Mi padre cumplio su promesa - 5

MI PADRES CUMPLIO SU PROMESA – 5

Tras las lecciones diarias, cada una se retiro a su cuarto, por la noche Carla, entro en el cuarto de Silvana, esta se sorprendió, Carla, poniéndole los dedos en su boca, le dijo.

-          Silvana, quiero dormir esta noche contigo, quiero que me penetres muy fuerte, hazme un sitio en la cama.

Silvana, aparto la ropa que la cubría, dejando a la vista su completa desnudez, Carla se deslizo en la cama y comenzó a besarla, sus manos se dirigieron, una a uno de sus pechos y la otra a su pene, con la intención de ponérselo duro.

-          Porque haces esto Carla.

-          Necesito que me folle alguien estoy muy caliente, no seas mala que después te follo yo, te doy a elegir la postura que quieras.

-          Bueno, ponte a cuatro patas, espera que te lubrico un poco.

-          No hace falta, ya me lubrique yo en mi cuarto.

Carla se puso a cuatro patas, levantando el camisón, dejando su culo a la vista de Silvana, esta colocándose detrás enfilo su pene, que ya estaba en plena erección y lentamente se lo introdujo.

-          Ya está dentro empiezo a moverme.

-          Si lo siento, pero apúrate no aguanto más sin tener una buena corrida dentro de mí, es como si fuese un somnífero después duermo como un angelito.

Silvana, comenzó a moverse a tope, sus testículos golpeaban el culo de Carla y esta daba pequeños gritos de placer, notaba como el pene de Silvana crecía en su interior golpeando el punto P, lo que le producía un extraordinario placer y a los pocos minutos ya sudando ambas Silvana, dio un fuerte golpe de sus caderas al mismo tiempo que eyaculaba en el interior de Carla que también eyaculaba sobre la cama de Silvana.

Carla cayó sobre la cama agotada, esa penetración la dejo grogui, le daba besos continuos a Silvana agradeciéndole el polvo que le había echado,  luego le limpio el pene con su boca y las dos se durmieron abrazadas, al despertarse, se dieron cuenta de que las podían coger a las dos en su cuarto lo que les supondría un castigo, aun no había tocado la campana de despertarlas, Carla rápidamente se puso el camisón y se fue a su cuarto, diciéndole, “Te debo una”.

Todos los días tenían clases de idiomas, además de las propias de las labores domesticas y secretariado. Y una vez a la semana clase de sexo.

La siguiente clase de sexo fue dedicado al sexo con mujeres.

-          Chicas, hasta hoy habéis practicado el sexo con hombres, bien como pasivas, bien como activas, ya sabéis que algunos hombres además de dar quieren recibir, por eso acuden a vosotras, pero las mujeres, también tenemos algunas sorpresas, experimentar como seria el sexo con un transexual, hablar con vosotras el porqué de vuestra transformación y además quieren ver como se muevan vuestras tetas al follarlas, ellas os enseñaran a comer bien un coño, el hombre aprende después de comer muchos, pero no llega a la matrícula de honor, nadie come el coño de una mujer como otra mujer, pues sabe dónde está su debilidad, no tenemos mujeres que se brinden a que se les coma el coño, veréis unos videos en que el hombre come el coño de una mujer y otro en que una mujer como el coño de otra mujer, veréis las diferencias. Tras la visualización, tenemos una maqueta de un coño a tamaño natural para que practiquéis. Y pensar que ahora sois, el 90% mujeres y que para ser el 99% tenéis que tener coño y saber comerlo no solo que os lo coman. Posiblemente entre todas las alumnas, alguna llegue al 99%, es doloroso pero reconfortante y muy satisfactorio al final, con esa satisfacción pensar que podéis ser poseídas por tres hombres al mismo tiempo, Vagina, Culo y Boca, en una palabra que podéis ser bien jodidas.

Tras las visualizaciones de los videos, en que un hombre comía el coño a una mujer y en que una mujer le comía el coño a otras preguntaron las diferencias.

-          El hombre va directamente, no hace preparación ninguna, dijo Carla, la mujer es más sutil, primero lo acaricia y lo besa suavemente.

-          El hombre busca enseguida la penetración, introduciendo los dedos, dijo Silvana, la mujer es lo último que hace, sabe que su penetración no será tan violenta como la del hombre por eso la calienta con caricias en los labios y clítoris.

-          La lengua es muy importante, tocar con ella el clítoris las pone a cien, decía Ivonne.

-          Yo creo que lo máximo esta en besar el clítoris, chuparlo quitándole el capuchón y meter la lengua en vagina.

-          Todo lo que habéis dicho es correcto, pero se tiene que empezar por lamer toda la zona externa, pasando la lengua de abajo arriba, para que los fluidos vaginales salgan, luego, separando los labios mayores besar la zona con delicadeza succionando la zona y al llegar al clítoris besarlo y mamarlo como si fuese un pezón. Eso nos pone a cien. Y ahora practicar con la maqueta.

Acto seguido, cada una fue aplicando las enseñanzas a la maqueta diciendo que era una pena que no fuese de verdad, esa acción las había puesto muy calientes.

Aquel día, el director les dio autorización para salir de paseo en grupos de cuatro, quería que se paseasen por las zonas de ambiente Trans,  y que se fijasen como actuaban otras que no habían pasado por la residencia, verían las diferencias con ellas mismas.

Las cuatro se pusieron no las mejores galas, pero si la elegancia se les notaba, que no eran unas vulgares transexuales, estaban destinadas a metas más altas. Entraron en una cafetería, pidiendo cada una su consumición y comentando lo que veían, se les acerco una y les pregunto.

-          Chicas, vosotras sois nuevas por este lugar, con vuestros físicos podéis llevaros a cualquiera a la cama y haceros de oro sin daros cuenta, por esta viene mucho viciosillo con pasta, incluso algún director de películas porno, que buscan caras nuevas.

-          Si acabamos de salir de una residencia pero no sabíamos de que esta cafetería tenía este ambiente, no es menospreciarte pero nosotras buscamos otra cosa. De todas maneras gracias por la información.

-          Anda mira estas pijas, que se creen las divas, niñas, aquí todas saben a lo que vienen, a meternos los cipotes por el culo y que se la chupemos, alguna tienen suerte y son ellas las que lo meten pero son las menos. Que tengáis suerte con vuestras metas de divas.

Cuando regresaron a la residencia, comentaron las conversaciones en una mesa redonda con el resto de las alumnas y el director.

-          Bueno, ya estáis preparadas para vuestro trabajo. Vuestras familias, se deshicieron de vosotras, motivado a vuestro deseo de ser mujeres, ellos no admitían vuestra decisión y por tal motivo os entregaron a nuestra residencia para que os transformásemos en mujeres y una vez hecho podíamos disponer de vosotras con el fin de resarcirnos de los gastos que ello conlleva. Por todo ello, seréis enviadas a diferentes centros con los que ya estamos en contacto, en ellos ejerceréis de Srtas. De compañía a disposición de los clientes de los centros, y tendréis que hacer todo aquello que los clientes os mande. Actuareis como activas y pasivas, formando tríos y sometidas a todas las vejaciones de los clientes, en una palabra desde este momento sois unas putas de lujo, tal vez, pasado el tiempo, alguna querrá someterse a operación de reafirmación de sexo, es decir haceros una vagina con vuestro pene, eso lo podemos hacer pero pensar que el proceso es doloroso y estaréis casi un año sin actividad sexual después de la operación. La ventaja es que después oficialmente seréis mujeres, con cambio de nombre legal y nueva documentación en la que figure vuestro nuevo sexo. Aparte de los centros donde estaréis viviendo, ellos pueden mandaron como secretarias especiales a diferentes empresas, por eso las clases de secretariado incluso vuestras fichas se mandaron a diferentes directores de cine porno, por si alguno estaba interesado en caras nuevas. Y ahora voy a daros vuestros destinos.

Fue nombrando a cada alumna y dándole un sobre con la dirección de su destino una persona de su destino la vendría a buscar.

A Silvana, la mandaron a Roma, Ivonne, fue a Berlín, Liz la llevaron a Londres y Carla a Paris. Cuando supieron en realidad el fin de la residencia algunas protestaron diciendo de que el deseo de vestirse de mujer no significaba que quisiese ser una mujer y menos una prostituta forzada a ejercer para apaciguar las calenturas de los ricos.

Ante esa protesta el director les dijo.

-          Si no estáis de acuerdo con lo expuesto, podéis quedaros aquí, pero tendréis que pagar a la residencia el costo de la transformación, que se eleva a un millon de euros. O aceptar el destino que se os de.

La mayoría al escuchar la cantidad que tenían que abonar, cantidad que no tenían, aceptaron su destino, pero ya no era un destino en Europa, fueron enviadas a países árabes, donde las mujeres se las trataba como objetos en sus destinos estarían dos años luego regresarían para ser operadas y enviadas a otros centros ya como mujeres pero en calidad de esclavas sexuales que únicamente estarían destinadas a satisfacer a los hombres en los diversos campos petrolíferos y  de nómadas en los desiertos. Las mujeres árabes, no pueden mantener relaciones durante los días que les baja el periodo, ellas no tendrían periodo, por eso serian penetradas todos los días del mes. Se puede decir que estarían todos los días con las piernas abiertas y sin cobrar nada, vendiendo su cuerpo por la comida.

A los pocos días un señor apareció en la residencia, después de hablar con el director, me llamaron, al entrar en su despacho, encontré a los dos sentados en unas butacas tomando una copa, me puse delante de ellos y espere.

El Sr en cuestión, me mando dar unas vueltas por el despacho, y a continuación me dijo que me desnudase completamente. Obedecí calladamente, me pidió que me acercase, entonces él se puso de pie, y caminando a mi alrededor, me sobo las tetas, después agarrando mi pene, lo palpo lo que me produjo una pequeña erección, me dijo que me inclinase y que abriese mis nalgas, se puso unos guantes de látex y metió en mi culo varios dedos, me mando vestirme y con un gesto estrecho la mano del director. Después el director dirigiéndose a mi me dijo.

-          Carla, este es el Sr. Leclerc, el que te compro, a partir de ahora estas a su entero servicio tendrás que obedecerlo con los ojos cerrados si haces lo que te dice serás una chica con éxito, ya sabes que en la residencia tienes una casa por si nos necesitas. Ahora recoge tus pertenecías. Y espera al Sr. Leclerc en la puerta, aprovecha para despedirte de tus amigas.

Salí del despacho del director y fui a mi cuarto a recoger mi ropa y lo poco que tenia de mi propiedad, una foto de mi madre. Luego busque a Liz, Ivonne y Silvana para despedirme de ellas, trataríamos de estar en contacto, bien por internet u otro medio, ya que de momento no sabíamos la dirección de nuestro nuevo destino, nos abrazamos lloramos un poco por la separación y nos dijimos adiós, con la esperanza de volvernos a ver. Antes de marchar, les pregunte al director y al Sr. Leclerc, si podría mantener una correspondencia con mis compañeras. Tanto uno como el otro, no pusieron pega ninguna, pero la correspondencia debería mandársela a la residencia y el director se la haría llegar a mis amigas, me dio la dirección de la residencia, que guarde en mi bolso, salude al director dándole las gracias y partí con el Sr. Leclerc.

Durante el viaje el Sr. Leclerc, me pregunto cuántos años tenía, le dije que acababa de cumplir los 18 y cual era lo que más me gustaba de lo que había aprendido.

-          Bueno, Sr. Leclerc, en realidad las penetraciones es lo que más me gusta, es un sedante para mí, me relaja y duermo como un bebe, pero también me gusta ser activa. Yo hago todo lo que el cliente me pida, el cliente es lo primero, aunque como estudie secretariado podría atender a importantes ejecutivos en su puesto de trabajo, como secretaria especial. También me gustaría hacer una película y llegar a ser una estrella de cine.

-          Bueno Carla, todo se andará, primero empezaras en la casa ya verás cómo te gustara, tendrás una habitación amplia para ti sola con todas las comodidades, podrás salir por las mañanas hasta la hora de almorzar y por las tardes hasta las 7 de la tarde, ya que a partir de esa hora es cuando vienen los clientes, tendrás que llevar esta pulsera constantemente, y no te la podrás sacar para nada.

En eso, me cogió la mano y me puso una pulsera, que en realidad era un GPS, para saber dónde estaba en cada momento, fue ese momento en el que realmente me di cuenta de que era una prisionera, sabrían donde estaba, si hacia unas compras, si iba a los servicios para hacer pis, estaba localizada al segundo.

Cuando llegamos a mi nueva casa, una señora, me acompaño a mi dormitorio, me dijo que debería tenerlo siempre en orden y limpio, en el baño, tenía todo lo necesario, Champú, Jabón de tocador, Gel hidratante cremas desmaquillantes, mascarilla para el pelo enemas para ponerme cada día lubricantes para mi trabajo, también tenía un pequeño mini bar para atender a los clientes y las medicinas que tenía que seguir tomando, me indico que esa noche el Sr.Leclerc me visitaría para probarme, que estuviese preparada. Me indico que a las horas de trabajo vistiese con una ropa seductora, la tenía en el armario ropero, cuando lo abrí, tenía todo tipo de ropa interior que ni siquiera había visto en mi vida, modelos minis, que apenas me tapaban los pezones, tangas que me costaría esconder mis atributos, corpiños, saltos de cama, transparentes toda esa ropa debía de costar bastante, y toda estaba marcada con mi nombre en letras rosa CARLA, nunca había tenido semejante ajuar y marcada con mi nombre.

Al quedarme sola en el dormitorio, me recosté en la cama, su colchón era suave y sus sabanas de raso color pastel, la cama tenía unas dimensiones de 2x2  espacio suficiente para montar una buena sesión. Además dicha cama tenia tanto en la cabecera como al otro extremo de la misma un cabecero y los pies unas barras de madera altas, como si fuese para colocar un dosel. Las cortinas hacían juego con la tapicería de los muebles, un sofá y dos pequeñas butacas una pequeña mesa de centro con un jarrón y un ramo de flores, de las paredes colgaban cuadros con escenas campestres algo eróticas haciendo honor a la casa y su función. Después de deshacer mi pequeño equipaje, me metí en el baño, un baño caliente que me relajo del viaje, mientras me bañaba, la señora que me enseño la habitación, que se llamaba Annet,  entro y me dijo que me había subido algo de comer, ya que como suponía, me estaría arreglando para el Sr. Leclerc y no tendría tiempo de bajar a cenar, recordándome el horario de almuerzo y cena, el desayuno no tenia horario, pues cada una se levantaba a la hora que le convenía, la cual estaba supeditada al trabajo que tuviese la noche anterior.

Entre secarme el pelo, peinarme, maquillarme y escoger la ropa con la que recibiría a mi jefe el tiempo se fue pasando sin darme cuenta, además tenía que ponerme un enema para limpiarme el intestino. Cuando estuve dispuesta, me senté en el sofá ojeando unas revistas de modas que nos dejaban para entretenernos. A  los cinco minutos, se abrió la puerta y entro el Sr. Leclerc, inmediatamente me puse de pie y le dije.

-          Sr. Leclerc, bien venido, le parece que mi vestuario es digno para esta ocasión?

-          Mauris, por favor, trátame de tu, se que seremos muy buenos amigos. Y con respecto a tu aspecto tengo que decirte de que estas preciosa.

Continuara.