Mi padre no es un hombre fácil (2)

Una joven luego de encontrar el historial de internet de su padre decide seducirlo para poder unir lazos con su padre el cual había pasado años desconectado desde el fallecimiento de su esposa. Es ese tipo de unión correspondida?

Luego de habernos bañado juntos, y habernos mastrubado en mútua compañia, mi padre había salido de la bañera se había secado e ido, y sin decir ni una palabra, se puso a cocinar, cosa que muy pocas veces hacía, yo luego de bañarme me puse un camisolín de tiras que era bastante infantil, nada sexy, pero me resultaba muy cómodo, y al ser un poco holgado y de tiras, era muy normal que se me escapen los pechos o lograr que se vieran sugerentes, y en bombachita como siempre, no tenía ropa interior demasiado sexy ya que siempre tenía ropa interior que me compraban mis hermanos, pero busque la más linda, era blanca y al quedarme un poco chica, dejaba que mis nalgas se salieran un poco eso sumado a lo corto del camisolín, según yo se veía sexy. No habíamos hablado desde la hora del baño que él se había terminado de enjuagar y se había ido a preparar algo para comer, y yo la verdad no quería indagar mucho, aunque habíamos vivido juntos siempre, realmente no teníamos una relación si mis hermanos no estaban ahí, así que no sabía cómo abordar el tema. Comimos y cuando terminamos, lavé los platos, él se quedó viendo la tele mientras lavaba, y cuando terminé, me dirigí a mi pieza, pensando que todo había sido un total fracaso, y que volvería a cero. Pero él al notar que me iba a mi pieza me habló.

_ ¿Qué haces? ¿No era que había bichos en tu pieza? -Me emocioné, le sonreí y me dirigí a su pieza, contenta-  En un ratito voy.

Me acosté en su cama, pensé que iba a ver porno, pero a los dos o tres minutos, ya estaba en la pieza, se sacó la ropa, quedando en boxer y se recostó medio apoyando su espalda en las almohadas y el respaldo de la cama, prendió la tele que tenía en la pieza, y lo entendí, así que me senté y acomodé en sus piernas, mirando la tele, dándole la espalda a él. Él me agarró de las nalgas, y empezó a moverlas sobre su pene, ya estaba erecto. Y jugamos así unos segundos, en la tele pasaban un programa de preguntas y respuestas al cuál no podía prestar atención. En un movimiento, me tiró sobre la cama, boca abajo, y él se subió atrás mío, agarró mis calzones y los tiró para arriba haciendo que se metan entre mis nalgas, y ahí empezó a masturbarse, se movía haciendo que mis nalguitas se estremezca cada vez que pasaba entre ellas, pero yo me di vuelta, el se sorprendió, pero quería verlo, y ya no podía parar, así que en un movimiento, me quitó mi ropa interior, y comenzó a masturbarse, haciendo que la punta de su pene, golpee suavemente mi clítoris, él evitaba mirarme a la cara, pero yo solo podía ver su cara. Y de nuevo en un movimiento se sentó en la cama, me tomó con un brazo y me puso frente a él, me hizo arrodillarme me quitó corrió el camisolín dejando mis tetitas al descubierto y las empezó a chupar, todo sin soltar su verga, que aún seguía sin poder verla bien. Yo estaba tan caliente que empecé a masturbarme, mientras él me chupaba las tetitas, era tanta la calentura que eso me causaba que muy rápidamente acabé, me sentí frustrada porque quería seguir disfrutando, pero él al notarlo, paró, y se recostó, él seguía erecto, y yo estaba muy mojada, así que no se me ocurrió otra idea que sentarme sobre su pene y masturbarlo con mi entrepierna mojada, al principio el solo disfrutaba, pero poco a poco se fue poniendo más y más caliente, y por fin me dijo lo que había estado esperando todo este tiempo.

_ Chupala

No necesite más, era la primera vez que lo hacía pero quería hacerlo desde hace mucho, así que me detuve, bajé a su entrepierna y por primera vez, pude verle la verga frente a frente, estaba ahí dura y mojada por mis propios fluidos, como ya había percibido, no era muy gorda podía rodearla con mis dedos, pero si era muy larga, cuando la tomé con mi mano, pude notar que si ponía mi otra mano sobre esa fácilmente una mano más podía agarrarla hasta llegar a la punta. Había visto vergas en internet, pero realmente no era como esas, tenía una curvatura bastante pronunciada, que me llamó la atención, podía notar sus venas bien gordas, me quedé ensimismada con ella, pero para no hacerlo esperar, acerque mi cara y metí la punta en mi boca, el sabor era como el mío, debido a que mis fluidos aún se encontraban ahí, la fui metiendo más y más aunque nunca pude meterla toda en la boca ya que era la primera vez que lo hacía, pero lo intentaba, pronto pude oír los gemidos de mi papá, eran suaves, pero graves, parecía contenerlos, y eso volvió a excitarme, mientras que tenía su verga en mi boca, a la vez lo que quedaba afuera lo masturbaba con mis manos, eran movimientos brutos, nunca lo había hecho. De pronto, mi padre me apartó, se levantó, y paró junto a la cama, yo había quedado de rodillas en la cama, se me acercó, me tomó de mi cabello, tiró mi cabeza para atrás y comenzó a masturbarse viendo mi cuerpo, yo estaba en una posición incómoda, pero podía ver su rostro mientras se masturbaba, de repente me agarró con fuerza, tirando mi cabeza hacia atrás, me puso su verga contra el cuerpo, y en un espasmo, acabó, tirando toda su leche caliente sobre mi cuerpo, se quedó unos segundos como estaba, agarrando mi cabello con una mano, y con la otra en su verga, inmóvil, con los ojos cerrados con fuerza, luego los abrió y me soltó, yo me quede quieta mientras sentía como su leche me recorría el pecho y la panza, hasta que él me acercó una toalla. Yo seguía queriendo más, pero él se volvió a subir la ropa y se acostó de espaldas a mí, en cuanto se durmió, me levanté y fui a mi pieza, realmente quería seguir masturbándome, pero no quería despertarlo, así que, una vez en mi cama, me empecé a rozar las tetas imaginando la verga de mi papá en la boca, eso me puso a mil, empecé a estimular mi clítoris, y tome mi consolador casero, y lo metí dentro. Era todo lo que hacía, lo dejaba metido y mientras estimulaba mi clítoris, imagine nuevamente la leche de mi papá sobre mi cuerpo, de pronto, entró a mi pieza, no había notado que se había levantado, me vió, parecía enojado, así que me detuve.

_¿Por qué estás haciendo esto sola? -Me preguntó notoriamente molesto- ¿Por que no me dijiste que querías más?

_ Te acostaste y no quería despertarte -Dije algo asustada.

_ No lo vuelvas a hacer.

Dijo y me agarró como princesa, y me llevó a de nuevo a la cama, su cama era bastante alta, así que me sentó en un borde, se acomodó a esa altura, me miró, me sacó sin aviso mi consolador improvisado (que no era más que un juguete con forma fálica envuelto en un preservativo) lo puso en la mesa de luz, y me comenzó a hacer sexo oral, su lengua era ancha y aspera, con un lenguetazo podía recorrer toda mi vagina, pero como le había indicado en la ducha cuando me masturbó por primera vez, comenzó a lamer mi clítoris, el cuál, venía bastante estimulado por mi trabajo en solitario, por cada vez que pasaba su lengua por mi clítoris, yo podía sentir como descargar electricas en mis extremidades, temblaba cada vez que lo hacía, de repente, pude sentir como metió uno de sus dedo, lo dejó dentro y lo empezó a mover, era un placer que jamas había conocido. De pronto sacó sus dedos, dejó de lamerme y se paró, sacó su verga que ya estaba erecta de nueva, y comenzó a pasarla por mi vagina, al estar mi clítoris tan estimulado, solo sentía placer cuando lo hacía, se mastrubaba y mientras con la punta de su pene me masturbaba a mí, y de pronto sentí como el orgasmo se acercaba, me recorría una electricidad por el cuerpo empecé a gemir, y ahí acabé. Él, que ahora estaba excitado, acomodo su verga en la puerta de mi vagina, e hizo algo de presión, me dolió, y me quedé sin aire, pero una vez que la cabeza de su verga pasó el dolor desapareció.

_ No la voy a meter toda, solo dejame un poquito.

Yo no podía hablar, sentía como mis fluidos hacían más fácil la penetración, y como una vez que pasó la punta de su pene, empecé a disfrutar, empecé a llorar, no de dolor ni tristeza, estaba contenta, al fin estaba pasando, él no se movió solo comenzó a masturbar la parte del pene que estaba afuera, empezó a gemir.

_ Me apretas, me apretas muy rico, no voy a aguantar. -Me dijo él entre gemidos.

_ Quiero que te muevas…

_ Si hago eso, no voy a poder parar, te voy a lastimar, no quiero.

Respondió sabiamente, porque ahora sé que no estaba preparada para soportar su verga en movimiento. Se masturbó mientras mi excitación hacía que su pene se siga empapando, haciendo que de a poco entre un poco más, y empecé a sentir que se movía dentro mío, que palpitaba, por dentro era como si me masajeara placenteramente. Y de pronto, sentí un calor por dentro, había acabado dentro mío. Se quedó quieto, con su pene aún dentro mío, más blando, poco a poco se iba saliendo, hasta que él lo sacó, podía sentir como de mi brotaba su leche, como caían las gotas, que recorrían mi entrepierna hasta llegar a mis nalgas y caían finalmente sobre la cama, me quedé tumbada mientras las lágrimas no paraban de brotar.

_¿Estás bien? -Me preguntó.

_ Si

_¿Por qué lloras? ¿Te lastimé?

_ Estoy feliz, es la primera vez que realmente hablamos. -Dije, invadida de emoción- Había intentado mucho el lograr este lazo con vos, mi papá. -Y los esfuerzos habían sido recompensados finalmente.

_ Vos… ¿De verdad querías esto? -Cuestionó.

_ Si, desde que los chicos se fueron, me sentía sola, y se que vos también lo estabas, pero no encontraba forma de conectar con vos… Y después vi en internet, y me pareció que así podríamos ser más unidos.

_ Perdón, estaba tan convencido de que esto nunca iba a pasar, de que no tenía que pasar, que te alejaba para no agobiarme… Me sentía tan solo, sin una mujer, que sólo mirarte me alteraba. Y cuando todos se fueron, fue peor, tenía miedo… Perdón.

_ Quiero que sigamos. No quiero que mañana tengamos que actuar como si esto no pasara.

_ Vamos a tener que fingir cuando vengan otras personas, porque, puede que termine mal si se enteran.

_ Voy a fingir cuando haya otros, pero no quiero hacerlo si solo estamos los dos… Tampoco quiero que lo hagas, no quiero que te vuelvas a contener nunca más.

_ Ok…

_ ¿Puedo besarte? -Le pregunté- Nunca besé a nadie, y quiero que seas mi primer beso. -Me estaba excitando de nuevo. Él se acercó y me besó, su boca sabía a mí, también olía a mí, a mis fluidos, su barba a medio crecer me hizo cosquillas en la cara, él con su mano me agarró la cara me apretó desde los cachetes, haciendo que mi boca se abra, y metió su lengua muy profundo, yo no sabía qué hacer con mi lengua, así solo deje que siguiera, sentía su saliva en mi boca, y su lengua rasposa, me soltó.

_ ¿Podés volverla a chupar? -Me preguntó.

Ambos estábamos excitados nuevamente, así que él se volvió a recostar en la cama, con su espalda en el respaldo de la cama, me puso con la cola levantada, apoyando mis rodillas en las almohadas que estaban en el interior, casi, sentada en su cara, y quedaba en el lugar exacto para mamarle la verga en la boca, tenía otra oportunidad de chuparla, volvía a saber a mí. El empezó a hacer sexo oral, hacer ambas cosas era muy dificil, porque no podía concentrarme si él me comía la conchita así de rico, con su lengua me estimulaba el clítoris, mientras que con una mano me agarraba la cola con la otra me empezó a meter un dedo. Yo seguía, llegó un momento en el que el placer era tal, que no podía pensar en nada que no fuera él entre mis piernas, empecé a temblar, me temblaban hasta las piernas, tuve que parar de chuparla porque sentía como mi cuerpo parecía que se iba a desvanecer, y volví a acabar. Él me dejó caer a un costado, y se puso de rodillas sobre mí, acomodó las almohadas, parecía que había hecho una torre, me agarró, yo parecía no ser capaz de controlar bien mi cuerpo, así que solo dejé que él me moviera, como si fuera una muñeca, apoyó mis caderas en las almohadas, lo que me levantaba un poco, y volvió a meter parte de su verga, gemí fuerte de placer, ya no había signos de dolor, él, mientras con una mano sostenía el tronco de su verga, con la otra se mantenía sobre mí, y esta vez, empezó a moverse, el tope era su mano, aún no hacía que entrara toda, embistió un pas de veces y la sacó, no parecía cómodo, yo aún embobada por las sensaciones, me puse boca abajo levanté bien las caderas, y con las manos me abrí las nalgas, dejando paso para él, no pude ver su cara, pero no tardó mucho en meterla nuevamente, esta vez mi cuerpo la recibió sin ningún problema, casi diría yo, que se la tragó, estaba tan mojada, que no necesitaba mucho más que eso. Y empezó, poco a poco a moverse, su verga volvía a hacer tope en donde terminaba su mano, para no meterla toda, pero aún así lograba causarme placer, podía sentir en cada embestida como llegaba al final de mi interior y cada vez que estaba bien adentro, era un placer que no puedo describir. Sin darme cuenta estaba gimiendo fuerte, estaba tan envuelta en placer que no había notado nada al nuestro alrededor, cuando volví a la realidad, sentí sus gemidos, mezclados con los míos si respiración aumentaba, y a su vez sus movimientos, podía ver las venas de su cuello, en su frente, estaba rojo, se seguía conteniendo, pero ya no más por miedo, si no para cuidarme, yo seguía en una especie de limbo de placer, podía notar como su verga se iba empapando más en mis jugos, y como a su vez, su mano que ayudaba a hacer tope salpicaba al chocar contra mí, y en ese estado de placer, volví a sentir como su verga se contrae y mueve desesperadamente dentro de mí, pero esta vez, la sacó justo a tiempo para acabarme sobre el cuerpo, manchando también mi cara. Esta vez solo se dejó caer, yo seguía con el cuerpo sobre las almohadas, y podía sentir como me temblaba ligeramente, sin poder controlarlo, él a mi lado me miró por primera vez en mucho tiempo, y me besó en la frente. Por primera vez podía demostrar el amor que me tenía sin necesidad de contenerse. Estábamos exhaustos pero con nuestras últimas fuerzas, tiramos las almohadas que estaban empapadas en fluidos, y nos acostamos, desnudos y sin limpiarnos, ya no podíamos más. Y nos dormimos.