Mi Padre esta en mi corazon y en mi vagina

La historia de una hija que no tenia suficiente con los besos de buenas noches de su padre y deseaba mucho mas de el. ¿Eres tu de esas hijas o de esos padres?

Desde hace años cada vez que tengo un proyecto importante en mi vida creo un diario sobre todos los pormenores para la consecución de este, sea fallido o termine felizmente.

Es la mejor manera de recordar después todo aquello que hiciste en pro de conseguir tus metas.

En vez de poner la fecha en el diario prefiero darle un título que me recuerde bien el dia o el evento importante que se ha producido.

Sin más preámbulos, voy a dejaros leer mi Diario de Proyecto:

MISIÓN:

HACER EL AMOR CON MI PADRE.

Descubriendo mis deseos:

Ayer cumpli 17 años, y mi amiga Andrea se quedó a dormir.

Mi padre llego tarde del trabajo, ya que siendo viernes le gusta terminar todo lo pendiente, así que cuando él llega pedimos unas Pizzas.

Mientras llega o no llega la comida. mi padre se ducha y se pone cómodo, sale con unos pantalones cortos y una camisa de Depeche Mode casi como todos los días.

Se va a la cocina a buscar los cubiertos y es aquí cuando por primera vez en mi vida me percato de el macho que tengo en casa, Andrea me suelta entre divertida y algo cachonda:

  • Cristina, desde que tu padre va al gimnasio se está poniendo muy bueno, quizá me escape esta noche y haga una cabalgada en su habitación.
  • Andrea, cada dia eres mas guarrilla, ambas sabemos que no eres capaz de hacerlo.

Andrea y yo nos pusimos a reír y cuando llegó mi padre nos preguntó mi padre por la razón de nuestras risas, le contestamos las dos casi al unísono que eran cosas de chicas.

Durante toda la comida empecé a mirar a mi padre con otros ojos, mi amiga Andrea con su comentario había abierto una puerta que no tenía demasiadas ganas de cerrar.

Cada vez que se levantaba mi padre, disimuladamente le miraba el paquete.

Pensaba en el tamaño de su pene, en su forma, cuando estaba de espaldas miraba su trasero y me lo imaginaba follando encima de la mesa de la cocina con mi amiga Andrea.

Esa noche en el lavabo me tuve que masturbar, pero no pensando en que mi padre me follaba a mi, si no a mi amiga Andrea.

Acabo de descubrir que deseo sexualmente a mi padre.

Preparando el terreno:

Ahora llamo a mi padre por su nombre, lo cual lo tiene totalmente descolocado.

En vez de llamarlo Papá, lo llamo Alberto, estoy segura de que quiere preguntarme el porqué de ese cambio pero creo que no se atreve.

He buscado fotos de mi madre, Ania que nos abandonó cuando tenía 12 años, siendo la única mujer que ha amado mi padre, creo que parecerme a ella lo máximo posible me ayudara en mi plan de follarme a mi padre.

Así que lo primero que hago es cortarme el pelo tal y como lo hacía mi madre, peinado a lo garçonne y rubia.

Antes tenia media melena y era castaña, por lo tanto es un cambio importante pero no demasiado drástico.

Cuando mi padre ve mi cambio de look, se queda sorprendido, tanto que lo descubro en varias ocasiones mirándome cuando cree que no lo veo.

Me da la sensación de que voy por el buen camino.

Coñitos en Flor.

En un trabajo sobre biología que hice en el instituto, descubrí lo que eran las feromonas y su relación con el sexo, la interconexión que hay  entre el olor y el deseo sexual.

Investigue mucho al respecto y descubrí que  la mejor manera de provocar deseo en un hombre es no llevar ropa interior delante de este para que los olores propios de nuestro sexo lo exciten.

Antes me duchaba por las noches antes de acostarme, ahora lo hago por las mañanas, por que asi, mi aroma sexual sin llegar a ser ofensivo está en su máximo exponente cuando mi padre vuelve por la noche.

Debo hacer una aclaración y es que solo he dejado de llevar ropa interior por casa, de cara a seducir a mi padre.

El titulo de hoy “

coñitos en flor

” lo he puesto, porque  lo escuche hace tiempo en una película en la que se refieren con estas palabras a las jovencitas, y creo que es muy adecuado porque aluden al aroma, a la juventud, y sobre todo y de forma explícita al sexo.

Apretada y estrecha.

Llevo ya dos meses detrás de que mi padre me folle, se que es un objetivo a largo plazo, de hecho espero que no me lleve más de un año conseguirlo.

Aunque mi padre me sigue mirando cuando cree que no lo puedo ver, desde mi punto de vista no parece que lo haga con la suficiente intensidad.

He decidido subir el listón, este fin de semana me comprare unos leggins para hacer yoga y dos pijamas cortos para casa.

Como soy menor de edad ( todavía no he cumplido los 18) debo ir con mi padre, para que pague con la tarjeta.

Cuando llega el sábado, nos vamos al Corte Inglés y después de que mi padre haga unas compras en electrónica, nos vamos a la planta de Ropa Joven, a mi padre el tema de la ropa le aburre sobremanera.

Espero y creo  que esta sesión de compra de ropa no le resulte tan aburrida como las anteriores.

Después de elegir unos cuantos Pijamas y Leggins, me voy al probador y cada vez que termino de cambiarme llamo a mi padre.

Comienzo por los Leggins y me pruebo tres, tras el segundo me quito la camisa con la excusa de que necesito saber como me queda de la cintura y del ombligo, por lo que me ve por primera vez con el sujetador.

Para la ocasión elegí los más translúcidos que tenía, yo estaba algo excitada por la situación y mis pezones estaban algo sobresalientes.

A mi padre le turbó la visión de mis  pechos, no consiguió disimular la miradita que les hizo, que si bien no son grandes, tampoco soy una chica plana.

Tanto en el segundo como en el tercero, me dijo que estaban bien desde la puerta del probador.

Creo que estaba tan nervioso que hubiese dicho que me quedaban bien hasta unos Leggins con Esvásticas.

No queriendo forzar la situación, pase a los pijamas, que decidí que fuese dos tallas más pequeños para que estuvieran bien ceñidos.

Y tan ceñidos estaban que si no hubiese llevado braguitas, a buen seguro me marcarían los labios, lo que sí que marcaba era mi culo y mucho.

Volví a llamar a mi padre y volvió a sacar la cabeza por la puerta y le pregunté cómo me quedaban, él dijo que bien, algo apurado, y me percate de que durante unos segundos estuvo mirando mi trasero por el espejo.

Me puse otro pijama, esté de color rosa, aunque esta vez viendo que mis partes traseras despertaban un gran interés en mi padre.

Esta vez cuando lo llame, estaba de espaldas y me había subido el pantalón más de lo normal para que se marcara mas, se podía apreciar la separación de las dos cachas de mi culo, lo cual me excitaba.

  • Alberto, ¿me quedan bien del trasero?.

Cuando mi padre sacó la cabeza se quedó de piedra, no podía abrir más los ojos, me contestó que sí, mirándome el culo y después intentando buscar mis ojos en el espejo, en su cara percibía cierto sentimiento de culpabilidad.

Por hoy habia suficiente, forzar mucho las situaciones podría ser contraproducente.

La cesta de la ropa.

Desde hacía años nos dedicamos a hacer la lavadora entre los dos, cada dos dia le tocaba a uno de nosotros.

Hasta ese momento, toda la ropa la dejabamos en la cesta que había en el lavabo,

Por las historias de amigas mías, sabía que algunos hombres tenían la tendencia a masturbarse con las braguitas, me gustaba mucho una anécdota sobre un primo de una de ellas, al que le descubrieron un montón de bragas robadas a las vecinas de su bloque de pisos.

Por si al autor de mis días, le gustaba masturbarse con el aroma de mi coño se lo iba a poner fácil, me plantee dejar toda mi ropa interior dentro de la cesta puesta de manera que si se había movido me diese cuenta.

Pasaron dos semanas y no hubo ningún rastro de movimientos sospechosos en mi ropa interior.

Las dudas que te corroen.

Esperaba y deseaba que mi padre se masturbara con mis braguitas, es paradójico que yo si me masturbara pensando en que el lo estaba haciendo, hecho que me calentaba hasta límites insospechados.

Creía que me resultaría más sencillo acostarme con mi padre, aunque no soy persona que renuncia a sus objetivos, tenía claro que o tiraba toda la carne al asador o no lo conseguiría.

Me guste o no, en cierto modo comprendo que no se puede cambiar el amor paterno por tu hija a desearla sexualmente de un dia para otro, creo que en cierto modo debe ser algo traumático para tus sentimientos como padre.

Cuando dejo mis braguitas, me imagino que mi padre desea masturbase con ellas, pero se pasa mucho tiempo dudando y con su pene erecto, mirandolas.

Imaginarme esa situación me calienta sobremanera y siempre que lo hago, acabo teniendo que hacerme un dedito.

La carne es debil.

Se acercaban las vacaciones de verano y todavía no  tenía demasiado claro que tuviera opciones de follarme a mi padre.

Me daba algo de apuro, poner toda la carne en el asador, porque tanto si lo conseguía como si no era como un salto al vacío, un acto de fe.

Nuestra convivencia como padre e hija era casi perfecta, si me acostaba con mi padre ¿Seguiría todo igual?, ¿Mejoraría?, ¿Empeorearia?.

Quizás por ello todavía no había utilizado, ni los Leggins, ni los pijamas.

En las últimos fines de semana, cuando mi padre se iba a duchar, me costaba Dios y ayuda no entreabrir la puerta para verlo desnudo.

Era de lo más contradictorio el hecho de que el sin hacer absolutamente nada, me ponía cada vez más cachonda, me atraía cada día un poco más.

Posiblemente cuando vuelva a leer estas líneas, recuerde con tristeza y remordimiento este momento.

El momento en el que decidí ir a por todas.

Ahora veremos qué carne es más débil, la de mi padre o la mía.

Asediando a Papa.

A mi padre le gusta mucho Mike Olfield, así que me hice una recopilación de canciones para hacer más ameno mi ejercicio.

Las más lentas las utilizaba para los estiramientos y los movimientos de Yoga y las más rápidas para hacer mi propia versión del Zumba.

Las vacaciones habían empezado tanto las de mi padre como las mías, por lo tanto estábamos todo el dia en casa los dos.

Yo me pasaba una hora haciendo ejercicio y después me duchaba.

Los dos primeros días cerré la puerta de mi habitación, el tercero la deje entreabierta.

Los ejercicios que hacía eran extremadamente provocativos para cualquier hombre que los viese, sobre todo los estiramientos.

Aberturas de piernas, perro boca arriba, perro boca abajo, esta última me permitia ver si había alguien mirándome y mostrarle mi culo en todo su esplendor.

Este ejercicio me gustaba hacerlo al final cuando estaba muy sudada, porque la mayoría de las veces me excitaba como una perra pensando que mi padre me estaba mirando y así aprovechaba la ducha para masturbarme.

Fue el quinto día cuando ya tenía la puerta totalmente abierta que vi por debajo de mis piernas a mi padre en el pasillo.

Así que desde esa posición, le pregunte que pasaba.

Me contestó que nada y yo me puse en posición de Loto.

  • Bueno, hija, esta cancion me encanta me recuerda cuando tenia mas o menos tu edad.

En ese momento se escuchaba la canción  Innocent,inocente en castellano.

Termine la sesión de ejercicios y me puse de pie, estaba muy sudada, me fui a duchar y como los dos estábamos en el pasillo me roce con el.

No paso nada mas ese dia.

Desde ese momento, todos los días cuando hacía ejercicio se plantaba en el pasillo a mirarme y según él, a escuchar música.

Y todos los días me rozaba con él, unos días por delante pero la mayoría por detrás con mi culo, de forma muy “inocente”.

Papa entra en mi Habitacion.

Como cada dia venia a verme más temprano, le propuse que se sentase en la cama de mi habitación, cosa a la que accedió un poco a regañadientes, posiblemente porque le gustaba rozarse conmigo en el pasillo.

Cuando hacia ejercicio no llevaba braguitas y se me me marcaban un poco la raja del culo y como no los labios del coño.

Me estaba empezando a dar la sensación de que mi padre no era un hombre de acción sino mas bien un miron, asi que para provocarlo aún más me plantee otra forma de hacer las cosas.

Le propuse que me ayudara a hacer Spagat lateral, que es una abertura total de las piernas, pero en vez de hacerlo contra el suelo,lo hacía al revés ( con la espalda en el suelo) debía abrirme las piernas para conseguir más flexibilidad.

Con lo cual tenía a mi padre abriendome las piernas  y teniendo una vista privilegiada de mi coño.

Si alguna vez me tuviese que romperse el tejido de mi ropa por la parte de mi coño, ese hubiese sido el momento perfecto, pero no, para mi desgracia nunca se rompió.

También me puse en posicion perrito, estirando hacia delante y hacia atrás, cuando en el movimiento trasero el tope era mi padre y su paquete.

Es un movimiento que si estuviésemos desnudos, ya tendría dentro su polla.

Menos mal que el Legging era negro, si no mi padre hubiese visto que siempre  estaba mojada por completo.

Acabe la sesión tan cachonda y caliente que me estaba volviendo loca, eso si note que mi padre estaba empalmado en uno de mis movimientos y poco después lo confirme visualmente.

Pero no paso nada.

Esta vez no me fui directamente a ducharme, estuve esperando a que mi padre fuese al lavabo a “aliviarse”.

Pero no lo hizo, después de una hora y media, tome la determinación de que no haría nada.

Asi que tuve una sesion de ducha y masturbacion en el lavabo.

A partir de esa mañana volvería al gimnasio a hacer los ejercicios, mis esfuerzos no daban ningún fruto, tenía que haber algo extraño en mi padre, para que no consiguiera hacerlo caer en la tentacion de follarme.

Por que estoy 100% segura que cualquier hombre hecho y derecho me hubiera follado y con rabia después de esos calentones, y yo se lo hubiera agradecido siendo su esclava sexual.

A mi padre le pasaba algo.

Investigando a mi Padre.

Se nos habían pasado las vacaciones y no había conseguido nada.

Así que empezamos a seguir a mi padre con el coche de Andrea, a mi amiga le dije que lo hacía porque sospechaba que había empezado a salir con mi madre de nuevo como excusa.

Y descubrimos que no estaba con nadie, ni parecía gustarle nadie.

Después de unas semanas, no descubrimos nada.

Me faltaban dos meses para que se cumpliese un año de mi proyecto y no había conseguido absolutamente NADA.

La Visita del Cartero.

Hoy mi padre ha llegado muy cansado del trabajo, teníamos mucha correspondencia acumulada en el buzón.

Empezó a mirar cartas y se quedó mirando una de su seguro médico.

La leía con tanta atención que me asuste y mucho, era algo que no había pensado y es que mi padre estuviese enfermo.

De pronto me mira muy serio y se dispone a hablar.

La Ultima aventura.

Estoy casi a punto de llorar.

  • Papa, ¿pasa algo?.

El me contesta con una sonrisa lo cual me aterroriza aún más.

  • Tranquila, Cristina, es una carta de nuestro seguro médico en la cual nos invitan a 5 días a mi y a un acompañante a Port Aventura por los 20 años que llevo con ellos, lo único que tenemos que hacer es pagarnos nosotros el hotel.
  • Cristina, creo que me voy a pedir tres días y con el fin de semana serían cinco y que coincidan con tu cumpleaños, asi lo podriamos celebrar allí.

Sin pensarlo dos veces y aliviada porque no era una mala noticia, le dije que sí y le di un besazo en la mejilla.

Como una adolescente.

Hacía cinco años que no venía por el parque, dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos al parque.

Incoscientemente me abrazaba y cogia de la mano a mi padre, me sentía como una niña de nuevo.

Fueron días en el que solo pensamos y sobre todo yo pensé en nada más que divertirnos.

La celebracion.

Y llego el dia de mi cumpleaños.

Todo era muy normal hasta que mi padre, a las 6 de la tarde me dijo que quería salir del parque para cenar en Salou.

Así que fuimos a un restaurante en el centro de Salou, cuando empezamos a pedir apareció Andrea y me felicito.

Mi padre la había invitado ese día, pero no había ninguna plaza libre en nuestro hotel, así que le tuvo que pedir uno en Salou.

Cuando vinieron los postres, los camareros nos cantaron el cumpleaños feliz y nos trajeron una tarta con 18 velas.

Serían las 9 y cuarto cuando salimos del restaurante, acompañamos a Andrea a su Hotel y se quedó en él porque estaba algo mareada, ya que había bebido mucho mas vino de lo que estaba acostumbrada.

Quedamos para volver con ella a casa al otro día, vinimos en tren, volveriamos en coche.

El Gran Espectaculo.

Mi padre me propuso ver el espectáculo de Port Aventura, que empezaba a las 10 de la noche y acababa a las 12 de la madrugada, ya que era el ultimo dia que estabamos aqui y tambien porque era mi cumpleaños.

Ver los fuegos artificiales y a mi padre tan contento, me hizo sentir muy feliz.

Hacía años que no lo era tanto, tanto que me había olvidado de mi proyecto y solo veia a mi padre no al hombre atractivo que es.

Cuando terminó el espectáculo cerró el parque y volvimos al hotel.

En la habitacion habia una caja de regalo que acabó siendo un ultraportatil, para la universidad.

Le di un beso a  mi padre y él se fue a duchar, se le veía muy cansado, claro eran ya la 1 y media de la madrugada, a sus 43 años ya no estaba  para estos trotes.

Cuando salió él con el pijama entre yo en el lavabo, estábamos muy alegres, lastima que el dia habia acabado.

Me hubiese gustado ir de discotecas con Andrea y mi Padre.

Pero no pudo ser.

El Dia no se acaba hasta que te duermes.

Mi padre que antes de dormir veía un rato la televisión, estaba acostado y bien tapado.

hoy no había puesto en marcha la tele y estaba esperando que me acostara.

En la habitacion teniamos dos camas individuales, las dos por el tamaño eran casi de matrimonio y estaban separadas por la ropa de cama, por lo demás estaban pegadas la una a la otra.

  • Papá, ¿hoy no ves la tele?.
  • No, Cristina estoy muy cansado, voy a dormir, Buenas noches.

Apague las luces e intente dormirme, pero solo daba vueltas, serían casi las 2 y media de la mañana, y llame a mi padre.

  • Papá, ¿Estás despierto?.
  • Si, Cristina.
  • ¿Te puedo pedir un favor?.
  • Si, claro, Cristina.
  • ¿Puedo dormir contigo como cuando era pequeña?, Papa.
  • Lo puedes hacer pero con dos condiciones, la primera que no enciendas la luz no quiero desvelarme y la segunda que no te muevas mucho, quiero dormir, Cristina.

Muy contenta, me destapé de mi cama y me fui a su lado, me puse de espaldas a mi padre, el para estar mas comodo me puso la mano en la cintura y echó el culo un poco para atrás para que mi culo y su paquete no se tocaran.

Yo llevaba el pijama rosa del Corte Ingles y tambien llevaba braguitas, al ser tan corto, en la cintura mi padre tocaba carne y eso me perturbaba y excitaba un poco.

Eso sí, me estaba dando la sensación de que mi padre no llevaba pijama.

Eche el codo con cuidado un poco hacia atrás y noté que tocaba el pecho descubierto de mi padre.

Extrañas Costumbres.

Me quedé muy extrañada, así que pregunte.

  • Papa, ¿Llevas pijama?.
  • No, Cristina.
  • ¿Porque?, Papa.
  • Es una vieja costumbre hotelera, hacía años que no me sentía tan a gusto.

Empecé a sospechar otra cosa, asi que para confirmar mi suposicion eche mi trasero hacia atras y choco con la polla de mi padre.

  • Papá, ¿estás durmiendo desnudo?.
  • Si, Cristina.
  • Explicate,Papa, sabes que no me gustan los monosílabos.
  • Cristina, no venía a un hotel desde antes de que nacieras, tu madre y yo íbamos a hoteles cada vez que podíamos, y una de nuestras costumbres era dormir desnudos el ultimo dia de Hotel, la razon de mi desnudez no es otra que la de recordar aquellos tiempos.
  • ¿ La echas de menos?, Papa.
  • Pues claro, Cristina, y tú te pareces tanto a ella físicamente que a veces pienso que estoy ante ella.
  • Pero, Papa, nos abandono.
  • Ella siempre fue un alma libre, no la culpo, Cristina.
  • Papa, yo nunca te abandonare.

Dicho esto, me levanté de la cama

y subí la persiana, para que entrase la luz de la luna.

Me puse delante de mi padre y me empecé a quitar toda la ropa rápidamente y me metí en la cama con mi padre.

  • Papa, a partir de ahora esta sera nuestra costumbre.
  • Hija, ya sabes como va a acabar esto.
  • Si, Papá y lo deseo.
  • Yo hace más de un año que lo deseo, Cristina.
  • Y ¿porque no lo hiciste?, Papa.
  • Había dos razones, la primera era que tenia miedo que fuese una chiquillada de la que después te pudieses arrepentir y la segunda que eras menor de edad, doy fe de lo mucho que me costó soportar los calentones que me producias.

Estaba de espaldas a él, su pene estaba en contacto con mi culo, pensaba que me ensartaria en cualquier momento.

Las tres grandes preguntas

Lo que hizo justo despues mi padre fue encender la luz, destaparnos,salir de la cama, subir la calefacción a tope, y bajar las persianas.

Cuando volvió a la cama pude ver por primera vez su polla, si bien su tamaño era normal, era muy ancha, por no decir gorda, no es que hubiera visto muchas antes pero nunca de ese grosor.

Sin decir una sola palabra se acostó y se puso de lado, yo quise darle la espalda porque me gustaba que su pene rozase y se metiese en las cachas de mi culo, sin embargo mi padre, me puso la mano en el pecho para que me quedase boca arriba.

Y comenzó a acariciarme, pero yo no estaba tranquila, quería saber por que habia puesto la calefaccion a tope, había encendido la luz y bajado las persianas.

Y se lo pregunte, mientras respondía me acariciaba los pechos con la palma de la mano, con tan poca presión que casi no me tocaba la piel la rozaba.

  • Cristina, las luces están encendidas porque deseo ver tu cuerpo, es tan atractivo, tan sugerente que necesito la maxima luz para ello.

Ahora había subido por mi cuello y me acariciaba la barbilla y los labios pasando por la nuca y ahora se estaba deleitando con los lóbulos de mis orejas.

Por allí por donde pasaba sus manos, parecía que tuviese una agradable corriente eléctrica.

  • Hija, el aire acondicionado está a tope, porque deseo verte sudar y oler el verdadero perfume de tu cuerpo, que me recuerda a ti haciendo ejercicio.

Rozando mis senos y acariciando mis pezones, fue bajando hasta mi estomago, y empezó a jugar con mi ombligo, acerco su cabeza a él y lo beso, y note que lo acariciaba con su lengua.

  • Cristina, Y he bajado las persianas porque deseo tanto tu cuerpo que cuando nos quedemos rendidos, debemos dormir lo máximo posible.
  • Por ultimo, Hija, espero estar a la altura de las circunstancias, hace tiempo que no me acuesto con nadie y eres tan y tan deseable que me costara mucho aguantar sin correrme.

En el momento que decía esto último, me estaba acariciando el vello púbico, el cual no me había depilado por que no esperaba nada de estos días, me iba introduciendo el dedo en la rajita de mi monte de venus, y hacía el amago de que iba a bajar hasta los labios y luego subía y seguia acariciandome el vello pubico.

No pude aguantar más y acerque mi mano a su pene, estaba circuncidado, lo estaba acariciando tal y como hacía él con mi cuerpo.

Mi padre soltó un gemido y justo en ese momento, empezó a acariciar mi clítoris, yo estaba a cien, no a mil, solo queria que me la metiera de una vez.

El final del asedio.

Se estaba recreando con los labios de mi vagina y mi clítoris, y empezaba a introducir sus dedos dentro de mi, el sonido de la separación de los labios de mi vagina mojados me excitaba más de lo que podía soportar y de golpe me vino un orgasmo, lo note como si saliese de mi columna vertebral y se expandiese por mi estomago y todo mi cuerpo.

Solté un gemido y me mordí los labios, y entonces se acerco a mi ombligo y volvía a jugar con su lengua en el.

Justo cuando pense que seguiria acariciandome, se puso encima de mí y bajó su cabeza hasta mi coño.

Consiguió que me corriera tres veces más, con su barba de tres dia me rozaba la parte interior de los muslos, con la punta de su nariz tocaba mi clítoris, y cuando no podía más seguía atacando con su lengua, la cual metía una y otra vez en mi coño, completamente anegado de mis fluidos.

No podía más necesitaba tener a mi padre dentro de mi coño.

Consumando el incesto.

Cogi a mi padre del pelo y le di una orden:

  • Alberto, si me deseas de verdad, follame.

Mi padre se levantó y me abrio las piernas

,

tal y como cuando hacia ejercicio con el, y dejo su gorda polla en la entrada de mi coño.

Estaba pensando si hacerlo o no, tenía en su cara la duda.

  • Cristina, soy tu padre, no habra vuelta atras.

Me incorporé un poco y con una mano me abrí la vagina y con la otra tiraba del pene de mi padre hacia la entrada de mi coño.

  • Papá, lo quieres tu y lo quiero yo, no hay nada que pensar.
  • Papá, te necesito dentro de mi.

Noté como comenzaba a empujar y quite mis manos, pese a lo lubricada que estaba le costaba entrar por su grosor y por mi estrechez , pero a medida que entraba me iba dilatando por dentro.

Me sentía totalmente llena de hombre, no lo había sentido nunca hasta ahora.

En el momento que estuvo toda dentro, empezó a moverse con lentitud y yo lo agradecí porque todavia me estaba dilatando por dentro.

Se escuchaba un Xup,Xup,era el sonido del sexo en estado puro  que me ponía cada vez más cachonda.

Mi padre empezó a sudar y yo también, notaba que se esforzaba por no correrse.

  • Papa, dejate ir, nunca en mi corta vida he tenido tantos orgasmos.
  • Papa, dame tu leche ya.

Seguía moviéndose y acercó su cara a la mía y me beso en la boca, y yo me volvi loca.

Tuve otro orgasmo más, fue más que nada por sugestión, era nuestro primer beso y  estaba tan feliz y abierta que no pude hacer otra cosa que correrme.

Asi que cogi a mi padre del las cachas del culo y le ayude a que se corriera, empecé a resoplar y a gemir como una loca, para provocarlo.

También me abría las piernas aún más para que me penetrara mejor y en la media que podía movía mis caderas.

De súbito, mi padre me pegó una fuerte embestida y se quedó quieto un segundo, para derrumbarse después encima mio.

Los dos estábamos sudados y satisfechos.

Este era el mejor regalo de cumpleaños que me habían hecho nunca.

Cuando mi padre saco su pene de mi interior, una buena cantidad de semen, salió de mi coño y cayó en la sabana.

Fui al lavabo a limpiarme un poco y aproveche para bajar la temperatura del aire acondicionado.

Como la cama de mi padre estaba llena de nuestros fluidos, tome la decisión de que nos acostaramos los dos en la mía.

Me acosté de espalda a el, con su pene presionado mi culo, y parece que volvía a crecer.

  • Papá, dile a tu polla que se relaje, son las seis de la mañana y tenemos que dejar el hotel antes de la 1, he puesto el despertador a las 12:00.
  • Papá, quiero que recuerdes una cosa, soy toda tuya y me puedes tener siempre que tu quieras, descansemos.

El buen despertar del pene de Papa.

No tardamos nada en dormirnos, y mantuvimos esa erótica posición, hasta que el despertador hizo su trabajo.

Cuando despertamos el huequecito que tenemos las mujeres entre las piernas, dio la casualidad de que estaba ocupado por la palpitante polla de mi padre que tenía una descomunal y dolorosa

trempera mañanera.

Con cuidado para no hacerle daño me di la vuelta y lo hice ponerse boca arriba.

Acerque mi cara a su polla y empecé a lamer, por que a duras penas me la podía meter en la boca, cuando estuvo lo suficiente humedecida, me levanté y me puse encima de mi padre como si fuese a orinar en el campo, y comencé a introducirme su polla poco a poco.

Mi coño estaba muy húmedo, pero me costó terminar de entrar toda dentro de mi.

Cuando conseguí tenerla toda dentro mi padre me cogió de las caderas para ayudarme, yo lo miraba y no podía dejar de morderme el labio inferior.

Subía y bajaba, y solo había en el mundo ese movimiento, mi padre me acariciaba los pezones con una mano y me besaba las manos.

Súbitamente, metió la mano entre nuestros pubis y empezó a tocarme el clítoris y a rozar con el dedo el comienzo de la rajita de mi coño.

Interrumpi lo que me parecieron unos segundos mi movimiento, porque tuve un orgasmo de proporciones épicas, uno como el del dia anterior, pero no era de mis espalda de donde salía la ola de placer sino más bien de mis riñones o útero.

De hecho casi me caigo para atrás, diez subidas y bajadas después mi padre se corría dentro de mi y dejábamos la sabanas de mi  cama llenas de su semen y mis fluidos.

Pensé por unos segundos en las conclusiones que sacarian de ello las mujeres de la limpieza del hotel.

Eran las 12:15, asi que nos dimos prisa y nos duchamos los dos juntos, mi padre en la ducha me beso en la boca dos veces más.

Me puse una compresa, porque de mi coño seguía saliendo leche de padre.

No hablamos nada, solo nos mirabamos y nos vestiamos, a las 12:47 salíamos de la habitación.

La vuelta a casa.

En la entrada del hotel, estaba esperando sentada Andrea en un sofá con unas gafas de sol.

  • Familia, pareceis muy cansados, ¿no os iriais de fiesta sin mi?.

Le respondí yo.

  • Que va, Andrea, vimos el espectáculo del final de Port Aventura y dimos un buen paseo porque no teníamos sueño.

Dejamos la conversación ahí, y nos fuimos con el poco equipaje que teníamos hacia el coche de Andrea.

Tardamos 3 horas en llegar, y ni mi padre, ni yo podíamos dejar de sonreír, cosa que advirtio Andrea;

  • A vosotros dos os ha pasado algo esta noche, algo muy bueno, tarde o temprano lo descubrire, soy una buen detective.

Los  tres nos pusimos a reír al unísono a carcajada limpia y Andrea puso la radio.

Cuando llegamos, a la puerta del edificio, se despidió de nosotros y se fue.

Algo mas que padre e hija.

Cuando llegamos a la puerta de nuestro piso, mi padre abrió la puerta y metió las maletas, me dijo que no entrase hasta que me lo dijese.

Salió y me cogió en brazos, entró por la puerta conmigo y me dejó con suavidad en su cama de matrimonio.

Mi padre dijo unas palabras que me han marcado desde ese momento y me han hecho amarlo y desearlo aún más.

  • Somos algo más que padre e hija y mucho más que un matrimonio.

Esa tarde y esa noche pude descubrir y experimentar, lo que debería ser una

feliz noche de Bodas

con Alberto, Mi padre.


Los que hayan leído una de mis anteriores historias

“Dandoselo todo a mi querida madre”,

saben que este pasado verano hemos intercambiado parejas con Cristina y su padre en un crucero.

Ha sido muy satisfactorio, algun dia lo contaremos, lo prometo..

Cristina me ha mandado este relato de su relación Amoroso-incestuosa con su progenitor, para que lo revise y publique.

Estas navidades tenemos alquilada una casa rural, en la cual haremos una especie de teatro erotico-pornografico sobre nuestras historias.

De momento, somos 5 personas, Marta, Cristina, Helena, Alberto y yo.

Si tenemos suerte quizá venga Andrea.