego se conseguía otra; pero a cada vez que terminaba con alguien volvía a pedirme que fuera su novia yo y al ser rechazado por mí buscaba otra así estuvimos por casi dos años, durante los cuales asistimos juntos a los bailes y las fiestas que organizábamos tanto en la secundaria mía como en la prepa de él, bailábamos, charlábamos, pero nada más, en verdad no sentía deseos de hacer nada más con él.
Pero repito, el corazón comenzó a latirme más de prisa cada vez que estábamos juntos y comencé a estudiar la posibilidad de hacerme su novia, así que una tarde, después de una sesión de sexo con mi padrino, le pregunté si podía tener novio; él se puso serio, pero me dio su consentimiento, diciéndome, "Mira Bebé, tú aún eres pequeña, debes tener mucho cuidado, recuerda lo que siempre te he dicho, el sexo solo debe ser una parte más de tu vida, que no se te vaya a convertir en una obsesión, aprende a balancear bien tu vida, casi así como la llevamos, enamórate, sueña, sé feliz, pero cuidando tu reputación, porque si te echas encima una fama de cogeloncita, verás que después no podrás enderezar tu vida; si tienes novio y deseas coger con él, hazlo pero cuando realmente quieras hacerlo tú, no te dejes presionar por él, que estés consciente del paso que vas a dar y sobre todo exígele que te trate como a ti te gusta ser tratada, y por supuesto, tú entrégate a plenitud. También ten cuidado con los picaflor, identifícalos y si quieres disfruta el momento pero no te enamores de ellos porque te destrozarán el corazón; también aléjate de los fanfarrones que apenas te han tocado la mano y ya andan contando con todo el mundo que ya te llevaron a la cama; en fin mi amor, cuídate mucho y, si coges, mientras conoces bien al afortunado, usa siempre condón, te amo!", me dijo esto último estrechándome en sus brazos, como si se estuviera despidiendo, por lo que rápido le aclaré, "pero padrino, yo solo te estoy pidiendo permiso de tener novio, no quiero coger con nadie más que contigo, yo solo quiero ser cogida por ti!"; él me respondió, "yo siempre estaré cerca cuando me necesites, para lo que quieras, incluido por supuesto, para continuar practicando el buen sexo". Así sellamos nuestro nuevo pacto.
Contando con el permiso de mi padrino, me hice novia de Luis y comenzaron los besos con él; en verdad sabía besar el muchachito, sus besos eran dulces, a veces tiernos y a veces salvajes, pero muy ricos, pronto se nos comenzó a ver a la salida de la escuela besándonos y abrazándonos. Ya para ese tiempo Chela cogía a cada rato con Pedro y con otros, pues en verdad era putona. Toña más reservada, se había ido a la cama como en tres ocasiones con Joaquín. Ese antecedente hizo que Luis intentara hacer lo propio conmigo, pero yo me negaba; en verdad me gustaba mucho, pero no me atraía para tener sexo con él.
Chela me comenzó a presionar diciendo que en cualquier momento Luis se acostaría con otra menos mojigata que yo; incluso que no descartara que podría ser ella, "pues para qué son las amigas!, si no para atender lo que una no pueda hacer!"
Y, bueno, me decidí por hacerlo le volvería a ser infiel a mi querido padrino
Cuando le dije que sí a Luis, él se puso muy contento y me comenzó a decir que le pediría a Jorge que le diera permiso en su casa pues sus padres lo dejaban solo algunos fines de semana. Ahí comenzó mi problema, yo no quería que nadie se enterara que me acostaría con Luis; pero él no tenía auto para llevarme a un motel, otro inconveniente cuando una quiere coger con un joven!
Por fin me convenció que Jorge no se enteraría con quien iría a coger en su casa y acordamos vernos el sábado siguiente; le pedí a Chela que pasara a mi casa por mí para "ir a hacer tarea", diciéndole que iría con Luis a nadar, tampoco quería que ella se enterara que ya estaba dispuesta a "darlas" con Luis.
El sábado que Chela pasó por mí a mi casa, dentro de la mochila de libros yo llevaba ropa para la ocasión y un condón que le robé a mi padrino el viernes, Chela me acompañó hasta la parada del autobús donde ya me esperaba Luis, a quien vi muy tranquilo como dándome a entender que él ya sabía lo que estaba haciendo o que ya lo había hecho muchas veces, me dio mi beso, me tomó de la mano y subimos al autobús que nos dejó a 3 cuadras de la casa de Jorge. Le pedí que él se adelantara, entrara a la casa y dejara la puerta abierta para que yo entrara rápidamente cuando no hubiera testigos en la calle.
Durante la caminata estuve a punto de echarme para atrás había mucho riesgo de que alguien que me reconociera me viera entrar a la casa, lo que me daría mucha pena y mi mamá me mataría si se entera.
Pero entré, Luis me esperaba sentado en la sala, con la tele encendida y una película porno, así como dos refrescos servidos, no quise tomar nada y nos comenzamos a besar
A decir verdad, para su edad, Luis sabía un poco más de lo común entre los muchachos, pero aún le faltaba mucho!, mientras me besaba me metía mano por todas partes, pero sin saber que debería provocarme placer en ello, parecía solo buscar su propio placer en tocar, me apretaba las chichis, me apretaba las nalgas, me sobaba la vagina, pero de manera muy impetuosa, no se concentraba en un solo lugar, quería tocar todo al mismo tiempo sin embargo, me comencé a calentar, y me comencé a mover, restregándome a él, mientras le comenzaba a desnudar, él imitándome me arrancó la blusa de un tirón, casi reventando los botones, mejor yo misma me bajé la falda, no fuera a ser que me la rompiera!
Nos desnudamos muy de prisa, otro error de jóvenes!, sin disfrutar del espectáculo que podíamos habernos dado
Le bajé el pantalón junto con el boxer que traía puesto; al agacharme para safarle el pantalón de las rodillas, su pene resorteó frente a mis narices, entonces me alejé un poco de él para mirarlo de cuerpo completo en verdad estaba como para comérselo entero a besos, sus músculos, su piel tersa y suave, su rostro, su pene, ligeramente más pequeño que el de mi padrino, apuntando hacia arriba, con una cabecita aún semiescondida en el capuchón se veía delicioso que hasta se me hizo agua la boca.
El por su parte, aprovechó mi alejamiento para mirar y admirar todo mi cuerpo que lleno de curvas se mostraba en todo su esplendor, hasta le brillaron sus ojos del deseo
Se me avalanzó salvajemente, tirándome sobre el sillón de la sala, besándome la boca y sujetándome de las nalgas, diciendo "ay mi amor, cuanto he deseado este momento, te la quiero meter ya!", y al momento sentí la cabecita de su pene haciendo presión en mi vagina, que aunque ya caliente, aún no lubricaba lo suficiente, por lo que sentía molestias, entonces lo empujé ligeramente y le dije, "espera, antes déjame besarte".
Se sentó en el sillón y yo en el piso para poder mamárselo . Comencé sacando mi lengua para recorrer su pene desde los testículos hasta la puntita y bueno, aunque estaba limpio, pues ya habíamos sudado por el camino, lo que le traía ligeros malos olores cómo es que una se acostumbra a la forma de coger de su maestro!
Después de ensalivarlo todo, ya se sentía menos el mal olorcito, por lo que quise concentrarme en la mamada, engulléndolo todo, mientras él me decía, "mi amorcito, para ser tu primera mamada, en verdad lo haces como una diosa, eres maravillosa!"; pero cuando quise hacer mis movimientos de tráquea, al momento sentía que me llenaba la garganta con sus mocos abundantes pero menos espesos y fuertes que los de mi padrino, sabían rico, hasta un poco dulzones me los tragué todos, sin sacar aún su pene de mi boca, él me apretaba la cabeza contra su cuerpo como queriendo hacer más profunda la penetración, hasta provocarme semiasfixia, por lo que le retiré sus manos y me incorporé un tanto molesta porque realmente se vino a la primera, cuando yo apenas comenzaba a lubricar
Luis se quedó un momento aletargado reclinándose totalmente en el sillón, recuperando el ritmo normal de su respiración, sin dejar de alabarme por la mamada que le acababa de dar, "mi amorcito, qué sabrosa mamada me diste, te amo, te amo, te quiero conmigo por siempre, ya verás que seremos muy felices".
Yo pensé para mis adentros "¿Y yo, me quedaré así, con ganas?".
El comprendiendo mi expresión de insatisfacción, se incorporó y comenzó a besarme nuevamente, apretándome contra él y bueno una de las pocas ventajas que le veo a los jóvenes, es que después de 5 minutos, sentí que su pene me empujaba en el estómago, lo que quería decir, que volvía a estar listo para la batalla, eso me alegró, dando paso nuevamente al calentamiento.
Durante el beso que nos dábamos fue girando nuestros cuerpos para que a mi espalda quedara el sillón de la sala y me empujó levemente haciéndome recostar en él, entonces comenzó a besar el cuello, siguió por mis chichitas, bueno ya no tan chiquitas, siguió por mi vientre, mi ombligo iba muy rápido, pero aún así me estaba gustando, pero al llegar a mi vagina se detuvo me besó a los lados, pegado a mis piernas, donde pude sentir su lengua haciéndome cosquillas deliciosas, luego solo sentí que me dejaba caer saliva en la vagina se incorporó, apunto con su pene y me lo comenzó a meter
Yo con la calentura que traía, me comencé a mover para sentir satisfacción pero a los dos minutos cuando mucho, me grito, "Ah!, mi amor, ya me vengo otra vez", entonces lo empujé y me salí de él, recibiendo sus chorros de leche en las piernas por poco y me los avienta adentro, con el riesgo de embarazarme o contagiarme alguna enfermedad como me dijo mi padrino
Nuevamente él se derrumbó en el sillón aparentemente agotado, mientras yo me iba al baño a lavarme.
Cuando regresé él ya se había vestido y me decía muy ufano, "qué te pareció mi amor?, te gustó?, para ser tu primera vez no estuvo nada mal ya verás que conforme vayamos practicando mejorarás más".
Yo disimulando mi enfado le dije, "sí mi amor, aún nos falta aprender más cuando estemos listos podremos practicar".
Entonces me puse la ropa que yo había llevado precisamente para la ocasión, una playerita que dejaba mi ombligo al descubierto y una minifalda que me quedaba arriba de media pierna, le hablé a mi padrino por el celular y esperé, mientras Luis volvía a encender la tele continuando la película porno que estaba desde que llegamos y mirando las escenas me decía "tal vez si practicamos mucho, algún día podamos hacer lo que hacen esos cabrones, y sobre todo alargar mucho el orgasmo como ellos", yo apenas le podía responder, "así es querido, habrá que practicar mucho, pero con maestros que nos ayuden a lograrlo" él por supuesto no entendió mi indirecta.
Cuando escuche el motor de la camioneta de mi padrino en la calle, salí corriendo, apenas rosando sus labios con un beso, diciéndole que no saliera, para que mi padrino no viera con quien estaba rápidamente me subí a la camioneta y le pedí que me llevara a un motel.
Mi padrino, con su gran experiencia se dio cuenta que iba caliente y deseosa de apagar el fuego que me quemaba, me echó el brazo encima y sin decirme nada enfiló hacia el motel más cercano.
Tan pronto entramos, como siempre él llevándome en sus brazos, me depositó suavemente en la cama y dándose cuenta que yo iba recién duchada, me levantó la falda, mirando la diminuta tanga que llevaba puesta, me estampó un beso que al momento me hizo ver las estrellas, y así mientras se desnudaba, jugueteaba con su lengua en mi vagina, removiendo con la misma mi tanguita para alcanzarla, arrancándome suspiros de placer y al momento me humedecí ya mi vagina conocía de sobra esos estímulos que solo mi padrino me puede provocar!
Cuando terminó de desnudarse se fue a la ducha él jamás descuida esos detalles!... diciéndome, "espera unos segundos ahorita seguimos" . Le dije que lo esperaría toda una vida de ser necesario, pues sus caricias me hacían mucha falta.
Cuando volvió a mí, venía totalmente denudo, con la verga bamboleándole salvajemente
Y comenzó la maravillosa cogida se echó encima de mí ya soportaba bien todo su peso me besó apasionadamente, metiendo su lengua que rápido se encontró con la mía y comenzaron una danza erótica dentro de mi boca.
Me besó todo el rostro, con mucha ternura, siguió por el cuello de manera muy pausada, como a mi me gusta, estimulando cada milímetro de mi piel a mis chichis les dedicó casi diez minutos, introduciéndolas completas en su boca (aún le cabían), succionando solo mis pezoncitos o haciéndome leves chupetones alrededor de ellos ¡Ah! la pura delcia!".
Siguió su recorrido por mi estómago, hasta mi ombligo al que le dedicó otros cinco minutos de lengua, yo me retorcía de placer.
Antes de llegar a mi vagina, sujetó mi tanga con sus manos a mis costado y en un arranque de pasión que aún no le conocía, me la arrancó de un tirón, rompiéndola en dos ese era mi padrino!, mi macho!, mi amor!
Al dejarme totalmente desnuda, se colocó mis piernas en sus hombros y me comenzó a lengüetear la vagina él sí sabía con precisión cómo llevarme al paroxismo del placer me sujetó una nalga con cada mano, enterrándome su lengua hasta lo más profundo, hasta hacerme sentir sus bigotes en mis labios vaginales, que también contribuyeron inmediatamente a darme placer me hacían unas cosquillas deliciosas!
Cuando mi padrino se dio cuenta que ya estaba a punto de terminar, interrumpió lo que me hacía, girando su cuerpo, para que ahora yo le diera la mamada que se merecía.
Y comencé de un solo sorbo me la engullí completita y ahí sí me pude dar vuelo con mis movimientos de traquea por casi diez minutos sacándomela de golpe, porque dice que le gustaba el sonido que se escuchaba al hacerlo, así como de un descorche de botella.
Entonces me puso bocabajo para besarme por detrás . Pero ahora no comenzó por la nuca o mis pies se fue directo a mis nalgas, mordisqueándolas suavemente y lamiéndolas con dulzura, luego me abrió los cachetes del culo y sentí su lengua húmeda, caliente y rasposa en mi ano, provocándome que moviera mis caderas para recibir mejor sus lengüeteadas.
Luego me jaló por la cintura, levantándome las nalgas en pompa y de un solo envión me la clavó en la vagina ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!, lancé un largo gemido
Después de esperar por unos segundos, en lo que mi vagina reconocía al intruso que tenía clavado, comenzó su maravilloso bombeo, empujándome salvajemente hasta hacer chocar mi cabeza contra la cabecera de la cama andaba en verdad como un toro de salvaje, que dado el mal momento pasado con Luis, era lo que mi cuerpo estaba pidiendo, y mi padrino me entendía a la perfección!
Cuando ya casi yo terminaba, me la sacó con su mano tomó parte de los jugos que abundaban en nuestros sexos y los untó en mi ano se ve que no traía el lubricante destinado para esos menesteres cuando así estaba planeado pero hoy no lo estaba si no que su misma calentura y la que yo le daba a conocer, lo llevó a tomar mi culito
Sentí como la cabeza de verga se iba abriendo paso por los pliegues de mi apretado ano, pero no me quejé deseaba hacerle sentir a mi lindo padrino que toda yo era suya, de él y de nadie más toda yo incluido mi culito.
Después de tres minutos, la verga de mi padrino estaba incrustada en mis intestinos, removiéndome toda por dentro y comenzó el bombeo, sujetándome por las caderas a cada envión, podía sentir el golpeteo de sus bolas en mi vagina, indicándome la profundidad de la embestida ¡Aaaaaah!, qué ricura!.
Luego mi padrino deslizó una de sus manos hasta alcanzar mi clítoris y le comenzó a dar un suave masajes que se fue haciendo más fuerte y salvaje hasta clavarme su dedo medio en la vagina y haciendo fuerza como levantándome, con lo cual su verga se me clavaba más profundamente en el ano y él gritaba "esto es cogerte un macho mi linda bebé, esto es coger propiamente dicho notas la diferencia mi querida Ame?" yo le respondí entre jadeos, "sí padrinito lindo, esto es coger, por eso yo solo quiero ser cogida por ti tú sí sabes como tratarnos, tú eres un verdadero maestro, te amo padrinito lindo, te amo!".
Y juntos acabamos en un megaorgasmo como hasta ese momento no habíamos tenido nuestros espasmos duraron como seis minutos, tiempo durante el cual permanecimos anudados, él abrazándome por detrás y entrelazando nuestras piernas al momento de irnos estirando.
Así me quedé totalmente exhausta, jalando aire, mientras él me besaba dulcemente la nuca
Ahí es donde retomé mi promesa de coger solamente con mi padrino si con él tenía todo, para qué buscaba en alguien más "eso"?... bueno lo haré cuando él ya no pueda complacerme por tiempo o por fuerzas pero para eso, aún faltan algunos años.
Seguí de novia de Luis, pero ya no quise coger con él hasta que se cansó de esperarme y cogió con Chela, entonces tuve el pretexto ideal para mandarlo a volar y me quedé libre bueno en las redes de mi padrino pero por voluntad propia.