Mi Nuevo Papi Negro La historia de Alexis Cap.3

El pequeño Lexy regresa a la escuela tratando de escapar de sus naturaleza recien descubierta, pero se encuentra con su antiguo Bully

My new Black Daddy

Chapter3: It ain't my fault, de Zara Larsson

La alarma se encendió como cada mañana a las 6:00 a.m. en mi pequeña habitación en un viejo pero bonito departamento en las orillas de Chicago.

Me removí en mi cama aferrándome a los últimos segundos de dulce sueño pero el molesto ruido me obligaba a salir de la cama asi que estiré mi brazo para apagarla.

Mi mente se estremeció ante un recuerdo que trataba de terminar de despertarme, un mal recuerdo, pues un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, aterrándome, no era un recuerdo era una pesadilla, una pesadilla en la que un enorme hombre negro me…

Me arrebujé entre las cobijas haciéndome un ovillo, tratando de proteger mi cuerpo y también mi mente de aquella pesadilla, era una mañana cualquiera y pronto me levantaría a preparar el desayuno, después comería con mi madre, y después iría a la escuela en mi pequeña bicicleta rojo cereza…

«No puedes usar tu bicicleta pequeña niña, ayer chocaste contra el auto de tu papi».

Las palabras en resonaron en mi cabeza con mi propia voz pero con una entonación infantil y mimada como la de una niña pequeña y malcriada.

Mi pequeño cuerpo comenzó a temblar aunque estaba completamente cubierto por mis tibias cobijas asi que me encogí aún más huyendo de esa femenina voz y de los recuerdos que trataban de emerger, como el dolor al ser golpeada por el Maserati, o las enormes manos negras de mi papi…

« ¿Qué podría preparar pare el desayuno de mi mami?» La voz en mi cabeza seguía siendo femenina y mimada incluso un poco jadeante.

Mi mami estaba a dieta asi que repetir huevos y tocino no era una opción.

Tal vez una ensalada de frutos rojos, aún me quedaban blueberrys y arándanos, y si lo acompañaba con cereal y yogurt. Sería perfecto para la dieta de mami, era importante que se mantuviera en forma ahora que tenía macho… es decir novio, la noticia que mi madre me había dado ayer aún me tenía sorprendido, al parecer su nuevo macho… novio se llamaba…

De nuevo mi cerebro se estremeció, me había acercado a esas memorias que no quería recordar, terribles pero deliciosos recuerdos…

Piensa en otra cosa me ordené.

«Vamos niña, espera ¿niña?, hoy tienes un largo día por delante, tienes que ir a la biblioteca a investigar sobre los uniformes del escuadrón, además tu entrenamiento comenzara hoy,  tu entrenamiento con el guapo, perfecto  y negro Aiyden, tan joven tan hermoso, tan parecido y tan diferente al Señor Darius, tu enorme y maduro papi negro, ese gran toro que estuvo a punto de montarte como una yegua en celo… Oh dios ayer sí que fuiste una niña muy muy mala»

En ese momento la radio se encendió, las 6:15, y la sexy voz de Zara Larsson se escuchó en mi habitación

Oh my, oh my, oh my

Oh my, oh my, oh my

Oh my, oh my, oh my, oh my

Mi cuerpo pequeño y frágil seguía temblando de miedo… de deseo, y en una micra de segundo todo el día anterior se proyectó en mi cerebro, la presa que había puesto yo misma por fin se había roto y ahora todas las deliciosas pero vergonzosas imágenes se desbordaban en mi confundido cerebro.

It ain't my fault you keep turning me on

Recordé el enorme macho negro que gentilmente me llevó a su mansión…

No era mi culpa que me dejara llevar a por un desconocido a su casa, estaba herida y confundida, y él era tan confiado y fuerte, me había cargado como princesa, recordé como mi clítoris tuvo por vez primera una erección, no era mi culpa, cualquier niña blanca se hubiera excitado al oler el masculino almizcle de ese toro negro, era natural que mi clítoris se pusiera duro, no era mi culpa excitarme…

It ain't my fault you got, got me so gone

Recordé el choque con el auto…

No era mi culpa el accidente, era culpa de Aiyden, si ese hermoso y fuerte joven negro no fuese tan amable conmigo yo no habría estado excitado pensando en él, y en su perfecto cuerpo y su oscura piel de caramelo, era culpa de Aiyden por tenerme tan distraído, no era mi culpa…

It ain't my fault I'm not leaving alone

El cómo me desnudé ante él, obedeciendo sus órdenes sin cuestionar, como una esclava…

No era mi culpa, yo era un pequeño, débil y patético niño blanco, él un enorme, maduro y poderoso hombre negro, no podía resistirme él era más fuerte que yo, cualquier niña cuerda se habría rendido, no era mi culpa…

Mi piel se erizó y me acosté de espaladas mirando el techo de mi cuarto antes de cerrar los ojos y dejar que las eróticas imágenes se derramaran en mi memoria.

It ain't my fault you keep turning me on

Recordé como Papi Darius me tomo de mis largos cabellos negros como si fueran las riendas de una potra desobediente, mientras me olía como un perro huele a una perra en celo…

No era mi culpa dejar que me tratara de esa manera, no era mi culpa gemir y rendirme a sus besos, no era mi culpa oler a fresas, era culpa de mi madre por comprar champú olor a miel y jabón olor a fresas con crema, no era mi culpa…

Comencé a acariciarme mi blanquísima piel tratando de suplantar las enormes manos de Papi con mis pequeñas y delgadas manos de pianista.

I can't talk right now, I'm looking and I like what I'm seeing

Recordé como la enorme verga de Papi Darius se marcaba en su pantalón italiano, y cuando por fin yo mismo liberé a ese monstruo,  lo hermosa y poderosa que era, no era mi culpa, era culpa de esa hermosa verga negra por medir un pie de largo por tener ese nudo tan primitivo y masculino, era culpa de esa verga de chocolate por ser lo más hermoso que hubiera visto en esta vida, no era mi culpa…

Gotta get it, get it, get it, while it's hot right now

Recordé como al ver y oler esa ponderosa verga de 13 pulgadas rogué como una puta hambrienta, como una creyente ante su dios, no era mi culpa haberme humillado y rogar por esa preciosa virilidad negra, tenía que tenerlo, tenía que tenerlo, mientras estuviera caliente y duro, tenía que probarlo, besarlo adorarlo, no era mi culpa, era culpa de esa perfecta verga negra por convertirse en mi nuevo dios, es natural adorar a un dios, no era mi culpa…

Oh my god, what is this

Why you all in my business

Recordé como descubrí mi verdadera naturaleza mientras Papi me daba golpes en mi clítoris, no era mi culpa reconocer que la diminuta cosa entre mis piernas era un clítoris y no un pene, era culpa de Dios, él me había creado con un clitty, un dicklett, no era mi culpa…

Una de mis delicadas manos bajo hasta mi vientre plano y siguió de largo hasta poder tocar mi delicado y rosado clitty, comencé a pellizcarlo y apretarlo de manera ruda, tratando de igualar el delicioso dolor que Papi Darius me había provocado, falle miserablemente, solo un hombre real podía hacerme sentir como una verdadera mujer…

Baby I insist, please don't blame me for whatever happens next

Recordé como Papi Darius me había acariciado cada parte de mi blanco y delicado cuerpo, mientras me hacía admitir que mis enormes caderas, mi gigantesco culo y mis pezones color fresa eran los de una puta, los de una niña sexi, no era mi culpa que mi cuerpo entero fuera el de una perra sexy, era culpa de mami por heredarme los genes de una zorra caliente, no era mi culpa…

Me arquee en mi cama mientras una de mis pequeñas manos acariciaban mis rosados pezones y la otra frotaba mi clítoris con la palma abierta, tomarlo con la mano entera era algo que solo los hombre reales pueden hacer, yo no era un hombre real, maúlle como una gata…

No I, can't be responsible

If I, get you in trouble now

See you're, too irresistible

Yeah that's for sure

Recordé como ese enorme y maduro toro negro, me miró hasta lo más profundo de mi alma con esos ojos dorados de león y como me besó con sus gruesos y africanos labios y como esa gruesa y enorme lengua masculina violó mi femenina garganta de niña blanca, no era mi culpa rendirme ante sus besos, era culpa de Papi Darius, era demasiado grande y poderoso para poder detenerlo era culpa de lo deliciosa que sabía su saliva, no era mi culpa, yo solo era una pequeña niña de preparatoria, él era el adulto, yo no era responsable de nada, Papi era tan irresistible, no era mi culpa…

Llevé mi mano derecha a mi boca y comencé a acariciar mis gruesos labios de putita, para recordar los labios de mi toro negro.

So if I put your hands where my eyes can't see

Then you're the one who's got a hold on me

No I can't be responsible, responsible

It ain't my fault

It ain't my fault (no, no, no, no)

It ain't my fault (no, no, no, no)

Recordé como me puse en cuatro patas como una perrita, mostrándole mi enorme culo de Durazno, no era mi culpa, él era el hombre, él era el que tenía que resistir a mis encantos de puta, no era mi culpa…

Saque de mi boca mis dedos mojados, el solo recordar la experiencia me hacía babear, lleve mis delicados dedos a mi enorme trasero y comencé a frotarme mi ano…. NO, mi boypussy… las Sissys como yo tienen un boypussy, me estremecí cuando pude sentir mi capullo húmedo y caliente, mi miel de marica ya comenzaba a brotar, mis dedos frotaron en círculos mi rosado capullo, gemí aún más alto, mis ojos firmemente cerrados recordando a mi papi, no es mi culpa, no es mi culpa…

It ain't my fault you came here looking like that

You just made me trip, fall, and land on your lap

Recordé como me veía de rodillas mientras le mamaba su ponderosa verga como una becerrita hambrienta, tratando de ordeñar leche, leche de macho, no es mi culpa enamorarme de ese poderoso toro negro, era culpa de Papi por lucir tan musculoso y varonil, por ser tan macho y arrogante, fue su culpa por llevarme a su casa, por hacerme caer rendida a sus pies, no es mi culpa.

Mis dedos entraron en mi capullo, mi dicklet dio saltitos de alegría, mi boypussy se abrió como una flor y acepto fácilmente mis dos dedos, apretándose como un guante  mientras sentía lo caliente que estaba en el interior casi hirviendo, y completamente mojado de esa espesa miel de marica.

Certain bad boy swoon, body hotter than a sun

I don't mean to be rude, but I look so damn good on ya

Recordé como logré que ese perfecto Dios de ébano se excitara hasta la locura, ciertamente pude ver lo malo y rudo que puede ser un guerrero africano, pero no es mi culpa tener un cuerpo tan caliente y sexy como el mío, no es mi culpa ser la zorra más sexy de la escuela, recordé como pude comerme las trece pulgadas de verga negra  en mi primera vez como una puta profesional, no es mi culpa que mi garganta fuera echa para mamar vergas negras, y no es mi culpa lo hermosa que me veía de rodillas bebiendo la leche de mi papi, no es mi culpa lo perfecto que luce una Sissy de rodillas ante un hombre negro, no es mi culpa.

Mis dedos entraban y salían de mi boypussy mientras mi mano izquierda pellizcaba mis pezones que estaban duros y rojos, mi garganta dejaba escapar gemiditos y sollozos con esa voz femenina y mimada de niña traviesa.

Mientras la música seguía sonando en mi habitación yo me retorcía cada vez más erráticamente, hasta que no soportándolo más mi cuerpo entero se tensó arqueándose hacia arriba, levantando mis gordas caderas hacia adelante esperando hundirme en una enorme verga negra, pero solo encontrando mis delgados dedos, mis pezones hacia el techo pulsaban dolorosamente, y mis ojos por fin abiertos no veían nada, pues el orgasmo que explotó desde mi boypussy provocó que mis ojos giraran hacia atrás dejando mi mirada en blanco.

Un chillido más parecido al de una cerda en un matadero salió de mi garganta mientras mi cuerpo temblaba incontrolablemente y en mi mente solo la imagen de la verga de mi papi permanecía borrando todo lo demás, incluso mi nombre…

My clitty salto seis veces escupiendo esa baba cristalina que era una triste imitación de semen, my boypussy se abrió y cerró ocho veces alrededor de mis dedos pidiendo a gritos algo más grande, algo mucho más grande.

Por fin después de ese multiorgasmo caí ruidosamente a la cama de nuevo, respirando entrecortadamente tratando de recuperar el aliento mientras mi pequeño cuerpo daba saltitos de placer.

Oh, well that's too bad it ain't my fault

La canción terminó justo en ese momento…

«Oh mi Dios… niña, cuatro minutos y ya te chorreaste… sí que eres una zorra precoz»

La voz de niña mala resonó en mi cabeza, y mis mejillas ya sonrosadas se pusieron rojas, tenía razón conocía esa canción y no duraba ni los cuatro minutos… me había corrido en menos de cinco minutos, era humillante…

«Relájate niña, las Sissys como tú no deben preocuparse por esos detalles, tu jamás tendrás que complacer a una mujer, está bien que seas una perra precoz, si fueses un hombre sería una vergüenza pero no lo eres, es perfectamente natural para las Sissy correrse rápido, no es tu culpa»

Mi delicada y blanca piel estaba bañada de rocío, pude ver como mis pezones se destacaban en mis pequeñas tetitas, my dicklet estaba flácido y diminuto, de nuevo encogido dentro de mi femenino vientre que se movía al ritmo de mi acelerada respiración, mis gordos muslos aún estaban abiertos dejando a la vista de cualquiera mi capullo rosa.

Mi me cubrí con mi brazo mis ojos no queriendo ver mi  cuerpo de zorra, avergonzado de lo que acababa de hacer, mis dedos estaban cubiertos de esa espesa miel tan extraña.

Me desprecié y me odié por tener ese cuerpo femenino, me odié por ser una niña precoz que no tardaba ni cinco minutos en chorrearse, pero más que nada me odié por haberme masturbado con los recuerdos que deberían ser traumáticos y terribles…

“No es tu culpa niña” Me susurré  a mí misma.

¿Niña? Maldita sea no soy una niña, no soy una Sissy, me mordí mi labio inferior, mi grueso labio de puta…

Carajo, deja de pensar asi.

“No soy una niña, no soy una Sissy” Mi voz sonaba ronca y sexy, femenina.

«Si lo eres Sissy, eres una putita loca por las vergas negras»

“No lo soy” grité a la nada y me levanté de un salto.

Tuve que apoyarme en la mesita de noche para no caer pues mis piernas temblaban como las de una potra recién nacida.

«Lo vez niña, eres una potra, y lo sabes»

“Cállate” Le dije a esa voz de actriz porno.

Me dirigí lentamente al baño para ducharme mientras una nueva canción de pop comenzaba y me odie de nuevo por saber el nombre y la artista de esa canción Pop para niñas.

Side to Side de Ariana Grande.

Mis caderas se balancearon de lado a lado al ritmo de la música, sin que yo lo pudiese evitar y me odie por ello.

♥♥♥

Mientras preparaba las ensalada de frutos rojos de forma precipitada y rápida, pues me habida tardado más de lo normal en la ducha, tratando de borrar mis pecados de mi piel, inútil, podía sentir el roce de mi ropa contra mis sensibles pezones, aun cuando de estaba usando una de mis enormes sudaderas de chico.

Mi mente estaba trabajando horas extra tratando de huir de la locura de hace media hora y  más tratando de borrar todo lo vivido el día anterior, por lo cual mis pensamientos estaban hechos un caos.

Y mientras que tenía que esforzarme por olvidar muchas de las cosas vergonzosas que hice ayer no podía recordar cómo había llegado a la casa la noche anterior, pues como si fuera un borracho solo recordaba hasta el momento en que me puse a llorar patéticamente en el Starbucks, frente a esa malteada unicornio que papi me había comprado.

¿Por qué seguía llamándolo Papi? Ese toro negro… hombre tenía un nombre propio… era el Sr. Dari… una punzada de dolor interrumpió mi pensamiento, había algo acerca de ese nombre que no debía recordar.

Fantástico otra laguna mental.

La vibración de mi celular me distrajo de mi revuelta mente, la pantalla estaba llena de mensajes de Roxy preguntando si estaba bien.

Justo en ese momento pude recuperar uno de los pedazos del rompecabezas, fue Roxy que apareció de repente frente a mí y me llevó a casa en el auto de su hermano, recuerdo que me hacía preguntas pero yo estaba echa un desastre, y entre lágrimas pude contestar que lloraba ya que había sufrido un accidente con un auto en la bicicleta, (técnicamente no estaba mintiendo), cuando quiso llevarme al hospital y llamar a mi madre le rogué que no lo hiciera, le dije que solo necesitaba llegar a casa, asi que mientras su hermano conducía, yo no pude dejar de llorar todo el camino a casa. Donde simplemente me despedí de ellos y corrí a mi habitación donde lloré hasta quedarme dormida.

Ahora la hermosa latina había llenado mi WhatsApp de mensajes preocupados.

El último de ellos rezaba:

Alexis contesta ¿qué demonios pasó ayer?No dejabas de llorar, y tenías la ropa rota ,soy una tonta por hacerte caso ,debí llevarte al hospital inmediatamente .Hoy me contaras que pasó exactamente o prometo que le diré a tu madre.

Mi corazón se sintió cálido y contento de saber que al menos una de las chicas era una amiga verdadera, pero esa calidez inmediatamente se tiño de preocupación por saber que Roxy no me dejaría en paz hasta saber la verdadera razón por la cual había llorado.

Buenos días Roxy, estoy bienno debes preocuparte solo estoy un poco adolorido y con algunos rasguños, pero nada grave, ayer simplemente estaba pasando por un problema personal y el accidente me afectó más de lo que debería ,te veo en la escuela, y dile a Alika que me perdonepero ayer ya no pude investigar nada acerca del reglamento de vestimenta, pero que hoy mismo me pongo a ello.

Presione enviar y regrese a preparar la ensalada de frutas y yogurt, mientras me regañaba por usar tantos emojis, los hombres no usan emojis ¿cierto?

«Los hombres de verdad no usan lindos emojis, pero las Sissys como tú están obligadas a ser lindas incluso cuando escriben niña»

“¡Cállate!” le ordene a esa voz, y abrí la despensa.

Pero no había tocado la granola cuando mi IPhone volvió a vibrar.

A quien mierda le importa Alika,no creas que me voy a tragar esa historia de que solo por arruinar tú bicicleta llorabas de ese modo,hablaremos más tarde.

Lo sabía, Roxy no se detendría hasta averiguar la verdad.

Entiendo,hablaremos pero dame tiempo,y gracias por preocuparte

Suspiré profundamente mientras veía nuevamente como mi mensaje estaba lleno de lindos emojis, los había añadido en automático y con una rapidez nacida de la práctica diaria, pues las chicas y yo pasábamos todo el tiempo contando chismes por WhatsApp.

No es mi culpa, me dije a mi misma, es culpa de las chicas por usar emojis todo el tiempo, es natural que yo también los use.

“Wow, que gran suspiro cielo, ¿Algún chico?” Mami me hizo brincar del susto al hablar tan repentinamente.

Ahí estaba ella siempre hermosa, siempre sensual, con esas minifaldas de secretaria sexy, el liguero se asomaba como siempre para sostener sus medias de nylon rosas y sus enormes pechos tratando de romper su camisa también rosa que esta vez llevaba una corbata negra  para llamar más la atención a esos hermosos pechos que lucía orgullosa, sus zapatillas de plataforma negras gritaban Fuck Me.

“¡Mami ya te he dicho mil veces que Aiyden es solo un amigo!” Le dije enojada, mientras me preguntaba cómo me vería yo en un atuendo similar al de ella… No Alexis deja de pensar esas cosas, mala niña, mala niña… es decir mal niño, mal niño.

“¿Quién habló de Aiyden?”

Mami sonrió de manera malvada, lo que provocó que yo me sonrojara de inmediato mientras mis mejillas se inflaban en un puchero adorablemente infantil.

“Vamos honey, es una broma, no es necesario que me presumas tus bonitos labios”

“¡Mami!” Volví a gritar molesta, esta vez dando un pisotón en el suelo, pude sentir como mis enormes nalgas rebotaban.

“Está bien, está bien, relájate honey, solo estoy bromeando, veo que hoy mi niño bonito está muy mimado, hace años que no me llamas mami”

Esta vez solo pude mirar al suelo avergonzada, tenía razón no la había llamado mami desde que tenía doce años, pero por alguna razón esta mañana me parecía lo más natural llamarla mami, sonaba más lindo, como cuando  me refería a mi papi negro…

Di un pisotón de nuevo esta vez enojada conmigo misma, de nuevo mis nalgas rebotaron.

“No me estoy quejando Honey, es lindo que me llames asi de nuevo, y gracias por el desayuno”

Mami tomo su ensalada.

“Aún falta la granola… mami” No pude evitar agregar eso ultimo de verdad no pude.

Mami se rio divertida mientras me abrazaba, y hundía  mi rostro entre sus enormes senos, desee tener unos iguales a esos… No Alexis deja eso por amor de Dios.

Mientras comíamos  mi mami hablaba sobre cosas sin importancia, esta vez yo no quería hablar, por alguna razón me daba miedo preguntar cualquier cosa, y mucho menos sobre su nuevo novio…

“Por cierto ayer llegué temprano y ya estabas durmiendo… ¿paso algo?”

Mami me miraba mientras yo lamia el yogurt de mi tenedor tratando de revivir el sabor a leche de mi papi…. Me mordí la lengua para dejar de pensar en eso y respondí.

“Me caí de la bicicleta y me di una ducha en la tarde y me dio sueño… mami” No la mire a los ojos.

“Y ¿estás bien Honey?” Me pregunto preocupada.

“Si todo está perfecto… y ¿por qué llegaste temprano? pensé que saldrías a una cita…” Me mordí la lengua de nuevo esta vez sin querer, había preguntado para desviar la atención, pero justo había encaminado la conversación hacia el tema que menos quería, hacia el novio negro de mami.

“Oh honey, no te imaginas, estaba tan emocionada, y solo me quedé caliente y con ganas de macho…”

“Mami” Le reprendí su vocabulario.

Mami me miro risueña

“Oh vamos honey, tu no comprendes lo que es esperar a ser follada por tu macho y que te dejen caliente y alborotada como perra en celo…”

“¡Mami!” grite esta vez, de nuevo mis labios formaron un puchero.

En realidad sí que lo sabía, justo el día anterior mi papi me dejo a medias, hirviendo con la cola levantada lista para que me desvirgara…

Deja de recordar eso Alexis.

“Ok, Ok, te cuento, ayer ocurrió un accidente en una de las construcciones en la costa, el Sr. Harris tuvo que ir de improviso a North Avenue, al parecer uno de los obreros resbaló de uno de los andamios, todo el mundo tuvo que ir a resolver el problema antes de que se presentara algún abogado y demandara a la compañía, todo está demasiado tenso con la nueva sociedad entre la compañía del sr. Harris y la compañía de Dari…”

“¡Mira la hora, llegaras tarde mami!” Le dije mientras hacía mucho ruido al masticar la granola y desviaba mi mirada a mi celular.

Mami vio su propio celular.

“Tienes razón Honey, mejor me voy ya” Mami se comió rápidamente lo que restaba de su ensalada y después me besaba en la mejilla. “Ten un buen día, niño bonito, y dale un beso a Aiyden de mi parte”

“¡Mami!” le dije con la cara roja al imaginarme con Aiyden compartiendo un beso francés… ¿por qué un beso francés? Mami se refería a un beso en la mejilla ¿verdad?

Mami se fue riéndose como una colegiala.

“Esta noche no llego a dormir honey, hoy definitivamente me toca mi ración de chocolate, si sabes a que me refiero” Y me guiñó un ojo antes de irse.

Y en ese instante la odie profundamente… por que se burlaba de mí, no por que supiera que esa noche mami estaría follando con mi papi… no, no, no, eso no es asi, ¿cuantas probabilidades había de que mi mami y yo conociéramos al mismo toro negro?

Olvídalo Alexis solo olvídalo, me ordené.

«Esa perra, va a coger con mi papi, zorra vieja, él es mío… no en realidad yo soy suya no tú»

La voz mimada ahora sonaba enojada y dolida.

♥♥♥

Llegué tarde a la escuela, esta vez tuve que tomar el transporte público, mi bicicleta estaba en peor estado del que creía, la llanta delantera se había doblado en un ángulo extraño y la cadena estaba suelta además de muchos rayones, Aiyden seguramente podría haber arreglado aquellos desperfectos en seguida, yo no.

«Claro que no puedes, ese es un trabajo para un hombre de verdad no para una delicada Sissy blanca como tú»

Agité mi cabeza para despejarla, provocando que mi largo cabello negro revoloteara y esparciera ese aroma a miel que siempre tenía, seguí caminando a paso rápido pero aun perdido en mis pensamientos, mirando al frente pero sin ver.

Y mientras corría hacia el salón de la profesora Wood, matemáticas, una de mis materias  preferidas, choqué repentinamente contra lo que parecía un muro de ladrillos, el impacto me arrojó hacia atrás, no pude sostenerme y terminé cayendo sobre mi enorme culo, apenas y sentí dolor pues mis enormes nalgas redondas amortiguaron el golpe como dos almohadas.

“Ahhh…” mi voz salió en ese tono de niña mimada como un jadeo más que una expresión de dolor, un jadeo sexi.

Miré hacia arriba, preguntándome a quien se le había ocurrido levantar una pared en medio del pasillo.

Y no era de ladrillo pero definitivamente era un muro, ahí de pie de espaldas estaba Tafari Ajani.

Si Aiyden era un tigre, rápido feroz, elegante y hermoso, Tafari era un gorila africano, enorme pesado, poderoso y peligroso.

Aiyden era pesado con sus 210lbs, pero cada gramo era puro musculo entrenado, su cuerpo era delgado pero fornido, nacido para ser veloz, pero lo suficientemente pesado para poder ser el mariscal del equipo, su poderoso brazo lograba hacer pases casi imposibles  y también podía correr tan rápido como el viento y derribar a sus rivales y anotar un Down cuando fuese necesario.

Pero Tafari pesaba 350lbs y media 6’ 2” y aunque mucho de ese peso era musculo su figura era ancha y enorme luciendo como si estuviera gordo pero perfectamente ejercitado, sus enormes bíceps eran más grandes que mi cabeza y podría sentarme cómodamente sobre uno de sus hombros, de aberro querido sus peludos brazos eran muy largos incluso para su tamaño y terminaba en las manos más grandes que hubiese visto.

Aunque su apodo oficial era T.A. (Ti, Ei), había escuchado a sus amigos llamarlo un par de veces Gibson, por aquel famoso defensa de los Bears, y como aquel famoso defensa T.A. era respetado por que a pesar de ser el más pesado jugador de los Black Bulls, (sí, nuestro equipo de futbol americano eran los toros de chicago, me imagino que le añadieron el “Black” para evitar demandas) y también el más pesado de toda la escuela, la orgullosa Martin Luther King Jr. High School, Tafari era también el más ágil de los defensas, en realidad era el defensa estrella.

Su posición era la Nose guard, y era muy respetado por todo el equipo y realmente temido por nuestros adversarios, al ser tan pesado uno esperaría que solo fuera extremadamente fuerte, pero la verdad es que también era muy rápido  muchas veces había logrado atravesar  la línea ofensiva antes de que sus rivales reaccionaran obteniendo asi muchos sacks y otras tantas veces lograba que el equipo contrario perdiera yardas, era en definitiva un tanque humano.

Tafari se giró con el entrecejo fruncido para ver que idiota se había atrevido a golpear al defensa estrella de la escuela, y cuando su fea cara me miró una malvada sonrisa se dibujó en sus primitivas facciones.

Donde Aiyden era hermoso y apuesto, Tafari era brutal y feo, sus rasgos negroides me recordaron de inmediato a mi papi, pero la ascendencia africana era más marcada, su nariz era muy ancha y muy chata sus ojos de color marrón, sus labios no eran elegantes o sensuales, eran gruesos labios africanos y su barba crecía rizada, espesa y salvaje, lo que lo hacía parecer aún más malvado, todo en él recordaba a un enorme gorila lomo plateado, un gorila enojado.

Su sonrisa creció tanto que puede ver su colmillo de oro, había perdido el original un año atrás en una pelea contra otros tres defensas de una escuela rival, un trio de chicos blancos que habían sido humillados por Tafari en uno de los juegos, la pelea fue lejos del colegio y nadie llamo a las autoridades por eso Tafari no fue expulsado, y claro que hubiese sido expulsado si alguien hubiese visto como habían quedado aquellos tres pobres estúpidos, Tafari había ganado, enviando a sus atacantes al hospital con muchos huesos rotos y varios dientes menos, toda la escuela se había enterado e incluso había un video que se compartía de manera secreta entre los estudiantes, yo no había visto el video pues solo se había compartido a los hombres de verdad… es decir yo no quería verlo, pero era u secreto a voces el estado en que nuestro defensa había dejado a aquellos tipos.

“Bueno, bueno, bueno, miren quien está aquí, si es el pequeño niño blanco de Aiyden, ¿Acaso te perdiste Sissy? ¡O es que Aiyden por fin se aburrió de su muñeca de porcelana y te ha tirado al suelo donde perteneces?”

Al ver a ese brutal hombre parado delante de mí me encogí instintivamente replegando mis piernas hacia un lado de mi cuerpo como una sirena, la misma posición de damisela en peligro que había tomado cuando conocí a mi papi.

Tafari era el líder de los bullys de la escuela, y por supuesto que era él quien comenzó el acoso hacia mí, antes de que Aiyden me tomara bajo su cuidado, Tafari se pasaba la vida insultándome con palabras como, Sissy, putito, patético niño blanco, débil blanquito y muchas más lindezas.

Pero su acoso no se limitaba a humillarme verbalmente, T.A. y yo compartíamos tres clases, inglés, matemáticas, y biología, y durante todas ellas Tafari gastaba su tiempo en arrojarme bolitas de papel, o algún objeto pequeño, otras veces me pegaba una hoja de papel en la espalda con la palabra SISSY en letras mayúsculas, muchas veces había llegado a casa después de pasar todo el día con aquel letrero en mi espalda.

Pero lo que más le gustaba al gran T.A. era pasar a mi lado en los pasillos y darme una fuerte nalgada, que me hacía gemir de dolor, mientras él se alejaba riéndose malvadamente con su grupo e amigos.

Cuando Aiyden puso punto final al abuso que yo sufría, creí que Tafari lo enfrentaría, y de verdad tuve miedo, pero no pasó nada, Tafari como los demás dejó de molestarme, lo cual era extraño, porque si bien era obvio que los demás chicos de la escuela le tuviesen miedo a Aiyden, no me creía que un gorila que mandó al hospital a tres defensas tuviese miedo de algo.

Y parecía que ahora por alguna razón Tafari comenzaría a acosarme de nuevo, me había llamado Sissy de nuevo y también muñeca de porcelana… mis mejillas se sonrojaron, sabía que eran insultos pero por alguna razón me sonaron a dulces halagos.

“Y qué demonios hace una perra débil como tú tratando de empujarme, ¿te crees mejor que yo zorra?, o ¿ahora que tienes dueño te has vuelto valiente?”

Una zorra, una débil perra blanca, mi pequeño cuerpo fue atravesado por un escalofrió… seguramente de miedo, tenía miedo de lo que este primitivo africano podría hacerle a una débil niña como yo y más que nada tenía miedo de Aiyden se enterara de que Tafari me hubiese atacado, eso provocaría una pelea entre estos dos guerreros negros.

«Pero sería genial que ambos se pelearan por ti Sissy, solo imagínalo, dos grandes machos negros pelando violentamente por ti, debe ser tan sexy…»

“Cállate” volví a murmúrame, molesta por esos pensamientos.

“¿Qué es lo que dijiste, estúpido niño blanco?” La voz molesta de Tafari resonó en el pasillo lleno de casilleros, y yo me encogí aún más, sin atreverme a levantarme del suelo.

“No dije nada… señor” ¿Por qué diablos lo había llamado señor?

«Porque él es un hombre de verdad, y tú solo una niña buena y las niñas buenas le hablan con respeto a los verdaderos machos»

La mimada voz de niña sexi en mi cerebro me recordó lo que Papi me había enseñado el día anterior, yo le debía respeto a los verdaderos hombres, a los hombres negros, y aunque una parte de mi odiara a Tafari otra parte me obligaba a obedecerlo y respetarlo, era lo natural.

La fea cara de T.A. mostró una expresión de sorpresa, pero inmediatamente se transformó en una sonrisa malvada, de nuevo su colmillo de oro resplandeció.

“Asi que Señor… me gusta blanquito, es bueno ver que has aprendido buenos modales… ¿acaso ese presumido de Prince ha estado entrenando a su pequeña mascota?”

No respondí, pues por un momento me imagine al hermoso y fuerte Aiyden entrenándome como a una perrita, yo en cuatro patas totalmente desnuda y con un collar de perro atado a una cadena.

“Responde cuando te hablo, perra” T.A. exigió mostrándose de nuevo enojado.

“No señor, es decir si señor… es decir…” mi voz salió aguda y asustada y mis labios de nuevo hicieron ese puchero que mi madre envidiaba tanto, mientras mis ojos comenzaban a mojarse.

“Diablos niño blanco, sí que eres patético, mírate ya vas a llorar”

Me quede callada y baje la mirada avergonzada, no quería que viera mis lágrimas.

“Mírame cuando te estoy hablando, zorra” Tafari me tomo de mis largos cabellos y jalándolos de manera violenta me levanto del suelo, haciendo que me pusiera de rodillas ante él, lancé otro de esos femeninos gemidos de dolor.

“Sí señor” levante la mirada, T.A. se veía poderoso, malvado y absolutamente brutal, mi cuerpo se estremeció, y mi clitty dio un saltito, mi espalda se arqueó instintivamente exhibiendo mi pecho, por supuesto la horrible ropa tres tallas más grandes hacían imposible ver esta patética demostración.

“Asi está mejor perra, debes saber qué he estado muy aburrido desde que no puedo molestar a mi patético niño blanco”

“Lo lamento señor”

“No, maricona, aun no lo lamentas, pero lo harás…”

La sonrisa que se dibujó en sus feos labios causo otro escalofrió en mi pequeño cuerpo, y esta vez mi capullo hizo un guiño mientras sentía a mi clitty saltar de nuevo.

“Pronto pagaras por evitar que me divierta, lo harás ¿verdad?, serás un buen niño blanco y dejaras que me divierta contigo ¿cierto?”

“Sí señor seré un buen niño” dije en un gemido, mirándolo con ojos borrosos, por las lágrimas… y el deseo.

“Maldita sea perra, no sé qué cambió en ti, pero me gusta” T.A. dio un tirón a mi cabello provocando que echara la cabeza hacia atrás, mirando el techo, y entonces se acercó para oler mi blanco y delicado cuello con su fea y chata nariz de gorila.

“Gracias señor”

“Maldita zorra, hueles a hembra, eso es lo que eres, una mujer, una hembra, y las hembras necesitan un macho… no como tú patética marica blanca, porque eso es lo que eres ¿cierto? yo soy un hombre de verdad”

“Sí señor, usted es un verdadero macho, señor” Mi voz era un jadeo enamorado, al tener la enorme cara de ese macho negro enterrada en mi cuello, yo también pude olerlo, olía a sudor y a almizcle, a furia y fuerza, Tafari no usaba loción como Papi, o como Aiyden, el amargo almizcle que estaba respirando era su esencia pura, y era deliciosa, mi clitty comenzó a babear, sentí como mojaba mi ropa interior.

Tafari entonces se volvió loco y sujetándome del cuello me arrojó hacia uno de los casilleros, mis nalgas amortiguaron una vez más el golpe pero aun asi mi espalda golpeó el frio metal, mi cabello seguía enredado en su gigantesca mano.

“¿Que mierda estás haciendo putito?, ¿crees que soy un maldito homosexual como tú?, ¿eso es lo que crees? ¿Tratas de volverme gay maldita perra? ¿Estas tratando de seducirme?”

Su mano se cerró alrededor de mi delicado cuello y mi respiración se hizo más errática, no estaba ahogándome pero tenía que esforzarme por respirar, mi clitty dio otro par de saltitos y mi boypussy ya estaba hirviendo y babeando, mis pezones gritaban por ser tocados.

“No señor, no estoy haciendo nada, no trato de seducirlo”

Tafari gruño en mi cuello, la mano que tenía en mi cabello bajó a  una de mis nalgas que aunque escondidas debajo de mis enormes jeans, se notaban enormes y redondas, papi no había podido abarcar una de mis nalgas con su mano, Tafari si pudo, asi de enormes eran esas manos de gorila.

“¿No tratas de seducirme? ¿No soy lo suficientemente bueno para ti? ¿Eso es lo que estás diciendo putita?, ¿solo te gustan los chicos guapos y presumidos como ese estúpido de Prince? ¿Él es mejor que yo? ¿Eso dices?, ¿no te gusto? ¿No soy suficientemente hombre para una zorrita como tú?”

La voz de Tafari no solo se escuchaba enojada, también pude notar un poco de dolor, de desesperación.

“Se equivoca señor, por supuesto que usted es un verdadero macho un hombre de verdad, pero yo no trato de seducirlo… no soy una marica, señor”

Tafari me miraba a los ojos, y su rostro enojado volvió a sonreír, la mano que tenía en mi cuello se aflojó un poco y la que tenía en una de mis nalgas se apretó asiéndome gemir delante de él, mi aliento tocando sus gruesos labios negroides, y yo misma respirando su aliento, estábamos a milímetros de tocarnos.

“Claro que eres una zorra marica… y te lo voy a demostrar perra, ¿quieres eso maricona?”

Mi cuerpo estaba totalmente entregado, mi espalda arqueada sacando mis nalgas hacia atrás restregándolas contra su poderosa mano, y mi pecho con los pezones ardiendo exhibidos hacia adelante rogando por atención, mi mirada borrosa fija en la horrible cara de mi torturador, y mis labios de puta entreabiertos esperando un beso…

Mi clitty estaba totalmente erguido, saltando y babeando, mi boypussy ya estaba húmedo, ardiendo y frunciéndose cada pocos segundos mientras esa miel caliente lo humedecía, preparándolo…

“Ss…” estaba a punto de contestar cuando una puerta cercana se abrió y el sonido de unos tacones se escucharon en el pasillo, Tafari por fin sacó su rostro de mi cuello y se giró para ver…

Lo que vio debió tomarlo de sorpresa porque inmediatamente me dejó caer al suelo.

Mis largas piernas no pudieron sostenerme, las sentía de gelatina.

Me recargué en los casilleros mirando ese gorila africano, con adoración y deseo, mis ojos de manera natural se dirigieron hacia su entrepierna donde pude ver una gigantesca banana tratando de escapar de sus holgados pantalones.

Mi pecho se hinchó de orgullo, yo había provocado esa erección, era mía, y la quería…

M lamí mis gruesos labios de puta, mientras miraba a los ojos de Tafari, termine mordiéndome mi labio mientras agitaba coquetamente mis largas pestañas.

Tafari se quedó alelado mirándome ahí en el suelo abierta de piernas mordiéndome el labio de deseo, y su enorme verga salto dentro de sus pantalones.

“¿Qué diablos le haces a Lexy, tu grandísimo bruto?”

Tafari y yo giramos la cabeza, Roxy venia caminando, con sus altísimos y sexis tacones rosas de 5” vestida con unos jeans ajustados y una camisa rosa chicle tan pegada que podía ver sus pezones a seis metros de distancia, Roxy caminaba de prisa pero aun asi se aseguraba de contonear sus caderas de un lado hacia otro, poniendo un pie delante del otro como en una pasarela.

“Mira putito, no vuelvas a acercarte a mí de nuevo, no sé qué mierda me hiciste, pero si vuelves a hechizarme de esa manera voy a matarte, no soy un maldito homosexual”

T.A. me susurró, su voz grave y ronca se notaba agitada.

“Solo estoy hablando con mi buen AMIGOU… cosas de hombres Jajaja, ADIOUS” eso ultimo lo dijo en español, para burlarse de Roxy, se dio la vuelta y camino dándole la espalda a la latina.

“Si le hiciste algo le diré a Aiyden” Roxy por fin había llegado a mi lado y estaba tratando de matar con la mirada a T.A.

Él simplemente levanto su enorme mano e hizo un ademan de espantar una mosca molesta, después entro al baño de chicos que estaba en el pasillo, me lamí los labios de nuevo imaginando lo que ese macho aria ahí dentro.

“Oh mi Dios, ¿Lexy que diablos te estaba haciendo ese gorila?”

Roxy se agachó preocupada y asustada, yo seguía en trance mirando la puerta del baño de los chicos deseando poder seguir a ese gran toro negro.

“Lexy cariño, reacciona, dime algo, ¿te golpeo?, ¿te hizo algo?” Roxy me sacudió un poco tratando de hacerme reaccionar.

Cerré los ojos y me obligue a dejar de pensar como una maldita puta, y me concentre en el problema que podría comenzar si no lo detenía justo ahora.

Abrí los ojos y mire a Roxy que lucía siempre perfectamente sexi, estaba confundida mirándome, sabía que algo andaba mal conmigo pero supongo que no podía saber que mis mejillas sonrojadas mi cabello despenado y mi mirada vidriosa eran por excitación y no por miedo.

“Estoy bien, Roxy solo estábamos hablando, nada más, por favor no le digas a Aiyden, no quisiera que hubiese una pelea dentro del equipo, ahora en medio de la temporada, por favor.”

Roxy se mordió el labio de esa manera femenina que yo también lo había echo, meditando.

“¿De verdad no te hizo daño? Te ves extraño”

“De verdad estoy bien… Pinkie promise” Levante mi dedo meñique.

“Está bien te creeré, pero si ese idiota se vuelve a acercar a ti, definitivamente le diremos a Aiyden, Pinkie promise?”

Me reí y ambas cruzamos nuestros meñiques.

“Ahora ayúdame a levantarme, me tiemblan las piernas… me asusté bastante” la mentira me supo amarga en la boca, justo después de cruzar meñiques con mi mejor amiga.

“Claro que te asustaste querido, ese Tafari es espeluznante, si no fuese tan buen jugador hace mucho que hubiera sido expulsado”

Roxy me levanto y juntos caminamos hacia los baños del otro pasillo.