Mi orgia a los trece
Mi primera experiencia sexual fue una orgia en el colegio con dos profesores y un compañero de clases.
Hola, quiero contarles mi primer experiencia sexual, hace unos ocho meses.
Mi nombre es Brenda, tengo catorce años, pero a pesar de mi edad tengo un cuerpo bien desarrollado.
Soy pelirroja, de cabello enrulado, mi cuerpo es delgado y tengo una cintura envidiable lo que resalta mis pechos bastante grandes y redondos, de pezones rozados, los hombres me desean cuando voy por la calle con mi uniforme de colegio. Sé que parezco vanidosa, pero es la verdad.
Hace ocho meses atrás tuve mi primer experiencia sexual, y lo curioso es que fue en una orgía; En realidad, eran todos hombres y yo. Ahora que lo pienso me doy cuenta de que todos los hombres fantasean con tener sexo con una adolescente.
Era el mes de mayo y aun hacia calor, yo había salido para el colegio vestida con la camisa de verano y la pollera corta. El problema fue que a cuando me retiraba de la escuela se había puesto a llover, por lo cual me quede esperando en el hall a que se detuviera la tormenta. Junto a mí estaban varios de mis profesores, que aunque no se dieran cuenta, vi como me miraban. Lentamente me dirigí hacia uno de los salones(el mas oculto) y espere allí, mientras caminaba con el profesor de historia y el de matemáticas conversando de las materias. Entramos al salón y nos sentamos en las mesas mientras comentábamos como llovía.
Todo comenzó casi sin querer. Yo me agache a juntar una tiza y sin darme cuenta rocé mis nalgas con el miembro de mi profesor de historia y sentí un gemido contenido.
Me di vuelta y él me miraba distraídamente. Demás esta decir que a mi edad me moría de ganas de probar un pene, y casualmente habíamos estado charlando acerca del sexo oral con mis amigas días atrás, por lo tanto sentía mucha curiosidad. Sin decir nada me acerque y comencé a frotar mi mano sobre su pantalón suavemente, mientras lo miraba de arriba abajo lamiéndome los labios.
El se acerco más y me tomo de la cintura pasando sus manos bajo mi pollera, apretándome mis nalguitas duritas. Poco a poco me fui sentando en la silla, de modo que su bragueta quedó justo frente a mi rostro. Lentamente le baje el cierre y tomo su miembro con mis manitas sedosas y blanquitas y por primera vez introduje un miembro en mi boca, tímidamente. Él me llevó despacio, enseñándome a usar la lengua y a chuparla de manera que quedase su pene bien mojado con mi saliva. Poco después sentí otro pene cerca de mi rostro: era mi profesor de matemáticas que se había quedado cerca observando incrédulo mi conducta, hasta que su excitación pudo más. Puedo asegurarles que nunca me sentí tan golosa, con dos penes en mis manos, introduciendo uno u otro en mi boca a mi antojo, pasándoles lentamente la lengüita, para ensalivarlos bien. Desde ese día me encantan las felaciones, adoro chupar pija y tragarme el semen.
Bueno, como les contaba, al rato el de historia me tomo de atrás y bajando mi bombacha rosadita froto sus manos sobre mis nalgas y agachándose me chupo la vagina fuertemente mientras me atragantaba con la pija del de matemáticas y gemía como una perra.
Luego me puso en cuatro, con mis codos apoyados sobre la mesa y me penetro (previo preservativo) al tiempo que yo gritaba contenidamente, un poco por miedo a que nos escucharan y otro poco porque el de matemáticas tenía un pene enorme que apenas entraba en mi boquita. Varias veces intercambiaron posiciones mientras yo gozaba como una yegua. Poco después ya nada me importo, solo sé que se agrego un compañero mío de clases que atinó a pasar por ahí y yo lo llame con la manito y cara de putita. El caliente con la escena me abrio la camisa y me puso su pene entre mis teas, que yo apretaba una contra la otra con mis manos para masturbarlo mejor.¡como gemia ese chico!
Nunca gozé tanto como ese día. Entre los tres se cansaron de cojerme y de refregarme sus pijas por las tetas, por el culo y por la boca, mientras yo no hacia mas que gritar y gozar como una yegua puta.
Luego de que se cansaron de cojerme por delante y por detrás, por la boca y las tetas, me acabaron al mismo tiempo sobre la cara y la lengua, mientras yo lamía y me atragantaba con el semen golosamente, refregandomelo entre las tetas con mis manos que apretaban sus penes avidamente ¡me había encantado el semen! Quería tomármelo todo, saborearlo hasta la ultima gota y por eso no los deje moverse hasta no haberles lamido toda la pija y saboreado hasta la ultima gotita de su leche, que me chorreaba por todos lados, realmente estaba bañada en semen. Recuerdo que cuando iba camino a casa, el semen me corría por entre las tetas, debajo de la camisa y cuando llegue a casa mi novio(que tenia quince años) me beso y me pregunto que era ese gusto raro en mi boca. Yo solo sonreí y dije que era yoghurt. Pobre tonto, no sabia que su novia era una putita adolescente.
Espero que les haya gustado mi experiencia. Sé que cada vez que la cuento suena increíble, pero así fue como gozé del pene por primera vez. Desde ese día me encanta chuparla y tragarme el semen. Espero que me escriban. Chau.