Mi obsesión por mi sirvienta (2)

Continua mi historia entre mi sirvienta y yo, ella aceptara seguir teniendo sexo conmigo bajo una condición:” mantener relaciones en secreto”….

"MI OBSESIÓN POR MI SIRVIENTA (1I)"

INTRODUCCIÓN

Continua mi historia entre mi sirvienta y yo, ella aceptara seguir teniendo sexo conmigo bajo una condición:" mantener relaciones en secreto"….

SEGUNDA PARTE

Luego de lo sucedido ella me evito todo el día, yo quería hablar con ella pero me señaló que me olvidara, que fue un error y nunca volvería a suceder,

-Por favor no se debe enterar nadie, sino pierdo mi trabajo---me dijo.

Le explique que nunca se enterarían mis padres y nadie, lo haremos en secreto, sin que nadie sospeche.

Ella me miro fijo a los ojos y acepto; mis manos comenzaron a acariciar su cuerpo, pero ella me dijo que lo haríamos luego, que tenía muchas cosas por hacer y le faltaba limpiar la habitación de mis padres.

Yo no podía aguantar las ganas, Ana se puso a limpiar y yo la seguía de cerca contemplándola, entonces cuando hacia la cama de mis padres; me acerque y la comencé a acariciar ella se rindió y dejo que la besara, seguí avanzando y la fui desvistiendo, comencé a acariciar su clítoris y ella me jalaba ayudándome, mí pija tomo un gran tamaño nunca había estado tan excitado, así que me baje los shorts y saque la playera ,mi pija salto libre y maciza ,me eche de espaldas y Ana a mi costado comenzó a besarme el glande y a jugar con su lengua, se subió delante mío y con la ayuda de su mano se la metió en la concha y comenzó a bajar lentamente y a moverse con un ritmo cadencioso.

Estuvimos un rato así, me incorpore y la puse de costado y le empujaba mi pija hasta el fondo, Ana levanto las piernas para facilitar la penetración,

Luego se subió encima de mí y comenzó a cabalgarme, Ana gemía deleitándose mientras me la bombeaba, le pedí que se ponga en cuatro y se la encajé lento y luego agilicé mis movimientos, ella tubo un espasmo de placer apoyando su cara al colchón y yo seguía bombeándola hasta que no aguante mas y arrojé chorros de lechada en todo su culo.

Descansamos en la cama y comimos algo y en la noche la volví a coger en la cama de mis padres, con la misma calentura de todo el día la casa estaba sola y la aprovechamos al máximo.

A los siguientes días lo hicimos a escondidas siendo más placentero aun, esto lo relatare en el siguiente relato.

Continuara

"MI OBSESIÓN POR MI SIRVIENTA (1II)"

INTRODUCCIÓN

Las relaciones con Ana, continuaron bajo la complicidad de la noche y de nuestros cuerpos

TERCERA PARTE

Mis padres regresaron de su viaje, así que no podía estar con Ana; Es así que aprovechando que su habitación estaba alejada de la casa principal en medio del jardín, en una noche me decidí salir por mi ventana cruzar el jardín y sorprenderla en su habitación.

La sorprendí dormida, Estaba con una bata clara y tenia una calcita blanca con encaje la comencé a besar

La jale al filo de la cama le levante su bata de dormir y le empecé a comer su coño, ella trataba de no gemir, luego saque mi pija y se la hice chupar, le acariciaba las tetas y le saque el brasier, levante sus piernas al hombro y se la encajé de golpe hasta el fondo, Ana se movía al compás facilitando la penetración, me la bombee unos 20 minutos y luego le di vuelta y se la metí vaciándome dentro de ella.

A la noche siguiente, ella ya me esperaba; me eche y ella se subió encima y estuvo cabalgando un buen rato, luego cambiamos de pose .la puse en cuatro y le di por el culo, me la comía casi a diario, experimentando mucho placer.

En cierta ocasión busque a Ana en la cocina, ella estaba volteada, levante su falda y la encontré con una tanga minúscula lo que me puso caliente, le acaricie todo el culo con mi verga y le besaba el cuello y así volteada la apoye en la mesa comencé a penetrarla mientras la besaba y acariciaba.

Sus tetas saltaban al ritmo de mis embestidas violentas, me vine derramando semen en sus piernas y el piso; luego ella se metió el pene a la boca dejándolo limpio, nadie nos descubrió todo ese tiempo, pero Ana viajo a su casa de vacaciones, pero nunca regreso; supe que se caso en la provincia donde vivía. Jamás la volví a ver.

Así que la recordaba, corriéndome la paja; estube un tiempo así hasta que una prima mayor