Mi padrastro azota como nadie (4)

A estas alturas está bastante claro que Alexa quiere tener una relación sadomasoquista con su padrastro, el problema es si él está dispuesto.

Alexa pidió a su padrastro que la atara y amordazara antes de empezar a castigarla. Richard no daba crédito mirando la sádica parafernalia que había encima de la mesa y que ella misma había preparado. Al parecer Alexa también había consultado las sugerencias de Martin para la tortura de senos y había combinado los objetos caseros y otros instrumentos más especializados que ella misma había comprado en la tienda BDSM.

De este modo, sobre la mesa, aparte de los alicates del día anterior, había tenazas, pinzas dentadas con afilados dientes de cocodrilo, pinzas de la ropa, clips sujeta-papeles, trampas para ratones, pinwheel, un gato de nueve colas, varios candados de tamaño grande, un cepillo de puas metálicas  y un singletail.

Sin mediar palabra Alexa se amordazó  a sí misma con el ballgag y pegándose a la pared empezó a atarse las correas a los tobillos ante la mirada atónita de su padrastro. Luego subió los brazos invitando a Richard a atarlos él mismo.

Viendo a su hijastra ofreciéndose así como víctima Richard se excitó muchísimo y efectivamente se apresuró a atarle las muñecas a las correas. Una vez inmovilizada e indefensa  se puso a acariciar su cuerpo desnudo.

El hombre se entretuvo un rato  tocándola con pasión mientras recordaba la dulce felación que ella le había hecho minutos antes. Le transtornaba el hecho de que ella se hubiera tragado todo su esperma con toda naturalidad.

  • Mi hijastra es mi preciosa esclava, se dijo sintiéndose feliz y entonces se puso a lamerle su suave piel.

Alexa se estremeció de placer cuando su padrastro se puso a lamerle los pechos mientras la masturbaba con delicadeza. De hecho en pocos segundos la joven estaba a punto del orgasmo pero antes de que ocurriera Richard la dejó en paz y fue otra vez a por los alicates.

Armado nuevamente con la temible herramienta se acercó a ella y le acarició la piel con los fríos hierros mientras la miraba con sadismo. Alexa sintió que se le aflojaban todos los músculos y cerró los ojos esperando a que empezara la tortura cuando de repente su padrastro hizo algo inesperado.

Cuando abrió los ojos  al ver que aquello no empezaba  vio que Richard había cambiado de actitud. Sin saber qué hacer con ellos, el hombre tiró los alicates al suelo y dijo.

  • No, no puedo,…esta vez no… ..estás…. estás enferma Alexa, o igual es que lo estamos los dos……lo siento pero no puedo,…. yo quiero a tu madre,…..esto no está bien…. Y diciendo esto le soltó las manos nervioso para que ella misma volviera a liberarse.

El se marchó apresuradamente del sótano y ella se quedó allí frustrada y cortada…..

A la mañana siguiente Richard se levantó temprano y tras desayunar se puso a las tareas de la casa. Francamente quería olvidar lo del día anterior. Entonces comprobó que Alexa estaba encerrada en su habitación, lo cual le tranquilizó pues temía que encima ella se hubiera marchado de casa.

Pasaron las horas y cuando el sol estaba ya muy alto Alexa salió por fin de su habitación y bajó a la piscina como de costumbre. La sorpresa fue comprobar que otra vez había vuelto a las andadas. Esta vez fue aún peor pues en lugar del tanga, la chica decidió tomar el sol completamente desnuda.

Al verlo, Richard se entristeció pero no hizo nada. Peor que eso era tener que torturar salvajemente a su propia hijastra como ella pretendía. El hombre se decía una y otra vez que no quería hacerlo pero de hecho, sólo de imaginárselo había pasado toda la noche en vela con una erección de caballo.

Viéndola ahora desnuda mientras se embadurnaba de aceite solar Richard pensaba que era una verdadera pena que esa joven preciosa y sumisa fuera su hijastra,….. si no……

Lo que no terminó de pillar el hombre es que Alexa era una chica mucho más perversa y más astuta  de lo que creía y que en realidad lo tenía todo perfectamente pensado para salirse con la suya.

Entretanto, como los mosquitos a la luz, el cerdo del vecino que estaba podando unos setos se asomó al muro también empalmado  al ver que la chica estaba completamente desnuda.

  • Hola guapa, le dijo, que,…. tomando el sol ¿eh?

La chica  le saludó con una sonrisa.

  • Hola vecino. Ya ve, dijo ella recorriendo la cadera con la punta de los dedos.

Richard lo vio todo y se murió por dentro de rabia y de celos pero sabía que no podía hacer nada así que lo dejó correr. Entonces para su sorpresa su hijastra se sentó sobre la toalla y siguió hablando mientras se acariciaba las domingas y se pellizcaba los pezones para deleite del vecino. Luego como vio que el viejo seguía y seguía hablando, la chica se dirigió hasta donde estaba él y estuvo un rato charlando a metro y medio de distancia sin importarle estar en pelota picada delante de un extraño.

A Richard estaba a punto de darle un ataque  de celos y furioso se fue a buscar una fusta de cuero trenzado.

Cuando volvió al jardín vio escandalizado que luego de charlar un rato con ese rijoso su hijastra había  pasado a los hechos pues había cogido  una pequeña escalera, se había subido a ella y encaramada al pequeño murete ahora dejaba que el puerco del vecino le sobara las tetas todo lo que quiso.

Richard estaba rabioso y sulfurado viendo semejante depravación, pero es que Alexa fue aún  a más y subiéndose otro escalón dejó que el vecino se las chupara mientras le acariciaba su trasero desnudo con sus manos temblorosas y huesudas de viejo.

Eso hizo que la cabeza de Richard echara humo, pero aún así se contuvo. El tío no sabía si liarse a fustazos con Alexa, con el viejo o con los dos a la vez.

Fue Alexa la que finalmente consiguió lo que quería, pues bajándose otra vez un escalón le sacó la minga al viejo de enfrente que ya la tenía a reventar y agachándose le empezó a hacer una mamada mostrando su culo desnudo a su padrastro.  Ella sabía perfectamente que Richard le estaba mirando en ese momento se hizo la tonta. En su lugar la joven estuvo un rato lamiendo y chupando el patético pene del vecino apartándose el pelo de la cara para que su padrastro viera bien toda la maniobra. Tras chupársela muy despacio durante unos minutos Alexa dejó la felación por un momento y  sin dejar de masturbarle lentamente saludó a Richard deseándole buenos días para acto seguido seguir chupándosela al afortunado vecino.

Esa fue la gota que desbordó el vaso.

  • ¡Alexa, entra en casa inmediatamente! grito Richard muy enfadado y blandiendo la fusta.

Ante la seca orden de su padrastro la chica se la dejó de chupar  al viejo y masturbándole un poco con la mano vio la fusta en manos de Richard. Entonces dio gracias para sus adentros y le dijo.

  • Lo siento vecino, otra vez será, ahora me llama mi padre y no puedo desobedecerle. Y le dejó empalmado y a medias.

La chica entró corriendo en la casa y cuando estaba delante de su padre puso las dos manos en la nuca y se quedó con las piernas abiertas y en puntas.

  • ¿Sí papa?, ¿para qué me llamabas? dijo ella muy excitada ante ese cabreo monumental.

Su padrastro cerró la puerta con rabia, dio un par de vueltas a la llave y le dijo haciendo zumbar la fusta en el aire.

  • Ahora mismo vas a bajar  al sótano. Voy a castigarte.

  • Sí papá.

Alexa obedeció y bajó las escaleras sin vacilar manteniendo las manos en la nuca. Una vez abajo se pegó a la pared colocando sus piernas y brazos muy abiertas formando un gran x con su cuerpo y esperó  muy quieta a que Richard la maniatara. Su padrastro la amordazó entonces con rabia y la ató a las restricciones clavadas en la pared de pies y manos asegurándose que no se podría escapar ni mover un milímetro.

Entonces apagó la luz y muy cabreado se marchó del sótano dejando sola a su hijastra.

Todo quedó en silencio y el tiempo pasó, quizá una hora, quizá dos,….. la chica no podría decirlo. Alexa pensaba que su padrastro le había tomado el pelo, pero otra vez se equivocó.

Al de dos horas se volvió a abrir la puerta, se encendió la luz y Alexa se llevó la sorpresa de su vida al ver entrar un encapuchado vestido con un mono azul que esgrimía un gato de colas. Con él traía en bandolera una bolsa de deporte y ante la mirada de la joven empezó a colocar su contenido en una mesa en perfecto orden.

Efectivamente se trataba de los mismos instrumentos de tortura que ella había preparado el día anterior.

Tras disponerlos pacientemente y sin prisa, el encapuchado que no era otro que Richard hizo zumbar un par de veces el gato de colas y de la misma y sin decir nada más le endilgó  un señor latigazo en las dos tetas a su hijastra.

SSSHHHHAAAACCKK

  • MMMMMMMHHH

  • Esto para que vayas mostrando las tetas al primero que te lo pide.

SSHHHHAAACCKK

  • MMMMHHHH

  • Y esto para que no se te vuelva a ocurrir tomar el sol en pelotas.

SSSSHHHHAAACCCKK

SSSSHHHHAACCCK

  • Furcia, más que furcia, así aprenderás.

Richard le dio cuatro latigazos seguidos en los dos pechos con toda su rabia.

Alexa gritaba como una posesa. Los latigazos le impactaban dolosoramente en los pechos dejando a su paso unas marcas rojizas que escocían como el infierno.

  • Y esto para que no se la vuelvas a chupar a ese asqueroso del vecino, sucia mas que sucia...

SSSSSHHHHAACCCKK

SSSHHHHAAACCCK

Aún recibió diez latigazos más en los pechos hasta que su padrastro se cansó y se quedó un rato admirando las marcas que le había producido.

Ella gemía llorando y respirando violentamente en un baño de sudor y de babas de tanto encajar.

  • Ahora lloras, ¿verdad?, pues ya es tarde, le dijo agarrándola del cabello hasta hacerle daño. Mira puta, lo que has hehco ahí fuera no te lo perdono, por eso pienso usar todas esas herramientas sobre tus senos y si te desmayas de dolor te despertaré y volveremos a empezar. Y dándole otro latigazo decidió cambiar de tercio.

Alexa miraba ahora sus pechos marcados de líneas rojizas que se hacían cada minuto más rojas y evidentes.  Nunca antes había sido flagelada pero como había comprobado días antes le resultaba muy excitante ser castigada de esa manera por su padrastro totalmente maniatada e indefensa. Lo que no sabía es si iba a ser capaz de aguantar tantos tormentos y tan seguidos.

Lo siguiente que hizo su padrastro fue jugar con el pinwheel pasándoselo por la piel turgente de sus pechos lenta y perversamente. La joven tembló de excitación aguantando el dolor como pudo mientras sentía su clítoris tieso. Tras los pechos Richard pasó a sus costados, axilas, ombligo, muslos y otra vez a los senos insistiendo en pincharle los pezones y metérselos hacia dentro con cierta saña.

  • MMMMMHHHH, MMMMMHH, la joven gritó de veras mirando a su padrastro con angustia.

  • Así, así,… sufre zorra, sufre, te lo mereces, dijo él también empalmado.

La presión con la que se lo pasaba variaba haciendo que los pinchazos pasaran de lo soportable a lo desagradable en cuestión de segundos, de todos modos lo que más sorprendió a la muchacha es que su padrastro combinaba ahora la ruedita de pinchos con sus propios besos y lamidas por la anatomía de la bella joven.

Alexa sintió que se mojaba por momentos y tan sensuales fueron sus respuestas que su padrastro se puso a acariciarle en la entrepierna hasta que ella experimentó su primer orgasmo. Tras varios espasmos y estremecimientos de placer su padre le dio una torta en la cara.

  • ¡Qué fácil eres zorra!, sólo te he tocado un poco y te has corrido como una furcia, y entonces cambió el pinwheel por el gato de colas pero esta vez para azotarle en la entrepierna con toda su mala hostia.

SSSHHHAACCKK

SSSHHHACCCK

  • MMMMMMHHH

Las colas del látigo le impactaban ahora en la cara interna de los muslos y las bolitas de las puntas le daban en la entrepierna, en los labios vaginales e incluso le dieron más de una vez en medio de la pocha haciéndole ver las estrellas.

Alexa gritaba ahora como una loca pidiendo piedad con sonoros alaridos pero a su padrastro le había salido la vena sádica y ya no había quién le parara.

  • Toma, toma, y toma, para que aprendas, córrete ahora si puedes.

  • MMMMHHHH

Cuando por fin terminó de castigarle en el sexo, Alexa se echó a llorar amargamente pues le venía auténtico fuego y un dolor sordo e intenso desde la entrepierna.

  • ¡Pobrecita!, ahora no te dejarías follar por ese motero. ¿Verdad? Bueno, quizá me he distraído con tu coño, pero no te preocupes que no me he olvidado de tus pechos.

Y dejando el látigo en la mesa  cogió en su lugar una trampa para cazar ratones.

El hombre se acercó lentamente ante la mirada aterrorizada de la joven  y a pocos centímetros de su cara se cerró la trampa sobre un dedo haciendo  un elocuente gesto de dolor.

  • ¡Joder, como duele esto!, le dijo a su ahijada, agitando el dedo en el aire y chupándoselo. El Martin ese debe ser un hijoputa para ponerles esto a las esclavas en los pezones.  Bueno, era esto lo que querías ¿no?

Y diciendo eso lo llevó hasta ella y sonriendo con sadismo le cerró la trampa sobre el pezón derecho sin ninguna piedad.

  • MMMMMMHHHH

La joven Alexa se retorció literalmente de dolor y empezó a bramar mirando hacia el techo. Su pezón quedó dolorosamente doblado sobre sí mismo aplastado en su base por el hierro de la ratonera y ella empezó a dar gritos histéricos. La joven agitó su pecho con la esperanza de que la trampa se soltara pero todo fue inútil y ella suplicó entre lágrimas que se lo quitara.

Por toda respuesta su padrastro se limitó a ir a por la otra y colocársela  en el pezón izquierdo haciendo que ella gritara y llorara aún más fuerte.

  • MMMMMHHH

Entonces viéndola sufrir de esa manera Richard se puso a cierta distancia para disfrutar más de su tormento y para sorpresa de ella se sacó la minga y se puso a masturbarse.

  • Sufre, ramera, sufre como merece una golfa como tú.

Alexa se agitaba rabiosa intentando soltarse las ratoneras pero lo único que conseguía era herirse más aún al agitarlas arriba y abajo.  Luego miraba angustiada a su padrastro pero como veía que no se apiadaba volvía a sacudirse rabiosa, y entonces se echaba a llorar desconsolada pidiendo piedad.  Aquello era insoportable y humillante, además dolía cada vez más. La joven agitaba sensualmente su precioso cuerpo desnudo y especialmente sus sensuales tetas ahora brillantes de sudor y lágrimas …..pero todo era inútil.

Su padrastro sonreía sádicamente viendo el efecto de esa salvaje tortura, masturbándose muy despacio. De repente hizo otra cosa inesperada, se quitó el mono rebelando que estaba desnudo bajo él y acercándose a ella con la minga tiesa se dispuso a penetrarla.

Alexa se quedó quieta por un momento mirando agitada cómo se acercaba su padre totalmente en pelotas y comprendiendo lo que iba a pasar cerró los ojos en espera de la ansiada penetración.

Primero Richard le acarició la entrepierna con su pene grueso completamente enhiesto provocando que ella suspirara de placer y después la penetró prácticamente sin obstáculos teniendo en cuenta que ella estaba inundada de sus propios jugos.

Richard gimió cuando introdujo todo su pene hasta la base en esa caverna cálida y húmeda y se puso a follarse a su hijastra despacio pero profundamente mientras acercaba su cara encapuchada a la de ella.

Alexa se sentía presa de sensaciones contrarias, placer y dolor a un tiempo y por eso no  pudo tener un orgasmo esta vez, sin embargo durante la dulce penetración todo su cuerpo tembló de excitación y ella bramó de pura excitación. En su corta experiencia, ese estaba siendo el mejor polvo con mucho.

Por su parte su padrastro se la folló todo lo que quiso y sin culpa alguna, despacio pero sin pausa, durante unos eternos diez minutos y cuando le tocó eyacular lo hizo dentro de su cálida vagina sin preocuparse de si la dejaba preñada o no.

El tipo se sacó la polla húmeda y riendo se dispuso entonces a abrirle las ratoneras lo cual arrancó alaridos y quejas de dolor a la muchacha. Los pezones los tenía completamente deformados y con lineas rojas bien marcadas adornando sus rosadas aureolas, entonces Richard aún empalmado fue a buscar las tenazas y cogiéndole los pezones alternativamente se los retorció y estiró sin ninguna piedad.

  • MMMMMHHHHHH

Esta vez el grito de la joven fue estentóreo mientras toda ella temblaba, la cabeza le daba mil vueltas  y los ojos se le ponían en blanco. La muchacha no pudo soportar mucho más ese terrible sufrimiento y se desmayó.

Quizá Richard se tenía que haber preocupado en ese momento de haberse pasado pero no fue así.

El hombre sintió que le gustaba mucho ese juego, y observando ese bello cuerpo inerme colgando de sus ataduras y su lacio cabello empapado en sudor cubriendo su cara   se prometió a sí mismo que seguiría torturando y follando a esa jovencita indefensa durante horas y horas a pesar de todo lo que ella suplicara.

De hecho, en cuanto perdió la erección salió de la improvisada cámara de tortura para ir a buscar un cubo de agua fría a la cocina y estampándoselo  con violencia le hizo despertar de su desmayo confundida y desorientada.

Entonces sin ninguna piedad Richard siguió con el martirio de su hijastra y para ello cogió las pinzas de la ropa y le fue cogiendo pellizcos de carne aquí y allá. Hasta treinta pinzas le puso, y luego se las quitó a base de fustazos. Nuevamente ella lloró y suplicó sin ningún resultado. Cuando le quitó todas las pinzas se las volvió a poner y reservó los dos clips sujeta papeles para morderle con ellos los dos pezones y colgar luego de cada uno de ellos tres pesados candados….y las torturas siguieron y siguieron entre gritos y lágrimas…

El castigo de Alexa duró cinco largas horas en las que efectivamente su padrastro utilizó  todos los instrumentos de la mesa  sobre su cuerpo.

Asimismo, ya totalmente desinhibido y sin sentir el más mínimo remordimiento Richard se la folló tres veces más. Tras la tercera de ellas la dejó descansar y saliendo de la habitación la dejó a oscuras otro par de horas…….

Al de ese tiempo volvió a aparecer con una vela y una cajita de alfileres.  Al parecer en esas dos horas había estado navegando por páginas sado y le habían dado una idea para practicar en ese momento con su indefensa hijastra.

Esta vez Richard se había quitado la capucha y  antes de empezar indicó a Alexa en qué iba a consistir su siguiente suplicio.

  • Observa, le dijo encendiendo la vela y colocando la punta de una de las agujas sobre la llama.

La joven le miraba llorosa y completamente aterrorizada.

  • Basta unos segundos para que se ponga al rojo, ¿lo ves?.

La muchacha miraba hipnotizada cómo cambiaba de color la aguja, entonces comprendió lo que iba a pasar  y se puso a negar histérica

  • Dime querida, ¿por cual empiezo? dijo él insensible a sus ruegos ¿por el derecho o por el izquierdo?.

  • MMMMHHH

Por toda respuesta Alexa negó desesperadamente

  • Bueno si no te decides yo lo haré por ti y entonces atrapando el pezón izquierdo con los dedos le clavó el alfiler atravesándolo de parte a parte por su justo medio.

  • MMMMMMHHHHH

El joven cuerpo de Alexa tembló como una hoja mientras ella dirigía su rostro hacia el techo, ponía los ojos en blanco y perdía el control de sus esfínteres.

Richard rió como un niño al ver una delgada película amarillenta escaparse entre los muslos de la joven y esperó que ella se calmara  y dejara de temblar para empezar a calentar la segunda aguja.

La pobre Alexa negó desesperada sin dejar de mirar cómo la segunda aguja se ponía roja y cuando su padrastro se dispuso a atravesarle el otro pezón con ella gritó y pidió piedad desesperada, sin embargo Richard estaba decidido y se lo traspasó despacio para que ella notara ese insoportable calor.

A medida que se la clavaba de forma parecida a la primera Alexa lanzó alaridos incluso más intensos  dirigiendo el rostro otra vez hacia arriba sin poder frenar el temblor de su cuerpo por la tortura. La joven intentaba liberarse desesperada pero estaba demasiado bien atada.

Por supuesto su padrastro no tuvo piedad y satisfecho por el resultado del procedimiento le clavó otras dos agujas más en cada pezón generando unas bonitas estrellas de seis puntas entre los gritos estentóreos de ella. Por último y con sumo cuidado para evitar  que ella escapara del tormento desmayándose otra vez le introdujo muy despacio  dos alfileres candentes en el centro de sus pezones con las puntas hacia dentro. Alexa no pudo soportar más ese suplicio inhumano y a la segunda alfiler se desmayó.

Esto dio por finalizada la larga sesión de tortura. Aprovechando que estaba inconsciente, su padrastro le quitó las agujas, le soltó sus ataduras y cogiéndola en brazos la sacó de la improvisada cámara de tortura y se la llevó hasta su cama de sábanas limpias……

(continuará)